chapter = Capitulo VI
author = Sary Hayase
dedicate = A Todos los que me han seguido hasta aqui
Rating = O18
Type = Angst
fanfic = BAJO LA PIEL
Capitulo VI
Precaución: Este capítulo contiene escenas fuertes, por lo que su contenido puede ser un poco molesto para algunas personas.
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Había pasado casi un año desde la separación de Lisa y Rick, para ambos había sido terriblemente doloroso, para cada uno de manera distinta. A Rick le dolía hasta respirar haber dañado a Lisa, haberla herido, le dolía vivir sin ella, despertar solo. Habían llegado a un acuerdo y sus hijos permanecían con él en sus días libres, Miku lo había perdonado, lo quería demasiado para estar enojada con él y el pequeño Ronin era toda una aventura para él, por primera vez estaba disfrutando el ser padre, pero no… no era suficiente si no compartía esa aventura con Lisa.
Estaba parado y miraba a través de la ventana de su casa, Miku, Dana y Dan jugaban con el perro afuera, se reían y se divertían, su pequeña había crecido mucho, le faltaba poco para convertirse en una señorita, unos ruiditos llamaron su atención y giró sobre sus talones para enfocar su atención a Ronin que jugaba en la alfombra sentado rodeado de cojines aventaba unos cubos de hule con aviones y números que Rick le había comprado, el pequeño de nueve meses era el vivo retrato de él, así como Miku era la copia perfecta de Lisa, Ronin era un Rick en miniatura, salvo sus ojos, tenía los hermosos y profundos ojos de Lisa, de su Lisa. Ronin era la adoración de su padre, él y Miku mantenían a Rick vivo, eran todo lo que tenia, lo único que le quedaba.
- ¿Qué pasa campeón? – Le dijo sentándose a su lado y tomando el cubo que el bebe le ofrecía
- Dadá – Le dijo el pequeñín y Rick sonrió enternecido, adoraba escuchar como lo llamaba
- ¿Te gusta el avión? – Continuó conversando con él mientras se lo sentaba en las piernas
- Mía… - Le dijo Ronin enseñándole el cubo con interés – vion
- Sip es un avión… vas a ser piloto… verdad campeón – le dijo mientras se ponía de pie y elevaba a su hijo como haciéndolo volar mientras hacía ruidos de aviones, entre las carcajadas del bebé que eran un bálsamo para él. Después de jugar un rato con él y darle con mucho trabajo su papilla Rick se sentó cansado en el sillón de la sala completamente lleno de alimento para bebé y con su chiquillo en brazos, ambos se quedaron profundamente dormidos no sin antes Rick recordara el día en que nació, como había logrado convencer a Lisa estar con ella, se puede decir que a pesar de todo, eran amigos… siempre amigos… su eterna historia, sin embargo para él había sido sumamente significativo recibir a su hijo, sostenerlo con manos temblorosas, escucharlo llorar fuertemente por primera vez reclamando su vida, para él había sido mágico, el mejor momento de su vida… sin contar las tres únicas noches compartidas con Lisa – Lisa – Murmuró entre sueños – Te amo tanto – Y aún dormido gruesas lágrimas cayeron de sus ojos cerrados, mientras se entregaba al sueño con su bebé en brazos
- ¿Rick? – Dijo Lisa que entró sigilosa a la casa para recoger a sus hijos, y las lágrimas saltaron a sus ojos al ver la escena ante ellos, el hombre de su vida, su hijo; uno en brazos del otro dormidos el bebé con un semblante de paz, Rick con un dejo de tristeza en el rostro
- ¡Lisa! – Dijo despertando en voz baja para no despertar a Ronin, al sentir su mirada
- ¿Todo bien? – Sonrió al ver al piloto con la cara llena de papilla
- Claro… se portaron muy bien ambos…
- Me da gusto Rick… oye quería decirte si los puedes cuidar un poco más… es que…
- ¿Vas a salir de nuevo con Derek? – Dijo frunciendo el ceño mientras los celos lo consumían
- Si… bueno, cosas de trabajo…
- ¿Lo amas? – le dijo sin más ni más
- ¡Que clase de pregunta es esa Rick! – Contesto ella ruborizada e indignada
- ¿Lo amas? – Volvió a preguntar inquieto él; sabía que desde hacía unos meses Lisa salía con el General, y eso lo tenia en un constante estado de ansiedad y de celos que lo ahogaban
- Voy con él por asuntos de trabajo… y no, no lo amo…siento un cariño por él… no sé si pueda llegar a ser algo más y si así fuera no tengo porque darte explicaciones… como me dijiste una vez… mi vida personal es eso, personal y con quien yo decida hablar no es asunto tuyo… - Finalizó al sentirse acosada
- ¡Tienes tanta razón Lisa! - Suspiró él, poniéndose de pie, colocando al bebé con cuidado sobre el sofá y rodeándole de almohadas para evitar que se cayera – Al menos sé que Derek es un gran hombre, no te defraudará, pero si no me puedo meter en tu vida, sólo deseo que seas feliz – terminó con la voz a punto de quebrarse…
- Gracias Rick…
- De nada… yo me quedo con los niños, diviértete
- Vengo en la noche por ellos…
- Te espero – Le dijo asintiendo con la cabeza mientras la miraba salir - Rayos – Gritó una vez que ella se fue y se arrepintió de inmediato al escuchar a Ronin hacer algunos ruiditos para luego seguir durmiendo – Si fuera cualquier otro le rompería la cara, pero después de todo Derek es un gran hombre – Pensó y no mentía desde que había sido ascendido convivía bastante con él y encontró que era un gran tipo, un buen amigo, un excelente militar y un caballero – Es mejor que yo…mucho mejor que yo… tú mereces lo mejor Lisa – Murmuró mientras se dirigía a la cocina a empezar a preparar la cena.
