O18W (se me fue la mano con las escenas subidas de tono, jeje)

EL CUARTO DEL FONDO III


- ¡AGENTE SCULLY!

La voz provenía de la puerta de la casa de Dana. Mulder se separó como si le hubieran tirado de una cuerda para atrás. Era la pillada más grande que jamás le habían hecho. Esa voz la reconocería en cualquier parte. Era la persona que menos querría que le viera haciéndole eso a Scully. Si ya le tenía un "poco atragantado" ahora ya, aquel día sería el de su funeral.

- ¿qué haces aquí, Bill?- mira el reloj - A las dos de la madrugada.- dijo Dana mirando la cara de furia que tenía su hermano.
- Eso ahora no importa... se puede saber ¿qué coño hacías ahí con... ESE?- preguntó señalando a Mulder con la cabeza. Scully se adelantó hasta quedar a la altura de su puerta.
- Me parece Bill, que era bastante obvio que nos estábamos besando.- dijo y le dio la espalda a su hermano metiendo la llave en la cerradura. Mulder no pudo evitar reírse entre dientes. Si alguien sabía dejar a Bill Scully en ridículo esa era SU Scully.
- Me parece que será mejor que me vaya...- dijo Mulder cuando vio que peligraba su vida si se reía un poco más. Scully se le acercó.
- No tienes porqué... - Mulder señaló a Bill con la cabeza.
- No creo que podamos seguir con el juego estando el perro guardián a tu puerta - le dijo al oído abrazándola. Dana rió.
- Nos vemos mañana en la oficina.
- Claro.- y se dieron un beso, casto, puro... vamos, nada más que un pico... a lo que Bill reaccionó entrando enfadado en casa de su hermana, hecho que los agentes aprovecharon para profundizarlo un poco más.

Dana entró tranquilamente en su piso y se quitó el abrigo bajo la atenta y juiciosa mirada de su hermano mayor.
- Sentémonos y me cuentas ya porqué vienes a mi casa de madrugada... y me interrumpes asuntos que tengo pendientes desde hace años.- dijo disfrutando de la irritación contenida de Bill.
- ¿cómo que asuntos pendientes desde hace años?- pregunto sabiendo que no le iba a gustar la respuesta.
- No creo que necesites explicación...
- ¿no me iras a decir que te ibas a costar con... el paranoico ese? Venga Dana puedes conseguir alguien mejor...
- ¡no, Bill!- cortó ella.- es mi vida, me acuesto con quien yo quiera... y si has venido solo para eso...
- Charlie vendrá en una semana... se va a casar...- dijo Bill.
- ¡eso es estupendo!, me alegro de que por fin "formalice" su relación con Angela.- dijo Dana con un clarísimo doble sentido que Bill prefirió no entender.
- Bueno, eso quería decirte... mamá quiere que vengáis a mi casa para celebrar la boda en la iglesia donde se casaron ella y papá. Podrás venir, ¿no?.
- Sí, Bill, claro que iré, pero... Mulder vendrá conmigo.- dijo sabiendo cómo iba a reaccionar su hermano.
- NO, ese en mi casa no entra. - dijo levantándose.
- Bien,- respondió Dana abriendo la puerta.- Pues lo siento, pero si voy yo Mulder viene conmigo. Nos hospedaremos en un hotel si hace falta.
- Vas a dejar que te destroce la vida, Dana... - iba a seguir hablando, pero su hermana no le dejó.
- Fuera de mi casa, Bill.-
- Espera, espera,- dijo con la voz un poco más calmada- ¿mamá sabe algo de... lo que estabas haciendo?- preguntó
- No, no lo sabe...- no pudo seguir, Bill saltó exaltado.
- ¡no se lo has dicho a tu madre!, es vergonzoso Dana...-
- Si no se lo he dicho es porque a penas llevamos cuarenta minutos saliendo- voceó Scully
- ¡¿y en cuarenta minutos te lo traes a la cama?!, no sabía yo que fueras tan fácil....- la mano de su hermana se le clavó hasta la coronilla. Le había pegado una bofetada que se oyó desde fuera del edificio. Bill sabía que su hermana estaba enamorada de él desde hacía años, pero le parecía que él solo quería acostarse con ella.
- Lo siento... - iba a decir, pero su hermana le tendió el abrigo fulminándole con la mirada que le había costado el apodo de "reina del hielo". Bill salió de allí con la cabeza gacha.


