Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Resolución de año nuevo
Chapter / Capitulo: 19
Author / Autor: Polaris
Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)
Romance
Fanfic: Capítulo 19: Regreso a Casa.
El viaje de vuelta a Nueva Macross se efectuó sin novedad. Solo quedaban unos minutos para aterrizar y la ansiedad por ver a sus familias y amigos se fue apoderando de quienes iban a bordo del avión procedente del Amazonas.
Rick no dejaba de mirar por la ventana al escuadrón que los iba escoltando, deseando pronto poder volver a comandar a su escuadrón. A su lado Lisa lo miraba de reojo mientras trataba de concentrarse en una carpeta que le había entregado el Almirante Gloval.
- Ya vas a poder volar – le dijo Lisa suavemente.
Rick salió de su trance y le dijo – es que no me gusta ir de pasajero en un avión, soy piloto.
Lisa sonrió comprensivamente – lo sé.
- Que es eso que te entregó el Almirante?.
Lisa lo miró incomoda.
- No me digas que otra vez es algo de lo que no puedes hablar con nadie? – le preguntó incrédulo.
- Lo siento, órdenes del Almirante. Pero para tu tranquilidad te puedo asegurar que no es ninguna misión.
Rick respiró aliviado – me alegro, no creo poder aguantar otra misión como esta – miró la carpeta y le preguntó – una pista?.
- Olvídalo. Esto – le dijo mostrándole la carpeta – por el momento es confidencial, pero dentro de poco sabrás de que se trata.
Rick asintió y volvió a mirar por la ventana. Notó que ya era de noche y que a lo lejos se podían distinguir las luces de la ciudad.
- Y si pides que te dejen entrar a la cabina? – le sugirió Lisa.
Rick negó con la cabeza – no es lo mismo.
Lisa tuvo que suprimir una sonrisa y pensó – hombres y sus juguetes.
Al no poder concentrarse en su carpeta la cerró y la dejó a un lado. Apoyó la cabeza en el pecho de Rick para poder mirar por la ventana y admiró el paisaje.
- Después de estar tanto tiempo en la selva con un calor insoportable no sabes la alegría que me da ver la ciudad nevada – le dijo Rick.
Lisa se quedó pensando y le preguntó – por casualidad tienes a mano un abrigo?.
Rick después de pensarlo un momento le contestó – la verdad es que no se me ocurrió llevar uno.
- A mi tampoco – admitió Lisa – cuando descendamos del avión nos vamos a congelar.
- Un poco de frío no nos vendría nada de mal.
La voz del piloto sonó por los parlantes del avión informándoles que iban a aterrizar.
Lisa no pudo evitar sonreír al escuchar al piloto – al fin en casa.
Después de que el avión aterrizó se aprestaron para descender.
Rick le entregó las muletas a Lisa – necesitas ayuda con la escalera?.
- No, creo poder sola.
Llegaron hasta la puerta y Lisa sintió que alguien puso un abrigo sobre sus hombros. Giró la cabeza y se encontró con el Almirante Gloval.
- Después de todo lo que ha pasado no creo que quiera coger una gripe Capitana, menos con las festividades tan cerca.
- Gracias Almirante… pero usted se va a congelar.
El Almirante negó con la cabeza - solo estuve diez días en la selva amazónica, en cambio usted estuvo seis meses.
- Gracias Señor – dijo Lisa sonriendo agradecida.
- No hay problema. Y Capitana, no quiero verla en la base hasta enero, entendido?. A usted tampoco Comandante.
Lisa iba a replicar pero el Almirante la interrumpió dirigiéndose a Rick – Comandante, manténgala alejada de la base, es una orden.
Rick tratando de evitar reírse al ver como Lisa miraba al Almirante con la boca abierta dijo – a la orden Almirante.
- Señor… - se quejó Lisa.
- Lisa, podemos sobrevivir sin usted. Y mientras descanse quiero que estudie esos documentos que le entregué. Quiero su opinión al respecto.
- Sí Señor.
- Aprovechen de descansar porque los quiero al cien por ciento después de año nuevo. Tenemos mucho trabajo por delante.
- Sí Señor – dijeron a la vez.
El Almirante descendió del avión y se quedaron junto a la puerta asimilando lo que les acababa de decir.
- Que fue eso? – les preguntó George.
- El Almirante dándonos algunas instrucciones – contestó Lisa.
- Algo interesante?.
- No quiere que Lisa aparezca por la base hasta el próximo año – contestó Rick con una sonrisa burlesca.
George no pudo evitar reírse – me parece excelente.
Lisa los miró con cara de pocos amigos haciendo que los dos rieran con ganas.
- A ti tampoco te quiere ver en la base, Rick – le recordó Lisa.
- Pero yo no me quejo.
El General Jackson de un empujón pasó entre ellos y abandonó el avión.
- Sigue tan adorable como siempre – dijo Lisa molesta.
Jackson mientras bajaba por la escalera resbaló en uno de los peldaños, los que quedaban los bajó rodando y terminó de bruces en el suelo.
George bajó corriendo y le ofreció la mano para que se levantara.
- Se encuentra bien Señor?.
Jackson rechazó su ayuda y avergonzado se levantó.
- General, sabía que extrañaba Nueva Macross, pero no me imaginé nunca que la extrañara tanto como para que lo primero que hiciera al descender del avión fuera besar el suelo. Usted realmente adora esta ciudad, Señor – le dijo George evitando reírse.
Jackson lo miró furioso y se alejó indignado de la pista de aterrizaje.
George vio que Lisa y Rick acababan de descender y les preguntó inocentemente – y yo que le hice?.
- No tienes remedio – le dijo Lisa sonriendo mientras Rick trataba de controlar el ataque de risa.
Se les acercaron Max y Miriya, cada uno con sus respectivos cascos bajo el brazo.
- Que ocurre? – preguntó Max al ver a Rick riéndose.
Lisa solo apuntó con el dedo a George.
- Que hizo ahora Mayor? – preguntó Miriya.
- Por qué debería haber hecho algo?.
Lisa, Rick y los Sterling lo quedaron mirando sin creerle.
George ignorándolos dijo – no sé ustedes pero me estoy congelando.
- Cuando aterrizamos la Comandante Grant me informó que nos va a estar esperando con los niños en la cafetería – les dijo Max.
Caminaron tranquilamente disfrutando de la nieve hasta la cafetería. Dentro los esperaban Claudia con Dana en brazos y Mark durmiendo en unas sillas.
- Ya era hora que llegaran, que los entretuvo tanto? – preguntó Claudia bromeando. Le entregó a Dana a Miriya y se acercó a Lisa para darle un fuerte abrazo. La miró de pies a cabeza y le preguntó seriamente – le patearon el trasero al que te hizo esto?.
Lisa asintió con una media sonrisa.
- Me alegro. Tuvo suerte de no caer en mis manos – y con una sonrisa sincera le dijo – me alegra volver a verte - se acercó a Rick y también lo abrazó con fuerza – a ti también piloto, gracias por traerla de vuelta.
Rick sonriendo le dijo – tenía que hacerlo.
Claudia los observó detenidamente y notó algo extraño. Miró con curiosidad a Lisa y le dijo – amiga, tenemos que hablar.
- Por supuesto Claudia – le contestó divertida. Le llamó la atención ver como los Sterling jugaban con su hija y le preguntó – desde cuando que Dana está caminando?.
- Desde hace unas semanas – y al ver la cara de preocupación de Lisa agregó – comenzó a caminar antes de que te que te fueran a buscar.
Lisa suspiró aliviada.
Rick notó que George estaba muy callado y lo buscó con la mirada. Lo encontró agachado junto a Mark observándolo dormir. Se acercó y le preguntó en voz baja – por qué no lo despiertas?.
George negó con la cabeza – estos son los pequeños momentos que hacen que todo lo que tuvimos que pasar haya valido la pena.
- No sabía que tenías un lado tan sentimental – le dijo Rick bromeando.
George sonriendo le dijo – lo entenderás cuando seas padre.
Al sentir tanto ruido a su alrededor Mark abrió lentamente los ojos.
- Papá? – preguntó medio adormilado.
- Hola enano – lo saludó George sonriendo.
Mark abrió bien los ojos y de un salto se colgó del cuello de George – papá! – después que lo soltó le preguntó preocupado – que te pasó en el brazo?.
- Nada, es solo un pequeño rasguño - y le dijo al oído – mira quienes vinieron conmigo.
Mark miró hacia la entrada de la cafetería y en la cara se le dibujó una enorme sonrisa al ver a Lisa.
- Ten cuidado con Lisa que está delicada – le advirtió George.
Mark asintió. Abrazó a Rick y luego se acercó a Lisa y le preguntó tímidamente – te puedo dar un abrazo?.
Lisa asintió sonriendo.
- Y si te duele?.
- No me va a doler – le aseguró.
Mark después de que la abrazó con fuerza le dijo – te extrañé mucho Lisa. Estábamos todos asustados… hasta papá, y eso que papá no se asusta con nada. Y tía Claudia andaba triste y Rick se transformó en un ogro…
- Hey! – se quejó Rick.
- Es verdad Lisa – le dijo Claudia – solo se le quitó cuando George le pateó el trasero.
- Que?! – preguntó Lisa sorprendida.
- No es cierto – reclamó Rick.
- Como que no? – preguntó George ganándose una mirada asesina de parte de Rick.
- Amiga, tenemos mucho de que hablar – le dijo Claudia sonriendo.
- Eso si el ogro me lo permite – dijo Lisa divertida.
- Lisa! – se quejó Rick.
- Como que si Rick te lo permite?.
Lisa con la mirada le pidió permiso a Rick y este asintió sonriendo.
- Lo que te voy a decir ni siquiera el trío lo sabe.
- Si se lo han ocultado al trío tiene que ser algo muy importante.
Rick y Lisa compartieron una sonrisa cómplice.
- Un momento – dijo Claudia – los ojos brillantes, no paran de sonreír… son novios?.
Rick y Lisa sonrieron con más ganas.
Claudia tratando de mantenerse seria les dijo sin darle mayor importancia – ya era hora.
- Como?! – preguntó Rick.
- Que quieren?, que los felicite? – Claudia no pudo aguantar más y sonriendo les dijo – claro que los felicito… si ustedes después de todo este tiempo se dieron cuenta de sus sentimientos… el resto aun tenemos esperanzas.
- Hey! – se quejaron.
- Vamos, tienen que admitir que a todos nos tenían locos con su ceguera – les dijo George riéndose – y no crean que el trío no se ha dado cuenta, solo están siendo un poco más discretas.
- Amiga, quiero detalles – dijo Claudia.
- Papá, Lisa y Rick están juntos como tu con mamá? – preguntó Mark.
- Algo parecido, enano. Con tu mamá estábamos casados. Lisa y Rick son novios – le explicó George.
Mark asintió y preguntó – y así como están me pueden dar un primo?.
A Rick y a Lisa se les subieron los colores al rostro mientras Claudia, George y los Sterling reían de buena gana.
Cuando George logró controlarse le respondió – eso depende de ellos Mark.
- Y el trío? – preguntó Lisa para cambiar de tema.
Claudia le preguntó – no te fijaste que fueron las primeras en descender del avión?
Lisa negó con la cabeza.
- Me pidieron que las disculpara, pero que lo único que querían era irse a casa y darse un baño que durara horas.
- Las entiendo perfectamente – dijo Lisa sonriendo.
- Tan insoportable es ese lugar?.
Rick asintió – no te perdiste de nada.
- Tienen planes para Navidad y Año Nuevo? – preguntó George.
Todos negaron.
- En ese caso los invito a mi renovada cabaña. Con las nuevas habitaciones hay lugar para todos.
