Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Rick y Lisa: La saga de la familia Hunter-Hayes

Chapter / Capitulo: VII

Author / Autor: Cindy Rubattino

Rating / Clasificacion: AP (All People = Todo espectador)

Romance

Angst / Drama

Humor

Fanfic: Hola, dulce Janice 
 
El Dr. Emil Lang guardaba en esa vieja caja de cristal un milésimo gramo de un extraño y brillante elemento. Su amigo, el Dr. Zand permanecía en silencio. Lang nunca le había dicho nada, pero el creía que se trataba de un pequeñísimo rastro de lo que los zentraedis llamaban protocultura. 
 
Una semana había transcurrido desde que le había dado los informes del avance de sus proyectos a Rick. Los dos androides estaban casi listos: el EZ-1 y EZ-2. El primero sería masculino. Fue su primera creación. Sin embargo, el EZ-2, que sería femenino, era el favorito de Lang. Se había esmerado mucho más en cada detalle y había sido perfeccionado tomando en base el primero por lo que permaneció más horas ajustando la mínima imperfección. 
 
Todo en ellos parecía humano: piel, rostro, cabello, voz, en fin, órganos internos y externos, sin lugar a la reproducción, claro está. Sus cabellos eran reciclados de cabellos humanos minuciosamente higienizados. Para sus voces escucharon miles de sonidos procedentes de diferentes personas y así sucesivamente hasta crear dos androides que terminaron siendo más humanos que muchos. 
 
Zand se encargaba del EZ-1, mientras Lang afinaba los detalles de EZ-2. Lo que Zand no sabía es que Lang había creado y pintado su rostro en base los recuerdos de su sobrina Janice, la única persona de la que cuidó, ya que nunca tuvo hijos, pero ella había fallecido en un accidente producto de un conflicto armado. Sus otros dos familiares eran sus dos ahijados: Justin y Scott Bernard. Justin, quien fuera el capitán del escuadrón Angel, murió en la batalla final contra Khyron. Su hermano menor, Scott tenía muchos años sin verlo y no sabía si estaba vivo o no. La última vez había acompañado a su padre a la base satelital de la Luna. 
 
Irónicamente, un día había comentado a Zand los trágicos finales de los primeros capitanes de los Escuadrones: Roy Fokker, Karl Riber, su ahijado Justin Bernard y hasta las terribles situaciones que pasó Edwards, que era como un ave fénix. 
 
Y así, sintiéndose solo, la creó, a imagen y semejanza de su querida y desafortunada sobrina. Sus cabellos tenían un tono claro, sus grandes y bellos ojos eran color ámbar, su boca era diminuta, su cuerpo era bien proporcionado.  
 
Para su voz utilizó extractos de la voz de su sobrina, la cual había quedado plasmada en una antigua grabadora. 
-Te quiero mucho tío Emil, eres como mi padre. Espero que la guerra acabe para que cenemos juntos en navidad junto a Justin y Scott- Recordaba con tristeza el Dr. Lang, las últimas palabras que escuchó de ella. 
 
-Su vos era hermosa- recordó- Le gustaba cantar y lo hacía como los ángeles. Porqué tuviste que morir, querida sobrina? Eras como mi hija…dijo mientras hizo un gran esfuerzo por que no brotaran lágrimas de sus totalmente negros ojos, mundialmente famosos por su contacto con la protocultura. 
 
Zand ya había terminado con el primer androide. Sin embargo, Lang quería darle un toque especial a su querida creación. Por tanto, en lo que sería su corazón colgó aquella diminuta gota de la llamada protocultura.  
-Con esto, serás más humana que androide, querida Janice.- pensó Lang, quien poco a poco y sobre la marcha le había tomado cariño a su obra maestra, dando un giro total a los planes que en un principio había pensado para ella. 
 
-Bueno Emil, celebremos… Míralos! parecen más humanos que nosotros.- indicó un orgulloso Zand, y continuó- Una vez le descarguemos la energía magnética y rayos gamma, estarán listos para empezar. Estoy ansioso que el Dr. Penn, el capitán Hunter y la capitana Hayes vean nuestras obras. 
 
