Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Resolución de Año Nuevo

Chapter / Capitulo: 13

Author / Autor: Polaris

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Romance

Angst / Drama

Fanfic: Capítulo 13: Cumpleaños de Mark. 
 
 
Después de una semana tranquila, Lisa y Rick se encontraban en casa de George en su ya acostumbrada cena de fin de semana. 
Mientras cenaban, Mark no le quitaba la vista de encima a Rick. 
- Que ocurre Mark? – le preguntó Rick. 
Mark sonriendo le respondió – el jueves estoy de cumpleaños. 
- Lo sé… que quieres que te regale?. 
- Quiero que me enseñes a volar. 
- Aquí vamos de nuevo – murmuró George cansado. 
- Aun eres muy pequeño para aprender a volar Mark – le dijo Lisa. 
Mark miró tristemente a Lisa – pero yo quiero volar. 
- Aun no te puedo enseñar a volar, pero si quieres te puedo llevar a dar un paseo – le dijo Rick. 
A Mark se le iluminó el rostro – en un Varitech?. 
- En algo mucho mejor – respondió sonriendo. 
- Hay algo mejor que un Varitech? – preguntó George. 
- Según Rick, sí – respondió Lisa con una sonrisa. 
- Con esa joya gané varias competencias – dijo Rick orgulloso. 
Mark entusiasmado le rogó a George – papá, Rick me puede llevar a dar un paseo?, por favor?. 
George se quedó pensando un momento. 
- Vamos George, no tienes de que preocuparte. Rick es un excelente piloto – le aseguró Lisa. 
- Está bien. Al menos me tranquiliza saber que no es un Varitech, no quiero que Mark se vea envuelto en un enfrentamiento. 
- Gracias papá – le dijo Mark mientras lo abrazaba – puede venir Dana?. 
Lisa y Rick los miraron con curiosidad. 
- Desde que fuimos donde los Sterling que no deja de hablar de Dana. 
- Es una bebé muy linda… y muy traviesa – dijo Mark sonriendo. 
- Como está Dana? – preguntó Lisa. 
- Solo tiene lo habitual de una bebé de su edad. Aunque me fijé que tiene marcas de varios exámenes que le han hecho. Pobre niña, entiendo que quieran estudiarla por ser la primera persona nacida de un humano y una Zentraedi, pero es solo una bebé – dijo molesto. 
- Hay algo que se pueda hacer para evitar que sigan experimentando en ella? – preguntó Lisa. 
- El lunes me voy a juntar con Max y Miriya para pedirle al doctor Lang que no le hagan más estudios a Dana. Ya se ha demostrado que genéticamente somos muy parecidos a los Zentraedi y no creo que sea necesario seguir sometiendo a tantos exámenes a la pequeña, sobre todo porque muchos de ellos son dolorosos. Espero que el doctor Lang nos escuche y dejen tranquila a Dana, aunque sea por un tiempo. 
- Si no se va a tener que enfrentar a toda la furia de Miriya – dijo Rick. 
- Con una amenaza así no creo que el doctor Lang rechace la petición – dijo Lisa. 
- Eso espero – dijo George sonriendo. 
- Cuando me vas a llevar a volar Rick? – le preguntó Mark. 
- Si quieres podemos hacerlo el jueves. 
- No tienen que trabajar? – preguntó George. 
- Como las cosas han estado tranquilas, le pedí al Almirante que nos diera el jueves a cuenta de vacaciones, y el aceptó con la condición de que disfrutáramos el día – respondió Lisa sonriendo. 
- En serio te dijo eso? – preguntó Rick. 
- Sí, también me dijo que no recordaba cuando había sido la última vez que habíamos pedido un día libre, y para serte honesta, yo tampoco lo recuerdo – admitió Lisa. 
- Ni yo – dijo Rick. 
- Desde cuando que no toman vacaciones? – preguntó George. 
Lisa bromeando le preguntó – vacaciones?, que es eso?. 
- Gracias a Khyron que no sabemos lo que es tomarse un par de días libres. Y nos hacen mucha falta – dijo Rick. 
- Ya me estoy empezando a preocupar. Hace tiempo que los malcontentos están tranquilos. Espero que no ocurra lo mismo de abril – dijo George. 
- Ojalá supiéramos lo que está planeando ese demente – dijo Rick. 
Rick y George se quedaron mirando fijamente a Lisa. 
- No – les dijo Lisa. 
Rick y George continuaron mirando insistentemente a Lisa. 
- Olvídenlo – al ver que no le hacían caso prefirió preguntarle a George – por qué mejor no nos cuentas de cuando conoces a Marko?. 
- Sí, nos prometiste que nos ibas a contar – le recordó Rick. 
George incómodo miró a Mark y le dijo – enano, por qué no vas a jugar con tu simulador de vuelo un rato?. 
- Es una historia de cuando estabas en el ejercito? – le preguntó Mark. 
George asintió. 
- Yo también quiero escucharla – pidió Mark. 
- Lo siento enano, pero hay partes de la historia que no vas a entender porque estás muy pequeño. Cuando seas más grande te la cuento, está bien?. 
Mark algo enfadado le respondió – está bien, pero no me gusta eso de que para todo soy demasiado pequeño. 
George sonriendo le dijo – ten paciencia enano… después te desafío a un combate aéreo. 
- Papá, no crees que estás demasiado grande para jugar con mis juegos de video? – le preguntó y se retiró a su habitación mientras Lisa y Rick hacían lo posible por no reírse. 
- Está creciendo muy rápido – dijo George sonriendo. 
- Y heredó tu sentido del humor – dijo Rick. 
- Cada día se parece más a ti – le dijo Lisa sonriendo. 
- Espero que no demasiado porque yo volvía locos a mis padres con mis travesuras – recordó sonriendo. 
Rick se aseguró de que Mark había cerrado la puerta de su habitación y le dijo a George – bien, cuéntanos de Kovac. 
George hizo memoria – lo conocí durante la guerra global, estábamos estacionados en la misma base. A pesar de tener 21 años, Kovac destacaba por ser un excelente soldado, y además había demostrado ser muy hábil para interrogar prisioneros. Y muy a mi pesar debo admitir que Kovac es un tipo brillante… además de arrogante y orgulloso. Yo tenía 17 años y juntó a mi escuadrón quedamos bajo sus órdenes. El era un buen líder y nos exigía lo mejor de nosotros para cumplir nuestra misión que era perseguir al enemigo, atacarlo por sorpresa y si se podía, volver con un prisionero para que él le sacara toda la información posible. Cuando no estábamos de servicio nos reuníamos en un improvisado bar dentro de la base y Kovac, a pesar de ser nuestro superior, compartía con nosotros como si fuera uno más, en esos momentos los grados no existían. Con el tiempo nos hicimos buenos amigos – se tomó un momento para ordenar sus recuerdos – todo iba bien hasta que un día recibimos la noticia de que su hermano había sido capturado por el enemigo y… bueno, digamos que no le dieron una muerte muy digna. Eso lo cambió, se volvió frío… es cierto que para sacarle información a los prisioneros había que torturarlos, pero ya no le importaba si el prisionero moría mientras lo interrogaba. En más de una oportunidad me ordenó que le ayudara a hacer hablar a alguien y me ví obligado a hacer cosas que prefiero olvidar… él daba las órdenes y yo hacía el trabajo sucio. – dijo avergonzado – un día durante un interrogatorio obtuvimos datos de que el enemigo pretendía atacar una ciudad bastante poblada, de hecho querían borrarla del mapa, y que quien estaba ideando el plan estaba escondido en un pueblo cercano a la Base. Por supuesto que rápidamente averiguó el lugar exacto y nos ordenó no dejar ni siquiera los cimientos del escondite. A media noche partimos armados hasta los dientes comandados por él hasta donde estaba escondido nuestro objetivo – George se tomó un momento para beber un poco de agua y continuó – aun era de noche cuando llegamos a una pequeña casa y Kovac nos ordenó entrar y sacar a todos los ocupantes. Yo esperaba encontrar un grupo de hombres fuertemente armados dispuestos a oponer una dura resistencia, pero nos encontramos con una pequeña familia. Los sacamos a todos de la casa y le entregamos el prisionero a… les prometo que jamás me pude haber imaginado lo que nos iba a ordenar – confesó George tratando de evitar el nudo que se le estaba formando en la garganta. 