Dana cerró de un portazo. ¿Qué se creía el cab*#"@ de su hermano? Se había atrevido a llamarla "fácil", pues menos mal, si a todas las mujeres fuesen tan fáciles como ella la raza humana no procrearía... estaba nerviosa... ahora no sabía si hacía bien en llevar a Mulder a su apartamento tan pronto... la puerta la sacó de sus cavilaciones mentales.
- ¡LÁRGATE!- gritó. Pero de repente oyó el ruido de una llave entrando en la cerradura. No tenía que pensar mucho para saber quién era. Solo había una persona con la llave de su puerta.
Mulder asomó temeroso la cabeza. Sus ojos reflejaban deseo, pero en cuanto vio que su compañera tenía los ojos un poco enrojecidos y las mejillas coloradas de furia, su mirada cambió. Cerró la puerta y sin preguntar nada se acercó a Scully y la abrazó. Ella se recostó en su pecho. ¿Cuántos hombres después del "calentón" del descansillo volverían y simplemente abrazarían a la mujer que deseaban? Teniendo en cuenta que llevaban más de siete años esperando "ESO", éste gesto era la mejor muestra de respeto que le habían hecho nunca. Estaba totalmente segura de que Mulder la quería, no era solo un rollo de una noche, no la quería solo para acostarse con ella. Así, abrazados, de pie, en mitad del salón de casa de Scully, permanecieron más de una hora. Ella sollozaba de vez en cuando, pero sonreía.

- Mulder... yo... Bill me dijo... - las palabras se le atragantaban en la garganta.
- Shhhh! - Dijo él acariciándola la cabeza. - lo entiendo...- y ya estaba, no había hecho falta que Scully dijera una sola palabra, Mulder ya sabía que en aquel momento lo único que necesitaba Scully era dormir tranquila y SIN compañía.- ¿quieres que prepare un café mientras vas y te pones algo de ropa cómoda?- Scully sonrió y asintió con la cabeza. Le besó en la comisura de los labios y salió del salón.


Mulder se movía en la cocina como pez en el agua. Pasaba casi tantas horas en casa de Scully como en la suya. Siempre había encontrado alguna excusa para ir a verla, cuando no era un papel de la oficina o un caso, era una película que le habían pasado los pistoleros, o simplemente el insomnio. Ahora ya no necesitaría excusas para ir a verla, ya podía ir por aquello que le hubiera gustado desde mucho antes. "Vengo porque te echaba de menos, porque te necesitaba..." Scully entró en la cocina, Mulder estaba de espaldas y tan sumido en sus pensamientos que no la oyó. Solo lo notó cuando ella le puso la mano en el hombro.
Fueron al salón y Dana le contó lo que había pasado, le dijo que Charlie se iba a casar, que su madre quería que durmieran en casa de Bill... que él no quería que fuese Mulder... omitió el detallito de la "chica fácil", y aunque Mulder notó que había más historia, no quiso preguntar, porque si Dana no se lo contaba tendría buena razón.

De repente sonó el teléfono. Scully cogió.
- ¿Diga?- a las 2 de la mañana no se debe contestar diciendo el nombre.
- ...
- ¡Mamá!, son las d... ¡que Bill te lo dijo!... sí mamá... ¡se merecía la bofetada, mamá! Lo que no sé es porqué coño fue a contarte nada... yo hago con mi vida lo que quiero! - Mulder nunca había oído a Scully hablarle así a su madre... y... ¿de qué bofetada hablaba?- ¿qué? No mamá, le pegué porque me sacó de mis casillas, una cosa es que Mulder no le caiga bien, o que no le parezca bien que salga con él pero eso no le da derecho a insultarme... - ¿insultarla? Mulder estaba perdido - ¡¿y qué que sea mi hermano?!... no... mamá... mamá... eso no es verdad- Scully estaba muy exaltado y daba voces- ¡a sí' pues que sepas el "buenazo" de mi hermano y tu hijo no me reprendió suavemente como dices... simplemente se limitó a decirme que no creía que fuera tan FACIL. Ahora si me disculpas me voy a dormir CON QUIEN YO QUIERA.- Scully colgó el auricular y tiró el teléfono contra la pared. - ¡MIERDA!, ¡JODER! -

Mulder se le acercó por detrás y la agarró las muñecas. Ella forcejeaba y le pegó unos cuantos golpes en el pecho antes de caer llorando en brazos de Mulder. Se apartó unos centímetros.
- Mulder... - empezó a decir- yo... te... no quería... decirte lo que dijo Bill... ahora necesito... necesito... saber que no quieres tan solo acostarte conmigo una noche...
- Venga Scully. Sabes que yo te quiero... a tu hermano, no, pero a ti sí.- Scully rió a pesar de que las lágrimas le escurrían por las mejillas. Puede que el tono de Mulder fuese jocoso, pero lo decía de corazón.


