Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Resolución de Año Nuevo
Chapter / Capitulo: 7
Author / Autor: Polaris
Rating / Clasificacion: AP (All People = Todo espectador)
Romance
Angst / Drama
Fanfic: Capítulo 7: Día libre.
Rick salió temprano de la base para ir a hablar con George. Durante todo el camino se preguntó si estaba haciendo lo correcto y le tomó un rato decidirse llamar a la puerta.
- Hola Rick, a que debo tu visita? – le preguntó George mientras lo hacía pasar.
Rick dudando le preguntó – te puedo pedir un favor?
- Claro.
- Sigue en pie el ofrecimiento de tu casa?.
- Sí, quieres ir?.
- Si no te importa, me gustaría ocuparla el lunes.
- Déjame ir a buscar las llaves.
Rick mientras esperaba a George se puso a mirar las fotos que habían sobre la chimenea. En todas aparecían George, Mark y una mujer rubia de ojos azules, de aspecto agradable – ella debe ser Susan.
George volvió con las llaves – aquí están Rick… cuando me dijiste que vas a ocuparla?.
- El lunes durante la mañana y parte de la tarde.
- Te decidiste a ir de pesca?.
- No… la verdad es que quiero llevar a Lisa.
- A Lisa? – preguntó sonriendo.
- Sí.
- Y que pretenden hacer?.
- No sé, tu conoces la zona, que me recomiendas?.
George pensó un momento – primero tienes que conseguir un coche para el viaje. Segundo, convence a Lisa para que viajen el domingo en la noche, porque allá las noches son preciosas… y así aprovechan de estar más tiempo juntos.
- Pero el domingo en la noche actúa Minmei.
George tuvo que reprimir las ganas de ahorcarlo – pero también va a actuar el próximo viernes en la tarde, así que no tienes excusa. Déjame ver… solo tienen que llevar provisiones porque la casa está totalmente equipada. Si quieren salir a pescar o dar un paseo en bote, háganlo cuando esté por amanecer porque a esa hora la vista no tiene precio, y si quieren dar una caminata, háganlo después de medio día, cuando haya bastante luz para apreciar el paisaje. Y así les queda tiempo para desayunar y almorzar tranquilos… creo que con eso es suficiente por un día – dijo sonriendo.
- Pero así haríamos todo juntos.
- Esa es la idea.
Rick lo miró extrañado – pero todo el día juntos?.
- Si no quieres estar todo el día con ella, para que la invitaste?.
- Porque es mi amiga.
George suspiró pesadamente – te puedo dar un consejo?.
Rick asintió.
- El tiempo que pases con Lisa en mi casa, trata de verla no solo como tu amiga, sino también como mujer. Fíjate en los pequeños detalles, compara cuantas cosas tienen en común, toma en cuenta cuanto disfrutas de su compañía y ve que tanto te conoce, y cuanto la conoces tú a ella.
- Con todos los consejos que me has dado estoy llegando a pensar que quieres emparejarnos – dijo Rick bromeando.
George sonrió – y por qué no?, con todo lo que hemos conversado estoy seguro de que te gusta Lisa, y me arriesgo a decir que podrías sentir algo más que amistad por ella.
Rick molesto le preguntó - se te olvida que estoy enamorado de Minmei?.
- Lo que tú digas – respondió sin creerle.
- Y todas esas ideas para hacer con ella, pareciera que es a ti a quien le gusta Lisa – dijo irónicamente.
- Sí, me gusta. Sería un tonto si no me gustara Lisa.
A Rick la rabia se le dibujó en el rostro.
George sonriendo le dijo – pero para que te enojas?, si a ti Lisa no te gusta, es solamente tu amiga – detrás comenzó a sonar el teléfono de George - vuelvo enseguida.
Rick mientras esperaba a George se paseaba por la sala sin lograr entender por qué le había molestado tanto su comentario.
- Y si le gusta que?, eso no quiere decir que Lisa le corresponda… y no tiene por que importarme, son mis amigos - pensaba mientras la confusión se abría paso en su cabeza.
George volvió poniéndose su chaqueta – lo siento Rick, me necesitan en el hospital.
- No hay problema, gracias por las llaves.
- Hazte un favor Rick, aprovecha esta oportunidad con Lisa. Yo en tu lugar lo haría – le dijo sonriendo.
