Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Rick y Lisa: La saga de la familia Hunter-Hayes

Chapter / Capitulo: 11

Author / Autor: cindy

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Romance

Humor

Fanfic:  
Hoy Presentamos: Hogar, nuestro hogar 
 
Apesadumbrados por el final de su luna de miel. Los Hunter volvían a la ciudad. Llegarían a una nueva casa, la cual quedaba más cerca al centro de la ciudad. Estarían también más cerca de sus amigos. Era más grande y más cómoda.  
 
Lisa extrañaría el piano, pero prefirió dejarlo allá, ya que con el regreso a tantas obligaciones a duras penas tendría tiempo para ejecutarlo. Rick le había prometido que durante los fines de semanas y días libres, volarían a la casa de su padre para quedarse allá y así ella lo podría usar. 
 
El Skull 1 aterrizó en el hangar de la base. Era domingo, así que habían pocos soldados en el área. Para ellos era mejor, querían pasar desapercibidos a su llegada. Allí los esperaban Sammy, Khonda y otros oficiales de turno. 
 
-Capitana Hayes, Capitán Hunter, que buenos tenerlos de vuelta- dijo Sammy mostrando su saludo militar. 
-Hola Sammy, pero creo que te equivocaste- dijo Rick con una sonrisa- Es capitana Hunter. 
-Ups! es cierto, capitán, lo siento... 
-Jajaja! Rick, no seas tan malo- dijo Lisa- Sammy, descansa. Ahora ven acá y dame un abrazo, amiga, jajajaja! 
- Aunque fue una semana los extrañamos mucho- dijo Sammy. 
 
-Señor y señora Hunter, buenos días. Me alegro de verlos y deseo desde el fondo de mi corazón que hayan pasado muy bien en su nueva etapa como esposos- dijo Khonda. 
-Eso no lo dudes, amigo- señaló Rick- Ya tienen listo mi Jeep? 
-No señor, el jeep está estacionado en su nueva casa. 
-Qué, pero Khonda, pensé que te había dicho que lo quería listo a nuestro regreso. En que se supone que nos vamos a ir a casa?- dijo Rick. 
-Permítame decirle, señor, que en ese auto negro que ve allá. 
 
Rick se acercó al auto que estaba a unos metros de él y el cual no había visto porque estaba tapado con una gran lona blanca. Al quitarle la cubierta vio uno de los carros más espectaculares que había visto hasta ahora. Era un GM-3 de la legendaria Zand-GM, cero kilómetros en color negro, deportivo y descapotable, pero a la vez montañero tipo Hummer, con un diseño ultra moderno no antes visto. Era el carro de sus sueños. 
 
Tenía un gran lazo rojo en su parte delantera y en el timón había una tarjeta enorme con unas letras impresas que decía. Felicidades por la boda, soy todo tuyo. 
 
Rick, sin salir de su asombro miró a Lisa, a Khonda y a los presentes quienes lo veían con una sonrisa mientras él no sabía a quién preguntar. 
 
-Yo...no entiendo, Khonda, se supone que esto es para mi? 
-Así es Señor, ese es su regalo de bodas. 
-Y quien me lo obsequió? Es un modelo fuera de este mundo! Wow! Es sencillamente espectacular!... debió ser carísimo! No creo que haya sido la RDF. 
-No, Señor, ese regalo es de la señora Hunter. 
-Qué? Lisa...pero...cómo.. 
-Veo que te gustó. Debes felicitar a nuestro experto ingeniero, el Dr. Zand, el hizo este diseño exclusivamente para ti en base a tu gusto. 
-Lisa...por Dios! esto es más de lo que yo pensé....no tengo palabras. No debiste... imagino que fue carísimo. 
-Me importa un bledo el dinero con tal de ver a mi esposo feliz; esto es solo una cuarta parte de todos los detalles que has tenido conmigo en todo este tiempo. 
-Oh, Lisa...- y acercándose a ella la levantó en brazos y la besó- Gracias cariño, te amo. 
-Aquí está la llave, Capitán- indicó Sammy. 
-Gracias Sammy... y a ti también Khonda. Fueron excelentes cómplices de Lisa añadió Rick mientras otros soldados subían el equipaje al vehículo- Bueno señores, ahora sí nos retiramos. Nos vemos mañana temprano. 
-Sí señor! 
 
Rick podía sentir lo excepcional que era conducir ese carro. Sentía que era casi como volar su Skull. 
-Esto es espectacular, cariño! –dijo Rick- Sabes, tengo hambre. Porqué no ordenamos comida? 
-Claro, voy a ordenar. Que te parece si llamamos a la tía Lynn y ordenamos comida china?- dijo Lisa agarrando el celular. 
-Me parece bien. Hace tiempo que no comemos la exquisita comida de la tía. 
 