La noche pasó volando. Mulder se había quedado a dormir con Scully. Durmieron abrazados. Simplemente se abrazaron.

La semana de oficina fue intensa. Aprovechaban cualquier momento para darse un beso o agarrarse la mano... vamos que se dedicaron a alimentar los cotilleos de la oficina. Mulder estaba preocupado por Scully, no contestaba a las llamadas de su madre ni a las de su hermano. Tan solo hablaba con Charles, y cada vez que le intentaba hablar de Bill ella cambiaba el tema. La boda sería en unos días. Charles había invitado a Mulder encantado de que Dana y él se hubieran decidido tras tantos años... Byers y Langly estaban enfadados porque no les habían dicho nada el día de la fiesta, pero también alegres porque habían sacado una buena pasta al pobre Frohikie que tenía el corazón destrozado. El subdirector Skinner... estaba sorprendido de cómo habían subido los rumores sobre Mulder y Scully, esa sorpresa cesó el día en que les vio besarse detrás de una columna en el aparcamiento... ellos no lo sabían pero él les vio.
El viernes a mediodía Scully le pidió a Mulder que le acompañase a comprar el vestido para la boda.
- deberías hablar con ellos
- no, Mulder no te pongas de su parte...
- no me pongo de parte de nadie. A tu hermano si quieres olvídale, pero deberías hablar con tu madre... ella te llamó para ver qué había pasado... solo para eso.
- No es verdad...
- Solo para eso, - dijo Mulder serio. Estaba preocupado por ella. Su madre había sido siempre su apoyo (quitándole a él por supuesto) y era un refuerzo en caso de que se encontrase con Bill Jr. Se levantó y la miró serio. Ella le miraba con la ceja levantada, con esa mirada que le ponía cuando intentaba que se fuesen a alaska a buscar ovnis. - esto no puede seguir así. - levantó el auricular y se lo pasó a Scully. Ella, vencida (Mulder siempre ganaba) llamó. Durante toda la conversación Mulder se dedicó a observarla de arriba abajo.

- ¿diga?
- Mamá... soy Dana.
- Hola cariño... no me has contestado, te llamé muchas veces... ¿cómo estás?
- Lo siento mamá...
- No cariño, yo lo siento, en vez de alegrarme por ti y por Fox...
- Mulder
- ... Mulder, en vez de eso escuché a tu hermano... no entiendo porqué le cae tan mal...
- no pasa nada, pero que conste que le pegué porque...
- se lo merecía.
- ¿de veras crees eso, mama?
- Sí, he estado hablando con Charlie, me dijo que a él si le contestabas y quería saber cómo estabas... Dana...
- ¿sí mama?
- ¿para cuándo te convertirás en señora Mulder?
- ¡MAMA! Solo llevamos...
- ocho años, Dana, ocho años, que si crees que no nos hemos dado cuenta de cómo os miráis... entonces ¿para cuándo?
- mama, no pienso contestar, ya te veré en la boda de Charlie... ¡ah! por cierto, no dormiré en casa de Bill, iremos a un hotel...
- nada de eso, Mulder y tu dormiréis en casa de Bill con todos, yo le convenceré. Tu disfruta del fin de semana, nos vemos el martes. Hasta luego.
- Pero mama...-
- Me ha colgado, - le dijo a Mulder, en ese momento se dio cuenta de cómo la estaba mirando. - por mucho que lo intentes no verás a través de mi ropa.
- Es una lástima. Oye ¿qué tipo de vestido pretendes llevar a la boda?- dijo mientras le ayudaba a ponerse el abrigo y salían de la oficina.
- Uno... - dijo Scully mirando a Mulder de reojo con una mirada sexy "de esas que levantan cosas sin tocarlas" como la había descrito Mulder. Así le dejó con la intriga.

