fanfic_name = Volver a Empezar/ RECONSTRUCTION BLUES II / Reedición
chapter = Primera parte capitulo 1
author = Hayes2004
dedicate = A todos los que han seguido esta historia, que son muchos y no los podria nombrar a todos sin dejar a alguien de lado, esta es la versión que merecen. sin errores ( creo) ni omisiones...
espero que les guste. No cambia mucho, pero se ve más linda.
Rating = O18
Type = Angst
fanfic = Volver A Empezar ( Reconstruction Blues II)
Abril Knight ( Hayes 2004)
Dedicado a la Nueva generación,
a todos los que mantienen vivo
el sueño Robotech
y especialmente a
las generaciones que vendrán.
Capitulo I
La nieve había dejado de caer aquel gris anochecer. El viento helado aullaba por las calles desiertas cuando faltaban escasas 30 horas para la celebración de año nuevo y nada parecía indicar que los pocos sobrevivientes de la última batalla Robotech quisieran festejarlo.Por momentos el aire se llenaba de un olor extraño, acre, de hierro fundido y gases, luego se limpiaba, se volvía tan puro y frío que dolía la nariz al respirar.
Max y Miriya salían junto a Rick y Lisa del destartalado y colapsado hospital de Nueva Macross luego de que la capitana Hayes permaneciera una hora en observación por posibles lesiones luego del colapso del crucero de Khyron contra el SDF1 y 2; por suerte sus lesiones no pasaban de ser leves magulladuras y moretones.
- ¿Qué les parece si los dejamos en casa antes de ir por Dana- ofreció Miriya tomando el brazo de Max- Está de camino al refugio…
- Karita y Bronn deben estar con los nervios destrozados con esa pequeña diablilla…- observó Max tratando de sonar alegre, pero en el fondo, aunque los cuatro sonrieron, en sus rostros había una huella de profundo dolor y cansancio, especialmente en el rostro pálido de Lisa.
- Gracias, pero no se preocupen- Intervino Rick.-Yo cuidaré de Lisa, será mejor que ustedes se apresuren por Dana antes de que tengamos que lamentar la neurosis de nuestros amables amigos…
- ¿Están seguros…- consultó Max por última vez mientras se detenían frente al Jeep militar, ignorando todos el frío viento protegidos por sus gruesos sobretodos de lanilla sintética.-…que no desean venir con nosotros?
- Rick tiene razón- asintió Lisa- además ustedes han hecho demasiado por mi al acompañarme durante esta hora…Dana los necesita…
- Más que tú…-sonrió Miriya terminando esa frase que mentalmente todos ya habían imaginado, la abrazó con fuerza para decirle-Cuídate, te llamo por la mañana, OK?-Lisa pensó que con esa demostración de afecto se desmoronaría.
Todo el apoyo que recibía de los Sterlings y de Rick le hacían recordar una y otra vez la pérdida irreparable de Claudia y de toda su “familia” del puente de comando, pues era eso en lo que Sammie, Vanesa, Kim, Gloval y Claudia se habían convertido desde su llegada al SDF-1, más aún después de la muerte del Almirante en Alaska casi tres años atrás.
Max se despidió de ellos y subió al jeep luego de ayudar a Miriya, para alejarse después, por la ancha y vacía avenida. Rick y Lisa los observaron alejarse en silencio…Donde la avenida acababa, unas cuadras ante ellos se alzaban las ruinosas sombras de los gigantescos colosos espaciales que ahora descansaban como cuerpos muertos de grandes bestias ahogadas.
- Es triste saber que casi todos quienes han muerto en esta guerra no tienen tumbas- murmuró ella- Claudia y los demás son ahora como ellos, como cualquier víctima de la guerra.
- Como todos esos héroes- intervino Rick tomando su mano- Hace frío, Lisa. Te llevo a tu casa.