- Que les ordenó? – preguntó Lisa. 
- Primero nos hizo amarrar al tipo a un poste para que no huyera. Kovac le dijo que quería información y por supuesto que el prisionero se negó. Entonces lo amenazó diciéndole que si no le daba la información que quería iba a ordenar que matáramos uno a uno a sus familiares – dijo George cabizbajo. 
- Pero fue solo una amenaza, verdad? – preguntó Lisa. 
George negó con la cabeza – nos hizo partir por los hijos. 
Lisa y Rick lo miraban sin dar crédito a lo que acababan de oír. 
- Rayos, el tipo era un desgraciado, pero nadie merece que maten a toda su familia frente a sus ojos. Y cuando Kovac obtuvo toda la información que quería, el mismo mató al prisionero – dijo George apretando los puños – odie a Kovac con toda mi alma… me odie a mi mismo… el menor de los hijos de ese hombre debe haber tenido 8 años y yo fui partícipe de su muerte… cuando me uní al ejercito prometí proteger a los inocentes, no matarlos – y furioso agregó – y saben lo que es peor?, que nos recibieron como héroes, nos condecoraron y nos ascendieron. 
- No tenía idea de que algo así hubiese ocurrido – dijo Lisa asombrada. 
- Por supuesto que no, se destruyeron todas las pruebas. O como decía Kovac, lo que ocurre en inteligencia, queda en inteligencia. 
- Después que ocurrió? – preguntó Rick. 
- Después de que llegamos a la base fui hasta su habitación y lo enfrenté… en realidad le caí a golpes. Le exigí una explicación y me dijo que la guerra apesta, y que si para salvar a millones de personas había que matar a unos pocos, entonces había que hacerlo aunque murieran algunos inocentes. En parte tenía razón… pero demonios, eran solo unos niños! – dijo tratando de no quebrarse. 
- Y no te envió a corte marcial? – le preguntó Lisa. 
- No. Al menos eso demuestra que se sentía culpable o que tiene conciencia – se aclaró un poco la garganta – y esa es una de las razones por la que nos odiamos. 
- Hay más razones? – preguntó Rick. 
George asintió con la cabeza - unas semanas más tarde la base fue atacada, caían bombas por todos lados. Recuerdo que durante el ataque lo vi salir de uno de los edificios cuando una bomba cayó cerca de él y la explosión lo lanzó a varios metros. Yo tenía un par de heridas y como pude llegue a su lado para ayudarlo. El estaba conciente pero la explosión le había amputado la pierna derecha. Como pude detuve la hemorragia y un soldado me ayudó a ponerlo a salvo. Me pidió que buscara su pierna, pero no la encontré y me culpa por eso. Como si el encontrarla hubiese hecho alguna diferencia – dijo sonriendo con ironía – cinco días más tarde terminó la guerra. La última vez que lo vi fue cuando lo transportaban desde la base a un hospital. 
- Que hiciste cuando terminó la guerra? – le preguntó Lisa. 
- Cuando todo terminó tenía 18 años y decidí ingresar a la escuela de medicina porque creía que si desde ese momento salvaba vidas podría volver a dormir tranquilo - se quedó pensando un momento - sé que nunca voy a poder reparar todo el daño que hice, pero creo que si me esfuerzo ayudando a quien lo necesite podré limpiar un poco mi conciencia – confesó – mientras hacía mi internado conocí a la futura doctora Carter. Cuando terminé mis estudios me retiré del ejercito y me uní a doctores sin fronteras, pero volví a la “civilización” porque no podía dejar de pensar en Susan… y creo que ya conocen el resto de la historia – dijo tratando de bromear. 
Después de un largo silencio Rick le preguntó – por qué te dijo payaso tan enojado?. 
George sonrió y respondió – me gustaba mantener en alto el espíritu de la base y cada cierto tiempo hacía unas pequeñas bromas para subir el ánimo. Aunque algunas veces terminé en una celda a pan y agua. 
- Y supongo que Marko fue una de tus víctimas – dijo Lisa. 
- Claro, pero siempre me descubría, no sé como lo hacía. Una vez mientras dormía le pinté la cara, tú sabes, bigotes, barba de chivo, cejas y cuernos, y no se dio cuenta. Desgraciadamente antes de que amaneciera hubo una alerta y él se levantó rápidamente para que el escuadrón que acababa de llegar le informara de la situación, y como se pueden imaginar no le agradó mucho que los soldados se rieran de él. Cuando se dio cuenta de mi pequeña broma me tuvo castigado toda la noche formado en el patio. Lo malo es que esa noche tuvimos tormenta. Esa fue la última broma que le hice… hasta la de la semana pasada – dijo sonriendo. 
- Y si te descubre? – preguntó Rick. 
- No me puede castigar. 
Lisa se quedó pensando un momento – volverías al servicio activo?. 
- Si me necesitan, claro que lo haría. Creo que ya he superado un poco mi pasado como para hacerlo, de hecho trate de hacerlo mientras estábamos en el espacio, pero no les servía. Además ahora sé que Mark quedaría en buenas manos si me pasa algo. 
- Hablando de Mark, que vamos a hacer el jueves? – preguntó Lisa. 
- Desgraciadamente tengo que trabajar. En la mañana va a estar con sus abuelos y si quieren durante la tarde es todo suyo. 
- Donde lo podemos llevar? – preguntó Rick. 
- Donde ustedes quieran. Confió en que me lo devolverán en una sola pieza – dijo bromeando. 
- Por curiosidad, tiene algo que ver el nombre de Mark con Kovac? – preguntó Rick.  
George sonriendo respondió - sí, una vez mientras seguíamos el rastro del enemigo fuimos atacados. Teníamos pocas posibilidades se sobrevivir y mientras se desataba el infierno a nuestro alrededor, hicimos una promesa de que si salíamos vivos de esa, nombraríamos a nuestro primer hijo con el nombre del otro. Locuras que se hacen en momentos de terror… pero bueno, una promesa es una promesa. 
- Seguro que no tienes problemas en que pasemos la tarde con Mark? – preguntó Lisa. 
- Ninguno, es más, traten de distraerlo el máximo posible porque este es su primer cumpleaños sin su madre – dijo apesadumbrado. 
Lisa sonrió comprensivamente – a que hora lo quieres de vuelta?. 
- El jueves salgo tarde, te parece si mejor lo voy a buscar a tu casa?. 
- Claro. 
- Podríamos festejarlo en tu casa Lisa – sugirió Rick. 
- Tienes razón – respondió Lisa. 
- No se molesten tanto – dijo George incómodo. 
- No es molestia – le aseguró Lisa. 
Mark salió de su habitación y le preguntó a George – ya puedo estar aquí?. 
- Sí enano. Te gustaría pasar toda la tarde del jueves con tus tíos favoritos?. 
- En serio?, toda la tarde? – preguntó contento. 
Lisa y Rick asintieron. 
- Sí!. 
- Muy bien, es todo suyo – dijo George sonriendo. 
 
