Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Rick y Lisa: La saga de la familia Hunter-Hayes
Chapter / Capitulo: 12
Author / Autor: cindy
Rating / Clasificacion: AP (All People = Todo espectador)
Romance
Action / Accion
Adventure / Aventura
Suspense / Suspenso
Angst / Drama
Humor
Fanfic:
Hoy presentamos: Tiempos de incertidumbre
Las discusiones en el Consejo élite de las RDF estaban acaloradas. Un mes antes Exedore había hecho su propuesta sobre la nave en que viajaría la expedición. En una votación cerrada había ganado su propuesta. Ahora se discutía sobre los avances y las posibilidades de éxito o fracaso de la misma.
Su propuesta había consistido en tomar los restos de los desaparecidos SDF-1 y 2, hacerlos transformar como exoesqueleto sentraedi y de esta manera irlos colocando sobre el caparazón del SDF-3 para camuflagiar la nave a razón que pareciera como crucero de combate sentraedi.
-Ahora que lo he reconsiderado su idea es descabellada, Lord Exedore!- dijo el general Anatole Leonard- Acaso no se ha puesto a pensar que los sentraedis también tienen enemigos allá arriba?
- Corre menor riesgo que de ser detectada como nave terrícola- dijo Exedore.
-Primero que todo como Supremo Comandante de las RDF- indicó Leonard- debo decirles que para mi es prioridad lo que acontezca con el destino de quienes permanezcan en la Tierra. Ustedes se están llevando demasiado armamento. Si comparamos, la expedición estará más segura que nuestro planeta.
-Pero actualmente no existe amenaza alguna para la tierra, Comandante Leonard- indicó Emmerson.
-Uno nunca sabe- dijo Leonard- además, tengo informes que hay por allí unas flotas sentraedis en un cuadrante cercano y con el poco armamento que nos están dejando yo no podría defender la Tierra ni de un ataque de palomas.
De pronto, la acalorada discusión se tornó más violenta. Por un lado Exedore, y los coroneles Vince Grant, Rolph Emmerson y George Reinhardt, ingeniero en jefe a cargo de la misión de camuflaje de la nave, por el otro Leonard, quien instigado por Edwards le encontraba toda clase de peros a la misión junto a otros capitanes de la RDF, entre ellos Norman Juneau, quien detestaba a los sentraedis y se refería a ellos despectivamente. Global, Lang y Rick se limitaban a escuchar.
-Pues a mi me parece la forma perfecta de acercarnos a ellos- indicó Max.
-Lo importante es que los Maestros de la Robotechnia no se den cuenta del camuflaje- indicó Wolff- sino se nos complicarían las cosas.
-Si dejamos que las posibilidades nos detengan nunca despegaríamos- dijo Exedore.
De pronto Edwards, quien se encontraba junto al primer teniente del escuadrón Ghost, Gregg Benson, tomó la palabra.
-Y tu que opinas, Rick? eres el jefe de la misión y no haz dicho absolutamente nada.
Rick reconoció de inmediato las intenciones de Edwards y le ripostó de inmediato.
- Exedore una vez me dijo que su plan de había basado en la guerra de Troya, y yo le contesté que si confundía la mitología con la historia, nunca iba a convencer a nadie de este plan- indicó Rick- Señores, ya hicimos la cama, ahora tenemos que dormir en ella. Soy el comandante de esta misión y también tengo mis dudas. Pero ha llegado el momento de hacerlas a un lado.
-Concuerdo con Rick- dijo Lang- Además, este plan ya fue aprobado y es tarde para arrepentimientos y cambios de ideas que retrasarán contundentemente nuestra misión.
Luego, Hubo un cruce de argumentos e ideas sobre el tema.
-Como saben, soy sentraedi...-dijo Exedore
-Como usted mismo lo acaba de decir, eso ya lo sabíamos-dijo Juneau- Usted fue el producto del fracaso del experimento del primer clon de los maestros de la Robotechnia.
