Nunca Demasiado Tarde 1
por Lorena xcullyARROBAteleline.es

Spoilers: toda la serie y la película FTF
Sinopsis: he intentado -y espero haber creado- un episodio más o menos parecido a lo que CC nos tiene acostumbrados, ya sabéis lo de ellos-se-quieren-y-se-aman-mucho-pero-no-se-besan, pero con una final de lo más shipper. Aunque no sabré si lo he conseguido sino me lo decís, a si que ¡escribirme!
 
***************
Museo de Historia Natural del condado de Middlesex. Nueva Jersey. 11:03 p.m.
-Supongo que esto es mejor que limpiar parabrisas en la gasolinera de mi padre. Cualquier cosa con tal de no estar con él.
Dejó las llaves encima de la mesa y se abrochó su cinturón. Cogió su Smith&Hueson y revisó su cargador: 9 balas en perfecto estado. Cogió su linterna, la encendió y salió de aquella habitación.
-Tal vez tuviera sus razones para humillarme de ese modo, pero no fueron una, ni dos, sino muchas más. Ya soporté lo humanamente posible.
Comenzó su ronda como cada noche. Pensaba en Wendy, su esposa, la única que lo había comprendido todos estos años.... pero la linterna parpadeaba de vez en cuando y John pensó que quizá debería bajar a mantenimiento y coger unas pilas de repuesto. Solo tenía que bajar dos pisos y abrir la puerta... mierda, se había dejado las llaves encima de la mesa. Volvió por el mismo pasillo por que el que había estado caminando, con los animales del museo a ambos lados, pero más deprisa esta vez. Nunca le habían dado miedo las estatuas del museo, de noche y alumbradas por su linterna tenían sombras fantasmagóricas, pero a él no daban miedo, le divertían. Sobre todo la de aquel dientes de sable, con sus largos colmillos, sus tes largos colmillos....
Tres colmillos.
El dientes de sable tiene tres colmillos.
¿Desde cuándo un dientes de sable tiene tres colmillos?
Alumbró con su linterna a la cara del animal y vio que solo tenía dos, sus largos y curvados colmillos de siempre. ¿Entonces que había sido eso?
En ese momento la linterna se apago, pero no por que fallasen las pilas sino por que alguien o algo se la había quitado de las manos. John no pudo gritar. Algo pegajoso y resbaladizo a la vez le envolvió el cuello y comenzó a apretárselo hasta el punto de que casi no podía respirar. Lo agarró con las manos e intentó quitárselo, pero se le resbalaban. En un último esfuerzo le clavó las uñas haciendo que algo líquido y frío le manchase los dedos, esa cosa gimió y por un momento aflojó su tortura... pero luego embistió aún más con furia.
-Debí quedarme en la gasolinera con mi padre. Ahora lo comprendo.
 
 
Oficina central del FBI. Washington DC 7:14 a.m.
Todos los papeles por la mesa. Sin ningún orden. Estanterías con una capa de tres dedos de polvo. Asqueroso. Montones de posters, hojas de periódico y recortes de noticias que cualquier persona con un mínimo de sentido común tiraría a la basura. Pilas de videos de avistamientos, abducidos, fenómenos extraños y X -en el peor sentido esta palabra-. Un poster de I WANT TO BELIEVE. Y Mulder mirando unas fotos. La historia de su vida.
Scully dejó su chaqueta encima de su silla, se sentó en ella y se quedó observando a Mulder, que no parecía haberse dado cuenta de que había llegado.
-Solo un momento y enseguida estoy contigo -le dijo, sin volverse a mirarla.
-"¿Solo un momento y enseguida estoy contigo?" Mulder, me haces venir a la oficina un Sábado a las siete de la mañana sin ninguna explicación y lo único que se te ocurre decirme es ¿"solo un momento y enseguida estoy contigo"? Si no fuera por que estoy demasiado dormida como para levantarme me iría ahora mismo
-Es... es algo importante, Scully. Ven, quiero que veas esto. Acércate.
Scully se levantó de la silla, fingiendo hacer un gran esfuerzo, y se acercó a él. Éste la empujó levemente con su mano hacia él, como suele hacer cuando va a contarle ago importante, algo de confianza. Mulder parecía impaciente y excitado, y le señaló un motoncito de fotos. Scully las cogió y comenzó a mirarlas, aunque no entendía muy bien lo que mostraban.
-¿Qué...qué son?
-Adivina
Mulder parecía divertido, como si ya supiera que Scully iba a hacer esta pregunta
-Vamos, Mulder, estoy cansada......
-Adivinalo
-Esta bien -las volvió a ver, esta vez fijándose con más cuidado. Solo se veían sombras y luces sin ningún sentido, cuadros abstractos en blanco y negro
-Son... imágenes tomadas de una cámara de seguridad, a juzgar por la.... calidad de la imagen diría que no era de alta tecnología.... y .... bueno, son de la madrugada de hoy.
-¿Y...?
-Y.... no se, Mulder, solo se ven luces y sombras que no tiene ningún sentido
-Ahí quería yo llegar. Esas "luces y sombras" son las únicas imágenes que hay de la muerte de un guardia en el Museo de Historia Natural en Nueva Jersey, John Arnol. Si, sucedió hace unas cuantas horas -la miró sonriendo al decir esto- y no, te equivocas al decir que la cámara no es de lata calidad, algo hizo que aparecieran esas interferencias.
