Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Robotech Master Code

Chapter / Capitulo: 1

Author / Autor: Strato Nayar

Warnings / Advertencias: Esta historia parte de una visión muy personal de Robotech y no está enmarcada en la línea cronológica oficial de Robotech ni a de Macross.

Rating / Clasificacion: AP (All People = Todo espectador)

Action / Accion

Adventure / Aventura

Alternate Universe / Universo Alterno

Fanfic: Control de datos 
 
“Los Maestros de la Robotecnia sólo propagaron destrucción y muerte. ¿Deberíamos destruir su legado?. La UN Spacy dijo: ¡rotundamente no!” 
-Frase de un pasquín virtual propagado por los barauta en la red 
 
Año 2049E.C. Las Naciones Unidas avanzaban sobre las ruinas del imperio Tiresiano y, tras la devastadora caída de los Maestros de la Robotecnia, se habían convertido en el principal referente institucional y cultural de las muchas razas, especies y pueblos de la Galaxia.  
A muchos años luz de la Tierra se encuentran ya gran cantidad de flotas coloniales que se extendían por el espacio. Siguiendo las huellas que los Maestros de la Robotecnia habían trazado, se establecían en los mundos donde estos hubiesen dejado Nodos, enormes satélites que transmitían la información de la Red Transdimensional de Datos conocida como Loreley. Esta llegó a ser una de las reliquias mas codiciadas que dejaron los Maestros de la Robotecnia. 
En torno a un lejano planeta se había instalado recientemente la colonia llamada Macross 7, y los ingenieros de la General Galaxy ya habían tomado posesión de su Nodo, un gran satélite cuya forma recordaba a la cabeza de un pez sin ojos, siendo un intermedio entre el satélite factoría automatizado y las enormes naves capitales de los Tiresianos. Tras hacerlo habitable, los Robotecnólogos de la Compañía ya estaban habilitando los enormes bancos de memoria y la complejísima circuitería de la estación, pues ellos tenían el monopolio para descifrar la tecnología Tiresiana. 
Maximillian Sterling, almirante de la flota militar que escoltaba a la colonia, contemplaba desde el puente de mando de la nave Battle 7 la inmensidad del espacio, volviéndose luego para observar una proyección holográfica de la flota, delicadas motas rojas rodeando a grumos verdes mas grandes sobre el abismo sin fondo del espacio. Estas representaban las naves clase Megaroad y Metroplex (esta últimas eran clase Valivarre modificadas) que llevaban a los civiles y colonos. La colonia recibió el nombre de Macross por ser él un veterano de la primera guerra Robotech. Su contralmirante, un Karbarran de nombre Hodel, le indica: 
-“Señor, ya es la hora de la ceremonia de inauguración de la colonia. Ya se ha abierto al uso las primeras secciones del Nodo Loreley de este sistema y será anunciado oficialmente esta tarde.” 
-“Muy bien. Avise a mi edecán para que prepare mi transporte.” 
-“Capitán, llaman desde la alcaldía. Quieren confirmar su asistencia al evento de esta tarde.” 
Max, con un mohín de disgusto le dijo al enorme ursinoide: 
-“Dígale que sí. No, mejor contestaré personalmente. Y avise a Exedore que el también está invitado y quiero que vaya conmigo” 
