Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Rick y Lisa: La saga de la familia Hunter-Hayes

Chapter / Capitulo: 17

Author / Autor: cindy

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Romance

Action / Accion

Angst / Drama

Humor

Fanfic:  
HOY PRENSENTAMOS: FURIA DE TITANES 
 
 
La capitana Lisa H. Hunter ya estaba en su sexto mes de embarazo. Para trabajar utilizaba un uniforme militar especialmente hecho para ella que consistía en cómodos pantalones de algodón y una chaqueta del rango de capitán de mangas cortas con corte imperio, adaptada a su actual estado físico, para sentirse mas cómoda y de la misma manera mantener cómodo al bebé. 
 
En esos momentos, decía un discurso a las nuevas unidades militares y técnicos que pertenecerían a las fuerzas expedicionarias del SDF-3, frente al alto mando de las RDF. Su sola presencia imponía respeto. Y para las mujeres era un ejemplo a seguir, ya que  
Lisa habría conseguido balancear perfectamente sus actividades militares, con su matrimonio y ahora con su gestación.  
 
Sus discursos nunca eran escritos. Ella hablaba según sus experiencias, conocimientos, habilidades y demás vivencias propias o de la armada en general. Ante magistral ponencia, sus pocos detractores terminaban apoyándola en su punto de vista. 
 
Sin embargo, esa mañana, previo a finalizar su discurso se sintió visiblemente descompensada, por lo que tuvo que pedir excusas y finalizar su discurso antes de lo previsto. 
 
-Capitana, se encuentra bien?- preguntó Sammy quien estaba cerca del podium acompañada de otros asistentes por si a Lisa se le presentaba una eventualidad como ésta.  
 
-No te preocupes, Sammy, no es necesario- dijo en vos baja dirigiéndose a ella- y luego volvió a referirse al auditorio. 
 
-Señores, quisiera disculparme por este breve lapso en mi intervención, pero como comprenderán, los achaques matutinos de una militar embarazada no se hacen esperar. Mi hijo me indica desde su consola que es mejor finalizar el discurso en este momento. Roger out, muchas gracias! 
 
-Jajajajaja! rieron todos al unísono, mientras se levantaban a aplaudir a la capitana Hunter, al tiempo que los miembros de la mesa principal se acercaban para darles su respectivo apretón de manos por tan emotivo discurso y el esfuerzo de ella al estar allí. 
 
Al salir del recinto junto a Sammy y los otros asistentes hacia las instalaciones ya construidas del SDF-1, Edwards decidió unirse al grupo. 
 
-Como siempre, Lisi, espectacular tu discurso- dijo Edwards mientras caminaban a paso medio, ya que Lisa no le gustaba caminar tan rápido como antes para prevenir cansancio- y aprovecho la ocasión, si me lo permites, para decirte que hoy particularmente estás muy hermosa. 
 
Lisa estaba algo maquillada, ya que entendía que no por estar embarazada debía lucir dejada. Sus labios tenían una tonalidad roja-naranja y un rubor tenue casi del mismo color acentuaba sus pómulos. 
 
-Gracias T.R. viniendo de ti es un cumplido. Amigo...pero cambiando de tema, pensé que acompañarías a Exedore y al Dr. Lang a la reunión del Consejo Plenipotenciario- dijo Lisa. 
 
-Me reuniré con ellos más tarde. Primero quería cerciorarme que te encontraras bien. Estás segura que aún no debes tomar tu licencia por gravidez? 
 
Al oír eso Lisa detuvo la marcha, haciendo que Sammy y los demás se estrellaran unos con otros. Luego, Lisa les indicó que siguieran, mientras permaneció allí hablando con Edwards y mirándolo un poco molesta. 
 
-T.R., te diré lo mismo que le dije al General Leonard, al Dr. Lang, al coronel Maistroff, a Rick y por último a mis subalternas del puente: yo estoy embarazada, no enferma ni parapléjica. Tomaré mi licencia cuando así me lo haga saber la doctora Jean Grant. Mientras tanto permaneceré haciendo mis obligaciones, así tenga que enfrentarme yo misma a los Maestros de la Robotechnia...entendiste? 
 
-Claro que entendí, Lisi. Discúlpame. Solo quiero cuidar de ti. No me gustaría que nada malo te pasara. Vi que te sentiste un poco indispuesta y me preocupé, eso es todo. 
 
