Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Resolución de Año Nuevo
Chapter / Capitulo: 15
Author / Autor: Polaris
Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)
Romance
Angst / Drama
Fanfic: Capítulo 15: Misiones.
Los días se transformaron en semanas, las semanas en meses y Lisa no obtenía ningún resultado en su misión. El cambiante clima, el aislamiento, y la inseguridad de un ataque estaba empezando a afectar la tranquilidad de la base. La rutina se había vuelto tediosa y la falta de entretención y la poca comunicación con el exterior estaban provocando que los ánimos estuvieran por el suelo. Lisa se tenía que esforzar por no demostrar como la situación la estaba afectando a ella también.
Se encontraba en su despacho dentro del centro de mando. Estaba sentada en su escritorio perdida en sus pensamientos cuando llamaron a la puerta y se asomó Marko.
- Quieres un café? – le preguntó Marko.
Lisa negó con la cabeza y le preguntó cansada – qué estamos haciendo aquí?.
Marko se sentó frente a ella y le respondió – tratando de encontrar a Khyron.
- Estamos perdiendo el tiempo – sentenció Lisa.
- Admito que desde que llegamos casi no hemos progresado, pero hay que tener paciencia.
- Casi?, no hemos obtenido nada desde que llegamos aquí y a nuestro equipo ya casi no le queda paciencia. Han pasado dos meses Marko, estás seguro de que estamos haciendo lo correcto?.
- No creo que sea hora de dudar Lisa. Al menos no nos han descubierto y tuvimos la suerte de encontrar sobrevivientes. Eso nos fue de mucha ayuda.
- Tenemos que cambiar de táctica.
- También lo he pensado pero es peligroso.
- Los sobrevivientes dijeron que habían observado mucha actividad hacia el este, deberíamos concentrarnos en esa zona.
- Lo sé, pero el Alto Mando no nos permitió alejarnos de esta zona – le recordó Marko.
- No sé por qué tuvo que venir el General Jackson, lo único que ha logrado al informar al Alto Mando es amarrarnos las manos – dijo molesta.
- Aparte de entrometerse en todo y cuestionar nuestro proceder.
- He llegado a sospechar de él – confesó Lisa.
- Yo también, pero seamos honestos, no es lo suficientemente inteligente y no tiene las agallas necesarias como para relacionarse con Khyron.
- Pero tiene las ansias de poder.
- No sé – le dijo inseguro – pero no perdemos nada si lo vigilamos.
- Le comentamos nuestras sospechas al Almirante?
- Desgraciadamente son sospechas, no tenemos como demostrarlo. Pero si quieres mañana en nuestro reporte se lo podemos insinuar al Almirante.
- No sería una mala idea. En vez de ser un aporte, lo único que hace es estorbar – dijo cansada.
- Ignóralo Lisa – le dijo Marko con una media sonrisa.
- No lo voy a ignorar si me desautoriza frente a mis hombres. Además estoy cansada de que todos los días entre a mi despacho y me diga como tengo que hacer mi trabajo. Si fuera tan brillante como se cree, él estaría a cargo y no yo. Y entiendo que sea mi superior, pero yo estoy al mando y me tiene que respetar y si no le gusta, nos haría un favor a todos regresando a Nueva Macross – dijo enojada.
Marko la quedó mirando con una sonrisa.
- Se puede saber que te causa tanta gracia?.
- Nada, es solo que me pareció estar escuchando al Almirante Hayes. Y espero que no te moleste lo que te voy a decir, pero cada día te pareces más a él.
Lisa incomoda, prefirió mirar por la ventana.
- No debería de incomodarte sino llenarte de orgullo que te comparen con tu padre. Él fue un soldado ejemplar y un modelo a seguir para muchos.
- Tengo mis motivos.
- Quizás con los años lo comprendas. Mi padre también fue militar y rara vez tuvo tiempo para nosotros, pero con el paso de los años entendí que si no estaba con nosotros no era porque no quería, sino porque estaba cumpliendo con su deber. A tu padre también le afectó estar lejos de ti.
Lisa se giró para mirarlo – y tu como sabes eso?.
- Recuerda que durante un tiempo trabajé con tu padre, y a veces después de un largo día compartíamos una copa. Quizás nunca te lo dijo pero él estaba muy orgulloso de ti. Era increíble como le brillaban los ojos al duro Almirante cuando nos comentaba lo bien que lo estaba haciendo su pequeña y lo feliz que lo hacía que siguiera sus pasos.
Lisa lo escuchaba en silencio.
- Y si te queda alguna duda, te voy a contar algo que nadie más sabe.
Lisa lo miró con curiosidad.
- El día que llegaron los Zentraedi y desapareció la SDF-1, yo estaba junto a tu padre cuando le dieron la noticia de lo que había sucedido. Fue la única vez que lo vi perder la compostura al creerte perdida. Y esa noche no bebió su acostumbrada copa, sino que varias mientras se lamentaba por como él había sido contigo. Solo le volvió el alma al cuerpo cuando supo que la nave había sobrevivido.
Lisa queriendo cambiar el tema le preguntó – como se han adaptado los sobrevivientes?.
- Mejor de lo esperado. A pesar de que muchos no hablan nuestro idioma y de que los pocos aborígenes que encontramos creen que los Zentraedi son enviados de los dioses, todo bien. Incluso hay algunos dispuestos a unirse a nuestras filas.
Sonó el intercomunicador de Lisa – Capitana, el General Jackson desea hablar con usted.
Lisa suspiró pesadamente – hágalo pasar Teniente.
- Trata de convencerlo para que ampliemos el área de búsqueda de sobrevivientes – le dijo Marko.
- Es el único en la base que no sabe por qué estamos aquí realmente, por qué mejor no se lo decimos?, quizás nos ayude – le sugirió Lisa bromeando.
- No lo creo, seguramente empacaría sus cosas y se marcharía.
- Con eso me basta…que lastima que sospechemos de él.
- Después hablamos – le dijo Marko y se levantó para marcharse.
- Marko… gracias por…
- No hay problema.
Apenas Marko salió del despacho entró el General malhumorado y se sentó frente a Lisa.
- Hasta cuando pretende tenernos aquí Capitana?. Ya encontramos sobrevivientes, no fue a eso a lo que vinimos?, creo que ya cumplimos con nuestra misión y es tiempo de que volvamos a casa.
- Créame que yo también quiero volver a casa Señor, pero mientras no cubramos toda la zona buscando sobrevivientes, tenemos que quedarnos aquí.
- Y donde más le falta buscar?, debajo de las piedras?.
