Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Resolución de Año Nuevo

Chapter / Capitulo: 16

Author / Autor: Polaris

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Action / Accion

Angst / Drama

Fanfic: Capítulo 16: Amazonas. 
 
 
A Rick el viaje se le había hecho eterno, no solo porque tomó varias horas, sino que también por el deseo de llegar lo antes posible a buscar a Lisa. Y ese deseo aumentó al divisar las ruinas de la ciudad en donde estaba instalada la base. Antes de aterrizar ordenó sobrevolar la zona para asegurarse de que no habían enemigos a la vista. Su preocupación creció al ver que la base estaba casi totalmente destruida, solo quedaban un par de edificios en pie y en un estado deplorable. 
Después de unos minutos aterrizó juntó a su escuadrón en modo guardián a un costado de lo que quedaba de la pista de aterrizaje. Esperó a que todos los miembros de la misión estuvieran en tierra para ordenar instalar un centro de comunicaciones y una unidad médica. Además formó grupos para explorar lo que quedaba de la base y eligió a los Sterling, a George y al General Jackson como su grupo. Cogieron unas armas y en silencio comenzaron su tarea. 
Mientras caminaba por las calles pudo apreciar la magnitud del ataque. Se podían ver los impactos recibidos en los edificios y notó que en algunos sectores aun salía humo, pero no había rastros del personal. 
- Parece un pueblo fantasma – dijo Max. 
- En donde estaba instalado el centro de mando, General? – preguntó Rick. 
- Ahí Comandante – respondió Jackson indicando el edificio más afectado. 
Rick al verlo se le hizo un nudo en el estómago. 
- En el primer piso estaban las comunicaciones y en el segundo las oficinas de los oficiales a cargo de la misión – continuó Jackson. 
- Tenientes, revisen el primer piso. General, Mayor, nosotros vamos a revisar el segundo. 
- A la orden – respondieron a coro. 
Rick vio que Jackson no entró al edificio. 
- Tiene algún problema Señor?. 
- No voy a entrar a un lugar que en cualquier momento puede venirse abajo Comandante. 
Rick suspiró pesadamente – entonces si no quiere entrar, vuelva a la pista de aterrizaje y únase al grupo que va a explorar las inmediaciones de la base. 
- No me venga a dar órdenes Comandante, que no se le olvide con quien está hablando – le advirtió Jackson. 
- Y a usted que no se le olvide quien está a cargo General – le respondió Rick molesto. 
- No sé hasta cuando Gloval pone a novatos a dar ordenes – dijo enojado. 
- Eso se lo puede preguntar usted cuando volvamos a Nueva Macross después de finalizar nuestra misión, Señor. Pero ahora puede entrar con nosotros al edificio, o puede explorar las zonas aledañas. Usted decide. 
Jackson miró a su alrededor y después de tomar en cuenta el asfixiante calor que hacía, optó por entrar al edificio. 
- Está bien Comandante, pero no pienso subir al segundo piso. 
- En ese caso puede revisar este piso junto a los Tenientes Sterling – dijo Rick tratando de no reírse al ver la expresión incomoda de Max y furiosa de Miriya. 
Junto a George se abrió paso por la escalera que llevaba hasta el segundo piso. 
- Realmente es adorable el General – dijo George con ironía. 
- Y pensar que Lisa lo tuvo que soportar por meses. 
Llegaron al segundo piso y se encontraron con una imagen desoladora. Solo quedaba una parte del techo y faltaba la mitad del piso. Rick observó detenidamente el lugar y notó que quedaba en pie solo un despacho. Caminó hasta la puerta y con su mano limpió la suciedad que cubría una placa. 
- Capitana L. Hayes – leyó en silenció. 
- Es el despacho de Lisa? – preguntó George. 
Rick asintió y entraron. 
Todo estaba en el suelo hecho pedazos. Lo que parecían ser los restos de un escritorio estaban en el medio de la habitación y papeles, trozos de vidrio y otras cosas que Rick no supo distinguir, estaban esparcidos por todos lados. Se acercó hasta el escritorio y un reflejo en el suelo llamó su atención. Se agachó y se encontró con la fotografía que se habían tomado en el lago. 
- La vamos a encontrar Rick – le aseguró George. 
Rick se enderezó y camino hasta la ventana. 
- Si te sirve de algo, no veo rastros de sangre por ninguna parte. 
- Pero eso solo quiere decir que no estaba en “este” lugar durante el ataque. Solo nos queda buscar en el resto de la base, y por supuesto, allá afuera – dijo Rick indicando la selva. 
Bajaron para juntarse con el resto del grupo. 
- Alguna novedad? – le preguntó a Max. 
- No jefe, todo está destruido, no hay manera de saber cuales fueron sus últimas comunicaciones. 
- Quiero que se levante de inmediato un centro de mando – dijo Rick. 
- En donde quiere que se instale Comandante? – preguntó Miriya. 
- Aquí – respondió Rick con toda seguridad. 
- Aquí?, está loco Comandante? – le preguntó Jackson. 
- Voy a hablar con los ingenieros para que vean si podemos utilizar este edificio. 
- Pero como se le ocurre?, el edificio puede derrumbarse – preguntó Jackson hastiado. 
- Para eso voy a hablar con los especialistas, General. 
- Es igual de imprudente que Hayes y Kovac, Comandante – dijo enojado y se marchó. 
- Comandante, solo déme la orden y yo le enseño a ese General como debe comportarse un soldado – dijo Miriya. 
- No creo que sea necesario, pero gracias. Max, mientras esté a cargo de la misión, tú vas a tener que liderar al Skull. 
- Trabajo administrativo, no lo envidio jefe. 
- Bien, pongamos manos a la obra. 
- Que vamos a hacer con Jackson? – preguntó George. 
- Todavía no lo sé, pero si estorba se lo dejamos a Miriya – contestó Rick medio en broma – quiero que nos reunamos aquí a las 2100 para estudiar nuestros progresos. Vuelvan a sus deberes. 
- Sí Señor. 
 
