Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Robotech Master Code

Chapter / Capitulo: 3

Author / Autor: Strato Nayar

Dedicated to / Dedicado a:

Warnings / Advertencias: Esta es una interpretación libre y muy personal de lo que podría ser el Universo Robotech, donde se admiten algunos elementos, pricipalmente personajes y mechadiseños, de "Macross"

Rating / Clasificacion: AP (All People = Todo espectador)

Action / Accion

Adventure / Aventura

Alternate Universe / Universo Alterno

Fanfic: Capturados 
 
Cuando retornaron al espacio normal, el almirante Sterling se sentía extremadamente tenso, con los ojos ardiendo como si fueran lásers y un temblor casi imperceptible en el cuerpo. Le parecía casi imposible, pero con un gran esfuerzo, él recuperó el dominio de sí mismo en pocos segundos. Antes de que cualquiera persona pudiera decirle cualquier cosa, recuperó el tono de voz propio de un almirante:  
-“Localicen inmediatamente la flota, rastreen todo el espacio en busca de naves enemigas y efectúen un recuento rápido de todos los recursos disponibles: aire, provisiones, armas, estado de red, etc. De inmediato.” 
Exedore informó: 
-“Nos encontramos cerca de V’loxia, un antiguo mundo cuyos habitantes fueron eliminados por los Tiresianos, mucho antes de nuestra época.” 
Luego, la cavernosa voz de Hodel gruñó: 
-“Sólo nos acompañaban las naves coloniales con sus cañoneras más algunos cruceros clase Tokugawa y Garfish ubicadas en el anillo interno de defensa. No se detecta actividad hostil.” 
-“Tampoco se detectan señales de ningún tipo de civilización, salvo un Nodo de red transdimensional en órbita en torno al planeta, el cual está totalmente inactivo.” 
-“Perfecto. Permanezcan en alerta con los detectores en modo pasivo. No efectúen reconocimientos al planeta ni al Nodo hasta asegurar nuestras defensas.” 
En eso recibe una comunicación directa desde la oficina del alcalde. En un monitor habilitado para ello, se encontraba Miriya, quien cautamente se dirigía a Max: 
-“Almirante, como representante de los civiles de esta misión, tengo dos solicitudes que hacerle: 
Por un lado descender al mundo en torno al cual orbitamos. Será necesario para reparar los daños en el casco de las naves y recuperar el aire y agua perdidos, así como buscar más provisiones.” 
-“Comprendo su interés, pero primero hemos de asegurarnos que no haya actividad hostil en su superficie. Estamos trabajando en ello—dijo adelantándose a las objeciones de Miriya—y en cuanto confirme que no hay problemas daré la orden de descender. ¿Y cual es su segunda solicitud?” 
-“Conceder autorización para que una nave de la General Galaxy aborde y restaure el nodo de datos que orbita al planeta.” 
Frente a esta última petición, Max se extrañó. ¿Por qué Miriya estaba intercediendo a favor de la General Galaxy? Antes de que pudiera decir algo, ella continuó: 
-“Es necesario restablecer cuanto antes las comunicaciones con la Tierra y con Tirol.” 
-“De acuerdo, pero como dije, primero tenemos que asegurar el área. No podemos distraer efectivos para escoltar una nave de la General Galaxy hasta que terminemos los procedimientos de despeje. Y de todos modos debemos utilizar los canales militares” 
Con poco disimulado alivio notó que Miriya no objetaba a un examen más exhaustivo del planeta y su espacio circundante, lo que suponía una discusión menos. Una vez que cortó, sólo dijo: 
-“Exedore, Hodel, necesito una reunión privada con ustedes.” 
Ambos obedecieron, pues querían dilucidar por qué Max ordenó la transposición cuando el enemigo estaba en retirada. Hodel podía no captar los sutiles matices que las expresiones humanas, pero Exedore sí, y sospechaba que Max tampoco tenía claros los motivos de su orden. 
 