- General, por lo que nos han informado los sobrevivientes, existe una alta probabilidad de que encontremos a más gente hacia el este.
- Está loca? No ha visto como están sus hombres?, están agotados y usted quiere enviarlos a la zona más densa de la selva por suposiciones de un grupo de charlatanes que creen que los Zentraedi bajaron del cielo enviados por quizás que cosa para castigarnos por nuestras faltas.
- Aunque no comparto el punto de vista de los sobrevivientes, no podemos negar la posibilidad de que realmente vieron algo. Y no estamos hablando de uno o dos testigos, sino que de decenas de personas que dicen que han visto movimiento en esa zona.
- No va a cambiar de parecer, verdad Capitana? – preguntó molesto.
- No Señor, si queremos volver pronto a casa es mejor que exploremos ese sector lo antes posible porque es el último que nos falta.
- Y si el último que falta, por qué rayos no ha sido explorado?.
- Porque usted le informó al Alto Mando que ese sector quedaba muy lejos y la respuesta de ellos fue de no ir para allá.
- Entonces retornemos a casa.
- General, usted se iría tranquilo sabiendo de que pudo dejar a su suerte a personas que pudieron ser salvadas?.
El General se quedó pensando un momento – mientras antes se vaya para allá, antes nos vamos de este lugar olvidado por Dios?.
- Así es Señor.
- En ese caso le recomendaré al Alto Mando que permita que se explore esa zona lo antes posible – dijo mientras se levantaba y con un pañuelo secaba el sudor de su frente.
- Gracias General – dijo Lisa poniéndose de pie.
- No lo hago por usted Capitana. Si usted quiere se puede quedar el tiempo que se le ocurra, pero lo que es yo no soporto más este endemoniado lugar – dijo molesto.
- Que bueno saber que también se preocupa por sus tropas Señor – dijo Lisa con un dejo de ironía.
- Mire Capitana, no voy a tolerar más su displicencia. Soy su superior y como tal me va respetar. Aquí no está el Almirante Gloval para que defienda su falta de respeto hacía mi persona y…
Lisa ya cansada de la situación lo interrumpió – discúlpeme General, pero es usted que como militar me ha faltado el respeto en todas las maneras posibles. Aunque no le guste yo estoy al mando de esta base y se va a hacer lo que yo ordene. No voy a tolerar más que me desautorice frente a mis hombres y que haga que el Alto Mando retrace más está operación. Usted continuamente me ha sacado en cara de que por mi ineptitud seguimos varados acá, cuando es por usted que es así. Así que si quiere salir pronto de aquí, le sugiero que se comunique de inmediato con el Alto Mando y los convenza de que exploremos esa zona, porque nadie se va a mover de este lugar mientras no lo hagamos… Señor.
Jackson pasó de la estupefacción a la furia – si eso ocurre, me encargaré personalmente de que el personal de la base se vuelva contra usted Capitana. Ellos no dudarían ni un segundo en seguirme – la amenazó.
- Y si eso ocurre General, yo me encargaré personalmente de que lo juzguen por traición – replicó tranquilamente Lisa.
El General morado de rabia le gritó – esto no va a quedar así Capitana – y salió del despacho dando un portazo.
Lisa no había alcanzado a sentarse cuando Marko entró al despacho.
- Los gritos de Jackson se deben haber escuchado desde el otro lado de la base.
- Entonces asumo que escuchaste todo.
- Así es. Al menos ya tenemos la certeza de que vamos a poder trabajar en la zona que nos dijeron los sobrevivientes.
- No la tenemos Marko.
Marko sacó de su uniforme una grabadora, la encendió y se pudo escuchar la conversación que Lisa acababa de mantener con el General Jackson.
- Pero como? – preguntó Lisa.
- Se me ocurrió que ahora era un buen momento para comenzar a vigilarlo y parece que no me equivoqué.
- Y eso que tiene que ver con nuestra búsqueda?.
- Bueno, no lo podemos culpar de espionaje, pero contamos con una prueba innegable de que Jackson pretende amotinarse. Esto lo podemos ocupar como chantaje para que hable con el Alto Mando y además te protege de lo que pueda inventar en tu contra.
- Vaya…
- Esa es la gracia de pertenecer a inteligencia – dijo sonriendo altaneramente – entonces, que hacemos ahora?.
- Prepara a un escuadrón para que registren la zona.
- Aun no contamos con la autorización del Alto Mando.
- Apenas llegue quiero que se movilicen.
- Perfecto. La densidad de la selva en esa zona no nos ha permitido saber cuales son las condiciones del terreno, pero calculamos que les va a tomar aproximadamente dos días llegar hasta allá, quizás un poco más.
- Entonces no hay tiempo que perder. Mientras tú haces eso yo voy a informarle al Almirante Gloval de la situación.
De golpe se abrió la puerta y el General Jackson entró, lanzó un papel sobre el escritorio de Lisa y se marchó dando un portazo.
Lisa leyó el papel y dijo – vaya, eso fue rápido.
- No me vas a decir que esa es la autorización?.
Lisa asintió – da la orden.
- Al fin!!!
Marko salió del despacho y Lisa se dispuso a comunicarse con el Almirante pero se detuvo al ver una fotografía enmarcada sobre su escritorio. Se la había enviado Claudia y era la que se habían tomado junto al lago el último día que estuvo en Nueva Macross. No pudo evitar sonreír al ver a ese grupo al que había llegado a querer como a su propia familia. Los extrañaba a todos, pero en especial a ese piloto que en la fotografía la tenía abrazada y le sonreía de una manera que hacía que a Lisa se le alegrara el día.
- Tenías razón Rick, no resultó ser un viaje de placer – pensó – como me gustaría que estuvieras aquí.
Le dio una última mirada a la fotografía y procedió a comunicarse con el Almirante.
…
El humor de Rick con el paso del tiempo iba empeorando, ya no solo andaba deprimido, sino que también irritable. Ya casi no compartía con nadie de la base y rara vez salía de casa en su tiempo libre.
Después de terminar su turno se cambió rápidamente para marcharse y no tener que soportar las preguntas de nadie. Iba saliendo de la base cuando vio apoyado en la entrada principal a George. Desganado caminó hasta donde él se encontraba.
- Hunter?, Rick Hunter?, eres tu realmente? – le preguntó George con ironía.
- Que quieres George? – le preguntó molesto.
- Saber si estabas vivo, hace casi tres semanas que no sé de ti.
- He estado ocupado.
- Ocupado?, no sabía que se le decía así a estar encerrado en casa practicando la autocompasión.
Rick lo miró enojado y comenzó a caminar hacia la ciudad.
