Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Sueño de una Noche Eterna

Chapter / Capitulo: Capitulo 1

Author / Autor: Clo

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Romance

Fanfic: SUEÑO DE UNA NOCHE ETERNA  
 
Que hubiera pasado si Lisa no hubiera encontrado el valor de decir Te Amo 
 
CAPITULO UNO  
 
¿Me has llamado bella? Lo has de retirar. 
Demetrio ama tu belleza. ¡Gran dicha! 
Le guían tus ojos, y tu voz divina 
le suena más dulce que al pastor la alondra 
cuando el trigo es verde y el espino brota. 
El mal se contagia. ¡Pero no un semblante! 
El tuyo, mi Hermia, quisiera robarte. 
Mi oído, tu voz; mis ojos anhelan 
tus ojos; mi lengua, el son de tu lengua. 
Fuera mío el mundo, menos a Demetrio, 
por cambiarme en ti lo daría entero. 
¡Ah, enséñame a ser bella, dime ya 
cómo logras a Demetrio enamorar! 
 
– Por que no pude hablar cuando debí hacerlo – se pregunta una atribulada Lisa Hayes acostada en su cama con la vista fija en el techo de su habitación. 
 
Los rayos de sol entran por la ventana a pesar de sus gruesas cortinas, sabe que es ya es de día, pero no desea levantarse de su estado semi-vegetativo auto-impuesto, no quiere exponerse a escuchar absolutamente nada del “”increíble” evento del día anterior. 
 
“Maldita sea Rick Hunter, ahora que voy a hacer…” - sus tribulaciones se ven interrumpidas una vez más por el insistente timbre del teléfono, ella no hace nada por contestar. 
 
– Deja tu mensaje después del vip – es la contestadora que entra una vez más a su rescate  
 
– Lisa, se que estas ahí escondida bajo tus cobijas… levanta el auricular en este instante – Claudia de nuevo – Lisa si no tomas esta llamada te juro que no tendré más remedio de ir a sacarte a rastras de tu cama 
 
– Estoy viva, no te preocupes – la voz que escucha no es muy alentadora, pero tampoco algo que le cause alarma  
 
– Ya me tenías preocupada mujer, no puedes estar ahí encerrada para siempre 
 
– Ese no es mi plan, pero si el estar aquí como vegetal todo el día 
 
– Tienes que salir de casa 
 
– No me obligues, no quiero enfrentarme a ello todavía  
 
– Algún día tendrás que hacerlo 
 
– Pero no hoy… prometo levantarme y hacer algo más que estar como alcachofa pero no me obligues a salir 
 
– Esta bien, no quieres que vaya para allá  
 
– No, por que ya te conozco Grant vas a empezar con tu muy hábil labor de convencimiento y cuando menos lo espere ya estaré en algún restaurante comiendo algo 
 
– Eso no tiene nada de malo amiga, no debes estar sola en estos momentos 
 
– Claudia, regálame el día de hoy, solamente hoy… déjame enfrentar esto yo sola, necesito hacerlo no puedo depender de ti siempre… solo hoy, mañana podrás volver a ser mi protectora 
 
– Lisa, vamos no ganas nada con esta actitud de mártir, tienes que seguir adelante  
 
– Cloe déjame ser una reina del drama solamente por un día, ya mañana seré nuevamente la reina de hielo 
 
– Tampoco quiero eso, un punto medio sería bueno 
 
– Prometo que así será, trabajare para ser una nueva Lisa Hayes 
 
– Aja claro 
 
– Lo prometo, voy a cambiar si la vida continua necia en darme la espalda, no me queda otra más que…  
 
– Darle una buena nalgada 
 
– Tonta, pero si algo por el estilo  
 
– Bueno empieza este cambio radical desde hoy, sal de la cama y toma un baño 
 
– Lo haré  
 
– Estaré en casa por si cambias de parecer 
 
– Serás la primera en saberlo  
 
– Te quiero… 
 
– Hasta donde se fue mi globo, yo también 
 
“Que haría sin ti Claudia… creo que tienes razón, no puedo estar aquí echada cual vaca sagrada hindú, solamente lamentándome” – se incorpora y se sienta con su espalda recargada en la pared – “Por que no pude abrir la boca, por que tuve que quedarme callada” 
 