Ella aceptó su guía como la niña sigue a la protectora figura de su padre. Se sentía confundida…en su interior había una bizarra mezcla de sentimientos y sensaciones encontradas. Sentía que al fin la felicidad le había alcanzado, brindándole la compañía de la persona que más amaba en el mundo pero al mismo tiempo no podía disfrutar de tal emoción por el dolor que le producía el haber perdido a sus amigos y colegas de ese modo tan injusto…Cuando Lisa vino a despertar de sus letárgicos pensamientos Rick le tendía la mano para ayudarla a bajar del coche. La casa estaba silenciosa, fría y a oscuras. Milagrosamente el barrio militar no había sufrido grandes daños,por lo que el suministro de agua y electricidad funcionaban correctamente. Hunter encendió la luz, ayudandole a Lisa a quitarse el abrigo y luego colgarlo junto al suyo en el perchero. Luego encendió la calefacción central.
- ¿Quieres recostarte? Puedo prepararte un chocolate caliente- susurró mientras se acercaba a ella sintiéndose extraño de estar de nuevo en una posición protectora…tuvo un leve flashback de lo que había sido su obstinado apego a Minmei. De pronto la vió tan frívola y débil pero al mismo tiempo como una víctima de su propia inmadurez al no poder con su vida de ensueño y adulaciones, luego Lisa volvió a su mente, como desde hacía horas, cuando había aceptado al fin que todo el respeto, la admiración e incluso el antagonismo que le demostrara no era otra cosa que la negación inconsciente de algo mucho más profundo que su amor por Minmei, algo más profundo que la huella de la guerra…pero al mirar a la hasta ahora invulnerable oficial superior, convertida en una pálida y temblorosa mujer casi al borde del llanto, le rompía el corazón, le hacía amarla más pues con esos defectos, se igualaba más a él, que se consideraba como un humano cualquiera, pues eso terminaba de humanizarla definitivamente ante sus ojos otrora tan críticos con sus actos. Sintió unas ganas locas de abrazarla y lo hizo, con fuerza y ternura. Parecía que era eso lo que ella esperaba para finalmente desahogar todo el dolor que le oprimía el pecho. El cuerpo de Lisa comenzó a temblar a causa del llanto y la intensidad de sus silenciosos sollozos. Por un momento Rick temió por ella, por su dolor, había tratado de mantenerse firme para darle valor pero saber que sufría tanto terminó también por quebrarlo a él. No dijo nada sólo la apretó contra su cuerpo, besando su cabello, recordando cuando fue la última vez que la sintió así de cerca…Hacía tanto ya de eso, de ese amanecer en Alaska.
Lisa, estaba tan absorta en su propio sufrimiento que sólo descubrió el de Rick cuando una tibia lágrima mojó su frente, suspirando alzó la vista para mirarlo y comprobar lo que acababa de descubrir
- Rick…estás llorando…-le secó las lágrimas con mano temblorosa
- A mí me duele también haber perdido a Claudia y a los demás…pero más me duele saber que estoy contigo y no sé qué hacer para reconfortarte…
- Oh, Rick!- susurró Lisa colgándose de su cuello- he sido tan egoísta…...-suspiró profundamente oara alejarse de él un paso.-Dígame, Capitán.- le sonrió a él y a la tormenta- Gusta algo caliente o un vaso de licor…Olvidaba que la anfitriona soy yo.
Rick la observó suspirando involuntariamente, esbozando una tímida sonrisa sin soltarle la mano mientras sus lágrimas se secaban en sus doradas mejillas
- Un chocolate estará bien. Hace frío.
Lisa le sonrió yendo a la cocina, a sabiendas de que él la seguiría. Ahora era Rick el niño en busca de la guía de su madre. Prepararon juntos la deliciosa y cálida bebida para luego sentarse a compartirla en un curioso silencio, lleno de miradas entre tímidas y cómplices.
-Es extraño estar así contigo-confesó Lisa-jamás pensé que tú y yo lográsemos algo más que una discusión por cualquier cosa.
-Bueno-sonrió él tratando de bromear con el asunto- Lo que ocurre es que fui asignado a una superior muy quisquillosa y amante del deber y las reglas Ella sintió esa mezcla de diversión y enfado que no te hace ni reír ni enojar, pero finalmente sonrió.
-¿Quisquillosa y amante del deber...? Perdóneme señor pero no sería que el subordinado era demasiado volátil e indisciplinado?
- A continuar con la costumbre....-sonrió en broma-...sabes que a veces suelo ser obtuso... ¿Quieres discutirlo?