-¿Algo?
-Lo que mató a John Arnol
-¿Fue un asesinato?
-Si prefieres llamarlo así.... yo lo llamo 'posesión de órganos sin permiso'
Cogió otro montoncito de fotos de encima de la mesa y se las dio a Scully. Mostraban el cuerpo de un hombre con uniforme con una linterna en la mano y sin cabeza. ¡sin cabeza! Scully pasó a otra foto donde se veía claramente: si tenía cabeza, o por lo menos todo lo que quedaba después de haberle quitado el cerebro.
-Dios mio....
-Si, bueno, es.....
-Asqueroso
-Si,
-¿Hay informe policial?
-Si, bueno, solo es una fax que me ha mandado el inspector encargado del caso, un tal McAddie, pero no aclara mucho -le paso a Scully la carpeta amarilla de la estantería- no hay huellas, no hay testigos, no hay pistas.
-(leyendo textualmente) "...el guardia comenzó su ronda a las 11:32 horas de la noche en el primer piso del museo .... por alguna razón se dio la vuelta y camino por el mismo pasillo... se paró delante de una estatua...
-La del dientes de sable
-... su linterna se apagó y se oyeron gritos. Lo encontró el señor Frank Burckman a la mañana siguiente sobre las ocho y media, muerto...
-Ya te dije que no aclara nada. -empezó a recogerlo todo y guardarlo en su maletin- Tenemos que irnos, he conseguido que el forense espere un par de horas antes de empezar la autopsia, para que puedas estar presente; y he reservado dos billetes para el vuelo de las och....
-Mulder, antes prometeme que este no va a ser otro de esos viajes en que expones tus teorías psico-paranoicas antes de darte cuenta de que tiene una explicación completamente racional que has ignorado voluntariamente por que no me has hecho el menor caso, y ambos, no solo tú, AMBOS quedamos como unos idiotas.
-¿Cuándo ha pasado eso, Scully?
Scully lo miró con cara de pocos, muy poco amigos
-Bueno, puede me halla excedido un par de veces, pero la mayoría de las veces que he tenido una corazonada, que he creído que algo merecía la pena ser investigado, no me he equivocado, y siempre he intentado justificar mis teorías en la medida de lo posible, aunque algunas fuesen injustificables. -Scully aún tenía esa cara- Vamos, Scully, hasta tú tienes que admitir que soy un buen investigador, aunque base algunas de mis investigaciones en la intuición
-Si, -dijo Scully riendo- y de ahí viene la I de FBI.
Mulder la miró y ambos sonrieron, tantos años juntos les habían enseñado que una mirada valía más que mil palabras. Scully cogió su chaqueta resignada, sabiendo que nada que le dijera a Mulder la libraría de lo que creía que sería otro viaje para descubrir "lo perverso que puede llegar a ser el ser humano."
 
 
Aeropuerto Internacional de Nueva Jersey
Vuelo nº 1220 con destino Utah 8:31p.m.
-Su billete, por favor
Dairen le dio el billete a la guapa azafata que le tendía la mano sonriente. Ésta lo revisó, corto por la linea de puntos y le devolvió el resto.
-Asiento 23
-Muchas gracias.
Dairen pasó dentro del avión y buscó su sitio. Genial, al lado de una mocosa rubia y el que parece ser su padre, pensó. Se quitó la chaqueta y envolvió cuidadosamente con ella el maletín que llevaba, lo colocó todo en el porta equipajes encima de su asiento y se sentó.
-Hola, me llamo Mary Ann, ¿y usted como se llama? -le increpó la niña con una amplia sonrisa
-Mary, cariño deja en paz al señor.
-No, no importa -mintió Dairen mientras sonreía a la mocosa, que le miraba con mucha curiosidad
-Críos, ya se sabe -intentaba disculparla su padre
-Ya
 
 
Depósito de cadáveres del hospital municipal de Middlesex. Nueva Jersey.9:25 a.m.
Mulder abrió la puerta para que Scully pasara primero y ambos entraron en el depósito. No era muy grande y olía raro. La mujer que estaba practicando una autopsia en una de las mesas levantó los ojos al oír la puerta.
-¡Ah! Ustedes deben ser los agentes Scully y Mulder. Lo siento pero no podía esperar más, tengo más cosas que hacer -esto lo dijo con cara de monotonía- a si que ya casi he terminado la autopsia del...
-¿Qué ha encontrado? -la cortó Mulder secamente.
Scully lo miro con cara sorprendida pero Mulder se acercó rápidamente hacia la mujer para ver el cadáver.
-Bueno, no es nada interesante -la mujer parecía bastante aburrida- le han extraído los músculos del cerebro y del cerebelo.
-Cómo -le preguntó Scully, que también se había acercado.
-Bueno, en realidad no lo se. Le abrieron la cabeza con un golpe seco efectuado con un objeto punzante que hizo una brecha en el cráneo, como puede ver
La mujer le señaló la cabeza del pobre hombre que ahora estaba limpia de sangre, parecía un cáscara de nuez partida a la mitad, pero sin tito. Mulder miró un momento y enseguida apartó la mirada, no quería vomitar. Vio que Scully se dirigía a ver más de cerca la herida, poniéndose unos guantes de látex para poder examinarla. "Menudo estómago tiene", pensó.