En un elegante restaurante en la mejor zona de la ciudad en la mejor mesa reservada de ese lugar Lisa y el General cenaban mientras conversaban animadamente
- Y luego sólo recuerdo que gritaban que los sacaran de ahí – Dijo Derek entre risas mientras Lisa también inundaba con su cristalina risa en momento
- ¡Eso pudo ser peligroso Derek!
- Sí… tal vez… pero todo resultó bien – Comentó él después de contarle alguna anéctoda de su juventud. De pronto se puso serio, sus ojos se tornaron aún más oscuros y lanzó nuevamente la pregunta – ¿Lo pensaste Lisa?
- Yo…
- ¿Aceptarías casarte conmigo?
- Derek, yo… - Tartamudeó ello sin saber qué decir…
- Sé que aún lo amas, sé que tal vez siempre sea así, pero estoy dispuesto a luchar por ti, a ganarme tu amor, no voy a presionarte…Una vez te dije que puedo esperar por ti y puedo seguirlo haciendo, pero Lisa solo quiero que me des una esperanza, ya no somos unos niños, somos soldados, no sabemos lo que vaya a pasar mañana, estoy dispuesto a darles a tus hijos el calor de un hogar, sabes que adoro a esos chiquillos, sabes que podría ser un gran padre para ellos, no quiero separarlos de Rick él es su padre y son su mundo, sólo que ellos necesitan un hogar…nunca los alejaría de él… una vez te dije que él no te convenía pero ahora lo conozco, es una gran persona, las circunstancias que vivió lo llevaron a tomar malas decisiones, pero es un buen amigo… no debes preocuparte por él…nunca lo sacaría de la vida de los pequeños, es más, sabes que estaría dispuesto a darles mi apellido, sólo si ustedes lo desean, si no, no hay ningún inconveniente para mí que ellos sean Hunter…
- No sé si pueda llegar a amarte – Interrumpió ella con timidez – Al menos no como a él
- Lo sé… y es algo con lo que aunque me duela podré vivir porque los quiero demasiado… te amo Lisa, lo sabes – Ella tembló de incertidumbre con sólo escucharlo – Y voy a luchar por tu amor… déjame enamorarte, déjame amarte como lo mereces, como la gran y magnífica mujer que eres…por favor – Finalizó tomándola por las manos mientras se acercaba peligrosamente a sus labios, Lisa no pudo reaccionar cuando sintió los labios de él posarse sobre los suyos, era la primera vez que la besaba, ella temblaba, cerró los ojos sin poder evitarlo, él la besaba con demasiada ternura, demasiada delicadeza, como si temiera asustarla, lastimarla o incomodarla, varias lágrimas brotaron de los ojos de ella, sólo Rick la había besado, ni siquiera Carl… pero ahora estaba tan confundida, no sentía nada sólo que una inmensa tristeza pero sabía que era el momento de empezar un nueva vida, no podía esperar a Rick para siempre él no la amaba, él se lo dijo y esas palabra retumbaron en sus oídos…
- No te amo… solo me acerqué a ti por Miku… pero ya no te amo…- Lisa contuvo la lágrimas y un suspiro de dolor que se le escapó de los más profundo de su alma y sin saber cómo, se entregó a ese beso correspondiéndolo, era un beso muy amargo, pero era la esperanza de que había un mundo sin Rick… la primera vez perderlo había sido demasiado doloroso, esta vez había sido mortal… y ella estaba viva, debía seguir viviendo y el hombre que la besaba le daba una oportunidad… una que tal vez nunca más se le presentaría…
- Te amo – Escuchó la voz de Derek cuando terminaron de besarse
- Dame un poco más de tiempo – Murmuró ella contra sus labios aún con los ojos cerrados tratando de contener las lágrimas
- Sabes que sí… y gracias por esto – Dijo él besándola nuevamente y muy breve en los labios ella sólo sonrió.
El día empezó con una noticia apabullante en la TV, Rick se estaba rasurando cuando escuchó en la sección de noticias del espectáculo, algo que hizo que se cortara con la navaja, mientras lanzaba una maldición se plantó frente al televisor con los ojos abiertos como plato.
“…. En otras noticias El baterista de Minmei con quien se rumora que mantenía un romance desde su divorcio, falleció esta mañana en el Hospital “Memorial” a causa del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, según los primero datos, él tenia dicha enfermedad desde hace un par de años, se desconoce el estado de la Cantante…”
Se quedo paralizado y aterrado, por ella, por él, por Lisa y el bebé, sabía que hacía mucho que no había tenido relaciones con Minmei, pero era una posibilidad que hubiera sido ella quien hubiera tenido el virus. Rápidamente termino de vestirse y salió directo al hospital para hacerse una prueba de detección del VIH, posteriormente sin poder evitarlo se dirigió al departamento en donde ahora vivía la que fuera su esposa
- ¡Lárgate! – Le dijo ella al abrirle; Estaba envuelta en un bata, con el maquillaje corrido y se veía que tenía días en ese estado, él no se movió de su lugar
- Siento mucho lo de… Jeremías… - Dijo él con sinceridad, había conocido al muchacho – Minmei… tu…
- ¡No necesito tu compasión! Gritó ella con un elevado aliento alcohólico
- ¿Quiero saber si tú y Meiling están bien…?