Rick no sabía si reírse o golpearlo.
George ya se había alejado unos metros cuando le dijo – y si lo pasas genial con Lisa y admites que te gusta, quiero que me traigas uno de esos pasteles que venden en un pequeño local que está en el desvío al lago llegando a la carretera, no hay como perderse, es el único que hay … tómalo como un premio para mi por tener la razón.
- Ni lo sueñes - dijo Rick bromeando.
- Me gusta el de chocolate – le gritó mientras daba la vuelta en la esquina.
Rick llegó a su casa y seguía dándole vueltas en la cabeza lo que le había dicho George. Después de pensarlo un rato cogió el teléfono, marcó y le respondió la contestadota – “hola Lisa, soy Rick. Ya tengo las llaves de la casa. Que te parece si en vez de viajar el lunes en la mañana, lo hacemos el domingo en la noche?.
…
Rick había pasado a buscar a Lisa antes de que oscureciera para llegar sin problemas a la casa de George. Ya llevaban más de una hora de camino y aún no veían la desviación que tenían que tomar para llegar al lago. Rick iba al volante y Lisa era la encargada del mapa.
- Rick, estás seguro de que este es el camino?.
- Seguro, pero me pregunto donde está la famosa desviación.
- Te insisto que según el mapa, ese pequeño camino que cruzamos era la desviación.
- No creo, era demasiado estrecho.
- Quieres apostar?.
- No te tengo miedo Hayes – dijo bromeando.
- Muy bien…el que pierda mañana prepara el desayuno.
- Acepto, te voy a anotar todo lo que quiero comer.
- Muy gracioso…. te recomiendo que guardes tus energías para que te levantes temprano y me prepares algo delicioso.
Rick sonrió – mira, ahí hay una persona.
Rick detuvo el coche, Lisa bajó el vidrio y preguntó – disculpe, usted sabe donde queda el desvío que lleva al lago?.
- Sí señorita, queda como a diez minutos en esa dirección – respondió indicando el camino por donde venían.
Lisa con una sonrisa triunfal le dio las gracias. Rick volvió al camino y dio media vuelta deshaciendo el trayecto andado.
Cuando llegaron ya había oscurecido, pero igual se podía apreciar la belleza del lugar. La casa era en realidad una cabaña bastante acogedora y que a pocos metros tenía un embarcadero. Sólo la luz de la luna iluminaba el sector del lago y en el cielo se podían ver a simple vista las constelaciones. Antes de bajar las cosas del coche, se dieron un momento para observar el paisaje.
- Es hermoso.. y escuchas eso Rick?.
- Solo escucho el oleaje del lago.
- No es maravilloso? – preguntó sonriendo.
Entraron a la cabaña y Lisa se puso a guardar las provisiones en la cocina mientras Rick llevaba los bolsos a las habitaciones.
Rick se asomó a la cocina y le dijo – Lisa, tenemos un problema.
- Que ocurre?.
- Sígueme.
Lisa siguió a Rick y entraron a un dormitorio.
- Cual es el problema?.
- Este – dijo indicando la cama matrimonial.
- No te entiendo Rick.
Rick salió del dormitorio y entró al otro que estaba en frente. Lisa entró detrás de él.
- Oh! – dijo Lisa.
- Sí… oh! – dijo Rick.
El dormitorio estaba vacío.
- Y el sillón es muy pequeño – dijo Rick preocupado.
Lisa después de pensarlo un momento le dijo – mira Rick, los dos somos adultos, cierto?.
- Cierto.
- Entonces podemos compartir la cama… cada uno elige un lado.
Rick puso cara de pánico.
- Rick, tu confías en mí?.
- Sabes que sí.
- Y yo confío en ti, así que no hay nada de que preocuparse.
- Está bien – dijo incomodo.
- Si te tranquiliza un poco, te aviso que no ronco – dijo Lisa bromeando.
Rick sonrió – estuve mirando afuera y ví que George tiene un lugar para hacer fogatas… te apetece comer unos malvaviscos?.
- Sí, hace años que no lo hago – respondió sonriendo.
- Genial, voy a preparar todo.
- Yo voy enseguida.
Esperó a que Rick saliera de la cabaña para coger el teléfono.
- Diga?.
- George Carter, eres hombre muerto – dijo amenazadoramente.