Su mente regresa a los recuerdos de como su valor se esfumo al verla a su lado… dentro de ella grito te amo, pero de su boca salieron otras palabras muy distintas, definitivamente ese día estaba entre su top 5 de los peores de su vida… ese maldito día perdió a los dos más importantes hombres de vida, a su padre sustituto y al hombre con el que ella fantaseaba pasar el resto de vida. 
 
FLASHBACK  
 
Ahí estaba yo… vestida con mi uniforme parada frente a Rick, mi endemoniadamente atractivo y sexy Teniente Hunter, hacía un viento helado de invierno pero solamente el verlo me lleno de un agradable calorcito el corazón, iba preparada para decírselo, era la mejor oportunidad, iba a irme lejos y no tendría que quedarme a su lado y tener una situación incomoda por que el no me correspondiera.  
 
Por unos segundos cuando el abrió la puerta, estuve segura de que el me correspondía, su mirada me dijo tantas cosas y miles de recuerdos se agolparon en mi mente, pláticas sobre todo y nada, los ciclos de películas en su casa o en la mía, conciertos al aire libre, comidas y cenas con los Sterlings y Claudia, las compras para decorar nuestras respectivas casas, aquellas veces que fingimos ser una pareja a punto de casarse para conseguir un mejor precio, inclusive ese pequeño beso de aquel día lluvioso – dulce y sincero con un rico sabor a vino tinto, pero esa seguridad se esfumo de golpe cuando de la nada apareció el hermoso rostro de Minmei a su lado y mi valor se fue por el retrete. 
 
Comencé a explicarles todo sobre mi gran misión, ir a colonizar el espacio, viajar por lo más recóndito del universo en busca de nuevos mundos, al mando del Megaroad con miles de soldados y civiles a mis órdenes, aún durante mi discursillo trate de acumular valor para confesarle mis sentimientos “peleo contigo para evitar besarte, cada grito ha llevado un beso escondido, cada vez que nos hemos insultado he terminado deseando que me hagas el amor, todas esas veces que estamos juntos he querido decirte lo mucho que te amo, lo mucho que te necesito”… pero como podía decirle que lo amaba si él ya tenía todo lo que deseaba, ella estaba ahí en su hogar, en su cama después de tanto tiempo deseándolo, ella al fin estaba ahí con él… que ilusiones podría yo tener si nunca habíamos compartido más que dos besos obligados, uno de sentimientos no definidos, aunque no cabía duda que era el mejor beso que en su vida había recibido tan demandante sensual y dulce al mismo tiempo, también estaban las miles de horas platica. Que es eso en comparación a suspiros, aliento y saliva compartidos, a miles de horas cama.  
 
Me trague las palabras y aunque quise decirlas simplemente no pude, se rehusaron a salir de mi garganta. 
 
– Y ahora solamente me queda algo por decir… Cuídate mucho y cuida a mi ciudad por mi quieres, no dejes que nada malo le suceda mientras estoy lejos.  
 
– Claro que lo haré – respondió y ambos nos hicimos un saludo militar – te voy a extrañar Hayes 
 
– Y yo a ti Hunter, pero así es la milicia no se nos deja hacer raíces en ninguna parte, ahora tengo que irme, parto mañana muy temprano rumbo al satélite fabrica, nuevamente adiós Minmei, cuida a este cabeza hueca, no dejes que haga ninguna tontería, vale? 
 
– Así lo haré Comandante Hayes – lucía tan pequeña al lado del hombre que ambas amamos, aferrada a su brazo, en su mirada reflejaba una infinita tristeza combinada con agradecimiento, ella sabía perfectamente a que había ido realmente y con esa mirada me daba las gracias por no luchar por él, no era una arpía después de todo. 
 