- ¡Qué quieres que te diga… que mi hija esta internada en una granja para drogadictos… porque en eso se convirtió por mi culpa… que ha estuvo al borde de la muerte por una sobredosis con las píldoras de "mami"... que mi carrera se desvaneció en la nada, que perdí mi fortuna… ¡qué más quieres saber!
- Minmei… yo no lo sabía, yo… muchas veces intenté buscar a Meiling… pero ella siempre me rechazó…
- Vete a vivir tu vida perfecta… con tus hijos… y con esa…
- Sabes que no estoy con ella… es lo que querías ¿no?
- Haz lo que quieras… tengo muchos problemas – Dijo entrando a su departamento en donde todo el desastre imperaba, había ropa y botellas de licor por todas partes, cosas rotas, y un olor a rancio en el ambiente.
- ¿Necesitas algo? – Murmuró él con verdadera preocupación
- NO… NO VES MI VIDA PERFECTA¡¡¡¡ SABES QUE PUEDO TENER SIDA – Gritó ya sin poder contenerse – SABES QUE PERDI TODO QUE NO SOY NADA – Finalizó
- Quiero ayudarte…
- Sólo lárgate – Dijo azotando la puerta en su cara
Rick suspiró frustrado, había querido a esa mujer, Dios sabia que sí, y a la pequeña la había adorado, después del divorcio supo que se habían mudado, pero les perdió la pista, tiempo después las encontró e intentó por todos los medios acercarse, entendía lo que Meiling pudiera estar pasando, pero ellas nunca más volvieron a darle un espacio, por lo que había decidido hacerse a un lado, hasta hoy; Se prometió a si mismo investigar en donde estaba la jovencita e ir a visitar a la que creyera a su hija durante tantos años.
Días después Lisa estaba sentada en su escritorio, pero la cantidad de papeles en él era una clara señal de que no estaba muy concentrada en lo que hacía, sus pensamientos volaban de Rick a Derek y se arremolinaban en su cerbero, se tocó las sienes al notar la jaqueca que tenía y trató de concentrarse nuevamente en su trabajo, sin lograrlo. Se puso de pie y abandonó ese lugar
- Voy al comedor de oficiales – Le dijo a Mitchel su asistente
- Sí señora – Respondió el levantando la vista de la documentación que archivaba – La segunda temporada de la Telenovela H2 murmuró para sí mismo mientras retomaba sus actividades
Lisa tomó asiento en un lugar privado y pidió un café muy cargado, lo necesitaba, había dado el primer sorbo, cuando Rick aún en traje de vuelo entró al comedor seguido por Jennifer que más bien se le colgaba del brazo, ambos iban conservando y el según vio Lisa se veía bastante feliz
- Vamos Rick no seas niño – Le decía ella
- No Jenni, yo no soy así…
- No puedo creer que seas cobarde…
- No soy cobarde, no voy a acostarme contigo… punto
- ¡¿Por qué no?!
- Eres mi amiga, no quiero cambiar eso…
- Es solo sexo… a que le temes…
- No temo… pero no, ve con otro de tus amigos si tienes ganas y ya
- Sólo me faltas tú – Rió como si fuera una gracia
- Mira que descaro… hemos sido amigos y te agradezco eso, me has apoyado pero no voy a compensártelo con sexo… además no querrás terminar con alguna enfermedad – Menciono el al recordar el caso del baterista de Minmei, y suspiro con alivio, ya que sus análisis habían salido negativos.
- ¡Eres un anticuado!
- Como sea – Dijo el sacudiendo la mano como si espantara una mosca
- Es sólo diversión… que hay de malo en ello…
- Precisamente eso… para mi eso no es diversión… una vez tuve suficiente para no haber aprendido la lección
- Hablas de tu ex...
- Ajá… además soy padre, y soy un oficial del alto mando…
- Ay Hunter… sé que te gustan maduritas… pero… – Añadió mirando de reojo a Lisa que no les quitaba la vista de encima - Acaso no te atraigo – Le dijo tomando una pose muy sugerente… Rick tragó saliva
- No… es eso… eres hermosa – Respondió el con la verdad, ella era una chica bastante atractiva y sexy y con una muy mala reputación tan grande como su belleza
- Pero yo no te gusto - Balbuceó haciendo un puchero de niña
- Sí me gustas – Respondió él, sacudiendo la cabeza, tratando de concentrarse en lo que estaba diciendo - Pero no sé, casi… te doblo la edad
- No digas tonterías, no eres tan viejo…o acaso es cierto que los hombres mayores tienen problemas sexuales
- ¡Basta Jennifer! – Le dijo molesto, pero la chiquilla se le acercó y como un felino se lanzó sobre él besándolo con urgencia, él abrió los ojos con sorpresa y perdió el equilibrio cayendo sobre uno de los sillones de la sala de estar del comedor con la chica encima sin poder aún reaccionar de lo que estaba pasando, ella sin el menor decoro se sentó a horcadas sobre él sin dejar de besarlo y colocó las manos de Rick sobre sus pechos, la mente de él aún no analizaba lo que sucedida, pero la de Lisa sí… se levantó tan rápido que dejó caer la taza de café al suelo y salió lo más pronto que pudo de ahí, pasando al lado de esa pareja que armaba un espectáculo en pleno comedor. Pero no vió a Rick levantarse, no vió como Jennifer caía al suelo, no vió la mirada que él le lanzó a ella de desprecio, de coraje y de asco… no vió ni escuchó lo que el le dijo, no escuchó las risas de la gente en el comedor, ella sólo vio que Rick besaba a la muchacha, ella sólo supo que su corazón se había desintegrado en ese instante, que había muerto en vida.