-...y luego extrajeron los órganos sin dañar los nervios, como si lo hubiera hecho un especialista.
-¿Abrieron? -dijo de pronto Mulder
-¿Cómo dice?
-Usted a dicho que le abrieron la cabeza, ¿por que en plural?
-La explicación es sencilla, alguien o algunos tuvieron que agarrar al señor Arnol mientras otra persona le atestaba el golpe de gracia y le succionaba los sesos. Porque la autopsia también ha revelado que estaba vivo mientras le hacían aquello. Y no pudo hacerlo una sola persona...., a menos, claro está, que tuviera seis brazos y la fuerza de tres hombres
Dijo riendo y esperando que los dos agentes se rieran también, pero solo recibió una leve sonrisa del hombre y un "claro" de la mujer. Vio como el hombre miraba divertido a la mujer, como esta le devolvía una mirada de otra-vez-no, y como se marchaban tan deprisa como había llegado, no sin antes pedirle que les enviara el informe final de la autopsia.
-Mulder, ¿por que caminas tan deprisa?
-Si respiro un minuto más este aire cargado voy a vomitar.
Ya fuera del depósito Mulder buscaba su coche de alquiler.
-Esa mujer no parecía muy interesada, no crees Scully
-Mulder, si tuvieras que hacer seis autopsias al día durante siete días a la semana tendrías el mismo interés, creéme
- No me refiero a eso
-¿Entonces?
-Me refiero a que por la naturaleza de la muerte debería haberse hecho un análisis más exhaustivo, más a fondo. Hay mucho puntos negros.
-¿Qué quieres decir con lo de "la naturaleza de la muerte"? Mulder, la muerte del hombre está clara: desangramiento; el o los asesinos entraron por una de las ventanas del primer piso, que estaba abierta; el objeto que utilizaron para abrirle el cráneo se lo llevaron consigo, y respecto al por que de que le succionaran el cerebro.... hay mucha gente que los utiliza para preparar brebajes o brujería, o... unos asesinos que buscaba la forma de llamar la atención, hay muchas conductas psicológicas que podrían explicar la actuación de los asesinos...
-Ya, pero eso no explica por que en un museo, como consiguió entrar con tantas medidas de seguridad, y como logró succionarle los sesos sin dañar los tejidos circundantes.
-Lograron.
-Lograron. Creo que deberías quedarte y realizar un segundo examen, solo para cerciorarnos de que no se le ha escapado nada a la forense.
Mulder abrió la puerta del coche sin esperar una respuesta, ni afirmativa ni negativa, de Scully.
-¿Y tú a donde vas?
-Voy a aumentar mis conocimientos en Historia Natural.
 
 
Museo de Historia Natural 10:13 a.m.
Mulder aparcó el coche al lado de otros dos más de policía y salió de el. Enseñó su placa al policía que había en la puerta y entró. Un hombre le salió al paso
-Hola, soy el inspector McAddie
-Hola. Agente Mulder, del FBI
Se dieron la mano.
-Bueno, agente Mulder, supongo que querrá ver la escena del crimen. Se encuentra en el primer piso.
-¿Han encontrado algo?
-¿Se refiere a huellas? No, ya se dije en el fax que le envié....
-No, bueno..., me refiero a algo... extraño, fuera de lo normal.
-¿Algo fuera de lo normal? ¿A qué se refiere?
-Eh.., pues....
-Bueno, sea lo que sea compruébelo ud. mismo.
Se abrió paso entre dos policías que obstruían el paso y entró, seguido de Mulder, en la sala donde había muerto John Arnol. Mulder se acercó y vio la silueta de tiza blanca con la forma del cadáver y la marca de sangre donde estuvo la cabeza. Lo había -habían, pensó recordando a Scully- atacado delante de la estatua del tigre dientes de sable. Había una cuerdecita impidiendo el paso y un pequeño letrero que ponía: "PROHIBIDO TOCAR".
-Puedo... -le dijo al inspector señalando a la estatua
-Claro
Mulder pasó sin problemas por encima de la cuerdecita y se acercó a la estatua. No sabía si iba a encontrar algo, pero una corazonada, su intuición le decía que tal vez podía encontrar algo allí. Recorrió los largos colmillos con las manos hasta llegar a la comisura de su boca, se acercó aún más y miró dentro. Pero no vio nada interesante. Rodeó al animal, que era considerablemente largo, tocando su pelaje. Se agachó para ver si veía algo debajo, pero no tenía una linterna a mano. Metió la mano y palpó el suelo con cuidado, y saltó cuando sus manos rozaron algo pegajoso.
-¡Luz! -gritó, haciendo que todos se le quedaran mirando. El inspector le tendió una linterna, Mulder la cogió y alumbró hacia donde había tocado la sustancia. Era una mancha blanca en el suelo, redondeada y viscosa. Se levantó bruscamente y se miró la mano: no tenía nada. Dio instrucciones para que tomaran una muestra y que la enviaran a la oficina regional, para una tal agente Scully.
-¿Y la ventana por donde se supone que ... entraron?