… 
 
Lisa y Rick después de pasar a buscar a Mark a la casa de sus abuelos, se fueron directamente a un pequeño aeropuerto a las afueras de la ciudad. 
- En donde está? – preguntaba Mark emocionado. 
- Tranquilo, ya falta poco – le respondió Rick sonriendo. 
Caminaron hasta un hangar y Rick se adelantó para abrir la puerta. 
- Cierra los ojos - le dijo a Mark. 
Mark cerró los ojos y entró al hangar ayudado por Lisa. 
- Ahora puedes mirar – le dijo Rick. 
Mark emocionado abrió los ojos y se quedó mirando decepcionado al avión que tenía delante de él. 
- Que es eso? – preguntó mientras Lisa evitaba reírse. 
- “Eso” es el Mockingbird – respondió orgulloso. 
- Y esa cosa vuela? – preguntó Mark mientras Lisa trataba de contener la risa. 
- Hey, no te rías – le dijo a Lisa – Mark, con esta maravilla gané varias competencias, es excelente para hacer piruetas. 
Mark lo miró inseguro. 
- Mark, tu crees que Rick es un buen piloto? – le preguntó Lisa. 
Mark asintió. 
- Confías en él?. 
- Sí. 
- Y por qué no quieres volar con Rick? 
- Quiero volar con Rick, pero no en esa cosa. 
- Te prometo que no te va a pasar nada – le dijo Lisa sonriendo. 
- Y yo te prometo que te vas a divertir como nunca – le dijo Rick. 
Al ver que todavía no estaba muy convencido, Rick le preguntó – y si Lisa viene con nosotros?. 
- Así sí – respondió Mark sonriendo. 
Lisa miró a Rick algo molesta. 
- Vamos Lisa, es su cumpleaños – le dijo burlonamente. 
- Está bien – aceptó desganada. 
- Entonces preparémonos para despegar – dijo Rick sonriendo. 
 