… 
 
Comenzaron a pasar los días y a pesar de los continuos patrullajes no lograban encontrar a nadie. 
Rick instaló su despacho en el reacondicionado despacho de Lisa. Como todas las noches se encontraba reunido con Max, Miriya y George para estudiar los progresos de la misión. 
- Díganme que tienen buenas noticias – dijo Rick agotado. 
- Lo siento jefe. No hay rastros del personal de la base – le informó Max. 
Rick preocupado dijo – llevan casi cinco semanas perdidos en la selva, tenemos que encontrarlos. 
- Eso si no los atrapó Khyron primero - dijo Miriya. 
Rick la miró con cara de pocos amigos. 
- Lo lamento Comandante pero esa es una posibilidad. 
- Lo sé – admitió cabizbajo. 
- Que ganaría Khyron al tomarlos prisioneros? – preguntó George. 
- Aparte de tener en su poder a dos de los mejores oficiales de la RDF? – preguntó Rick con ironía. 
- Pero con que motivo?. No los va a querer solamente por ser buenos oficiales. Algo se nos está escapando. 
- No creo que se hayan dejado atrapar – dijo Max. 
- Por supuesto que no. La Capitana preferiría morir antes de permitir que Khyron la tomara prisionera – les aseguró Miriya. 
- Sí que sabes subir el animo Miriya – pensó Rick con ironía. 
- Si los hubiese tomado prisioneros, no creen que ya tendríamos noticias de ellos? – preguntó George. 
- Buen punto. Pero si todo este tiempo han estado escondidos en la selva, por qué no han regresado? – preguntó Rick. 
- Tal vez piensen que los malcontentos aun están aquí – dijo Max. 
- O quizás están perdidos o heridos y no pueden volver – dijo Miriya. 
- Que haría Lisa? – se preguntó Rick en voz alta. 
- Según el reporte quedaron 27 miembros del personal incluidos la Capitana y el Coronel. Yo creo que están escondidos y esperando refuerzos, jefe – le dijo Max. 
- Pero llevamos tres semanas aquí, ya nos deberían haber visto – dijo Rick. 
- Se debieron haber escondido a un par de kilómetros de aquí Comandante. Lo más probable es que solo vean las luces de la base y no sepan si somos nosotros o los malcontentos. 
- Y además puede que hayan varios heridos o enfermos – concluyó George. 
- No has encontrado rastros de ellos en tus patrullajes? – le preguntó Rick a George. 
- Ninguno, si están allá afuera tienen que estar más lejos de lo que esperábamos o saben esconderse muy bien.  
Rick suspiró cansado - Max, encontré dentro de lo poco que se pudo rescatar del despacho de Lisa, un documento con unas coordenadas hacia el este, en donde aparentemente se estaba llevando a cabo la ultima exploración. Quiero que el Skull escolte al Cat’s Eye a ese lugar. 
- Entendido jefe. 
- Y quiero que tu equipo se concentre aquí George – dijo entregándole un papel con unas coordenadas – estuve estudiando la zona y ese sector cuenta con lo básico para sobrevivir. 
George leyó las coordenadas y luego miró un mapa – eso está a varias horas de camino. 
- Algún problema? 
- No, pero me preocupan mis hombres, están agotados. 
- Y tu no? 
- Un poco, pero no he perdido la costumbre. En cambio es la primera vez que mi equipo tiene que hacer este tipo de trabajo. 
- Puedes sacar al hombre del ejercito, pero no al ejercito del hombre? – preguntó Max sonriendo. 
- Algo así – contesto George con una sonrisa. 
- Si tienes que reemplazar a alguien de tu equipo por mi no hay problema, solo me interesa que mañana a primera hora dejen la base. 
- A la orden Comandante. 
- Creo que eso sería todo por hoy. 
- Rick, por casualidad esta misión tiene nombre? – preguntó George. 
- Misión de búsqueda y rescate de la base Amazonas, por qué? 
- Es solo que cuando antes pertenecía al ejército a todas las misiones las bautizábamos con un nombre que estuviera relacionado con la misión pero que solo los que participábamos en ella supiéramos de que se trataba para engañar al enemigo. Algunos decían que si no les poníamos nombre íbamos a fracasar… no sé, vieja costumbre. 
- Algo como para la suerte? 
- Y la necesitamos – dijo Max. 
Rick se quedó pensando un momento y con una sonrisa les preguntó – que les parece “Operación Comadreja”? 
George riéndose le dijo – cuando Lisa lo sepa te va a matar. 
- Aun así quiero encontrarla – dijo Rick con una sonrisa triste – vayan a descansar, mañana tenemos mucho que hacer. 
Esperó a que todos salieran para caminar hasta la ventana del despacho y observar el paisaje que lo rodeaba iluminado solo por la luz de la luna.  
- Donde estás Lisa? – se preguntó angustiado. 
 