-Es aquella. Estaba abierta cuando llegamos y el encargado juró que antes de marcharse revisó todas las ventanas. Tal vez fue el guardia que la abrió por que oyó ruidos, o por que tenía calor... o valla ud. a saber. El caso es que tuvieron que abrirla desde dentro.¿Qué espera encontrar?
-No... no lo se
Mulder echó una ojeada a la ventana: tenía un tragaluz por encima, pero no lo suficientemente grande como para que pudiera basar un brazo humano. Examinó la ventana, pero no encontró nada, ni arañazos, ni forzaduras, ni la sustancia de debajo del tigre.
Miró a través de la ventana y vio un sedán gris aparcado detrás de su coche. No sabía por que pero ese coche le sonaba familiar. Un hombre salió de ahí y se puso a mirar por la ventana de su coche de alquiler. ¿Pero que demonios...? Se giró para preguntarle al capitán si sabía de quien era cuando un nombre le vino a la mene como un relámpago: Krycek.
Salió corriendo sin decir nada a nadie y casi comiendose al policía que seguía estando en la puerta. Oyó un "¡eh!, ¿a dónde va?" del inspector, pero no podía parar. Cuando se encontraba a dos metros de su coche vio claramente que era él, el maldito Krycek, que seguía mirando por la ventanilla de su coche, quizá buscando si Mulder tenía algún informe o información importante. En ese momento Krycek levantó la mirada y vio a Mulder venir hacia él con una furia.... que pensó que si lo cogía lo mataría. Y en esos momentos era en lo que estaba pensando Mulder. Sus ojos clamaban venganza. Entonces Krycek pensó que quizá debió esperar y no venir tan apresuradamente. Aún no estaba preparado para contarle lo que había venido a contarle. Y Mulder aún no estaba preparado para oírlo.
Corrió. Corrió tan rápido como sus jóvenes piernas le permitían, pero Mulder tampoco se quedaba atrás. Siempre había sido un buen deportista. Y un buen investigador. La mejor de todas la piezas en este tablero, con la que más disfrutaba Krycek. Aunque esto no era lo que él había planeado.
En un último esfuerzo Mulder se lanzó hacia delante y agarró uno de los pies de Krycek haciendo que éste se cayera al suelo. Intentó huir pero Mulder no lo soltaba, no lo soltaría por nada del mundo. Ahora tendré respuestas, pensó, y él me las va a dar.
 
11:52 a.m.
Scully esperó a que la forense terminara de hablar por teléfono con "su novio", o al menos así lo llamó tres veces, solo con intención de que Scully lo oyera. Como si a ella le importase su vida sentimental. Tal vez quería darle envidia. Tal vez la forense leyó en su cara la soledad que tenía dentro, el vacío que sentía cada vez que llegaba a casa sola, cada vez que hablaba con Bill y éste le contaba sus historias de padre y marido, cada vez que veía a Mulder alejarse de ella para investigar....
-¿Y qué deseaba, agente... Scully?
Scully se sobresaltó, y esa pregunta tan directa la pilló por sorpresa.
-Ah, bueno, mi compañero cree que quizás... debido a la naturaleza del caso.... que tal vez usted....
La forense la miraba con una cara de no coscarse de anda.
-Me gustaría realizar un segundo examen al cadáver.
-¡Ah! ¿era eso? Claro, claro que puede. ¡Tal vez debió decirmelo antes para que yo no realizara el primer examen y me ahorrara tiempo! Por que bueno, aunque crea que no soy lo suficientemente competente como para realizar una autopsia, tengo montones de cadáveres por examinar. Ya sabe el camino.
Y se marchó dando grandes zancadas. Scully se preguntó por que había actuado así. Pero no tenía tiempo para averiguarlo. Abrió la congelador y sacó el cadáver de Jonh Arnol. lo destapó y comenzó a examinarlo cuidadosamente.
 
Krycek tenía sangre en la nariz, se había dado un golpe al caer cuando Mulder lo agarró. Ahora este le apuntaba directamente a la cara dispuesta a disparar.
-Dime una razón, una sola razón por la que no deba apretar el gatillo ahora mismo.
-Tengo algo que te interesa
-¿Cuántas veces he oído eso? ¿Cuántas?
-Pero esta vez es diferente, por que lo que tengo es algo que tú nunca imaginarías, algo que sobrepasa todos tus límites...., tengo lo que tú más ansías en este maldito mundo
Mulder pensó en Scully, la última vez que le dieron eso él buscaba una cura para que ella no sucumbiese por su culpa. Pero otro nombre le vino a la cabeza, uno mucho más íntimo y mortificante: Shamanta.
-¿De qué estás hablando?
-Creo que lo sabes
Mulder apretó aún más la pistola en la sien de Krycek
-Como me estés tomando el pelo o intentes algo raro juro que te mataré, esta vez no te vas a escapar tan fácilmente de mi, estoy muy, muy cansado. A si que cuidado, Krycek
 
12:56 a.m.
Dairen se había quedado dormido, pero un codazo de la niña lo despertó.
-Lo siento señor, no se lo diga a mi padre, se enfadaría....
-No te preocupes, no se lo diré. Es realidad tengo que darte las gracias por haberme despertado
-¿En serio? Pues de nada -respondió inocentemente.