… 
 
Llevaban varios minutos en el aire y durante todo ese rato Mark no había despegado la vista de los controles. 
Lisa que iba sentada junto a Mark le preguntó – por qué no miras para afuera?, la vista está muy bonita. 
Mark miró a Lisa y volvió a mirar los controles. 
- Mark, que te parece si te paso el control del avión? – le preguntó Rick. 
- En serio? – preguntó entusiasmado. 
- Rick, no creo que sea conveniente – lo regañó Lisa. 
- Vamos Lisa, si hay algún problema solo tengo que retomar el control. 
- A George no le va a gustar. 
- Lisa, por favor – le rogó Mark. 
- Sí Lisa, por favor – dijo Rick imitando a Mark. 
- Está bien, pero solo un momento – aceptó derrotada. 
- Genial… bien Mark, es todo tuyo – dijo Rick sonriendo. 
Mark puso toda su atención en los instrumentos. 
- Bien Mark, volar no es solo mover una palanca, tienes que fijarte en todos los instrumentos que tienes delante de ti, todos son importantes. Debes verificar siempre la altitud, el horizonte, la brújula, el radar… 
- Rick – lo interrumpió Lisa. 
- Si?. 
- Deja que disfrute de su primer vuelo. 
- Pero es que eso es básico para aprender a volar. 
- Pero está tan concentrado que no ha escuchado nada de lo que le has dicho – dijo Lisa sonriendo. 
- Es verdad – admitió sonriendo. 
- Parece que te entusiasmó la idea de enseñarle a volar. 
- Sí, espero que George me deje hacerlo. Me gustaría enseñarle para que sirve cada instrumento, para que después no le sea muy difícil aprender a volar. 
- Eso si George no te mata primero – le dijo Lisa burlonamente. 
- Si no “nos” mata – le corrigió Rick sonriendo. 
- Según tu opinión experta, como lo ha hecho hasta el momento?. 
- Excelente… seguimos en el aire, no? – respondió bromeando – y en voz baja le dijo indicando sus controles – además… 
Lisa se fijó en que Rick no había dejado de pilotar el avión. 
Rick medio en serio le preguntó – creías que lo iba a dejar?.  
Después de unos minutos Rick “retomó” el control del avión. 
- Que te pareció Mark? – le preguntó Rick. 
- Me gustó – respondió contento. 
- Me alegro, si quieres podemos volver a hacerlo otro día. 
- Sí!!!! 
Rick preguntó sonriendo – que tal si aprovechemos de hacer unas piruetas antes de aterrizar? 
- Sí!!! – gritó Mark entusiasmado. 
- Rick, nada de acrobacias – lo regañó Lisa. 
- Oh vamos Lisa, una sola – dijo Rick mientras hacía un loop. 
- Rick! 
- Te gustó Mark? – le preguntó Rick. 
- Sí, has otro. 
- Que te parece si lo hacemos al revés?. 
- Al revés? 
Rick hizo un loop invertido, mientras Mark celebraba. 
- Bien Mark, suficiente por hoy, cuando estés más grande te enseño otras acrobacias. 
- Está bien - dijo contento. 
- Que te pareció Lisa? 
- Entretenido – admitió. 
- En serio? 
- Sí, menos mal que no se te ocurrió lanzarte en picada. 
Rick sonriendo le dijo – no todavía. 
- Que te gustaría hacer ahora Mark? – le preguntó Lisa. 
- Quiero ir al parque de diversiones. 
- Hay un parque de diversiones? – preguntó Lisa. 
- No, pero camino al aeropuerto vi que se había instalado una feria. 
- Entonces vamos para allá. 
- Sí!!! 
 
… 
 
En la feria, Mark trataba de subirse a cuanto juego podía mientras Rick y Lisa lo observaban. 
- No creí nunca que volvería a estar en una de estas ferias – admitió Rick sonriendo. 
Lisa se mantuvo en silencio. 
- Cuando fue la última vez que fuiste a una?. 
- La verdad es que nunca fui a una, Rick. 
- Nunca? – preguntó asombrado. 
Lisa negó con la cabeza. 
Rick miró alrededor y vió que junto al juego en el que estaba Mark había uno para demostrar fuerza. 
- Si hago sonar la campana que me ganó? – le preguntó al encargado. 
- Puede elegir entre una muñeca Minmei y un oso de peluche. 
- Te gustaría tener un oso de peluche? – le preguntó a Lisa. 
Lisa sonriendo le respondió – claro. 
Rick cogió el mazo y lo hizo caer con toda su fuerza sin lograr hacer sonar la campana. 
- Mejor suerte para la próxima – le dijo el encargado. 
- Tiene que estar malo – se quejó Rick. 
- Oiga, no es mi culpa que usted sea un debilucho. 
- Debilucho? – preguntó enojado. 
- Vamos Rick, estos juegos siempre están arreglados – le dijo Lisa en voz baja. 
- Voy a intentar de nuevo. 
- Rick, no es necesario. 
Volvió a hacer caer el mazo y la campana seguía sin sonar. 
- Oh vamos. Este juego está arreglado – se quejó molesto. 
- El juego está bien. Es usted el que no entiende que está haciendo el ridículo frente a la señorita. 
Rick enojado le dijo – no estoy haciendo el ridículo, lo que pasa es que usted es un… 
- Puedo probar yo? – preguntó Mark. 
- Claro – le dijo el encargado. 
Mark levantó el mazo y lo dejó caer haciendo sonar la campana. 
- Que?! – dijo Rick incrédulo. 
- Bien hecho Mark – lo felicitó Lisa. 
Mark recibió orgulloso su premio y le dijo a Lisa – para ti. 
Lisa sonriendo aceptó el regalo. 
- Soy más fuerte que Rick – dijo Mark sonriendo. 
- Quiero probar otra vez – dijo Rick. 
- Rick… 
- Es que quiero ganar algo para ti. 
Lisa sonrojada le dijo – entonces probemos en otro juego porque ese tipo no te va a dejar ganar. 
Siguieron probando algunos juegos hasta que a Rick le llamó la atención uno. 
- Quiero probar en ese – dijo Rick. 
- En cual? – preguntó Lisa. 
- En ese en que hay que dispararle a los patos. 
- No hay nadie atendiendo. 
- Quieren probar su puntería? – escucharon que les preguntaban. 
- Usted de nuevo? – preguntó Rick al ver que era el mismo encargado. 
- Claro, soy el dueño de la feria – le respondió sonriendo mientras le entregaba una escopeta. 
Rick apuntó y comenzó a disparar. 
- Mejor suerte para la próxima – le dijo el encargado burlonamente. 
- Rayos! 
- Rick, déjalo. 
Rick sin hacerle caso siguió disparando. 
- Terco – murmuró Lisa. 
- Lisa, me puedes comprar un algodón de azúcar? – le preguntó Mark. 
- Claro. 
Después de varios intentos fallidos el encargado le preguntó – para que sigue insistiendo?. 
- Porque quiero ganarme un premio – le respondió molesto. 
- Y para que quiere un premio, si ya se ganó la lotería. 
Rick dejó de disparar y el encargado le indicó a Lisa que estaba sentada junto a Mark en una banca a unos metros del juego. 
- No creo que necesite esforzarse tanto para impresionar a la señorita. 
Rick lo miró avergonzado – pero quiero que tenga un recuerdo de un día en que no lo estropeé todo. 
- En ese caso, este juego va por la casa – le dijo el encargado sonriendo mientras le entregaba otra escopeta. 
Rick volvió a disparar y esta vez dio en los blancos. 
- Muy bien caballero – lo felicitó el encargado. 
Lisa se acercó y le preguntó – ganaste?. 
Rick asintió con una sonrisa orgullosa. 
- Por su perseverancia, aquí tiene su premio – le dijo el encargado mientras le entregaba un enorme oso de peluche. 
Rick lo recibió y le dijo a Lisa sonriendo – este también es para ti. 
- Nos podemos ir a casa? – preguntó Mark cansado. 
- Ya te quieres ir? – preguntó Rick. 
- Es tarde – dijo Lisa. 
Rick miro al rededor y se dio cuenta de que estaba oscureciendo. 
- Cuanto rato estuve jugando? 
- Más de una hora. 
- Lo siento – se disculpó Rick avergonzado. 
- Y yo que pensaba que era a Mark a quien no iba a poder sacar de los juegos – dijo Lisa sonriendo. 
- Pero al menos te llevas a casa un enorme oso de peluche… si es casi del tamaño de Mark!. 
Lisa bromeando le dijo – pero me lo pude haber llevado mucho antes si te hubieses fijado en que el cañón de la escopeta estaba torcido. 
- Sí me fijé, pero así lo hacía más interesante. 
- Y por qué después cambiaste de escopeta? 
Rick sonrojado admitió – está bien, no me dí cuenta. 
Lisa riéndose le dijo – mejor vamos a casa. 
 