-Capitán Juneau!- dijo Global- si desea permanecer en esta sala le exijo respeto para Lord Exedore y para quienes estamos aquí. Igualmente espero que se maneje en base a la importancia de su rango. Si no se comporta me veré en la penosa necesidad de solicitarle que se retire de esta reunión.
-Lo siento, Señor- dijo Juneau a regaña dientes en medio de la mirada de satisfacción de su cómplice, Edwards.
-Prosiga, Lord Exedore- añadió Global.
-Gracias. Por muchos años mi pueblo sirvió de mercenarios de los Maestros de la Robotechnia. En otro experimento genético que fracasó estudiamos sus comportamientos. No son monstruos, en su mayoría aman la paz tanto como nosotros...
Y así la reunión se fue extendiendo hasta avanzadas horas de la tarde. Finalmente se decidieron continuar con los planes anteriores como se había previsto.
Edwards estaba furioso. Sentía que era una victoria sentraedi y esto solo aumentó su odio por ellos y por Rick, con quien se encontraba en la salida del recinto.
-Vaya Rick, tu amigo Exedore se salió con la suya. Al parecer los Maestros no fracasaron tanto con su experimento. Salió medio inteligente el enano.
-Thomas, ignoraré tus estupideces porque no vienen al caso, pero mañana quiero me des un informe sobre el hecho de qué demonios hacía el teniente Benson con usted en esa reunión. Que yo recuerde Benson no es tu asistente, sino el teniente primero del escuadrón Ghost, cuya líder es la capitana Sterling y no tú. La capitana Sterling me indicó que en ningún momento Benson le pidió permiso para estar en la reunión que acaba de terminar y por lo mismo mañana la capitana lo espera a primera hora en su oficina, me escuchó Benson?-decía Rick ahora dirigiéndose al soldado.
-Sí Señor!- dijo el soldado visiblemente nervioso.
-En cuanto a ti, T.R. te solicito que pongas los pies sobre la tierra. El Ghost no es un juguete que puedas comprar como algo personal. Ya no estás capacitado para liderizarlo por lo tanto, la próxima vez que requieras a un soldado de ese o cualquier otro escuadrón debes solicitar el permiso de sus capitanes y en última instancia el mío propio. Y ahora, con tu permiso, seguir viéndote me resulta desagradable antes de regresar a casa con mi esposa- dijo Rick en tono enérgico mientras se alejaba con Max, Wolff y Tanner.
-Capitán, imagino que la capitana Sterling me sancionará- dijo Benson viendo el rostro enfurecido de Edwards mientras caminaban hacia el lado contrario.
-Deja de quejarte como un gallina! Me conoces y sabes que esto no se quedará así, ese maldito me las pagará! Estoy harto de Hunter y su séquito de capitanes inútiles. De los Sterling no me extraña, pues siempre han estado bajo su mando, pero Jonathan y Aaron se suponía que eran mis amigos. Ese idiota les ha lavado el cerebro.
Entrando a su oficina se dedicó a mirar por el ventanal mientras trataba de reacomodar sus pensamientos.
-Conoces a Rick Hunter, no es así, Benson?
-Bueno, solo lo que he oído de él y lo que he vivido hasta ahora que me gané el puesto de primer teniente del Ghost. Sé que el capitán Hunter ha sido el héroe de guerra más condecorado de la historia.
-Idioteces! te dan una medalla por estar en el lugar correcto en el momento correcto. Eso es todo.
-De la manera en como habla, señor, pareciera que usted tuviera algo en contra del capitán Hunter.