Una vez llegaron a la casa, empezaron a ordenar todo. Ya habían estado allí días antes de la boda. Lisa la había escogido. La sala era más amplia. El cuarto principal era bastante grande y acogedor con grandes ventanales y una puerta de vidrio que daba hacia un pequeño patio lleno arbustos. Tenía además otras tres recámaras más pequeñas. Una sería el estudio de Rick y la otra el estudio de Lisa. La más alejada era para visitas. Lisa había mandado a colocar dos enormes maceteros con grandes cantidades de rosas y margaritas en la entrada de la casa. 
 
Sammy y Claudia se habían encargado de todos los detalles. Las alfombras, la línea blanca, el televisor, la tina de baño, el jacuzzi y por supuesto las camas. Lisa prácticamente había querido todo nuevo.  
 
La casa estaba Lista, solo esperando la llegada de sus dueños. En la Sala habían colocado un gran cuadro con la foto de bodas de los esposos y en la mesa de recibimiento estaban las fotos de Lisa con el general Hayes y su madre y otra de Rick con sus padres. En su estudio, Rick colocó el pequeño cuadro que había encontrado en los escombros de la casa de sus padres donde aparecía él junto a Roy Fokker -Hermano, gracias a ti pude conocer a Lisa- pensó.  
 
Ese sería su hogar, hasta el despegue del SDF-3 y esperaban regresar muy pronto una vez culminara la expedición para volver a vivir allí. 
 
-Wow, tus amigas hicieron un excelente trabajo. Quedó todo muy bien!- dijo Rick mientras iban desempacando sus cosas. 
-Deja eso, Rick, yo lo hago- dijo Lisa refiriéndose al desempaque de sus ropas. 
-De ninguna manera! Sabes que siempre me ha gustado hacerme mis propias cosas, no quiero que pienses que soy un holgazán- puntualizó. 
-Jajajaja! por supuesto que no...  
-Bueno, soy un poco desordenado...pero eso era cuando vivía solo.  
 
La verdad es que Rick tenía razón. El siempre fue desordenado desde niño. Siempre dejaba todo tirado. Sin embargo desde que se percató que su madre padecía dolencias producto del cáncer, su padre y él nunca dejaron que ella hiciera nada en la casa. Siempre la atendieron, hasta el día de su muerte. 
 
Con eso se acostumbró a ser autosuficiente. Sabía hacer todos los quehaceres domésticos. Luego, con la muerte de su padre y habiendo quedado solo, aprendió a ser independiente. Nunca tuvo criados que lo atendieran, ni estaba acostumbrado a dar órdenes, por eso le costó tanto cuando Roy lo puso como líder del Vermilion. 
 
Sin embargo, como Capitán del Skull tuvo que acostumbrarse a dar esas órdenes que él tanto odiaba dar; pero eso era otra cosa, era el ejército. Tenía y debía hacerlo. En el hogar era distinto y Lisa se fue dando cuenta de que su esposo lejos de ser aquel chico rebelde, grosero y desordenado que había conocido, era un excelente esposo. No se había equivocado. 
 
Y así fueron pasando los días. Para Rick y Lisa su casa era su santuario. Trataban de llegar tan pronto terminaban sus faenas y otras asignaciones concernientes a la expedición. Rick con las RDF y Lisa con los avances del SDF-3. Trabajaban en distintos lugares coordinando distintas cosas. Atrás habían quedado los tiempos aquellos en que él piloteaba diariamente su nave y ella lo guiaba desde su consola, obligándolos a verse durante toda la faena. Ahora casi nunca se veían durante el día. Pero en la noche eran uno solo en su hogar, sobre todo en su cama. 
 
Lisa era más feliz que nunca, estaba viviendo la vida que siempre quiso, al lado del hombre que siempre amó; mientras que Rick se sentía pleno, enamorado, feliz...su vida por fin tenía sentido.  
 
Los días libres, se escapaban del estrés de la armada y del bullicio de todos e iban a la casa de los padres de Rick. Allí se olvidaban del resto del mundo mientras Lisa tocaba hermosas melodías que liberaba sus espíritus haciéndolos vivir a ambos una especie de paz interna. 
 
Lisa contaba los días para que la expedición llegara, pues para ella mientras más pronto llega alguna asignación, más pronto se termina. Sin embargo Rick deseaba que nunca llegara ese día para no tener que abandonar su casa, la casa de sus padres ni la vida hogareña que vivía junto a su bella esposa. Deseaba un milagro. 
 