… 
 
Llegaron a casa de Lisa y Mark algo somnoliento se sentó en el sillón. 
- Estás muy cansado? – le preguntó Lisa. 
Mark asintió con la cabeza. 
- Que lástima, entonces no vas a abrir tu regalo – bromeó Rick. 
- Regalo? – preguntó Mark mientras el cansancio desaparecía. 
- Sí, regalo. Pero lo puedes abrir después de que soples las velas – le contestó Lisa sonriendo. 
Mark miró alrededor buscando el pastel. 
- Pero primero vamos a esperar a que llegue George. 
- El también va a soplar las velas? – preguntó Mark. 
- No, eso lo hace solo el que cumple años – contestó Rick. 
- Por eso – dijo Mark 
- Tu papá está de cumpleaños? – preguntó Lisa. 
Mark asintió con la cabeza - somos del mismo día. Pero parece que él no quiere celebrar su cumpleaños. 
- Por qué lo dices? – le preguntó Lisa. 
- Parece que está algo enfermo. Desde hace unos días que anda con los ojos hinchados, la nariz colorada y muy triste. Él me dice que no es nada, que es solo una alergia. 
Lisa y Rick se quedaron mirando comprensivamente. 
- No te importaría compartir el pastel con George? – le preguntó Rick. 
Mark negó con la cabeza. 
Llamaron a la puerta y Lisa fue a abrir. 
- Hola enana, espero no haber llegado muy tarde – la saludó George. 
- Nosotros hace poco que llegamos – se le acercó y dándole un abrazo le dijo – feliz cumpleaños George. 
George sorprendido le preguntó – como supiste? 
- Mark nos contó… por qué no me dijiste? 
- Es solo que… - dijo tristemente, guardó silencio e inconcientemente miró el anillo que llevaba en la mano izquierda. 
Lisa entendiéndolo le dijo – vamos, Mark quiere soplar las velas. 
Rick al ver a George le palmoteó la espalda y le dijo sonriendo – felicidades viejo. Ya son tantos los años que no quieres celebrarlos? 
- Hey, no son tantos – respondió sonriendo. 
- Cuantos son? 
- Treinta y tres – respondió Mark. 
- Enano, eso no se dice – se quejó George con una sonrisa. 
Lisa llevó el pastel a la mesa y le dijo a Mark – pide un deseo. 
Mark se quedó pensando un momento, miró a Lisa, después a Rick, y sonriendo sopló las velas. 
Para Lisa y George el gesto de Mark no pasó desapercibido. 
- Que pediste? – le preguntó Rick 
- Un primo – respondió Mark haciendo que Lisa se sonrojara y que George estallara en una carcajada. 
Rick al no entender que ocurría preguntó – de que me perdí? 
- De nada – respondió Lisa mientras trataba de recuperar su color natural. 
Rick prefirió dejar pasar el tema y le entregó un paquete a Mark. 
Mark rápidamente lo abrió y sacó un Varitech. 
- Sé que ya tienes un par, pero este no es uno cualquiera. Este es el que vuelo yo, el Skull uno – dijo Rick orgulloso. 
- Es muy bonito… y a ti quien te lo dio? 
Rick con un dejo de tristeza le respondió – lo heredé de mi mejor amigo, alguien a quien considero como mi hermano mayor… Roy. El me enseñó a volar… incluso por él ingresé a la RDF. 
- Como un hermano? 
- Sí, como un verdadero hermano. Lo que más recuerdo de él es que siempre me contaba historias de las aventuras que tenía en sus viajes, de las nuevas acrobacias que había aprendido y de… bueno, de cosas que te contaré cuando estés más grande – respondió sonriendo. 
- Tú eres como un hermano mayor para mí – le dijo Mark. 
- En serio? – preguntó Rick. 
- Sí. Siempre me cuentas historias… y me estás enseñando a volar – respondió sonriendo. 
- Te está enseñando a volar? – preguntó George. 
- Sí, hoy me dejó pilotar el Muffin Bird – respondió Mark feliz. 
George miró enojado a Rick – lo dejaste volar un avión? 
Lisa le dijo en voz baja a George – después te cuento. 
George no muy convencido le hizo caso a Lisa. 
- Y también hicimos unas piruetas – continuó Mark. 
George volvió a mirar enojado a Rick y Lisa lo tranquilizó con la mirada. 
- Y después fuimos a una feria y gané un oso para Lisa… y soy más fuerte que Rick!!!. 
- Hey, solo fue suerte – dijo Rick sonriendo. 
George algo incomodo preguntó – que es el Muffin Bird? 
- Mockingbird – le corrigió Rick mientras Lisa trataba de no reírse. 
- Es una cosa que no parece mucho avión, no es muy bonito, pero vuela muy bien – respondió Mark. 
Rick de su billetera sacó una fotografía y se la pasó a George – ese es mi avión. 
George miró la foto y le preguntó – subiste a mi hijo a ese pedazo de chatarra?. 
- Pedazo de chatarra?, pero si es una maravilla. 
- Y como es eso de que hicieron unas piruetas? 
- Fueron solo dos pequeñas acrobacias, nada del otro mundo. 
- Toma en cuenta de que Rick es uno de los mejores pilotos que he conocido – le dijo Lisa. 
George después de estar un rato en silencio, miró a Rick y bromeando le dijo – no sé que es peor. Que Mark sea más fuerte que tú, o que en tu billetera tengas una foto de tu avión. 
Rick lo miró dándoselas de ofendido. 
- No estás enojado? – le preguntó Lisa. 
- No, me devolvieron a Mark entero… y además tiene que haber una buena explicación de por qué mi hijo pilotó un avión. 
Mark dio un bostezo y Lisa le preguntó – quieres tenderte en mi cama? 
Mark asintió y Lisa lo llevó a su habitación. 