Era un asunto protocolar, pues él, siendo la máxima autoridad militar, estaba bajo la mas alta autoridad civil, que actuaba en representación de la ONU. A otros no le hubiese importado mucho, pues las autoridades civiles solían confiar en la UN Spacy. El problema en este caso, era que la máxima autoridad civil era Miriya...su ex. 
Rato después cruzaba la autopista que unía la nave de batalla con la sección civil en una limusina Lincoln de células de combustible, conducida por su edecán. De la autopista, que cruzaba un paisaje que parecía de fondo de pantalla, subieron por un carril lateral al núcleo administrativo y financiero de la colonia, deteniéndose frente al fastuoso palacio de la alcaldía. Se apearon y subieron por la ancha escalinata de mármol flanqueada por columnas y molduras de bronce. Su edecán comentó: 
-“Guau. Es realmente bello. ¿fue diseñado en Praxis?.” 
-“No estoy seguro. Lo que si sé con certeza es demasiado fastuoso.” 
-“Pero no se puede negar el buen gusto.” 
Entraron a la sala principal, en cuyo extremo opuesto había una escalera que daba a una terraza, desde la cual Miriya dio la bienvenida oficial con breve discurso. Al terminar se dirigió a la delegación de la UN Spacy, con un no se qué cargado de ironía: 
-“Bienvenido almirante. Es un honor infrecuente que nos acompañe por acá” 
-“Gracias por invitarme a su fiesta, Señora alcaldesa.” 
Se dirigieron una mirada cargada de tristeza y amargura antes de continuar caminando. En eso aparece Mylene Flare Sterling, la 7ª hija de ellos. A Miriya inmediatamente se le iluminó la cara con una sonrisa. En cambio Max la miró con severidad, pues su atuendo, una camiseta y un short de mezclilla deshilachado, hacían un fuerte contraste con los vestidos de salón de ellos: 
-“Mylene, ese short es cortísimo, como puedes usar algo así” 
-“Papá, no empieces con eso. Hace tanto tiempo que no nos vemos y cuando nos reencontramos, sólo me regañas por la ropa.” 
Max le iba a decir algo, pero bastó una mirada de Miriya para que prefiera cambiar de tema: 
-“Bueno, está bien. Hey, ven, te quiero presentar a alguien.” 
Mylene frunció el ceño con disgusto, pues su padre insistía en presentarle pilotos con la mal velada intención se que la pretendieran. Para ella todos eran toscos y aburridos, pues sólo hablaban de aviones. Como si Max le hubiese leído el pensamiento, le dijo: 
-“No Mylene, este es diferente. Es apenas un poco mayor que tú, así que se van a llevar muy bien.” 
Se acercaron a un joven de cabello castaño claro con los mechones de los lados apuntando hacia arriba: 
-“Mylene, el es Kevin Ramos, teniente comandante del Emerald Force.” 
Ramos quedó maravillado. Vio unos ojos verdes grandes y cristalinos. Nunca había visto una chica tan linda, y sólo pudo musitar un: 
-“Mu...mucho gusto.” 
Ella por otra parte sólo lo miró con hastío:  
-“El gusto es mío” le dijo, en un tono que indicaba que en absoluto era su gusto. Como Kevin no habló inmediatamente, Max empezó a decir: 
-“Es el piloto estrella de la UN Spacy aquí. Ingresó a los 15 años a la escuela de aviación y completó el curso en sólo 2 años. Ha dirigido misiones de combate bajo ataque digital, siendo todas exitosas y sin bajas. Todo eso sólo con 17 años, apenas 4 mas que tú...” 
-“Papá, tengo 14 años.” 
-“Ah, perdón, se me olvidó la edad de él.” 
El teniente Ramos enrojecía, mientras Mylene sólo musitó: “si claro”. Tras ello Max se retiró, mientras Mylene esperaba no aburrirse demasiado. 
 
