fanfic_name = Volver a Empezar/ Reedicion

chapter = Capitulo 4

author = Hayes2004

Rating = O18

Type = Angst

fanfic = Lisa cerró sus brazos tras Rick con fuerza sintiendo que todo su cuerpo reclamaba por él, una sensación de vértigo enorme se apoderaba de ella mientras los labios de Rick bajaban por su barbilla y seguían hasta su cuello, donde se detuvo para besarla y morderla suavemente.

-Esto es injusto…-le oyó decir roncamente mientras ella misma iba haciendo lo mismo en el cuello de él –…No puedes llegar y seducirme precisamente cuando vas a dejarme solo.

Pues, precisamente…- un involuntario quejido se le escapó haciendo temblar a Rick cuando volvió a morderla suavemente al tiempo que la levantaba como si apenas pesara para recostarla sobre el lecho-…Necesito darte motivos para…para que me extrañes….

Ya te estoy extrañando…- musitó deteniéndose para mirarla directamente a los ojos mientras una de sus manos subía, recorriendo las curvas del cuerpo de ella hasta llegar a su mejilla y se inclinaba a besar su frente con un largo beso. Lisa le acariciaba la nuca lentamente, si había algo que adoraba era enredar sus dedos en el sedoso pelo de Rick. – Hayes.

 

Ella, se aferró a él, uniendo su ruborizada mejilla a la de Rick, para murmurar en tono de súplica cerca de su oido…

El reloj…Hunter, por favor deténlo…- comenzó a bajar por su mejilla, al tiempo que abría la camisa de Rick y él cerraba los ojos, ruborizándose con cada botón que ella abría dejando a la vez un beso en cada centímetro de piel que iba descubriendo.

Oooh, Lisa…- su cuerpo se había tensado, incluso no se fijaba que estaba apretándola con fuerza pues el recordar la tibieza del cuerpo de Lisa le iba nublando la mente, lanzando los latidos de su corazón en una carrera asfixiante.

Rick?- contestó ella desde su pecho, con voz pastosa y anhelante, pero todo lo que pudo escuchar sólo se comparó con un gemido. Rick había reaccionado como si recibiera un choque eléctrico. Se inclinó nuevamente sobre ella demandando la posesión de su boca y así, sin dejar de besarla comenzó a desnudarla como si conociera de memoria su ropa, como lo había hecho ya en sus sueños…Lisa estaba a punto de llorar por tantas emociones y sensaciones, la piel, los labios, el cálido aliento de Rick…esos sonidos que emergían de lo más profundo de sus gargantas, todo era tan increíblemente excitante…se preguntaba si era ella realmente quien estaba viviendo esos momentos, desconocía su propio cuerpo por sentirse sorprendida de lo que era capaz de provocarle …esas sensaciones maravillosas pero hasta ahora desconocidas, nada comparado a lo que pudo imaginarse de ese momento.

Espera…- fue lo que paralizó a Rick, un sonido tan débil que creyó era producto de sus más profundos temores…la miró perplejo, parecía que hasta había dejado de respirar…Lisa no dijo nada, su delicado cuerpo se estiró bajo el suyo para alcanzar el teléfono y descolgarlo…Rick recobró el aliento tratando de reír mientras los brazos de Lisa volvían a rodear su espalda mirándolo con una sonrisa divertida…

¿ Tenías que recordarme de este modo por qué te amo…?- susurró acariciando sus labios tiernamente, ella parpadeó con coquetería, mientras alzaba una mano para acariciar su rostro

Llámalo simplemente anticipación- levantó el rostro y lo besó con pasión haciéndolo recuperar toda la inspiración que pudo perder con esa pequeña interrupción , su cuerpo se estremeció cuando Rick reinició lo que había interrumpido obligándole a ocultar el rostro en la tibia curva de su cuello, pero ahora fueron ambos los que compartieron una misma sensación….Lisa apenas escucho el murmullo de él pronunciando su nombre mientras hundía sus dedos en la espalda de Rick cada vez con más fuerza y se oía llamándolo despacio pero insistentemente para no llorar pero ambas cosas eran inevitables, porque Rick estaba entrando en ella suave pero profundamente.