- Hola Lisa, como están?... sabes?, se me olvidó decirles que cuando vamos para allá, con Mark dormimos juntos. No he tenido tiempo para arreglar su habitación – dijo sin aguantar la risa.
- Hay algo más que se te haya olvidado decirnos?.
- Creo que solo eso. En que están ahora?.
- Con Rick vamos a estar en la fogata comiendo malvaviscos.
- aaahhhh!!! – dijo suspirando burlonamente.
- Buenas noches George – se despidió riéndose.
Después de terminar de ordenar la cocina, Lisa salió y se encontró con que Rick tenía todo preparado. Se sentó junto a él y Rick le entregó una rama con un malvavisco en la punta.
- Después de un show con papá teníamos la costumbre de sentarnos junto a una fogata y comentar lo que habíamos experimentado durante nuestro espectáculo. Cuando Roy estaba en la ciudad se nos unía – recordó tristemente.
- Cuando fue la última vez que te sentaste junto a una fogata?.
Rick recordó cuando estuvo atrapado con Minmei, pero a eso no se le podía llamar fogata - el día antes que muriera papá.
- Lo siento.
- Tu habías hecho esto antes?.
- Lo hice un par de veces con mi padre cuando era pequeña.
- Parece que las fogatas solo nos traen recuerdo tristes.
- Todo lo contrario. Tu recuerdas los buenos tiempos vividos con tu papá y yo recuerdo que en alguna oportunidad mi padre dejó de lado su posición de Almirante y compartió conmigo.
Rick se echó para atrás y se puso a observar el cielo.
- Crees que alguna vez volvamos al espacio?.
- Sí, pero para serte honesta, prefiero verlo desde aquí.
- Yo también – dijo sonriendo – pero para eso debe faltar mucho tiempo.
- No estés tan seguro. Para que crees que es la SDF-2?.
- Para proteger la Tierra.
- No Rick, es para viajar al planeta de los Maestros de la Robotecnia.
- Pero la SDF-2 esta casi lista, en cualquier momento podría empezar la misión. Y no nos podemos quedar sin el Almirante Gloval en la Tierra, quien le bajaría los humos a los del Alto Mando? – preguntó preocupado.
- El Almirante Gloval no va a viajar a ninguna parte.
- Entonces quien va a estar a cargo de la misión?.
Lisa sonrió tristemente.
- Tu vas a estar a cargo? – preguntó sorprendido.
- Aún no se decide. Solo sé que soy una de las candidatas al puesto.
- Y quieres ir?.
- La verdad es que no, pero si me asignan la misión, voy a tener que asumir el comando y hacerlo lo mejor posible.
- Bueno, si te eligen para el puesto, puedes contar con el escuadrón Skull como parte de tu tripulación.
- Te doy la oportunidad para que te quedes y quieres ir conmigo… me quieres volver loca, verdad? – preguntó bromeando.
- Si te vas, con quien voy a pelear? – preguntó sonriendo.
- Podrías probar con Miriya – sugirió divertida.
- Estas loca?! – preguntó espantado.
- Entonces con Claudia.
- No quiero morir tan joven.
- Y con el trío?.
- Me volverían loco.
- Así que solo quieres pelear conmigo.
- Quien mejor que tu?.
- No sé si tomarlo como un halago o como un insulto.
- Tómalo como un halago, porque después de una pelea terminamos más unidos y en el camino aprendemos un poco más del otro.
- Tenemos una amistad basada en sacarnos de quicio y enfurecernos mutuamente – dijo Lisa sonriendo.
- Y aún así nos aceptamos tal como somos – dijo Rick devolviéndole la sonrisa.
- Parece que la guerra realmente afectó nuestra salud mental – dijo Lisa riéndose.
- Entonces podemos alegar locura para quedarnos en la Tierra – dijo bromeando mientras se levantaba a apagar la fogata.
- Y tenemos pruebas suficientes para demostrarlo.
Rick después de apagar la fogata recordó algo – se nos olvidó lo más importante de una fogata.
- Que cosa?.
- Las historias de terror.
- No crees que ya estamos muy grandes para eso?.
- No. Quieres escuchar una?.
- Habría que encender la fogata.
- Mejor así, son más espeluznantes.
- mmm… paso.
- Vamos, una sola.
- Estoy agotada Rick.