- Creo que es tiempo de seguir – Se dijo a sí misma – Creo que debo aceptar a Derek – Finalizó tomando su celular para llamarlo y acordar cenar esa noche con él.
Esa tarde Lisa pasó a recoger a sus hijos; Los encontró jugando, en la alfombra con su padre, ella estaba más fría que de costumbre.
- -¿Qué te pasa Lisa? – Le dijo Rick al verla actuar tan extrañamente
- Te divertiste con Jennifer – Le dijo ella sin anestesia
- ¿Qué?
- Te vi montando un espectáculo en el comedor de oficiales, toda la base habla de ello
- ¡Vaya! – Dijo él con un dejo de esperanza de que Lisa estuviera celosa
- Ve por tus cosas y por las de tu hermano Miku – Añadió ella, la niña obedeció, conocía a sus padres, sabía que el huracán Hayase estaba a punto de embestir al tornado Hunter provocando tal vez… una destrucción cósmica, así que se alejó tan rápido como sus piernas se lo permitieron – Así que tienes un amorío con la jovencita esa
- ¿Celosa? – Dijo el divertido desconociendo que ella no sabía el final de ese espectáculo
- No tengo porque estarlo…allá tú y tu reputación…pero no la quiero cerca de mis hijos – Dijo con seriedad
- ¿Lisa, qué pasa?
- ¡Que qué me pasa… tú y Jennifer montaron un espectáculo pornográfico en medio del comedor! Ambos recibirán una amonestación, no puedo permitir esa clase de espectáculos en la base…
- Lisa… tú estuviste ahí…
- Si, Rick, ahí estaba…
- Lo siento no fue mi culpa… además… no viste como terminó el “show”
- No me interesa, pero si sigues en esa actitud no voy a permitir que veas a mis hijos – Murmuró mientras tomaba a Miku por los hombros que había llegado, haciéndole el ademán de que saliera, para luego tomar a Ronin de la Alfombra entre sus brazos… - Ellos necesitan un hogar y una figura paterna, y hay alguien que está dispuesto a dárselas…
- ¿Derek?
- Por supuesto… quién más… ¿tú?... Me propuso matrimonio….
- ¡Qué! – Dijo Rick sintiendo como si un rayo lo atravesara
- Si…
- ¿Qué le dijiste? – Dijo completamente angustiado, de pronto sentía la boca seca y un dolor en la boca del estomago…
- Mañana…. Mañana en la noche… le diré que sí… - Dijo saliendo de ahí sin dejar que él reaccionara; Y mientras Lisa se alejaba de ahí, él se quedo enmedio de la sala totalmente abrumado, su cerebro no terminaba de asimilar lo que había sucedido, el mundo se derrumbó para él, sintió un dolor en el pecho, sintió como su corazón se partía, casi pudo escucharlo como un cristal al romperse… no podía gritar, no podía llorar, ni siquiera podía respirar.
- Li…sa… - Murmuró con voz apenas audible… - No puedo perderte…
- Ya lo hiciste… y tú fuiste quien me alejó de tu vida cuando me dijiste que no me amabas… que me habías usado para estar cerca de Miku… ¿lo olvidaste?... tú me abandonaste cuando yo te había dicho que aún te amaba…
- Todo lo hice por ti… y por ellos – Dijo tan bajo que no supo si sólo lo había pensado – Nunca lo hubiera hecho de no ser por eso…
- ¿Qué? - Dijo ella volteando, mientras subía a su auto, creyó haber escuchado algo; Pero el no respondió y ella arrancó el auto y se fue. El día siguiente fue una pesadilla para ambos.
Ella acaba de acostar a sus hijos, en su casa de la Col. Militar, venía de su cena con Derek, estaba triste y se sentó en un sillón al lado de su cama, miraba distraídamente por la ventana, afuera el cielo se veía despejado, el clima estaba fresco sin ser frío, abrió el balcón y salio a la terraza; Recordó los acontecimientos de ese día, sonrió con nostalgia al acordarse del encuentro “ocasional” que había tenido en los pasillos con las chicas del puente y con una de las chicos piloto, quienes hablando todas al mismo tiempo le habían dicho que Rick había rechazado a Jennifer que la había hecho quedar en ridículo, que le diera una oportunidad, que lo escuchara; Sonrió al volver a escuchar en su cabeza las groserías y palabrotas que lanzaba Lily contra la suelta de Jennifer, incluso podía aún recordar los manotazos y señales obscenas de su amiga contra la controladora , se había sentido algo acosada, pero esas chicas eran sus amigas y trataban de ayudarla. Sin embargo ella había evitado a Rick todo el día.
- ¿Estaré cometiendo un error? – Se preguntó a si misma mientras observaba con interés su dedo anular tratando de visualizar un anillo de compromiso en él; Un suspiro se le escapo del alma y terminó en un sonoro sollozo, apoyó sus manos sobre el barandal del balcón, bajó su cabeza y cerro sus ojos, sus cabellos cayeron como una cascada y el viento los movió con elegancia. De pronto se sintió observada, un estremecimiento le recorrió el cuerpo, levantó la mirada con rapidez y se quedo paralizada, ahí abajo del balcón frente a su casa mirándola fijamente estaba Rick. Jamás lo había visto así, estaba pálido, inmóvil con la mirada perdida en ella - ¿Rick… estas bien? – Se oyó a sí misma preguntar, el movió negativamente la cabeza. Sin saber como o cuando Lisa bajo corriendo las escaleras de su casa y salio a la calle cubierta únicamente por su bata que ondeaba a la aire deteniéndose frente a él; ninguno dijo nada, sólo se permitieron perderse en los ojos del otro.