- Claro Mayor, será un placer – le dijo Max – si nos disculpan, Dana quiere dormir así que es mejor que nos vayamos a casa.
- Nosotros también nos vamos - dijo George y dirigiéndose a Claudia le preguntó bromeando – y para mi no hay abrazo?, porque yo también ayudé a traer de vuelta a Lisa. Mira, hasta recibí un disparo – dijo mostrándole el brazo.
Claudia lo miró divertida – que pensará el personal de la base si me ven abrazando a todo el mundo?, tengo una imagen que cuidar… pero creo que por esta vez haré una excepción.
Mientras se abrazaban, Mark los miró detenidamente y una enorme sonrisa se le dibujó en el rostro.
George le dijo a Claudia - gracias por cuidar a este abusador… espero que no te haya dado problemas.
- No hay problema. Tu hijo es adorable – le dijo sonriendo.
- De todas maneras no debiste hacerlo – y dirigiéndose a Mark – y tu enano, cuando lleguemos a casa me vas a explicar por qué no quisiste ir a casa de tus abuelos.
Mark como respuesta le dijo – es que ellos no son tan geniales como tía Claudia.
George los miró con curiosidad.
Claudia sonrojada dijo – yo también me retiro, me están esperando en el puente.
- Estás de servicio? – le preguntó Lisa.
- Sí, y si no fuera por un grupo que conozco en este momento estaría en mi casa descansando – contestó bromeando.
- Lo siento amiga – se disculpó Lisa.
- No hay problema, pero que no se vuelva a repetir – le dijo con un guiño.
- Si sirve de algo Claudia… todo fue culpa de George – dijo Rick bromeando.
- Mi culpa? – preguntó George divertido.
- Tú eras el que no quería que nos viniéramos antes.
- Y agradece que no los dejé en cuarentena.
- Te hubiésemos dado una paliza.
- Si mal no recuerdo, la última vez yo te di una paliza.
Lisa intercedió – y me van a explicar por qué se andaban dando de golpes.
- Fue culpa de él – Rick y George se apuntaron mutuamente.
- Sí, fue culpa de Rick por ser un ogro – Mark defendió a George.
- Max, apóyame – pidió Rick.
- Lo siento jefe, pero estoy con ellos en esta oportunidad – contestó Max sonriendo.
- Yo también Comandante – dijo Miriya.
Rick se quedó mirándolos con la boca abierta.
Lisa divertida le dijo – bueno ogro, es hora de irnos a casa.
…
Rick abrió la puerta de la casa de Lisa y la hizo pasar mientras iba a buscar los equipajes al coche de la base.
Lisa encendió la luz y observó la sala – hogar, dulce hogar – pensó mientras sonreía. Claudia y el trío se habían encargado de mantener todo limpio y ordenado durante su ausencia. Se dirigió a la cocina y comprobó que tenía provisiones para un par de semanas.
- Donde estás? – escuchó que Rick la llamaba.
- En la cocina.
Rick entró y le preguntó – que haces?.
- Quería preparar un poco de té y me llevé la sorpresa de que Claudia se encargó de que no faltara nada.
- Eso es porque tía Claudia es genial – dijo Rick bromeando.
Lisa asintió sonriendo.
- Que te parece si mientras tu te alistas para la cama yo preparo unas tazas de chocolate caliente?.
- Suena muy bien.
Rick le gesticuló para que se fuera de la cocina.
- Que no se te olvide que esta es mi casa – le dijo Lisa sonriendo.
- Pero yo te estoy cuidando así que se harán las cosas a mi manera – le dijo Rick medio en broma.
Lisa alzó una ceja y derrotada le advirtió – está bien, pero no te acostumbres, en cosa de días estaré como nueva y las cosas se harán a mi manera.
Rick sonriendo le dijo – pero eso aun no ocurre así que… fuera de la cocina.
Lisa se dio media vuelta y saliendo de la cocina le dijo - voy a darme una ducha.
- Si necesitas ayuda avísame – dijo Rick sin pensar.
Lisa se detuvo y lo miró sonrojada.
Rick al darse cuenta de lo que había dicho balbuceó – quiero decir… si tienes algún problema… yo…
Lisa divertida ante el nerviosismo de Rick le dijo – creo poder ducharme sin problemas Rick, pero la idea de que me jabones la espalda suena muy tentadora.
A Rick se le subieron los colores al rostro haciendo que Lisa estallara en una carcajada.
- Quien eres tu y que hiciste con mi Lisa? – le preguntó más tranquilo al darse cuenta de que Lisa estaba bromeando.
Lisa solo sonrió y se dirigió a su habitación.
Unos momentos más tarde Rick entró a la habitación de Lisa y depositó en el velador las tazas de chocolate caliente. Iba a prepararle la cama para cuando saliera de la ducha, pero se detuvo al ver en esta al enorme oso de peluche que había ganado para ella.
- Lo siento Junior pero estás ocupando mi lugar.
- Tu lugar? – le preguntó Lisa desde la puerta del baño.
Rick que no se percató de que Lisa había salido del baño se giró y sonrojado le dijo – me dijiste que preferías al original.
Lisa sonrió y dijo - eso huele bien.
Rick la ayudó a meterse en la cama y le ofreció una taza.
- Es idea mía o me estas mimando? – le preguntó Lisa medio en broma.
- Claro, no quiero que cambies de opinión.
- Si continuas así no solo no voy a cambiar de opinión, sino que me voy a terminar acostumbrando.
- Esa es la idea – le dijo Rick con un guiño – vuelvo enseguida.
- Que vas a hacer?.
- Seguir tu ejemplo, darme una ducha… y no quiero ver a Junior en mi lado de la cama cuado vuelva.
- No sé, Junior puede ser muy persuasivo.
Rick se metió al baño y Lisa aprovechó para tratar de asimilar los cambios que se habían producido recientemente en su vida. Por un lado había pasado por el infierno y Rick como de costumbre apareció para rescatarla, y después de varios años de conflicto había llegado la tan anhelada paz. Y por otro lado se llevó la gran sorpresa de que Rick la correspondía en sus sentimientos. Aún le costaba creerlo y temía que Rick cambiara de parecer – quizás fue la presión del momento – pensó.
Rick salió del baño y al verla perdida en sus pensamientos le preguntó – en que piensas?.
- En los últimos meses.
- Algo en particular?.
Lisa lo miró incomoda – es solo que…
Rick se metió a la cama, cogió una de las tazas y esperó a que continuara.
- Yo… no sé por donde empezar.
- Que ocurre Lisa?
- Me pregunto como reaccionará la humanidad a la paz que tanto ansiamos, si los Zentraedi se podrán adaptar completamente a nosotros o nos daremos cuenta de que en nuestras manos tenemos una bomba de tiempo que en cualquier momento puede estallar.
- Te preocupas demasiado, eso lo veremos en su momento con el Almirante Global. Quiero que estás dos semanas que tenemos libres te olvides del trabajo y de lo que ocurre en el mundo.
Lisa se quedó un rato en silencio y le preguntó temerosa – estás seguro?.
- Claro.
- No Rick… estás seguro… de nosotros?.
Rick la miró sorprendido – que quieres decir?.
Lisa respiró hondo y le preguntó – estás seguro de que quieres estar conmigo?.
- Tu no quieres estar conmigo? – le preguntó Rick.
- Quiero estar contigo Rick.
- Yo también quiero estar contigo Lisa. Por qué lo preguntas?.
- Es que yo no soy como… como….
- Como Minmei?
Lisa asintió.
- Claro que no eres como ella. Eres mucho mejor – le aseguró Rick con una sonrisa.
Lisa lo miró sorprendida.
- Es cierto que Minmei es hermosa y talentosa, pero eso sería todo. No me puedo imaginar el futuro junto a una persona que se cree el centro del universo y con la cual no tengo nada en común. En cambio tu… tu me has demostrado lo que es sentirse querido y que sin importar lo difícil que estén las cosas, siempre puedo contar contigo. Eres mi amiga, mi confidente… si a veces pareciera que eres mi madre por todo lo que te preocupas por mí – dijo con una sonrisa – y además no estás nada de mal para ser una vieja comadreja.
Lisa lo miró emocionada y le dijo sonriendo – ibas tan bien, pero tenías que sacar a la comadreja.
Rick se rió – comadreja o no, para mi eres hermosa.
- Parece que aun no estás viendo bien – le dijo sonrojada.
- Estoy viendo perfectamente. Y desde que te conocí que lo creo.
Lisa sorprendida le preguntó – en serio?.
Rick asintió – puedo ser un cabeza dura pero tengo ojos.
Lisa no pudo evitar reírse.
- Y tu que pensaste de mí cuando me conociste?.
Lisa dejó de reír y lo miró incomoda.
- Tan mala fue la primera impresión?.
- Pensé que eras un niño engreído… y más encima me trataste de comadreja.
- De vieja comadreja… y como que un niño?.
- Un niño bastante guapo – le dijo Lisa con un guiño.
- Así está mejor – le dijo Rick con una sonrisa satisfecha.
- Y con un gran ego – concluyó divertida.
Rick al ver aun inseguridad en los ojos de Lisa tomó una de sus manos y le dijo – no quiero que tengas dudas. Se que nuestras confesiones no fueron en las mejores circunstancias… y ahora que no hay nadie apuntándome con una pistola y que nadie está amenazando con arrebatarte de mi lado, puedo decir con toda seguridad de que estoy completamente enamorado de ti.
Lisa no pudo evitar que se le escaparan unas lágrimas – y como no hay ningún malcontento con aspecto de gorila por estos lados, puedo asegurar que estoy completamente enamorada de ti.
Rick dio un suspiro de alivio y sonrió ampliamente.
A Lisa le llamó la atención la reacción de Rick – un momento… tu tampoco estabas seguro?.
Rick sonrojado le contestó – claro que no. Como tú ibas a estar enamorada de alguien como yo?.
- De alguien como tu?
- Sí, alguien testarudo, desobediente, indisciplinado…
Lisa lo interrumpió – un ogro?
- Un ogro… que?... no, no soy un ogro.
- Eso no fue lo que escuché.
- La cosa es que somos totalmente opuestos, yo soy indisciplinado y tu vida se rige por la disciplina, yo actuó sin pensar y tú actúas una vez que analizaste la situación, yo soy divertido y tú… - se detuvo al ver la mirada de advertencia de Lisa.
- Eso quiere decir que nos complementamos. Y los dos hemos influido en el otro, por ejemplo tú te has ceñido más a las normas y yo me he relajado un poco cuando se trata de ellas.
- Ves?, analizas todo.
- Y no soy divertida.
- No he dicho eso – se defendió.
- Y que era lo que ibas a decir?.
- Que cuando quieres puedes ser divertida.
Lisa lo miró alzando una ceja.
- Quiero decir, tu compañía siempre es agradable.
- Pero soy aburrida.
- No, no eres aburrida… solo un poco seria.
Lisa se quedó mirando fijamente a Rick poniéndole nervioso.
- Podemos cambiar de tema? – preguntó Rick.
Lisa siguió mirándolo.
- Lo siento, no quería hacerte enojar… solo me preguntaba como terminamos juntos.
- Porque el amor es ciego? – le preguntó bromeando.
- Eso lo explicaría todo – respondió más relajado.
Lisa sonriendo le preguntó – te asusté?
Rick asintió – temía que en nuestra primera noche juntos me hicieras dormir en el sillón por mi bocota.
- Ya hemos dormido juntos, Rick.
- Pero antes lo habíamos hecho como amigos. Esta es la primera vez que lo hacemos como novios
De pronto Lisa se puso nerviosa – tienes razón – susurró.
Rick aprovechó el nerviosismo de Lisa para tomarle el pelo – y como ya es oficial podemos… tu sabes… ir un poco más lejos… conocernos mejor.