-Quien debe poner los pies sobre la tierra es él, no yo. Haré todo lo posible porque eso suceda y espero que tú me apoyes. Claro si es que eres un verdadero Ghost y no te dejas engatusar de esa bruja sentraedi- indicó Edwards- Tu no tuviste la oportunidad de pelear en la primera guerra Robotech. Lamentablemente yo tampoco. Mi primer teniente, Sonny “spoom” Roodman había ocupado mi lugar frente al Ghost. Lamentablemente murió... Yo me encontraba en Base Alaska en una misión junto a la capitana Hayes.
-Se refiere a la esposa del Capitán Hunter?
-A cual otra, estúpido? claro que a ella misma me refiero! Ahora retírate! más tarde hablaré con Leonard para resolver tu problema con la sentraedi- dijo enfurecido.
Una vez retirado Benson, Edwards se sumió nuevamente en sus pensamientos rememorando su fatídico viaje a Base Alaska hace unos años atrás.
Desde la muerte de Karl Riber, Edwards había logrado la forma de acercarse al General Hayes. Cuando había alguna misión hacia la Tierra que lo involucrara, él se ofrecía como miembro. De esta manera había logrado cierta confianza, además su padre, Thomas Riley Edwards primero había sido compañero de batallas de Hayes.
Esa noche se dirigía a hablar con el capitán Global sobre una misión del Ghost en Base Sara, cuando antes de tocar, escuchó detrás de la puerta una conversación entre el almirante y un miembro en Base Alaska. Global decía que Lisa iría a una misión en ese lugar. Lo que le hizo tener una idea de cómo congraciarse ante Hayes para conquistar a Lisa..
Luego, tocó la puerta y habló con Global como si no hubiera escuchado nada.
-Señor, capitán líder del Escuadrón Ghost, Thomas Riley Edwards segundo reportándose.
-Siéntese capitán. Me informaron que usted quería hablar conmigo sobre una nueva misión de reconocimiento en Base Sara.
-Creo que le mal informaron, Señor, yo me refería a Base Alaska.
-Base Alaska? y para que uno de mis mejores pilotos quiere ir allá?
-Señor, es un asunto personal, Señor. Si me permite explicarle.
Y así explicó a Global una sarta de mentiras sobre el reconocimiento de unos cadáveres que al parecer pudieran ser familiares suyos que lucharon en el ejército.
-Bueno, capitán, su explicación no me convence del todo, pero aprovechando que coincidencialmente tenemos una misión. Suplantaré al capitán Hunter por usted para que escolte a la capitana Hayes. Había pensado en él, pero como usted iría hasta allá, podría acompañarla ida y vuelta. De todos modos asignaré al teniente Sterling y otro piloto para que los acompañen hasta la atmósfera terrestre.
-Gracias, señor. Cumpliré la misión asignada!
Una vez en Base Alaska procedió a atender a Lisa en todas sus necesidades. Tomó sus pertenencias él mismo y las llevó a su habitación, contigua a la de ella.
-Lisa, aún estás molesta conmigo?-dijo él.
-T.R. estoy harta de tus riñas. No sé que te sucede últimamente. Incluso me han dicho algo que no creo que sea cierto.
-Qué cosa?
-Que haz dicho en la base que tú y yo somos novios.
Edwards se puso rojo e incómodo. Sí lo había dicho, pero nunca pensó que eso llegaría a oídos de Lisa.
-Eso es falso. Imagino que fueron las chismosas del trío.
-Pues no lo sé. Por ahora solo te pido seriedad. En estos momentos solo pienso en la misión. Además, no me gusta que me estén tuteando en transmisión abierta. Me hace perder el respeto frente a los demás.
-Discúlpame Lisa, no fue mi intención. Es que ese mocoso de Hunter me hace perder el control. Desde que asumió el liderato del Skull cree que es mejor que todos nosotros. Wolf, Bernard y Tanner lo detestan.
-Si tú y Rick tienen problemas laborales o personales, no me metan a mí en eso. Ahora, si me disculpas, amigo, tengo una cita con mi padre.
-Claro, te espero para cenar.
-No te lo recomiendo. No sé cuánto vaya a demorar.