Me di la vuelta y antes de siquiera comenzar a caminar las lágrimas que habían amenazado con traicionarme surcaban mis mejillas. Así como así había perdido, sin ni siquiera luchar, mi batalla más importante, aquella donde estaba en juego mi felicidad.  
 
El ataque de Khyron me sorprendió rumbo a casa, yo solamente caminaba por las calles de la ciudad lamentándome por mi cobardía, cuando escuche la explosión y por inercia me tire al suelo para protegerme, lo más sorprende fue que cuando intentaba incorporarme él llego corriendo a mi lado 
 
– Tranquilízate Lisa – dijo mientras me ayudo a levantarme 
 
– Nos están atacando, crees que sean refuerzos 
 
– No… parece que nuestro viejo amigo Khyron no desea irse sin antes terminar con nosotros 
 
– Tengo que ir a la base de inmediato  
 
– Lisa estas muy débil, yo…  
 
Esos segundos en que titubeo mientras me sostenía fuertemente por la cintura todavía su calida respiración en mi cuello me devolvió las ilusiones, inclusive por unos instantes olvide el ataque… no se si fue mi imaginación o por lo aturdida que estaba pero cuando voltee a verle inclusive sentí que estuvo a punto de besarme 
 
– Rick… por Dios tenemos que ir al refugio  
 
– Minmei, yo… - de inmediato me soltó como una papa caliente  
 
– Ponla a salvo, yo estoy bien – dije mientras me trataba de arreglar el uniforme y el cabello, me sentí tan extraña como si ella nos hubiera encontrado en una situación mucho más comprometedora  
 
– Estas segura 
 
– Si, no perdamos más tiempo… nos necesitan en el frente 
 
– Vamos Minmei – echaron a correr – nos vemos en batalla – grito mientras ambos se alejaban tomados de la mano 
 
– Ahí te esperaré piloto – respondí observándolos a lo lejos, tomados de la mano fuertemente, como diciendo en silencio si tu vas yo me voy contigo, nuevamente emprendí mi camino con lágrimas en los ojos, solamente que ahora en dirección al SDF1 
 
Pero ese día tuve que enfrentarme a una pérdida aún mayor, durante la última batalla contra los Zentraedi, Khyron y Azonia me arrebataron al otro hombre importante de mi vida… Henry Gloval, mi segundo padre daba su vida para que sus chicas del puente pudieran continuar su labor, eso en verdad me devasto, estaba dispuesta y preparada para vivir sin Rick a mi lado, pero que sería de mi, y de tantos otros militares cuyo ejemplo a seguir era el Capitán Gloval.  
 
Permanecí de pie por horas observando los restos del SDF1 que se confundían con los del crucero Zentraedi, en algún lugar entre los hierros retorcidos estaba él, cuyo último aliento lo había dedicado a cerrar manualmente la válvula de la cápsula de escape en la que iban sus subordinadas… no sus pequeñas, aquellas a las que había aprendido a querer como si fueran sus hijas, antes de hacerlo me había dado su pipa “para que me recuerdes, estoy tan orgulloso de ustedes”.  
 
Claudia y las conejitas, aunque algo maltratadas, habían sobrevivido… yo simplemente no pude ir al hospital de inmediato con ellas, el dolor del hombro izquierdo me estaba matando y estaba casi segura que estaba dislocado, pero no pude moverme de ese lugar, cuando llevaron la cápsula a la orilla del lago y pudimos salir de ella, me acerque a la orilla, un leve oleaje mojaba mis pies pero de igual manera que ignoraba el dolor físico que sentía tampoco hice el menor caso del agua, solo me pare ahí y continuaba de pie viendo el horrible paisaje. 
 
– Se fue como un héroe – era Rick no sabía cuanto tiempo había estado parado junto a mi  
 
– La mejor manera de morir para aquellos al servicio de Ares – respondí dolida, por primera vez en mi vida no pensaba que era un honor morir así 
 
– Aunque no lo creas, no hay mejor manera que irse que defendiendo a los que uno ama  
 
– Eso lo se, el capitán siempre se hunde con su barco, una parte de mi esta orgullosa de él por ser tan valiente pero la otra esta molesta, desilusionada, muerta de tristeza por que jamás pensé que sería tan pronto, no pensé tener que ver morir a otro padre en circunstancias tan parecidas 
 
– No se que decirte, yo... 
 