A Lisa se le subieron los colores al rostro – luz roja Comandante.
Rick no pudo evitar reírse al ver la cara de Lisa – pero creo que es mejor que esperemos porque ninguno de los dos está en condiciones para…
- Rick!
- A menos que pienses lo contrario, pero te advierto que va a ser cualquier cosa menos romántico.
Lisa lo miró con cara de pocos amigos.
Rick preocupado le preguntó – me excedí?... quieres que me vaya?
Lisa pensó un momento su respuesta - no, necesito a mi almohada parlante – y se acomodó en su pecho.
Rick respiró aliviado - y mi beso de buenas noches?.
- No hay.
- Por qué?.
- Porque soy una aburrida.
- Oh vamos – se quejó Rick.
Lisa tratando de no reírse se negó.
- Si sabes que te amo aunque seas aburrida.
Lisa levantó la cabeza para replicar pero Rick atrapó sus labios en un cálido beso. Trató de reclamar pero Rick aprovechó la oportunidad para profundizarlo haciendo que se rindiera. Se separaron y Rick con una sonrisa triunfal le dijo – buenas noches Lisa.
- Buenas noches Rick – le dijo con una sonrisa y volvió a acomodarse en su pecho.
Rick la rodeó con sus brazos y la atrajo más hacia él.
- No voy a ir a ninguna parte – le dijo Lisa.
- Lo sé.
- Y sabes que tengo que respirar?.
Rick no se había dado cuenta de que la estaba apretando y aflojó un poco el abrazo.
- Así está mucho mejor – dijo Lisa.
Después de estar varios minutos en silencio Rick le dijo – prométeme una cosa.
Lisa algo adormilada le peguntó – que cosa?
- Prométeme que no vas a volver a involucrarte en otra locura como la misión del Amazonas.
- Y si me lo ordenan?.
Rick se quedó pensando un momento y le dijo - entonces prométeme que si llega a ocurrir algo parecido me vas a mantener informado desde el principio. Los dos confiamos en el otro con la vida, así que no más secretos entre nosotros.
- No más secretos… está bien.
- Bien.
- Rick?.
- Si?.
- Ya que no hay más secretos entre nosotros, te puedo hacer una pregunta?.
- Claro.
- Por qué George te pateó el trasero?.
Rick con una sonrisa dijo – buenas noches Lisa.
…
Faltaban dos días para Navidad y las calles de Nueva Macross se habían transformado en una locura. Esa mañana Rick acompañó a Lisa a que le examinaran la pierna y para alegría de ambos, el doctor le quitó las muletas. Aprovecharon la tarde para hacer las últimas compras navideñas y cuando ya estaba oscureciendo se dirigieron a casa de George para cenar.
Llamaron a la puerta y les abrió un entusiasmado Mark que se les lanzó encima.
- Hola Mark, ahora que te veo bien… como has crecido, estás enorme – le dijo Lisa.
A Mark se le iluminó la cara y le preguntó – estoy tan grande como para aprender a volar?.
- No! - dijo George entrando a la sala – hola enanos. Por fin te quitaron las muletas – le dijo a Lisa sonriendo.
- Sí. Y a ti cuando te quitan el cabestrillo?.
- Espero que antes de año nuevo… me tiene loco.
- Papá, Lisa dice que estoy más grande, y tu me dijiste que cuando fuera más grande iba a poder aprender a volar – reclamó Mark.
- Es cierto que en los últimos meses creciste enano, pero cuando dije que tenías que ser más grande me refería a ser mayor.
- Cuando tenía la edad de Mark ya estaba aprendiendo a volar – dijo Rick ganándose una mirada asesina de parte de George.
- Ves papá?, Rick a mi edad ya volaba – le dijo Mark con una mirada triste.
- No me mires así enano…ahhhh… lo voy a pensar, está bien?.
Mark sonrió satisfecho.
- No sé en que momento se volvió tan manipulador – dijo George con una sonrisa.
- Es que a esos ojos no les puedes negar nada – dijo Claudia saliendo de la cocina.
- Claudia? – preguntó Lisa sorprendida.
- Hola amiga, que tal piloto – los saludó sonriendo. Al ver la sorpresa en los rostros de sus amigos les dijo – no podía dejar que Mark se muriera de hambre mientras la cocinera oficial no se encontrara disponible.
- Hey, si no cocino tan mal – se quejó George.
- Cocinas horrible – le dijo Rick riéndose.
Dándoselas de indignado George les dijo – ya que no saben apreciar mis dotes culinarios, nunca más voy a cocinar para ustedes.
- Gracias – dijeron todos a coro.
George iba a reclamar pero Claudia lo interrumpió – la cena está servida, si son tan amables de seguirme.
Se sentaron a la mesa y Lisa preguntó – como están las cosas en la base?.
- Tranquilas – contestó Claudia.
- Alguna novedad?.
Claudia la miró divertida y le dijo – el Almirante me prohibió que te dijera lo que está ocurriendo, no vaya a ser cosa que aparezcas por allá.
Rick y George tuvieron que evitar reírse.
- No voy a aparecer por allá porque el Almirante me lo ordenó. Así que por muy interesante que sea no me vas a ver por la base hasta el próximo año.
- Entonces amiga estos días que tienes libres aprovecha de descansar y divertirte. Olvídate del mundo que te rodea.
- Eso fue lo que le dije, pero está loca por volver al trabajo – dijo Rick con una sonrisa.
- Y no hay día en que tú no quieras volver a tu Varitech – replicó Lisa.
- Quiero volver a volar, no al trabajo – le corrigió Rick.
- Yo quiero volar contigo – se ofreció Mark.
- Por mi no hay problema.
- Rick? – le advirtió George.
- Vamos, va a ser divertido. Quiero ver como está el Mockingbird. Podríamos aprovechar de dar un paseo.
- Todavía vuelas esa chatarra? – le preguntó Claudia.
- Gracias Claudia – dijo George divertido.
Rick ofendido dijo – chatarra?, pero si es una joya, verdad Lisa?.
Lisa se movió incómoda en su asiento y contestó – al menos se mantiene sin problemas en el aire.
- Es muy feo pero vuela muy bien – dijo Mark.
Rick al verse derrotado prefirió cambiar de tema y le preguntó a George – vas a continuar en la RDF?
- No lo sé, me gustaría pero depende del Almirante y si no quiere que continúe, bueno, el hospital siempre está corto de personal. Pero la verdad es que ahora no quiero pensar en eso, quiero disfrutar de mis vacaciones – dijo sonriendo.
- Que ocurrió en mi ausencia? – preguntó Lisa.
- Tía Claudia me daba clases de defensa personal y el trío me sacaba a pasear – dijo Mark.
- Y que hacías con el trío? – preguntó Rick.
- Me llevaban al cine, al parque y de compras.
- De compras? – preguntó Lisa.
Mark asintió – y también me enseñaban cosas.
- Como que?.
- Como que los hombres son unos tontos porque babean con las estrellas… pero no encuentro nada de malo mirar el cielo por la noche.
Los adultos se quedaron mirando y prefirieron no hacer ningún comentario.
- Así que… defensa personal? – le preguntó Lisa a Claudia.
- Si Rick le va a enseñar a volar y tu le vas a enseñar piano, yo también quiero enseñarle algo – contestó Claudia restándole importancia.
Lisa le preguntó a George - como es eso de que le pateaste el trasero a Rick?... no me ha querido decir nada.
- Por ogro – dijo Mark.
Rick miró al techo como pidiendo ayuda.
Claudia tomó la palabra – después que te fuiste tu piloto parecía un pobre cachorro abandonado.
- Que?... no! – reclamó Rick.
George con una sonrisa burlesca le dijo – vamos, si solo faltaba que le aullaras a la luna.
- La echaba de menos – se defendió Rick mientras Lisa los miraba divertida.
Claudia continuó – pero con el paso del tiempo su humor fue empeorando hasta volverse totalmente insoportable.
- Andaba irritable, solo salía de su casa para trabajar y no quería compartir con nadie – dijo George.
- Ni siquiera conmigo – agregó Mark.
Lisa miró con reproche a Rick haciendo que él bajara la vista avergonzado.
- Todos tratamos de subirle el ánimo pero lo único que lográbamos era que quisiéramos ahorcarlo, así que un día nos reunimos para ver de que manera podíamos ayudarlo y decidimos que George se encargaría – dijo Claudia.
Rick sorprendido dijo – eso no lo sabía.
- Eso demuestra que te queremos… incluso cuando eres un ogro – dijo Claudia sonriendo.
- Gracias… de verdad – dijo Rick avergonzado y mirando a George continuó – y gracias por hacerme entrar en razón.
- No tienes nada que agradecer, solo salí sorteado.
- Sorteado?
- Claro, todos queríamos patearte el trasero así que hicimos un sorteo con nuestros nombres y el mío fue el que salió – contestó con una sonrisa.
Rick los miraba sorprendido mientras Lisa trataba de no reírse.
- Agradece que no salió Miriya, quería enseñarte todo el poder de una Quadrono.
- Y el trío ya tenía ideado un plan para que entraras en razón dolorosamente – dijo Claudia.
- Y tú querías utilizarlo como saco de arena – le recordó George a Claudia.
- Tuvimos que actuar rápido porque el Almirante se dio cuenta de que su conducta había empezado a afectar su rendimiento en el aire y la relación con su escuadrón – continuó Claudia.
- Así que un día lo fui a buscar a la base, lo arrastré hasta un gimnasio y lo obligué a subirse al cuadrilátero para enseñarle el método Carter para liberar tensiones, el cual funcionó a la perfección – dijo George con una sonrisa satisfecha.
Rick se quedó pensando y le dijo a Claudia – un momento, por eso nos topamos con ustedes al salir del gimnasio.
- Así es piloto. Y la verdad es que la pelea estuvo muy entretenida – le dijo Claudia con un guiño.
Al ver que Rick palideció, George agregó – pero para desgracia del trío no pudieron escuchar nada desde la calle.
Rick respiró aliviado y le dijo a Lisa – no fue una pelea, estábamos entrenando… y no me pateó el trasero.
- El trío los filmó – dijo Mark.
- Que?! – preguntó Rick sorprendido.
Mark asintió – si quieres te presto mi copia… y mi papá sí te pateó el…
- Mark! – lo regañó George.
- Pero es verdad.
Lisa se rió y le preguntó a Mark – me prestas tu copia?.
- Lisa! – se quejó Rick.
- No te enojes, no es para reírme de ti.
Rick la miró sin creerle.
- Bueno, no para reírme mucho. Quiero ver como te pones cuando me extrañas.
- Y tu no andabas de mal humor?.
- Por supuesto, pero recuerda que además tenía que lidiar todos los días con Kovac y Jackson.
- Pero me extrañabas?.
- Claro que te extrañaba… pero no como para andarle aullando a la luna.
- Que yo sepa las comadrejas no aúllan.
- Deja de llamarme comadreja.
- Deja de llamarme ogro.
Se quedaron mirando desafiantemente hasta que la risa los traicionó y se besaron levemente.
- Ahhhhh – suspiraron burlonamente a la vez Claudia y George.
Rick y Lisa los miraron divertidos.
- No creí nunca que llegaría el día en que los vería así – dijo Claudia.
- Es tan hermoso – dijo George mientras fingía que lloraba.
- Ustedes están disfrutando mucho a nuestras expensas – los acusó Rick.
- Oh no. Estamos disfrutando a expensas tuyas – le corrigió George – para Claudia y para mí Lisa es como una hermana menor, así que es nuestro deber torturarte.
Lisa se quedó pensando y le preguntó a George – con que amenazaste al trío?.
- De que estás hablando?.
- El trío no se destaca por su discreción así que… con que las amenazaste para que no nos molestaran?.
- Para tu información enana, no las amenacé.