- No me vas a decir que te dan miedo? – preguntó burlonamente.
- No… es solo que no me gustan – respondió a la defensiva.
- No has escuchado la del barco fantasma que desembarca en los lagos cuando hay luna llena?.
- Buenas noches Rick – y comenzó a caminar hacia la cabaña.
Rick, caminando detrás de ella, continuó con la historia – dicen que el barco aparece atravesando una densa niebla y que en el interior se escucha música, como si estuvieran en una fiesta. Pasada la media noche la tripulación desembarca en busca de mujeres y las llevan al barco para que los entretengan durante sus viajes. Las raptan a la luz de la luna y…
Lisa antes de entrar a la cabaña, se dio media vuelta y encaró a Rick – si continuas con tu historia, vas a dormir en el coche, entendido?.
- Está bien… miedosa.
- No creas que no te escuché Hunter – dijo sin poder evitar una sonrisa.
Entraron al dormitorio y se quedaron en silencio.
- Quieres el lado de la ventana? – preguntó Rick.
- Si no te molesta, prefiero el otro lado.
- No quieres ver cuando llegue el barco?.
Lisa lo miró con cara de pocos amigos.
- Está bien, yo duermo al lado de la ventana.
- Me voy a dar una ducha – dijo Lisa y entró al baño llevando su bolso.
Rick se sentó en la cama y se puso a mirar por la ventana el paisaje.
- Si la vista de noche es bonita, de día tiene que ser mucho mejor… voy a tener que llevar a Lisa a dar un paseo en bote… sabrá pescar?... bueno, si no sabe le enseño – pensaba. Escuchó a Lisa salir del baño – ya terminaste?, no te demoraste… – se quedó viendo embobado a Lisa, que llevaba puesto un pijama corto – …nada.
Lisa notó la reacción de Rick y sonrojada se metió rápidamente a la cama.
Rick cogió su pijama y entró al baño – que fue lo que acaba de ocurrir?... Lisa se veía bien… muy bien… pero no por eso me voy a quedar mirándola como tonto!.
Mientras tanto Lisa trataba de acomodarse para dormir – por qué se quedó mirándome de esa manera?... no creo que se esté empezando a fijar en mí… pero y si es así?... no quiero darme esperanzas… no con Minmei tan cerca.
Rick salió del baño y se metió a la cama – quieres ir mañana a dar un paseo en bote?.
- Claro.
- Nos tenemos que levantar temprano.
- Que tan temprano?.
- Antes del amanecer.
- Pero quiero dormir hasta tarde.
- Confía en mí… me lo vas a agradecer.
- Está bien, buenas noches Rick.
- Buenas noches Lisa.
Cada uno se giró a su lado de la cama.
- Rick, no te lleves toda la ropa – reclamó Lisa.
- No me la he llevado toda.
- Como que no?, mira!
- Pero tengo frío.
- Yo también.
- Pero yo soy más grande, necesito más ropa que tu.
Lisa en vez de replicar se largo a reír – que tengamos que discutir por todo?.
- No tenemos remedio – respondió Rick sonriendo.
Lisa se giró a su lado de la cama para tratar de dormir.
Rick después de estar casi una hora sin poder conciliar el sueño le preguntó – Lisa, estas despierta?.
- No.
- Es idea mía, o esta cama es muy incomoda?.
- No es incomoda, solo parece que está hecha de piedra… y el calor de la chimenea no llega hasta acá.
Rick se quedó un rato pensando – sabes?, una vez me dijeron que la mejor forma de pasar el frío es dormir abrazados para compartir el calor corporal.
- Quien te dijo eso?.
- Roy.
Lisa se giró en la cama para poder ver a Rick a la cara – con Roy dormían abrazados? – preguntó bromeando.
- No!, como se te ocurre? – dijo Rick riéndose – cuando vas de excursión y el frío es insoportable, lo mejor es dormir abrazados para no congelarte.
- Lo sé Rick, eso también lo enseñan en la academia.
- Entonces que opinas?.
- Que opino de que?.
- De que durmamos abrazados.
Lisa como pudo ocultó su nerviosismo – estás seguro?.
Rick asintió mientras extendía un brazo para permitir que Lisa se acomodara.
Lisa dudó un momento y lentamente se acomodó en el pecho de Rick.
- Mejor? – preguntó Rick.