-T. R. eres un buen amigo y siempre has estado pendiente de mí. Te lo agradezco, pero no es necesario, yo estoy bien. Gracias, pero no debes atribularte. Todo esto es normal durante estas etapas. 
 
Sin embargo, en ese momento, Lisa nuevamente se sintió mareada y puso su mano izquierda sobre la pared para no desvanecerse. 
 
- Lisa, te encuentras bien? dijo Edwards tomándola por la cintura. En ese momento él pudo sentir el contacto de ella. Su perfume, su cabello. Ella alzó su mirada para indicarle que estaba bien y él pudo apreciar de cerca sus ojos verdes, su boca, su piel. Todo en ella irradiaba. Era muy, muy hermosa y Edwards se sentía en el cielo. 
 
-Gracias, T. R., ya me siento mejor. Son solo mareos gestacionales de entrada al último trimestre. 
 
-No te preocupes, déjame cargarte hasta la clínica para que te receten algo y descanses un poco. 
 
-No, T.R., te dije que no es necesario, ya estoy bien! dijo Lisa, mientras Edwards aún la agarraba por sus brazos. 
 
-Acaso no estás escuchando a la capitana Hunter, T.R.? o es que ahora eres sordo?- Rick aparecía frente a Edwards acompañado de Max.  
 
Al ver la escena, Rick se dirigió directamente hacia donde estaba Lisa y se colocó entre ambos, dándole la espalda a Edwards y haciéndolo bruscamente a un lado. 
 
-Mi amor, vine a la base hace unos minutos para revisar el ingreso de nuevas unidades, pero luego me dijeron que durante tu discurso te habías sentido un poco mal y procedí a buscarte. Te sientes mejor?- decía Rick mientras tomaba el rostro de Lisa entre sus manos con dulzura. 
 
-Sí, Rick, no te preocupes, son solo náuseas y mareos propios del embarazo, pero ya pasó, no tengo nada. Cuánta alarma por una tontería! Ya le expliqué a T.R. que no es necesario que me lleve a la enfermería. Estoy bien, de veras! 
 
- De todos modos, preciosa, estos mareos ya son muy constantes, quiero que Jean te revise y que se cerciore de que tú y el bebé están bien... y no se hable más!... Max, por favor acompáñala a la enfermería, yo sigo en un momento- dijo Rick mientras miraba a Edwards directo a los ojos. 
 
-Enseguida Rick!...vamos señora Hunter- dijo Max quien se alejaba hacia la clínica con Lisa. 
 
Una vez solos, Rick y Edwards aprovecharon para destilar su odio recíproco. 
 
-Qué demonios crees que hacías, Edwards? –preguntó Rick en un tono amenazante- congraciándote con mi esposa? Acaso crees que no conozco tus intenciones? 
 
-Vaya, Hunter, así me pagas por tratar de ayudar a Lisa? Qué malagradecido que eres- dijo Edwards con una sonrisa irónica- Cual es tu temor? No lograste casarte con ella? o ahora padeces de alguna inseguridad?....o es que acaso la sombra de Karl River te atormenta en las noches durante tus pesadillas? 
 
-Te voy a decir algo y espero que te quede claro. No te quiero ver cerca de mi esposa, entendiste? Si estás frustrado por algún motivo te aconsejo que respires hondo y te resignes de una buena vez. Riber pasó a la historia y tú nunca tuviste ni tendrás historia alguna con Lisa. Si estás falto de cariño o requieres atención por parte de alguna damisela te recuerdo que en la calle hay muchas rameras que pudieran acostarse contigo por dinero. Sabes a lo que me refiero, esa es tu especialidad. 
 
- Y si no me quiero alejar de ella, qué?...Acaso me estás amenazando, estúpido?- dijo Edwards con una mirada amenazante mientras se acercaba lentamente a Rick. 
 
-Tómalo como se te pegue la gana. Pero ya te lo dije. No te quiero ver cerca de ella, Edwards, o no me hago responsable por mis actos- y dicho esto, Rick dio media vuelta para retirarse del lugar rumbo a la clínica, hasta que Edwards esbozó un comentario desagradable. 
 
 
 
-Que bien huele su perfume, no Rick? qué suave es su piel y su cabello y que hermosos son sus ojos verdes y sus labios, verdad capitán? a mí aún me tiene loco...aún la deseo y aún la quisiera en mi cama...- dijo Edwards en son de burla para provocarlo. 
 