Dairen se levantó, pero muy despacio, no quería marearse. Desenvolvió cuidadosamente su maletín y lo tomó entre sus manos. Se dirigió al WC que por suerte no estaba ocupado. Dios mio, casi se le olvida tomar su dosis. Le hubiera dado un ataque, un colapso. Y abría muerto. Y hubiera infectado a todo el mundo. Pero la niña que dio un codazo y lo despertó. Bueno, algo bueno tendría que pasarle alguna vez ¿no?
Se miró en el espejo, y con mucho cuidado se quitó su estúpida piel de "humano", dejando al descubierto un rostro redondeado, con dos grandes ojos saltones y una piel gris y seca, recubierta por una sustancia blanquecina y pegajosa. Dejó la piel en el lavabo y abrió su maletín. Empezaba a sentirse cansado. De allí saco algo viscoso y lleno de sangre
-Mmm, sesos, mi plato favorito
Un hombre que estaba fuera esperando para entrar empezó a oír pequeños ruiditos.
 
 
Ambos estaban entados en un banco que había en un parque bastante apartado. Krycek estaba esposado y Mulder le seguía apuntando con su arma, como si aún pensase que podría escapar, que tenía algo preparado para huir después de haberle utilizado. Pero esta vez no. esta vez acabaría con él. Se acomodó en el banco, no sabía por que pero ahora se sentía cansado.
-¿Qué buscabas en mi coche?
-Pruebas
-¿Pruebas? ¿De qué?
-El caso en el que trabajas, ¿cómo diste con él?
-Yo soy quien hace las preguntas, Krycek, a si que contesta ¿Pruebas de qué?
-El hombre que te facilito la información, el inspector McAddie, no es más que un peón, un asalariado, solo conoce partes de un todo, y solo cumple órdenes. No confíes en él.
-Hace tiempo que ni confío en nadie, gracias. ¿Y que demonios tiene que ver esto con mi...
-Los hombres para los que trabaja están nerviosos y hablan demasiado. Tienen miedo y por eso son vulnerables...
-¿De qué estas hablando?
-.... y yo me he aprovechado de ello. -Krycek miró un momento abajo para coger aire y luego miró directamente a los ojos azules de Mulder- Yo se donde está, Mulder, y como llegar hasta ella
-Pero... que....
-Tenemos que daros prisa, sino puede que lleguen antes y lo estropeen
-¿Qué lleguen antes? ¿Quiénes? ¿Qué...?
-¡No hay tiempo! Debemos irnos. Mulder, si quieres volver a verla tendrás que confiar en mi.
Mulder lo miró a la cara. No confiaba en él, no confiaba en sus palabras, no confiaba en su mirada. Algo pasaba, algo raro, pero no podía dejar de pensar que ¿y si tenía razón? ¿Y si ella estaba en peligro? Se había arriesgado tantas veces por ella, por su recuerdo, había perdido tanto por ella, había renunciado a tantas cosas por su búsqueda.... que una vez más no importaría.
-Y que ganas tú con esto, Krycek
-¿Qué que gano? Oye, esta vez he venido en calidad de amigo, yo...
-¿Qué ganas, Krycek -y le apuntó una vez más con su pistola a la cabeza.
-Tienes razón, no he sido totalmente honesto contigo, pero no tenemos tiempo para explicaciones. Los dos buscamos algo, Mulder, algo que nos importa, pero si llegamos demasiado tarde lo perderemos para siempre.
 
Carlos entró, como de costumbre a esas horas, a limpiar el suelo del depósito. A esa hora Kathy siempre va comer su bocadillo de las seis mientras ve "Sin ti muero" - una cutrada de telenovela, según su humilde opinión- en la pequeña televisión de la sala de estar. Entonces aprovechaba para barrer y fregar el suelo y así poder salir un poco antes. Pero cuando entró el depósito no estaba vacío. Había una mujer que nunca había visto antes: no llevaba bata blanca, si no un traje, era pelirroja y delgada y estaba de espaldas a él.
Al oír el ruido de la puerta Scully se volvió y vio a Carlos parado con una fregona en la mano.
-Eh... lo siento, la he asustado. No esperaba que hubiera nadie aquí.
-Si..., ya. Soy la agente Dana Scully del FBI -dijo metiendo la mano en su chaqueta para buscar su placa, pero entonces de dio cuenta de que no era necesario.
-¿Y... que hace con ese cadáver? -preguntó acercandose tímidamente
-Soy médico forense, estoy.... examinado el cadáver.
-¿No lo había hecho ya la doctora Kathy?
-Si, bueno, es una segunda opinión.
Scully empezó a estar molesta por tener que dar explicaciones a un muchacho, que encima no era médico. El muchacho se acercó un poco más, pero tuvo la mala suerte de tropezarse con un baldosa mal encajada y caer sobre el cadáver.
-¡Qué asco!
-Oh, valla estropicio, ¿estás bien?
Scully lo agarró para levantarlo, por que el muchacho estaba paralizado, parecía que nunca había visto un muerto.
-Si, bueno -"que bien huelen sus cabellos"- siempre que vengo aquí a limpiar, todos los ca.... cadáveres están metido en las congeladoras.
-Ya veo. Será mejor que te vayas.
-Si, gracias por... salvarme.
Le tendió la mano y se la estrechó fuertemente, esbozando una amplia sonrisa, como si lo de antes no hubiera pasado. Y se fue llevandose sus bártulos.