II 
 
Mientras tanto, en el “fatality cibercentro”, Bassara Nekki se encontraba en una cabina equipada con una unidad de proyección binocular, que le permitía explorar el contenido de la red en forma muy eficiente, sin utilizar un interfaz BDI (imagen cerebral directa), también conocido como proyector neural. Así, el ancho de banda de su conexión intracraneal era ocupado sólo por la señal de respuesta.  
En su campo visual veía puntos, líneas y números formando diagramas, una representación esquemática de la información que fluía en la red. Se acercó a un diagrama hexagonal flotante, con una serie de caracteres e indicadores bordeándolo. En ese momento sólo le dio una señal a Lennhart: “¡Ahora!” 
El rápidamente conectó un equipo a la red viendo los resultados en su pantalla. Iban a poner a prueba las últimas actualizaciones de Gallia Colt, la IA de apoyo de Bassara. Estaba basada en una nueva versión de serie del sistema operativo usado inicialmente en Janice Em, pero con características hechas a medida, incluyendo actualización permanente y un simulador de personalidad multimodo. Como no se le borraba la memoria, su personalidad había evolucionado de una manera muy atractiva...  
Cuando en la pantalla que el vigilaba apareció una chica muy guapa, una rubia de pelo crespo en una malla azul y negra, Grant sólo bufó. 
-“¿Para qué gastas memoria en eso?” 
“Ella” le guiñó un ojo diciéndole: 
-“No es muy respetuoso de tu parte hablarme en ese tono. Recuerda que así soy su fuente de inspiración.” 
-“Creo que él ya tiene demasiadas.” 
Luego ella se dirigió a Bassara: 
-“Señuelo F6 activado. Entorno de red aislado.” 
-“Muy bien. Encripta y comprime la señal.” 
Se encontró en una sala de charla, cuyo aspecto reproducía el de una biblioteca cuya tabiquería y columnas de madera, así como la alfombra verde claro tenía reminiscencias tiresianas. Era un ambiente que invitaba a la reflexión y se hablaba casi instintivamente en susurros. Si embargo, se debatía intensamente. 
-“...pero el nuevo enemigo debió ser muy listo para controlar la red de la UN Spacy...” 
-“...es probable que él conozca mejor que nadie la tecnología haydonita...” 
-“...dudo que sea cultor de Haydon...” 
Y otros diálogos, inconexos al principio. Cuando Bassara logró seguir la idea del foro, le llamó la atención sobretodo una joven de melena negra con lentes y el típico aspecto de una intelectual. Su tarjeta de presentación decía “arqueóloga” y tenía un apodo, “Memory”, pero bien sabía que su aspecto real podría ser cualquier otro. 
-“¿Alguien se ha puesto a pensar en el origen, el verdadero origen de las especies de la galaxia?” 
-“Bueno, ya se ha comprobado que las amazonas de Praxis fueron creadas por los propios Maestros de la Robotecnia. Su ADN mitocondrial fue comparado con el de las Meltran y es prácticamente homólogo.” 
-“Sí. Incluso fueron preparadas para recibir implantes neuronales, a pesar de que nunca los tuvieron.” 