- Vamos Rick, todos estamos preocupados por ti. Si hasta el trío me fue a visitar para contarme del ogro en que te has convertido.
- El trío anda buscando excusas para ir a verte.
- Es cierto… pero también es cierto de que de verdad están preocupadas por ti.
- Solo quiero que me dejen tranquilo.
- Todos extrañamos a Lisa, y sé que tú más que nadie la extrañas, pero ese no es motivo para que seas la amargura con patas.
- No creo que entiendas lo que siento.
- Seguro?.
- Rara vez tengo noticias de ella… sé que puede ocurrirle algo y yo no puedo hacer nada salvo esperar, me siento inútil. No quiero que esté allá, menos con Kovac que quizás que cosa esté planeando y de seguro Jackson le tiene que estar haciendo la vida imposible – dejó de caminar y miró a George – y llámame paranoico pero tengo la sensación de que algo malo va a ocurrir y me da una impotencia enorme no poder hacer nada… como puedes tu entender eso? – le preguntó enojado.
George tranquilamente le respondió – al menos aun puedes hacer algo y tienes la posibilidad de volver a verla.
Rick dándose cuenta de lo que le había dicho bajó la mirada – lo siento.
- Quieres un ejemplo de impotencia y sentirse inútil?. Hace poco más de un año fui llamado a la sala de emergencias porque había ocurrido un accidente automovilístico que dejó a varias personas heridas. Cuando escuché que las sirenas se acercaban tuve una sensación de vacío en el estómago que nunca antes había sentido… pensé que era fatiga – dijo apesadumbrado – de pronto entraron los paramédicos llevando a una mujer de unos treinta años sin signos vitales. Comencé a examinarla y me dio un vuelco el corazón cuando a pesar de sus heridas pude reconocer que la persona que estaba en la camilla era mi esposa. Y aunque traté de revivirla por más de una hora no pude hacer nada para salvarla.
Rick no sabía que decir.
- Así que entiendo por lo que estás pasando y Claudia también. De hecho fue ella quien me dijo a que hora te podía encontrar antes de que te escondieras.
- Claudia?.
- Me topé con ella cuando iba a dejar a Mark a la escuela. Sabes que es lo que necesitas?, distraerte un poco.
- Max me ha llevado a los videojuegos y Claudia me ha invitado a beber té, pero no ha funcionado. Si hasta el trío me llevó de compras – dijo sonriendo.
- Y sigues creyendo que no se preocupan por ti?.
Rick se encogió de hombros.
- Vamos, te voy a enseñar el método Carter para liberar tensiones.
Caminaron hasta un pequeño gimnasio en el centro de la ciudad.
- No creo que me sienta mejor después de levantar pesas – le dijo Rick.
- Y quien va a levantar pesas? – le preguntó George sonriendo mientras entraban.
- George, viene a entrenar tan temprano? – le preguntó la recepcionista.
- No Lucy, vengo por otro motivo, está disponible el cuadrilátero?.
- Sí, pero a esta hora no va a encontrar a ninguno de los muchachos.
- Mejor, así lo puedo ocupar tranquilamente. Me prestas un par de guantes?.
- George, cual es tu idea de liberar tensiones? – le preguntó Rick preocupado.
George le lanzó un par de guantes a Rick y se dirigió hacia el cuadrilátero.
- No voy a pelear contigo – dijo Rick.
- No vamos a pelear, solo a practicar un poco – le dijo mientras de un salto subía al cuadrilátero.
- No creo que sea una buena idea.
- Oh vamos, no seas gallina – le dijo mientras se arremangaba la camisa.
- No soy gallina.
- Entonces sube acá y demuéstramelo.
Rick de un salto subió, y se puso los guantes.
George lo miró burlonamente y dijo imitando a un locutor – En esa esquina, con un metro setenta y algo, despistado como el solo y con el corazón acongojado, Rick “nadie me comprende” Hunter!!!.
Rick no pudo evitar reírse y alzó los brazos al más puro estilo de los boxeadores.
- Y en esta esquina, con un metro ochenta y siete, payaso por naturaleza y adorado por el trío terrible, George “el loco” Carter!!!
- El loco?
- Larga historia, solo sígueme el juego. Te voy a dar la oportunidad para que me golpees hasta que te canses… solo no me golpees en la cara… si lo haces no respondo por mis actos.
- No me vas a atacar?!
- Exacto, solo me voy a defender – contestó sonriendo.
- No George, no sería una pelea justa.
- No estamos peleando, estamos practicando.
Rick lo miró inseguro.
George desafiándolo le preguntó – me tienes miedo?.
- Claro que no – contestó a la defensiva.
- Entonces que esperas?, golpéame.
Rick lo golpeó suavemente.
- Estás bromeando, verdad?, golpéame con fuerza.
Rick lo golpeó un poco más fuerte.
- Golpea como hombre.
- Quieres que te de una paliza? – le preguntó Rick algo molesto.
- Tu?, darme una paliza?, no me hagas reír. Un verdadero hombre me daría una paliza.
Rick cada vez se fue enojando más.
- Ahora entiendo por que Lisa no se fija en ti, como podrías defenderla si golpeas como una niña.
Rick le lanzó un gancho que George hábilmente esquivó.
- Uy, el niño se está enojando, espero que no me hagas una de tus acostumbradas rabietas.
- Que diablos te ocurre?! – le gritó Rick.
- Que?, no te puedo decir la verdad?... no eres más que un muchacho miedoso. Tu inseguridad va a lograr que termines perdiendo a Lisa, y me alegro que sea así porque no tienes nada que ofrecerle.
Rick furioso le lanzó varios golpes a George, quien alcanzó a cubrirse con los brazos.
- Y el muy tonto permitió que ella se fuera a un lugar alejado con Kovac… me preguntó que estarán haciendo ahora.
- Hijo de… - Rick le lanzó un puñetazo con todas sus fuerzas, pero George lo esquivó y le dio un golpe en el estómago dejándolo sin aire, haciéndole caer de rodillas al suelo.
- Y de que te quejas si ella te dio una oportunidad y tú lo primero que hiciste fue traicionarla. Te dio otra oportunidad y no hiciste nada… que esperabas, que esperara por ti el resto de su vida? El miedo te dominó y me alegro, ella merece a alguien mejor que tu.
- No – susurró aun arrodillado en el suelo.
- Como que no? Si ni siquiera sabes lo que sientes por ella. Lisa se merece a alguien que la ame tanto que esté dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Crees que tu puedas ser ese hombre Rick?.
Rick en el suelo llegaba a tiritar de rabia.