… 
 
 
Estaba oscureciendo y Rick y Max estaban aprovechando de descansar un poco antes de que llegara la unidad comandada por George. 
Max al ver a Rick perdido en sus pensamientos mirando hacia la espesa selva le aseguró – la vamos a encontrar jefe. 
- Con el paso del tiempo las posibilidades cada vez son más remotas, Max – le dijo cabizbajo. 
- Si están allá afuera al menos sabemos que Khyron no les está dando caza. 
- O ya lo hizo y estamos perdiendo el tiempo – le dijo enojado y prefirió cambiar de tema - no tenias que juntarte con Miriya? 
- Sí, nos vamos a juntar en la sala de comunicaciones. La Comandante Grant nos va a informar como le ha ido con Dana – dijo sonriendo. 
- Aun me cuesta creer que Claudia haya aceptado quedarse con Dana y con Mark. 
- Hace meses le pedimos a la Comandante que si nos teníamos que ausentar ella cuidara a Dana. Pero a mi también me tomó por sorpresa que accediera a quedarse con Mark. 
- No accedió, se ofreció – dijo Rick con una sonrisa. 
- En serio? – preguntó Max asombrado. 
- Sí. 
- Pero Mark no tiene abuelos? 
- Pero andaban fuera de la ciudad. 
- Entonces es normal que se haya ofrecido. 
- No sé… a veces he llegado a pensar que Claudia y George podrían llegar a ser algo más que amigos. 
- También lo he pensado jefe. Tienen mucho en común. 
- Cuando volvamos a Nueva Macross vamos a tener que hacer algo con esos dos. 
- Jefe, usted de cupido? – le preguntó Max sonriendo. 
- No tiene nada de malo querer ayudar a dos amigos Max – se defendió Rick. 
- Lo sé jefe, pero usted?. 
- Que quieres decir?. 
- Nada, es solo que no me lo imagino. 
- No es algo que me agrade hacer, pero tómalo como revancha por todo lo que me ha hecho pasar George. 
- Pero le sirvió Comandante. 
- Es verdad, pero igual quiero “ayudarlo” – dijo sonriendo. 
- Lo siento, pero no creo que él requiera de su ayuda. 
- Por qué? 
- Porque el no es tan despistado como usted jefe. 
- Sabes que te puedo castigar por faltarle el respeto a tu oficial superior? – le preguntó bromeando. 
Max miró hacia la entrada de la base y vio que venía entrando George con su equipo. 
- Jefe, llegaron. 
Se acercaron rápidamente al grupo que acababa de llegar y Rick vio que venían agotados 
- Mayor Carter, Teniente Sterling, acompáñenme a mi despacho. El resto se puede retirar a descansar. 
- A la orden Señor 
Entraron al despacho y Rick esperó a que se sentaran para preguntarle a George – y bien?. 
- No tuvimos suerte, pero encontramos en un lugar rastros de que hace poco acampó un grupo pequeño de personas. 
Rick sintió que la esperanza volvía. 
- En donde? 
- A 12 kilómetros al norte, cerca del río – respondió George indicándole en un mapa el lugar – habían restos de una fogata, algo de basura… y dos cruces. 
- Dos cruces?... como… 
- Sepulturas. 
La preocupación se dibujó en el rostro de todos. 
- Rick, quiero volver allá y seguir buscando, pero esta vez quiero llevar el equipo necesario para quedarnos más tiempo. Por las condiciones de las sepulturas, esos cuerpos fueron enterrados hace poco, quizás hace una semana. La selva se está encargando de terminar lo que empezó Khyron – dijo George preocupado. 
- Jefe, pido permiso para que Miriya y yo nos unamos al equipo de George – le dijo Max seriamente. 
- Lo siento Max, pero me veo en la obligación de negar tu petición – le respondió tajantemente. 
- Pero jefe – protestó Max. 
- No puedes ir porque necesito que te quedes a cargo de la base. 
Max lo miró sorprendido. 
- George, espero que no te moleste, pero me voy a unir a tu equipo. 
- Para nada, lo quieres comandar? 
- No, tú eres el experto en tierra. 
- No es que me oponga jefe, pero se le está olvidando un pequeño detalle. 
- Cual Max? 
- El General Jackson. 
- Tienes razón – admitió Rick molesto y se quedó pensando. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro y mandó llamar a Miriya. Max y George se miraban sin entender nada. 
Miriya entró al despacho y se sentó juntó a Max. 
- Miriya, te voy a encomendar una misión muy delicada y muy desagradable. 
- Lo que usted ordene Comandante – le respondió Miriya. 
- Mañana saldré de la base a primera hora junto al equipo de George y es muy probable que me ausente por un par de días. 
- Se va a ir con el Mayor?. 
- Sí. Después de su reporte no me puedo quedar aquí sentado dando órdenes. Necesito estar allá afuera buscando a Lisa… y al resto de los que quedaron atrás. 
- Si quiere que lo acompañe Comandante, no necesita ordenármelo. 
- No es eso lo que te voy a pedir, Miriya. 
Miriya lo miró con curiosidad. 
- Necesito que te quedes en la base. Te voy a asignar como asistente del General Jackson. 
Max, Miriya y George lo quedaron mirando como si se hubiera vuelto loco. 
- Piénsenlo un momento. Jackson llegó hasta donde está por sus influencias. No ha estado nunca en el campo de batalla… rayos, si no creo que sepa disparar un arma. 
- Pero jefe, al General no le va a gustar que un Teniente quede a cargo – dijo Max preocupado. 
- Lo sé, ahí es donde entra Miriya. Jackson tiene fama de cobarde, solo ataca cuando alguien lo respalda. Y además es conocido de que no le agradan muchos los Zentraedi. 
George empezó a reírse – no creo que Jackson vaya a hacer algo estúpido mientras tenga a una Quadrono como su sombra. 
- Exacto – dijo Rick sonriendo. 
- Comandante, quiere que ande para todos lados con él?. Entiendo su punto, pero no sé si pueda asegurarle de que el General vaya a estar intacto para cuando usted regrese. 
- Vas a tener que hacer un gran esfuerzo, pero confío en ti cariño – le dijo Max. 
- Cree que funcione Comandante? – le preguntó insegura Miriya. 
- Claro, y quiero que pongas atención en todo lo que hace. Quiero saber si él es el soplón. 
- Y si descubro que es él? 
- En ese caso quiero que lo hagas hablar, no me interesa como lo hagas, quiero saber lo que le ha informado a Khyron. Y después puedes hacer lo que quieras con él – contestó seriamente. 
Miriya solo sonrió maliciosamente. 
- Y no creo que se anime a molestar a Max si tú estás a su lado – dijo con una media sonrisa. 
- Rick, y que se le va a decir al Almirante y al Alto Mando? – le preguntó George. 
- Que estoy ocupado. 
- Pero Jackson te puede delatar. 
- Con Miriya al lado? 
- Tienes razón, pero no crees que va a ser sospechoso que cada vez que se quieran comunicar contigo estés ocupado?. 
- Es una base grande… hay mucho que hacer. 
- Después vas a tener problemas. 
- No me interesa!, tengo que hacerlo George – le dijo enojado. 
- Genial. Cuales son tus ordenes – le dijo George sonriendo. 
- Quiero a los hombres listos para partir a las 0600 y equipados para pasar un par de días afuera. 
- Entendido. 
 