– No hay nada que decir, Henry Global se ha ido como el valiente hombre que siempre fue 
 
– No estas bien, tienes que ir al hospital, te ves algo… 
 
– Jodida… entonces es bastante no algo, como esta Minmei – respondí cortante  
 
– Bien, algo asustada… cuando escucho mi voz comenzó a llorar aún más, pero cuando colgamos ya estaba más tranquila, le dije que necesitaba ver como estaban ustedes.  
 
– Me alegro que ambos estén a salvo 
 
– Vamos te llevo al hospital – dijo y puso su brazo en mi hombro y el dolor se intensifico  
 
– Que has sabido de Miriya, la bebe y Max – fingí no escuchar su ofrecimiento y apreté el puño de mi brazo sano para no sentir el dolor  
 
– Los tres están bien, vamos tienes que ir al hospital a que te revisen 
 
– Gracias al cielo, no podría perder más amigos…  
 
– Deja de hacerte tonta 
 
– Estoy bien – respondí terminantemente – solamente necesito unos minutos para despedirme de mi padre 
 
– Yo Lisa… lo siento, pero realmente me preocupa verte así 
 
– No Rick yo lo siento, se que no luzco bien pero necesito estar sola, vale… hablamos más tarde 
 
– No puedo dejarte aquí, así como estas 
 
– Si eres mi amigo, lo harás… ya hay un cabo esperándome para llevarme a donde tenga que ir cuando este lista, por ahora no lo estoy 
 
– Por que soy tu amigo tengo que asegurarme que estas bien 
 
– Ya te dije que lo estoy, cuando Roy murió yo te di tu espacio, eso es exactamente lo que yo te estoy pidiendo… déjame a solas para poder decirle adiós a mi padre  
 
– Eres necia como una mula Hayes 
 
– Y siempre ha sido así Hunter, sabes que no voy a cambiar de parecer digas lo digas – “excepto que eso sea te amo” 
 
– En verdad no voy a convencerte – sacudí mi cabeza como única respuesta – esta bien pero prométeme que iras directo al hospital 
 
– Lo prometo… ¿Rick? 
 
– Si Lis 
 
– Cuida mucho a Minmei y salúdala de mi parte, dile que en verdad me alegra mucho que este bien  
 
– Así lo haré 
 
El se alejo y lo oí hablar con el cabo, probablemente dándole instrucciones precisas de a donde tenía que llevarme.  
 
Durante nuestra platica no voltee a verlo, sus ojos azules y perfectas facciones podrían haberme hecho sentir mejor, tal vez hasta disipar el frío que sentía dentro mi, como en aquella ocasión que me rescato del gran cañón y olvide todo a mi alrededor en el momento en que me abrazó. Deseaba tanto volver a hacerlo, abrazarlo y llorar en su pecho, sentir sus brazos alrededor mío protegiéndome, embriagarme de su sutil aroma. Cuando sentí su fuerte y varonil mano sobre mi hombro pensé que no podría resistirlo aún con el dolor desee tanto sentir esa mano acariciando mi rostro con ternura… pero no podría ser, él estaba ahora con quien siempre debió estar, no podía hacerlo, Rick Hunter no era más que mi amigo, el mejor que había tenido después de Claudia y eso era más que suficiente para mi, debía serlo, pero en ese momento necesitaba que alguien que me amará me tomará en sus brazos y me dijera que todo estaría bien… y ese no era él.  
 