En el centro comercial Mulder se sentía perdido. Estaba en una tienda llena de mujeres probándose ropa separadas por tan solo una tela de miradas indiscretas y sin embargo tan solo podía mirar a la cortina de Scully. Por culpa de su hermano ella seguía sin estar preparada para... digámoslo finamente... "dormir acompañada", bueno, Mulder había pasado casi todas las noches de la semana en casa de Scully, y le encantaba poder al fin dormir con la mujer que más amaba en el mundo, pero... él era un hombre y ciertos impulsos eran incontrolables llegado un punto, y Mulder estaba a punto de llegar a ese punto. Miraba la cortina esperando que su novia ¡qué bien sonaba eso! Saliera con un vestido rojo como de tela transparente que se estaba probando.
Cuando Scully salió Mulder creyó estar apartado de toda realidad. La vio salir a cámara lenta. El vestido era más corto de lo que había pensado al verlo en la mano. Era ceñido y sin tirantes con escote de estos de palabra de honor, y "palabra de honor" que Mulder solo podía pensar en lo hermosa que estaba aquella mujer, y que él tenía la suerte de ser quien estaba con ella. Scully estaba un poco cortada por cómo la miraba Mulder, pero cuando descubrió que le estaba provocando decidió jugar con él.
- ¿no crees que sería mejor un poco más corto?- dijo subiéndoselo de la parte superior de la rodilla a medio muslo. Mulder, que comprendió su juego se le acercó.
- Sería mejor si no estuviera - le dijo al oído.- creo que si tu hermano te ve con esto... me mata.- Scully rió.
- Entonces ¿te gusta?
- Estás preciosa, me parece que le quitarás el protagonismo a la novia.

Scully se llevó el vestido. Antes de salir del centro le dijo a Mulder que fuese por el coche que ella tenía que hacer un recado. Al llegar con el coche a la puerta Scully ya estaba allí. Mulder no sabía qué era aquello que había ido a hacer, pero ahora llevaba cuatro bolsas, ¡no lo había dicho? Además del vestido se compró los zapatos y una pamela a juego. Pero aún llevaba otra bolsa...


Llegaron al apartamento de Scully, eran cerca de las siete de la tarde.
- Gracias por acompañarme. - le besó. - oye, - dijo cuando se estaba yendo.- ¿quieres venir a cenar... y te quedas a dormir? - le dijo enseñándole LA BOLSA.- tengo una sorpresa. - Mulder puso cara de curiosidad.
- Será un placer, ¿te parece que venga sobre las... - miró el reloj- ...ocho?
- Vale.

"¿qué sorpresa me tendrá preparada?... es algo que ha comprado en el centro comercial... la verdad es que tenía una mirada que... ¿y si?... no, venga Fox Mulder, deja de pensar en eso... ouch!... bueno, eres humano... bueno... te quedan quince minutos para escoger qué ponerte y llegar a su casa..."
"¿será demasiado?- pensaba Scully delante del espejo- es una buena forma de hacer que se decida... vale, fue cosa mía lo de no... "jugar"... pero lleva una semana durmiendo en mi cama, si es que durmió algo, y no ha intentado ni siquiera meterme mano y... vamos que ya me ha demostrado que me quiere, pero ahora... necesito SEXO s-e-x-o, no creo que sea tan difícil de imaginar... me queda bien ¿no?..."- la puerta sacó a Scully de sus pensamientos. Se puso rápido una camiseta y un pantalón de deporte y fue a abrir. Mulder la dejó sin palabras, estaba vestido todo de negro, con unos vaqueros (negros) y un jersey de cuello ajustado y también negro.
- estás tremendamente sexy - dijo Scully sin poder evitarlo.
- Vaya gracias... ¿te pille vistiéndote?- preguntó señalándola.
- Uhmmm, pues... no, no... - al ver la cara de Mulder de "¿pero es una cena informal?" decidió actuar.- Claro bobo, pasa al salón que ahora mismo vengo.- Mulder sonrió.

- ¿qué hay para cenar?- preguntó al ver que no había nada preparado en la cocina.-
- ¡es una sorpresa!- gritó Scully desde su cuarto. El salón estaba todo lleno de velas encendidas. Mulder se sentó en el sofá. De repente la luz se apagó.- cierra los ojos, - le dijo Scully con una voz muy, muy, muy, MUUUUUUUYYYYYYYY sugerente. Mulder obedeció picado por la curiosidad. - no los abras hasta que yo te diga. - pasaron unos segundos hasta que oyó a Scully de cerca. - primero, - le dijo - tengo decirte que no habrá ni primero ni segundo plato hasta que no se acabe con el postre, ¿entendido?- Mulder asintió con la cabeza. Estaba muerto de curiosidad. - ahora puedes abrir los ojos.