Rick se acercó despacio, muy lentamente, como con miedo que fuera una visión divina y se desvaneciera ante sus ojos, tomó su barbilla entre sus manos y acarició con suavidad su rostro, siguiendo el contorno de su cara. Ella no dijo nada, cerró los ojos y dejos que ese suave toque la estremeciera toda. De pronto sintió los labios de él posarse sobre los suyos, abrió los ojos sorprendida pero casi inmediatamente y por reflejo volvió a cerrarlos al sentir la forma en que él la estaba besando; De una manera tal en que jamás la había besado, era un beso en donde le demostraba todo su amor, era un beso en donde se mezclaba, el dolor, el amor, la pasión, la ternura, no pudo más que corresponder ese beso de igual manera y entonces se sintió mareada y trasladada a un mundo aparte, un mundo de ellos dos, un mundo que se recreaba a través del calor y de las sensaciones que Rick le provocaba.
Lisa
Mírame...de vez en cuando siento que me estás olvidando y que no regresarás
Mírame...de vez en cuando pienso que ya estoy muy cansada de estar sola y de escucharme llorar
Mírame...de vez en cuando miro atrás y veo con miedo lo mejor de nuestros años correr
Mírame...de vez en cuando quiero escaparme y tu mirada me envuelve y me vuelvo a perder
Mira mis ojos...de vez en cuando siento enloquecer
Mira mis ojos… de vez en cuando siento enloquecer
Rick
Mírame...de vez en cuando sueño con alguna locura y no quiero despertar
Mírame...de vez en cuando miento cuando buscas mis ojos y preguntas como estás
Mírame...de vez en cuando muero de rabia y de celos pero nunca te lo dejo saber.
Mírame...de vez en cuando quiero escaparme y tu mirada me envuelve y me vuelvo a perder
(Rick) Mira mis ojos...
(Lisa) de vez en cuando siento enloquecer
(Rick)) mira mis ojos...
(Lisa) de vez en cuando siento enloquecer
(Lisa)
Y esta noche quiero más
Que me abraces fuertemente
Y en tus brazos soñaré
Que este amor es para siempre.
Que en penumbras un rayo de luz
Nos envuelva a los dos.
Vivimos atrapados en un juego de azar
Tu amor es una sombra para mi libertad.
Ya nada puedo hacer y no logro escapar
De un fuego sobre pólvora que puede estallar
(Ambos)
Y así te tengo que amar
El tiempo acaba de empezar
El tiempo no termina.
(Lisa)
Erase una vez una historia feliz
Y ahora es solo un cuento de horror
(Ambos)
Ya nada puedo hacer,
Eclipse total del amor
(Rick)
Eclipse total del amor
(Lisa)
Érase una vez una hazaña vivir
Y ahora ya no tengo valor
(Ambos)
Nada que decir,
Eclipse total del amor...
Eclipse total del amor...
(Lisa)Mira mis ojos...
(Rick) de vez en cuando siento enloquecer
(Lisa) mira mis ojos...
(Rick) de vez en cuando siento enloquecer
(Ambos)
Y esta noche quiero más
Que me abraces fuertemente.
Y en tus brazos soñaré
Que este amor es para siempre.
Que en penumbras un rayo de luz
Nos envuelva a los dos.
Vivimos atrapados en un juego de azar
Tu amor es una sombra para mi libertad.
(Lisa)
Ya nada puedo hacer y no logro escapar
De un fuego sobre pólvora
Que puede estallar... ohhh
y así te tengo que amar
el tiempo acaba de empezar
el tiempo no termina
(Lisa) Érase una vez una historia feliz
(Rick) y ahora es solo un cuento de horror
(Ambos)
Ya nada puedo hacer,
Eclipse total del amor.
(Lisa) Eclipse total del amor.
(Rick) Érase una vez una hazaña vivir
(Lisa) y ahora ya no tengo valor.
(Ambos)
Nada que decir,
Eclipse total del amor...
(Rick) Eclipse total del amor... (Lisa) mira mis ojos...
(Rick) mira mis ojos... (Lisa) mírame...
(Lisa) mira mis ojos…
Como si siguieran una música imaginaria y sin dejar de besarse empezaron a moverse lentamente como si bailaran, abrazados, muy lentamente, muy estrechamente…
- No voy a perderte una vez más… no lo soportaría – Dijo él aún contra sus labios – Te amo… y siempre te amaré…
- ¿Pero Rick… tú? – Dijo ella que sentía como un calor inundaba todos sus sentidos
- No digas nada… créeme… nunca… jamás he dejado de amarte, es más, te he amado cada día mas, cada día que vivo es sólo por ti y para ti…
- Pero tú dijiste que…
- Era mentira Lisa… era para protegerlos, porque los amo demasiado – Finalizó con un sollozo ahogado, ella sintió como él temblaba entre sus brazos – No me siento bien – Murmuró en voz muy baja
- ¡Estás Helado! – Le dijo sintiendo sus manos fría que tomó entre las suyas - Vamos adentro – Dijo ella asustada al sentir como si se fuera a desvanecer en sus brazos. Ambos entraron a la casa de ella, Rick se sentó en la sala y se recostó sobre el respaldo cerrando sus ojos, Lisa puso agua a calentar para preparar té.
- Toma – Le dijo dándole una taza de humeante que ayudó a que se restableciera su ritmo cardiaco y su presión – ¿Te sientes mejor?