- Bien Hunter, que hacía mi hijo pilotando un avión? 
- El cree que lo hizo, pero la verdad es que nunca dejé los controles. 
- Seguro? 
- Lisa está de testigo. 
Lisa que acababa de volver dijo – es cierto George, Rick no soltó los controles. 
George asintió y seriamente les dijo – gracias por lo que hicieron por Mark hoy… estoy en deuda con ustedes. 
- No seas tonto George, lo hicimos porque quisimos – le dijo Lisa. 
- Además lo pasamos muy bien. Si quieres lo podemos hacer de nuevo - le ofreció Rick. 
- Claro, así practican – dijo burlonamente George. 
- George! – lo regañó Lisa sonrojada. 
Rick al no entender lo que quiso decir George dijo – pero Lisa, así le puedo enseñar lo básico para que aprenda a volar – haciendo que Lisa y George se rieran de buena gana. 
- Mejor nos vamos, el pobre enano está agotado – dijo George sonriendo. 
- Necesitas ayuda? - le preguntó Rick. 
- No estoy tan viejo como para no poder cargar a mi hijo – le respondió bromeando. 
George cargó a Mark hasta el coche mientras Lisa y Rick lo acompañaban. 
- Te llevo, Rick? 
- No, voy a ayudar a ordenar a Lisa. 
George los miró con suspicacia y se despidió de ellos. 
Después de que terminaron de ordenar se sentaron en el sillón separados por el oso que había ganado Rick. 
- Deberíamos repetirlo – dijo Rick. 
- Sí, pero no sé cuando podamos tener otro día libre con Mark – dijo Lisa. 
- Bueno… si no viene Mark, podríamos pasar el día los dos… juntos – dijo Rick un poco nervioso. 
- Rick… 
- Admito que contigo lo paso muy bien. 
- Yo también. 
- Entonces? 
Lisa sonriendo le respondió – está bien, pero nada de ferias. 
- Pero dime si no te gustó lo que me gané – le dijo Rick devolviéndole la sonrisa. 
Lisa observó detalladamente al oso y se largó a reír. 
- Que te ocurre? – le preguntó Rick confundido. 
- Nada, es solo que… mira, el oso es negro y tiene los ojos azules. 
- Que tiene? 
- Es que se parece a ti – respondió sonriendo. 
- Que?, no me parezco a ese oso. 
- Sí, tienen el mismo color de pelo y de ojos, aunque está mejor peinado que tu. 
- Hey, este peinado vuelve locas a las chicas. 
- Vaya, no conocía esa faceta de galán. 
- Eso pasa cuando creces con Roy – dijo sonriendo. 
- Alguna de sus enseñanzas te funcionó?. 
- La verdad es que no – admitió haciendo reír a Lisa – en algunas ocasiones me hicieron quedar en vergüenza. 
- Como cual?. 
- No te voy a contar. 
- Tan malos son los recuerdos? – le preguntó burlonamente. 
- Es solo que todas se fijaban en él y aunque yo trataba de llamar la atención, solo era el “simpático” amigo de Roy – recordó sonriendo. 
- Simpático… eso debió doler. 
Rick riéndose le dijo – rayos, se las ganaba a todas. No se que tenía que hacía que todas se volvieran locas por él. 
- Aparte de ser alto, rubio, atractivo y encantador?, no se me ocurre. 
- Que no te escuche Claudia. 
- No hay problema. Roy no era de mi tipo, pero admito que era especial, sino Claudia no se hubiese fijado en él. 
- Me gustó eso que dijo Mark de que para él soy como un hermano mayor. Espero poder influir en su vida como Roy lo hizo en la mía. 
- Realmente te agrada la idea de enseñarle a volar. 
- No es solo eso Lisa. Como te dije hace unas semanas, he tenido mucho en que pensar y me di cuenta de que ya no soy un jovencito inmaduro que cree que todo es fácil. Soy un hombre y un soldado, que tengo responsabilidades y sé que cualquier día puedo caer en combate. Tengo que aprovechar las oportunidades que tengo por delante para disfrutar la vida. No tengo una familia propia, pero tengo un pequeño grupo de amigos que son como mi familia. Y mientras pensaba en lo que había hecho con mi vida, me di cuenta de que no tengo a quien dejarle un legado o ser la inspiración o modelo a seguir de alguien… y un día aparece este niño que me ve como si fuera la gran cosa y no sé… me hace sentir importante. Pero sobre todo me hace recordar la relación que tenía con Roy y me encantaría poder hacer por alguien lo que Roy hizo conmigo. 
Lisa después de guardar silencio un momento le dijo – solo habría un pequeño problema. 
- Que George no me deje? 
- Otra cosa. 
- Que cosa? 
- Como le vas a enseñar las técnicas de galán de Roy si a ti no te resultaron? – le preguntó bromeando. 
- Bueno, será mi “simpático” aprendiz – respondió sonriendo mientras se levantaba del sillón. 
- Te vas? 
- Sí, mañana tengo que estar temprano en la base. 
Mientras Lisa lo acompañaba a la puerta le dijo – en serio, deberíamos repetirlo. 
- Estoy de acuerdo. 
- En serio? 
- En serio, no me divertía tanto desde… - Lisa guardó silencio un momento al recordar su última salida con Rick - … desde hacía tiempo. 
Rick notó la pausa de Lisa y se le vino el mismo recuerdo a la memoria y pensó – está vez no lo voy a arruinar – la miró y le preguntó – mañana trabajas hasta tarde?. 
- Sí, me tengo que reunir con el Almirante. Por qué lo preguntas?. 
- Solo curiosidad. Cuida a Junior. 
- Quien es Junior? – le preguntó confundida. 
- Mi replica de peluche – le respondió sonriendo – buenas noches. 
 