 

 

 

 

 

 

 

Las luces del atardecer se filtraban por las persianas del cuarto dejándolos en penumbra porque Rick no había encendido la luz. Abrazando a Lisa, acariciaba sus cabellos con calma. Ella, medio adormecida ocultaba el rostro en su pecho abrazándolo también, oliendo la agradable mezcla de sus perfumes, hacía ya un rato que estaban descansando pero ella todavía podía sentirlo en ella como si se hubiera creado una nueva memoria sensitiva en su cuerpo y por la intensidad, parecía que demoraría en olvidarlo. Se ruborizó al recordar los momentos vividos hacía apenas unos minutos…todo lo que él había hecho para lograr que el dolor de su primera vez diera paso al más intenso y puro placer, se apretó a él rodeándolo como una araña mientras le besaba el mentón.

Gracias…- murmuró Rick sonriendo complacido por la sorpresa, acariciaba la curva de su espalda con la punta de sus dedos y le retribuyó el gesto con un beso.

A ti…- susurró ella cerrando los ojos para disfrutar de los cortos besos que ahora recibía en toda la cara.

Voy a estudiar el Kamasutra completo sólo para practicarlo contigo, aunque tengamos que hacer de contorsionistas…- bromeó Rick haciéndola reír

Trataré de estar en forma…- sonrió ella, pero Rick la observó, sus ojos rebelando una lujuria que no quería ocultar.

Diablos, Lisa…- murmuró respirando el aroma de su cuello , sintiendo que la llama que ardía en su cuerpo comenzaba a aumentar– Eres tan hermosa así que…- ella le hizo callar poniendo sus dedos sobre sus labios mientras involuntariamente se mordía el labio inferior…

No hables…- Rick tomó la mano que cubría su boca y beso gentilmente sus dedos mientras la tomaba de la cintura alzándola fácilmente para que su cuerpo lo cubriera, Lisa cerró los ojos ante el contacto, aferrándose a sus hombros cuando el besó su cuello mientras la sostenía por la nuca…

NO te dejaré ir…- le dijo comenzando a acariciarla mientras observaba su cuerpo y cómo ella se ruborizaba de nuevo ante sus caricias…- Olvidé decirte que acabo de detener el tiempo…

 

La música seguía sonando, mientras el volvía a hacerle el amor, con la misma desesperación y pasión que rato antes, notando que su propio placer provenía del que provocaba en ella. Lisa realmente lo había hechizado y ahora que habían perdido la timidez del primer encuentro estaban haciendo maravillas, porque estaban descubriendo juntos nuevas caricias y besos…Para Rick aquello parecía también su primera vez. A veces era sumamente suave y tierno pero por lo mismo se tornaba salvaje y desesperado. Temía ser muy brusco con ella pero el auto control que lo salvaba en los combates quedaba anulado por esa mujer que lo trastornaba con cada suspiro, con cada caricia, con cada nuevo beso…por primera vez cayó en la cuenta de lo que sería ahora su vida en ausencia de Lisa y se sintió indefenso y solo, la apretó cuanto pudo contra su cuerpo grabando la tibieza de su piel, la sensación de su boca, el aroma de su cuerpo y ella pudo notar el conflicto que nacía dentro de él porque ella estaba reaccionando igual…¿ Sería posible que fuesen tan parecidos aún cuando parecían estar a ambos extremos de una línea?…era un secreto para ella, una de las maravillas del amor; de cualquier modo si alguien trazara una línea imaginaria

 

En el infinito seguramente esta se encontraría con su extremo porque científicamente el universo tenía fin…y ahí estaba el suyo, bajo su cuerpo, haciéndole el amor. Las lágrimas de Rick se mezclaron con las suyas. No hicieron promesas, así como no se hacían líneas en el mar. Ninguno estaba pidiendo algo del otro, simplemente estaban entregándose todo lo que poseían realmente.

 

Te amo tanto, Rick Hunter…- murmuró ella antes de fundirse con él.

No más que yo, Lisa Hayes…- suspiró él cerrando los ojos para sentirla plenamente

Estás poniendo… en duda mi palabra, General?- sonrió ella provocativa. Rick sonrió ahora porque no lo pudo evitar…sin dejar de acariciarla

No… me vengas con eso del rango…ahora, Almirante…- contestó buscando su boca pero ella le negó el beso con diversión, Rick fue más astuto, tomando su rostro con una mano alcanzo a murmurar antes de besarla

Como sea, estoy a tu merced….cariño…- con su beso ahogó un suspiro de Lisa, que ya no tuvo voluntad para seguir peleando, rindiéndose a sus caricias como una obediente prisionera de guerra.