- Si – Dijo él que tomaba la cálida bebida despacio, disfrutando la cercanía con ella - Lisa… hay muchas cosas que tengo que decirte…que debo decirte – Se corrigió a si mismo
- ¿Si? – Murmuró ella sonriendo tímidamente
- Sí… - Comentó él bajando la mirada, tomó aire y antes de abrirle su corazón continuó – Pero necesito que me escuches hasta el final y que creas cada palabra de lo que diré, por todo es verdad… - ¿Me lo prometes?
- Rick yo…
- Te juro por mis hijos que es lo que más quiero en este mundo…además de a ti… que es la verdad y necesito que me escuches…por favor …
- Te escucho… y te creo Rick – Respondió ella visiblemente afectada por las palabras de él.
Rick le explicó todo, sin perder un solo detalle, las amenazas de la cantante, su furia indiscriminada, sus celos enfermizos y sus tratos sucios.
- ¡Porque no me lo dijiste Hunter! – Estalló ella entre furia, gritos y lágrimas
- Porque te amo demasiado… porque no permitiría que algo les pasara a ti y a mis hijos, porque ustedes son mi vida, son lo más importante que tengo… son lo mejor que me ha pasado…
- Pudimos enfrentarlo juntos…
- Podemos hacerlo ahora si me das una… oportunidad más…
- ¿Quieres que te perdone así nada mas porque si?
- Quiero que me entiendas…no iba a arriesgarlos, para mí fue un infierno…los estaba amenazando Minmei está loca, no iba a permitir que les pasara algo a ellos a nuestros hijos y tampoco a ti…incluso a él… a Derek iba a arruinarles la carrera no podía permitir que mis errores los afectaran a ustedes o a terceros…
- Pudimos demandarla… no sé, hacer algo…
- Algo es lo que hice… lo que creí correcto en su momento, pero ya no puedo más… no ahora que vas a casarte con Derek y que sé que te he perdido para siempre – Dijo él, quebrándose por completo, sacudiéndose por las lagrimas y los sollozos que escapaban de sus ojos y garganta ya sin poder contenerse mientras bajaba la cabeza y la ocultaba entre sus brazos apoyados en sus rodillas
- No lo amo…rechacé su propuesta… sentí lastimarlo…terminé con el… - Dijo ella bajando la mirada – Pero no pienso vivir una vida… sin ti…
- ¿Qué? – Dijo Rick incorporándose un poco
- No voy a perderte de nuevo Hunter…
- ¿Quieres decir que tu… tú? – Preguntó sin preguntar nada en sí
- Siempre Rick… siempre…- Respondió ella sabiendo la pregunta de él - Le dijo buscando sus labios con desesperación - … No entiendo cómo pudiste vivir con todo eso… yo sentía que no podía mas – Dijo antes de besarlo profundamente
- No pensé que tú… pudieras tan rápido… es decir…- Dijo él cuando se separaron para tomar aire
- ¿Perdonarte?
- Sí…
- Hace mucho que lo hice… te amo demasiado… y entiendo lo que pasaste porque para mí fue también una pesadilla justo cuando creía que había encontrado de vuelta el paraíso… y como alguien me dijo hace poco somos soldados, no tenemos la vida comprada, podríamos morir en la siguiente batalla…
- Yo lo haría feliz por ti – Dijo él mientras los ojos se le llenaban de lágrimas a ella
- Hemos perdido ya demasiado tiempo, no pienso seguir haciéndolo… - Dijo ella acurrucándose entre sus brazos…
- Nunca más – Finalizó él buscando nuevamente sus labios y empezaron a besarse de una manera tierna y dulce
- Aún estoy enojada…pero ya habrá tiempo para que me lo recompenses – murmuró sonriendo contra sus labios
- Y lo haré con creces, Lisa…quiero vivir por ti y por nuestros hijos… por ustedes…y para ustedes, nunca más me voy a alejar de ustedes… nunca – Agregó buscando los labios de ella nuevamente y entregándose a sus besos. Conforme pasaban los minutos, sus besos y sus caricias se hicieron más intensas, había demasiada necesidad entre ellos, demasiados sentimientos guardados durante mucho tiempo, demasiada tensión, si no encontraban la forma de expresarlo ambos sabían que morirían… - No puedo más… te necesito… - Le dijo él entre jadeos
- ¡Yo tampoco Rick! – Suspiró ella
- Quiero hacerte el amor – Le dijo él con la voz entrecortada por el deseo – Te deseo, te necesito
- Yo también, Rick – Respondió ella sin miramientos, el abrió los ojos con sorpresa y beneplácito y las miradas de ambos encendidas por el deseo se encontraron
- Hazme tuya – Dijo levantándose y tomando su mano para dirigir sus pasos a la habitación, él la siguió como hipnotizado.
No habían siquiera atravesado el umbral de la puerta cuando él la tomo en sus brazos, besándola con desesperación, como pudo cerró la puerta asegurándola para evitar que Miku entrara, trastabilleando llego a la cama en donde la depositó suavemente, él se quedó parado mirándola con llamas en los ojos, y empezó a desvestirse con rapidez delante de ella que lo miraba totalmente extasiada con la respiración entrecortada por el deseo y por el espectáculo erótico de verlo desvestirse con urgencia por ella y para ella, una vez desnudo se quedó parado inmóvil cautivado también por la mirada de ella que lo observaba embelesada. La excitación de Rick era demasiado evidente, y Lisa no podía apartar sus ojos de su erección, por reflejo más que por órdenes de su cerebro él caminó hacia la cama sin quitarle la vista de enfrente, ella primero se recorrió hasta la cabecera para después como impulsada por un resorte lanzarse sobre sus brazos y besarlo con urgencia, jalándolo suavemente para que cayera sobre ella en la cama que los recibió acogedora.