II 
 
En un módulo de expansión instalado en el borde de Ciudad 7, se situaba un pequeño local cuyo letrero “Fatality, videojuegos y cibercentro” anunciaba su propósito. Uno de sus administradores, un hombre moreno y corpulento llamado Lennhart Grant era un militar retirado que había participado en la campaña de los Centinelas y la del Salón Real. Observaba las pantallas que mostraban el funcionamiento de cada uno de los equipos del centro. Por un pasillo venía el otro administrador, un joven llamado Bassara Nekki, que sólo le dijo: 
-“Ya fui a dejar al karbarran” 
Lennahrt lo miró con expresión divertida: 
-“¿Y que tal el olor?” 
Bassara se encogió de hombros: 
-“Como un oso. Una vez que te acostumbras a él, no es desagradable.” 
-“¿Y que quería?” 
-“Lo mismo que todos. Desde que la General Galaxy lanzó al mercado esos escáneres cerebrales, la gente se ha vuelto loca entrando a mundos imaginarios.” 
-“Lo curioso es que durante siglos la gente quiso imaginar mundos totalmente extraños y exóticos, y ahora que los tienen sólo quieren recordar los paisajes de casa.” 
Revisó los monitores del cibercentro y miró a los clientes. Como todos tenían puestos sus escáneres cerebrales, que no permitían escuchar lo que ocurría en el mundo real, tomó su guitarra y empezó a tocar una balada de resonancia playera que fue muy popular en los años 60 del siglo anterior. Lennhart lo acompañó con unos bongos, tocando de manera totalmente despreocupada. Al cabo de un rato, Lennhart le preguntó:  
-“¿Te sabes otra? Ya me estoy aburriendo del lalalaaaaaalaaaaalalalalaah” 
A esto Bassara le dijo: 
-“¿cual?” 
-“More than words por ejemplo” 
-“Espera un poco” 
De uno de los equipos instalado en la mesa extrajo un cable que insertó en un conector implantado en su nuca. Tras bajar de la red los acordes y movimientos necesarios, siguieron tocando. 
De pronto, los monitores de gestión de red se volvieron rojos mientras emitían una señal de alerta de intrusión.  
La gente quedaba paralizada, mientras cerraban o botaban todos los programas que estaban ocupando. Una voz femenina desde el administrador de red advertía: “Alerta de intrusión. Paquetes de datos no reconocibles en proceso de integración a través de conexión neuronal. Probabilidad de troyanos: 89%” 
Lennhart miró con mucha extrañeza los monitores mientras le decía a Bassara: 
-“Las líneas de códigos van directo al cerebro. Protocolo de defensa nivel extremo.” 
El computador le contesta: 
-“Rastreando nexo digital. Intrusión externa a la red local. Fallo general de sistemas en la nave.” 
De pronto, Bassara saca de un cajón de la mesa un aparato que recordaba un cuello ortopédico. 
-“Lennhart, prepara los cortafuegos en modo de ataque, voy a entrar.” 
-“¿¡Quee!? ¿estás loco? Te puede freír el cerebro.” 
-“No. El proxy es totalmente seguro. Además en mi cerebro están cargadas las últimas actualizaciones para antivirus y cortafuegos” 
Tomó el aparato y lo ajustó a su cuello. Tiró de un cable del servidor y lo conectó al proxy. Al principio vio un diagrama tridimensional de la red desde el área local, pero luego, en su campo visual aparecieron unas líneas de códigos irreconocibles. Frente a él una pantalla le iba aportando datos. Entonces vio todo negro.  
En medio de la oscuridad vio una pirámide de cristal azulado, cuya punta estaba rodeada de cadenas que giraban. Ese símbolo había sido usado por los Maestros de la Robotecnia y posteriormente por la General Galaxy, y desde el incidente de Sharon Apple, se había difundido cada vez más entre la humanidad, lo que a Bassara no le parecía muy tranquilizador. De pronto este símbolo se rompió y, mientras escuchaba una risa lunática apareció un ojo. Bassara no pudo definir el color, pero había una hierática intensidad en esa mirada, pupilas muy contraídas y párpados muy abiertos, como ojos de loco, pero de un loco que estuviese interrogando. Entonces se sintió como si algo lo paralizara y lo arrastrase a alguna parte. La fuerza se aflojó durante un microsegundo y entonces el Proxy de Bassara dejó sus tarjetas de expansión neuronales en modo intro. 
Mientras, Lennhart veía un panorama similar. Humanos, no humanos y artificiales habían quedado paralizados. Muchos conectados a cascos de control cerebral o directamente a través de implantes neuronales. Entonces vio con asombro que todos los afectados estaban literalmente saqueando los servidores de la UN Spacy. Señales IFF, lenguajes de cifrado, características de los varitechs, estrategias, todo lo que pudiera ser útil en ¿un ataque militar?. Ahora había decenas, quizás centenares de miles de personas que estaban tratando de quebrar sus códigos y romper sus cortafuegos, tecleando frenéticamente hasta casi hacer sangrar sus dedos. 
En la pantalla apareció un mensaje.”inestabilidad de conexión segura. Cerrada por precaución”. Decidió abrir otro canal para poder sacar a Bassara, que seguramente estaba en serios aprietos. Si los crackers que provocaron el ataque lograban controlar a Bassara, multiplicarían enormemente su capacidad de intrusión y control de la red, dadas las características de sus implantes neuronales. 
Cuando por fin logró sacar a Bassara de la red, le comunicó lo que había observado, a lo que este sólo dijo: 
-“Repara este proxy y procura rastrear el destino de los datos transferidos. Yo tendré que salir.” 
-“¿Salir? ¿No habías dicho que nunca dispararías a nadie en batalla?” 
-“Y no lo haré. Ya verás” 
 