… 
 
Hacía más de seis horas que habían dejado la base y Rick trataba de no demostrar su cansancio. Se habían internado en la selva y el calor era casi insoportable. 
El equipo estaba compuesto por él, George, el Teniente Ikeda a cargo de la radio y los soldados Jones y Evans. 
- Carter, cuanto falta? 
- Aun nos queda camino por delante Señor – le respondió George divertido al ver como Rick trataba de disimular su cansancio. 
- Odio este lugar – murmuró Rick mientras trataba de espantar a unos insectos de su rostro. 
- Y eso que todavía que no has visto lo peor. Sabes?, este lugar me recuerda una película que vi hace muchos años. Un grupo de soldados estaba en una selva como esta cuando aparece un extraterrestre y los comienza a matar uno a uno – dijo George sonriendo. 
- Al menos Khyron no es invisible – y riéndose le preguntó – viste la cara que puso Jackson cuando le informé que le asignaba a Miriya como su asistente?. 
- Cuando se puso rojo y tartamudo?, sí. Pensé que la cabeza le iba a estallar. 
- Pero no viste cuando Jackson fue al baño y Miriya no se despegó de su lado. Trató de regañarla pero bastó una sola mirada de Miriya para que cerrara la boca. 
- Al menos Jackson no va a necesitar un periódico cuando vaya al baño, podrá conversar con su asistente – dijo George sonriendo. 
Siguieron caminando y George preocupado dijo – esto no me gusta – y ordenó que se detuvieran. 
- Está todo muy tranquilo – dijo Rick 
- Demasiado tranquilo. 
- Cuanto falta para que lleguemos a nuestro objetivo? 
- Ya estamos por llegar, Comandante. 
- No sé usted Comandante, pero me siento observado – dijo el soldado Jones. 
- Abran bien los ojos – dijo Rick, mientras todos apuntaban con sus armas en distintas direcciones. 
- Ahí – susurró Ikeda. 
Todos se giraron hacía donde estaba apuntando el Teniente y al ver que unas ramas se estaban moviendo todos apuntaron. 
- Sal de ahí, te tenemos rodeado – dijo George alzando la voz. Al no obtener respuesta gritó – ahora!!!. 
Las ramas se movieron con más fuerza y algo como del tamaño de un perro empezó a asomarse. 
- Que rayos es eso? – preguntó Evans. 
- Parece un ratón gigante – dijo Jones. 
El roedor pasó corriendo asustado delante de ellos y desapareció. 
- Ya dije que odiaba este lugar? – le preguntó Rick en voz baja a George. 
- Y espera a ver las serpientes. 
- En una cosa tiene razón Jackson, este lugar es como estar en el infierno. 
- Continuemos – le ordenó George a su equipo. 
Después de unos pocos minutos llegaron al lugar que le había dicho George. Rick observó detenidamente el lugar y vio que a los pies de un enorme árbol habían clavadas dos cruces, cerca de un tronco quedaban los restos de una pequeña fogata y junto a esta una especie de mochila con algunas frutas. 
Rick recogió la mochila y vio que la fruta estaba en buenas condiciones. 
- Tenía razón Mayor, hace poco que alguien anduvo por aquí. 
George lo miró sorprendido y le preguntó – de donde sacó eso Comandante? 
- Estaba junto a la fogata. 
- Eso no estaba ayer. 
- Seguro? 
- Sí Señor – respondió George y se acercó al lugar en donde Rick la había encontrado – hay pisadas recientes.  
- Quizás todavía anden por aquí – dijo Rick sin ocultar su preocupación. 
Escucharon como unas ramas detrás de ellos se movían. 
- Será otro ratón? – preguntó nervioso el Teniente Ikeda. 
Se escucharon unos disparos y el cuerpo inerte del Teniente cayó al suelo. Rápidamente se pusieron a cubierto y apuntaron sus armas hacia donde habían provenido los disparos. 
– Demonios, abran fuego!!! – gritó George. 
Mientras disparaban Rick ordenó – pidan refuerzos. 
- Ikeda tiene la radio, Comandante – le dijo George mientras seguía disparando. 
Rick maldijo en voz baja y George al ver que ya no les disparaban ordenó el alto al fuego. 
- Evans, vaya a verificar que esté despejado – ordenó George 
- Sí Señor – el soldado fue hasta el lugar de donde les dispararon y dijo – hay un malcontento muerto, Mayor. 
George se acercó a Ikeda para examinarlo – está muerto. 
- Demonios! – dijo Rick enojado. 
George miró el cuerpo del malcontento y dijo – Khyron hasta se ha dado el trabajo de hacerles uniformes a los que están micronizados. Vamos a necesitar de esos uniformes Comandante. 
- Primero necesitamos comunicarnos con la base. 
- Comandante, la radio está destruida – le informó Jones. 
- Continuamos o volvemos a la base?, usted decide Comandante – le dijo George. 
Rick después de pensarlo un momento dijo – Evans, Jones, vuelvan a la base y pidan refuerzos. En veinticuatro horas nos reuniremos en este lugar. 
- A la orden Señor. 
George esperó a que se fueran los soldados para preguntarle a Rick – estás seguro de lo que estás haciendo? 
Rick se sentó en el suelo y se puso a reparar la radio – seguro. 
- Por casualidad no has escuchado el dicho divide y conquistaras? 
- George, no podemos perder más tiempo, ahora sabemos que Lisa está cerca de aquí y que esta siendo perseguida por los malcontentos. Tenemos que actuar ahora. 
- Está bien, pero tenemos que salir pronto de aquí porque si hay más malcontentos en el área nos deben haber escuchado. 
- No podemos irnos sin arreglar la radio. 
- Deja ese trasto ahí. Si hay algo que aprendí con los patrullajes es que al que matan siempre primero es al que lleva la radio, por eso me acostumbré a llevar una radio pequeña en mi mochila, no tiene un gran alcance pero saca de apuros. 
- Te puedes comunicar con la base?. 
George sacó la radio de su mochila y trató de comunicarse sin resultados – estamos muy lejos. 
- Entonces salgamos de aquí. 
Rick antes de marcharse le dio una ultima mirada a la cruces. 
- No está ahí – le aseguró George. 
- Lo sé. 
Llevaban un buen rato caminando cuando escucharon que alguien se acercaba y rápidamente se escondieron detrás de unos árboles. 
En silencio esperaron hasta que vieron aparecer a dos malcontentos micronizados. 
- Lord Khyron se va a enfurecer si no los encontramos luego – dijo uno de ellos. 
- Esos micronianos son muy escurridizos, pero los vamos a atrapar y se los llevaremos a Lord Khyron quien nos recompensará por eso. 
- Pero son unos tontos, creen que están alejándose de nosotros y van directo a nuestra nave – dijo el Zentraedi riéndose. 
- Vamos, si no los van a atrapar otros. Donde dijiste que los viste? 
- Río abajo. Adelántate, deja fumarme un cigarrillo y te alcanzo. 
- Maldita costumbre microniana que adquiriste – lo regañó – no te demores. 