- No gracias-aceptó ella divertida, levantándose con los mugs para lavarlos en el fregadero. Observó por la ventana como la nieve había comenzado a caer otra vez con fuerza y sintió frío a pesar de lo cálido del ambiente interior. Estaba tan acostumbrada a esa solitaria rutina que cuando Rick le abrazó suavemente por la cintura no pudo evitar un respingo.
- ¿Qué ocurre?-murmuró Rick sorprendido por esa reacción
- Me asusté...-aceptó ella comenzando a reír por su torpeza. Rick comprendió entonces lo ridículo de su sorpresa inicial, al darse cuenta al fin que ella acostumbraba a estar a solas, totalmente ajena a ese tipo de contacto. Apoyó el mentón sobre su hombro para murmurar
- Lo siento...no fue mi intención asustarte, al contrario.
- Lo sé- aceptó alzando una mano para acariciarle una mejilla. Estuvieron así, cerca, un largo rato. Disfrutando de la compañía del otro. Era una sensación agradable y hasta ahora desconocida para ambos.
- Se hace tarde-dijo Rick apenas, como si decir esas palabras le costase un gran esfuerzo y realmente le estaba costando. La volvió hacia él- Debemos descansar. Tú debes reponerte y dormir....mañana te tomarás un merecido día libre. Ya hablé con Max. Está dispuesto a ayudarme con la organización de la base.
- Pero debo estar...
- Pero, es una orden- le dijo contrarrestando esa réplica esperable de ella, mientras le tomaba por las mejillas – Déjame ser tu superior al menos en lo que a tu bienestar se refiere. -Lisa sonrió, recibiendo el cálido beso que Rick le dio luego de esas palabras que sonaron a súplica.- aunque,- confesó Hunter mirándola fijamente a los ojos-creo que este beso ha sido un claro abuso de poder...tienes todo el derecho de enviarme a una corte marcial.
- Oh, Rick!!- sonrió ella colgándose de su cuello con fuerza, como si con ello pudiera evitar la separación. Volvieron a besarse, larga y profundamente
- Capitana...- susurró aún cerrando los ojos- Otro beso así y no podré marcharme...
Lisa sonrió y lo besó otra vez, del mismo modo como una infantil provocación.
- No tienes que irte- murmuró entonces- Hoy la soledad se me hace mala compañera.
- A mí también – aceptó apretándola con fuerza hacia él.
La pequeña Dana se había dormido recién y Max regresaba al cuarto donde Miriya, enfundada en un cómodo pijama de satín, acababa de acostarse.
- Duerme como un lirón- avisó su esposo quitándose la bata para recostarse a su lado, abrazarla y darle un beso.
- Pobre Lisa...- le dijo Miriya- se veía tan indefensa.
- Creías que era de hierro ¿No?- le dijo el suavemente como era su costumbre- Todos olvidamos por mucho tiempo que ella tiene sentimientos como todo el mundo.
- Imagino que la única persona que lo tuvo claro siempre fue Claudia- acarició los cabellos de Max, luego de quitarle los lentes y dejarlos en la mesita de noche.
- Es una pena todo lo ocurrido con el personal del SDF-1- Miriya aceptó en silencio mientras continuaba acariciándolo- Al menos Rick abrió los ojos a lo obvio y Lisa no estará sola.-Todo este tiempo todos supimos que él la amaba. ¡Por qué los humanos son tan complicados con eso del amor, Max?. Yo apenas te ví, a pesar de todo lo que nos separaba, lo tonto de mi actitud y orgullo de guerrera herida, siempre supe que debía estar contigo.
- Yo también, mi amor, yo también.
- Lo sé y agradezco a ese ser que llaman Dios por ponerte en mi camino, pues a tu lado volví a nacer, un mondo nuevo se abrió para mí. Tengo una hermosa hija...sin ti mi vida hubiese continuado vacía y vana. Te amo Max
- Miriya...- sonrió inclinándose a besarla con ternura. Los verdes ojos de su mujer le observaron brillantes, mientras comenzaba a abrirle la camisa del pijama.-Amo tu determinación, cariño- sonrió él comenzando a hacer lo propio con ese pijama de satín que él odiaba tanto pero que al mismo tiempo amaba por el simple hecho de saber que podía quitárselo- Esto me podría costar un atraso mañana- susurró besando su delicado cuello con la misma pasión que la primera vez- Rick podría degradarme....-alcanzó a decir antes de que Miriya terminara de quitarle la camisa y le hiciera callar con un beso, mientras iba situándose sobre él para facilitarle la labor de quitarle la odiosa pijama, sin dejar de besarlo.