Scully se volvió hacia el cadáver y lo puso en su posición correcta. Al levantarle la mano para colocarle el brazo recto se dio cuenta de que había algo bajo las uñas, como una sustancia blanca. Cogió unas pinzas y raspó, y saco una especie de masilla blanca y pegajosa. ¿que demonios sería aquello? Lo metió en un frasco y se propuso averigualo.
 
 
Carretera nacional A17 6:23 p.m.
Mulder conducía por una amplia carretera sin ningún coche alrededor. Pisó afondo el acelerador, ya superaba en veinte el límite de velocidad, pero si Krycek tenia razón debía darse prisa. Aún recordaba lo que le había dicho.
"-Ahora están nerviosos, Mulder, quieren cubrirse las espaldas. La esconderán, para que no puedas encontrarla, hasta que todo termine. Pero puede que para entonces sea demasiado tarde, y ya no vuelvas a verla
-¿Pero por que? ¿Quienes están nerviosos? ¿y que tiene eso que ver con el caso en el que trabajo?
-No lo entiendes, ¿verdad? Si la encuentras ya no serás vulnerable, ya no podrán chantajearte por que ya habrás encontrado lo que tanto ansias. Pero mientras ellos la tengan, mientras te tengan pillado por ella, serán poderosos
-No lo entiendo, yo la vi.... ella me pidió tiempo....
-Tiempo que no tienes. Te la mostraron para que no perdieras la fe, para que siquiera siendo manejable. Pero ahora las cosas se han desbordado, se les han ido de las manos y no saben como pararlo. Solo tiene una forma: acabar con las pruebas.
-Quieren matar a quien mató a John Arnol
-A lo que lo mató, si.
-Pero tu quieres encontrarlo primero
-Muy listo
-Por que
-¿Pero es que aún no lo entiendes? Ese.... ente que mató John es al prueba que querías encontrar, la prueba de que todo por lo que has estado luchando es cierto, una prueba viva. Y cuando la tenga, no volverán a darme en el culo nunca más.
-¿Y por que me necesitas, por que me lo cuentas?
-Por que si consigues lo que buscas, todos sus planes se vendrán a bajo y yo los pillaré desprevenidos. Tú tienes que encentrarla antes de que se la vuelvan a llevar para siempre, así serás mucho más peligroso y, aunque indirectamente, me harás un bien.
-Eres un maldito hijo de puta, ¿lo sabías? -y Mulder, casi como un impulso, le pegó un puñetazo a Krycek en el estomago, que le hizo doblarse por la mitad.
-Pero que .....
-Te mataría si no fuera por que disfrutare más viendo como Scully te pega una paliza.
-¿Ella también está aquí?
-¿Cómo te sientes después de haber sido traicionado?
-¡No puedes irte, no puedes irte sin mi! No lo sabes todo. Ese ente quier matar al hombre que le hizo eso, y lo hará, y con él, matará a todos los que se le pongan por delante, Mulder ¡espera! Aún no sabes lo que es
Pero Mulder no le contestó. Hizo un par de llamadas para que Krycek estuviera detenido hasta que él regresara, por que no iba a correr el riesgo de que se volviera a escapar. Cuando llegó la policía Krycek seguía gritando que tenía que ir con él, pero Mulder no tenía ganas, ni fuerzas, de escucharle. Tenía que darse prisa. Cerró los ojos un momento, se sentía cansado. No sabía por que, pero le costaba mantener la concentración.
Un coche policía empezó a seguirle con la sirena encendida. Mulder sabía que era una estupidez intentar huir a si que decidió que lo mejor sería parar y que le diera la multa lo más rápido posible. Paró a un lado de la carretera y el otro coche hizo lo mismo. El policía bajó de él y se acercó a Mulder
-¿Sabe que va 220 por hora cuando lo máximo permitido por esta carretera son los 180, señor?
-Si, lo se agente, pero es que tengo mucha prisa, es una emergencia
-Si, eso dicen todos. ¿puede enseñarme su carnet y los papeles del coche?
-Le he dicho que es una emergencia -volvió a decir más alto, enseñandole su placa
-¿Está en una misión?
-Si, ya se lo ha dicho. Tengo mucha prisa
-Esta bien.... -el policía no parecía muy convencido- lo siento agente Mulder... yo...
-Esta bien, ¿¡y ahora va a dejarme marchar o voy a tener que detenerle por obstrucción a la justicia?!
-No, puede irse, agente Mulder -le contestó, un poco sorprendido por la reacción que había tenido.
-Entonces adiós.
Cerró la ventanilla del coche y pisó el acelerador, dejando al policía con la boca abierta. Reflexionó un momento ¿por que se había comportado así? ¿que le había llevado a contestar a un policía que lo único que hacía era cumplir con su trabajo? Realmente no lo sabía.
 
8:37 p.m.
Dios mío, esto es increíble.... Era lo único que podía pensar Scully mientras caminada por el pasillo buscando su teléfono móvil. Tenía que contarselo a Mulder. No había hablado con él desde que él la llamó hará un par de horas para decirle que había encontrado a Krycek y que lo iba a detener, pero no pudieron hablar mucho por que llegó la policía y Mulder decía que tenía poco tiempo. Quedaron en que la llamaría más tarde. Pero esto no podía esperar.