- Mejor. Eres bueno como almohada Rick – dijo sonriendo.
- Hueles bien, que perfume te echaste?.
- Ninguno.
- Esencia de Lisa Hayes… me gusta – dijo bromeando.
- La esencia Rick Hunter no está nada de mal - dijo Lisa sonriendo.
- Que pensaría el trío si nos viera así?.
- Pensarían que estas buscando un ascenso.
Rick se rió – buenas noches Lisa.
- Buenas noches Rick.
Lisa se quedó dormida casi de inmediato, y Rick al no poder dormir, se dedicó a observarla – no pensé nunca que alguna vez Lisa se podría ver tan relajada – pensó sonriendo – se ve tan tranquila… tan hermosa – se sorprendió al pensar eso – que me está pasando?, no debería pensar así de Lisa… es mi amiga. No debería sentirme tan tranquilo mientras la abrazo… no debería gustarme tanto tenerla abrazada!!!... todo es culpa de George – pensaba mientras el sueño se iba apoderando de él.
Lisa despertó y vio que Rick dormía profundamente. A regañadientes se separó de él – como me gustaría despertar así todas las mañanas… deja de soñar Lisa – se regañó.
Se levantó sin meter ruido y entró al baño para ponerse algo cómodo para el paseo en bote. Cuando salió, Rick seguía dormido.
Se le acercó y suavemente le dijo – Rick, hora de levantarse.
Rick ni se movió.
- Despierta, ya está por amanecer – le dijo un poco más fuerte.
Rick murmuró algo y se dio vuelta.
- Muy bien, tú lo pediste – se aclaró la garganta y gritó – Atención!!!.
Rick de un salto se levantó y se puso en posición firme, mientras Lisa trataba de controlar el ataque de risa.
Rick ya más despierto, se dio cuenta de la manera en que Lisa lo había despertado – esto no se va a quedar así Hayes – la amenazó bromeando y entró al baño para cambiarse de ropa.
…
Estaba empezando a aclarar cuando se subieron al bote llevando las cañas de pescar y algunas provisiones. Rick se hizo cargo de los remos.
- Hacia donde Capitana?.
- Donde tu quieras, pero no muy lejos para que no te canses. Recuerda que tienes que preparar el desayuno.
- No se me ha olvidado, hoy disfrutarás de un desayuno a lo Hunter.
Rick remó unos metros y se detuvo no muy lejos del embarcadero.
- Sabes pescar? – le preguntó Rick.
- Sí.
- Quien te enseñó?.
- Karl. Vivíamos cerca de un río y el se dio el trabajo de enseñarme. No fui una alumna muy paciente, pero al final aprendí.
- Que hacían con los que atrapaban?.
- Karl se los llevaba a su madre y los que yo pescaba los devolvía al río.
- Y si atrapas uno ahora?.
- Lo devuelvo al lago.
- Yo haría lo mismo. No solo por cuidar la naturaleza, sino también porque no me atrevo a comer un pescado radioactivo – dijo sonriendo.
- No creo que aun estén radioactivos… pero sí mutantes – dijo riéndose.
- Mira! – dijo Rick indicando hacia unos cerros, detrás de los cuales se empezaban a ver los primeros rayos del sol.
- Es hermoso – dijo Lisa.
- Sí.
En silencio observaron tranquilamente el amanecer.
- Gracias Rick, hacía mucho tiempo que no veía algo tan lindo.
- Yo tampoco… y pensar que podríamos dejar todo esto atrás otra vez.
- No pienses en eso, solo disfruta el momento.
Rick tomó su caña y dijo – el primero que atrape un pez con tres ojos, gana.
Estuvieron más de una hora tratando de pescar algo pero no tuvieron suerte.
- Parece que George tiene razón, el lago esta vacío – dijo Rick.
- No lo creo, hay algunas aves por acá que se alimentan solamente de peces.
- Mejor nos devolvemos – dijo Rick soltando la caña de pescar.
Iba a empezar a remar cuando Lisa le dijo – Rick, tu caña.
- Que tiene?.
- Atrapaste algo.
Rick miró la caña y vio que algo estaba tirando de ella.
- Es verdad, atrapé algo – dijo entusiasmado y se puso de pie dentro del bote.
- Rick, ten cuidado.
- No te preocupes, esto lo he hecho muchas veces.