-“Sí, ¿pero eso que probaría?” 
-“No es algo concluyente, pero es posible que otras especies hayan tenido un origen similar.” 
-“¿Los haydonitas? Imposible. Su maquinaria es tan avanzada que resulta teóricamente imposible para todos los humanos o cualquier otra especie.” 
-“¿Realmente se ha comprobado eso, o sólo es un rumor que a fuerza de repetirse ha adquirido credibilidad? Recuerden que no nos permiten examinar su propia maquinaria...” 
-“Por que para ellos no son máquinas, son seres.” 
Quién dijo esto fue Bassara. Durante un instante se quedaron en silencio, un silencio que él mismo se encargó de romper  
-“Dense cuenta de que gran parte de los avances que los Maestros de la Robotecnia desarrollaron fueron el resultado de tratar a los seres como máquinas." 
-“Y los haydonitas y sus nodos habrían evolucionado en la dirección opuesta.” 
-“Exacto. Y, dicho sea de paso, me parece que nuestra sociedad actual está tomando el mismo rumbo que arruinó a los tiresianos.” 
-“Pero lo que yo me pregunto es cómo podríamos averiguar mas sobre esto.” 
Memory entonces dijo: 
-“S sólo pudiéramos explorar un nodo en ruinas, antes que sea tocado por la General Galaxy...” 
Pero en ese instante su avatar empezó a sufrir interferencias. Los demás vieron como temblaba y se descomponía en millones de puntos al haber sido pirateada su señal para conectarla a otro entorno. 
En medio de un vacío total, blanco deslumbrante sin ejes ni referencias, se encontraban frente a frente Bassara y “Memory”. Él le decía: 
-“Parece que sabes mucho sobre la historia tiresiana.” 
-“He explorado cuanto he podido de sus ruinas, especialmente restos de su fabulosa red informática. De hecho, soy la única que tiene mapas y planos de los Nodos de esa red.” 
-“¿Tienes planos? ¡Eso es fabuloso! ¿Los tienes acá?” 
-“¿En la red? ¿Estás loco? Me hubiesen rastreado y es casi seguro que me hubiesen arrestado. ¿No supiste lo que pasó con el Periodista Hibiki Kanzaki cuando después de la campaña del Salón Real analizó el tráfico de red durante ese período? 
-“Sí, si supe. Pero no cabe duda de que los tiresianos fueran unos programadores extraordinarios. Por eso creo que vale la pena ir a visitar un nodo en ruinas, antes de que lo intervenga la General Galaxy.” 
-“¿Pero como sería posible? Como ya se dijo en el foro, ahora todo lo que tenga que ver con los nodos está restringido.” 
Por toda respuesta, Bassara proyecto desde sus propios neurochips un diagrama y un horario para llegar a un punto de encuentro. Luego cesó la comunicación. Lennhart le preguntó que pasaba, pero Nekki sólo le indicó que haría una salida y le ordenó a Gallia que se configurara en modo de navegación. 
Memory se quedó un rato en una habitación de su casa, una vez desconectada, reflexionando sobre si sería sensato realmente embarcarse con un desconocido en algo como esto. Pero luego supo que la decisión ya estaba tomada. 
 