III 
 
Mientras, en el Comando de Control de Datos, ubicado en una nave clase Megaroad, estaban todos igualmente frenéticos. En ese departamento se analizaba el tráfico de datos de toda la red de la flota, y ya estaba expandiendo sus operaciones al Nodo. La sala sólo estaba iluminada por el resplandor de las pantallas holográficas proyectadas, y con eso bastaba. Entre los operadores estaban los seres inhumanamente altos y estilizados cuyos cuerpos, que parecían de hielo, delataban su origen Spherisiano. También flotantes haydonitas, que habrían aceptado la convivencia con los humanos. Todos estos se comunican entre sí por láser. Los demás eran en general orgánicos con tarjetas de expansión neuronales y a veces resultaba difícil distinguir entre analistas y aparatos de análisis. 
Cuando ocurrió el ataque, la mayoría de los monitores se volvieron rojos, mientras se emitía la señal de alerta. Los sintetizadores emitían sus voces artificiales por los parlantes: 
-“Intento de Intrusión al sistema. Paquetes de datos no reconocibles en proceso de integración.” 
-“Inicien protocolo de defensa nivel máximo.” 
-“Cortafuego en modo de defensa activo.” 
-“Cortafuego en modo de ataque en espera.” 
-“Rastreando nexo digital. Intrusión interna.” 
-“Red civil perdiendo ancho de banda. Contacten con la dirección de telecomunicaciones de la alcaldía.” 
En varias pantallas se veían las líneas de códigos parpadeando frenéticamente, mientras las correspondientes a paquetes de datos irregulares eran marcadas. Columnas de números y letras eran envueltos en otras. Caracteres pasaban de una pantalla a otra, mientras el virus ya se había integrado en un 40%, como indicaba una barra de estado de avance. Algunos Cristaloides de Spheris quedaron paralizados mientras su cabeza se llenaba de un fulgor blanco verdoso. 
El comandante, un cristaloide llamado Kaln emitía rayos desde su cabeza, mientras daba órdenes: 
-“Corten comunicaciones con naves en patrulla. Rastreen origen de intrusión. Controlen la red civil para bloquear recepción de datos a quién sea.” 
-“La alcaldía autorizó la toma de control durante la crisis. Cerraron conexiones al Nodo” 
-“Bien. Eviten conexiones espurias a naves militares.” 
-“Entendido.” 
Lamentablemente fue muy tarde. El puerto inalámbrico no fue desactivado a tiempo. A 200 kilómetros de allí, en el espacio profundo un escuadrón patrullaba en misión RATA escoltando al nuevo modelo AEWACS ES-22, derivado del modelo civil VC-079. Disponía de antenas de enlace en la cola y los bordes de sus alas romboidales conformaban un radar multicelular, por lo que carecía del típico plato de los anteriores “Ojo de Gato”. Allí el controlador Wolf llamó al puente: 
-“Señor, están instalando un código de emisión transdimensional en el sistema de señales de la nave. No se me notificó del procedimiento.” 
Desde allí le llegó la voz llena de estática: 
-“Comandante Wolf, no hemos sido nosotros los que hemos dado la orden. Las máquinas se han vuelto locas. Desde control de datos me indican que debe funcionar en modo intro.” 
Wolf escuchó un extraño sonido, como de interferencia y luego los diagramas y ventanas de datos proyectados en la carlinga de la nave eran reemplazados por la misma imagen que ya muchos habían visto. La pirámide y luego el ojo de loco, acompañado de una risa demencial. Trató de cambiar la configuración a modo intro y reparar manualmente el computador central de la nave, pero esta ya se había reprogramado, impidiendo cualquier acceso a los 3 oficiales de la nave. En eso cesó la transferencia de archivos. 
-“Señor, podemos reiniciar. Aplicar protocolo de seguridad máximo.” 
-“¿Cuánto tardará eso?” 
-“Sólo unos cuantos minutos” 
-“Inicien ahora mismo.”  
 