- No vayas a tropezar con… – Rick cayó al agua – …el remo.
Rick volvió a la superficie – rayos!!!!.
Lisa tratando de contener la risa le preguntó – necesitas ayuda para subir?.
- No te rías, no es chistoso – le dijo mientras trataba de subirse al bote.
- No seas terco Rick, déjame ayudarte – le dijo mientras le tendía una mano.
- Está bien – tomó la mano de Lisa firmemente y una sonrisa maliciosa se le dibujó en el rostro – creo que te vendría bien un baño.
Lisa al ver la mirada de Rick le advirtió – ni se te ocurra Hunter – mientras trataba de que la soltara.
Rick sonrió con más ganas y tiró de su mano, haciéndola caer al agua
Lisa salió a la superficie y molesta le preguntó - por qué hiciste eso?.
- Venganza – respondió riéndose.
Lisa quiso sonar enojada, pero la risa la traicionó – salgamos del agua, está muy helada.
Rick subió al bote y ayudó a subir a Lisa.
- Si me da hipotermia va a ser culpa tuya Hunter – dijo bromeando.
- No es para tanto, estar abrazados frente a la chimenea lo puede solucionar.
Lisa miró para otro lado para que Rick no viera como se le subían los colores al rostro.
…
Después de darse una ducha caliente y desayunar, se sentaron frente a la chimenea, cada uno cubierto con una manta.
- Que te pareció el desayuno?.
- Sorprendentemente delicioso.
- Entonces, mi desayuno fue aprobado por el exigente paladar de Lisa Hayes? - preguntó sonriendo.
- Ni tan exigente, pero sí, ha sido aprobado.
Lisa trató de abrigarse un poco más con la manta.
- Todavía tienes frío?.
- Aún tengo helados los huesos.
- El agua estaba fría, pero no es para tanto.
- Habla por ti, yo casi me congelo.
- No será que te estas poniendo vieja? – preguntó bromeando.
Lisa lentamente se giró hacia Rick y le dio un suave puñetazo en el brazo.
- Hey!... y eso por qué? – preguntó riéndose.
- Por no respetar a tus mayores – respondió sonriendo.
Rick con un brazo rodeó a Lisa abrigándola con su manta, y Lisa apoyó su cabeza en el hombro de Rick. Se quedaron observando el fuego hasta que el sueño los venció.
Rick fue el primero en despertar y notó que la luz del sol iluminaba toda la cabaña – cuanto dormí? – se preguntó y miró su reloj – es más de medió día!.
Miró a Lisa y vio que seguía dormida.
- Lisa, despierta – le dijo mientras la movía.
Lisa abrió los ojos y se encontró con la mirada de Rick – buenas tardes dormilona – le dijo sonriendo.
- Cuanto rato dormimos?.
- Casi cuatro horas.
- Tanto? – preguntó mientras se separaba de Rick, permitiendo que él se estirara.
- Que te gustaría hacer ahora? – preguntó Rick.
- Tenemos que ordenar la cabaña – respondió desganada.
- Eso puede esperar, que te parece si vamos a dar un paseo?.
- Me parece estupendo.
Salieron de la cabaña y se adentraron en el pequeño bosque que rodeaba al lago.
- Es increíble que estos árboles hayan sobrevivido el ataque de Dolza – dijo Rick.
- Sí, pero lo que encuentro realmente increíble es que después de estar tanto tiempo en el espacio, muchos de los sobrevivientes no se den el tiempo para apreciar estas maravillas.
- Es una lástima que después de todo lo que hemos pasado, vuelvan a comportarse como lo hacían antes de la guerra.
- Sabes?, mi padre nunca me dejó trepar un árbol – confesó Lisa.
- Por qué no?.
- Porque eso no lo hacen las señoritas.
- Cuando era niño vivía arriba de los árboles, y aunque me caí un par de veces, volvía a hacerlo por que era muy entretenido.
Lisa lo miró con una sonrisa burlona.
Rick dándoselas de ofendido le dijo – y nunca me azoté la cabeza.
- Eso hubiese explicado muchas cosas – dijo Lisa bromeando.
Rick sonriendo le preguntó – y que te dejaba hacer tu padre?.