 

 

El jeep se detuvo cerca de la pista de lanzamiento. El blanco fuselaje del trasbordador relucía bajo las luces de muchos focos mientras personal de mantenimiento se encargaba de los últimos ajustes. Lang estaba discutiendo junto a Max, Exedore y Emerson. Los últimos detalles antes de partir.

 

Lisa bajó sin darle tiempo a Rick de abrirle la puerta, sacando la única maleta que llevaba y el notebook . Miró hacia el frente con evidente pesar, pero esperó a Rick para aprovechar los pocos minutos privados que tendrían. El tuvo que prácticamente quitarle el notebook para poder abrazarla y que ella lo abrazara. Estuvieron así un largo rato, mientras ella luchaba con sus lágrimas porque no quería llorar, no podía llorar.

 

Lang fue el primero en percatarse de su llegada, sorprendido ante el descubrimiento que acaba de realizar. Siempre creyó que los rumores acerca de un posible romance entre el Líder del Skull y la Mejor Oficial del SDF-1 era simplemente el comentario malicioso y de telenovela de las tres jóvenes del puente, que trabajaban cerca de ellos. Por la expresión en su rostro hizo que todos se volvieran en dirección a la pareja que seguía unida por el abrazo. Max simplemente se cruzó de brazos ante la inquisidora y curiosa mirada del doctor sintiendo que al fin la pareja comenzaba a funcionar realmente…

Faltaban 15 minutos para el despegue. Los dos se acercaron al grupo y a Max le pareció que Lisa arrastraba su maleta como si pesara demasiado. Admiró la serenidad en ambos cuando se cuadraron ante ellos.

 

Buen día Almirante, General…- Saludó Lang sin poder evitar mirarlos con curiosidad, ellos contestaron el saludo a todos, sólo Exedore les saludó con una inclinación de cabeza, los demás también se cuadraron ante ellos.

Espero no llegar tarde, veo que estaban conversando- dijo Lisa con su más tranquila sonrisa. Mientras un cadete retiraba sus pertenencias luego de saludarla oficialmente

Sólo plática de rutina – intervino Emerson, mirando su reloj - Ya está todo revisado, el trasbordador está al 100 por ciento.

 

Ambos asintieron y se unieron a la animada conversación técnica que el grupo mantenía en espera del aviso de abordar.

 

Tres veritech aterrizaron en una pista paralela y de uno de ellos descendió Miriya, quien regresaba de su patrullaje nocturno. Aceleró el paso para alcanzar a despedirse de Lisa…Alcanzó a cruzar pocas palabras con ella antes que un oficial avisara que el trasbordador abría sus puertas y se preparaba para el despegue.

El grupo se dividió en dos, sólo Lisa y Lang de un lado ante los otros cinco, Rick ante ella; se cuadraron firmemente en silencio como lo disponía el código militar mientras en sus ojos el brillo de la añoranza y la tristeza decían todo cuanto no podían expresar ahora con palabras.

Extrañamente en la memoria de Lisa se había comenzado a repetir la letra de esa canción que Max y Miriya les dedicaran la noche de Año Nuevo

 

“ El camino es largo, hay montañas en nuestro camino, pero las escalaremos un paso cada día”-

 

Esta misión era una montaña demasiado alta, pero ella tenía fé, aún cuando tuvo que darle la espalda a esos ojos azules tan brillantes y tristes como los propios y subió al trasbordador, batallando con todas sus fuerzas contra el deseo de correr a abrazarlo y besarlo por última vez… En tierra todos guardaron silencio, Rick hasta llegó a pensar que le acompañaban en su dolor, al menos sabía que Max y Miriya sí lo comprendían. Subieron al jeep que los alejó de la pista, y él continuó callado mirando la nave. Cuando esta partió en su vuelo vertical finalmente bajó las vista sintiendo un extraño temor que recorrió su cuerpo obligándolo a levantarse del asiento, apretó las manos con fuerza…” Lisa no se va al extremo de la galaxia” se dijo mentalmente, pero por qué le parecía que sí lo estaba haciendo… Max se levanto para apoyar una mano en su hombro, Rick lo miró por un instante luego sus ojos volvieron al cielo cada vez más claro donde el trasbordador comenzaba a convertirse en un punto de luz.