 
III 
 
 
Mientras tanto, a la entrada de un restaurante chino, se vivía un encuentro totalmente distinto. Un joven impecablemente vestido con terno Armani de color gris claro. Nerviosamente ve la hora en su reloj Edox. Aún faltaban 5 minutos para la cita que habían concertado con Mylene, “sugerida” por su padre, el almirante Max Sterling. Para calmar los nervios, Kevin Ramos empezó a pasearse de un lado a otro, notándose en su paso marcial que era piloto de combate. 
Mylene por su parte se sentía nerviosa pero por una razón distinta. Su idea de diversión en una cita no era ir a un restaurante caro con un aburrido tipo de uniforme para pedir platillos de nombres impronunciables. Además le restaba tiempo para hacerse ambiente en el mundo del rock. Pero él había sido gentil, por lo que no pudo rechazarlo. 
Cuando por fin llega Mylene, a la hora acordada, Kevin se sorprende un poco, por la vestimenta de ella. Pero al mirar sus ojos, se olvida de lo demás.  
-“Hola, que hermosa te ves. ¿Qué te gustaría cenar?” 
-“Algo no muy exótico. Por ahora creo que un platillo común y corriente nos distraería menos.” 
En ese momento Mylene también cae en la cuenta de que sus shorts de mezclilla y su ajustada camiseta no cuadraban con el refinado estilo neoclásico del restaurante, pero a pesar de eso deciden entrar al elegante sitio. Tras acomodar el asiento de Mylene pide la carta al mesero. Cuando este ha recibido sus pedidos, Mylene le dice a Kevin: 
-“Perdóname por la ropa. Si hubiera conocido el sitio hubiera venido con algo más adecuado.” 
-“No te preocupes. Los pilotos tenemos algunas licencias” 
Mylene ya estaba pensando en las pocas líneas que esta cita merecería en su bitácora virtual cuando notó que, a pesar del fresco perfume y la impecable afeitada de Kevin Ramos, este tenía un aspecto de náufrago, como si no hubiera dormido en varios días. 
-“¿Qué te pasa? Te ves algo cansado.” 
-“Es la tensión Mylene. Es extraño, pero en los últimos combates me he sentido extraño, como si no pudiera pensar con claridad.” 
-“Bueno, me imagino que entrar en batalla es estresante para cualquiera y estar ausente es un modo de disminuir la tensión.” 
-“Sí, pero esto es diferente, por que eso me provoca un sopor, una laxitud increíble. He estado a punto de ser derribado por lo mismo.” 
-“¿Y eres el único al que le pasa eso? He oído rumores...” 
-“Esto es confidencial. Entre nosotros, te diré que todos los pilotos han sido afectados y algunos ya están con depresión y no pueden ser enviados al combate por lo mismo.” 
-“Es muy extraño. Bassara—al oír ese nombre, Ramos casi se atragantó—me dijo que había visto un comportamiento extraño en la red, ese día del concierto. Durante un intermedio vimos a una chica bastante rara, con un vestidito tipo “Alicia en el país de las maravillas” y un ramo de flores, todo muy cursi, sin onda. Lo mas extraño es que parecía obsesionada con entregarle un ramo de flores a Bassara. Luego el me dijo que había una distorsión en su señal emocional, pero seguimos tocando hasta que atacaron la ciudad.” 
-“Vaya, curiosa coincidencia. Lo grave es que aún no logramos reparar completamente la red. Entre nosotros, hay algunos que creen que fue infiltrada internamente.” 
-“¿¡Internamente!? ¡Eso significa que el enemigo tiene a alguien adentro!” 
-“Tranquilízate. Me has dicho que Bassara dijo que había alguien emocionalmente alterado. ¿Cómo lo supo?” 
-“Él estaba conectado directamente a un proyector de hologramas, que también incluía un escáner especializado en señales emocionales.” 
-“¿Y cómo consiguió descifrar la información tan rápidamente?” 
Mylene, ahora bastante inquieta por el curso que estaba tomando la conversación, le respondió: 
-“Es que Bassara tiene implantada una conexión intracraneal activa, que le permite procesar los datos en bloques mucho mas grandes y volcarlos directamente al cerebro. Realmente está loco por la tecnología si hizo eso.” 
-“Bueno, conozco ese tipo humano. Nosotros trabajamos alguna vez con Louie Nichols.” 
Mylene quedó preocupada. Si alguien en Ciudad 7 lograba ingresar a los sitios de red del ejército y tomaba control de sus computadores, la Colonia quedaría prácticamente indefensa. Entonces, en un abrupto cambio de humor, le dijo a Ramos: 
-“¿Por qué no me llevas a volar? Mi madre nunca permitió que me acercara a un varitech y tengo curiosidad. ¡Debe ser emocionante poder volar sin restricción, libre...!” 
-“Espera un momento. Yo no puedo meter a alguien a la cubierta de salida así como así. Es ilegal usar nuestros cazas variables como si fueran vehículos particulares.” 
-“Pero vamos, sé que muchos pilotos lo han hecho...” 
-“Pero no los de nuestra unidad. Somos un escuadrón de elite y nunca hemos recibido una sanción disciplinaria...” 
-“¿Y por qué no darse una licencia? ¿Ah? Aunque sea por una vez...” 
Y tras mucha insistencia por parte de Mylene, que lo miraba con ojitos ansiosos, ambos se dirigían en un descapotable biplaza por una de las pistas principales hacia la cubierta de naves de Battle 7. Mylene ya saboreaba el viento, imaginando inconscientemente que lo sentiría a través de la carlinga de un varitech, y en medio del espacio. 
 