IV 
 
En el puente de mando de Battle 7, el almirante Sterling tenía un enlace con Control de Datos. Ya sentía alivio por la noticia de que el ataque digital había sido contenido cuando su oficial de comando, el contralmirante Exedore le informa: 
-“Almirante, se detecta una onda gravitacional masiva, correspondiente al repliegue de 500 cruceros.” 
-“Todos a sus puestos de combate. Avise a todo el personal que se presente. Hodel, redirija el ancho de banda. Deben ser ocupados exclusivamente por nuestros cazas varitech. Exedore, comuníquese personalmente con la alcaldía e informe. Recomiende cerrar cúpula exterior.” 
-“¿Por qué sólo recomendar? Usted tiene atribución para dar la orden.” 
Max miró hacia la calva que lucía ahora Exedore y le contestó con un deje de molestia: 
-“Sólo teóricamente. Por favor, hágalo como le indiqué.” 
Cuando los monitores de la sala de mando hicieron un acercamiento visual quedaron muy sorprendidos. Se veía el número de naves que indicó el análisis de la onda gravitacional, pero las extrañas naves parecían armadas de chatarra zentraedi, karbarran o microniana. Hodel dijo: 
-“Señor, el teniente Wolf al mando del AEWACS en patrulla nos confirma que las naves son de origen desconocido. Los modelos no figuran en las bases de datos” 
En el puente de mando de Battle 7, el almirante Sterling observaba el holograma que indicaba la posición de las naves. 
-“Todas las naves de entrenamiento regresen a sus bases. Si esta irrupción tiene que ver con el ataque digital de hace unos minutos, debemos detenerlos a toda costa. Envíen todos los varitech al encuentro de los alienígenas. Armas en espera, si reciben disparos contestar fuego al máximo. Hodel, abra una conexión segura con el Comando de Control de Datos” 
-“Entendido.” 
Los cruceros enemigos ya habían lanzado la primera oleada del ataque. Cuando hicieron contacto visual, los pilotos de la 7ª flota vieron sus radares en blanco. Sus sistemas de navegación dejaron de responder. Entonces lanzaron sus micro misiles, pero el enemigos los hacía explotar y cegaba los radares de la flota fácilmente. Entonces perdieron contacto con el AEWACS. 
Max ordenó:  
-“Contesten el fuego. Desplieguen segunda ola de ataque y que esta dispare los misiles antes del contacto con el enemigo” 
Exedore dijo: 
-“No son Zentraedis ni Invids, ¡y están volviendo los misiles en contra nuestra!” 
-“¿¡Que!?. Bien, ordéneles usar sólo cañones y balas.” 
En pocos segundos el proyector de la sala de mando mostraba como caían rápidamente sus propias fuerzas. Muchos varitech dejaban de funcionar, y algunas áreas se volvían borrosas, debido a que se había perdido toda señal. Max ordenó: 
-“Retírense. Intenten captación pasiva de todos los datos posibles con sensores analógicos. Operen en modo intro. ” 
Hodel entonces sugirió: 
-“Recomiendo que lancen a los escuadrones de guerra digital, y si disponen de campos sombra, sugiero que los usen.” 
-“Muy bien. Pero eviten usar misiles. El enemigo parece controlarlos por completo.”  
La cúpula de Ciudad 7 mostraba un atardecer nuboso cuando comenzaron la alerta de ataque. Inmediatamente suenan las sirenas en las naves coloniales (curiosamente, las sirenas de ataque aéreo no han variado en los últimos 120 años), mientras las pantallas holográficas gigantes que flotaban sobre toda la ciudad mostraban luces muy brillantes de alerta roja. La cúpula exterior de Ciudad 7 retumba roncamente mientras se empieza a cerrar para evitar la entrada de intrusos.  
Kevin Ramos había sentido el llamado en su celular de campaña y salió corriendo hacia un jeep militar que recogió a varios otros soldados. Le sorprendía la virulencia del ataque enemigo, y mientras se cruzaba con los civiles que iban a los refugios, pensaba en lo que le habían dicho, mientras por la radio en el jeep lanzaba mas instrucciones.  
Una vez en el cuartel de la nave de batalla se reunió con su escuadrón, el Emerald Force, mientras se escuchaban las alarmas y la estridente voz que decía “Todos a sus puestos de combate. Esto no es un simulacro. Repito. Esto no es un simulacro.” Como escuadrón de elite, estaba equipado con lo último en tecnología digital. Contaban con conexión de red capaz de entrar en cualquier nave de la UN Spacy o enemiga, interfaces de realidad virtual, etc, e iban a necesitarlo, pues el enemigo ya había demostrado su habilidad en este campo. 