– Adiós Papa… en verdad fuiste más mi padre que el Almirante, siempre estuviste ahí con la palabra perfecta, aún en mi tonta confusión amorosa supiste como ayudarme para evitar que hiciera la idiotez de dejar el ejercito, jamás olvidare tus enseñanzas y tu cariño – saque la pipa del bolsillo de mi uniforme – la tendré siempre conmigo, tu siempre estarás aquí en mente y en mi corazón – hice un saludo militar con la mano derecha, el dolor del brazo izquierdo ya era insoportable – continuaremos tu legado de paz, la conservaremos a costa de nuestra vida si es necesario 
 
La chicas de Global pasamos algunos días en el hospital, tiempo en el que tuve varias visitas de los Stearling, de Rick y Minmei… tenía buenos amigos, tal vez ahora si ya era huérfana y no tenía al hombre que amaba a mi lado pero tenía a los mejores amigos que una podría desear. Un día a la vez solía decir mama, y eso era exactamente lo que pensaba hacer con mi vida.  
 
El funeral de mi padre no fue lo que en lo personal habría escogido, miles de personas reunidas escuchando discursos de gente que realmente no lo conocían, puro protocolo sin sentido, si no es por Rick que sentado a mi lado puso su mano sobre la mía cuando se dio cuenta que estaba a punto de levantarme e irme, lo hubiera hecho.  
 
Al final mientras todos presentaban sus “respetos” a un ataúd vació, jamás recuperaron su cuerpo, yo camine y me recargue en el barandal del pequeño cementerio sobre una colina artificial a las afueras de la ciudad, desde ahí uno podía ver toda la ciudad, yo mantenía mi vista fija hacia el lago de donde los restos del crucero de Khyron habían sido removidos para permitir las tareas de reconstrucción del SDF1, ese era en realidad el lugar donde el cuerpo de mi padre descansaba, en silencio hice una oración mientras deje que las lagrimas cayeran por mi rostro, no me importo que la gente se diera cuenta que en el fondo no era tan ruda como todos pensaban. Rick se acercó a mi, toco suavemente mi hombro sano, cuando voltee a verle simplemente me abrazó fuertemente mientras decía mi oído – “todo estará bien, yo siempre estaré a tu lado” – yo me deje llevar por su aroma, por su fuerza, por el cariño que se que siente por mi, no pude abrazarlo pues tenía mi brazo inmovilizado en un cabestrillo, solamente respondí entre sollozos mientras recarga mi cabeza en su pecho “lo se amigo”. 
 
FIN DEL FLASHBACK  
 
Se levanta de su cama tratando de ahuyentar aquellos recuerdos que aún le dolían, y camina rumbo a su baño, al hacerlo y pasar frente a un espejo su reflejo no es nada halagador – “creo que luzco peor que ese día” 
 
Decide mejor solamente lavarse la cara, y sentarse en su sillón a leer un poco, odia tener tanto tiempo para pensar, pero tampoco puede estar 24 x 7 en la base, necesita fingir que tiene una vida y tiempo para si misma. Toda la mañana intento combatir la tentación de prender el televisor y por casualidad toparse con aquello que el día anterior había podido evitar, ver a Rick casarse con alguien que no era ella.  
 
Rick y Minmei habían contraído nupcias el día anterior, claro esta que Lisa había sido invitada a tan grandioso evento, continuaba con su actuación de ser la mejor amiga de Rick – “mejor eso que nada” – se decía continuamente a si misma, sin embargo había encontrado la mejor excusa en la única constante de su vida… su trabajo, las labores de reconstrucción de la ciudad habían sido difíciles y frustrantes, deseo tantas veces patear a Mainstroff que le sorprendía no haberlo hecho. 
 
En cuanto a la boda, solamente había bastado una nota de agradecimiento a la invitación, Rick estuvo tan ocupado con los preparativos que no tuvo tiempo de siquiera insistirle a su mejor amiga, aunque el viernes antes de salir de la base había recibido una botella de vino tinto de su parte con una pequeña nota. 
 