 

 

 

 

 

Una compuerta se abrió pesadamente iluminando una oscura celda, en cuyo rincón derecho una deforme masa se revolvía en la oscuridad. Cuando la luz del exterior alcanzó el extraño bulto del piso dejó a la vista de Khare a un grupo de temerosos y desgreñados humanos. Su primera reacción fue retroceder un paso pero la voz de Alkhar le tranquilizó

 

- Tranquilo, camarada…Cómo puedes temer de estas insignificantes criaturas

-¿Estos son sus juguetes, Lord Alkhar….? Parecen humanos…

- Lo son…- sonrió complacido al ver el temor en las diminutas caras de los prisioneros que se apretaban contra la pared. Khare abrió aún más los ojos

Pero…milord, cómo es posible…? Trantesia está a años luz del sistema microniano…

Pero, Khare – contestó – los trantesios son una civilización de exploradores…hace varias unidades de tiempo que una de sus naves se acercó al cuarto planeta y tomó prisioneros a todos los habitantes, no les fue difícil porque estaban hacinados en una pequeña base que tenía apenas un pequeño contingente militar, según me han narrado estos pocos sobrevivientes personalmente en los interrogatorios a los que les he sometido…

¿Una base en el cuarto planeta….?- murmuró pensativo…- Yo estuve allí, los micronianos hicieron estallar las instalaciones y perdimos muchos pods por ello…

Una maniobra inteligente…

Una maniobra desesperada porque Lord Khyron les había tendido una trampa . Estuvimos tan cerca de tomar la nave de Zor entonces….

Muy bien… has visto suficiente. – le indicó la puerta para que lo siguiera al exterior y mientras se alejaban por el pasillo le informó – Ya elaboré mi plan, Khare. La flota tiene orden de abandonar este sector e ir al sistema microniano. Nos uniremos a Khyron y usaremos a estos humanos como señuelos. Si las Tácticas militares no han resultado con ellos engañémoslos y propongámosles un obsequio de paz…- apenas terminaba de decirlo cuando comenzó a reír saboreando de antemano la victoria y su astucia.- Te unes a mí…dándome tu lealtad a cambio de un sitio en los anales de la historia gloriosa de los zentraedis?

Cómo negarme a un plan tan atractivo, milord.

Entonces prepara tus naves, porque entraremos al hiperespacio apenas organice los cruceros…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Totalmente ignorantes de lo que acontecía a miles de parsecs de distancia, la alianza de humanos y zentraedis se concentraba en la elaboración de los objetivos de la Flota expedicionaria y la construcción en el espacio de la principal nave de la flota. Podría parecer que todos trabajaban para un mismo fin pero, lamentablemente en el Alto Mando uno de los Generales más respetados se encontraba en desacuerdo total con la misión, era El Comandante Leonard, quien se caracterizaba por su excesiva suspicacia y conocida xenofobia.

 

 

 

A Exedore le parecía que cada encuentro con el era una batalla personal y no se equivocaba. Leonard alegaba la indefensión de la tierra ante la partida de la Flota aún cuando no había fecha para ello, además de obligar al cuerpo técnico a reforzar la construcción de nuevos mechas para la protección ante un posible ataque alienígena.

Emerson era el único capaz de escuchar sus largos monólogos de reclamo, simplemente por el hecho de estar a cargo del área de RRHH y por su obligación de quedarse en la tierra para trabajar con él.

 

Vincent Grant se había integrado a la RDF en Nueva Macross y estrechaba cada día más sus lazos con el General Hunter y el Comandante Sterling, gracias a la cercanía de ambos con su fallecida hermana y su novio, el legendario Roy Fokker. Su esposa, la doctora Jane Grant estaba más cerca de Miriya, porque si bien en un principio su relación con ella era más bien de estudio clínico por ser ella la primera mujer zentraedi en dar a luz a la hija de un humano, ahora que la pequeña Dana compartía la misma sala cuna de su hijo, el moreno y pequeñito Bowie se había interesado en Miriya como madre y amiga. Gracias a la inquieta Dana el pasivo y a veces autista Bowie había comenzado a ser un típico niño de cuatro años, contagiándose con las travesuras de la hiperactiva hija de los Sterling..