- Porque yo no lo creo. Eso bueno tiene Kovac, sabe lo que quiere y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para ganar a Lisa… y después de casi tres meses es muy probable que lo haya logrado.
- No!!! – gritó Rick mientras se levantaba y le propinaba un derechazo en la cara a George haciéndole caer al suelo.
George rápidamente se puso de pie y notó que estaba sangrando. Miró su reflejo en uno de los espejos del gimnasio y vio que el golpe de Rick le había hecho un corte en la mejilla. Miró a Rick y vio que estaba jadeando de rabia.
- Así que el niño después de todo sabe pelear.
- Cállate!
- Oblígame!
Rick se lanzó con todo sobre George, pero George lo esquivó haciendo que Rick se estrellara en una esquina.
- El problema es que no aceptas de que al lado de Lisa, tú no vales nada.
Rick mientras le lanzaba otro golpe le dijo – crees que no lo sé?!
- Entonces por qué sigues tratando de que se fije en ti? – le preguntó mientras bloqueaba un golpe.
- Porque quiero demostrarle que he cambiado.
- Y para que te esfuerzas tanto por demostrárselo?.
- Porque la quiero – le contestó mientras trataba de propinarle otro golpe.
George decidió cambiar su estrategia y comenzó a golpear a Rick – eso no es suficiente.
- Y a ti que te importa? – le preguntó Rick mientras se defendía como podía del ataque de George.
- Me importa porque considero a Lisa como mi hermana y quiero lo mejor para ella. No voy a permitir que ningún patán se le acerque.
- No soy ningún patán – dijo mientras retrocedía del ataque de George.
- Ah no?, y me puedes garantizar de que si aparece Minmei no vas a salir corriendo detrás de ella?.
- Sí!
George lo acorraló contra las cuerdas – y por qué no lo harías?.
- Porque no la amo como a Lisa!!!
Rick asimiló lo que acababa de decir y se puso pálido.
George lo miró divertido, lo liberó y se alejó de él riéndose.
Después de estar varios minutos en silencio le preguntó a George que estaba sentado en el medio del cuadrilátero – lo sabías?.
George asintió con una sonrisa burlesca.
- Desde cuando lo sabes?... por qué no me dijiste nada?.
- Desde que te conocí, y como que no te dije nada?, si lo único que faltó fue que te hiciera un dibujo, no es mi culpa que seas tan despistado. Además cuando aparecía Minmei no había forma de hacerte entrar en razón.
- Como te diste cuenta?.
- Creo que sería mejor preguntar, como fue que “tu” no te diste cuenta?, sí hasta Mark lo notó.
Rick incomodo le preguntó – y todo esto?... todo lo que me dijiste?.
- A veces hay que sacar la verdad a la fuerza, o en tu caso, sacarte la cabeza del trasero a golpes – le dijo sonriendo – además ya estaba cansado de tu actitud. Soy un hombre paciente, pero rayos Rick, tu eres todo un caso.
- Y Lisa lo sabe?.
- La enana es otro caso.
Rick se sentó junto a George y le dijo – tu crees que Lisa… tu sabes… ella pueda…
- No voy a traicionar su confianza.
Rick se quedó en silencio.
- Te puedo hacer una pregunta Hunter?
Rick asintió.
- Entiendo que no quieras arruinar las cosas con Lisa, pero por qué no te arriesgaste?.
- Es solo que… hace unos meses atrás Lisa me dio a entender de que ella estaba enamorada de un idiota que no la correspondía y bueno, tengo miedo de que ella no sienta lo mismo que yo y nuestra amistad se vaya a la basura. Rayos, prefiero verla con ese tipo a perderla… el pobre diablo no sabe de lo que se está perdiendo.
George tuvo que hacer un enorme esfuerzo por no reírse – si supieras que ese pobre diablo eres tú, idiota – pensó divertido.
Se pusieron de pie y Rick le dijo – tenías razón, tu terapia para liberar tensiones dio resultado.
George lo miró seriamente y le dijo – sé que estás pasando por un momento difícil, pero eso no te da el derecho a comportarte como un ogro. Que pasaría si el día de mañana Lisa te necesita y tu no puedes ir a ayudarla porque estás suspendido o castigado?.
Rick lo miró sorprendido.
- No lo habías pensado, cierto?
- La verdad es que no – admitió.
- Y Rick…
- Que?
George con un gancho de izquierda envió a Rick al suelo.
- Por qué demonios me golpeaste?! – le preguntó Rick cubriéndose la boca.
- Hacía meses que quería hacerlo.
- Me rompiste la boca – se quejó mientras se limpiaba la sangre.
- No es para tanto – miró el reloj – rayos, se me está haciendo tarde para ir a buscar a Mark.
Saliendo del gimnasio se encontraron con las chicas del puente.
- Se puede saber que fue lo que les ocurrió? – les preguntó Claudia al verlos.
- Solo estábamos haciendo un poco de deporte – respondió Rick.
- A golpes?
- En realidad estábamos liberando tensiones – contestó George.
- Y quien ganó? – pregunto Sammie entusiasmada.
- Debo admitir que el gran ganador fue Rick – contestó George sonriendo.
- El Comandante le ganó? – preguntó Vanessa sorprendida.
- Claro que no, le pateé el trasero.
- No es cierto – se defendió Rick
- Cuando quieras peleamos en serio.
- No, gracias – dijo Rick sonriendo.
- Me encantaría quedarme a compartir con ustedes, pero me tengo que ir corriendo a buscar a Mark a la escuela.
- No puede ir así – le dijo Claudia – no querrá que Mark lo vea con la cara ensangrentada.
George se pasó la mano por la cara y vio que de nuevo estaba sangrando.
- Déjeme limpiarle la herida.
- Se lo agradezco Claudia pero no creo que sea necesario.
- Solo tomará un segundo, siéntese por favor – le dijo indicándole una banca.
- En serio Claudia, no…
- Ahora!
- Está bien.
Rick los miró divertido y le dijo a George – en unas semanas van a traer a la base unos modelos nuevos de Varitech… por qué no traes a Mark para que los conozca?
- Claro, al enano le va a encantar.
- Listo – dijo Claudia.
George se puso de pie y le dijo – gracias Claudia, no debió molestarse.
- No hay problema.
- Por qué no dejan las formalidades de lado?, hace ya varios meses que se conocen – dijo Rick.
- Por mi está bien – dijo Claudia.
- Por mi también – dijo George.
- Y el trío?- preguntó Claudia.
Rick indicando un ventanal del gimnasio dijo sonriendo – parece que encuentran muy interesante el acondicionamiento físico.