Increíble.... Habían analizado la sustancia que encontró en las uñas de Arnol, que coincidía con una muestras que le había enviado Mulder de la escena del crimen. Los resultados eran tan impactantes como fascinantes. La sustancia era ADN recombinado alienígena-humano, aunque tenía sustancias que aún no han podido ser analizadas. Pero lo que no se podía negar era que había unas estructuras parecidas a las de los virus de origen no humano -EXTRATERRESTRE, se repitió Scully varias veces, para convencerse de ello- que estaban en simbiosis con las células humanas, en un perfecto orden. Solo que en las que le envió Mulder las células alienígenas estaban en menor número, debido probablemente a que no podían reaccionar con ninguna célula humana al estar en el suelo.
Esa sustancia era una prueba irrefutable de que un organismo cuyo origen no era terrestre, se hallaba vivo. Ese.... ente, sería probablemente el responsable de la muerte de Jonh Arnol, aunque Scully aún no había podido averiguar por que le extrajo el cerebro y como lo hizo.
"¿Pero donde he dejado mi teléfono móvil?"
Entró en la sala de estar esperando encontrar a alguien que le dijera donde había un teléfono, cuando la vio. Estaba tumbada en un sillón delante de una pequeña tele con una bolsa de patatas fritas en la mano. Era Kathy. Tenía los ojos abiertos y sangre en la boca. Se acercó lentamente a ella, no vio ninguna herida, orificio de entrada de una bala o signos de estrangulamiento, pero vio que había algo más que sangre en su boca: era una especie de sustancia blanca. Sacó unos guantes de su bolsillo y la toco, se parecía a la que había encontrado en la uñas de Arnol, y probablemente fuera la misma. Iba a acercarse más a la cabeza de Kathy...
-¡Pero que demonios ha pasado aquí!
Scully se volvió y vio a un descompuesto Carlos que la miraba como si ella acabase de asesinar a Kathy
-Calmate, y aléjate de aquí. Puede que este contaminada. Hay que...
-¡¡¿Contaminada!!? ¿Contaminada de que? ¿Que demonios a traído usted? ¡¡¿Eh?!!
-¿Que?
-Si, desde que ha venido no han pasado más que desgracias, ¡usted es la causante!
-¿Quieres dejar de decir estupideces? Estas delirando, calmate. Yo no soy la causante de nada
-¡Ya, claro! Lo que usted diga
Carlos tenía la cara roja de gritar, y la verdad no sabía por que lo había hecho. ¡Le estaba gritando a una agente del FBI! Y ni siquiera sabía de que la estaba culpando. Entonces se sintió mareado y se le nubló la vista. Se apoyó en sus rodillas para no perder el equilibrio. ¿Que le estaba pasando? Vio como la agente Scully corría hacia el teléfono y llamaba a alguien pidiendo un equipo de descontaminación de alto riesgo, o algo así, a causa de un posible contagio. Entonces Carlos perdió el conocimiento.
 
9:49 p.m.
"1003 de Prosvec Street, en Utah". Esa había sido la dirección que le había dado Krycek. Tenía que llegar antes de que el ente que había matado a Arnol matase a toda la gente que estaba allí, incluida su hermana. Krycek le había dicho que en ese almacén se estaban realizando pruebas con la vacuna, la vacuna que los salvaría de la esclavitud de la nueva raza. Pero uno de los experimentos falló, algo salió mal y el hibrido consiguió escapar. Y ahora quería venganza. Hasta ahí la historia tenía sentido. Pero Mulder aún no comprendía como demonios Krycek había conseguido averiguar la dirección, no tuvo tiempo de preguntarselo. Solo sabía que tenía que darse prisa para llegar antes que ese ente y antes de que destruyeran las pruebas.
Aunque lo que más inquietaba a Mulder era el por que de que Krycek se lo hubiera dicho. Hubiera sido mucha más provechoso para él, para sus planes, que se hubiera llevado también a su hermana, así tendría el control sobre los dos bandos.
En cualquier caso lo iba a averiguar ahora mismo, por que acababa de llegar a la dirección: era un almacén, rodeado pos una valla de seguridad que ponía PROHIBIDO EL PASO A PERSONAL NO AUTORIZADO. PROPIEDAD DEL GOBIERNO DE LOS EE.UU.
Mulder se bajó del coche despacio, sin hacer ruido, no quería que notaran su presencia y esperaba llegar antes que el hibrido.... pero se mareó. Tal vez había bajado demasiado deprisa. Tal vez fueran tantas horas al volante. La verdad es que le dolía la cabeza. "Pronto acabará. Mulder, aguanta" se dijo y se encaminó hacia el almacén. No le costó mucho saltar la verja, que para su sorpresa no estaba electrificada. Se acercó a la puerta del almacén. Cerrada. No había ventanas.
