Toda una Mujer   Toda una Mujer   Toda una Mujer  

 

Disclaimer: Repetiré como grabadora: “Todos los personajes de los X-Files utilizados en este pequeño relato son propiedad de Chris Carter”, pero me los robaré un ratito para que nos entretengamos.

 

Resumen: Se podría decir que es una VI parte de “La Segunda oportunidad que me dio la vida” y una vista diferente donde nadie se imagina las vueltas que puede dar la vida y las personas que regresan a ella después de los años.

 

Gracias a todas aquellas personas que creen en mí y mis tonterías.

Y a ti, mi bebito por revivir en mí las ganas de un futuro lleno de amor. Sabes lo que siento por ti.


Toda una mujer

 

Hoy, el primero de una serie de días maravillosos me espera, los nervios carcomen mis adentros, pero es hermoso sentirme así, cualquier mujer se sentiría feliz con un día como el que tengo por delante.

 

Y aquí sentada, impaciente porque todo comience, me he puesto a reflexionar sobre mi vida y lo tremendamente agradecida que estoy con Dios por haberme dado todo lo que tengo.

 

Mi niñez pasa como si fuera un sueño, a pesar que tuve momentos muy duros, supongo que como cualquier otro niño, tuve momentos inolvidables junto con mis padres y mi hermano.

 

Cuando me tocó entrar  a la escuela se me hacía un poco aburrida, todo me parecía demasiado trivial, absurdo y me dedicaba a sacarles las canas a mis profesores, eso me trajo meses de castigos en la escuela y regaños de mis padres, hasta que se dieron cuenta que mi coeficiente intelectual era más alto que el de los niños promedio y por eso no trabajaba en la escuela.

 

Mis padres decidieron cambiarme de escuela y mi vida dio un giro de 180°, nadie se puede imaginar lo contenta que estaba al encontrarme con niños que sentían lo mismo que yo. No me sentía como fenómeno, ni mucho menos aburrida, tenía tantas cosas que hacer que no me dejan tiempo para molestar a nadie.

 

Así pasé mis años de escuela, haciendo travesuras, pero tal vez, eran al igual que yo un poco fuera de lo común y algunas veces me pasé de la raya. Como aquella vez que casi quemamos la escuela por celebrarle con juegos pirotécnicos el cumpleaños a un profesor. (El problema más grande fue que nos habíamos robado los químicos del laboratorio y que el profe cumplía años al día siguiente).

 

La gran sorpresa me la llevé una semana antes de mi fiesta de los 8 años, mis padres me dieron la noticia que tendríamos un nuevo bebé en la casa. Nueve meses después nació mi hermano William. De pequeño era hermoso, pero con el pasar de los años se convirtió en un monstruo rompe cosas, en especial las mías y las de mi cuarto.

 

En la secundaria me tope con personas magníficas, que hicieron de esos años los más normales posibles. Allí encontré los mejores amigos y las experiencias más maravillosas que hicieron de mí la mujer que soy hoy.

 

Y de los amores ni que hablar ¿Podrían imaginarse al celoso de mi padre interrogando a mis pretendientes? Lo más divertido era que con su experiencia con perfiles criminales los acribillaba con preguntas exactas que los hacían huir de casa.... Bueno ahora lo veo divertido, pero en aquel entonces quería matarlo.

 

Lo más asombroso de mi vida llegó cuando cumplí los 18. Una mañana amanecí con un dolor de cabeza increíble, era una sensación de ecos y recordé que en algunas oportunidades cuando tenía unos cinco años me pasó lo mismo y podía escuchar los pensamientos de las otras personas.

 

Tenía que comprobar sí de verdad podía leerle la mente a las personas, hice algunas pruebas en el colegio y hasta con mi familia. Lo que con certeza comprobé es que las personas piensan una cosa y dicen otra totalmente diferente a la que habían pensando.

 

Ese mismo día, mis padres me celebraron mi cumpleaños con una fiesta con mis amigos. Y creo que me enteré de cosas que nunca quise saber. Los hombres son unos puercos, en su gran mayoría y mis amiguitas son unas perdidas, no se pueden imaginar las burradas que pensaban al ver a mi papá.