Kevin arengó a su escuadrón: 
-“Señores, esta batalla es muy difícil y el enemigo es mucho mas peligroso de lo que podíamos prever. Mantengámonos juntos y evitemos usar los misiles si es posible. Será necesario guiarse por contacto visual y sólo usen el scanner cerebral si es seguro” 
-“¡Sí Señor!” 
Al abordar su Nightmare Kevin introdujo una tarjeta de datos de bolsillo en un puerto de su cabina, para así cargar en los sistemas de navegación sus características biométricas y de pilotaje. Además esto le permitiría abreviar el tiempo de sincronización de su cerebro con el scanner cerebral del varitech. Encendió este y lo dejó en modo de espera mientras los FAST packs eran instalados desde el techo por grúas. Al instante escuchó la voz de Stacy Blake: 
-“sistemas en estado operativo, sin rastros de virus.” 
-“entendido.” 
En eso le levantó el pulgar derecho a Blake y ella le devolvió la seña desde su Thunderbolt azul con líneas amarillas. Ella era su hombre-ala, o mas bien dicho, su mujer-ala, y el Thunderbolt que piloteaba, al igual que todos los de la flota tenía turbinas termonucleares de 42.5 toneladas en vez de la 30 de la versión estándar, además de una cabina con monitores de efecto envolvente (HUD total). Ambos equipos habían sido desarrollados originalmente para el prototipo YF-19.  
Frente a él vio la luz verde proyectada por láser que le daba la salida a Syd Barron y su hombre ala Axum Rylar. Le daba envidia que el ala de Barron fuese un tiresiano, pues continuamente discutía con Blake. Finalmente se colocaron en la pista, mientras tomaba una cadenilla con un corazón donde salía un holograma de Mylene. 
-“Líder Emerald en espera. Sistemas verificados” 
-“Líder Emerald, Emerald 2 y Emerald 3, Adelante” 
Frente a cada uno se proyectaba un punto rojo. Cambió a amarillo y después a verde, mientras el aceleraba a fondo. La potencia de los reactores y la sustentación de las alas, le permitían despegar sin catapulta, incluso bajo una alta gravedad, tal como los antiguos Su-27.  
Poco después vieron breves destellos, rayos trazados desde los cañones enemigos y el resplandor de los campos deflectores de las naves coloniales. El campo de batalla estaba situado delante de él, pero por encima de su “horizonte”. En el espacio las alas eran inútiles, por lo que para llegar ahí el computador de vuelo activó los cohetes de maniobra delanteros y dirigió sus toberas hacia abajo para poder darle un ángulo adecuado al empuje de los motores sin apartar su línea de fuego del objetivo. Stacy dijo: 
-“Espero que ahora me permitas algo de diversión.” 
-“”No pongas en un mismo bolsillo la audacia y la temeridad” dijo un antiguo oficial.” 
Empezaron a bromear, pero luego se sintieron invadidos por un extraño desasosiego. Por supuesto nadie dijo nada. Ramos vio pasar tres cazas bajo el y uno por encima. Stacy Blake giró hacia atrás para apuntarle con sus armas mientras pulsaba sus motores para revertir la dirección de su inercia. Como los VF-17 en el espacio eran tanto o mas maniobrables que los VF-11, Kevin hizo una “zambullida” para darle alcance a los otros tres. Se dispersaron y dos de ellos le dispararon una ráfaga de micromisiles. El pasó a modo Battloide y los despachó con láser. Al comprobar que no tenían mas les apuntó con su cañón disparando una ráfaga de metralla.  
Entonces vio con sorpresa como el enemigo se transformaba adoptando una configuración similar al modo guardián de las unidades de la UN Spacy. Ningún otro ejército había adoptado antes ese versátil diseño, y antes de que Kizaki comenzara a sentir extrañeza, los enemigos le ametrallaron. El demostró una vez mas su pericia al esquivar todas las balas sin sufrir un rasguño. Pero el tercer Varitech enemigo pasó a modo Battloide y disparó sus micromisiles. Por suerte para él, Rylar y Barron lo estaban cubriendo, por lo que el enemigo continuó su trayectoria sólo como una estela de humo en el vacío. En eso reciben la llamada de Hodel: 
-“Grupo aéreo de Battle 7, tres cruceros enemigos se dirigen al Nodo. Intercepte y comunique.” 
-“Entendido, pero necesitaremos refuerzos” 
-“Se les enviará la Roy Fokker” 
Por un momento vacilaron pero ya se estaban desplegando los cazas, desde la nave; una clase Tokugawa, y otras dos clase Garfish. 
 