… 
 
Lisa y el Almirante estaban en el despacho de este, esperando que llegara Marko para iniciar la reunión. 
- Algo debe haber pasado, el Coronel siempre es muy puntal – dijo el Almirante. 
- Que cree que puede haber ocurrido Almirante?. 
El Almirante iba a responder cuando Marko entró al despacho con una sonrisa. 
- Lamento la tardanza Almirante, pero traigo buenas noticias – les informó mientras se sentaba junto a Lisa. 
- De que se trata Coronel. 
- Después de varias semanas de espera, Khyron se contactó con la Sargento Ivanova y programaron una pequeña reunión de negocios – dijo sonriendo satisfecho. 
- Cuando se van reunir? – le preguntó Lisa. 
- La reunión se llevará a cabo la próxima semana en pleno corazón de la selva amazónica, donde hoy quedan las ruinas de lo que era la ciudad de Manaos. 
- Cuando comienzan a levantar la base de operaciones? – le preguntó el Almirante. 
- Tenemos que dejar pasar un par semanas después de la reunión para no levantar sospechas. Hemos avanzado bastante, pero no podemos confiarnos y cometer una imprudencia que le pueda costar la vida a la Sargento. Pero si todo sale bien, dentro de un mes deberíamos de estar operando allá.  
- Khyron es un muy astuto, no creo que se vaya a reunir con la Sargento cerca de donde están escondidos – dijo Lisa. 
- Esa es una posibilidad. Pero también hay que tomar en cuenta de que los malcontentos están escasos de provisiones y armamento, y en un acto desesperado, Khyron puede hacer lo contrario y citarla cerca de su escondite. Pero sea cual sea la opción, al menos confirmamos que Khyron está escondido en esa zona y que vamos a tener que establecernos allá lo antes posible. 
- Han estipulado cuanto tiempo puede durar está misión? – le preguntó el Almirante. 
- Desgraciadamente todo depende de cuanto nos demoremos en localizarlos, Señor. La misión puede durar desde unas semanas a varios meses.  
- Señor, como esta es una misión secreta, y tomando en cuenta de que tenemos a un espía entre nuestras filas, como se va a elegir al personal sin que el infiltrado sospeche de nuestros planes? – preguntó Lisa. 
- Bueno Capitana, usted preparará un reporte de todos los lugares que aún no hemos tenido la oportunidad de explorar en el planeta. Este reporte tendrá como objetivo informar de que en todos estos lugares pueden haber sobrevivientes del ataque de Dolza por las condiciones en que se encuentran estas regiones y que es conveniente instalar bases de operaciones en esos sectores para hacer una búsqueda exhaustiva. Por supuesto que le daremos prioridad a la selva amazónica. 
- Y con que personal y equipo contaremos? 
- Al principio seremos solo unos pocos de inteligencia, usted, algunos miembros de infantería y creo que bastara con un escuadrón de Varitech. Según como progrese nuestra misión, van a ser los refuerzos que pidamos – contestó Marko. 
- Como comprenderá Lisa, para no levantar sospechas la base será pequeña y no podrá contar con miembros o escuadrones destacados a excepción de usted. Es por eso que su equipo estará compuesto en su mayoría por novatos y algunos oficiales que estaban retirados de las filas – dijo el Almirante. 
Lisa lo miró preocupada. 
- Pero no hay de que preocuparse, estamos seleccionando a los mejores. No es necesario ser un oficial renombrado para ser bueno – le aseguró Marko. 
Al ver que no la había convencido le sugirió – si la tranquiliza podemos estudiar juntos los expedientes de nuestro futuro equipo. 
- Está bien – respondió Lisa – cuando comenzamos? 
- Puede ser después de que concluya esta reunión. 
- Muy buena idea Coronel, comiencen de inmediato. Quiero un informe para el viernes detallándome a cada uno de los candidatos para la misión. Pueden retirarse – dijo el Almirante. 
- Sí Señor. 
 