El Malcontento que quedó estaba mirando hacia otro lado sin reparar en la presencia de Rick y George. 
- Tenemos que deshacernos de ese tipo – le dijo George en voz baja. 
- Pero como?, no podemos dispararle, eso alertaría al resto. 
- Déjamelo a mí – dijo George y salió cuidadosamente de su escondite. 
- Que estás haciendo? – le preguntó Rick sorprendido. 
- Confía en mí. 
George se acercó sigilosamente por detrás del malcontento y en un rápido movimiento le cubrió la boca y le quebró el cuello. Rápidamente lo cargó sobre su hombro y volvió donde Rick, quien lo miraba atónito. 
- Créeme que no has visto nada de lo que soy capaz de hacer – le dijo avergonzado mientras le quitaba el uniforme al malcontento. 
- Que haces?. 
- Podemos necesitarlo, nunca se sabe. 
Terminó de quitarle el uniforme, lo puso dentro de su mochila y le dijo a Rick – tenemos que apurarnos. 
Rick sacó un mapa de su bolsillo y después de estudiarlo dijo – desde donde estamos hasta donde termina el río no son mas de cinco kilómetros. Vamos!. 
Caminaban tan rápido como podían a través de los árboles que estaban cercanos al río, esquivando a las continuas patrullas de malcontentos. Después de un par de horas vieron a una persona esconderse detrás de un tronco. Rick y George apenas lo vieron también se escondieron. 
- Nos vio – dijo Rick. 
- Es de los nuestros? 
- No lo sé, no lo pude ver bien. 
George dudó un momento y dio un particular silbido el que fue respondido de inmediato – es de los nuestros. 
- Seguro?. 
- No creo que los malcontentos sepan el himno de la infantería – contestó sonriendo y gritó – identifíquese!. 
- Sargento Santos de la infantería de marina. 
- Mayor Carter de la infantería de marina – dijo George mientras salía de su escondite. 
- Gracias al cielo, por qué tardaron tanto? - les preguntó el Sargento emocionado. 
- Hay alguien más con usted? – le preguntó Rick ansioso. 
- Sí Señor, pero solo quedamos cinco. 
- Cinco?! – preguntaron Rick y George. 
- La mayoría murió durante el ataque y el resto no soportó mucho tiempo en la selva – les dijo cabizbajo. 
- En donde están escondidos? – preguntó George. 
- En unas cuevas como a diez minutos de aquí. 
- Tenemos que sacarlos de aquí Sargento, los malcontentos vienen en camino – le dijo Rick. 
- Sí Señor, por favor síganme. 
- En que condiciones están – preguntó George. 
- Heridos, hambrientos y agotados, Señor. 
Rick tuvo que armarse de valor para preguntarle al Sargento – quienes son los otros sobrevivientes?. 
- Sargentos Lewis y Parker, y el Coronel Kovac. 
Rick y George se miraron preocupados. 
- Ah, y la Capitana Hayes. 
Rick sintió como las energías le volvían. 
- La Capitana está descansando y el Coronel y los Sargentos salieron a buscar una ruta segura para volver a la base. 
- Dejaron a la Capitana sola? – preguntó Rick enojado. 
- Comandante, quise quedarme acompañándola, pero ella me ordenó que cumpliera con mis tareas. 
- Y usted que andaba haciendo Santos?. 
- Yo soy el encargado de recolectar alimentos. 
- Usted dejó tirada una mochila con frutas? – le preguntó George. 
- Sí Señor, esta mañana andaba recolectando frutas por donde nos quedamos hace unas noches cuando aparecieron unos malcontentos. Solo atiné a correr – admitió avergonzado y se detuvo – llegamos. 
Rick miró alrededor y vio que el terreno se elevaba junto al río, pero no vio ninguna cueva – llegamos a donde Sargento?. 
- Solo continúen por la orilla, donde el río dobla está la entrada a la cueva donde está la Capitana, es la más pequeña. Con el Coronel y los Sargentos nos estamos quedando en la más grande. 
- Usted no viene? – le preguntó George. 
- No Señor, tengo que encontrar algo que podamos comer antes de que oscurezca y como puede ver, no me queda mucho tiempo. 
Mientras Rick caminaba hacia la cueva seguido por George, tenía que reprimir las ganas de echarse a correr hasta donde estaba Lisa. Después de caminar cuidadosamente por la orilla del río para no caer en este, llegaron hasta la entrada de una pequeña cueva. Entraron y vieron que estaba iluminada por una fogata y sentada junto a ella estaba Lisa dándoles la espalda. 
Lisa al escuchar a alguien detrás de ella dijo molesta – Santos, le ordené que no dejara sus labores de lado para acompañarme. 
Rick y George no pudieron reprimir una sonrisa. 
Lisa al no obtener respuesta, girándose hacia la entrada preguntó – es que acaso no me escuchó Sargento?. 
Lisa vio que detrás de ella habían dos siluetas y sin querer demostrar miedo y tratando de ponerse de pie preguntó – quien está ahí? 
Rick se acercó para que la luz de la fogata lo alumbrara. 
Lisa al verlo como pudo se puso de pie y se abalanzó sobre él para abrazarlo. 
- Por qué tardaste tanto? – le preguntó tratando de contener las lágrimas. 
- Vine apenas supe – le contestó Rick sonriendo mientras la abrazaba con fuerza. Se separó un poco para mirarla a la cara y se preocupó al ver una mueca de dolor en el rostro de Lisa – estás bien? 
- Sí, solo es mi pierna. 
Rick la ayudó a sentarse en el suelo donde pudo observarla bien. Tenía algunos rasguños, estaba más delgada y se le notaba muy cansada. 
Rick miró hacia la entrada de la cueva y dijo – Mayor, necesitamos un doctor. 
- A la orden Comandante. 
- Rick, no es necesario, estoy bien. 
- Eso lo decidiré yo, Capitana – dijo George. 
- Solo es un golpe Mayor, no creo que… - Lisa se quedó callada al ver quien era el Mayor. 
- Hola enana – le dijo George sonriendo. 
Lisa sorprendida preguntó – George?... que haces aquí? 
- Yo también me alegro de verte – le contestó bromeando – te puedo abrazar o ese es solo un privilegio del Comandante? 
- George!!! – se quejaron Lisa y Rick. 
George se sacó la mochila, se agachó junto a Lisa y le dio un fuerte abrazo. 
Rick no pudo evitar sentir una punzada de celos al verlos abrazados. 
George iba a empezar a examinarla cuando le preguntó a Rick – Comandante, podría retirarse?. 
- Estás loco, quiero ver como está – le contestó enojado. 
George se acercó a Rick y le dijo en voz baja – se que no quieres apartarte de ella, pero para poder examinarla bien, necesito que salgas para no incomodarla. 
- Por qué habría de incomodarse?. 
- Rick, cuando a ti te hacen un examen completo, que es lo primero que te pide el doctor? 
- Que me quite la ropa… oh… voy a estar junto a la entrada – dijo avergonzado. 
George volvió al lado de Lisa y le dijo en voz baja – ese Hunter si que te quiere. 