Y vaya que lo logró. De inmediato Rick sintió como le hirvió la sangre. Nunca había odiado a nadie en su vida, pero Edwards estaría apunto de cambiar eso.  
 
Rick se dio media vuelta, tomó a Edwards violentamente por el cuello del uniforme y lo estrelló fuertemente contra la pared de manera estruendosa. Tanto así que por el fuerte contacto hirió levemente la parte trasera de la cabeza de Edwards, haciéndola sangrar, y haciendo que a la vez no pudiera casi respirar mientras oía las palabras del furioso líder del escuadrón Skull. 
 
-Te voy a decir algo, hijo de puta...- decía Rick en vos baja cerca del oído de Edwards-... Estás haciendo que llegue a mi límite... Jamás! me oíste? jamás tendrás a Lisa en tu cama! No me importa si me hacen una corte marcial, si me mandan a la más miserable de las mazmorras condenado a cadena perpetua, o si me fusila un pelotón; primero te mato... 
 
-...Escucha bien mis palabras...- continuó Rick- No quiero verte cerca de mi mujer, no quiero que te acerques a ella, no quiero que la mires de manera lujuriosa, ni mucho menos que la toques... 
 
Edwards hacía grandes esfuerzos por quitarse de encima a Rick, ya que lo estaba asfixiando, sentía toda la fuerza de él presionada en su cuello, pero no podía quitárselo, la furia de Rick no tenía límites y sus ojos destilaban un odio que jamás le había visto antes. 
 
-...Si te veo cerca de ella por razones no militares o me entero de que intentas siquiera tocarla, te juro que acabaré contigo....Vas a aprender a respetarnos a ella y a mí... por las buenas o por las malas, bastardo mal nacido!  
 
-Capitán!...Rick! por favor detente- gritó desesperadamente Miriya, que se topaba con la escena cuando venía por el lado contrario del pasillo, pero la sentraedi no podía contener la furia de Rick. Realmente estaba asfixiando a Edwards. 
 
-Tanner, Wolf, por favor, vengan! gritaba Miriya en medio de la desesperación. 
 
Tanner y Wolf quienes venía un poco más atrás apuraron el paso por el llamado de Miriya y se encontraron con la violenta escena. 
 
-Basta Rick, suéltalo! gritaba Wolf, tratando de quitar las manos de Rick del cuello de Edwards, mientras Tanner lo agarraba por el torso, empujándolo hacia atrás, pero Rick estaba incontrolable. 
 
De pronto, por el otro extremo, llegó Max, que venía de regreso de la clínica y apuró el paso cuando Miriya lo llamó por el celular inmediatamente ella vió lo sucedido. 
 
-Rick, déjalo, amigo! no vale la pena!- gritó Max, quien agarraba a Rick por el cuello con su brazo derecho haciéndole una llave y con el izquierdo lo empujaba hacia atrás junto con Tanner. 
 
Finalmente, Rick entró en razón y se dejó llevar hacia atrás, haciendo que Max y Tanner cayeran de espaldas contra la pared contraria llevando consigo a Rick. Edwards intentó patear el torso de Rick pero Wolf lo había empujado hacia atrás haciendo que éste cayera de rodillas al piso. 
 
-Ya suéltenme! maldita sea! quién les dio derecho a meterse? dijo Rick gritando, aún enfadado y con ganas de abalanzarse nuevamente hacia Edwards, quien sangraba copiosamente por la parte de atrás de su cabeza y se retorcía con las rodillas en el piso respirando agitadamente y tosiendo. Wolf se puso en medio de ambos para evitar que siguiera el altercado y mandó a Miriya buscar un vaso de agua para Edwards. 
 
-Rick, discúlpanos por meternos, hermano, pero esto no vale la pena, piensa en Lisa y en tu hijo!- dijo Max. 
 
De pronto, Rick entró en razón. Su respiración se fue normalizando al cabo de unos minutos y la calma fue nuevamente entrando en sus casillas. 
 
-Está bien...pero ya suéltenme! dijo quitando bruscamente las manos de Tanner y Max de su cuerpo mientras alzaba sus manos en señal de que se estaría tranquilo. 
 
-T.R. tómate este vaso de agua, te pondrá mejor- dijo Wolf. 
 