 
Mientras tanto, en una de las cápsulas adosadas a Ciudad 7, una nave de impecable aspecto se deslizaba fuera de uno de los hangares que se solían arrendar para transportes ejecutivos y cargueros privados. Sin embargo, este era un caza variable. De hecho, era el segundo o tercer prototipo del VF-19 y su trabajo de arte, con llamas doradas y roajas sobre un fondo totalmente negro, le daban un aspecto realmente intimidante. Como llego hasta ahí, era un misterio. 
Cuando el caza llegó a uno de los ascensores, su piloto tecleó algo en una pequeña consola, con lo que este comenzó a moverse, hasta dejarlo en una pista. Luego el piloto regresó sus manos a las palancas de mando, las que sólo usó como asas y, sin que él hiciera movimiento alguno, el varitech empezó a deslizarse a través de la pista para salir disparado por debajo de la nave. Ningún sistema guardó registro de la operación 
Enfiló directamente hacia el Nodo y en el camino se cruza con una unidad enemiga, interceptando un paquete de datos destinado a esta. Inmediatamente la IA de apoyo de su varitech empezó a trabajar en el descifrado de la señal, mientras él le disparaba una ráfaga de ametralladora. Sin embargo, las balas de esta eran similares a las balas de pintura que se usa en los entrenamientos, aunque el fluido era distinto. Este provocaba una serie de cortocircuitos que inutilizaba a la máquina sin poner en peligro al piloto. 
Luego voló en zigzag en medio de una pequeña formación enemiga, inutilizando a 6 de ellos. Otros dos pasaron a modo guardián y dispararon micromisiles, lo que no inquietó mayormente al piloto. Cuando estaban a punto de impactar, dio la vuelta y disparó 3 o 4 misiles con bombas de pulso electromagnético, destruyendo los misiles e inutilizando a sus adversarios. Para ese momento ya estaba a unos cuantos kilómetros del Nodo. 
Fue poco después, cuando tanto los barauta como el emerald force estaban llegando al nodo, que se produjo uno de los incidentes mas confusos de la batalla. Ramos, Blake y Barron ya habían visto a muchos de sus varitech flotando a la deriva en el espacio, completamente inoperantes, pero sin daño aparente. De hecho, Axum había quedado en la misma condición, con sus baterías de protocultura en un nivel crítico. Tuvo que ser recogido por otros escuadrones y llevado a la Roy Fokker. 
Mientras, un escuadrón de los barauta ya estaba ingresando al nodo. Al penetrar por sus herrumbrosos recovecos, pasaron sus varitech a modo guardián. El del líder de escuadrón tenía antenas en el morro y en las tomas de aire que conformaban un equipo de telemetría digital, que permitía interpretar todo tipo de datos a partir de señales de radio. Buscaban un puerto de datos al cual conectar un cable, y se asomaron al interior de la estructura, donde estaban los servidores.  
Fue entonces cuando aparecieron los Bioroids de la General Galaxy. Estos habían sido recuperados en Tirol y recibieron las mismas modificaciones que el usado por Breetai en su último enfrentamiento con el Regente, pero estaban pintados de verde, amarillo a naranjo fluorescentes con franjas negras para indicar que eran de trabajo. Pero, sorprendentemente, estos bioroids dispararon armas de mano contra los barauta. 
El emerald force apareción dentro de la estructura por otro túnel, y Kevin Ramos ordenó: 