 
IV 
 
Como un monumental y mudo testigo de viejas glorias, el Nodo de datos transdimensional flotaba en el espacio siguiendo una órbita geosincrónica con el planeta V’loxia. Permanecía silenciosos y solitario, ajeno a la irrupción de la séptima flota en sus inmediaciones, quizás esperando que pasaran nuevamente por él la información, los datos, las señales que eran su razón de ser, para codificarlas siguiendo complejos patrones que permitirían transmitirlos superando la opresiva barrera de la velocidad de la luz.  
Una de las reliquias más codiciadas del imperio que construyeron los Maestros de la Robotecnia. Y el mejor postor seguía siendo la General Galaxy. 
La quietud del espacio en torno al Nodo fue rota por la presencia de un varitech, un modelo experimental que pasó a través de los sistemas de rastreo y seguimiento de la 7ª flota como si no existieran. 
-“El camuflaje visual de tu nave es realmente magnífico.” 
-“Sí. Incluso funciona en el espectro infrarrojo. ¿Tienes alguna información sobre las defensas de este sistema?” 
-“Al parecer todos fueron construidos según un modelo Standard. Sus defensas serían principalmente de tipo lógico.” 
-“Ya veo. Gallia, realiza un escaneo de los posibles puntos de entrada a la estructura, y verifica si hay redes o detectores funcionando.” 
-“Entendido.” 
Cuando estuvieron a unos pocos kilómetros de la estructura pudieron apreciarla mejor. Se notaban claramente los rasgos tiresianos de su construcción, donde se repetía la forma de la Flor de la Vida como motivo ornamental. Bassara estaba impresionado. 
-“Han de haber pasado siglos sin que se utilice este satélite y sin embargo tiene un aspecto muy nítido, como si recién hubiese sido terminado.” 
-“Casi. En las estructuras mas finas se nota la aspereza causada por los micro meteoritos.” 
Avanzaron hasta introducirse por un túnel un poco mas ancho que el VF-19 de Bassara. Por dentro la herrumbre era mucho mayor, por lo que parecía seguro que la estructura había tenido una atmósfera que había escapado.  
-“No me siento muy tranquilo aquí—dijo Bassara—Es como si alguien nos estuviera observando.” 
-“Mis instrumentos no detectan ninguna actividad, Nekki” 
Cuando se asomaron a la amplia cámara hexadimensional, Bassara sólo preguntó: 
-“¿Dónde se supone que están los núcleos?” 
-“Mas allá. Bordea la cámara hexadimensional y entra por el tercer túnel a tu izquierda, bajando. En unos minutos estaremos allí.” 
De pronto, surgió una corriente de oscuros objetos, como murciélagos de una cueva. Cuando estuvieron mas cerca reconocieron su forma como de almendras con alas de libélula, en color negro. 
-“¡Son haydonitas! ¡Nos disparan! Gallia, pasa a modo de combate y conéctame al caza. Memory, sujétate firme.” 
Ella, a pesar del terror, logró mascullar algo: 
-“¡De modo que éste es el secreto que la General Galaxy nos está ocultando! ¡Esto confirma todo lo que decía!” 
-“¡De acuerdo, pero no es el momento de hablar de política! ¡Hay que salir de aquí como sea!” 
Bassara ya tenía su conexión neural a la nave, y maniobraba con desesperación para evitar la metralla de los inesperados mechas. Giros a izquierda, derecha, tirabuzones, de todo para esquivar a las extrañas máquinas que venían como un chorro continuo. 
-“Gallia, lanza los señuelos e instala un troyano en su firewall” 
-“¡Falló la conversión de códigos! ¡Trata de aislarme y atacarme!” 
-“¡Entonces sale de ahí! Intentaremos otra cosa” 
Bassara disparó un misil con una cabeza activa PEM, con lo que neutralizó a los haydonitas más cercanos. A continuación pasó a modo guardián mientras lanzaba una oleada de micro misiles y dispersaba una gran nube de humo. Se refugió detrás de unas columnas de metal y cambió a modo battloide, disparando sucesivas ráfagas de metralla. Sin embargo, seguían llegando más naves para reemplazar a las caídas.  
 