Mulder los abrió poco a poco, en cierto modo tenía miedo de lo que iba a ver, pero la imagen que vio le impactó. Scully estaba delante de él... hasta aquí bien ¿no?, pues no. Llevaba puesto un conjunto más que sugerente de ropa interior del color del vestido que se había comprado esa tarde. Era un conjunto de sujetador (sin tirantes) brguit... ¡TANGA!... liguero (cosa que a Mulder excitaba de sobremanera), y medias. Mulder se quedó paralizado con la boca abierta sentado en el sofá. Scully se le acercó.
- ¿Sorprendido? - Preguntó rodeando la mesa. - Espero que sea una sorpresa agradable - hablaba con voz sensual.- se acercó a Mulder y se sentó a horcajadas encima de él- supongo que no te lo esperabas ¿eh?.
- Pues... - Mulder no pudo decir nada más. Las palabras no le salían de la garganta así que negó con la cabeza. Scully se movió un poco haciendo un círculo encima de la tremenda erección que tenía Mulder.
- Me alegro. - dijo y le mordió el lóbulo de la oreja. - ahora... - susurró. - vamos a terminar unos "asuntos pendientes".- y le besó en el cuello. Mulder reaccionó.
- Scully... ¿estás segura de que...
- Mulder, - dijo ella dejando de besarle el cuello - ¿crees que estaría encima de ti en ropa interior si no estuviera segura? - Mulder negó con la cabeza, no pudo hablar porque Scully volvía a hacer círculos con la cadera mientras hablaba. - pues entonces, sé un niño bueno y cómete todo el postre o te irás a la cama sin cenar.

Mulder reaccionó agarrando a Scully por la cintura y besándola. Tras esto todo vino seguido. Se fueron desnudando el uno al otro, poco a poco, disfrutando de cada parte de piel que quedaba al descubierto (aunque en el caso de Scully fuese bastante escasa). Mulder levantó a Scully en brazos como a un bebé y la llevó al dormitorio. La ropa iba cayendo a lo largo del pasillo. Las caricias se hacían cada vez más ansiosas. Se tumbaron en la cama. Mulder miró a aquella mujer por la que había suspirado durante muchos años. Le brillaban los ojos. Scully notó que la pedía permiso. Siempre tan respetuoso con ella. Le miró, con una mirada que transmitía permiso y derretiría los polos. Mulder se colocó encima de ella y la penetró. Cerraron los ojos. Scully recordaba que otros hombres con los que había estado le hacían algo de daño en la primera embestida, pero Mulder no, a pesar de su gran tamaño la sensación que tuvo fue la de un dedo entrando en un guante de raso, rápido, ajustado y muy, muy, muy sensual.
Scully empujó a Mulder y se sentó encima. Mulder sonrió, no sabía como pero Dana sabía lo que le gustaba aun siendo la primera vez... de la muchas que lo harían (por lo menos en esa noche).

A la mañana siguiente se despertaron abrazados. Se quedaron un rato en silencio sin decirse nada, acariciándose y disfrutando de la compañía. De repente toda aquella paz se rompió por el penetrante sonido del teléfono de Scully.
Mulder, que estaba de ese lado de la cama, contestó.
- ¿diga?- se apartó el teléfono de la oreja, al otro lado Scully oyó una voz masculina muy fuerte, gritando.- es el marinerito- le dijo alcanzándole el teléfono.
- Hola, Bill,- saludó ella. - sí,... pasó la noche aquí... ¿quieres detalles?- Mulder aguantó una carcajada -no, Bill no tengo ni idea de qué hora es... ¡LAS CUATRO! Gracias Bill llegamos en tres horas... - colgó y se levantó corriendo de la cama. Mulder la imitó. Tenían que llegar a las siete y se tenían que duchar... bueno, ahora que podían compartir la ducha tardarían menos (si aguantaban la tentación, se entiende).