- Casi nada, la hija de un Almirante tiene que dar el ejemplo – dijo tristemente – mientras los niños de mi edad jugaban con sus amigos, yo recibía clases de protocolo y etiqueta… también algunas de piano y equitación.
- Eso debió ser muy aburrido.
- Lo era.
Rick se quedó mirando un árbol de poca altura.
- Que ocurre? – preguntó Lisa.
Rick sonrío y tomó de una mano a Lisa, arrastrándola hasta el árbol. La miró y le dijo – sube.
- Que?.
- Sube, yo te voy a ayudar.
- Estás loco – dijo sonriendo.
Rick desafiándola le dijo – vamos Capitana… o no tiene las agallas para hacerlo?.
Eso fue todo lo que necesitó Lisa para ponerse a trepar y sentarse en la rama más baja.
- Lo hice!!! – gritó contenta.
Rick trepó y se sentó a su lado – ves que no era tan difícil?.
- Mira Rick, ahí hay unos caballos – dijo sorprendida mientras le indicaba a Rick donde mirar.
- Como habrán llegado hasta acá? – preguntó Rick sonriendo.
Observaron a los caballos durante un largo rato, hasta que los perdieron de vista.
- Ya es hora de volver – dijo Rick desganado.
- Rick… como se supone que vamos a bajar?.
- De un salto.
- Estas bromeando?.
- No - y se dejó caer al suelo - ahora te toca a ti.
Lisa respiró hondo y se dejó caer. Rick trató de atraparla pero la agarró mal, haciendo que perdieran el equilibrio. Lisa cayó sobre su espalda y Rick cayó encima de Lisa. Sus rostros quedaron a escasos centímetros y se perdieron en la mirada del otro, hasta que un ruido los hizo reaccionar.
Rick nervioso dijo – mira Lisa, un conejo.
- Rick?.
- Si?.
- Pesas.
- Lo siento – dijo avergonzado mientras se ponía de pie – estás bien?.
- Sí… es mejor que volvamos a la cabaña – respondió nerviosa, mientras Rick la ayudaba a levantarse.
Volvieron a la cabaña en silencio. Después de ordenar y guardar todo se dieron cuenta de que no habían almorzado.
- Rick, tienes hambre?.
- Un poco, pero ya es muy tarde para almorzar.
- Si quieres te preparo algo.
- No te preocupes… lista para volver a casa?.
Lisa ocultando las ganas de quedarse respondió – lista.
…
Estaban por llegar a la carretera cuando Rick vio un pequeño salón de té y detuvo el coche.
- Comemos algo acá? – preguntó Rick.
- Solo si yo invito… y no acepto un no como respuesta – dijo sonriendo
- Está bien – dijo resignado.
Entraron y se fijaron en que el salón tenía a un costado un pequeño escenario, en donde estaba ensayando una banda. Se sentaron junto al escenario y un mesero se acercó para anotar su pedido.
Lisa le preguntó al mesero – para que está ensayando esa banda?.
- Para una fiesta de cumpleaños. Mañana celebrarán al hijo de una celebridad y ustedes comprenderán que no les puedo decir quien es… pero si les puedo decir que dentro de todas sus exigencias, pidieron una piñata con la forma de la señorita Minmei… la gente está cada día más loca.
Lisa no se dio cuenta cuando llegó su pedido porque estaba ocupada imaginándose agarrando a palos la piñata.
Comieron tranquilamente y cuando terminaron se pusieron a disfrutar del ensayo de la banda.
- Son buenos – dijo Rick.
- Hacía años que no escuchaba este tipo de música.
- Es de antes de que naciéramos.
- Pero a mi padre le encantaba, y cuando hacía una fiesta en casa tenía que bailar con él al menos una vez esta canción.
De la mesa del lado se levantó un anciano y se acercó a Lisa.
- Disculpe señorita, no pude evitar escuchar que usted sabe bailar este ritmo, y aunque yo ya no bailo como antes, me preguntaba si usted sería tan amable de concederle a este viejo esta pieza.
Lisa avergonzada le pidió ayuda a Rick con la mirada.
Rick sonriendo le dijo al anciano – creo que a Lisa le encantaría bailar con usted.
Lisa le envió una mirada asesina a Rick.
- Gracias joven – y dirigiéndose a Lisa – tiene usted un novio muy comprensivo – y la llevó a la pista de baile.