- No te creo.
- Yo tampoco – dijo Rick.
- Es la verdad.
- Entonces fuiste tu – acusó Lisa a Claudia.
- No tuve nada que ver amiga.
Lisa sin sentirse satisfecha con las respuestas de sus amigos prefirió dejar por el momento de lado el asunto.
George miró su reloj y le dijo a Mark – enano, hora de irse a la cama.
Mark asintió, se levantó de la mesa y le preguntó a Lisa – me cuentas una historia?.
- Encantada – contestó sonriendo y acompañó a Mark a su habitación.
Claudia también se levantó de la mesa y dijo – discúlpenme caballeros, pero quiero escuchar una de las famosas historias de Lisa.
Rick y George también se levantaron y aprovecharon de limpiar la mesa.
Estaban terminando de ordenar la cocina cuando Rick preguntó - confiesa, con que amenazaste al trío?.
- Ya te dije que no las amenacé.
- Y yo sigo sin creerte.
- Por qué tendría que amenazarlas?.
- Porque para ti Lisa es como una hermana menor y no quieres que nadie la moleste.
- No me vas a dejar en paz hasta que te lo diga, verdad?.
- No.
- Está bien… no las amenacé.
Rick lo miró sin creerle.
George continuó – pero hicimos un trato.
- Que clase de trato?.
George se quedó en silencio.
- Que les ofreciste? – insistió Rick.
- Después de una difícil negociación, el trató quedó en que si los dejaban en paz, para navidad ellas iban a tener la exclusividad de besarme bajo el muérdago – confesó derrotado.
Rick lo miró sorprendido y estalló en una carcajada.
- Como están las cosas en casa?.
- Bien – contestó sonriendo.
- Me alegro. Solo tengo una pregunta, tú no te ibas a quedar con Lisa hasta que le quitaran las muletas?.
Rick dejó de sonreír – se me había olvidado.
- Que vas a hacer?.
- Creo que pedirle que me permita quedarme unos días más, hasta que volvamos al trabajo.
- Y por que mejor no le pides más tiempo? – le sugirió.
- No se molestará?.
George lo miró divertido y le dijo – no se te quita lo despistado.
En la habitación de Mark, Lisa había terminado con su historia y se encontraba arropándolo mientras Claudia los observaba apoyada en la puerta.
Salieron de la habitación y volvieron a la sala. Al ver que los hombres estaban ordenando la cocina se sentaron en el sillón.
- Mark te extrañó mucho – le dijo Claudia seriamente.
- Yo también lo extrañé Claudia.
Claudia negó – George me dijo que Mark volvió a ser el niño que era antes gracias a ti.
- Yo no hice nada.
- Amiga, te transformaste en una figura materna para él y cuando supimos lo que ocurrió en el Amazonas no sabíamos si te volveríamos a ver… y él sufrió mucho.
Lisa miró a Claudia tristemente – no quise hacerle daño a nadie, menos a él.
- Lo sé amiga.
- Incluso en un momento tuve miedo de volver porque pensé que me iba a odiar.
- Por qué?. Si él te adora.
- Porque pensé que por mi culpa habían matado a George.
Claudia la miró sorprendida – por eso tiene una herida en el hombro?.
- No, eso fue después. El descubrió que Kovac era el traidor y Marko ordenó que lo mataran… escuchamos un disparo y… y mientras estuvimos en la nave de Khyron con Rick pensamos que estaba muerto – dijo Lisa tratando de no emocionarse.
Claudia después de estar un momento en silencio le dijo – si quieres hablar de lo que ocurrió allá….
- Gracias Claudia, pero no creo poder hacerlo aún.
Claudia asintió compresivamente.
Lisa prefirió cambiar de tema y le preguntó bromeando – así que a esos ojos no les puedes negar nada?.
- No – admitió sonriendo – me tiene en la palma de su mano.
- Y te fijaste que sus ojos son idénticos a los de George?.
- Que estás insinuando Lisa? – le preguntó amenazadoramente.
- Nada – contestó Lisa sonriendo.
Rick y George salieron de la cocina y se les unieron.
- Echaba de menos esto – dijo Lisa.
- Yo también – admitió George – comida de verdad, buena compañía, torturar a Rick… igual que en los viejos tiempos.
Rick ignorándolo le preguntó – mañana a que hora nos quieres en tu cabaña?.
- A la hora que quieran. Con el trío nos vamos a ir temprano porque insistieron en hacerse cargo de la decoración y todo eso. Los Sterling van a llegar durante la tarde y el Almirante no va a poder ir.
- Y tu Claudia? – le preguntó Lisa.
- No voy a poder ir, mi hermano ya me había invitado a pasar las fiestas con su familia.
- Año nuevo también?.
- No porque el Almirante va a dar una fiesta en la base y todos tenemos que asistir.
- Todos? – se quejó Rick.
- Sin excepciones piloto. El Alcalde y el Alto Mando poco menos le exigieron que lo hiciera por ser el primer año que iniciamos en paz.
- Yo también tengo que ir? – preguntó George.
- Aun eres parte de la RDF.
- Rayos.
- Pero no te preocupes, no creo que hayan muérdagos – le dijo Rick bromeando ganándose una mirada asesina de parte de George.
- Que tienen que ver los muérdagos? – preguntó Lisa.
- No te pudiste quedar callado? – lo regañó George.
- No – le contestó riéndose.
- No es nada enana.
- Si a nada le dices tener que ser besado por el trío.
- Que?! – preguntaron Lisa y Claudia.
- Es solo un trato que hice con ellas, nada más.
- Y por qué hiciste un trato con ellas? – le peguntó Claudia.
- Para que no nos molestaran – contestó Rick.
George puso su cara entre sus manos y Claudia y Lisa no pudieron evitar reírse.
- No es chistoso… para que vean lo que soy capaz de hacer por ustedes.
- George no debiste hacerlo, pero gracias – le dijo Lisa sonriendo.
Rick se estiró y le preguntó a Lisa – lista para irte a casa?.
Lisa asintió.
- Lisa, el Almirante me pidió que te dijera que necesita los documentos que te entregó después de Navidad – le informó Claudia.
- Quiere que vaya a la base? – preguntó esperanzada.
- No, solo quiere los documentos. Después de Navidad voy a pasar por tu casa a buscarlos.
- Está bien – dijo desganada.
Con un guiño Claudia le sugirió – y podríamos aprovechar de tomarnos una taza de té, amiga.
- Por supuesto, nos vemos.
…
Después de cargar los paquetes y bolsos en el coche, Rick y Lisa se encaminaron hacia la cabaña de George. Fueron dejando atrás la locura de las calles de Nueva Macross y disfrutaron del paisaje que les brindaba la carretera nevada. Después de casi una hora de viaje llegaron a una casa de dos pisos que antes solía ser una pequeña cabaña.
Iban a llamar a la puerta cuando vieron a George sentado en el porche.
- Que haces aquí afuera con el frío que hace? – le preguntó Lisa.
- Escondiéndome del trío – confesó avergonzado.
- Cobarde – le dijo Rick bromeando.
- Lo admito, soy un gallina. Pero si entras a la casa me encontrarás la razón.
Lisa le preguntó – como transformaste todo esto?.
- La cabaña no estaba en muy buen estado, así que me salía mejor hacer todo de nuevo. Gasté gran parte de mis ahorros y quedé endeudado por un par de años, pero valió la pena.
- Quienes están adentro? – le preguntó Rick.
- El trío y los Sterling.
- Y tus suegros? – le preguntó Lisa.
- En su casa rodante en algún lugar del planeta – contestó divertido.
Rick abrió la puerta dándole la pasada a Lisa – vienes?.
- No, le dije a Mark que iba a estar pendiente por si aparecía Santa.
- Eres patético.
- Hey, si dejo mi puesto puede que Santa no nos vea – se defendió bromeando.
Entraron a la casa y vieron que Max y Miriya estaban sentados junto a la chimenea, que Mark le estaba enseñando algunas palabras a Dana junto al árbol de navidad y que el trío preparaba todo para la cena de noche buena.
- Santo cielo – susurró Rick.
- Que ocurre? – le preguntó Lisa.
Rick le indicó a Lisa que en varios lugares habían colgados muérdagos.
- Con razón no quiere entrar – dijo divertido.
Lisa meneó la cabeza y dijo – chicas, a la cocina.
El trío se miró con curiosidad y obedecieron.
Lisa cerró la puerta y les preguntó – por qué hay tantos muérdagos?
El trío avergonzado guardó silencio.
- Tiene algo que ver con que George esté sentado afuera congelándose?.
Sammie balbuceó – Capitana, con el Mayor…
- Sé del trató que hicieron Sammie, pero no creen que se les pasó la mano?.
- Capitana, oportunidades como está no se presentan todos los días – contestó Kim.
- Fue él el que quería que llegáramos a un acuerdo amistoso – dijo Vanessa.
- Y que más amistoso que besarse bajo un muérdago? – preguntó Sammie con una mirada soñadora.
Lisa respiró hondo y les preguntó – chicas, no creen que ya ha tenido suficiente?.
- Capitana, nos pidió que no dijéramos nada de ustedes, sabe lo difícil que es eso? – le preguntó Kim.
- Ha sido casi imposible mantenerlo en secreto – dijo Vanessa.
- Solo el pensar en nuestra recompensa hizo posible que mantuviéramos nuestra palabra – dijo Sammie.
- Y George cumplió con su parte del trato?.
Las tres asintieron con una gran sonrisa.
- Entonces les pido que lo dejen en paz.
- Pero Capitana… - se quejaron.
- Por el espíritu de navidad – al ver que no las convenció les preguntó - que puedo hacer para que den por finalizado el trato?.
El trío intercambió miradas y con una sonrisa traviesa posaron su vista en algo sobre Lisa.
Lisa miró sobre su cabeza y murmuró – rayos.
- Concédanos eso Capitana y nos olvidaremos del trato y los dejaremos en paz – le dijo Kim.
Lisa suspiró pesadamente – está bien – abrió la puerta y llamó a Rick.
Rick entró a la cocina y le dijo – no lo vas a creer pero Dana puede decir mi nombre.
- En serio?.
- Bueno, no lo dice muy bien… en realidad es algo que suena como “Rick” pero… - se quedó callado al ver que el trío también estaba en la cocina – hola chicas…. que ocurre?.
Sammie se aclaró la garganta y le indicó el muérdago bajo el que estaba parado – tiene que besar a la Capitana.
Kim y Vanessa asintieron.
Rick miró a Lisa y vio que estaba resignada a la demanda del trío – bueno, si el público lo pide.
Se dieron un corto beso para deleite del trío.
- Contentas? – preguntó Lisa.
- Sí Capitana – respondieron a coro sonriendo satisfechas.
- Bien, ahora cumplan con su parte.
Salieron de la cocina y Kim sacó la cabeza por la puerta principal y gritó – Mayor, ya es libre, puede entrar a cenar.
George entró algo desconfiado y miró a Lisa.
- Dimos por terminado el trato – le informó Lisa.
George asintió aliviado – en ese caso me voy a apoderar de la chimenea.
Lisa sintió que Mark le había tomado el brazo – si?.
Mark le gesticuló para que se agachara. Lisa acercó su rostro al de él para que le dijera algo al oído pero se llevó una gran sorpresa cuando Mark depositó un sonoro beso en su mejilla. Lisa lo miró sorprendida y Mark le dijo indicando hacia el techo – muérdago.
Rick bromeando le dijo a Mark – hey, Lisa es mía.
Mark lo miró con el ceño fruncido.
- Ignóralo Mark, fue muy dulce de tu parte – le dijo Lisa.
Mark miró a Rick con una sonrisa triunfal.
- Está bien, podemos compartirla – dijo Rick sonriendo.