Tiempo después que Lisa se dirigió hacia el estudio del General Hayes él la siguió para ver si podía escuchar la conversación, ya que estaba seguro que en dicho estudio padre e hija solo se referirían a temas personales.
Pudo acercarse a la habitación contigua que era una especie de sala de descanso y donde podía escuchar a medias la conversación. Habían hablado de temas, para él, nada importantes, hasta que finalmente el General tocó el tema que a él le interesaba.
-Hija, y que me dices de tu vida amorosa. Ya finalmente olvidaste a Karl?
-Bueno padre, yo....-decía Lisa ruborizada- ...tú sabes que Riber siempre tendrá un lugar importante en mi corazón, aunque ya no lo estoy tan obcecada con él como antes.
-Entonces sí hay alguien en tu corazón. Cuéntame.
-Bueno, no exactamente, pero sí, creo que hay alguien.
Los brillantes ojos celestes de T.R. brillaron esperando la respuesta de Lisa.
-Y acaso es de la armada del SDF-1? pregunto Hayes.
-Eh...bueno...sí, padre, es uno de los capitanes de los escuadrones élites.
-Cómo, acaso sería cierto que Lisa....no puede ser, Lisa estaba acaso interesada en mí? -pensaba T.R.- digo, no creo que sea Wolf, él vive con la teniente Anderson y todo el mundo lo sabe. Bernard sale con una chica rusa y a Tanner apenas lo conoce y poco habla con él ya que fue quien suplantó a Riber como líder del escuadrón Delta cuando a éste lo transfirieron a Base Sara. En cuanto a Hunter, se la pasan peleando como perros y gatos, no creo que sea ese idiota. Además es como tres o cuatro años menor que Lisa.
-Puedo saber quién es el afortunado que ha roto el corazón de mi pequeña?
-Bueno...es... el capitán Rick Hunter.
-Qué!!!! no puede ser!!! Hunter? ese maldito de Hunter? Por Dios Lisa, qué te sucede? Cómo demonios iba a ser ese hijo de puta? –pensaba furioso Edwards quien salió corriendo del lugar para encerrarse en su habitación.
Una vez allí tiró todo cuanto estaba de pie al piso, volteó la cama y le dio puñetazos a la pared.
-No, no y no puede ser!, maldito Hunter, te odio malnacido! Si te tuviera en frente acabaría contigo con mis propias manos!- decía mientras contenía el llanto. Sus manos estaban hinchadas de tanto golpear las paredes una y otra vez.
Ya más calmado y con su mente fría, armaba una estrategia para deshacerse de una vez por todas del molestoso individuo. Debía tomar las cosas con calma. No estaba dispuesto a verlo junto a Lisa.
Al día siguiente se dirigía donde el General Hayes, quien lo estaba esperando ya que Edwards había hecho cita con él desde su arribo a Base Alaska.
-Capitán Edwards, pase adelante- dijo Hayes.
-Buenos días Señor.
-Buenos días. Descanse y siéntese. Qué lo trae por aquí?
-Aprovechaba la oportunidad, señor, para saludarlo, al tiempo que quisiera decirle que según me informan oficiales del mi escuadrón, pronto pudiera haber un ataque de las flotas enemigas. Así que me atrevo a sugerirle con todo respeto que la capitana Hayes permaneza en esta base. Las flotas sentraedis se fortalecen y sería sumamente peligroso que ella estuviera en la propia torre de control principal del SDF-1.
-Vaya, hasta que por fin alguien me entiende. Coincidencialmente ese ha sido mi tema de discusión en estos días. Global y Lisa no quieren bajar su postura.
-Señor, recuerde que Global no tiene hijos. Para el es fácil, supongo, dar órdenes en ese aspecto sin tomar en consideración los sentimientos de otros padres.
-No había pensado en eso. Ni siquiera recordaba que Henry era viudo y sin hijos.