 
Al mismo tiempo, a bordo de un VF-11 de la flota regular, Kevin Ramos y Mylene Flare Sterling, contemplaban el espacio. Ella miraba extasiada el espacio. 
-“¡Wow! ¡Es hermoso, es maravilloso!” 
-“Si. Aquí hay paz y belleza...” y enmudeció cuando Mylene empezó a cantar. 
Era un antiguo poema en francés, que hablaba del espacio como el vasto mar de los sueños. Kevin movió suavemente las toberas del caza a fin de abarcar toda la visión posible. Por alguna extraña razón, el también se sentía conmovido, pese a que había visto el mismo espectáculo cientos de veces.  
A lo lejos se veían unos VT Logan en prácticas y, unos kilómetros más allá, las moles de las escasas naves que lograron saltar junto a ellos. Tras ellos, el Nodo y el pacífico planeta V’loxia. 
Repentinamente se enciende la alarma del radar, mientras le llega la voz desde el centro de control táctico: 
-“¡Alerta a todas las unidades! ¡Señal de transposición en el sector 4-1-6, vector 5!” 
Resplandecieron cuatro o cinco fogonazos y aparecieron cuatro corbetas ligeras Barauta, junto a un gran “portaaviones”. No tardaron en disparar su artillería, mientras desplegaban sus escuadrones de combate. 
-“¡Sujétate Mylene! ¡Esto va a ser grave!” 
-“¡Lo sé! ¡Mis padres fueron pilotos!” 
-“¿Como diantres nos encontraron?” 
Mientras tanto, saliendo del gran transporte barauta, uno de sus ases, la teniente Sivil se sentía mortificada por no poder participar en la batalla. Pero la orden del almirante Glavil había sido perentoria.  
-“¡Si Enigma ha encontrado mentes que resisten su control, entonces tu deber es rastrearlos y capturarlos! ¡Mantente alejada del campo de batalla y colabora con Valgo!” 
-“Es de suponer que puedo contestar el fuego” le dijo con sarcasmo 
-“Sus órdenes están claras, teniente Sivil.” 
-“Sí Almirante” 
Lo único que aliviaba su molestia era el hecho de que iba a volar un nuevo modelo de varitech, un ala volante derivada del guerrero Beta cuyo nombre código oficial era FBz-99 Zaubergeran. Aunque llevaba una enorme carga de micro misiles, su función principal era la penetración del espacio aéreo y las redes digitales del enemigo. Ella comenzó a palpar la cabina de la nave, cuando la interrumpió un humanoide con la piel verde, las orejas puntiagudas y una especie de vello que se extendía en su cabeza, cuello y torso. Era de los Vikrap, conocidos también como “velludos”, originarios también de Peryton.  
-“Es una gran máquina—dijo Valgo refiriéndose al ala volante—y de todos modos Enigma nos ha avisado que ninguna de esas mentes especiales tiene puestos claves en su aparato militar.” 
-“Perfecto. Tendremos irrumpir en la nave colonial.” Dijo con algo de fastidio, pues sentía que las misiones de incursión y captura no eran lo suyo. 
 