- No creo soportar mucho tiempo – Le dijo él con la voz ronca por el deseo que lo consumía
- No te preocupes… yo estoy igual – Contestó ella en el mismo tono – Además si pasa algo volvemos a empezar – Murmuró antes de perderse en sus labios
- ¡Li..s..a!… – Respondió arrastrando las letras al sentir la forma como ella lo besaba y perdiéndose en la bruma de sensaciones que lo embargaban, ella no respondió, no quería pensar ni podía siquiera intentarlo se limitó al gemir el nombre de él, al sentir como Rick deshacía el nudo de su bata de dormir y la bajaba suavemente por sus brazos dejando visible únicamente el ligero camisón de seda que llevaba debajo; Rick sólo despegó sus labios de los de Lisa para con suavidad y lentitud a pesar de la urgencia que sentía quitarle el camisón a ella, quien no opuso resistencia y ayudó levantando sus brazos para facilitarle la tarea, él contuvo la respiración al ver aparecer los hermosos y bien formados pechos de ella - ¡Eres tan hermosa! – Murmuró mientras la miraba completamente arrobado, ella se sonrojó ante sus ojos azules que se veían profundamente oscuros, él no perdió el tiempo y buscó nuevamente sus labios desesperado, mientras que con una de sus manos acariciaba suavemente el pecho de ella y la otra bajaba lentamente para deshacerse de la última incómoda prenda de su mujer, la mujer que en cuerpo y alma siempre había sido de él, sólo de él. Una vez que ambos estuvieron totalmente desnudos en brazos del otro, el roce de piel con piel los sobrepasó y empezaron a recorrerse con manos urgentes y ansiosas todo el cuerpo, dándole al otro las más deliciosas sensaciones y sin dejar un sólo centímetro de piel sin acariciar, sin tocar, sin saborear, permitiéndose por primera vez caricias más atrevidas llegando a lugares que nunca antes habían sido estimulados, lugares que no se imaginaron pudieran ser tan placenteros, recovecos que ni siquiera sabían que existían; El algún momento ambos se habían hincado en la cama, Rick tenía su rostro hundido en el cuello de ella, y sus brazos la aprisionaban posesivamente acariciando sin ningún decoro el firme trasero de ella, Lisa por su lado no se quedaba quieta uno de sus brazos se aferraba a el con su mano hundía en los cabellos de ese hombre que amaba con locura y la otra estimulaba mas el ya excitado miembro de Rick, quien no dejaba de gemir entrecortadamente ante las maravillas que las manos de Lisa hacían sobre su cuerpo, sabiendo que no soportaría mucho mas tiempo esa deliciosa tortura se dejo caer sobre sus piernas, Lisa entendió la señal de inmediato y se apresuró a montarse sobre el buscando adaptar su cuerpo al suyo y buscar ya esa ansiada unión
- ¡Por favor Lisa… por favor! – Decía el suplicante mientras que todo su cuerpo se sacudía ligeramente anticipando lo que venía
- Rick… yo tampoco puedo más – Añadió acoplando su cuerpo al de él, dejando que poco a poco y por ley de gravedad ella descendía por él, fundiéndose por fin en uno solo, Rick tuvo que apretar ojos y dientes ante esa sensación que creyó jamás poder volver a sentir, esa suavidad, ese calor, esa estrechez que sólo Lisa le podía dar; El acto de hacerse uno concluyó con un gran gemido de parte de ambos para luego entreabrir los ojos y perderse en la mirada de su pareja - ¡Te amo! – Susurro Lisa sin dejar de mirarlo
- Por siempre – Contestó él, quien temblaba de la emoción contenida; antes de reclamar la posesión de sus labios mientras que con sus manos tomaba las caderas de ella para ayudarla a subir y bajar sobre toda su extensión; entonces la realidad para ambos se desfiguró, no había mas verdad que el cuerpo del otro, la noche los envolvió acompañada únicamente por sus frases de amor, susurros de placer, gemidos que no podían ser contendidos, caricias arrolladoras, movimientos cadenciosos. A pesar de todos los pronósticos ambos pudieron retardar el placer máximo por mucho tiempo permitiéndose prodigar todo tipo de sensaciones llevándose una y otra vez al límite para luego calmarse un poco y volver a empezar.
Sin embargo hubo un momento en que ninguno podía seguir un momento en que necesitaban liberarse y llevar al otro hasta el mismo nirvana, Rick que ahora estaba sobre ella empezó a moverse mas fuerte y profundamente, esta vez ella respondió a su ímpetu y necesidad, moviéndose al ritmo que el imponía y levantando un poco sus caderas para que él la penetrara mas profundamente, como si fueran un volcán a punto de hacer erupción, una lava ardiente recorrió sus venas, a tal velocidad que sentían sus cuerpos estallar por donde la sangre hirviente avanzaba hacia su objetivo, y al mismo tiempo ambos cuerpos estallaron el placer, una corriente eléctrica los recorrió de pies a cabeza de tal fuerza que los hizo sacudirse uno en brazos del otro, y al unísono lanzar al aire gemidos de placer desgarradores mezclados con el nombre del otro, y palabras de amor que se resonaron en la habitación, para luego ahogarse en los besos desesperados que se propinaran en el momento que juntos atravesaron el umbral entre este mundo y el otro, tocando el cielo, robando un momento de eternidad, tocando el paraíso y perdiendo incluso la noción de este mundo, sin saber si aún estaban vivos o habían muerto en ese éxtasis de placer. El sintió como Lisa se estremecía en sus brazos como se aferraba a él, incluso le pareció saber que ella lloraba del placer perfecto que sentía, Ella sintió como el cuerpo de él se sacudía y se tensaba a la vez en sus brazos, como jadeaba sin control, para luego sentir dentro de ella su cálida descarga liberándolo por completo, para luego sentirlo colapsar completamente exhausto por la experiencia terriblemente placentera que acaban de compartir. Ninguno dijo nada, no podían siquiera hablar, respirar les costaba trabajo, sus corazones latían sin control de manera dolorosa en sus pechos.