- Especialmente si hay hombres con cuerpos atléticos y poca ropa – concluyó Claudia sonriendo.
George miró su reloj – rayos, el enano me va a matar. Nos vemos – y se fue corriendo.
Claudia miró a Rick con curiosidad – como es eso de que tú ganaste, pero él te pateó el trasero?.
Rick sonriendo le respondió – es una larga historia.
…
Lisa se dio un descanso y salió a recorrer las ruinas de la ciudad que habían adaptado como base de operaciones. Las semanas seguían pasando pero al menos ya habían tenido progresos en la misión.
- Mediados de Octubre, no puedo creer que llevemos más de tres meses aquí – pensaba – al menos hoy el calor nos dio un respiro… no me quiero ni imaginar como va a ser el verano.
- Lisa! – la llamó Marko mientras se acercaba a ella – te andaba buscando.
- Solo iba a visitar el campamento de los sobrevivientes. Que ocurre?.
- Estoy preocupado. La unidad de exploración no se ha comunicado con nosotros desde anoche.
- Cuando tienen que volver?.
- Eso es lo que más me preocupa, deberían haber llegado hace dos horas.
Lisa se detuvo y con expresión preocupada le dijo – aún es muy temprano para ir a buscarlos. Espero que solo tengan problemas con la radio. Si a las 1500 no tenemos noticias de ellos envía un equipo.
- Entendido. Un problema detrás de otro – murmuró Marko.
- Se me olvidaba, ayer le informé al Almirante Gloval de que no vamos a poder enviarle todos los días reportes como el pidió debido al factor Jackson. Ahora van a ser informes semanales – dijo Lisa molesta – No entiendo que tiene que hacer todo el día en la sala de comunicaciones.
- No tiene nada más que hacer – dijo Marko – Sabes Lisa?, yo no acostumbro a faltarle el respeto a un superior, pero creo que Jackson me está poniendo al limite.
- Que te hizo ahora? – le preguntó Lisa.
- Ahora quiere revisar todas las comunicaciones que entran y salen de la base – contestó molesto.
- Supongo que te negaste.
- Por supuesto. Aunque me gané un largo sermón.
Lisa riéndose meneó la cabeza – Mejor voy a ver a los sobrevivientes.
- Ten cuidado, andan un poco alterados.
Lisa extrañada le preguntó – alterados?.
- Sí, algo de que se aproxima una tormenta y no augura nada bueno.
Lisa bromeando le preguntó – e inteligencia que opina de esa información?.
- Inteligencia no toma en cuenta las supersticiones.
Lisa miró al cielo y vio que estaba cubierto y estaba comenzando a llover.
- Quizás lo que quieren decir es que vamos a tener un diluvio.
- No creo que sea para tanto.
Se escuchó un trueno y comenzó a llover con fuerza.
- No subestimes a los lugareños – le dijo Lisa sonriendo – vamos, no quiero empaparme.
Marko miró a Lisa y le dijo – te ves bien con ese uniforme.
Lisa sonrojada le respondió – es difícil andar por este lugar con falda y taco alto… es más cómodo el de campaña.
- Sin contar que así es más fácil esconderte de Jackson? – le preguntó bromeando.
- Como supiste?... ya sé… eres de inteligencia.
- Por supuesto. Como no te iba a encontrar en todos lados si eres la única que usa un uniforme blanco.
- Desgraciadamente tardé mucho en darme cuenta.
- Pero aun así te ves muy bien. Si todas se vieran tan bonitas como tu en uniforme creo que contaríamos con más reclutas – le dijo Marko sonriendo.
- Gracias – y se preguntó preocupada – está coqueteando conmigo?.
A lo lejos se escuchó un estruendo.
- Eso no fue un trueno – dijo Marko preocupado.
- Tienes razón, sonó como una explosión. Volvamos.
- Nos habrán descubierto?.
- Espero que no. No creo que con un par de fusiles y tres Varitech nos podamos defender de Khyron – dijo Lisa preocupada.
Escucharon otro estruendo más cerca.
- Ese tampoco fue trueno.
- Apuremos el paso.
Estaban por llegar al centro de mando cuando una explosión los envió al suelo.
- Nos atacan!!! – gritó Marko mientras la alarma de la base comenzaba a sonar y varias explosiones rodearon la base.
- Comunícate con el Almirante Gloval mientras yo me encargo de la evacuación – le ordenó Lisa.
- Entendido – respondió Marko y entró al edificio.
Lisa corrió hasta unos camiones.
- Capitana, no vamos a poder evacuar a toda la base, no hay suficientes camiones – le advirtió un Teniente.
Lisa maldijo en voz baja – denle prioridad a los sobrevivientes – ordenó.
Después de varios minutos Lisa despachó al último camión y se puso a cubierto. Miró alrededor y vio que quedaron varios miembros del personal en la base. Todos estaban asustados pero dispuestos a pelear con lo que tuvieran a mano. Lisa se sintió orgullosa de su gente, pero no podía dejar de lado la culpa que la embargaba al saber que los había condenado.
Marko llegó a su lado tan rápido como pudo y le dijo – no pude contactarme con nadie, la radio está muerta.
- Y los Varitech?.
- Destruidos.
- Demonios.
- Al menos tuve tiempo para destruir todos los documentos.
- No creo que eso nos sirva de mucho – dijo Lisa con ironía.
- Señora, ahora que hacemos? – le preguntó un asustado soldado.
- Tenemos que llegar al arsenal – dijo otro soldado.
- Estás demente?, como se supone que vamos a llegar al otro lado de la base con este bombardeo? – replicó el soldado.
- Corriendo. No sacamos nada quedándonos aquí.
- Quieres morir?.
- Suficiente! – intervino Lisa – el arsenal está destruido.
- No tenemos con que defendernos Señora? – le preguntó uno de los soldados.
- No, solo contamos con las armas que llevan ustedes – Lisa preocupada miró a Marko – Coronel, cuales son nuestras opciones?.
- Podemos tratar de escondernos en la selva, pero para eso tenemos que atravesar el fuego enemigo.
- Y si nos rendimos? – preguntó un soldado.
- Esa no es una opción – contestó Lisa enojada – preparémonos para correr.
- Capitana…Lisa… junto al edificio de mando hay un jeep que te puede sacar de aquí – le dijo Marko.
- No alcanza para todos.
- Pero alcanza para ti, huye y avisa al Almirante.
- No voy a dejar a mi gente – dijo Lisa enojada.
- Tienes que hacerlo.
- No!