La chaqueta de Rick descansaba sobre una silla junto a sus pantalones como mudos testigos de la tierna escena que sucedía en el lecho de Lisa....rendidos por el cansancio y los pesares se habían dormido abrazados, él en actitud protectora, le abrazaba y una de sus manos se enredaba en sus cabellos lacios como inequívoca evidencia de que se había dormido acariciándolos y ella abrazada a su cintura tenía el rostro oculto en su pecho. No habían hecho el amor, no había prisa pero tampoco faltaba deseo, simplemente habían permanecido hablando del futuro, dejándose llevar por la vida, que, caprichosa como era, los había unido luego de poner a prueba todas sus resistencias.
Minmei había regresado al refugio, silenciosa desde su separación de Rick, tragándose el llanto y confortándose a sí misma con la promesa de un nuevo mañana. Junto a ella en el oscuro rincón donde estaba sentada había otra mujer, llorosa empinándose una botella de whisky.
-¿Quieres?- ofreció la rubia Jan Morris- Anda Minmei....Tu carrera y la mía están tan destruidas como la misma tierra. ¡Ten!-insistió- esto te hará bien. No te solucionará la vida pero te hará más llevadera esta miseria.
-No deberías beber, Jan
-¡Tonterías!- se jactó la rubia- ¿Cuándo dejarás de ser la santurrona chica maravilla? ¡Mírate, por Dios! Pareces hasta más amargada que yo.
Minmei tragó saliva, preguntándose cómo luciría que la propia Jan, tan aduladora y cínica le decía esa verdad....Aceptó la botella en silencio, no para demostrarle a la veterana de que ya no era una niña sino porque realmente deseaba evadirse de ese sentimiento de pérdida abismante, de decepción, de rabia. La amargura del trago le trajo a la mente el recuerdo de Kyle. Se preguntó cómo su primo podía beber eso, pero luego del otro sorbo la bebida no pareció tan desagradable
Se oían conversaciones en la penumbra, ninguno de los refugiados dormiría esa noche, abrumados por todo lo vivído durante tantos años, especialmente lo sucedido ese día...El final de la amenaza Zentraedi se contraponía al temor de la indefensión sin la gran Fortaleza Espacial. Rato más tarde, el rumor de las pláticas se confundió con un canturreo leve:
“ What do you do, when i turn off the lights
no matter who I touch, it is you I still see
Just touch and go, but no one touches me...
It’s tou I miss
It’s you who’s on my mind
It’s you I can not ... I can not leave behind...
Leave...leave behind....”
Jan entreabrió los ojos para mirar a Minmei, quien casi se acababa el contenido de la botella
-Dame acá- balbuceó- Deja de cantar esa estúpida cancioncilla y duérmete.- le quitó de un movimiento la botella, entonces Lynn Minmei, la gran Lynn Minmei abrazó sus rodillas ocultando el rostro entre ellas, mientras su cabeza daba vueltas y en el torbellino una voz interior no cesaba de repetir un nombre
...Rick...
La luz del amanecer comenzó a filtrarse por las cortinas cuando Rick se despertó. Abrió los ojos con la sensación de no estar en su cuarto y sonrió para sí al ver a Lisa dormida como una niña entre sus brazos. Algún movimiento macabro había hecho que el fino tirante de la camisa de dormir se deslizara por el brazo, dejando libre la formada curva de su hombro, la depresión de su cuello abriendo un poco más el escote. Rick se quedó viendo ese cuadro con embeleso casi hipnótico, se descubrió deseándola, pero a la vez sintiéndose culpable por ello porque entendía que ella no estaba preparada para intimar a menos de un día de perder a sus amigos más íntimos. Estaba subiendo el tirante con sutileza cuando notó que ella había abierto los ojos y le miraba en silencio como si le costase aceptar que habían dormido juntos, que él estaba allí a su lado y no habían discutido por necedades....