-“Syd, registra toda la actividad del nodo. Blake, prepara tu sincrocañón.” 
-“Entendido.” 
-“Kevin, alguien está borrando información de un servidor secundario conectado al puerto mas cercano.” 
-“apunta con cuidado” 
Pero en ese entonces aparecieron dos máquinas disparándoles. Kevin Ramos y Syd Barron devolvieron el fuego inmediatamente, mientras Blake disparó a su objetivo. Su asombro fue mayúsculo cuando comprobaron que no se trataba de unidades enemigas, sino los bioroids de la General Galaxy. Ramos le gritó: 
-“Es de los nuestros. ¿¡Qué haces!?” 
-“¡Está tratando de infiltrarme!” 
-“Intento comunicarme con ellos, pero no responden. Nos han tomado por el enemigo.” 
Ninguno se dio cuenta de que la escena era captada también por el prototipo excalibur, pues este tenía activado un avanzado campo de camuflaje visual y térmico. Cuando decidió penetrar también la red interna del nodo, le dijo a su IA de apoyo: 
-“Indicame en la pantalla los servidores y puertos disponibles.”  
-“Entendido.” 
-“voy a estar ocupado rastreando la conexión con las antenas locales. Dependo de ti para protección.” 
-“Por supuesto.” 
Se proyectaron dos pantallas en su cabina. En una de ellas sólo se veía un flujo casi continuo de caracteres en color verde sobre fondo negro. En el otro, el diagrama solicitado. Cuando llegó a uno de ellos pasó a modo guardián, y desde el fuselaje se extendió un cable hasta conectarse a uno de los puertos. Mientras, en la cabina se extendió un teclado donde empezó a trabajar frenéticamente. 
Cuando tomó control de las antenas principales del nodo, usó el firmware del paquete de datos capturado antes para emitir una señal que fuese leída por el sistema de telemetría digital del enemigo. Con esto cargó un troyano que se activaba con una cuenta regresiva. Luego, usando el nivel de transmisión intermedia de la UN Spacy, cargó en ellos el mismo programa. 
Todos los pilotos, de ambos bandos vieron asombrados como sus battloides se paralizaban, para en seguida expulsar todo su armamento. Micromisiles, cartuchos de munición y ametralladoras quedaron a la deriva en el espacio, y cuando flotaban a una distancia segura, detonaron. Algunos pilotos, al ver que quedaban sin armas, volvieron rápidamente a sus naves nodrizas. En los otros casos, fue el propio troyano el que instruyó al computador de control de vuelo a hacerlo.  
Una vez concluida la batalla, todas las unidades volvían a sus naves, muchas de ellas remolcadas por sus compañeros. El piloto del prototipo rojo también volvía del sector, y en el vuelo le indicó a su IA de apoyo que analizara todas las señales que pudieran recogerse del nodo. Cuando terminó el análisis, el sintetizador moduló la voz: 
-“Hay ciertos códigos de control residentes en el nodo que han sido reactivados recientemente, pero su análisis requeriría varias horas, especialmente porque las órdenes fueron registradas en el servidor que fue destruido.” 
-“Entiendo. Va a ser necesario contactar a la General Galaxy.” 
-“¿Y esperas que ellos te permitan acceder a sus servidores” 
-“Mas bien pregunta si pueden impedírmelo.” 
De todos modos, este piloto intuía que algo raro ocurría. Sospechaba especialmente de lo que estaban haciendo los bioroids de la General Galaxy. 

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