- Señora, con todo respeto, pero súbase al maldito jeep y mande ayuda – le dijo un soldado.
- Nosotros la cubriremos – dijo otro.
- Vamos, protejamos a la Capitana!!! – gritó otro y rodearon a Lisa.
Lisa miró a Marko preocupada – puedes correr?.
- Solo si mi vida depende de ello – respondió tratando de bromear – vamos!!!.
Salieron corriendo de su escondite evitando las explosiones. Llovía con más fuerza y el suelo se había transformado en un lodazal haciéndoles su carrera más difícil. Mientras corría, Lisa trataba de ver de donde provenía el ataque, pero la cortina de agua que caía con suerte le dejaba ver unos metros más adelante.
- Ahí está! – gritó un soldado.
Estaban llegando cuando del edificio salió corriendo el General Jackson al borde de un ataque de nervios. Miró para todos lados y vio el jeep.
- General, espere!!! – gritó Lisa.
Jackson giró para ver quien lo llamaba, volvió a mirar el jeep y de un salto se subió.
- General, deténgase!!! – le gritó Marko.
Jackson dio una última mirada atrás y aceleró a fondo.
- Maldito hijo de … - una explosión no dejó escuchar el resto de los improperios que gritó Marko.
- No se detengan… tenemos que llegar a los árboles!!! – gritó Lisa.
Continuaron corriendo con todas sus fuerzas logrando llegar hasta los primeros árboles cuando otra explosión los volvió a enviar al suelo.
Lisa trató de incorporarse pero el impacto la había dejado aturdida. Vio que Marko le gritaba algo pero no lograba escucharlo. Como en cámara lenta vio como una pesada rama caía sobre ella. Marko también se dio cuenta y cubrió a Lisa con su cuerpo para protegerla. Lisa vio como la rama los golpeaba y de pronto todo fue oscuridad.
…
Rick estaba esperando a los Carter en la entrada de la base. Habían llegado los nuevos modelos de Varitech y estaba ansioso por mostrárselos a Mark. Después de unos minutos los vio llegar y se acercó a saludarlos.
- Hola, llegan tarde – los regañó bromeando.
- Lo siento, es solo que este enano se demoró más de lo que esperaba escogiendo su disfraz de noche de brujas.
- De que te vas a disfrazar? – le preguntó Rick.
- De gato.
- De gato?, no es muy emocionante.
George le dijo – después de lo que el trío le metió en cabeza, créeme que para Mark disfrazarse de gato es muy emocionante.
- No entiendo – dijo Rick.
Mark le dijo sonriendo – los gatos cazan canarios.
Rick lo pensó un momento y se largó a reír.
- Quieres venir con nosotros mañana a pedir caramelos? – le preguntó Mark.
Rick lo miró inseguro.
- No tienes de que preocuparte Hunter, vamos a ir con los Sterling – le dijo George.
- No tengo que disfrazarme?.
- No, solo los niños… aunque no veo mucha diferencia – le contestó George bromeando.
- Donde están los nuevos Varitech? – preguntó Mark.
- En un hangar al otro lado de la base, pero antes de ir para allá tenemos que ir al puente a buscar una autorización.
- Podemos entrar al puente? – preguntó emocionado Mark.
- Claro, esa es la idea.
George le preguntó a Rick en voz baja – se te olvido pedirla, verdad?.
Rick asintió sonriendo – pero no creo que hayan problemas.
Llegaron al puente y Rick les dijo – esperen aquí un momento.
Entró y vio que el Almirante estaba sentado en su silla de mando.
- Comandante Hunter, que lo trae por aquí? – le preguntó el Almirante.
- Señor, me preguntaba si usted me autorizaría para mostrarle los nuevos Varitech a dos civiles.
- De quienes de trata?.
- De George y Mark Carter, Señor.
- Cuando planea traerlos?.
Rick avergonzado le respondió – de hecho Almirante, están esperando afuera.
- Hágalos pasar Comandante.
Mark entró temeroso, pero quedó maravillado al darse cuenta donde estaba.
- Quien es el nuevo recluta? – preguntó el Almirante.
- Es Mark, mi hijo, Señor – respondió George.
Mark al ver al Almirante hizo un intento de saludo militar al que el Almirante respondió divertido.
- Hijo, he escuchado que quieres ser piloto, es verdad? – le preguntó el Almirante.
Mark asintió contento.
- En ese caso no le puedo negar su petición Comandante. Tenemos que mantener a nuestros futuros oficiales contentos.
- Gracias Señor.
- Almirante, estamos recibiendo una comunicación urgente del puesto de observación de Centro América – dijo Claudia.
- De que se trata?
Claudia miró preocupada a Rick y respondió – nos informan que esta mañana empezaron a llegar sobrevivientes de la base del Amazonas.
- Los nativos?
- No Señor, personal de la base.
El puente quedó en un repentino silencio que Rick rompió – Señor, en la base del Amazonas está Li… la Capitana Hayes.
- Lo sé Comandante – el Almirante miró a George y dijo – debo pedirle que se retire.
George aceptó a regañadientes y salió junto a Mark.
- Usted también Comandante.
- Pero Señor…
- Cuando tenga alguna noticia se la haré saber, pero ahora déjenos hacer nuestro trabajo.
- Entendido Señor.
Apenas Rick salió del puente George le preguntó – te dijo algo?
- No, cuando hayan noticias me va a informar – respondió molesto.
- “Nos” va a informar porque no pienso ir a ningún lado mientras no sepa como está Lisa – dijo George.
- Yo tampoco – se sumó Mark.
George miró su reloj y dijo – esto va a tardar mucho, vamos a llenarnos de café para estar alertas.
…
Llevaban unas horas en la cafetería y Mark había sucumbido al cansancio y se había quedado dormido en unas sillas. Rick casi no había dicho palabra desde que habían salido del puente y se limitaba a mirar su ya frío café.
George tratando de subirle el animo le dijo – quizás a Lisa no le ha pasado nada.
- Han pasado varias horas. Si estuviera bien ya tendríamos noticias de ella – dijo apesadumbrado.
- El que hallan pasado varias horas no quiere decir que sea algo malo.
- Yo debería estar allá… no debí dejar que fuera sola.
- No había nada que pudieras hacer Rick.
- Soy el ser más patético que pisa la tierra.
- No seas tonto.
- Desde que conocí a Lisa la traté como basura y ahora que sé que es lo más importante de mi vida puedo haberla perdido.
- Rick…
- He sido un miserable, si a veces disfrutaba faltarle el respeto y no me importaba si le hacía daño… rayos, si cuando veía que se le humedecían los ojos sentía como si hubiese ganado un premio.