 

Rick bajó de un salto del Skull –1 saludando al técnico que se encargaría de la mantención de rutina del Veritech, segundos después el Veritech de Max descendió en la pista paralela y le dio alcance a su líder.

 

Buen patrullaje el de hoy…-le dijo dándole un golpecito en el hombro –Es increíble lo que ha avanzado la construcción de las ciudades cercanas. A este paso pronto la Tierra volverá a ser como hace medio siglo.- se quitó el casco

Sí, Max . estoy sorprendido una vez más de la capacidad de la Tierra de regenerarse y de la capacidad humana de enfrentar lo adverso y salir adelante con todo un arsenal de nuevas ideas y energía.

Vaya, Rick, por el tono de tu voz te siento como un extraterrestre…No logro captar en ti esa capacidad humana de la que hablas- bromeo

 

Rick respondió con una sonrisa cansada cambiando de mano su casco distraídamente, Max se detuvo de repente mirando seriamente hacia el frente, cuando Rick vino a darse cuenta casi había chocado con una figura delgada que le esperaba con las manos cruzadas.

 

“Minmei”

 

La chica le miró tratando de sonreír, el cabello azulado se despeinaba con la brisa, Max la saludó cortésmente y se alejó luego de despedirse de Rick.

 

-Hola…Rick

- Minmei…-repitió – qué sorpresa.

 

Ella seguía inmóvil ante él, toda ella parecía temblar mientras lo miraba directamente a los ojos y se daba cuenta que en los de Rick sólo había sorpresa y ya no esa mirada que solía tener cuando estaba ante ella.

- Rick…yo vine…-trató de sonreir para disimular su desencanto – Te invito un café…

 

Rick asintió sonriendo…

 

-Gracias, la cafetería de la base no debe estar tan llena…

 

La música en la cafetería se confundía con el ruido de las conversaciones de los soldados que llegaban a disfrutar de un merecido break en sus turnos o simplemente a charlar. Muchos de los presentes no pudieron evitar comentar entre sí la visita de la súper cantante y más aún que estuviese acompañando al General Hunter cuando casi todos sabían de su relación con la Almirante Hayes.

 

 

“Desde la fiesta de Año Nuevo me dediqué a grabar un disco nuevo con todas esas canciones antiguas que tanto me gustaban de niña y que me impulsaron a cantar…”-contaba con melancolía-“Espero que hayas comprado mi disco…”

-Ejem,…yo, Minmei la verdad….

-Lo sé, era demasiado pedir que me recordaras ahora que estabas junto a Lisa. ¿ Verdad?

-No es eso, lo que pasa es que he tenido mucho trabajo y apenas he podido hacer vida social

- Cómo estás con ella, Rick?...- preguntó mirandolo a los ojos fijamente tratando de encontrar en ellos el brillo…el brillo que le pertenecía.

-Muy bien…- bajó la vista preguntandose qué ocurriría si Lisa se enterase de esa cita, confiaba en Max y estaba seguro que se lo diría apenas tuviese la oportunidad de hacerlo pero por primera vez cayó en la cuenta de que ese no era el sitio correcto para una cita con Minmei aunque se tratara de algo superficial- ella no está aquí ahora.

-Lo sé.- contestó afirmando el rostro en una mano *- ya no soy la tonta que jamás leía las noticias. Se marchó hace un mes al espacio, sin ti.

-Yo no lo diría de ese modo, Minmei- le dijo comenzando a sentirse incómodo

-¿Crees que tengamos otra oportunidad para vernos?- consultó mirándo su reloj- Debo marcharme a grabar un comercial para Petit-Cola.

-No creo que haya algún problema…-balbuceó tontamente apenas creyendo lo que se oía decir. Minmei se había puesto de pie y se inclinó a besar su rostro, como aquella vez ante las ruinas del SDF-1, pero ahora ese beso no parecía un adiós sino todo lo contrario.

 

 

 

 

 

 

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