Lang respiró profundo, miró a su compañero, y con un tono de firmeza dio una extraña noticia a Zand. 
- Lo siento Zand, pero he cambiado de planes. Ni los capitanes ni Penn verán a los dos androides. 
-Cómo?, No te endiento Emil, a qué te refieres? 
-Verás, les enseñaremos solo un androide, al EZ-1. Pero a Janice, no… 
-Qué? cómo que solo a uno? y en qué momento le pusiste el nombre al EZ-2, qué está sucediendo Emil? 
- Zand, este androide me recuerda mucho a mi querida sobrina Janice. Al tomar su molde y revestirla con sus cualidades me hizo tomarle mucho cariño y quiero quedarme con ella como su tío. Añadí un poco de protocultura a su corazón para que tenga sentimientos y comprenda el amor y el dolor humano…  
-Qué?, pero eso no es una locura? Emil, tenemos un deber! 
-Durante todos estos años solo he pensado en los demás. En contribuir a la raza humana y sus aliados. Ya es hora de pensar en mí!... Por todos los sacrificios que he dado a la humanidad, creo que al menos me merezco eso- contestó Lang de manera contundente. 
-Te entiendo… 
 
-La diseñé para que procese que yo soy su tío. Le diremos a los capitanes que es mi sobrina lejana que apareció, y listo. 
- Emil, pero habíamos dicho que estábamos construyendo dos androides, e incluso le enseñamos los avances al capitán Hunter, qué vamos a decir ahora? 
- Ya había pensado en eso. Les diré que tuvo un fallo mecánico, que Luego explotó y que sus desechos fueron convertidos en materia espacial para otros usos. Lo mantendremos en secreto. Promete que nunca revelarás a nadie lo sucedido hoy. 
-Te doy mi palabra, amigo. 
 
En los siguientes días, Lang asignó su casa en el sector este de la ciudad para que fuera la casa de Janice, ya que él vivía un gran cuarto acomodado especialmente para él cerca de sus laboratorios en el Satélite Fábrica. Luego, intencionalmente habló con el Trío al cual le anunció la llegada de “su sobrina”, para que la noticia se corriera ante la expectativa de la llegada de ella. 
 
Por último, como las chicas del puente y demás estaban ocupadas con los preparativos de la boda de los capitanes, se dirigió al restaurante chino y le pidió a Minmai que le ayudara a escoger ropa de moda para “su sobrina”, con la cual se había reencontrado luego de mucho tiempo. 
 
-Disculpe que me atreví a molestarla, señorita Minmai, pero por tratarse de una artista, quién mejor que usted para ayudarme a escoger la mejor ropa para mi sobrina. Yo no sé nada de modas- dijo Lang. 
- No se disculpe Dr. Lang, al contrario, me honra al escogerme para tal providencia. Últimamente ya nadie se acuerda de mí- dijo Minmai en tono nostálgico. 
- No diga eso, Minmai. Permítame decirle como persona que la aprecia y a manera de crítica constructiva que si nos vamos a una realidad científica y comprobada, el problema es la falta de cercanía con su público. 
- Cómo? 
- Sí, su verdadero amor radica en la reciprocidad entre su público y usted. Entonces al no haber una retroalimentación, usted siente como si le faltara el sentido a su vida. 
- De veras cree eso?- dijo Minmai. 
- Por supuesto que sí… Haga el intento de cantar nuevamente y le auguro buenos cambios. 
- Gracias Dr. Lang, tomaré muy en cuenta su hipótesis. Y no se preocupe, voy por mi cartera y enseguida nos vamos de compras para Janice Em! 
 
Sí, Janice Em. Ese fue el nombre que le dio Lang. Janice por su sobrina, y como no sabía que apellido ponerle, ya que sin pensarlo había dicho que era sobrina materna, le puso Em, por las dos primeras letras de su propio nombre, Emil. 
 
Minmai y Lang caminaban por el centro comercial visitando las tiendas y escogiendo las mejores prendas de vestir para la nueva chica. Habían caminado tanto que Lang se sentía un poco agotado. 
-Minmai, disculpe, pero me sentaré un rato en esta mesa y ordenaré un café. Debo tomar un descanso, creo que por hoy he caminado suficiente. 
- Está bien Doctor.- dijo Minmai mientras se sentaba en la mesa a su lado. Sin embargo notó que había una boutique exclusiva a un costado de ese restaurante el cual no habían visitado. 
-Oh, que vestido tan hermoso el que está en la vitrina de exhibición! Doctor puedo ir allá un momento a observarlo?  
- Por supuesto, y si en realidad le agrada me avisa para comprarlo también. 
 
Minmai abrió la puerta del exclusivo local, y al acercarse a preguntarle a una de las modistas sobre el costo del vestido, se encontró con una escena que provocó un impacto en sus emociones. 
 
En la parte principal en medio de la boutique un sin numero de estilistas y asistentes de la armada entallaban el traje de novias de Lisa Hayes. En ese momento una chispa en su equilibrio la hizo apoyarse de una de las mesas.  
 