Sé que él está muy guapo, pero ni respetaban que mi madre estuviera a la par de él.

 

Cuando todos los invitados se fueron, me quedé conversando con mis padres sobre mi nueva adquisición. ¡Ya lo sabían! Y me molesté un poco al principio porque no me prepararon, pero me contaron que cuando era niña me hicieron un tratamiento para neutralizar mi “cualidad” la que se reactivaría cuando tuviera la madurez para manejarla y aprender a usarla.

 

Con el pasar del tiempo, lo fui dominando poco a poco y las facultades aumentaron y lo disfruté montones con bromas a todos. También descubrí que podía tener comunicación telepática con mi padre, quien también tiene mis habilidades.

 

En la Universidad me fue divertidísimo asustar a los compañeros, por las noches me dedicaba a bagar por las bibliotecas y cuando me encontraba a algún desvelado le hablaba a su mente y decía que era la voz de su conciencia.

 

En algunas ocasiones también me entretenía molestado a los profesores, les enredaba la materia en su cabeza y les decía que era un fantasma y no sé que tonteras más. De veras que más de uno se tragó el cuento.

 

Pero una vez me falló, uno de mis profesores de derecho penal, por cierto demasiado guapo, era muy estricto y arrogante, entonces quise desquitarme todas las que nos hacía a mí y a mis compañeros.

 

Estábamos en plena clase y el tema estaba aburridísimo y decidí entretenerme un ratito. Cuando traté de entrar a su mente no pude. Lo volví a intentar y de nuevo fracasé. Y quedé con la duda, algo raro tenía este hombre.

 

Al terminar la clase el profesor me pidió que me quedara a conversar con él, supuse que quería regañarme por no poner atención, pero cual fue mi sorpresa cuando me preguntó: “¿Te gustaría almorzar conmigo?”

 

Y de nuevo trate de leer sus pensamientos, para saber sus intenciones, pero como no pude acepté para intentarlo de nuevo más adelante. Tenía que averiguar la razón por la cual no podía entrar en su mente.

 

Él escogió un restaurante en las afueras del campus universitario. El almuerzo pasó de mil maravillas, hablamos muchos temas y me encantó porque este hombre no sólo era guapo, sino inteligente y educado.

 

Me flechó y de veras que bien duro. Me hizo tocar el cielo con las manos. En otras palabras desde ese día me trae de las narices.

 

Después de tomar un helado en el parque. Me acompañó hasta la puerta de mi casa y cuando estábamos en el porche escuché que me dijo: “¿Verdad que es divertido entrar en las mentes de las personas?”, Pero él en ningún momento movió la boca.

 

Allí entendí porqué no había entrado en su mente antes, tenía los mismos poderes que yo, con la diferencia que él podía bloquear su mente. Por esa razón debía conocerlo mejor.

 

Así empezamos una relación de amistad que se fortaleció con el tiempo, y que luego se convirtió en el amor de mi vida. Con él he aprendido más sobre mis cualidades y como sacarles un verdadero provecho.

 

Hoy, tres años después de habernos conocido y unos cuantos meses de ser novios, se lo presentaré a mis padres, para formalizar nuestra relación.

 

¡Oh por Dios! Sonó el timbre, aquí está, y le ruego a Dios que mi padre no salga con sus famosos interrogatorios o alguna de sus locuras de extraterrestres o algo parecido.

 

¿Qué? Por más extraño que lea la mente no es nada fuera de este mundo, simplemente soy más evolucionada que los demás. ¡Seguro que voy a creer en aliens! El día que tenga uno al frente lo veremos.

 

Mientras sigo con la estrategia de pensar tonteras para dejar de lado los nervios; salgo a recibirlo y obviamente nos entretenemos un ratito saludándonos. Sabe que estoy nerviosa y me besa. ¡Y Qué bien besa! Es tan dulce y tierno conmigo.

 

¡Ah!... ¡El amor!...

 

Escuchó a mis padres adentro y mi papá me “telellama” para que entre con “el susodicho roba hijas”, como él le bautizó.

 

Y cuando entró con él de la mano, mis padres, mi hermano y mis abuelos nos esperan en la sala. Siento como le tiembla la mano igual que a mí, y lo tranquilizo con una mirada.