Aguantaron bien y a las siete en punto estaba en casa de Bill. Tara les abrió la puerta. Se saludaron efusivamente y esas cosas que se hacen cuando la familia se reúne por algo importante...
- pasar, Charlie y Ángela están en la sala de estar.-

En la sala había muchos Scully reunidos, a Mulder esto le asustó un poco. Scully se limitó a agarrarle del brazo e irle presentando a todos. Bill les observaba de lejos, desde la ventana. Margaret Scully hablaba con él.
- ¡Hermanito!- dijo Scully abrazándole.- enhorabuena, enhorabuena a ti también Ángela. Éste es Mulder.
- Dana no para de hablar de ti- dijo Charlie- tenía ganas de conocerte.
- Ángela ¿qué sientes ahora que ya eres una Scully?
- Aún no, Dana, la boda es mañana... ¡qué nervios!, voy a por algo de beber ¿quieres algo Dana?
- No gracias...


La voz de Margaret la interrumpió. La llamaba desde la ventana. Scully se disculpó con Charlie y Ángela y fue hasta allí.
- ¿Qué ocurre mamá?-
- no me has saludado, cariño...
- lo siento, estaba presentando a Mulder..., por cierto ¿dónde está?- Margaret miró al suelo. - ¿mamá? ¿qué ocurre?
- Yo..., esto... - Dana la increpó con la mirada para que siguiera.- fue cosa de Bill, quería hablar a solas con él y me pidió que te distrajera...- Dana iba a salir corriendo cuando entraron Bill y Mulder ¡SONRIENDO!. Se acercaron hasta ellas.
- ¿qué sucede aquí?- preguntó Scully mirando a los dos hombres. Sí, aquellos que se odiaban a muerte estaban ahí, juntos y mirándose con complicidad.
- Hemos estado hablando Dana, - dijo Bill.- me alegro mucho por vosotros, Mulder me ha aclarado los términos de vuestra relación... no es tan mal tipo después de todo.- y dicho esto se fueron a seguir hablando. Scully no entendía nada.


La fiesta pre-nupcial duró hasta las diez de la noche. Mulder y Bill lograron convencer a Scully de que era una tontería ir a un hotel pudiendo quedarse en la casa. Scully se acostó a las doce, como el resto de las personas de la casa, es decir, Tara y su sobrino; Mulder, su madre y Bill se quedaron en el salón hablando.
Scully notó que Mulder se acostó a las tres. No estaba para hablar así que se limitó a darle un beso y abrazarse a él para seguir durmiendo.

Al día siguiente todos madrugaron. Charlie fue a vestirse a la iglesia y Ángela se vistió en la casa con las mujeres alrededor. Scully hablaba con ella para tranquilizarla.
- venga, tranquila... Dios, no tienes porqué estar nerviosa... te vas a casar con el hombre a quien quieres... ¡porqué esos nervios!- Ángela pareció tranquilizarse, pero su madre empezó a llorar. - nooooooo, mamá, tú no.
- Ya sabes que las bodas me emocionan...- aunque en realidad no lloraba por eso...


Así, entre llantos y risas pasaron las horas y llegó el tiempo de ir a la iglesia. La madre de Dana no estaba de acuerdo con la ropa de su hija, pero Tara, Ángela y ¡Bill! Habían hablado en su favor. Para completar el modelito, Tara le prestó un pañuelo para el cuello que era del mismo color que el vestido. Estaba impresionante.

En la iglesia, durante la boda, Scully, Tara, y Margaret lloraron un poco. Scully no llegó a derramar lágrimas, pero el brazo de Mulder aún está morado del lo fuerte que le apretó para no hacerlo.
Tras la boda llegó el banquete. Los platos fueron de lo más suculentos. Hubo un entrante, un plato de carne y otro de pescado, así como postre, sorbete de limón, café y bebidas alcohólicas. Ángela y Charlie partieron el pastel. Bill se levantó para decir el discurso típico del padrino.
- Hola a todos, gracias por haber podido venir. Hoy hemos asistido a un acontecimiento maravilloso. Mi hermanito pequeño se ha casado... - el público asistente hizo un ohhhh! De asentimiento- se ha casado con una mujer estupenda. Se les ve que se quieren... espero que se lo demuestren toda la vida... y cuanto antes mejor porque ya sabes Charlie que mamá quiere otro nieto - la gente rió ante la "ocurrente" broma de Bill.- realmente estoy muy contento por vosotros, no hay nada que llene más la vida de una persona que una familia.- levantó la copa.- ¡por Charlie y Ángela!-
- ¡Por Charlie y Ángela! - Respondieron los otros a coro.
- ¡Una cosa más!- dijo Bill alzádose por encima de las otras voces... - hace... muchos años, no recuerdo cuántos, estábamos Dana, Charlie y yo en el jardín... y... No me acuerdo porqué empezamos a predecir quién se casaría primero... y la verdad es que ha sucedido tal como predijimos- con voz de niño - "nos casaremos primero nosotros y luego tú, Dana"- levantó la vista hacia su hermana.- Nosotros ya hemos cumplido la promesa, ahora te toca a ti.