VI 
 
Dentro del nodo aparentemente inactivo, Bassara, con los que le acompañaban a bordo de su Excalibur experimental seguía tratando de salir del nodo, cuyos sistemas digitales ya estaban paralizando a su querida IA Gallia Colt, cuando de pronto, todo el ataque se detuvo. Los extraños droides haydonitas se desplazaban como mantarrayas, rastreando, vigilando, amenazando... 
Memory estaba sorprendida. 
-“¿qué pudo haberlos interrumpido? Parecían actuar como un sistema inmunológico a escala.” 
-“He leído crónicas sobre las legendarias defensas de Haydon IV...” 
-“Míticas...” 
-“Creo que deben tener alguna base real.” 
En su carlinga, a un lado sobre la consola, un monitor le mostraba un flujo de caracteres brillantes sobre fondo negro. Al otro lado una pantalla mostraba distintos gráficos tridimensionales de actividad cerebral, la cual comenzó a oscilar violentamente. 
-“Señor, capto una señal sin estructura definida. Probablemente sea una corriente emocional.” 
-“Comprendo. ¿Ves algún puerto de datos conectado al circuito de la señal?” 
Directamente sobre el cristal de la carlinga parpadeó un cursor, indicando su dirección. Hizo descender su varitech en modo guardián lentamente, moviendo con cuidado los controles del tablero, pues desconectó el enlace a sus neurochips. 
Llegó hasta una caja adosada a una pared, al borde de una cornisa metálica. Ahí se localizaba el puerto de datos y el aspecto del lugar era más oscuro y ruinoso que en ninguna otra parte, soltando polvo y escamas de óxido. 
Memory miró a la oscuridad con ojos desorbitados, mientras murmura para sí por haber estado dispuesta a embarcarse en esto con un loco. Bassara, con una sonrisa triunfal, conecta un proxy entre sus neurochips y el sistema de navegación del caza. De él surgieron unas antenas que hicieron un barrido para determinar el lenguaje y tipo de conexión usados, luego de lo cual un cable serpenteó hasta conectarse. 
-“Bassara, la señal tiene una banda muy estrecha, pero está pasando por un circuito de alta prioridad, y es por eso que los droides haydonitas dejaron de reaccionar a nuestra presencia.” 
-“De acuerdo, Gallia. Tendremos que entrar juntos al sistema hasta la línea de conexión emocional. Rastrea cualquier punto vulnerable en su cortafuegos y usa señuelos.” 
-“Entendido.” 
Bassara flotaba nuevamente en un diagrama de red muy parecido a los habituales. Gallia, a su lado con su atractiva apariencia femenina detecta y enlaza los cortafuegos y pasarelas, con un guiño en sus ojos. 
-“Cortafuegos analizado. Resulta extraño, pero a pesar de que el nodo ha estado abandonado por años hay líneas de código escritas muy recientemente. Están en una memoria secundaria relacionada con el circuito de la conexión emocional.” 
-“De acuerdo. A partir de aquí, sigo sólo. Tú encárgate de la defensa perimetral.” 
Respiró hondo y se concentró en sincronizarse emocionalmente con la señal, a fin de que ninguna distorsión disparara una alerta. En su campo visual se proyectaron gráficas que resumían sus múltiples funciones cerebrales. Se concentró en las que indicaban su estado emocional hasta estabilizarlas, dándoles un patrón absolutamente coherente en el gráfico. Pronto las otras funciones reaccionaron para indicar una mente totalmente despejada. Un flujo de datos libre de turbulencias. 
-“Están rastreando a alguien—dijo con el gesto ceñudo—a alguien en particular; y creo que conozco esa señal. ¡Mylene!” 
Se desconectó e inmediatamente le dijo a Gallia que activara las turbinas termonucleares en configuración “cuarta dimensión”. Con eso no se vería escape de clase alguna por las toberas, y junto al campo dimensional sombra de tercera generación, era virtualmente indetectable para los haydonitas. 
Mientras tanto Kevin Ramos enfrentaba la batalla con una creciente tensión, cuando vio por los espejos que Mylene se había calmado repentinamente. Miraba todo con cierta distante serenidad y eso, extrañamente le permitió calmarse a él mismo. Lo iba a necesitar. Estaba ya comprobando en su nave el radar y los scanner infrarrojos y de protocultura, pero lamentablemente el caza sólo tenía el equipo básico de la 7ª flota, sin los sistemas especiales de guerra digital. En su pantalla apareció la imagen de Hodel. 