Lisa sonrojada le preguntó – por qué estás tan seguro? 
- Porque vino al infierno solo para buscarte – le contestó sonriendo. 
Después de varios minutos Rick no aguantó más y preguntó – como está Lisa? 
- Tiene un par de contusiones, esta desnutrida y deshidratada, y su tobillo esta muy inflamado por lo que lo inmovilicé. Y para serles honesto, no me gusta como está, desgraciadamente no cuento con los medios para dar un mejor diagnostico – respondió George. 
Rick se sentó juntó a Lisa y le entregó su cantimplora y unas barras energéticas. 
Lisa sonriendo le dijo – no creí nunca que me iba a alegrar de ver estas barras. 
- Voy a ver si viene Kovac – dijo George y salió de la cueva. 
- Me tenías muy asustado – admitió Rick mirándola a los ojos. 
- Casi no lo logramos – confesó Lisa bajando la mirada. 
- Que fue lo que ocurrió Lisa?. 
- Dejémoslo para después – contestó cansinamente y le dio un mordisco a una barra. 
Rick se acercó más a Lisa y la rodeó con sus brazos para que se apoyara en él – mejor?. 
Lisa asintió sonriendo. 
- Por qué te tienen sola en esta cueva?. 
- No puedo hacer mucho con la pierna así. 
- Y el resto?. 
- También están heridos, pero al menos pueden caminar. 
Rick se puso serio y le dijo – tenemos que sacarte de aquí, los malcontentos vienen en camino. 
Lisa preocupada le preguntó – otra vez nos encontraron?. 
- Otra vez? 
- Sí, casi no nos han dado descanso. Pero no sacamos nada en este momento, está oscureciendo. 
- Nos vamos a tener que preparar para partir mañana a primera hora. 
- No hallo la hora de volver a casa para darme un buen baño caliente y comer algo decente. 
- En eso te puedo ayudar. 
Lisa lo miró con curiosidad. 
- Digo… en lo de la comida. Te debo una cita – dijo sonriendo. 
- No se me ha olvidado – dijo Lisa devolviéndole la sonrisa. 
Rick no aguantó más y depositó un suave beso en los labios de Lisa. 
George entró, se aclaró la garganta y dijo – lamento interrumpirlos pero vienen llegando Kovac y los Sargentos.  
Sonrojados se separaron y pusieron un poco de distancia entre ellos. 
George los miró divertido y les dijo – Capitana, Comandante… ya era hora!!!. 
Rick y Lisa no pudieron evitar reírse.  
Marko entró seguido de los Sargentos y se sorprendió al ver a Rick. 
- Cuando llegó Hunter? 
- Hace una media hora Señor – respondió Rick. 
- Y la caballería?. 
- Viene en camino. 
- Hace cuanto que llegaron a la base?. 
- Hace tres semanas Señor. 
Marko se sentó junto a la fogata y depositó en el suelo una mochila con frutas. 
- Coronel, tenemos que salir lo antes posible de este lugar, los malcontentos saben en donde encontrarnos – le informó Rick. 
- No me van a decir que lo siguieron? – preguntó Marko enojado. 
- No Señor, escuchamos a unos malcontentos decir que los habían visto en esta zona. 
- Escuchamos?. 
- Sí Señor, el Mayor Carter y yo. 
Sorprendido, Marko se giró hacia George y dijo con despreció – vaya, vaya, vaya… pero si es el loco Carter. No esperaba volver a verlo en el ejército, lo aburrió la vida de civil?. 
George se mantuvo en silencio. 
- Parece que se le han olvidado las reglas Mayor. Si un oficial le hace una pregunta a un subalterno, este tiene el deber de responder. Pero no esperaba menos de usted – y mirando a Rick le preguntó – como se enteraron de lo que ocurrió en la base?. 
Rick tratando de ocultar su molestia le contestó – hace tres semanas recibimos una comunicación desde el puesto de Centro América informándonos que estaban recibiendo a los sobrevivientes de la base del Amazonas, entre ellos el General Jackson. 
- Que les dijo Jackson? – preguntó Lisa. 
- Que no vio a nadie durante el ataque y que pudo escapar en un jeep. 
- Maldito mentiroso, nos dejó abandonados – dijo enojado uno de los Sargentos. 
- El muy cobarde escuchó como le gritábamos, nos vio corriendo hacía el jeep y él aceleró a fondo. Se suponía que ese jeep era para la Capitana, pero a ese idiota no le importó – dijo el otro Sargento. 
Rick sintió que la sangre le hervía y preguntó – que fue lo que realmente ocurrió?. 
Lisa tomó la palabra – después que despaché al último camión nos refugiamos en uno de los edificios. En ese momento nos dimos cuenta de que no contábamos con ningún medio de comunicación ni con ningún medio de defensa, la única opción que nos quedó fue la de escapar. Marko me informó que había un jeep junto al centro de mando en el cual podía huir y pedir refuerzos. Salimos de nuestro escondite y corrimos a través del fuego enemigo hacía el jeep… pero Jackson se nos adelantó. Y pese a que le pedimos que se detuviera nos dejó atrás.  
Rick y George no podían ocultar su molestia por lo que estaban escuchando. 
Lisa continuó - lo único que podíamos hacer en ese momento era correr hacía la selva en busca de refugio… estábamos llegando cuando una explosión nos envió al suelo… eso es todo lo que recuerdo de ese día… y solo sé que les puedo contar esto porque Marko me salvó la vida. 
- No hice nada que tu no hubieras hecho por mí – dijo Marko restándole importancia. 
- Lo que me recuerda… George, puedes examinar a Marko y a los Sargentos?. 
- Por supuesto Capitana. 
- Yo estoy bien – dijo Marko. 
- No lo estás. Recibiste un fuerte golpe en la espalda y se que te está molestando – dijo Lisa. 
- Está bien, pero con cuidado Carter – le advirtió Marko. 
- Entendido, Señor. 
- Por qué no volvieron a la base? – preguntó Rick. 
- Porque cada vez que nos acercamos a la base aparecen los malcontentos y nos dan caza – contestó Marko. 
- Como lo han hecho para sobrevivir todo este tiempo?. 
- La misma densidad de la selva nos ha proporcionado un buen refugio. Pero a la vez se transformó en nuestra enemiga. Nos ha protegido de Khyron pero la falta de alimento, el calor y las enfermedades han sido las responsables de que hayamos perdido a parte de nuestro equipo. De los que nos quedamos, la mitad murió durante el ataque, el resto durante la huída – dijo Lisa. 
- Tienen alguna idea del por qué los quiere Khyron con vida? – preguntó George. 
- De donde sacó esa idea Mayor? – preguntó Marko. 
- Eso fue lo que escuchamos decir a unos malcontentos con el Comandante Hunter, Señor. 
- Quizás nos quiera cambiar por algo – respondió Marko sin convencer a George. 
- No me interesa que es lo que quiere Khyron, hay que salir de aquí – dijo Rick. 
- Tienes algún plan? – preguntó Lisa. 
