Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Resolución de Año Nuevo

Chapter / Capitulo: 11

Author / Autor: Polaris

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Romance

Angst / Drama

Fanfic: Capítulo 11: Empezando a abrir los ojos. 
 
 
Rick despertó esa mañana más aliviado, lo que le recetó George hizo maravillas durante la noche. Pero aunque su cuerpo estaba mejor, su mente no lo dejaba tranquilo. No le cabía en la cabeza el comportamiento de Minmei. Es cierto que con la guerra todos habían cambiado, pero aparentemente Minmei había cambiado para peor. Ya no era la dulce niña con la que estuvo atrapado dentro de la SDF-1 y de la cual se había enamorado, sino que una mujer egocéntrica que se negaba a crecer. Además de que con toda la atención que le prestaban se había vuelto maleducada, por no decir malagradecida. Y por otro lado estaba Lisa, que a pesar de todos los errores que el había cometido, no había dejado de preocuparse por él. Y ahora que se había dado el tiempo para conocerla mejor, se llevó la grata sorpresa de que detrás del uniforme se escondía una mujer encantadora, además de atractiva – no entiendo como me pueden gustar dos mujeres tan diferentes – pensó. 
A regañadientes se levantó y se preparó para enfrentar un nuevo día de trabajo. Antes de salir decidió comer algo, entró a la cocina y se encontró con Minmei. 
Ella lo miró nerviosa y lo saludó – buenos días Rick. Como dormiste?. 
Rick la miró, sonrió irónicamente y le dijo – Sabes?, de todo el tiempo que llevas aquí, esta es la primera vez que me preguntas como dormí. 
Minmei avergonzada le preguntó – es que… es porque estás durmiendo en el sillón que tienes problemas a la espalda?. 
Rick la miró incrédulo – sí Minmei, es por eso – respondió sarcásticamente. 
Minmei se sintió satisfecha con la respuesta de Rick – en un par de días me voy a ir, y así podrás volver a tu cama. 
- Que vas a hacer?. 
- Con Kyle estamos preparando una gira para recaudar fondos para los damnificados. 
- Hay muchas maneras de ayudarlos Minmei, no solo con una actuación para recolectar dinero. 
- Pero que más puedo hacer?. 
- Podrías ir a los lugares afectados y acompañarlos un rato… no sé, brindarles apoyo. 
Minmei lo miró espantada – quieres que vaya a las zonas afectadas?. 
- Minmei, mucha de la gente afectada es seguidora tuya. No crees que para ellos sería grandioso que su estrella favorita apareciera para reconfortarlos en estos momentos difíciles?. 
- Y en donde me recomiendas que lo haga?. 
- Podría ser en un parque, o en una escuela, o… 
- Quedan muchos heridos en el hospital?. 
- Solo los de mayor gravedad. 
- Entonces voy a ir al hospital y les desearé una pronta recuperación – dijo sonriendo. 
Rick dándose cuenta de las intenciones de Minmei le preguntó – vas a ir al hospital solamente a eso?. 
- Bueno, si por casualidad me topo con el doctor Carter, puedo aprovechar de arreglar las cosas entre nosotros. 
Rick sonriendo burlonamente le dijo – no creo que sea tan fácil. 
- Por qué piensas eso? – preguntó molesta. 
- Porque hiciste llorar a Mark. 
- No es mi culpa que el niño sea tan sensible. 
- Claro que está sensible, hace poco que perdió a su madre. 
- Pero con la edad que tiene no creo que se acuerde mucho de ella. 
Rick no podía creer lo que acababa de escuchar – como puedes decir eso?, yo perdí a mi madre cuando era niño y aún me acuerdo de ella – le dijo enojado. 
- No es eso lo que quiero decir Rick, lo que pasa… 
Rick no la dejó continuar – no trates de arreglar lo que dijiste. En que momento te volviste tan insensible?. 
- No soy insensible. 
- Como que no?, te da lo mismo haber herido los sentimientos de un niño, ayer perdí la cuenta de las estupideces que dijiste mientras cenábamos y ahora quieres ir al hospital, pero no para visitar a los heridos, sino que para ver a George!. 
- Estás celoso! – dijo Minmei sonriendo. 
- Celoso?, no lo creo – replicó a la defensiva. 
- Entonces por qué te importa si me quiero juntar con él?. 
Rick guardó silencio un momento y le preguntó – que ocurrió contigo Minmei?, que pasó con la jovencita adorable que conocí?. 
- Sigo siendo la misma. 
Rick negó con la cabeza – no Minmei, te has vuelto una desconocida para mí. 
Minmei ignorándolo se levantó de la mesa y le dijo – voy a salir, tengo que juntarme con unos amigos. 
- Si tienes otros amigos, por qué te estás quedando conmigo?. 
- Porque ellos son gente muy ocupada, no quiero molestarlos. Además tu eres para mi como un hermano – respondió sonriendo. 
Rick sonrió con ironía – si fuera así te preocuparías por mí. Rayos, si ni siquiera me llamas o me visitas cuando no hay una tragedia de por medio. 
- Es que tengo mucho trabajo Rick. 
- Yo también tengo mucho trabajo, pero aún así me doy el tiempo para tratar de comunicarme contigo y saber como estás. 
- Ay Rick, no compares nuestros trabajos. 
- Que quieres decir? – preguntó molesto. 
- Bueno, que son muy diferentes, tontito – respondió sonriendo – mejor me voy, me están esperando. 
- A que hora vas a volver?. 
- No lo sé. 
- Si no vuelves antes de las 2000 vas a encontrar todo cerrado. Estoy agotado y quiero dormir temprano. 
- Me estás poniendo reglas? – preguntó sorprendida. 
- Sí. 
- Y por qué?. 
- Porque esta es mi casa y la vas a respetar. 
- Te has vuelto un amargado – dijo molesta. 
- Bueno, si no te gusta, te puedes quedar con tus tíos o con uno de tus amigos –dijo irónicamente. 
Minmei se dio media vuelta y se marchó furiosa. 
- Vaya manera de comenzar el día – pensó agotado. 
 