-Sin embargo, general, quisiera que supiera que hay otras razones por las que la capitana Hayes no desea salir del SDF-1, pero prefiero abstenerme de tales comentarios que no me incumben.
-Todo lo de Lisa es importante para mí y más en este momento. Es mi única hija. Ya perdí a su madre y no permitiré que Global u otro obstáculo me la arrebaten. Así que le ordeno que me diga tales razones.
-Bueno, Señor, ya que insiste. Para mi es muy bochornoso. Señor, lo que sucede es que hay un capitán de la armada que se ha dedicado a enamorar a la capitana Hayes con el solo propósito de escalar dentro de los rangos militares. Su nombre es Rick Hunter, líder del escuadrón Skull.
-Mmm...ya van dos veces que escucho ese nombre en menos de cuarenta y ocho horas. Casualmente ayer hablé con ella, pero lejos de eso, capitán Edwards, Lisa se veía contenta. No la había visto así en mucho tiempo.
-Lo que sucede, Señor es que este joven la engaña.
-Cómo? tiene pruebas de eso?
-Por supuesto que sí. Mire esta foto que imprimí de Internet y que es del conocimiento público donde sale besándose con su verdadera novia, una cantante oriental llamada Lynn Minmai. Ellos habían quedado atrapados debido a una falla en el sistema de gravedad de la nave. Y en vez de tratar de solucionar los problemas que se suscitaban durante su estancia en dicho lugar, Hunter se dedicó a ligar y a besuquearse con su noviecita, sin importarle los medios de comunicación y mucho menos su uniforme, provocando una humillación al escuadrón Skull. En ese entonces el capitán era el valiente capitán Roy Fokker.
-Sí, recuerdo a Fokker. Cómo diablos vino a dar este sujeto como líder de un escuadrón tan legendario e importante que yo mismo fundé?
-Pura suerte de principiante, Señor. Lo que sucede es que era amigo y protegido de Fokker. Pero lo peor no eso, sino que ni siquiera tiene casta militar a diferencia suya, mía, o de los otros capitanes. Este tipo surgió de un espectáculo de acrobacia circense, por error.
-Qué? pero que falta de respeto es esta?- dijo Hayes viendo las fotos de Rick con Minmai- Cómo es posible que mi hija esté enamorada de un sujeto como este que practica esta clase de actos lujuriosos en público llevando el uniforme? y encima ni siquiera se merece ser líder de un escuadrón!
-Eso es lo que todo el mundo se pregunta. Lo peor es que como Hunter sabe los sentimientos de Lisa, él le falta el respeto a cada rato por el transmisor, ya que no sigue los lineamientos básicos que ella le ordena y eso lo oímos todos en línea abierta. Ellos pelean como perros y gatos. Un día desobedeció a la capitana y abandonó todo su escuadrón por ir a rescatar a esa vulgar cantante cabeza hueca.
-Qué? pero qué demonios ha hecho Henry al respecto? acaso permite que estas cosas sucedan?
-Es que Lisa muchas veces se echa la culpa para que a él no le suceda nada. Incluso Global la ha amonestado varias veces por cuenta de ese cobarde.
-Esto no puede ser! –puntualizó Hayes- tendré que hablar seriamente con Global y Lisa! y no se preocupe capitán que no diré nada sobre nuestra conversación. No puedo permitir que un piloto de quinta categoría embarre la dignidad de mi hija por andar detrás de una cualquiera. Lisa no volverá a poner un pie en el SDF-1– dijo mientras T.R. sentía que su plan había funcionado.
Hayes le dio la noticia a Lisa. No volvería al SDF-1 y si se resistía la haría arrestar pese a ser su hija. Pero al día siguiente vino el desastre. Base Alaska era atacada por la flota de Dolza. En un segundo casi todo era escombros.
El había acompañado al General Hayes hacia la sala principal de comandos del gran cañón. Lisa había sido asignada contra su voluntad a los controles principales en lo más profundo de la base.