- Tenemos que estar al mediodía en el sector donde ustedes se quedaron hace unos días para juntarnos con los refuerzos – contestó Rick. 
- Y después qué? – preguntó Marko. 
- Ellos nos van a escoltar de vuelta a la base. 
- Y por qué mejor no les avisa por radio que nos encontraron y les da las coordenadas? 
- No tenemos como comunicarnos, Señor. 
Marko se quedó pensando un momento y preguntó incrédulo – me están diciendo que vinieron hasta acá ustedes dos solos, sin ningún tipo de apoyo y sin ninguna forma de comunicarse con la base?. 
Ante el silencio de Rick continuó – usted dijo que los malcontentos saben donde estamos y vienen en camino. Como se supone que vamos a salir de aquí sin que nos vean?. 
- En el camino se me ocurrirá algo – respondió Rick a la defensiva. 
- En el camino!!!... que buen plan Comandante – dijo Marko alzando la voz. 
- Con todo respeto Coronel, pero si no es por nosotros ustedes no sabrían que ellos los andan buscando y que en vez de estar más cerca de la base, están yendo directamente a la guarida de Khyron – dijo Rick molesto. 
- Estamos cerca de Khyron? – preguntó Lisa sorprendida. 
- Sí… al menos eso fue lo que escuchamos. 
- Que más escucharon? – preguntó Marko. 
- Solo eso Señor. 
Marko se puso de pie y dijo – Mayor, examine a los Sargentos en la otra cueva, yo iré enseguida. 
- Sí Señor. 
Marko estudió el mapa de Rick y dijo – nos va a tomar una horas llegar hasta el punto de reunión. Crees que puedas caminar Lisa? 
- Sí, el Mayor Carter hizo un estupendo trabajo con mi pierna. Y si me da problemas no creo que el Comandante Hunter tenga algún inconveniente en cargarme. 
- Ninguno Capitana – dijo Rick tratando de no sonreír. 
- Para algo que sirva – dijo Marko molesto – voy a ver que Carter no haya matado a ninguno de mis hombres. Trata de descansar, mañana partiremos antes del amanecer – y mirando a Rick le preguntó – viene Comandante?. 
- No Señor, voy a quedarme para ver si le sirvo de algo a la Capitana. 
Marko lo miró con una mueca de disgusto y salió de la cueva. 
- Y si nos vamos sin él? – preguntó Rick bromeando. 
- Aunque no lo creas es una persona agradable, no sé que le ocurrió. 
Rick incomodo le preguntó – en serio te salvó la vida?. 
- Sí, una rama me pudo haber aplastado si no es por él. Y es él quien ha cargado conmigo desde que en una de nuestras huidas tropecé y me torcí el tobillo. 
- Al menos contigo ha sido agradable. 
- Es agradable con todo el mundo, menos con ustedes dos – dijo sonriendo. 
Rick la miró preocupado – cómo estás?. 
- Ahora estoy mucho mejor – contestó sonriendo – solo estoy agotada. 
- Te quieres recostar? 
Lisa asintió y se recostó junto a la fogata. 
Rick puso su mochila bajo la cabeza de Lisa y la abrigó con su chaqueta. 
- Quien está a cargo de la base?. 
- Max. 
- Max? – Lisa se enderezó para mirarlo y le preguntó – estás tu a cargo, verdad?. 
Rick solo asintió. 
- Dejaste tu puesto desobedeciendo las ordenes del Almirante y pusiste esa responsabilidad sobre los hombros de Max? – preguntó enojada. 
- Espera un momento, yo… - Rick trató de defenderse pero Lisa lo interrumpió. 
- Gracias – le dijo Lisa sonriendo. 
- Que?! – preguntó sorprendido. 
- No me hagas repetirlo, tengo que cuidar mi imagen – le contestó divertida. 
Rick se sentó junto a ella y le dijo – no creí nunca que llegaría el día en que apoyaras mis desacatos. 
- Echémosle la culpa a Khyron. 
George entró malhumorado y se sentó junto a la fogata. 
- Capitana, pido permiso para matar a Kovac – le dijo medio en serio. 
- Permiso denegado – le contestó sonriendo – como están? 
- Aparte de la desnutrición y deshidratación están bien. El único que tiene problemas es Kovac, se fracturó unas costillas, pero están sanado solas. No se va a morir pero el dolor lo tiene que tener loco. 
- Por eso anda con cara de enojado? – preguntó Rick. 
- No, la ha tenido siempre así – contestó George riéndose. 
- Y los Sargentos? – preguntó Lisa. 
- Solo tienen unos rasguños – y seriamente le preguntó – Lisa, disculpa que te pregunte esto, pero de que murieron los que sobrevivieron al ataque? 
Lisa incomoda le contestó – los primero murieron por sus heridas, pero el resto pareció no soportar las constantes huidas ni el clima. 
- Y con cuantas patrullas de malcontentos se han topado?. 
- Ya perdí la cuenta. Solo tuvimos unos días de descanso después del ataque. Pero un día nos empezaron a perseguir y no nos han dejado tranquilos desde entonces. Y sabíamos que nos estaban alejando de la base, pero no el motivo. 
- Que ocurre George? – le preguntó Rick extrañado por sus preguntas. 
- Nada, quizás estoy pensando demasiado. Se me olvidaba, Kovac me pidió que les dijera que envió a Santos a hacer guardia. 
- Vas a volver con Marko? – le pregunto Lisa. 
- Ni loco. 
- Por qué te dicen “el loco”? – le preguntó Rick – la otra vez no me quisiste decir. 
George se puso de pie y le contestó – por algo que solía hacer. 
- Que cosa?. 
- Otro día te lo cuento, ahora no estoy de humor. 
- Para donde vas? – le preguntó Lisa. 
- A ninguna parte, voy a hacer guardia en la entrada de la cueva. 
- Pero tienes que estar agotado. Además Santos no va ha hacer guardia?. 
- No importa, prefiero vigilar yo. Ustedes aprovechen de descansar que mañana va a ser un día difícil. 
Después que George salió de la cueva, Rick se recostó junto a Lisa, abrazándola por la espalda. 
- No vas a ir a la otra cueva?... que van a pensar? – preguntó Lisa bromeando para ocultar su nerviosismo. 
- Que piensen lo que quieran, yo no me muevo de aquí. 
Tras un largo silencio Lisa le dijo – gracias por venir a buscarme Rick. 
- No me podía quedar de brazos cruzados esperando noticias tuyas… solo no me vuelvas a asustar de esta manera, está bien? 
- Lo siento. 
- Realmente tuve miedo de perderte – le confesó – si no es por Max, Miriya y George yo… ellos han sido un gran apoyo. 
- Miriya también vino?. 
- Sí, de hecho se la asigné a Jackson como su asistente. 
Lisa sonriendo le dijo – espero que le de su merecido. 
- Yo también. Ahora entiendo por que estaba tan nervioso cuando lo interrogó el Almirante y el por qué no quería volver. Rayos, si le mintió en la cara al Almirante. Solo espero que Miriya no acabe totalmente con él y me deje algo. Crees que él sea el soplón que andamos buscando?. 
No obtuvo repuesta. 
- Lisa? – se enderezó y vio que estaba profundamente dormida. Se volvió a acomodar abrazándola y fue vencido por el sueño. 
 