…  
 
Lisa se encontraba en el puente. Al igual que la semana anterior, estaba encargada de supervisar los trabajos que se llevaban a cabo en la ciudad. Iba a tomarse un descanso cuando Sammie le pasó una llamada. 
- Quien es? – preguntó Lisa. 
- El Coronel Kovac de inteligencia, Capitana – respondió Sammie. 
Lisa atendió la llamada – buenos días Coronel, que puedo hacer por usted?. 
- Buenos días Lisa, me preguntaba si usted no tendría problema en que almorcemos juntos. 
- Ninguno Coronel. 
- Muy bien, que le parece si nos juntamos en la cafetería dentro de media hora?. 
- Claro, ahí estaré. 
Lisa terminó su llamada y notó que el puente estaba muy silencioso. Se giró y vió que el trío la miraba fijamente. 
- Que les pasa? – preguntó Lisa. 
- Capitana, nos tiene que dar la receta – dijo Kim sonriendo. 
- De que están hablando? - preguntó confundida. 
- De que queremos la receta para que tres hombres se mueran por nosotras – respondió soñadoramente Sammie. 
Lisa las miró sin entender nada. 
- Capitana, tiene en la palma de su mano al Comandante Hunter y al doctor bombón, y puede que ahora el Coronel se sume a esa lista – dijo Kim. 
- La envidiamos – dijo Vanessa. 
Lisa sonrió tristemente – chicas, créanme que no tienen nada que envidiarme – y después de pensarlo un momento les preguntó – que saben del Coronel Kovac?. 
El trío se miró entre sí y Sammie respondió - nada. Es un tipo muy reservado… pero eso lo hace más interesante. 
- Sí, le da un aire misterioso – dijo Vanessa. 
- Y es guapo – dijo Kim sonriendo. 
- Como es que ustedes sabían de él y yo la primera vez que lo ví fue en mi audiencia?. 
- Tenemos nuestros métodos – respondió Sammie con un guiño. 
- Y ya que usted lo conoce, nos va a tener que dar información de primera mano – dijo Vanessa. 
Claudia al ver la cara de incomodidad de Lisa les dijo – chicas, dejen a Lisa tranquila. 
El trío asintió y rápidamente volvieron a sus labores. 
- Tengo que ir a los hangares y la cafetería queda en el camino – sugirió Claudia. 
Lisa sonrió y dijo – mantengamos informadas chicas. 
- Sí Capitana – respondieron a coro. 
Dejaron el puente y Claudia le dijo – sabes?, el trío tiene razón. 
Lisa la miró incrédula. 
Claudia bromeando le preguntó – cual es su secreto señorita Hayes?. 
Lisa sonrió y negó con la cabeza. 
- Oh vamos, no dejes a tía Claudia en ascuas. 
- No hay ninguna receta, ni ningún secreto. 
- Y como es que andas rodeada de hombres?... te acaparaste a los más guapos – dijo sonriendo. 
Lisa sonrió tristemente – rodeada de hombres… uno me ve como su mejor amiga, otro como su hermana y con el otro solo voy a trabajar… realmente envidiable. 
- No te eches a morir amiga, aún así los tres son potenciales novios – y riéndose le dijo – al menos ahora tienes vida social. 
Lisa riéndose le respondió – sí, he progresado. Pasé de ser una inadaptada a una casanova. 
Después de caminar un rato en silencio, Claudia le dijo seriamente – me preocupas amiga. 
- Por qué?. 
- Porque primero ocurre el ataque, después el Alto Mando se quiere deshacer de ti, y ahora estas trabajando directamente con inteligencia. Qué está ocurriendo Lisa?. 
Lisa incómoda le respondió – lo siento Claudia, pero no puedo hablar de eso con nadie. 
- Lo sé… hazme un favor, ten mucho cuidado. Hay algo que está oliendo muy mal y me da la impresión de que tú vas a ser parte de quienes resuelvan la situación – dijo preocupada. 
Lisa bromeando le dijo – no te preocupes por mí Claudia. Los hombres que me rodean me cuidarán. 
- Que bueno, porque no nos podemos dar el lujo de perder a nuestra súper chica – dijo Claudia sonriendo. 
Llegaron a la cafetería y Claudia miró por el ventanal para ver como era el Coronel. 