Rick observaba sonriendo a Lisa bailar con el anciano – que lastima que no traje mi cámara.
El mesero se acercó con la cuenta y le preguntó – necesita algo más?.
Rick dudó un momento y le preguntó – tiene pasteles de chocolate?.
- Sí señor, desea uno?.
- Sí, para llevar por favor.
Lisa volvió acompañada del anciano a la mesa.
- Muchas gracias señorita por dejarme recordar mis años mozos… y si me permite decirlo, tiene usted unos ojos preciosos – y dirigiéndose a Rick – tiene usted mucha suerte joven, no permita que se le escape – se despidió y volvió a su mesa.
- Parece que conseguiste novio – dijo Rick tratando de bromear.
- Oh, cállate – dijo Lisa riéndose.
- Pero tiene razón, tus ojos son muy bonitos.
- Gracias Rick – dijo avergonzada.
La banda comenzó a tocar una balada.
Rick se levantó de la mesa y le ofreció una mano a Lisa – señorita, se que soy demasiado joven para sus gustos, pero me preguntaba si me concedería el honor de bailar esta pieza conmigo – dijo sonriendo.
- El honor es mío jovencito – respondió devolviéndole la sonrisa.
Caminaron tomados de la mano hasta la pista y bailaron abrazados en silencio al compás de la música. Cuando la canción terminó volvieron a la mesa, donde los esperaba el mesero.
Lisa al ver una caja en la mesa preguntó – y esto?.
- Es para George.
Lisa lo miró extrañada.
- Es para darle las gracias.
Lisa canceló la cuenta y se subieron al coche.
…
Llegaron a la casa de George y Lisa llamó a la puerta.
- Hola, como lo pasaron? – preguntó sonriendo.
- Genial – respondió Lisa, y notó que había más gente en la casa – estás ocupado?.
- Estoy cenando con mis suegros… me vinieron a preguntar si se pueden llevar por unos días a Mark a Nueva Detroit.
- Entonces no te quitamos más tiempo. Muchas gracias por prestarnos tu casa – le dijo Lisa entregándole las llaves.
- De nada, si quieren ocuparla de nuevo, avísenme.
Rick que se había mantenido en silencio le entregó la caja a George.
George extrañado le preguntó – que es?.
- Un pastel de chocolate – respondió Rick mirando al suelo.
- Sí!!! – celebró George.
Lisa los quedó mirando sin entender nada.
- Es que me encanta el pastel de chocolate – dijo George sonriendo.
Se despidieron y Rick llevó a Lisa a su casa. Le ayudó a bajar su bolso y la acompañó hasta la puerta.
- Gracias Rick, disfruté mucho de nuestra pequeña escapada – dijo sonriendo.
- Yo también… sobre todo cuando te tiré al agua – dijo riéndose.
- Y a mí me encantó la manera en que hay que despertarte por las mañanas - dijo con una sonrisa.
- Realmente lo pasamos bien… no recuerdo cuando fue la última vez que disfruté tanto de un día libre.
- Yo tampoco… en serio Rick, gracias por invitarme.
- Gracias a ti por aceptar mi invitación.
Se quedaron un momento en silencio.
- Lisa, tienes algo que hacer este viernes?.
- Voy a estar de servicio.
- Yo también… pero en la noche?.
- Tengo la noche libre.
Rick juntó valor y le preguntó – te gustaría ir conmigo a alguna parte?.
Lisa lo miró incrédula – eso suena como una invitación a salir – dijo bromeando para ocultar su nerviosismo.
Rick sonrió nervioso – Lisa, te gustaría salir conmigo el viernes en la noche?.
Lisa no creía lo que acababa de escuchar - me encantaría Rick.
- Entonces tenemos una cita – dijo sonriendo – buenas noches Lisa.
- Buenas noches Rick.
Rick se había alejado unos pasos de la puerta y vio que Lisa aún no entraba a la casa. Después de una pequeña pelea interna se devolvió y besó suavemente a Lisa en los labios y sintió como si una descarga eléctrica lo atravesara.
Esperó a que Lisa lo golpeara, pero al no sentir ningún puñetazo se atrevió a mirarla y vio que estaba totalmente sonrojada, sonriendo y sus ojos tenían un brillo que nunca había visto antes. Sin decir una sola palabra se subió al coche sonriendo con cara de bobo, y se marchó a casa.
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