<>

Título: TU MUERTE

Autor: Amy

Email: amiscullyARROBAyahoo.com

http://www.fortunecity.es/paralelas/comedias/130

Clasificación: A, Scully POV

Raiting: G

Spoilers: Se puede situar desde la 5ª temporada en adelante. "Parte de Después del mar", "Anazasi", "Paper clip" y "Redux"

Resumen: el título dice la gran parte

 

*****************************

Escribo estas líneas porque realmente lo necesito. Nunca he sido buena para escribir; y menos para expresar mis sentimientos. Pero en esta ocasión simplemente lo necesito.

 

Tuve un sueño. Uno en el que morías. Muchas veces, durante estos años, he estado en esa situación. He sentido el miedo de perderte.

 

En mi sueño te veía. Tu rostro y tus ojos miraban a la muerte, como si supieras que tu hora había llegado y lo aceptaras.

 

Sé que algún día debe llegar la hora. Lo sé. Pero no me pidas que lo acepte.

 

En el sueño estabas tirado en el piso, y una gran cantidad de sangre te acompañaba. Mi primera actitud fue mirar a tus ojos, esos que tantas veces he leído. Miraban a la nada. Levanté mi mano y acaricié tu cabello. El contacto fue tan fuerte que no pude contenerme. Tuve que mirar hacia otro lado. No lo podía aceptar. Mi mente buscaba desesperadamente un punto en el que apoyarse. Tomé mi celular y llamé. Llamé a la ambulancia, como si aun existiera una pequeña esperanza. Yo sabía que no. Soy médico, y aunque no lo fuera la cantidad de sangre que habías perdido era demasiada. El miedo y la desesperanza rodaba por mi rostro.

 

Así fue como desperté. Llorando. Aun me siento afiebrada de todas las lágrimas que perdí.

 

Por mi mente giran recuerdos. Buenos la gran mayoría. El tiempo que hemos pasado juntos, nada lo podrá borrar. Ni la muerte. Siempre estarás vivo dentro de mí.

 

Como católica creo que existe algo después de la muerte. Nuestra alma permanece viva, aunque no dentro de nuestro antiguo cuerpo. El cuerpo es el que muere, pero la esencia de la persona no. Quizá por eso no pude continuar mirándote tirado en el piso. No quería recordarte así.

 

En estos años nos han pasado tantas cosas. He sufrido la muerte de mi padre, luego la de mi hermana. Tu siempre estuviste allí. Aunque no pareciera relevante para ojos ajenos, para mí lo fue. Tu mano en mi rostro al decirme que sentías la muerte de mi padre. Tus brazos cobijándome al morir mi hermana. Gracias. Me ayudaste en esos momentos de pérdida. Me ayudaste más de lo que piensas.

Pero si tú mueres ¿quién me consolará?, ¿Acaso existe algún tipo de consuelo?.

Tu muerte sería tan dolorosa que no sé si pudiera resistirlo.

Cuando pensé que te había perdido en ese incendio en el vagón de Nuevo México; no lo podía creer. Mi cerebro no racionalizaba la información. Quizá lo bueno fue eso, que mi cerebro estaba tan aturdido que dio paso a mi subconsciente. Yo sabía que estabas vivo, y gracias a Dios que así fue.

 

Pero ese día tiene que llegar. Sé que me puedo ir antes que tú, pero ruego a Dios todas las noches porque eso no pase. Has sufrido demasiado para agregar mi muerte. No soportaría verte así. Prefiero ser yo la que te llore, la que te extrañe.

Cuando vi el dolor reflejado en tus ojos cuando agonizaba por mi cáncer, rogaba porque acabara esa pesadilla. No me importaba que estuviera muriéndome. Pero el verte derrumbándote junto a mí, no lo soportaba.

 

Una idea rondaba por mi cabeza. ¿Había aprovechado todo el tiempo que tuvimos? Siempre he tenido presente que más vale calidad que cantidad ¿te he dado calidad?

Hay ocasiones en que veo nuestra relación y pareciera que no es importante, o verdaderamente profunda. En esas ocasiones utilizo los ojos de la gente común, quizá los que usaba la antigua Dana que no te conocía. Pero dentro de mí, mi corazón me dice lo contrario. Los dos no somos personas comunes, no puedo mirar nuestra relación de esa forma. Yo sé que tu sabes que eres lo más importante para mí. También yo sé que lo soy para ti. Pero la incertidumbre del tiempo, de cuanto nos queda juntos, del aprovechamiento al máximo; me ahoga.

 

Quisiera abrazarte, besarte, tenerte junto a mí y que el tiempo se detuviera. No quiero que a la hora de tu muerte sienta que me ha faltado algo por mostrarte, por expresarte.

 

A veces pienso que si me acercara más a ti, cuando llegara tu hora me dolería más tu pérdida. Imposible. Todo eso es imposible. Si te perdiera ahora, como lo vi en mi sueño, el dolor no podría ser sobrepasado por nada. ¿Por qué entonces no hacer el tiempo que nos queda mejor?

 

Sabes que suelo esconder mis sentimientos. Pero debo intentarlo; por mí y sobretodo por ti.

Aunque sepas leer mi rostro e interpretarme, sé que te hace falta escuchar de mis labios las palabras. Sólo te pido paciencia. El momento de la verdad, de nuestra verdad, está cerca. Ahora lo sé, y haré el mayor de mis esfuerzos para que se acerque. Por ti. Porque te amo.

 

FIN