- Ya tendrás tiempo para arreglar las cosas.
- Y si no?.
- Basta Hunter!!!. Lisa es una mujer fuerte y tú lo sabes. Ha sobrevivido a peores.
- Es solo que…
- Se que tienes miedo, pero confía en ella. Los dos sabemos que no se va a dejar vencer tan fácilmente.
- Sí, es terca como una mula – dijo Rick con una media sonrisa.
- Que no te escuche – dijo George sonriendo.
Claudia entró a la cafetería y se dirigió a la mesa que estaban ocupando.
- El Almirante quiere verlos en su despacho.
George sorprendido preguntó – a mí también?
Claudia asintió y George tomó en brazos a Mark.
- Hay noticias? – preguntó ansioso Rick.
- Sí, pero el Almirante quiere dárselas.
Caminaron en silencio hasta el despacho del Almirante.
- George, Mark no puede entrar. Yo me puedo quedar con él.
- Gracias Claudia.
George depositó a Mark en un sillón junto a la puerta, se sacó la chaqueta para abrigar a Mark que seguía durmiendo y siguió a Rick al despacho.
El Almirante los esperaba sentado en su escritorio mientras jugaba con su pipa.
- Lamento haberlos hecho esperar tanto. Por favor tomen asiento.
Los dos se sentaron y esperaron a que el Almirante les informara de la situación.
- Hace diez días que perdimos contacto con la base del Amazonas. Al principio no nos preocupamos porque la Capitana Hayes me informó de un problema que tenían para comunicarse, así que se optó por la opción de comunicarnos una vez por semana. Pero los días comenzaron a pasar y no teníamos noticias y hoy se confirmaron mis temores – les dijo el Almirante.
Rick preocupado le preguntó – que ocurrió Señor?
- Por lo que nos informaron la base fue atacada por sorpresa. Lo primero que destruyeron fueron el arsenal, los Varitech y las antenas de comunicaciones. Los malcontentos sabían donde golpear para dejarlos vulnerables. La Capitana procedió a evacuar la base dándole prioridad a los sobrevivientes rescatados de la selva, los que tardaron poco más de una semana en llegar al puesto en Centro America.
- Disculpe Almirante, pero lograron evacuar a todos? – pregunto Rick temeroso.
- No Comandante. No había manera de transportar a toda la base.
- Y la Capitana Hayes está dentro de los sobrevivientes?.
George molesto dijo – Tu crees que Lisa iba a dejar a sus hombres?, por supuesto que se quedó en la base.
- Tiene razón doctor Carter – dijo el Almirante.
Rick sintió que el pecho se le oprimía y que la gravedad lo presionaba contra la silla.
George le dijo al Almirante – disculpe Señor, sé que no formo parte de la RDF y que no tengo derecho a saber nada de la misión de Lisa, pero sé por experiencia propia de que si Kovac está involucrado es porque es algo grande. Su orgullo no le permitiría participar en una misión insignificante. Es por eso que no logro entender como es posible de que vayan tan lejos simulando una pequeña misión y casi sin protección. Solo les faltaba un letrero en la frente que dijera “dispárenme”.
- Desgraciadamente la situación lo ameritaba – le contestó el Almirante.
Rick tratando de no alterarse le dijo al Almirante – disculpe mi atrevimiento Almirante, pero que demonios está ocurriendo?
El Almirante se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta – estoy cansado de estos juegos de espías – abrió la puerta y dijo – Claudia, acompáñenos por favor – y al ver a Mark durmiendo continuó – el pequeño recluta no va a ir a ninguna parte.
Dejó la puerta entreabierta y esperó a que Claudia tomara asiento para informarles de la misión.
- Lo que les voy a informar es algo que solo Lisa, Kovac y yo manejábamos, por lo cual les pido discreción. Lo incorporo dentro de esto doctor Carter porque leí su expediente y mientras perteneció a nuestras filas demostró ser un buen oficial, y además Lisa confía en usted – el Almirante tomó asiento, cogió su pipa y confesó – el verdadero motivo de la misión era buscar y dar caza a Khyron y a los malcontentos.
Rick se movió incomodo en su asiento mientras George y Claudia miraban atónitos al Almirante.
El Almirante prosiguió – y el motivo de tanto secreto es porque tenemos un espía infiltrado en nuestras filas.
- Hay un soplón en la RDF? – preguntó George sorprendido.
- Así es. En los últimos meses hemos perdido a varios infiltrados en el enemigo. Militares, civiles y Zentraedi, todos eran descubiertos y asesinados apenas comenzaban su misión. Por eso en abril Khyron nos pateó el trasero, no contábamos con ningún dato de inteligencia para ponernos sobre aviso de los planes de los malcontentos.
- Ahí es donde entra Kovac, verdad? – preguntó George.
- Así es. En una medida desesperada decidí juntar a nuestros dos oficiales más brillantes para detener a Khyron, y en parte la idea funcionó. Logramos al menos tener una idea de donde se encuentra y en las últimas semanas el área de búsqueda se redujo a una zona específica de la Selva Amazónica. La Capitana debería haber enviado un reporte detallando los últimos patrullajes a esa zona pero… si los atacaron es porque tienen que haber encontrado algo.
- Señor, tiene alguna idea de quien pueda estarle entregando información al enemigo? – preguntó Claudia.
- No, aunque en los últimos reportes recibidos, Lisa y Kovac sospechaban del General Jackson, pero nunca me fundamentaron sus sospechas. Lo que me recuerda que Jackson llega mañana temprano y quiero que apenas ponga un pie en la base lo traiga a mi despacho para que me informe lo que ocurrió allá.
- Sí Señor.
- Almirante, hay que ir a buscar a Li.. a la Capitana Hayes – dijo Rick.
- Por supuesto que hay que ir a buscar a la Capitana, al Coronel y al resto de los que quedaron atrás.
- Pido permiso para…
- Permiso concedido, quiero que prepare al Skull para que partan mañana mismo en una misión de búsqueda y rescate, entendido?
- Sí Señor.
- Además quiero que lleve a toda la caballería, no me interesa que opine inteligencia o el Alto Mando, no quiero perder a nadie más. Ya es hora de que esta guerra se acabe, así que si llegan a toparse con Khyron le ordeno que lo haga picadillo – encendió su pipa y continuó – tráigalos a casa Comandante.
- A la orden Almirante.
- Doctor Carter, le interesaría reintegrarse?
- Almirante? – preguntó sorprendido.