Una noche, Lisa llegaba del trabajo. Rick estaba encerrado en su estudio, ya había preparado la cena. “Espero que te guste, Huntercita”, decía una nota en la cocina. No quería interrumpirlo, así que luego de cenar y darse una ducha ella procedió a tocar la puerta. 
 
-Pasa, amor!. le dijo él. 
-La cena estuvo deliciosa...qué haces? 
-Unos diseños de veritech. Lang, Penn y Zand me enseñaron unos bosquejos pidiéndome la opinión y quise darle algunos aportes haciendo unas modificaciones en la forma. 
-Rick, eso lo dibujaste tú? 
-No, en realidad fue mi amigo Leonardo Da Vinci.... 
-jajaja! tonto... 
-Claro que fui yo, amor...te gustan? 
-Son alucinantes!...si esto lo hubiera encontrado en mi escritorio, hubiera jurado que los dibujó Zand.  
-Quiero mejorar los tiempos de velocidad con un sistema aerodinámico de avanzada. Creo que una vez te dije que antes de enlistarme al ejército yo estudiaba diseño e ingeniería mecánica de aviación. 
-Claro, cielo...pero nunca había visto dibujos tuyos. 
-Si quieres te puedo dibujar desnuda- dijo él al sentir el aroma de ella-...sería mi gran obra. 
-Rick! jajajaja! dices cada locura. 
-No me crees?- Preguntó con una mirada de felino. 
-Me hablas en serio? no es lo mismo dibujar naves haciendo rectas, a dibujar curvas femeninas... 
-Quieres apostarlo?  
 
De pronto Rick se encontraba sentado en el diván de su habitación matriomonial con una gran caja de herramientas, donde estaban todo tipo de lápices en negro y a tonos pasteles que eran utilizados para sus diseños inéditos. Estaba dispuesto a ganar esa apuesta. 
 
Lisa fue acercándose a la cama mirándolo coquetamente. De pronto, se soltó el cabello y dejo caer su kimono de seda fina quedando totalmente desnuda ante él. Se colocó boca arriba recostada ante sus grandes almohadones de plumas, con una mano sobre la cabeza ligeramente ladeada en posición de descanso y otra sobre su vientre. No sabía porqué, pero tenía la necesidad de tocar su vientre protegiéndolo con su mano izquierda donde llevaba puesta su gran sortija de bodas consistente en un gran diamante africano en tono rosado.  
 
Llevaba en su tobillo derecho una fina tobillera hindú de piedras de jade que le había dado Claudia como regalos de bodas, lo que hacía resaltar sus hermosos y delicados pies. Rick tuvo que hacer un gran esfuerzo por no abalanzarse a esa cama y hacerle el amor como un loco. Tuvo que contenerse mientras iba trazando cada una las partes de su esposa, totalmente excitado.  
 
Los ojos verdes de ella seguían fijos en él, mientras la mirada azul de él iba y venía conforme la iba dibujando. La veía y se maravillaba de su cuerpo tan endiabladamente perfecto y su rostro de ángel, hasta que finalmente, al cabo de casi una hora y media, el dibujo llegaba a su final. 
 
-Listo!- dijo él. 
-Quiero verlo!- saltó Lisa mientras se ponía apurada el kimono. 
-Gané la apuesta- dijo él. 
-Rick...esto es precioso! No lo puedo creer!- decía Lisa asombrada- Nunca nadie me había dibujado así tan perfectamente y menos desnuda. 
-Bueno, espero que nadie más lo haga.  
-Jajaja! es decir...es fabuloso!- y a broma le dijo- Qué te parece si lo exhibimos en el museo de la ciudad? 
-Qué? imagino que es una broma. Este dibujo es solo mío! jamás ningún hombre debe ver esto! 
-Jajajaja! claro que es broma, te imaginas la cara del consejo de la RDF si ven esto?  
-jajajaja!- rieron los dos. 
-Qué te parece si mañana mando a comprar un gran marco y colocamos el dibujo aquí en la habitación, en la cabecera de la cama?-preguntó él. 
-Me parece genial... 
 
De pronto, Rick quitó el dibujo a Lisa y lo colocó en el diván, mientras se acercaba a ella y le esbozaba esa sonrisa coqueta que reflejaba las intenciones que Lisa ya conocía y que también disfrutaba. 
-...Y ahora, señora Hunter, cómo me va a pagar la apuesta? 
-Mmmm...no lo sé...me sugiere algo usted, señor Hunter? 
-Que le parece si empieza por quitarse nuevamente ese kimono?- preguntó él mientras se iba quitando su camisa. 
-Me parece excelente idea, capitán...me parece excelente. 
 

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Author email / email del autor: cindyrubattinoARROBAyahoo.com