- Así que ese es el Coronel. Si te causa problemas solo dile a Miriya y ella se encargará de hacer justicia. 
- No creo que sea necesario, pero la tendré en cuenta. 
Lisa entró y se sentó frente al Coronel. 
- Espero no haber llegado tarde. 
- Puntual como siempre. 
- Disculpe mi curiosidad Coronel, pero… 
- Marko. 
- … Marko, pero no es demasiado pronto para tener informaciones nuevas?. 
- Tiene toda la razón Lisa. 
- Entonces para que quiso reunirse conmigo?. 
- Para conocerla mejor. Quiero saber con quien voy a trabajar. 
- Bueno, estuve en la academia… 
- Lisa – la interrumpió – si quisiera saber de su carrera leería su expediente. Aunque para serle honesto, ya lo hice. Lo que quiero saber es como es usted fuera de la base. 
Lisa lo miró aprehensiva. 
- Para entrar en confianza le voy a contar algo de mí. Tengo 37 años y estoy casado con mi trabajo… creo que eso definiría mi vida personal – dijo sonriendo. 
- Entonces no somos muy diferentes. 
- Está bromeando?, como una mujer como usted no tiene a nadie con quien compartir al final del día?. 
- Una mujer como yo? – preguntó irritada. 
- Usted sabe, inteligente, educada y bonita. 
Lisa sonrojada se encogió de hombros. 
- Parece que el mundo se volvió loco – dijo Marko. 
- Y usted por qué está solo?. 
- Porque no he encontrado a nadie que soporte mi obsesión con el trabajo – contestó con una media sonrisa. 
- Al menos tengo buenos amigos – dijo Lisa. 
- Como el Comandante Hunter?, después de todos lo malos ratos que le ha hecho pasar no entiendo como puede considerarlo su amigo. 
- Y usted que sabe de eso? – preguntó molesta. 
- Más de lo que usted cree. Soy de inteligencia, mi trabajo es saberlo todo – dijo sonriendo altaneramente. 
- Sí?, y como es que aún no da con el infiltrado?. 
Marko la miró sonriendo y le dijo – directa… me gusta. 
Lisa lo miró alzando una ceja. 
- Estamos decidiendo a quien infiltramos entre los malcontentos. Queremos elegir a alguien que no puedan desenmascarar. Esta vez nuestro espía va a tener que partir de abajo y ganarse poco a poco su confianza. Vamos a tardar meses en dar con Khyron – dijo molesto. 
- Y mientras tanto como nos vamos a proteger?. 
- No creo que ataquen en un buen tiempo. Durante el ataque gran parte de los malcontentos fueron eliminados, así que las tropas de Khyron disminuyeron notablemente, además de que no cuentan con provisiones. 
- Están seguros de eso?. 
- No completamente, por eso es que estamos instalando algunos puestos de vigilancia entre la selva amazónica y los lugares poblados. Por lo menos ahora contaremos con un medio para alertarnos. 
Lisa lo miró con curiosidad – Marko, como es que nunca antes lo había visto?. 
- Eso es porque no estuve a bordo de la SDF-1. Trabajaba para el Gobierno de la Tierra Unida. 
- Y como sobrevivió al ataque de Dolza?. 
- Estaba destinado en una base subterránea en Rusia. De los casi mil efectivos solo sobrevivimos cinco. Creo que solo nos favoreció la suerte… como a usted. 
A Lisa se le vino a la mente la base Alaska. 
- Hace un par de años tuve el privilegio de servir bajo las órdenes de su padre. Era un gran soldado. 
Lisa sonrió tristemente – ya es hora de que vuelva al puente. 
Marko acompañó a Lisa hasta la salida de la cafetería. Mientras caminaban, Lisa notó que él cojeaba levemente. 
Marko al darse cuenta le dijo – es solo una vieja herida de guerra. 
Lisa avergonzada le dijo – lo siento, no fue mi intención… 
- No se preocupe Lisa, es algo difícil de ocultar – dijo sonriendo – el Almirante Gloval quiere que nos reunamos con él el viernes en su despacho. Ha sido un placer verla, que tenga un buen día Lisa. 
- Igualmente Marko. 
 