-Hola-saludó Rick con el tirante a medio subir, temiendo que tal vez ella creyera que lo estaba bajando.- se...se te cayó durante la noche...y yo...-advirtió tartamudo
Lisa alzó una mano y tomo su rostro para guiarlo a su boca sin decir palabra...ella no había hecho ningún juicio a su mano en el tirante. El beso que comenzó como un inocente saludo matutino se fue tornando cada vez más profundo y desesperado. Rick se situó junto a ella , alzandose un poco para profundizar aún más la caricia y ella bajó sus manos para juguetear con su polera sin atreverse a hacer algo con ella, por causa de su propia timidez e inexperiencia. Rick la miró a los ojos, peinando sus cabellos, al verla así, tan hermosa y provocativa sólo pudo decir lo que sentía, al tiempo que unía su frente a la de ella cerrando los ojos
-Dios, Lisa...te amo...te deseo tanto...
Ella se permitió grabar esas palabras y esa actitud casi desesperada en lo más profundo de su ser, volvió a tomarlo por las mejillas acercando su rostro al de él.
- Y yo a ti, Rick....Te amo...-murmuró besándolo otra vez. Rick tembló, entendía hacia dónde les llevaría esos besos y entendía aun más que Lisa no había estado jamás con otro hombre, sería suya, como si hubiese esperado toda una vida sólo por y para él y el saberse merecedor de ese privilegio le descolocaba, lo mareaba...respiró del suave perfume del cuello de ella antes de besarlo y de sentir como los finos y largos dedos de ella acariciaban su piel bajo la polera. Deslizó el famoso tirante hacia abajo y besó su hombro situándose ahora sobre ella que se acomodaba para recibir el peso de su cuerpo sumisa y anhelante.
Rick nunca pensó que quitar una camisola costaría tanto ni sería tan excitante como lo fue quitarla del cuerpo de Lisa, menos aún que sentiría tanta necesidad de sentirse desnudo. La besó con pasión, acariciándola con devoción siendo dulce y violento a la vez, enloqueciendo cada vez que ella mencionaba su nombre cuando las cortas pausas de sus besos se lo permitían. Rick hasta pensó que su corazón iba a estallar en el momento que comprendió entraría en ella, pero el agudo timbre del teléfono sonó junto a ellos en el velador. Ambos se miraron sorprendidos, sin poder creer lo que estaba pasando.
El segundo Ring –Ring les trajo a la realidad finalmente, Lisa se volvió para alcanzar el inalámbrico y contestó mientras Rick se tendía a su lado suspirando para abrazarla por la espalda.
- Hayes- contestó ella sin poder evitar sentirse divertida por esa decepcionante e inoportuna llamada, recordando que Miriya se la había prometido al noche anterior.- Hola, Miriya. Buenos días...
- ¿Cómo estás? – dijo ella desde el otro extremo del barrio militar- ¿Dormiste bien? ¿Necesitas algo?
- No gracias, estoy bien.... ¿Que tal ustedes?
- Bien. Max acaba de despertar, por lo que puedes informarle a Rick que llegará un poco tarde a la base...Está contigo ¿Verdad?- Lisa pudo adivinar la pícara expresión en la hermosa cara de la zentraedi, quien habiendo llamado a la casa de Hunter minutos antes no le había encontrado.
- Sí, se lo diré- contestó mientras recibía un beso en el hombro- dile a Max que no se preocupe, creo que Rick llagará a la base a la misma hora que él.
- Entiendo- murmuró Miriya aguantando las ganas de gritar de contenta- Nos vemos
- Claro, ven a casa, hoy tendré libre- Rick observaba ceñudo al oir su nombre, pero no dijo nada, pues comenzó a peinar sus cabellos volviendo a suspirar involuntariamente por su propia decepción
- Ok. Llevaré a Dana, adiós.
- Las espero, Adiós Miriya. –Colgó volviéndose a Rick para comenzar a reír ambos, al saber que su primera oportunidad había pasado.
**************************************************************************************************
Miriya miraba el teléfono sin dar crédito a lo que acababa de oír, fantaseando en que Lisa habría tenido una romántica noche como la suya....se sintió feliz por ellos y cuando finalmente colgó exclamó un sincero y sonoro ¡¡¡¡¡SIIIII!!!!!
Max salía del baño, abrochando su uniforme, le miró extrañado.
-¿Qué pasa, mi amor?