Scully se ruborizó más de lo que había hecho nunca. Era el centro de atención. Resolvió la situación alzando la copa y brindando.
Llegó el momento de lanzar el ramo. Las amigas de Ángela estaban apelotonadas para cogerlo, Scully, que fue forzada a ponerse "en el círculo de las leonas", estaba hacia atrás sin siquiera mirar.
- ¡una!... ¡dos!... ¡TRES!...- oyó que gritaba Ángela. Las otras chicas gritaron. De repente Scully se dio la vuelta y el ramo le cayó directamente en las manos. Las otras la miraban con odio y tristeza. Ángela se acercó a ella y la dio la enhorabuena.
- Hemos estado hablando con Bill y con tu madre, parece cosa del destino.


Dana no entendía nada. La pareja de recién casados abrió el baile. Scully iba hacia su mesa a sentarse, cuando Mulder la agarró de la cintura y le dijo al oído que le siguiera. Scully obedeció. Mulder la guió hasta el jardín del restaurante. Era un sitio precioso con una especie de senderito para que las parejas paseasen y con bancos a los lados ocultos por enormes matorrales y arcos de rosas. Mulder se sentó en uno de esos bancos. Scully, extrañada y con la ceja en alto le siguió.

- ¿a qué viene tanto misterio, Mulder?- dijo sentándose a su lado.
- Estoooo...- estaba muy nervioso, se le notaba. - Dana, sabes porqué tu hermano no me abrió la cabeza ni me echó de su casa... - ella negó con la cabeza. Algo serio le iba a decir Mulder, lo notaba en el tono de la voz y, sobretodo en que la había llamado Dana.- pues... - no podía arrancar.
- Me dijo que le habías aclarado los "términos" de nuestra relación.- Mulder le agradeció con la mirada esa ayuda.
- Dana... me he pasado la vida encerrado en ese sótano buscando la verdad, alienígenas... a mi hermana... no lo hubiera logrado de no ser porque tenía a la mejor compañera que se pudiera desear al lado; desde hace menos de dos semanas te convertiste de mi mejor amiga en la mejor novia que se puede esperar. Yo llevaba enamorado de ti desde el principio, desde hace más de ocho años... no quería que una relación prematura estropease la mejor amistad que he tenido nunca, pero ahora... quiero que ésta relación, que hemos tardado ocho años en forjar se haga más profunda aún si cabe... Dana, te quiero con todo mi corazón y... quiero... quiero pasar el resto de mi vida contigo... si me lo permites. - sacó un anillo del bolsillo. Scully se quedó muda. Las lágrimas empezaron a rodar por su rostro. Sonrió. Mulder la cogió la mano y le puso el anillo. Se besaron y se abrazaron.
- ¿sabes que nos pueden separar, incluso echarnos del F.B.I. si se enteran de esto?- dijo sin soltarse de él.
- Puede que no echen o nos metan en departamentos diferentes pero nunca nos separarán.
- Así que a esto se referían todos con esas indirectas ¿no?- sonrieron.
- Vamos dentro, estás temblando.- se levantaron. Scully se paró un poco.
- Mulder, no quiero decirlo aún, hoy es el día de Charlie y de Ángela... no quiero quitarles protagonismo.
- Tarde...- una voz salió de detrás del arbusto. Margaret, Bill, Tara, Charlie y Ángela estaban allí. - ya lo habéis hecho. - dijo Margaret.- enhorabuena.- todos se abrazaron y felicitaron a la nueva pareja del día. Después de charlar un rato decidieron volver dentro.

Scully iba con su madre un poco retrasadas con respecto al grupo.
- bien, cariño - dijo la Sra. Scully- ¿para cuándo pensáis darme un nieto?
- ¡¡¡MAMA!!!
El grito de Scully lo oyeron los de delante, como conocían a Margaret todos supusieron porqué Dana había gritado. Mulder se acercó a ellas.
- antes de lo que piensa.- dijo
- ¡¡¡MULDER!!!.


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