… 
 
Lisa nunca había estado en el despacho de Marko y se sorprendió al ver que no era el típico despacho de un oficial de carrera como él, sino que parecía el despacho de un detective de estación de policía de mala muerte. Las carpetas estaban apiñadas por todos lados, los archivadores no se podían cerrar por la cantidad de papeles que contenían, en las paredes habían colgados mapas detallados de las ciudades más importantes con varias anotaciones y en la pared que quedaba detrás del escritorio de Marko había un enorme mapa de la selva amazónica. 
- Perdón por el desorden, pero generalmente no recibo visitas – se disculpó Marko mientras cogía unas carpetas de una silla para que Lisa se sentara – te ofrecería un café, pero para serte honesto no tengo idea de como se ocupa la cafetera. 
- Por eso las continuas visitas a la cafetería. No te molesta si preparo un poco?. 
- Al contrarío, lo vamos a necesitar. 
Lisa miró alrededor y le preguntó – donde está la cafetera? 
- Por ahí… debajo de esos papeles – respondió un poco avergonzado. 
Lisa después de servir dos tazas de café se sentó frente a Marko y comenzó a revisar unos expedientes que estaban sobre el escritorio. 
- Los de tu derecha son de oficiales en retiro y los de tu izquierda son de los oficiales recién salidos de la academia… creo, no he tenido tiempo para revisarlos – le indicó Marko. 
- Unos con mucha experiencia pero oxidados y otros con muchas ganas de demostrar lo que valen, pero con cero experiencia. No sé porqué, pero no me tranquiliza – dijo Lisa con ironía. 
Marko con una media sonrisa le dijo – a mí tampoco me tranquiliza, pero es con lo único que contamos por el momento. Cuando hayamos identificado el escondite de los malcontentos podremos llamar a la caballería. 
- Te parece si hacemos dos listas?, una de pre seleccionados y otra de reservas. 
- Por si nos falla alguno? 
Lisa asintió. 
- Me parece bien. 
Llevaban un par de horas seleccionando a su equipo cuando Lisa abrió un expediente que le llamó la atención. 
- A quien tenemos aquí? – se preguntó - George L. Carter, Mayor de Infantería de Marina, condecorado en tres oportunidades… vaya. 
Marko la sacó de sus pensamientos – parece que encontraste a uno interesante, quien es? 
- Un amigo. 
Marko estirándose se levantó de su asiento para poder ver el nombre del expediente – oh, él – dijo con desprecio. 
- Según su expediente era un buen oficial. 
- Lo era, pero nos dejó porque prefirió la vida de civil. 
- Nos puede ser útil. 
- Con todo respeto Lisa, pero vamos a tener suficiente trabajo como para estar pendientes de que tontería se le ocurre hacer a “el loco” Carter. 
- Y con todo respeto Marko, necesitamos a la mayor cantidad de oficiales especializados, sobre todo en patrullaje en terreno. Recuerda que no vamos a poder peinar el área desde el aire. 
Marko no muy convencido le dijo – está bien, pero va a quedar en la lista de reserva. Si fuera por mí ni siquiera lo consideraría para la misión.  
- Por qué? 
- En su trabajo era muy bueno, nunca desobedeció una orden… pero al final terminó cuestionando sus deberes y faltándole el respeto a su oficial superior. 
- Quien era su oficial superior?. 
- Yo. 
- Y por qué te cuestionó?. 
- Porque… - observó a Lisa detenidamente – lo sabes verdad?, te lo dijo?. 
Lisa se limitó a mirarlo. 
Marko volvió a su asiento y le dijo – hay veces en que he tenido que hacer cosas que nadie entendería. Lo que ocurrió esa vez con Carter fue un evento desafortunado que se transformó en una masacre… y no creas que me siento orgulloso por lo que hice o por lo que le ordené a mis hombres hacer. Pero nuestro rápido actuar salvó la vida de millones de personas, logramos detener a varios cabecillas del enemigo y evitamos que eventos como los que ocurrieron ese día no se repitieran. 
- Y si nos vemos en una situación similar? 
- Espero que no ocurra, no quiero volver a enfrentarme a una situación así… no soy un monstruo Lisa. 
Se quedaron unos minutos en un incómodo silencio. 
- Creo que mejor terminamos por hoy, es casi media noche – dijo Marko. 
Lisa terminó de ordenar unos papeles y se levantó de su asiento. 
Marko tratando de bromear le dijo – a esta oficina le hacía falta el toque femenino, en un par de horas encontraste la cafetera y me demostraste de que debajo de todos esos papeles había un escritorio. 
Lisa algo incomoda le dijo – lamento haberte hecho recordar cosas tan desagradables. 
- No hay problema. Créeme que lo he tratado de olvidar pero no lo he conseguido. Es más, ese evento vuelve a mi mente regularmente. 
- Lo siento – se disculpó Lisa. 
Marko tratando de aliviar la tensión le preguntó – sabes que significa la “L” en el nombre de Carter? 
- George L. Carter – pensó Lisa – la verdad es que no. 
Marko sonriendo le dijo – si el se entera de que te lo dije se va a enfadar, así que no te voy a decir el nombre. Pero lo que si te puedo decir es que sus padres eran fanáticos de una saga de ciencia ficción. 
- George L… - a Lisa se le dibujó una sonrisa en el rostro. 
- No lo supiste por mí. 
Lisa sonriendo le preguntó – te vas? 
- No todavía, tengo que terminar unos asuntos 
- Entonces nos vemos el lunes, buenas noches Marko. 
 
… 
 
Lisa iba caminando por el patio de la base cuando sintió que alguien se le acercaba. Se giró para ver quien era y se encontró con Rick. 
- Rick, que haces aquí?, tu turno terminó hace horas. 
- Solo quería asegurarme de que llegaras bien a casa.  
- No tenias que hacerlo, puedo pedir un taxi en la entrada. 
- Pero quería hacerlo. 
Lisa un poco incomoda le preguntó – es porque estaba reunida con Marko?. 
- Estabas reunida con ese tipo? – le pregunto algo molesto. 
- Sí, estábamos trabajando. No viniste por eso? 
- No, no sabía que estabas con él. Te llamé un par de veces a tu casa y me respondía la contestadora, y como es tarde decidí venir a la base para que no volvieras sola a casa. 
Lisa sonrojada le dijo – gracias, es muy considerado de tu parte. 
Rick empezó a reírse – pensaba que me ibas a salir con que no necesitas que te cuiden porque te sabes proteger sola. 
- Tengo mis momentos de debilidad – dijo sonriendo. 
- Vaya, la Capitana Hayes admite que tiene momentos de debilidad. 
Lisa bromeando le dijo – sigue así Hunter y te voy a demostrar que sí se defenderme. 
- No lo dudo, el solo pensar en un ascensor hace que me duela la mejilla. 
Salieron de la base y Rick se puso a buscar un taxi. 
- Donde se meten cuando uno los necesita? – se preguntó en voz alta. 
- Rick, si no te importa, prefiero caminar a casa. 
- Estás segura? 
- Sí, la noche está agradable. 
Rick se acercó a Lisa y sonriendo le ofreció un brazo, el que Lisa aceptó de buena gana. 
Todo el camino lo hicieron en silencio, simplemente disfrutando de la compañía del otro. 
- Bien Capitana, llegó sana y salva a su morada. 
- Y todo te lo debo a ti Rick – le dijo sonriendo. 
- No es para tanto, no hubo ningún peligro en el camino. 
- Gracias Rick, fue muy bonito de tu parte que me fueras a buscar. 
Rick haciendo una exagerada reverencia le dijo – a su servicio. 
- En serio, Rick. 
- No fue nada, solo estaba preocupado. Si te pasa algo no voy a tener quien me regañe. 
- Que bueno saber que solo te preocupas por mí para tu propio beneficio – le dijo Lisa medio en serio.  
- No te pongas así, sí sabes que te quiero – dijo Rick sin medir sus palabras. 
Lisa no quería malinterpretar sus palabras – yo también te quiero – le dijo con una sonrisa. 
- Lo sé. 
- Lo sabes? 
- Claro, sino no me soportarías – le respondió sonriendo – además… soy adorable. 
- Engreído. 
- Pero aun así me quieres – la besó en la mejilla y le dijo – nos vemos mañana, que descanses. 
Lisa tratando de ocultar su sorpresa solo atinó a decir – buenas noches Rick. 
Mientras Rick se alejaba le gritó – saluda a Junior de mi parte. 
Lisa entró a su habitación, miró al enorme oso que ahora tenía junto a su cama, sonrió tontamente mientras meneaba la cabeza y se dispuso a dormir. 

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