TÍTULO: AL FINAL DE LA NOCHE

AUTOR: JLB
EMAIL: Amory20ARROBAaol.com
RATING: AP15
TIPO: V, MSR
SPOILERS: Ninguno en realidad.
DISCLAIMER: No me pertenecen a mí, sino a CC y 1013, pero si no empiezan a tratarles mejor, quizá deberíamos hacer algo sobre esto.
RESUMEN: Hora de acostarse para Mulder y Scully.
NOTA DEL AUTOR: Vale, esto es solo una pequeña historia que escribí hoy mientras estaba atrapado en una reunión aburrida. Esto es mi visión de cómo serían las cosas para Mulder y Scully si CC les deja compartir cama alguna vez. ¡Aquí está! Que lo disfrutéis.
AL FINAL DE LA NOCHE
Acaba casi en contraste directo con el modo en que comenzó. Estamos tranquilos, abrazados el uno al otro. Él pone su cabeza sobre mi pecho, del modo en que un niño lo haría, y yo acaricio su pelo, tal como una madre. Respiramos juntos, como si sólo hubiera un aliento entre nosotros, del mismo modo que hace unos momentos nos movimos juntos como si fuéramos un solo cuerpo, una sola entidad. La pasión y el deseo desesperado están aún ahí, pero están satisfechos por ahora, y los hemos guardado bajo nuestra piel antes de que vuelvan a salir y no podamos ignorarlos más, hasta que nos entreguemos otra vez. Solía decirme a mí misma que no necesitábamos esto, que lo que teníamos, lo que existía entre nosotros, trascendía nuestros cuerpos, el mundo corpóreo, que no necesitábamos la expresión física porque más que lo que sentimos es lo que somos el uno para el otro. Pero cuando le siento dentro de mí, cuando siento su piel ardiente sobre la mía, se afianza nuestro vínculo de un modo que nada más tiene, de un modo que nadie podría lograr. Él tiene que saber que le quiero. Tiene que sentir mi necesidad de él. Y necesito saber que está conmigo... todo él, no sólo una parte que lleva trajes de diseño y valora mi opinión científica. Tengo que sentir su confianza y su fe en mí. Y este tocarnos el uno al otro, el incendiarnos con labios y lenguas, queda en las ondas de nuestro placer juntos. Conlleva todas estas cosas y más. Todas las cosas que las palabras y las miradas y los largos silencios no pueden atravesar.
Le cuesta dormir. Siempre. Incluso después de nuestros particularmente frenéticos encuentros, que me dejan sin aliento, agotada, exhausta, raramente se deja llevar por el sueño. No sé si es verdad, pero imagino que vigila mi sueño. Que estudia mi cara, que intenta saber si estoy en medio de un sueño, esperando que sea uno feliz, esperando que le incluya a él de algún modo. Sé que se siente responsable de mis horas de sueño, y quiere hacerme feliz cuando estoy despierta o dormida. A veces, cuando me despierto, sus ojos son lo primero que veo. Está a mi lado, apoyado sobre su codo, concentrando toda su energía en mí. Al principio, esto me hizo sentir cohibida, pero llegué a entender por qué lo hacía. No para juzgar, sé que no me está juzgando. Así que ahora, cuando regreso al mundo que me despierta, y veo esos ojos avellana que me traen de vuelta a la realidad, siento algo que ninguna otra persona me ha hecho sentir en toda mi vida adulta: me siento a salvo. Esta noche no dejaré que luche solo contra el insomnio. Me pondré a su lado, mientras me necesite, disfrutando con él de la noche. Su aliento es cálido sobre mi pecho, y me siento despierta otra vez. Juego con su pelo para distraerme, deleitándome con su tacto espeso y sedoso. Suspira suavemente, y yo no puedo controlar la risa. Él gira la cabeza y me mira.
- ¿Qué? – pregunta simplemente.
- Me hiciste cosquillas – explico, haciendo que su cabeza se dirija nuevamente a su lugar de descanso.
- Vale – él ríe y pone su cabeza sobre mi pecho.
Siento, más que veo, que bosteza. Acaricio su espalda con cuidado y subo la manta hasta sus hombros.
- ¿Cansado, Mulder?
- Mmmm, creo que sí. Me has exigido bastante esta noche – se ríe y deposita un suave beso entre mis pechos.
- Bien, si no puedes soportar el calor... – río y le golpeo cuidadosamente en las costillas.
- Puedo soportarlo. Pero creo que ya lo sabes – levanta la cabeza y se ríe de mí con aire de suficiencia -. Sólo tienes que ser amable conmigo. Ya no soy el joven semental que era, Scully – se acerca más. Y bosteza otra vez.
- Recordaré eso. Ahora duerme, Mulder.
- Vale. ¿Quieres que me mueva?
- No, estás bien ahí.
Acaricio su espalda, intentando ayudarle a dormir.
- Me gusta usarte como almohada, Scully. Duermo mejor. – sonríe contra mi pecho y frota cariñosamente mi estómago.
- Buenas noches, Mulder.
- Oye – bosteza suavemente.
- Dime – coloco mi mano en su pelo, moviendo mis dedos sobre su cuero cabelludo. Cierro los ojos.
- Que tengas dulces sueños.
- Tú también, Mulder. – pongo mis manos nuevamente en su espalda, y las dejo ahí.
Él se duerme unos momentos más tarde; su respiración es lenta y pausada. Me uno a él poco después, consciente de que está entre mis brazos mientras todavía estoy dormida.
FIN