-No quiero nada de ninguno de ustedes, idiotas!- dijo Edwards tirando al suelo el vaso de agua que le ofrecía Wolf, mientras aún permanecía con su rodilla derecha hincada sobre el piso. 
 
-Déjate de estupideces, T.R., debes ir a la clínica, tu cabeza esta sangrando copiosamente!- insistió Wolf, quien se mantenía aún entre los dos hombres para que no volvieran a reñir. Edwards ya se había repuesto y ahora permanecía de pie, secándose con su pañuelo, la sangre de su cabeza mientras miraba con odio a Rick. 
 
-Me las vas a pagar, Hunter! esto no se queda así- dijo Edwards mientras continuaba presionando su herida con el pañuelo. 
 
-En estos momentos no tengo nada más que hablar contigo- dijo Rick habiendo recuperado completamente la compostura pero aún mirándolo fríamente con una mirada asesina- Estás herido, por lo tanto no estás al cien por ciento de tu capacidad...y yo no acostumbro a pelear con hombres en desventaja. 
 
-Es hora de retirarnos capitán, por favor! –dijo Miriya en un tono suplicante. 
 
-Está bien, tienen razón, Miriya; esta rata inmunda no vale la pena- agregó Rick- ...pero ya estás advertido. No quiero que le vuelvas a ponerle un solo dedo encima a mi mujer o que te refieras a ella de la manera en que lo hiciste, o serás hombre muerto. 
 
-Lo están oyendo?- preguntó Edwards- ustedes son testigos de lo que me hizo y de sus amenazas de muerte! este hombre me odia y me quiere matar, está completamente loco!  
 
-Yo no he visto ni he escuchado nada- dijo Wolf- tú escuchaste o viste algo Tanner? 
 
-Qué, pero qué rayos...?- preguntó Edwards. 
 
-Negativo Jhonny... yo pasé por aquí y todo estaba tranquilo. Y ustedes, señores Sterling?- preguntó Tanner 
 
-Nosotros vimos que el capitán Edwards se resbaló con el agua que alguien derramó en el suelo, lo que produjo que se golpeara la cabeza y empezara a sangrar- dijo Miriya. 
 
-Pero qué clase de títeres de este estúpido son ustedes? Todos vieron que este salvaje casi me mata!- gritó Edwards. 
 
-O te resbalaste y caíste el piso, o le faltaste el respeto a la futura almirante de la flota frente a su esposo, el Comandante de toda la fuerza aérea, tú eliges qué le dirás al consejo frente a los medios de comunicación- dijo Max esbozando una amplia sonrisa. 
 
-Esto no se va a quedar así Hunter! y ustedes también me las van a pagar una por una!- gritaba Edwards en el pasillo, mientras veía como se alejaban los capitanes hacia el otro extremo. 
 
-Lo siento, amigos, no debí comportarme de esa manera con ustedes- dijo Rick mientras continuaba caminando- Les pido disculpas. 
 
-Tranquilo, Rick- dijo Wolf- fue comprensible tu actitud. Ya es hora de que T.R. respete y que de una vez por todas asimile que Lisa es tu esposa. Realmente está peor de lo que pensé. 
 
-Max, dónde está Lisa?- preguntó Rick. 
 
-En la clínica. Jean se quedó atendiéndola, pero hasta donde escuché no era nada malo. Vas a ir con ella?  
 
-No, llama a khonda y dile que la llame al celular y que le diga que tuve una reunión del último minuto. No quiero que me vea en este estado, aún debo calmarme y no quiero llenarla a ella o al bebé de energías negativas...y mucho menos quiero que se entere de lo sucedido, entendido? 
 
-Entendido!- dijeron todos. 
 
-Demonios, Wolf, no acostumbro a tomar, pero necesito un trago!- dijo Rick. 
 
-Vamos a mi despacho Rick, te ofreceré un whiskey. 
 
-No! no es mi intención importunarte Jhonny, pero prefiero estar solo.  
 
-A dónde vas Rick?- preguntó Miriya. 
 
-Por ahora me subiré al Skull-1, necesito ordenar mis pensamientos. Ustedes sigan con la agenda. Wolf, quedas encargado. 
 
-Entiendo- indicó Wolf, mientras los cuatro capitanes veían como Rick se alejaba de aquel lugar. 
 
 

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