Miriya se levantó, aún con el pijama de Max puesto y lo abrazó contenta
-Al fin Rick y Lisa están juntos, Max-le dijo-Rick y lisa por fin están juntos.
Eso ya lo sabemos, mi amor- susurró él abrazandola con su típico despistamiento inicial
- Oh, Max – exclamó ella golpeando su pecho para alejarse, perdiendo la paciencia- Rick también llegará tarde a la base.- avisó en tono obvio
- Por qué?- volvió a preguntar sin entender lo que Miriya había tratado de explicarle.
- Uf!- bufó ella-iré a levantar a Dana- se alejó de el, al notar que Max no terminaba de despertar. El se le quedó mirando como si al fin su cerebro hubiese terminado de procesar la información, poco a poco fue esbozándose una sonrisa en su cara.
- Rick es un pillo!!!- exclamó l fin- Miriya, ni amor, ya entendí!-exclamó siguiéndola al cuarto de la pequeña. Dana se desperezaba silenciosamente en los brazos de su madre cuando Max entró diciendo- se quedó en casa de Lisa- le quitó a su hija de las manos para arrullarla un rato antes de irse a trabajar.
Miriya le miró sonriendo
- Mi vida...-le dijo- en cosas del amor a veces eres un excelente piloto.
Cuando Rick salió del baño con su cabello desordenado y a medio vestir, Lisa le esperaba con una taza de negro y humeante café, que recibió agradecido.
-tendré que ir a casa por un uniforme limpio- observó bebiendo con cuidado mientras ella terminaba de abrocharle la chaqueta
- no te preocupes- contestó ella- imagino que hoy no será un día normal y el personal sufrirá retrasos. No es fácil ir al trabajo luego de una catástrofe, recuérdalo.
El asintió, para mirarla, Lisa se cubría con una bata de delicada seda. Poco a poco Rick iba descubriendo a la fémina tras el uniforme y era maravilloso hacerlo.
-Además- continuó ella tratando de ordenar ese cabello tan rebelde como él mismo- ya sabes que tu mano derecha también se atrasará.
El la asió por la cintura, haciéndola ruborizar al recordarle lo ocurrido entre ellos antes de que el teléfono sonara.
- Lisa, yo...no quiero apresurar las cosas, pero...
- No digas más....-aceptó ella- Lo sé...sólo que como te dije una vez, a veces los sentimientos no responden como quisiéramos...
- No estás enfadada conmigo ¿O sí?
Lisa mantuvo la mirada fija en los oscuros ojos de Rick
- Por supuesto que no...supongo que así debe ser.
- Pero es curioso...Tú y yo...todavía me cuesta creerlo.
- Dimelo a mí, aviador!- sonrió ella, pero pronto su rostro se oscureció cual si una sombra se hubiese interpuesto entre ambos, lo miró seriamente-¿ Estás seguro que es esto lo que realmente quieres?
- Por qué lo dices?-preguntó terminando su café
- Bueno...-se confundió- Tú sabes....hasta ayer por la mañana tú....
- Lo dices por Minmei-preguntó serio
Ella aceptó en silencio. Rick acarició su rostro delicadamente buscando las palabras apropiadas para expresar lo que sentia, de un modo que a ella no le quedaran dudas
- Lisa, voy a contarte un secreto...-ella temió una sorpresa desagradable pero la expresión de Rick le hizo olvidarlo enseguida- La primera vez que pensé en ti como algo más que mi oficial superior, la “arrogante gruñona que eras”, fue cuando te saqué de la base Sara.... No Podía entender por qué te empeñabas en morir allí, de ese modo. Pero después pude comprender que tenías razones muy poderosas para hacerlo, y además de parecerme una persona muy valiente sentí una ternura y atracción tan especiales que a pesarde mi comportamiento durante todos estos años siempre estabas tú en mi mente, como algo más....como una espina que clavaba cada vez más fuerte, a pesar de todo lo que creí sentir por ella....y tal como te lo confesé, te amo...y quiero estar contigo hasta que tu paciencia me lo permita.
Ella sonrió con los ojos llenos de amor y de llanto, abrazandose a él en silencio.
- Te amo...-repitió el con una sinceridad que por un momento llegó a asustarlo.
State = Continuará/To Be Continue
feedback = Sí/Yes
email = akpechileARROBAgmail.com