Pero no había necesidad de palabras, cuando con hechos y acciones se habían demostrado cuanto se amaban, cuanto se necesitaban. Ya que ese amor puro que brotaba de sus almas y corazones no podía sino expresarse de esa forma un amor espiritual expresado en forma física que los había consumido por completo desde el primer día en que sus miradas se habían cruzado, gracias al destino que tenía reservado ese momento místico para ellos en donde uno descansaba sobre el cuerpo del otro totalmente derribados por el amor y placer.
Sus sesiones de amor continuaron durante toda la noche entregándose en cuerpo y alma una y otra vez sin descanso, sin tregua, sin respiro, hasta que completamente exhaustos cayeron dormidos uno en brazos del otro con una sonrisa en los labios, ya en el albor de un nuevo día, aún siendo un sólo cuerpo.
La luz de esa mañana de ese domingo entraba a raudales por la ventana de la habitación, Rick se cubrió los ojos con el brazo mientras murmuraba palabras incomprensibles, le dolía todo el cuerpo y no recordaba por qué, a lo lejos escuchó murmullos de voces, los balbuceos de un bebé, las risas de una niña y las palabras dulces de una mujer; Sin entender aún qué pasaba, abrió los ojos de golpe, una sonrisa suave apareció en sus labios al percatarse del lugar en donde estaba, aspiró profundamente el aroma de Lisa impregnado en la habitación sintió su piel erizarse al recordar los acontecimientos de la noche anterior, mientras una expresión boba aparecía en su cara, se estiró con pereza y su sonrisa se hizo más franca al notar sus músculos adoloridos y algunas marcas en su cuerpo, le levantó sin decoro y se vistió con su ropa que yacía a los pies de la cama, se sentía pleno y feliz. No había necesidad de salir corriendo como la primera vez que había estado íntimamente con Lisa, ni estar ansioso al verla despertar sorprendida como la segunda noche compartida con ella, mucho menos de despedirse de ella como la tercera vez, ahora sabía que todo estaba bien, como siempre debió ser. Se lavó la cara y se limpió un poco para luego abrir las ventanas y aspirar profundamente el aroma de la mañana, salió del cuarto y se dirigió hacia las voces que provenían de abajo, llegó hasta la cocina y la escena que vio hizo que se le llenaran los ojos de lagrimas… ahí estaba su familia.
Ronin sentadito en su silla de bebé tomaba de su biberón alguna bebida dulce, Lisa estaba entretenida junto a la estufa preparando algo que olía increíblemente delicioso y Miku jugaba distraídamente con su plato de cereal con fruta. Se quedó embelesado observando la escena sin habla, no fue sino cuando Lisa sintió su mirada que levantó la vista para encontrarse con esos ojos terriblemente azules que la miraban con profundo amor.
- ¡Buenos días dormilón! – Le dijo en un tono tan dulce de voz que Rick sintió su corazón derretirse
- ¡Papá! – Grito Miku levantándose de la silla y lanzándose a sus brazos intempestivamente, mientras el bebé agitaba sus manos emocionado
- Mi familia … - Murmuró en su sollozo cuando Lisa se acercó a él con el bebé en brazos y los cuatro se fundieron en un abrazo –
- Sí Rick, somos tu familia, una familia de verdad…por fin – Dijo Lisa con la voz entrecortada por el llanto – Y espero que pasemos el primer domingo de muchos juntos – Comentó cerrándole un ojo
- ¡Vamos de día de campo! – Gritó Miku emocionada – O a nadar, o al parque, al zoológico, al circo o a donde sea – Decía sin dilación en sus palabras mientras Ronin aplaudía aún en los brazos de Lisa
- Pero tengo que ir a mi casa…yo… yo no tengo nada y … - Balbuceó torpemente al darse cuenta que efectivamente ahí no tenia nada de ropa
- Rick – Le dijo Lisa cerca de su oído logrando que todo su cuerpo se estremeciera con ese pequeño acercamiento – Esta es tu casa, no tienes que irte jamás de aquí – Le dijo acariciando su mejilla con cariño…
- ¿Quieres decir que…? – Murmuro el emocionado…
- Sí… Rick…juntos por fin – Dijo ella besándolo suavemente en los labios ante la explosión de felicidad de los niños.
- ¡Princesa y Campeón! Estamos juntos de ahora en adelante – Finalizó él, tomando al bebé en un brazo y Miku abrazándola contra su cuerpo en el otro brazo, no sin antes lanzarle una mirada llena de amor a Lisa… su Lisa.
Ese día fue maravilloso para los cuatro, pero en especial para Lisa y Rick, quienes después de todos esos años de dolor y separación, por fin estaban juntos y al parecer para siempre. Esa noche después de su día agotador de diversión familiar, se fueron a la cama, una vez que los niños dormían Rick y Lisa se volvieron a entregar a ese amor que los había mantenido vivos por tanto tiempo. Extasiado de placer Rick se permitió relajarse con Lisa entre sus brazos, y mirarla antes de entregarse a ese sueño que su cuerpo le reclamaba, ese día era el primero en el paraíso, el paraíso que sólo Lisa y sus hijos podían darle; Lleno de paz y felicidad cerró los ojos y una sonrisa permaneció en sus labios toda la noche.
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