Al ver que Max trataba de explicarle algo a Miriya, Lisa preguntó – todo bien?.
- Sí Capitana, solo estoy tratando de explicarle a Miriya las tradiciones navideñas.
- Es que no entiendo como un hombre obeso sobre un trineo tirado por renos puede repartir regalos por todo el mundo. Su trineo debe tener un radar de alta tecnología y dudo que los renos sean de este planeta. Por lo que tengo entendido los renos no vuelan y estos lo hacen a altas velocidades como si fueran impulsados por Protocultura. Pero también puede que el trineo de Santa cuente con un dispositivo de transposición y así logre ser visto en distintos lugares del mundo a la vez – teorizó Miriya.
- Cariño, es mucho más sencillo, es el espíritu de la navidad – le dijo Max mientras Lisa y Rick trataban de no reírse.
- Y donde se encuentra ese espíritu?. Lo podríamos utilizar para la nueva generación de naves de combate.
- También hay otras tradiciones, como cantar villancicos o besarse bajo un muérdago – le dijo Lisa.
- Y ya le advirtió al trío que se mantengan por lo menos a un metro de distancia de mí – dijo Max sonriendo.
- La única que puede besar a Maximillian soy yo. Si alguien quiere besarlo va a tener que pasar sobre mi cadáver – sentenció Miriya.
- La cena está servida – anunció Vanessa.
Pasaron a la mesa y George le preguntó a Max – quieres cortar el pavo?
- Está seguro Mayor?.
- Es todo tuyo.
Mientras Max servía, Rick le preguntó a George – por qué no lo hiciste tu?.
- Porque no puedo, así que Max era la opción obvia.
- Y por qué yo no?.
- Porque el que corta el pavo es el hombre de la familia, esa es la tradición – y en voz baja le dijo – y espero verte a ti cortándolo el próximo año.
Rick se puso pálido haciendo que George se riera.
- Está bien jefe? – le preguntó Max.
Rick asintió y miró a Lisa que estaba ocupada cortándole el pavo en pequeños bocados a Mark. No pudo evitar mirarlos embobado.
Lisa al ver que Rick no le quitaba la vista de encima le preguntó bromeando – quieres que también te lo corte?.
Rick negó sonriendo.
- Le vamos a guardar un trozo a Santa? – preguntó Mark.
- Hay que dejarle comida? – preguntó Miriya.
- No cariño, según la tradición hay que dejarle un vaso de leche y unas galletas – contestó Max.
- Con razón está obeso.
- Que le pediste a Santa? – le preguntó Sammie a Mark.
- Que papá, Lisa y Rick estuvieran conmigo en Navidad… y cumplió – contestó con una sonrisa.
- Y por qué no le pediste aprender a volar? – le preguntó Rick ganándose un codazo de parte de George.
- Eso no se lo tengo que pedir a Santa, eso se lo tengo que pedir a papá.
Lisa al ver que iban a empezar con la misma discusión de siempre prefirió cambiar de tema y le preguntó a Miriya – Dana ya está comenzando a hablar?.
- Sí Capitana. Dice algunas palabras y ya identifica a algunos de ustedes.
Max le preguntó a Dana indicando a Mark – quien es él?
- Mak!.
- Y él? – indicando a Rick.
- Gro!.
Todos en la mesa se rieron menos Rick – Ogro?, tú se lo enseñaste Mark?.
- Dana es muy inteligente – se defendió.
- En serio?, Dana, quien es ella? – le preguntó indicando a Lisa.
- Isa.
- Muy bien Dana – la felicitó Lisa y le preguntó a Rick – que esperabas que dijera?
- Nada – contestó derrotado – pero hace un rato decía Rick.
Mark sonrió traviesamente.
- Ves que fuiste tu? – lo acusó Rick.
- Niños, no peleen. Es víspera de navidad y no creo que sea bueno que a última hora se porten mal y Santa los borre de su lista – les recordó George.
- Y con que autoridad lo haría? – preguntó Miriya.
- Es Santa – contestó Max.
- Yo no confiaría en alguien que no hace nada durante todo el año mientras hace trabajar a cientos de esclavos para que tengan los juguetes a tiempo. Si los niños supieran lo que hace Santa, dudo que le pidan algo.
Max trató de explicarle – no son esclavos son… olvídalo.
- Capitana, usted sabe algunos villancicos en piano? – le preguntó Vanessa.
- Sabía algunos, pero no sé si los recuerde.
- Entonces enana, práctica mientras nosotros limpiamos la mesa.
- Y en donde quieres que practique?.
George se levantó, tomó de una mano a Lisa y la guió hasta algo que estaba cubierto junto a la chimenea. Mientras lo destapaba le dijo – hace unos días tuve el gusto de conocer a un amigo de Rick.
Lisa observó sonriendo el piano y comenzó a jugar con las teclas.
Rick, Mark y los Sterling se le acercaron y comenzaron a tararear algunas de las canciones que Lisa tocaba.
El trío volvió de la cocina con una bandeja con copas de ponche las que repartieron y se unieron al coro.
- Hora de que los niños se vayan a la cama – dijo George saliendo de la cocina.
- Nosotras también nos podemos retirar? – preguntó Kim.
George se compadeció al verlas agotadas – pensándolo mejor, todos a dormir. Así podremos ver temprano lo que nos trajo Santa.
Se estaban retirando a sus habitaciones cuando Lisa le preguntó a George – y tu?.
Con un guiño le contestó – alguien se tiene que quedar vigilando para que Santa no siga de largo.
Lisa asintió sonriendo y entró a la habitación que le había indicado el trío.
Se sentó en la cama y notó que Rick no estaba. Cuando terminó de prepararse para dormir Rick entró a la habitación sonriendo.
- Mark quiere que le ayude para que Claudia y George sean algo más que amigos – dijo mientras se metía a la cama.
- En serio?, por qué?.
- Porque según él se miran con cara de bobos… como nosotros.
Lisa se quedó pensando – harían una bonita pareja.
- Y el trío tendría con que entretenerse.
- No creo que sea una buena idea que nos entrometamos.
- Por qué no?, ellos lo hicieron.
- Es diferente, los dos han sufrido mucho y no sé si estén preparados para una relación. Hay que darles tiempo.
- Pero ya ha pasado bastante tiempo.
Lisa lo miró seriamente – eso no quiere decir que la herida haya sanado. Cuando pierdes a la persona que amas el dolor es indescriptible y cuesta mucho salir adelante. Pueden haber pasado un par de años pero eso no quiere decir que el dolor haya cesado.
Rick asintió – lo siento, se me había olvidado que tu también pasaste por eso.
- Pero eso no quiere decir que no vaya a tratar de sacarles la verdad – dijo Lisa con un guiño.
- Esa es mi chica.
- Tenemos que mantener alejado al trío.
- No creo que se atrevan a hacer algo, estamos hablando de Claudia.
- Tienes razón.
Rick bostezó y se acomodó para dormir mientras que Lisa se quedó sentada al borde de la cama.
- No tienes sueño?.
Lisa se acomodó para dormir y le dijo – está es la primera navidad que celebro en mucho tiempo. De hecho no recuerdo cuando fue la última vez que la celebré.
- Entonces empieza a acostumbrarte porque esta es la primera de muchas.
Lisa con una sonrisa le dijo – con nuestra loca familia.
Rick miró su reloj y vio que era media noche. Besó en la frente a Lisa y le dijo – feliz navidad Lisa.
Lisa lo besó en los labios y le dijo – feliz navidad Rick.
…
A la mañana siguiente fueron despertados cuando la puerta se abrió de golpe y un entusiasmado Mark de un salto se lanzó sobre ellos.
- Santa vino!!!.... vamos!!!… arriba!!! – y tan rápido como entró, salió de la habitación.
Rick perezosamente abrió los ojos y preguntó – que hora es?.
Lisa levantándose le contestó – aun no son las 0800.
Rick se cubrió la cabeza con una almohada – yo voy en un rato.
- No seas holgazán, no sientes curiosidad por ver lo que te trajo Santa?.
- Tengo sueño. Los regalos pueden esperar.
Lisa meneó la cabeza y se metió al baño.
Unos minutos más tarde Mark gritó desde la puerta - vamos Rick, arriba!!!.
- Cinco minutos más.
Mark al rato volvió – Rick, ya pasaron los cinco minutos!!!.
Rick seguía sin levantarse.
Mark se acercó cautelosamente a Rick y por el cuello de la pijama le metió un puñado de nieve haciendo que Rick de un salto se levantara.
- Mark!!!!!... ya vas a ver!!!!.
Mark riéndose salió corriendo de la habitación.
- Que pasó? – preguntó Lisa saliendo del baño.
- Mark – contestó mientras trataba de quitarse la nieve de encima.
Lisa sonriendo le dijo – eso te pasa por no hacerle caso.
Rick murmurando entre dientes se metió al baño.
Lisa salió de la habitación y se le acercó Mark – Rick está enojado conmigo?.
- No, ese es su humor por las mañanas.
- Estás segura?, se veía enojado.
Lisa asintió – no te preocupes.
Mark sonriendo la abrazó – te eché mucho de menos.
Lisa se agachó un poco para quedar a su altura – yo también te extrañé Mark.
- Tenía miedo de que no volvieras y me dejaras igual que mamá – le dijo tristemente.
- Mark… perdóname. No fue mi intención herirte.
Mark asintió – no vuelvas a dejarme.
- No lo haré, lo prometo.
- No quiero volver a ver a Rick como ogro.
Lisa sonriendo le dijo – creo que nadie quiere volver a verlo como ogro… me prestas tu copia del video?
Mark sonriendo asintió.
- Bien… vamos a ver que trajo Santa.
- Papá dice que los regalos se van a abrir cuando estemos todos junto al árbol.
- Quien falta?.
- Rick.
Lisa con una sonrisa maliciosa le preguntó – lo apuramos?.
- Sí!!!.
Volvieron a la habitación y notaron que Rick seguía en el baño. Lisa se acercó a la puerta y escuchó que estaba en la ducha. Suavemente abrió la puerta y metió un brazo hasta alcanzar la descarga del inodoro. Miró a Mark y le preguntó – listo para correr?.
Mark asintió divertido.
- Ahora! – dio la descarga y salieron corriendo de la habitación dejando atrás los gritos de Rick.
Llegaron a la sala con ataque de risa y notaron que todos los miraban con curiosidad.
- Que hicieron? – preguntó George.
- Nada – respondieron a la vez.
- Y por qué tienen cara de culpables? – preguntó Max.
Como respuesta apareció Rick con cara de pocos amigos, con el pelo mojado y la ropa desordenada.
- Quien fue el gracioso?.
- Rick, es navidad, cambia la cara – le dijo George.
Rick paseó la vista por la sala – después no se quejen.
- De que estás hablando? – le preguntó Lisa.
- Ya podemos abrir los regalos? – preguntó Sammie.
George asintió y el trío se encargó de repartir los paquetes.
Todos se entretenían sacudiendo cajas, rasgando papeles o abriendo bolsas. La risa abundaba y los agradecimientos no se dejaban esperar.
- Una cámara fotográfica – dijo Mark al ver uno de sus regalos y de inmediato comenzó a tomar fotos.
Rick abrió el suyo y se sorprendió al encontrar una chaqueta de aviador de mediados del siglo pasado. Sonriendo dijo – no me la voy a sacar nunca – y en voz baja le agradeció a Lisa. Abrió otro y sacó unos guantes de boxeo. Miró a George y le gesticuló – ni en broma.
Lisa abrió el suyo y se encontró con un bonito colgante de esmeraldas. Miró sorprendida a Rick.
- Hace juego con tu ojos – le dijo Rick sonriendo.
Lisa sonrojada le dijo – es hermoso.