 
… 
 
Rick sintió que alguien estaba tratando de despertarlo. Abrió los ojos y se encontró con George. 
- Ya amaneció? – le preguntó somnoliento. 
- No, pero ya falta poco. Despierta a Lisa mientras yo voy a despertar a Kovac, vuelvo en seguida – dijo George y salió de la cueva. 
Rick se levantó y suavemente movió a Lisa – Lisa, es hora de despertar. 
Lisa abrió lentamente los ojos – es hora de irnos? 
- Sí, necesitas ayuda? 
Lisa se sentó y trató de ponerse de pie. Rick le ofreció una mano para ayudarla pero ella no la aceptó. 
- Tengo que poder hacerlo. Si no me puedo levantar sola, solo seré un estorbo de aquí a la base. 
- Para mi no lo serás. Ahora déjame ayudarte. 
Lisa de mala gana aceptó la mano de Rick y logró ponerse de pie. 
- Ves que no era tan difícil? – le preguntó Rick con una media sonrisa. 
Lisa trató de enojarse con él, pero al mirarlo a los ojos no pudo evitar sonreír. 
- Así me gusta. Vamos, nos tienen que estar esperando. 
Apenas comenzaron a caminar se detuvieron porque Lisa dejó escapar un quejido. 
- Segura que puedes caminar? – le preguntó Rick preocupado. 
- Sí – contestó Lisa tratando de sonar convincente. 
Comenzaron a caminar de nuevo y Lisa dejó escapar otro quejido. 
- Suficiente – dijo Rick y la alzó en brazos. 
- Que estás haciendo? – le preguntó Lisa enojada. 
- Sacarnos de aquí. 
- Bájame. 
- No. 
- Rick!. 
- No puedes caminar, así nos vamos a mover más rápido. 
- Te vas a cansar. 
- No me voy a cansar. 
- Puedo caminar. 
- No es cierto. 
Su pelea fue interrumpida por la risa de George. 
- Que?! – preguntaron enojados. 
- Estamos listos para partir. Y si me permiten decirlo, Lisa, Rick tiene razón, no puedes caminar, con suerte te puedes mantener en pie, así que aunque no te guste vas a tener que ser cargada todo el camino. Y Rick, Lisa tiene razón, te vas a cansar, pero no tienes de que preocuparte porque cuentas conmigo y el resto para cargarla, solo es cosa de turnarnos. Ahora si no tienen nada más que discutir, vamos afuera. 
Salieron de la cueva y se juntaron con Kovac y los Sargentos Lewis y Parker. Aun estaba oscuro pero se estaban empezando a asomar los primeros rayos del sol. 
- Donde está Santos? – preguntó Lisa. 
- Nos vamos a juntar con él al otro lado de la curva del río – respondió Kovac y preocupado le preguntó – estás bien?. 
- Sí, pero mis doctores personales están empeñados en no dejarme caminar – contestó con ironía. 
- Y tienen razón. Con la pierna así tienes que descansar. 
Rick miró a Lisa con una sonrisa triunfal y le dijo en voz baja – es verdad, a veces puede ser agradable. 
Lisa lo miró con cara de pocos amigos – preocúpate del camino, no quiero caer al río. 
- A la orden Capitana – le contestó sonriendo. 
Dejaron el camino de la orilla del río y vieron que el Sargento Santos los estaba esperando sentado al volante de un jeep. 
- De donde lo sacó Santos? – le preguntó sorprendido Rick. 
- Cortesía de la base, Señor. 
- Genial. Hunter, suba a la Capitana al jeep – le ordenó Kovac. 
Rick iba a hacerlo cuando George puso una mano sobre su hombro y dijo – un momento Señor, tengo que arreglarle los vendajes a la Capitana para que pueda sentarse en el jeep. 
- Hágalo rápido Carter, no tenemos mucho tiempo – dijo Kovac. 
- A la orden Señor – y mirando a Rick le dijo – Comandante, por favor ponga a la Capitana en el suelo. 
- Está bien – dijo Rick extrañado e hizo lo que George le pidió. 
- Y me puede dar una mano?, así lo hacemos más rápido. 
Rick asintió y se agacho junto a Lisa. 
Mientras George le cambiaba los vendajes, Lisa le preguntó preocupada – que ocurre?. 
- Es él – susurró George. 
Lisa y Rick lo miraron sorprendidos. 
- Por que crees que es él? – le preguntó Lisa en voz baja. 
- Aparte del hecho de que no trajimos ese modelo de jeep y que Santos no hizo guardia sino que se fue quizás a que lugar?. Y tengo otras sospechas que no tenemos tiempo de discutir. 
- Que hacemos? – preguntó Rick. 
- Ni idea – confesó George. 
- Terminó Carter? – preguntó Marko. 
- Sí Señor. 
- Bien, suban a la Capitana al jeep. 
Lisa miró preocupada a George – estás seguro? 
George asintió. 
- Están esperando a los malcontentos?, Comandante, suba al jeep a la Capitana – dijo Marko perdiendo la paciencia. 
Rick tomó en brazos a Lisa y George le dijo – pase lo que pase, no te separes de Lisa. 
- Ni aunque mi vida dependiera de ello – le aseguró Rick y Lisa tuvo que esforzarse para no emocionarse. 
Rick comenzó a caminar hacia el jeep seguido por George, tratando de ocultar lo nervioso que estaba. Miró a Lisa y vio que ella también estaba luchando por no dejar que sus emociones la dominaran. Sintió unos ruidos detrás de él y rápidamente se dio vuelta. 
- No tan rápido Carter – dijo Marko mientras apuntaba con una pistola a la cabeza a George. El Sargento Lewis estaba levantándose del suelo, Parker apuntaba a George y George tenía en sus manos un fusil que Marko rápidamente le quitó. 
- Que ocurre? – preguntó Lisa asustada. 
- Creo que ya sabes lo que ocurre Lisa. Como siempre Carter tuvo que arruinar las cosas – dijo Marko en un tono despectivo y miró a Rick – que espera Comandante?, suba a la Capitana al jeep. 
- No – dijo Rick con toda seguridad. 
- Muy bien, Parker, dispárele a Hunter. 
- Un momento – gritó Lisa – Rick, has lo que te dice. 
- No Lisa. 
- Por favor – le rogó Lisa. 
- Sabe Hunter, nos puede ser útil. Súbase. 
Rick subió a Lisa y luego se subió y se sentó junto a ella, mientras Santos les apuntaba con una pistola y Lewis se sentaba al otro lado de Lisa. 
- Ahora que hago contigo Carter? – preguntó Marko divertido – si te dejo acá vas a ir corriendo a la base a contarles lo que ocurrió, y la verdad es que no me agrada esa idea. Te podría matar, pero te debo la vida. 
George lo miraba de una manera asesina. 
Marko se subió al asiento del copiloto y dijo – Parker, mátelo. 
- No! – gritó Lisa. 
- Pero hágalo después que nos marchemos. No quiero que la Capitana se altere. Nos vemos en la nave. 
Rick furioso dijo – maldito hijo de… 
Marko se dio vuelta y apunto a Rick – cuide su lengua Hunter o va a terminar igual que Carter. 
Lisa tomó de una mano a Rick para calmarlo. 
- Muy bien, acelere Santos – ordenó Marko. 
- A la orden Señor. 
Lisa y Rick se giraron en el asiento para mirar a George, pero Lewis se los impidió. 
Lisa al borde de las lágrimas apoyó su rostro en el hombro de Rick, y Rick la rodeó con sus brazos. Escucharon detrás de ellos un disparo y Lisa estalló en llanto mientras Rick trataba de contener sus propias lágrimas. 
Marko se giró y les dedicó una sonrisa autosuficiente. 
- Va a pagar por esto Kovac – le dijo Rick furioso. 
- No está en posición de hacer ninguna amenaza Comandante – le dijo sonriendo altaneramente. 
Rick abrazó con fuerza a Lisa, que seguía llorando en sus brazos, y se prometió que con Lisa iban a sobrevivir, se lo debía a George. 
 
… 

Continue / Continua: Yes / Si

Feedback / Comentarios: Yes / Si

Author email / email del autor: alfananiARROBAmi.cl