-“¡Unidades en vuelo de prueba deben regresar a la nave de inmediato!” 
-“¡Imposible! Ya estoy al alcance del enemigo” 
-“Su escuadrón ya va en camino.” Y desde uno de sus varitech: 
-“Jefe, ¿ve lo que pasa por tomarse ciertas licencias?” 
Era Syd Barron que lo señalaba con una sonrisa maliciosa. Por toda respuesta, Kevin Ramos soltó un gruñido, seguido por otro de Mylene. 
-“...y con una chica tan joven.” 
-“Idiotas” 
Cuando los atacantes ya volaban hacia la zona de combate, Valgo hizo bajar sobre su cabeza un pesado dispositivo, una especie de anillo semejante a un escáner cerebral con una gruesa burbuja traslúcida sobre él. A continuación sincronizó su mente con el dispositivo estabilizador de protocultura. Ya había dejado atrás, con una sonrisa beatífica, la tensión que Sivil le había contagiado, cuando de pronto, pareció captar algo, como si fuera un sonido, un muy leve murmullo. Agudizó su sensibilidad. 
-“¡Espera! Creo que lo tengo.” 
-“¿Qué cosa?” 
-“Sí. Logré captar una de esas mentes impenetrables de las que habló Enigma. Observa la pantalla.” 
En las pantallas que cubrían la cabina (Pues no era de cristal), se proyectaba la imagen del mundo exterior. Al apretar un botón, Sivil recibió sobrepuesta la imagen que captaba Valgo, una oleada de colores brillantes como un cúmulo de auroras polares, centradas en un punto. Eran diagramas mentales y emocionales, que mostraban los patrones especiales detectados antes por Enigma, esas raras mentes que resultaban impenetrables al hacking mental. 
-“Bien, parece que no tendrás que internarte hasta la colonia misma.” 
-“Es una curiosa coincidencia que haya salido directo al campo de batalla.” 
Se dirigieron a ese punto, sólo para ver que estaba rodeado por parte del Emerald Force. Pero Sivil sólo sonrió, segura de que no eran rivales para él. 
El ala volante se transformó tal como un Beta, pero su acabado externo le daba un aspecto muy parecido al de un Invid Pincer. Inmediatamente soltó una oleada de micro misiles, que los Battloides contestaron del mismo modo. Sobre las tomas de aire del extraño varitech habían cuatro cañones láser, que despacharon los micro misiles del enemigo. 
-“Activaré los ruptores.” 
Extendió sus brazos para generar una onda ruptora de baja intensidad que desestabilizara sus reactores de protocultura. Syd Barron inmediatamente gritó: 
-“¡Jefe, apártese! No está equipado para esta batalla. Nosotros nos encargaremos de él” 
Pero ya era tarde. El resplandor rojizo como linterna que emitía la nave enemiga hizo que todo el emerald force quedara con los motores apagados, excepto el de Nightmare de Axum Rylar. Este se situó mucho más lejos y disparó su sincrocañón, el cual dio de lleno en el torso del ala volante. Este se sacudió violentamente, pero logró estabilizarse. Sivil le habló con violencia a Valgo. 
-“¡Qué es lo que pretendes! ¿No decías que era un trabajo sencillo?” 
-“Tú sólo llama a un escuadrón. Para que se encargue de los molestos” 
-“¿¡A cual!?” 
-“Cualquiera, el mas cercano. Sólo asegúrate de que nos dejen el varitech celeste. Ese es el mío.” 
Valgo entrecerró sus felinos ojos y en seguida los pilotos del Emerald Force, incluyendo a Kevin Ramos se sentían sacudidos por violentos dolores de cabeza. Ni siquiera pudieron notar a los FZ-109 llamados por Sivil, que pasaban a modo battloide y disparaban el rayo extractor de protocultura. De cualquier manera no hubiesen podido reaccionar. 
-“Dejen al battloide celeste en mis manos.” 
Dicho eso, extendió un cable desde su battloide para tomar control del otro. Kevin Ramos y Mylene Sterling miraban horrorizados como lograban localizar un puerto de datos de su caza para en seguida reprogramarlo y remolcarlo hasta su crucero pesado. La diferencia es que Mylene no sintió el sopor y el hormigueo que sintieron Ramos y los otros. 
Con total impotencia vieron como sus varitech eran remolcados en formación por los barauta hasta abordar el transporte pesado, el cual finalmente se os llevó en una transposición. 

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