“Aunque no este lloviendo toma una copa a mi salud”  
 
Todas las chicas hicieron mil y un conjeturas sobre lo escrito por Rick – “Fue la vez que casi se besaron” – le había dicho Claudia – “Aquella cuando te platique sobre el como inicio mi relación con Roy” – su respuesta fue un simple “no significa nada”. Ahora la botella esta en el fondo de su refrigerador y no tiene la menor intención de abrirla, al menos no hasta que estuviera más tranquila. Aunque todavía pensaba que no era nada, una parte de ella se había ilusionado con lo dicho por Claudia, tal vez Rick si intentaba decirle algo, esa noche lluviosa compartieron ese beso que ella atesoraría hasta el final de sus días, uno con el delicioso sabor de su saliva y la de Rick sazonado con el vino tinto que ella había bebido… no, eso era como de Novela de Jane Austen o de las Hermanas Brontë, además Rick jamás haría algo tan sutil… si el hubiera deseado que Lisa le diera una razón para no casarse simple y sencillamente lo habría dicho. 
 
No, el simplemente había recordado un momento genial que ambos compartieron y al no poder ella estar ahí en el momento más feliz de su vida, la culminación de todos sus sueños, su boda soñada con Lyn Minmei, el pedía que brindará por el, por su felicidad. Además no podía volver a hacer castillo en el aire, esperando que el correspondiera sus sentimientos, el es ahora un hombre casado. 
 
Decide buscar en su librero en su librero de su pequeña estancia su hermosa copia del “Señor de los Anillos”. La tierra media siempre la hacía sentir mejor, desde la primera vez que la leyó con Lady Fiona Hayes a la edad de 6 años, las aventuras de la comunidad del anillo la hacían sentir mejor, el como el bien vencía al mal siempre le daba esperanzas, pero ahora sentada en su loveseat no hace más que recordarle aún más a Rick. Antes de que él regresará con Minmei, Lisa le había regalado su vieja copia, aquella que leía religiosamente cada año, había pertenecido a su madre y la leían juntas antes de que fallecería, al darle ese viejo libro Lisa le había dado uno de sus más queridos tesoros, lleno de hermosos recuerdos, para ella era como si le hubiera entregado un trozo de su pasado para construir juntos un futuro…  
 
Acaban de ver la trilogía un día que sus descansos coincidieron, pasaron horas literalmente acostados, ella con su cabeza recargada en su amplio y varonil pecho, en el mismo sillón en el que ahora ella esta solamente observando la portada del libro que sostiene en sus manos, al terminar el Retorno del Rey, Rick confeso que jamás había leído los libros, ella sin más se levanto y fue a su habitación, regreso con su tesoro, el solamente rió y se quejo del tamaño y peso de volumen en pasta dura hermosamente ilustrado. Una semana después Minmei había regresado a su vida, y al salir ella del hospital después del ataque de Khyron había encontrado una carísima primera edición sobre su cama regalo de la pareja.  
 
“Me pregunto si conservarás mi copia, mi precioso como tu lo llamas, probablemente este en un estante de la Mansión Hunter, perdido entre primeras ediciones de libros que algún día leerán a sus hijos” – suspira para darse cuenta que las aventuras de los pequeños hobbits poco harían por su humor. 
 
– Es hora de sacar el verdadero kit de emergencia… es hora de que un Sueño de Noche de Verano me ayude a salir de este invierno del descontento – sonríe por su broma y esta segura que ahora Rick si la entendería, en un principio él no era un gran aficionado a leer, en especial clásicos, pero poco a poco fue adentrándose en la literatura gracias a que ella literalmente lo obligo – “no es lo mismo leer a Milan Kundera que ver como se le masacra en cine” – le había dicho mientras le daba una copia de la Insoportable Levedad del Ser.  
 
Camina a su habitación para buscar su libro favorito en todo el mundo, su alter ego Helena suspirando por el amor de Demetrio aka Rick Hunter, pero al hacerlo se vuelve a ver al espejo y ahora si definitivamente no le gusta en lo absoluto lo que ve en el reflejado  
 
– Definitivamente necesito darle una buena nalgada a la vida, pero otro día será – decide volver a la cama y vegetar un poco más 

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Author email / email del autor: del_valle03ARROBAyahoo.com