En ese instante, Miriya y Claudia, que acompañaban a Lisa, avistaron su presencia.  
- Es quien es creo que es o esto viendo un espejismo?- indicó Miriya. 
- Entonces somos dos las que vemos el espejismo- dijo Claudia. 
- Pero qué demonios hace ella aquí?- pregunto Miriya. 
- No lo sé…No creo que haya venido a entallarle el traje a Lisa. 
 
Minmai no podía creer que se había encontrado con esa escena. Lisa estaba de espalda a ella, pero sus amigas ya la habían visto. Si salía, quedaría como una grosera inmadura, así que decidió tomar fuerzas y hablarle a Lisa, total –pensó- Lisa es una buena persona. 
 
Lisa le pedía los últimos retoques a los estilistas cuando de repente oyó una voz que ya le era familiar. 
- Hola capitana Hayes, qué hermoso vestido!- dijo Minmai poniendo su mejor sonrisa. 
-Minmai!- dijo una impresionada Lisa que había volteado su rostro. 
-Disculpa que te interrumpa Lisa, pero pasaba por aquí con el Dr. Lang ya que me pidió que le ayudara a comprar unos vestidos para su sobrina y casualmente te encontré… Wow! que vestido tan bello. Cielos Lisa, luces genial!...serás la novia más hermosa de toda la galaxia! 
 
Algunas de las personas miraban intrigadas la escena, ya que casi todos conocían la historia del triángulo amoroso gracias a un reportaje televisivo que recientemente había hecho Sue Graham.  
-Jajajaja! Minmai, qué cosas dices- agregó Lisa, en medio de los rostros absortos de Claudia, Miriya y Sammy- Solo es un vestido más. 
-En serio Lisa te ves preciosa. 
-Conmovida, Lisa caminó hacia ella, levantó sus manos y tomó las Minmai, mientras ésta no podía creer lo que estaba sucediendo. 
-Minmai, gracias.- Gracias por ser una persona con un gran corazón. En verdad te admiro- dijo Lisa mientras las lágrimas brotaban de sus ojos ante el asombro de Minmai- Desde el fondo de mi corazón, se que esto no es fácil para ti. Por favor perdona a Rick. Perdónanos a los dos. Espero que lleguemos a ser amigas.  
 
Minmai se encontraba con emociones encontradas y no pudo aguantar más. Sus lágrimas también corrieron por sus mejillas por una profunda emoción que la embargaba plenamente. Fue entonces que su corazón dio un vuelco y entendió que definitivamente ellos eran el uno para el otro. Había perdido a Rick Hunter, pero seguro había ganado una nueva amiga. 
 
Entonces, sucedió lo que nadie esperaba. Minmai se acercó a Lisa y la estrechó en sus brazos. Lisa correspondió su abrazo. 
- Gracias a ti, Lisa. Ahora sé porqué Rick te ama tanto….amiga.  
-Y así permanecieron por un lapso, ante la atónita mirada de los presentes, quienes aplaudieron la escena. 
 
Cuando Minmai se retiró de la Boutique, y Lisa procedió a ir a los vestidores para ponerse su uniforme, Miriya aprovechó para hacerles una advertencia a los asistentes de Lisa. 
- Espero que lo sucedido no sea motivo de chisme en la base, sobre todo ustedes del trío, me escuchaste Sammy? 
- Uy, pero que exasperante eres Miriya!- dijo Sammy. 
- Ya la advertencia la hice. Espero no oír a nadie chismeando sobre este tema, porque al que oiga en eso le clavo las uñas en la yugular!- enfatizó Miriya mientras las asistentes de Lisa la miraban con temor. 
- Y ahora cambiemos de tema, que vienen Lisa y Claudia.- agregó poniendo una sonrisa. 
 
En su camino de regreso a casa con el Dr. Lang, Minmai se veía con mejor semblante. Y debido a la interrogante del doctor, ella le contó lo sucedido. 
- Me alegro, Minmai. De verdad ellos merecen ser felices, y usted también. Ciertamente encontrará un joven que la quiera y deseé casarse con usted y con el cual seguramente será feliz. En la galaxia de la vida existen muchísimos personas, y si no encuentra a su media naranja aquí, seguro podría encontrarlo en otro planeta, en medio de la expedición. 
- Jajaja! es probable. Últimamente todo es una probabilidad. Lo bueno es que hoy descubrí una gran amiga…y todo gracias a usted doctor, y a nuestra querida Janice Em.  
Cree que ella y yo lleguemos a ser grandes amigas? 
- Eso no lo dude, estimada señorita. 

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Author email / email del autor: cindyrubattinoARROBAyahoo.com