- No más que tú.
- Awww – suspiró el trío haciendo que se rieran.
Mark seguía tomando fotos cuando notó que colgando en el árbol había una carta con su nombre. Dejó la cámara en una mesita y procedió a abrir cuidadosamente el sobre. Lentamente leyó el papel y se quedó con la boca abierta.
- Que ocurre Mark? – le preguntó Lisa.
Mark le entregó la carta y de un salto se colgó del cuello de George.
Lisa leyó la carta en voz alta – Querido Mark, como este año has sido un niño muy bueno convencí a tu papá para que te deje aprender a volar. Feliz Navidad, Santa – y le dijo a Rick al oído – Santa escribe igual que el Almirante Gloval.
Rick sonriendo le dijo – y no creo que se haya podido negar a una orden de Santa.
- Aun te queda un regalo Mark – le dijo Max.
Mark rápidamente lo abrió y se encontró con un Varitech radiocontrolado – puedo probarlo afuera?.
George asintió y salieron junto a Lisa, Rick y Max de la casa.
Lisa aprovechó que Rick y Max le estaban enseñando a volar el Varitech a Mark para poder hablar con George. Lo tomó del brazo y caminaron por la nieve hasta el embarcadero.
- Como estás? – le preguntó Lisa.
- Estoy bien.
Lisa lo miró sin creerle.
George se apoyó en la barandilla y con la mirada perdida en el lago admitió – estoy mejor… pero aun duele, especialmente en estas fechas.
Lisa asintió comprensivamente.
- No te puedes imaginar lo agradecido que estoy con ustedes. Especialmente contigo enana. Me sacaste de un pozo oscuro e hiciste que Mark volviera a sonreír. No estaría muy alejado de la realidad decir que te debo la vida.
- George…
- En serio Lisa.
- Entonces es mutuo.
George se giró para mirarla – me alegra que por fin ese cabeza dura se diera cuenta de quien eres. Y sobre todo me alegra verte sonreír, no te pareces en nada a la Lisa que conocí hace casi un año.
- Y te lo debo a ti.
George negó con la cabeza – solo te di un pequeño empujón. El resto lo hiciste tu sola.
Lisa se quedó un momento pensado y le preguntó – que te parece Claudia?.
- Es una excelente persona, y a pesar de dárselas de dura tiene un gran corazón.
- Solo eso?.
- Además es muy bonita – confesó sonrojado.
- George, hay algo que no me estás diciendo? – le preguntó divertida.
- Enana!
Lisa esperó a que contestara.
- Está bien, me gusta… pero es complicado. Se que puede sonar estúpido pero siento que si saliera con Claudia estaría engañado a Susan.
- Necesitas tiempo.
- No es solo eso… tengo miedo.
- Mark la adora.
- Lo sé. Pero no creo ser capaz de soportar que me vuelvan a romper el corazón. No quiero pasar por eso de nuevo.
Lisa pasó un brazo por la espalda de George abrazándolo – todo va a estar bien.
- Tu crees que ella pueda sentir algo por mi?.
- Si no lo hiciera sería una tonta. Eres un hombre maravilloso George.
- Y por qué mis encantos no funcionaron contigo? – le preguntó bromeando.
- Todo es culpa de ese cabeza dura que viene hacia acá – contestó sonriendo indicando a Rick.
- Que hacen aquí?, el desayuno está servido – les dijo Rick.
- Lisa me está diciendo lo maravilloso que soy – contestó George con una sonrisa.
- Más que yo?.
Lisa sonriendo contestó – claro que no.
- Eso dolió enana. Mejor voy a desayunar para que se me pase la pena – dijo bromeando y se encaminó hacia la casa.
- De que hablaban? – le preguntó Rick.
- Quería saber como estaba.
Rick asintió – le preguntaste por Claudia?.
- Sí.
- Y?
- Dale tiempo.
Rick dudando le dijo a Lisa – te puedo hacer una pregunta?.
Lisa asintió.
- Sé que no es el mejor momento para preguntarlo, pero es solo que no me lo he podido sacar de la cabeza.
- Que quieres saber Rick?.
- No te vayas a enojar, está bien?.
- Está bien.
- Cuando volvimos a hablar después del pequeño incidente del ascensor, tú me dijiste que estabas enamorada de un tipo que no te correspondía y bueno… nunca me dijiste quien era.
- Quieres saber quien es?.
- Sí – contestó inseguro.
- Para qué?
- Para enrostrarle lo idiota que es – contestó sonriendo.
Lisa con una sonrisa traviesa le dijo – si quieres te lo puedo señalar.
Rick dejó de sonreír y le preguntó incomodo – está aquí?.
Lisa asintió.
- Es George?.... tiene que ser George.
- No es George.
- Max?!!! – preguntó sorprendido.
- No.
- El Almirante Gloval?.
- Que?, no, el Almirante es como un padre para mí. Además no está aquí.
- Entonces?.
- De él – contestó Lisa indicando el agua.
- Estás bromeando?, ahí no hay nadie.
- Mira bien.
Rick obedeció y se sorprendió al ver su propio reflejo – el idiota era yo?.
- Eras? – preguntó Lisa bromeando.
- Lisa, todo este tiempo has estado enamorada de mi?.
- Así es Rick.
- A pesar de que te trataba como basura y no dejaba de hablar de Minmei?.
- Estaba enamorada.
- Pero…
- Solo quería verte feliz.
- Pero te hice mucho daño – le dijo sintiéndose culpable.
- Eso quedó en el pasado.
- Rayos Lisa, por qué no me dijiste nada?.
- Estabas con Minmei… además yo no era una de tus personas favoritas.
Rick se pasó una mano por el pelo – no entiendo… yo… no sé que decir.
Lisa sonrió comprensivamente.
- Algún día podrás perdonarme?.
- Hace tiempo que te perdoné. Pero si vuelves a tus viejas andanzas recuerda que ahora tengo a un grupo de locos dispuestos a hacer justicia a su manera – terminó bromeando.
- No van a ser necesarios, solo tengo ojos para ti – le dijo con un guiño.
- Más te vale – le dijo amenazándolo con un dedo.
Rick le ofreció un brazo y le dijo – vamos a desayunar, Max se lució y sería de muy mala educación no tocar nada.
Lisa aceptó el brazo y le preguntó – por qué mejor no dices que te estás congelando y que te estás muriendo de hambre?.
Rick se rió de buena gana – vaya, tu sí que me conoces.
Iban caminando hacia la casa cuando Rick se detuvo y se agachó.
- Que pasa? – le preguntó Lisa.
- Nada, creí haber pisado algo.
Continuaron caminando y de pronto Lisa sintió que algo muy helado bajaba por su espalda.
- Rick!!!!!! – gritó mientras trataba de quitarse la nieve.
Rick se alejó corriendo y gritó – venganza!!!!
- Ya vas a ver!!! – lo amenazó Lisa y salió corriendo tras él.
…
Después de disfrutar el día de navidad volvieron a la mañana siguiente a Nueva Macross. La calma había vuelto a las calles y la gente por fin se veía tranquila, no tenían la mirada nerviosa ni el caminar rápido como para salir corriendo a esconderse en el primer refugio que tuvieran cerca.
Apenas entraron a la casa Lisa escuchó el mensaje que le dejó Claudia avisándole que en menos de una hora iba a pasar a buscar los documentos para el Almirante.
- No me vas a decir de que se tratan eso misteriosos documentos? – le preguntó Rick.
- No – contestó mientras ponía a calentar agua.
- No le voy a decir a nadie.
- No.
- Y cuando voy a saber de que se tratan?.
- Pronto.
- Claudia sabe?.
- Sí.
- Entonces le voy a preguntar a ella.
Lisa lo miró con una sonrisa burlesca.
- Y tampoco me va a decir nada – admitió derrotado.
- Exacto.
- Entonces para evitar escuchar algo que no debo saber voy a salir a caminar, quiero ver como están las cosas en la ciudad.
Escucharon que llamaban a la puerta.
- No se iba a demorar una hora?.
- Hace una hora que dejó el mensaje – le dijo Lisa y abrió la puerta.
- Hola Lisa, llegaste hace poco? – la saludó Claudia.
- Hace menos de diez minutos – se giró hacia donde estaba Rick y le ordenó con una sonrisa – fuera.
- Está bien, nos vemos más tarde.
Claudia los miró divertida – por qué te vas piloto?.
- Porque no puedo saber nada de esos documentos.
Claudia espero a que Rick se fuera y le preguntó a Lisa – por qué no se lo has dicho?.
- Quiero que sea una sorpresa.
- Aprobaste todo.
Lisa asintió sonriendo – te apetece una taza de té?.
- Claro amiga.
Se sentaron a la mesa y Lisa procedió a llenar las tazas.
- Como están las cosas con Rick?.
- De maravillas – contestó Lisa sonriendo.
- Ya están viviendo juntos?.
- No… no sé.
Claudia alzó una ceja – como que no sabes?.
- Desde que llegamos del Amazonas que se está quedando conmigo, pero no hemos hablado de eso.
- Quieres que se vaya?.
Lisa suspiró - no.
- Entonces dile que quieres que se mude contigo.
- No será demasiado pronto?.
- Amiga, solo díselo.
- No quiero asustarlo.
- No creo que se asuste.
- Pero yo sí.
- Lisa, basta de excusas. Si no se lo dices tu se lo voy a decir yo.
- Claudia!!!.
- Te voy a dar plazo hasta año nuevo para que se lo digas, si no tía Claudia va a hablar con él.
Lisa se quedó mirándola con la boca abierta.
- Y que fue lo que ocurrió allá como para que se atrevieran a confesarse?.
A Lisa se le oscureció la mirada.
- Tan malo fue? – le preguntó preocupada.
- Ni te imaginas. El saber que iba a morir me dio las fuerzas para decirle que lo amaba.
Claudia no sabía si reírse o ponerse a llorar – con todo respeto amiga, pero eso es muy cobarde de tu parte.
Lisa sonrió compresivamente – Rick me dijo lo mismo.
- En serio?.
- Y después me dijo que estaba enamorado de mí – contó con una gran sonrisa.
- Él también iba a morir?.
Lisa asintió.
- Pero que par.
- Al menos sobrevivimos y estamos juntos.
- Que ocurrió allá amiga?.
Lisa bajó la vista a su taza – el infierno. Si no fuera por Rick estaría muerta. El me ayudó a no perder la cordura.
Claudia dudó un momento antes de decir – las chicas me dijeron que los torturaron.
Lisa no pudo evitar que se le escapara una lágrima – aun no logro comprender el juego de Marko. Entiendo que me interrogara, pero a Rick lo utilizó como saco de boxeo por diversión. Tenía un Malcontento como ayudante, con Rick lo apodamos “el gorila”… y era una bestia. Disfrutaba haciéndote sufrir.
A Claudia prácticamente le salía fuego por los ojos.
- El día que nos rescataron nos iba a interrogar Khyron porque Marko no había obtenido nada de mi. En ese momento supe que iba a morir. Marko trató de convencerme ofreciéndome un trato. Si yo hablaba con Rick quedábamos libres y si no lo hacía… él sacó una pistola y se la puso en la cabeza a Rick – dijo sin ya poder contener las lágrimas – el pobre estaba irreconocible por la golpiza que le había dado el día anterior el gorila y aun así me decía que no dijera nada y cuando Marko le disparó… la bala le rozó la cabeza y por un segundo que me pareció una eternidad pensé que lo habían matado por mi culpa… no recuerdo que le dije a Marko pero me apuntó a la cabeza. Cuando me iba a disparar le avisaron que había llegado Khyron… el desgraciado nos salvó la vida.
Claudia la dejó continuar.