 

Me asomó un poco por el umbral y los escuchó comentar de lo grande que estoy y lo felices que son por mí y de verdad se los agradezco.

“Familia, les presentó a...”

 

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En toda mi vida he visto suficientes pesadillas como para pensar jamás encontraría la felicidad. Las mujeres piensan que ellas son las únicas que se ilusionan con todo esto de las presentaciones familiares y las formalidades, pero seguramente yo seré un fenómeno, bueno, de hecho soy un fenómeno, pero a lo que iba es que a mí si me ilusionan todas estas cosas, porque no tengo una verdadera familia como ésta.

 

Siempre estuve solo, en aquellos malditos laboratorios, sin una madre o un padre, pues los míos al creerme un bicho raro se olvidaron de mi existencia. Al terminar con mi proceso del control de mis poderes, y cuando me sacaron el provecho que quisieron con respecto a la información que necesitaban, me enviaron a una escuela internado en el exterior, y así me licencié en derecho penal en Europa.

 

Al volver a América, encontré trabajo en Harvard, y me la pasé como 8 meses, viendo venir estudiantes que estudiaban derecho por las recompensas lucrativas, hasta que me topé con la alumna más insoportable que he podido tener en todas las clases que he dado.

 

Desde el primer día que la vi, me fascinó, tiene los ojos azules más hermosos que jamás han existido, un cabello con ligeros rizos color castaño y una piel tan blanca y delicada como la más fina porcelana.

 

Pero era una alumna tan extraordinariamente inteligente que era odiosa. ¡¡Les juró que sí!!. Sabía perfectamente lo hermosa que era y el dominio que podía tener con nosotros, los hombres.

 

Pero una mañana después de haber pasado un par de semanas de clase, me sorprendió algo que trato de hacer. Quise morir de felicidad, había encontrado una persona con las mismas cualidades mías.

 

La muy fresca quería entrar en mi mente para hacer quien sabe que cosas, pero no la dejé y se me ocurrió que tal vez si nos conocíamos mejor, podríamos ser amigos y tal vez algo más, y así fue. Logré enamorarla.

 

El resto de la historia se la cuento después porque en estos momentos estoy frente a su familia y... ¡Dios no lo puedo creer!.

 

Emily les dice a  todos “Familia, les presentó a...”

“¿Gibson Praise?” Dice su madre sin poder creerlo todavía.

“¿Se conocen?” Nos pregunta a ambos.

“¡Dios que pequeño es el mundo” Dice su padre.

 

Y entonces nos corresponde contarle todo lo ocurrido cuando yo tenía sólo 10 años y como nos conocimos además de cierta información que leí en las mentes de mis ahora suegros cuando eran solamente un niño.

 

Lo que no puedo creer por más que lo veo, es el abuelo de Emily, es su antiguo jefe, el respetadísimo Sr. Skinner, ¡¡Ja!! Y eso que cuando lo conocí estaba enamorado de la Agente Scully, definitivamente se quedó con una Scully, igual de bella que su hija y por supuesto su nieta.

 

“¿Y que pensaba mi madre de la agente Fowley?” Preguntó Bill, mi cuñado.

Nadie podía imaginarse la cara de la Sra. Mulder cuando su hijo preguntó, le pedí permiso con la mirada.

 

“¿Además que era una bruja vil y sin sentimientos?” Todos rieron a mi comentario y ella se puso de todos colores. Les conté que estaba tan celosa de ella y de su relación con su compañero que pensó mil y una formas de deshacerse de ella.

 

Mi cuñadillo, me cuenta las historias cómicas de la infancia de mi novia y el Sr. Mulder se quedó con las ganas de hacerme las bromas de mal gusto que les hizo a los otros novios de Emi y lo mejor de todo es que conmigo no pudo saber mis antecedentes, leyéndome la mente.

 

Pero de lo que sí estoy seguro es que la idea que sea yo el novio de su hijita adorada no incomoda en lo absoluto.

 

FIN

 

Este relato es producto de una noche de insomnio  y de verdad me gustaría saber que piensan sobre mis relatos, los escribo para que los disfrutemos juntos, yo escribiendo y ustedes leyendo, así que espero sus comentarios.

lucas_spookyARROBAhotmail.com