- Lo necesito Carter. Quienes quedaron allá tienen que estar heridos y usted además de ser doctor posee el entrenamiento y la experiencia de la guerra. Eso sin contar que su especialidad eran los patrullajes de reconocimiento.
George no sabía que decir.
- Tienes que ir papá – escucharon desde la puerta.
- Mark…
Mark con los ojos llorosos le dijo – tienes que traer a Lisa… prométeme que lo vas a hacer.
- Cuando me reintegro Almirante?
- En este mismo momento Mayor. Prepare sus cosas porque mañana viajará junto al Comandante Hunter.
- Sí Señor, a la orden Señor.
- Bien, creo que hemos concluido por hoy, los quiero a todos mañana a primera hora. Pueden retirarse.
Salieron del despacho y George se detuvo y maldijo en voz baja.
- Que ocurre? – le preguntó Rick.
- Los abuelos de Mark andan fuera de la ciudad y no van a volver hasta dentro de un par de semanas.
- Si quieres se puede quedar conmigo – le ofreció Claudia.
- No quiero abusar de tu confianza – le dijo George.
- No hay problema. Además es muy probable que los Sterling me dejen a Dana.
- Que opinas enano?
- Me voy a quedar con tía Claudia y Dana? Sí!!! – contestó entusiasmado.
- Como estás Rick? – le preguntó Claudia.
- No sé… solo quiero ir para allá lo antes posible – respondió cabizbajo.
- Animo piloto, estoy segura de que Lisa está bien.
- La vamos a encontrar Rick.
- Mañana va a ser un largo día.
…
Rick llegó temprano a la base para preparar todo para el viaje. Grande fue su sorpresa al encontrarse con todos los escuadrones que iban a participar en la misión en la pista de aterrizaje, listos para partir.
Max apenas lo vio se le acercó.
- Estamos todos listos jefe, solo falta que de la orden.
- Vaya, no esperaba encontrarlos a todos aquí.
- Bueno jefe, para todos la Capitana es muy importante. Además tenemos la oportunidad de ponerle un fin definitivo a la guerra, así que estamos todos ansiosos por partir.
- Y Miriya?
- Está con la Comandante Grant.
- Dana se va a quedar con Claudia?
- Sí, nos vamos con la tranquilidad de que va a estar en buenas manos. Además le vendría bien un poco de disciplina – dijo Max sonriendo.
- Mark también se va a quedar con Claudia.
- Lo sé, me lo dijo hace un rato.
- Ya llegó George?
- Sí, y es extraño verlo con uniforme – dijo divertido.
- Tengo que ir a hablar con Claudia para que me entregue las órdenes. Sabes donde está?
- Sí jefe, lo acompaño. Quiero despedirme de Dana.
A pocos metros de la pista encontraron a Claudia acompañada de Miriya, Dana y Mark.
- Hola Claudia, estamos listos para partir – le dijo Rick.
- Excelente piloto, aquí tienes tus órdenes.
- Quien va a estar a cargo?
- Tu.
- Yo? – preguntó sorprendido.
- Prefieres que esté a cargo Jackson?
- Estás loca?... ya llegó?
- Sí y el Almirante ya habló con él.
- Y que dijo?
- Habló pestes de Lisa y de Kovac y por supuesto que eso no le cayó en gracia al Almirante.
- Como es que él no se quedó en la base?.
- Según él, escapó de la base en un jeep durante el ataque.
- Y dijo algo sobre lo que ocurrió con Lisa durante el ataque?.
- Dice que no la vio, pero ni el Almirante ni yo le creímos.
- Por qué?
- Porque el Almirante le dijo que lo va a enviar de vuelta a la base porque él conoce el lugar y puede ser de gran ayuda y se opuso rotundamente, y cuando el Almirante le dijo que no era discutible se puso muy nervioso.
- No será porque él es el soplón?
- Puede ser. Si es él no creo que se atreva a hacer que ataquen la base porque él casi cayó en su trampa. Y si no, el Almirante lo ve como un castigo para el General por escapar y además no traer ninguna información útil.
Rick vio que se le acercaba un oficial que cuando llegó a su lado se cuadró para saludarlo.
- Mayor Carter reportándose, Señor.
Rick divertido le dijo – descanse. Rayos, casi no te reconozco. Donde estabas?.
- Tenía que terminar unos asuntos. Cuando nos vamos?.
Claudia contestó – Rick ya tiene las órdenes así que prepárense para despegar. Apenas llegue al puente les doy la luz verde.
- Bien hora de despedirse – ordenó Rick.
Rick aguardó en silencio mientras los Sterling y George se despedían de sus respectivos hijos, y no pudo evitar pensar tristemente que se marchaba y nadie iba a esperar por él – tengo que encontrar a Lisa – se prometió.
Después de despedirse dejaron a Dana y a Mark con Claudia. Mientras caminaban hacia la pista George recordó algo y se devolvió corriendo, le entregó un sobre a Claudia, y volvió con el grupo.
- Que fue eso? – le preguntó Rick a George.
- Nada, solo quería dejar todo en orden.
- En serio?, yo pensé que le estabas dejando una carta de amor a Claudia – dijo tratando de bromear.
- No seas idiota… Señor.
- Está bien que no te guste Claudia, pero no seas tan grosero.
- No es eso, Claudia es una persona maravillosa. Pero no me devolví a eso.
- El que Claudia sea tu superior tiene su ventajas – le sugirió Rick con una sonrisa.
- Lo dice por experiencia Comandante?.
Rick dejó de sonreír y le dijo preocupado – espero que Lisa esté bien.
- La vamos a encontrar Rick.
- Por que estás tan seguro?.
- Porque Mark me hizo prometerle que voy a hacer todo lo posible para que Lisa vuelva a casa… y nunca he roto una promesa y no pretendo empezar ahora.
Rick se detuvo en medio de la pista y gritó – muy bien, todos a sus puestos, vamos a despegar.
Se dio un momento para observar como todos corrían a sus cazas o abordaban rápidamente un avión.
Subió a su Varitech y mientras esperaba la orden de Claudia, tuvo que evitar que la ansiedad se apoderara de él. Miro su pantalla y lo único que quería era que apareciera la imagen de Lisa y que le dijera que todo era un mal sueño, pero muy a su pesar la imagen que apareció fue la de Claudia.
- Líder Skull, tiene permiso para despegar.
- Entendido Comandante.
- Tráelos a casa Rick, buena suerte.
Rick sonrió tristemente y pensó – bien Lisa, tu caballero en armadura va en camino.
…
Continue / Continua: Yes / Si
Feedback / Comentarios: Yes / Si
Author email / email del autor: alfananiARROBAmi.cl