- Nos devolvieron a la celda y Rick estaba furioso conmigo… la verdad es que no recuerdo muy bien lo que pasó, pero lo que si recuerdo es que me dijo que estaba enamorado de mi – dijo con una sonrisa – a los pocos minutos escuchamos que alguien se acercaba y pensamos que nos iban a buscar para llevarnos donde Khyron, pero no te imaginas la sorpresa que nos llevamos al ver que el malcontento era George. Con Miriya nos sacaron de ahí y bueno, casi nos fusilaron, nos dieron caza y por poco no lo logramos, pero un grupo de Zentraedi nos ayudó a salir de ahí.
- Como has estado durmiendo?.
- A veces sueño con lo que pasó, pero me tranquilizó al ver que Rick está conmigo.
- Y Rick como lo ha tomado?.
- También ha tenido algunas pesadillas, pero de a poco estamos saliendo adelante juntos.
Claudia sonrió comprensivamente – si necesitan hablar con alguien cuenten conmigo.
- Lo sé amiga – dijo Lisa sonriendo.
- Ahora quiero que me expliques algunas cosas que me contó el trío. Que tiene que ver un ratón gigante con George?.
- Fue un pequeño presente que le hizo George al General Jackson. Es una lástima que el General no apreciara su regalo debido a su fobia a los ratones – contestó divertida.
- Estás bromeando?.
- Hubieras visto su cara cuando salió corriendo y gritando de las barracas – contó Lisa riéndose.
- Increíble. Y eso de que George demostró por qué le dicen el loco?.
- El muy idiota hizo que el gorila saliera persiguiéndolo para dejarnos el camino libre. Creo que ha sido la única vez en que he querido ahorcarlo. Al menos Rick se dio el gusto de darle un puñetazo en la nariz.
Claudia se rió ante el comentario de Lisa – y eso de las pirañas?.
- Claudia, por qué tanta curiosidad con George? – le preguntó con una sonrisa.
- No le he querido preguntar frente a Mark – se defendió.
- Segura?.
- Sí – contestó sin poder evitar sonrojarse.
- Claudia!.
- No es lo que estás pensando.
- Te gusta George – la acusó.
- No seas infantil.
- Admítelo.
Claudia guardó silencio.
- Tienes cara de tratarme de cobarde y tu no tienes las agallas para admitir que te gusta George?.
Claudia fingiendo enfado le preguntó – me estás tratando de cobarde?.
- Sí, y no creas que me asustas. Me alegra saber que tu corazón tiene dueño.
Claudia avergonzada le preguntó – no te molesta?.
- Claro que no. No imagino a nadie mejor para ti y a nadie mejor para él.
Claudia suspiró aliviada – gracias amiga.
Lisa con una sonrisa traviesa le dijo – te voy a dar plazo hasta año nuevo para que hables con él, si no yo me voy a encargar de decírselo.
- Hey, eso es chantaje.
- Aprendí de la mejor.
Se quedaron mirando y estallaron en una carcajada.
- El trío va a tener mucho con que entretenerse – dijo Lisa.
Claudia se levantó y le dijo – mira la hora que es, el Almirante me está esperando.
Lisa se levantó y se dirigió a buscar los documentos y el abrigo del Almirante. Cuando volvió le preguntó a Claudia – no quieres que te acompañe?
- No. Aprovecha de descansar que después no vas a tener tiempo para nada.
- Está bien.
Claudia le entregó un sobre – aquí están las invitaciones para la fiesta de año nuevo que se va a realizar en la base. Tienen que ir con el uniforme de gala.
- Pero el Almirante no me quiere ver en la base hasta enero.
- Buen intento amiga. La asistencia es obligatoria.
- Rayos.
- Nos vemos amiga.
…
Llegó la víspera de año nuevo y Rick y Lisa se encontraban en la fiesta que se estaba llevando a cabo en la base. Los Sterling estaban entreteniendo a Dana para que no se quedara dormida. El trío se había apoderado de la pista de baile, Mark se paseaba por todos lados tomando fotos con su cámara, Claudia estaba supervisando que todo estuviera en orden y George se encontraba conversando con el Almirante Gloval.
Lisa preocupada al ver a Rick muy nervioso le preguntó – estás bien?.
- Que?, ah… sí.
- Que ocurre Rick?.
- Nada.
- Seguro?.
Rick asintió
Lisa vio que el Almirante le hacía señas para que se le acerca – Rick el Almirante me está llamando... vas a estar bien?.
- Sí, solo necesito un poco de aire.
Lisa no muy convencida se dirigió hasta donde estaba el Almirante.
Rick salió a uno de los miradores de la nave para tratar de relajarse.
A los pocos minutos se le acercó George y le preguntó – estás bien?, Lisa me dijo que no te ves muy bien.
- Estoy bien.
- Rayos Rick estás pálido, que te ocurre? – le preguntó preocupado.
- Nada. Como está el brazo? – le preguntó al ver que ya no llevaba el cabestrillo.
- Con un poco de terapia va a quedar como nuevo y no me cambies el tema. Que te pasa?.
Rick nervioso sacó del bolsillo de su chaqueta una cajita cuadrada.
- Que es eso?.
Rick abrió la cajita y le mostró un hermoso anillo de compromiso.
George bromeando le dijo – es muy lindo pero no puedo aceptarlo. No puedo hacerle eso a Lisa… además no eres mi tipo.
- Idiota.
- Cuando planeas dárselo?.
- No lo sé.
- No lo sabes?.
- Querrá casarse conmigo? – le preguntó nervioso.
- Como puedes dudarlo?.
- Es que…
Dándole una palmada en la cabeza lo regañó - no seas idiota Hunter.
Rick escondió rápidamente el anillo al ver que Lisa se acercaba.
- El Almirante va a hacer unos anuncios dentro de unos minutos y tenemos que estar todos presentes.
- Mientras tanto nos podemos quedar aquí? – preguntó George.
- Rick y yo podemos. Tu vas a entrar y vas a acompañar a mi mejor amiga.
- Enana…
- No debería decirte esto George, pero Claudia se muere por pasar el año contigo, así que vas a ir para allá, vas a bailar con ella y a media noche la vas a besar, está claro?.
George iba a protestar pero Lisa lo interrumpió.
- Es una orden!.
Rick los miraba divertido – ya escuchó a la Capitana, Mayor. Muévase!.
George sonriendo se cuadró y dijo – a la orden! – se dio media vuelta, se miró en el ventanal para arreglar su uniforme y entró a la fiesta.
- Eso fue más fácil de lo que esperaba – confesó Lisa.
- No dijiste que no querías entrometerte?.
Lisa sonrió – a veces hay que darles un pequeño empujón – miró a Rick preocupada y le preguntó – que te ocurre Rick?.
- Nada… solo he estado analizando todo lo que ocurrió este año.
- Fue un año de locos.
Rick asintió – pasaron muchas cosas.
- Que es lo que te preocupa?.
- No quiero cometer los mismos errores. Por primera vez en mi vida siento que estoy haciendo lo correcto.
Lisa se quedó mirando el lago que rodeaba a la SDF-1 y se le vinieron a la mente los eventos de un año atrás – una vez alguien me dijo que en algunas culturas se acostumbran a hacer promesas o resoluciones de año nuevo. Si no quieres caer en los mismos errores te vendría bien hacer una.
- Esa es una buena idea.
Lisa asintió sonriendo – tienes algo en mente?.
Rick apretó la cajita que tenía en su bolsillo y respondió – creo que sí.
- Entremos, el Almirante subió al escenario.
- Tenemos que entrar? – se quejó.
- Te puedes quedar aquí si no quieres saber lo que contenía la carpeta que me entregó el Almirante.
- Va a hablar de eso?
- Sí.
- Entonces no me lo puedo perder.
- Por supuesto que no.
Entraron rápidamente y se sentaron en la mesa en que estaban sus amigos.
El Almirante se acercó al micrófono y esperó a que todos guardaran silencio.
- Como todos ustedes ya deben saber no me gusta dar discursos así que voy a ir directo al grano. Hace menos de un mes se puso fin a un conflicto que tenía al borde de la extinción a la raza humana. Un grupo de valientes soldados arriesgaron sus vidas lejos de aquí, otorgándonos el beneficio de no vivir otra batalla sobre nuestros hogares. Muchos no regresaron porque hicieron el sacrificio más grande para darnos la esperanza de un futuro mejor. A ellos los saludamos – el Almirante se tomo un momento para continuar – Pero hubo un grupo que se sacrificó y tuvo la buena fortuna de poder regresar a casa. La RDF y la ciudadanía quiere expresarles sus agradecimientos y es por eso que quiero pedirles que suban a este escenario – se puso unas gafas para leer y abrió la carpeta que había estado en poder de Lisa – Comandante Rick Hunter, Mayor George Carter, Tenientes Miriya y Max Sterling y Capitana Lisa Hayes.
Lisa le dijo a Claudia – debe ser un error, yo no tengo que subir al escenario.
- No es ningún error amiga – le dijo con un guiño.
Mientras todos se levantaban el Almirante dijo – Comandante Grant, si tiene la amabilidad.
Claudia asintió y subió al escenario donde le entregaron una bandeja cubierta con un paño.
El Almirante los observaba orgulloso mientras subían al escenario y se formaban.
- Les presento a un grupo de oficiales que son un orgullo para la RDF y un ejemplo a seguir para las futuras generaciones. Por el sacrificio que hicieron hoy podemos disfrutar de la paz que por tantos años no fue más que un sueño inalcanzable. No hay palabras suficientes para agradecerles su compromiso y valentía. Es por eso hoy no solo serán condecorados sino que también promovidos.
El Almirante juntó a Claudia se acercó al grupo. Quitó el paño que cubría la bandeja y comenzó a condecorarlos.
Dándole la mano a Miriya le dijo – felicitaciones por su promoción Teniente Comandante Sterling, hizo un excelente trabajo – y en voz baja agregó – especialmente con Jackson.
Miriya sonriendo orgullosa le agradeció al Almirante.
Le dio la mano a Max - felicitaciones por su promoción Teniente Comandante Sterling, hizo un gran trabajo liderando a los escuadrones durante la batalla final – y con un guiño agregó - pero aun le falta un poco de experiencia para comandar una base.
Max sonriendo avergonzado le dio las gracias al Almirante.
Le dio un fuerte apretón de manos a George – felicitaciones por su promoción Teniente Coronel Carter, debo admitir que me impresionó. Espero verlo mañana como el nuevo jefe de inteligencia.
George lo miró sorprendido – será un honor Señor.
Le dio un apretón de manos a Rick – felicitaciones por su promoción Capitán Hunter, me llena de orgullo ver en la clase de oficial que se ha convertido.
- Gracias Señor… y gracias por darme otra oportunidad cuando nadie confiaba en mi.
Le dio un suave apretón de manos a Lisa – felicitaciones por su promoción Contralmirante Hayes, la tiene más que merecida.
- Gracias Almirante… pero yo no hice nada.
- Está segura Lisa?
- Sí Señor.
- Tengo a más de cincuenta soldados y a un grupo de sobrevivientes rescatados del Amazonas que pueden decir todo lo contrario. Y creo que todos los que estamos sobre este escenario y casi todos los que están en la fiesta los apoyaríamos.
Lisa asintió tratando de no emocionarse – gracias Señor.
El Almirante miró el reloj y se acercó al micrófono – quedan menos de 30 minutos para que se acabe el año… que continúe la fiesta.
Todos bajaron del escenario y volvieron a la mesa donde los esperaban el trío, Mark y Dana.
- Enano, tomaste fotos? – le preguntó George a Mark.
Mark asintió.
Mientras se acomodaban en sus asientos el animador de la fiesta anunció – y ahora lo que todos ustedes estaban esperando, reciban con un gran aplauso a Lynn Minmei!!!!!!!.