Rodeó el almacén, muy atento a que nadie lo viera, buscando una entrada, un forma de pasar al interior... y lo vio. Era un agujero que no mediría más que 50 cm, pero lo suficiente para que Mulder se deslizara por él y consiguiera entrar. Al principió no pudo ver nada, hasta que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad. Era una gran habitación convertida en laboratorio. Había montones de mesas con probetas, frascos de cristal y líquidos, pero todos rotos en mil pedazos que se esparcían por el suelo y las mesas. También vio urnas de cristal, dispuestas en largas filas, pero no había nada en su interior, solo un líquido verdoso. Mulder sospechó que quizá allí estuvieron los híbridos que intentaron crear. Había papeles por todo el suelo, trozos de cristal, carpetas, informes, trozos de vete tú a saber que.... y sangre. Un rastro de sangre que llegaba hasta una puerta que había al final de la habitación. Mulder se encaminó hacia allí mientras un sentimiento de temor y angustia se apoderaron de él. ¿Y si llegaba tarde? ¿Y si el hibrido ya había llegado y los había matado a todos? ¿ Y si habían acabado con las pruebas y se habían marchado llevandose a su hermana con ellos?
Puso una mano en el picaporte dispuesto a girarlo.... y entonces sonó su teléfono móvil. "Mierda, se me ha olvidado apagarlo", pensó, sacandolo de su chaqueta lo más rápido que pudo. Le dio al botón y se escondió, esperando que hubiera pasado inadvertido. Se apoyó contra la pared y agudizó su oído. No oyó nada. Esperó. Nada. Entonces contestó el teléfono dispuesto a colgar a menos que fuera....
-¿Mulder? ¿Mulder, estás ahí? Soy yo, Scully ¿Mulder?
-Estoy.., estoy aquí -le contestó muy bajito.
-¿Por que susurras?
-Ahora no puedo hablar, Scully
-Espera, tengo que decirte algo importante, lo haré en pocas palabras. La sustancia que encontraste en la escena del crimen, la que me enviaste para que analizara, también la encontré debajo de las uñas de Jonh Arnol, Mulder. Como si al intentar pelear con el atacante le hubiera arañado y se le hubiera quedado pegado.
-¿Que es?
-Es una especie de mezcla de ADN humano y extraterrestre, como el virus que encontramos hace tiempo. Pero no es estable Mulder.
-¿Que quieres decir?
-Que la combinación que forman no es.... correcta. Los genes alienígenas son rechazados por los humanos, no los reconoce y los combate. Están luchado entre sí, y forman una especie de... tensión, irritación.... hasta que finalmente acaban por eliminare el uno al otro.
-O sea que la vacuna que fabricaron no era válida
-¿Que vacuna?
-Scully ahora no puedo explicartelo, pero estoy a punto de encontrar algo que.... que te hará creer por fin...
-¿De que es estas halando?
(Silencio)
-¿Mulder?
-Sigo aquí
-Mulder, ¿te encuentras bien?
-Si, si. es que estoy un poco cansado
-Oh, Dios Mulder..... ¿tocaste la sustancia?
-¿Que?
-¿Tocaste la sustancia blanca con tus manos?
-¿Por que....?
-Mulder, dime que no es cierto..... mierda...... Esa sustancia es contagiosa, Mulder. Sea lo que sea si entra en contacto con un cuerpo humano se multiplica y lo invade a una velocidad pasmosa. Primero el cuerpo lo trata como una sustancia extraña, luego esta comienza a destrozar químicamente los tejidos provocando graves lesiones internas en el sistema nervioso que se manifiestan en... cambios de humor en la victima, espasmos involuntarios, hasta que...... -dio un suspiro- Ya ha muerto una persona, Mulder, la forense que realizó la autopsia, probablemente por que no tomo las precauciones necesarias, y hay otra que está muy grave, un chico de la limpieza que toco el cadáver por equivocación.
-¿Pero tú estas bien?
-No soy yo quien me preocupa en estos momentos Mulder, he realizado unas pruebas y estoy bien, el que me preocupa eres tú. Tienes que venir inmediatamente, Mulder, ¿donde estás? Tenemos que ponerte en cuarentena, quizá con.....
Pero ya no la escuchaba. Había oído voces en la otra habitación, voces varones y una de mujer. No logró reconocerla, pero no podía arriesgarse a que fuera ella y la dejara marchar.
No después de todo lo que había pasado. Scully lo seguía llamando por el móvil, pero Mulder no podía irse, aún no. Cogió el teléfono
-Scully... no puedo.... necesita saber si es ella......
-Mulder ¡No! Escuchame..... ¡¡Muldeeeeeeeer!!
Pero Mulder dejó su teléfono móvil en el suelo y abrió la puerta. Ya no había nadie, por lo menos vivo. Estaba, si, el hibrido, muerto en el suelo, junto con dos personas más, una que Mulder no logró reconocer y el inspector McAddie, ambos por un disparo en la cabeza. Al hibrido no le vio ninguna herida pero estaba seguro que estaba muerto. No se acercó demasiado por si acaso. Entonces vio otra puerta, entreabierta, por la que entraba la luz del exterior. Fue corriendo hacia ella y la abrió.
Solo duró un segundo. Mulder vio como se alejaban dos coche negros de allí, en uno creyó ver al Fumador con otra persona. Tal vez un hombre. Tal vez una mujer. Tal vez su hermana. Pero no tuvo tiempo de pensarlo por que un fuerte ruido y una gran luz hicieron que Mulder cayera el suelo y perdiera el conocimiento. Pensó en Samanta ¿Habría sido ella? Cerró los ojos convencido de que ya no los volvería a abrir nunca más.
Al otro lado del teléfono Scully intentaba localizar la llamada de Mulder.