Con el primer ataque de Dolza los sentraedis dañaron gran parte de la base. Todo el cuarto de controles ardía en llamas. Tumbado en el suelo a una distancia prudente pudo ver como el General Hayes había conseguido comunicación momentánea con Lisa desde la gran pantalla, quien seguía a salvo en las profundidades de la base. Entonces, en un segundo cayó una bomba y el general volaba en pedazos frente a sus ojos.
-General! noooooo!....-gritaba Edwards en medio del caos.
-Dios...Debo ir donde Lisa! –se dijo a sí mismo- debo rescatarla y sacarla de aquí. Por favor Lisa, resiste!
El general Hayes le había dicho la forma de llegar allá por medio de un atajo. Sin embargo, al llegar, se dio cuenta que las puertas de acoplamiento entre una sala y otra se habían cerrado automáticamente. El estaba de un lado, y Lisa del otro. Solo esa enorme puerta de hierro los separaba.
-Lisa! Lisa, estás allí? me escuchas? soy yo, T.R.!....Demonios! al parecer no me escucha, esta maldita puerta es muy ancha para el que sonido la atraviese.
Buscó en las consolas la manera de abrir la puerta, pero nada servía. Finalmente vió un pequeño cargamento de dinamita espacial en unas cajetas dentro del recinto y sin pensarlo, vió en ella la manera de abrir la puerta. Colocó la dinamita entre las ranuras y se hizo a un lado.
La puerta voló en pedazos. Cuando buscó a Lisa, ella ya no estaba. Al parecer se había ido escapando por un gran orificio en la pared.
-No puede ser! pero Lisa no pudo haber hecho esto. Esto parece cortado con rayos láser- De inmediato, salió corriendo pasando el orificio para percatarse de algo que no deseaba ver en esos momentos; era el Skull 1. Lo veía alejarse de la base. En dirección al norte.
-Hunter? pero que hace aquí?
Regresó al punto donde anteriormente se encontraba Lisa, ya que recordó que allí había un radio transmisor.
-Skull 1, Skull 1, me escucha?, Skull 1, aquí Ghost 1, responda!
Lo intentó por varios minutos, pero no recibió respuesta. Una especie de interferencia hacía difícil la transmisión. De pronto oyó como especie de silbido. Un mortero que estaba unos pisos más arriba y no había explotado se deslizaba hasta caer cerca del recinto y explotar a tan solo unos metros de Edwards, dejándolo mortalmente herido y lastimando su rostro.
Volviendo al presente, Edwards era turbado nuevamente por ese recuerdo.
-Fue el peor día de mi vida, Rick. Pagarás por ello y por muchas otras cosas más.
Ya en otro punto de la base militar.
-Realmente Edwards es una piedra en el zapato- indicó Max.
-Estoy seguro que tuvo que ver algo con esas reacciones sospechosas de Leonard, Juneau y los demás capitanes que se opusieron al plan de Exedore.
-Porqué piensas eso, Rick?- indicó Wolf.
-Son sus amigos; Leonard es su protector, y Juneau su títere. Los demás hacen lo que Leonard les dice. Encima pretende retarme llevándose de asistente a la reunión al primer teniente de Miriya. Qué osado!
-Miriya debe estar fúrica- dijo Max.
-Y tiene toda la razón- dijo Rick- Temo que esto pueda empeorar. Debo tener a ese payaso cerca.
-Viste su cara cuando dijiste que no querías verlo antes de ir con Lisa, jajajajaja!- dijo Tanner.
-Siempre que pretenda amargarme le saldrá el tiro por la culata. Sé que ese es su obsesivo punto débil. Digamos que me gusta hacerlo sufrir.
-Jajajajajaja!!!- rieron todos mientras se perdían entre los pasillos de la base.
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Author email / email del autor: cindyrubattinoARROBAyahoo.com