Se levantó el telón y Minmei dio inicio a su show.
Lisa le preguntó a Claudia – no eras tu la encargada de organizar la fiesta?.
- Amiga, no pude evitar que viniera. Después de todo esta es la fiesta más importante y me fue imposible convencer al Alto Mando y al Alcalde de tener a otro artista. Ellos querían a su preciada estrella.
George se levantó de su asiento y nervioso le ofreció una mano a Claudia – quieres bailar?.
Claudia no pudo evitar sonrojarse y aceptó su invitación.
Rick también se levantó de su asiento y le ofreció una mano a Lisa – quieres salir a tomar un poco de aire?.
- Me encantaría – contestó sonriendo mientras aceptaba su mano.
Rick la guió hasta el mirador en que habían estado antes y le dijo malhumorado – es que no hay más cantantes en el mundo?
- Parece que no. No permitas que te arruine la noche.
- No vale la pena… Así que eso era la famosa carpeta.
- Así es Capitán Hunter.
- Capitán Hunter... me gusta como suena – admitió sonriendo.
Lisa observó la pista de baile y no pudo evitar sonreír – hacía tiempo que no veía a Claudia tan contenta.
- Mark tiene razón, se miran con cara de bobos – dijo Rick riéndose.
- Ya te sientes mejor?.
- Sí, solo necesitaba aclarar unas ideas, nada más.
- Y lo hiciste?.
- Eso creo.
- Entonces ya tienes una resolución de año nuevo.
Rick asintió – tu ya tienes una?.
Lisa sonrió nerviosa – creo que sí.
Rick miró su reloj y vio que quedaban solo cinco minutos para que se acabara el año y los nervios se empezaron a apoderar de él.
- Otra vez estás pálido, seguro que te sientes bien? – le preguntó Lisa preocupada.
- Sí… estoy bien – balbuceó.
- Rick, que ocurre?.
- Nada – contestó mientras metía la mano al bolsillo de su chaqueta.
- Lisa! – gritó Mark desde el ventanal – tía Claudia me pidió que te recordara que te quedan tres minutos, si no ella lo va a hacer.
Lisa palideció – gracias Mark.
Mark asintió y volvió a la fiesta.
- Estás bien Lisa?.
- Sí.
- Segura?.
- Hay algo que quiero preguntarte Rick – le dijo seriamente.
- Yo también te quiero preguntar algo Lisa.
- Tu primero.
- Las damas primero.
Lisa respiró profundamente – Rick yo…yo quería saber si… si te gustaría mudarte conmigo.
Rick la miró sorprendido.
Lisa se puso más nerviosa al no obtener respuesta – lo siento, no quería incomodarte… no sé en que estaba pensando, voy demasiado rápido… entiendo perfectamente que no quieras hacerlo, quieres tu espacio y…
- Cásate conmigo.
- No quiero presionarte, no sé donde tengo la cabeza… qué?.
Rick sonriendo le repitió – cásate conmigo.
Lisa se quedó sin palabras, solo lo miraba totalmente sorprendida.
Ahora fue Rick el que se puso nervioso al no obtener respuesta –di algo, aunque sea un no, pero di algo.
- Rick…
Rick decepcionado bajó la vista – no te preocupes, entiendo que no quieras hacerlo.
Lisa salió de su estupor y le preguntó – y quien dijo que no?.
Rick alzó rápidamente la vista y miró a Lisa a los ojos.
Desde la fiesta podían escuchar la cuenta regresiva.
Rick se apresuró en sacar el anillo de su bolsillo y se arrodilló frente a Lisa – me harías el honor de convertirte en mi esposa?.
Lisa ya no podía contener las lágrimas – claro que quiero ser tu esposa.
Rick le puso el anillo y se levantó para besarla apasionadamente. Detrás de ellos comenzaron a explotar algunos fuegos artificiales y ni se percataron de que Mark los estaba fotografiando.
Se separaron y Rick con su mejor sonrisa le dijo – feliz año nuevo señora Hunter.
Lisa con una enorme sonrisa le dijo – feliz año nuevo señor Hayes.
Rick se quedó pensando un momento, tomó de una mano a Lisa y la guió hacia la fiesta.
- Que haces? – le preguntó Lisa divertida.
- Quiero que todos lo sepan.
- Ya lo saben – le dijo Lisa sonriendo indicándole el ventanal.
A pesar del reflejo de los fuegos artificiales Rick pudo ver al trío llorando, a los Sterling saludándolos, a Mark fotografiando el momento, a Claudia y George abrazados sonriendo y hasta al Almirante sonriendo orgulloso.
Lisa no pudo evitar reírse al ver la cara de Rick – tuvimos que elegir el único lugar desde donde se ven los fuegos artificiales.
Rick sonriendo le preguntó – quieres entrar?.
Lisa negó con la cabeza – que te parece si mejor nos marchamos?.
- No se enojaran?.
- Que se enojen… esta noche es nuestra.
A Rick se le dibujó una enorme sonrisa en la cara – esa es mi chica.
- Entonces… nos vamos?.
- Pero rápido porque ahí vienen.
Rick tomó de una mano a Lisa y cruzaron corriendo el salón. Escuchaban como los llamaban pero prefirieron ignorarlos. Estaban llegando a la salida cuando se toparon de frente con Minmei.
- Hola Rick, cómo estás? – le preguntó la cantante con su mejor mirada de inocente.
- No puedo estar mejor Minmei.
Minmei ignorando completamente a Lisa le dijo a Rick – te he extrañado.
A Lisa le llegó a hervir la sangre de rabia pero prefirió no decir nada.
Rick no supo que decir.
Minmei lo tomó de un brazo y le dijo a Lisa – Capitana..
- Almirante – le corrigió Lisa.
- Lo que sea. Quiero hablar algo privado con Rick, nos puede dejar solos?.
- No.
- Minmei, lo que sea que tengas que decirme me lo puedes decir frente a Lisa. Entre nosotros no tenemos secretos.
Minmei tratando de ocultar su molestia le dijo – sé que el año pasado no me comporte apropiadamente y me gustaría que este año empecemos de cero. Quiero que nos demos otra oportunidad.
A Lisa le estaba costando no lanzarse al cuello de Minmei.
Rick enojado le dijo – estás perdiendo el tiempo Minmei.
Con un puchero le preguntó – no me has extrañado?.
- La verdad es que no te he extrañado para nada.
Minmei al borde de las lágrimas le dijo – no me hagas esto… podemos ser felices Rick.
Lisa no aguantó más y la encaró – Rick ya le dijo que no señorita Minmei, tenga un poco de dignidad y apártese de nuestro camino por favor.
- Y usted quien se cree que es para venir a hablarme así?, no es más que una vieja amargada que no soporta que dos jóvenes enamorados sean felices porque nadie puede amarla.
- Te prohíbo que le hables así a mi futura esposa Minmei – le dijo Rick furioso.
- Que?!, te vas a casar con ella?!, tan desesperado estás?! – le preguntó incrédula – mírala bien Rick, es mayor que tu, es fea y…
Lisa decidió callarla con su mejor gancho de derecha. En el momento en que su puño hizo contacto con el rostro de Minmei, un flash la encandiló. Se dio media vuelta y vio que sus amigos habían presenciado todo.
- Mi cara! – gritó Minmei llorando – esto no va a quedar así Capitana.
- Almirante – le corrigió Rick sonriendo orgulloso.
- No vas a hacer nada? – le peguntó Minmei a Rick.
Rick tomó la mano de Lisa y la examinó – estás bien?.
Lisa asintió.
- Algún problema? – preguntó el Almirante Gloval.
- Almirante, esa mujer me golpeó – acusó furiosa Minmei.
Lisa nerviosa trató de explicase – Almirante…
- Está segura señorita Minmei?, porque como está un poco ebria pudo haber tropezado con las escaleras.
- Todos ellos vieron lo que ocurrió – se quejó indicando al grupo que estaba junto al Almirante.
- Vieron algo?.
- No Señor – respondieron todos a coro.
- Están mintiendo! – gritó furiosa.
- Señorita Minmei, tenga la amabilidad de retirarse.
Minmei indignada se levantó y le envió una mirada asesina a Lisa.
El Almirante continuó – y le recomiendo que se ponga un poco de hielo en la cara si quiere que la marca con forma de anillo de compromiso se borre pronto.
Minmei entre lágrimas se retiró de la fiesta.
- Almirante, Capitán, acepten mis más sinceras felicitaciones.
- Gracias Señor.
El Almirante se retiró y Lisa y Rick quedaron rodeados por sus amigos.
- Se iban a marchar sin decirnos nada? – les preguntó Claudia amenazadoramente.
- Buen gancho Lisa – la felicitó George riéndose.
- Almirante… podemos verlo? - preguntó Sammie.
Lisa sonriendo estiró su mano y el trío con una mirada soñadora observó el anillo.
Max le dio una palmada en la espalda a Rick y le dijo – espero que dentro de un año tengamos a un pequeño Hunter revoloteando por aquí – haciendo que Rick volviera a ponerse pálido.
- Sí, yo quiero un primo – agregó Mark.
Rick prefirió cambiar de tema – fotografiaste a Lisa dándole su merecido a Minmei?.
Mark asintió sonriendo – tía Kim se va ha encargar de repartir las copias.
- Resérvame una.
Lisa de pronto fue bombardeada de preguntas por el trío.
- Tienen fecha?... donde va a comprar el vestido?... quien va a ser su dama de honor?... nos podemos encargar de la despedida de soltera?..
Desesperada le pidió ayuda con la vista a Rick.
George le entregó unas llaves a Rick – está estacionado cerca de la salida.
- Y como hacemos para que el trío deje en paz a Lisa?.
George se quedó pensando – creo que te puedo proporcionar una distracción… y apenas el trío deje de prestarle atención a la enana, te la llevas corriendo de aquí, entendido?.
Rick preocupado le preguntó – vas a hacer algo tan estúpido como lo del gorila?.
- No, no hay necesidad de hacer algo tan drástico. Solo te voy a usar como excusa para hacer algo que desde hace tiempo quiero hacer pero no me he atrevido.
Rick lo miró con curiosidad – te vas a meter en problemas?.
- Espero que no… estás listo?
Rick asintió.
George respiró hondo, se sacó la gorra, se pasó una mano por el pelo y con paso seguro se acercó a Lisa.
- Permiso enana – dijo empujándola suavemente hacia Rick, abriéndose paso hasta donde se encontraba Claudia. Sin pensarlo dos veces la besó frente a todos.
Rick tomó la mano de una sorprendida Lisa y le dijo – vamos, es nuestra oportunidad para escapar.
- Estás viendo lo mismo que yo? – le preguntó sonriendo.
Rick asintió sonriendo – vamos.
Salieron corriendo de la fiesta y rápidamente se subieron al coche de George. Rick aceleró a fondo y en pocos minutos llegaron a casa de Lisa.
Lisa iba a abrir la puerta pero Rick la detuvo.
- Déjame hacer esto bien – le dijo Rick y la alzó en brazos.
Lisa riéndose le dijo – no me tienes que cargar ahora Rick.
- Estoy practicando – le dijo con un guiño.
Entraron a la casa y mientras Rick cerraba la puerta con el pie Lisa le dijo – ya me puedes bajar.
Rick con una sonrisa traviesa dijo – aun no – y comenzó a caminar hacia la habitación de Lisa.
Lisa al darse cuenta de las intenciones de Rick le preguntó – estás seguro?.
Rick asintió – también quiero practicar para la noche de bodas.
Lisa no pudo evitar reírse.
- Tu estás segura?.
Lisa asintió – te amo Rick.
A Rick se le dibujó una enorme sonrisa en el rostro – y yo a ti Lisa.
Y de una patada cerró la puerta de la habitación.
FIN
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