… 
 
El camión transportó a Rick de vuelta a la base. Aunque estaba agotado ya se estaba empezando a acostumbrar al ritmo del trabajo. Iba saliendo de la base cuando se encontró con Max. 
- Jefe, como lo trata la vida de constructor? – le preguntó sonriendo. 
- Es agotador, pero me gusta – respondió sonriendo – como te va como líder del Skull?, he oído que lo has hecho muy bien. 
- No tan bien como usted Comandante. 
- No seas modesto. No me sorprendería que pronto te dieran tu propio escuadrón. 
- Gracias por pensar eso jefe, pero espero que se equivoque. 
- No te gusta ser líder? – preguntó sorprendido. 
- Sí, me gusta, pero exige demasiado tiempo. Ya casi no veo a Dana. 
Rick bromeando le dijo – entonces me puedo quedar tranquilo, en un par de semanas seguiré siendo el líder del escuadrón, cierto?. 
- No tiene de que preocuparse jefe, no tengo ninguna intención de hacerme de su puesto… por el momento – respondió bromeando. 
- Como está Miriya?. 
- Se le ha pasado un poco el mal humor. No me gustaría estar en el pellejo del oficial que la interrogó, prácticamente firmó su sentencia de muerte – dijo riéndose. 
- Que bueno que Miriya se adaptó a nuestras leyes – dijo Rick sonriendo. 
- Como están las cosas en casa jefe?. Escuché que Minmei aun esta quedándose con usted. 
Rick incomodo le confesó – deseaba tanto que estuviera conmigo que no me fijé en como había cambiado. 
Max lo miró asombrado. 
- En mi casa no se está quedando la dulce Minmei, sino que una extraña egoísta y caprichosa – dijo decepcionado. 
- Se da cuenta de lo que está diciendo jefe?. 
- Sí, que he sido un tonto. Sabes?, ayer hizo llorar a Mark y no le importó. Estaba más preocupada de seducir a George que de tratar de no herir los sentimientos del niño. 
- Eso suena a celos jefe. 
Rick sonrió – y lo más chistoso de todo es que no me importa si quiere seducir a George, lo que me molesta es que crea que todos debemos de prestarle atención y atenderla. Ni que fuera realeza!. 
- Disculpe jefe, pero ella puede quedarse en donde quiera. Por qué se está quedando con usted?. 
- Porque no quiere molestar a sus amigos que son gente muy ocupada – respondió con ironía. 
- Está bromeando?. 
- No, y para serte honesto, no me agrada que se esté quedando conmigo, me siento como un intruso en mi propia casa. 
- Y por qué no le pide que se vaya?. 
Rick se quedó pensando un momento – porque no quiero que me haga un show cuando se lo pida… y después de todo es mi amiga, quiero que se vaya, pero no quiero echarla. 
- No siempre va a poder quedar como un buen amigo o como un caballero. Si ella sigue abusando de usted va a llegar el momento en que van a dejar de ser amigos. 
- Lo sé. Le voy a dar hasta el viernes, y si no se ha ido, voy a tener que hablar con ella. 
- Que sus sentimientos hacia ella no lo vayan a traicionar jefe. 
- Max, después de meditarlo mucho me dí cuenta de que no tengo sentimientos hacia ella, salvo quizás los de amistad – le dijo sonriendo. 
- Y como se dio cuenta de eso?. 
Rick sonriendo miró hacia el puente de la SDF-1, después miró a Max con una sonrisa más grande y comenzó a caminar fuera de la base. 
Max lo miró con curiosidad, y al entender lo que quería decir le dijo sonriendo – ya era hora de que pusiera los pies en la tierra jefe. 
- Nos vemos Max – le gritó Rick mientras se alejaba de la base. 
 
… 
 
Llevaban dos semanas de reconstrucción y de a poco la ciudad empezaba a lucir como antes. Era viernes y Rick junto a los otros trabajadores estaban terminando los últimos detalles de la casa del anciano. 
- Hey, Hunter! – le gritó el Capitán encargado. 
- Si Señor?. 
- Esta casa está terminada, y como usted parece conocer al dueño, pensé que le gustaría entregarle las llaves. 
- Me encantaría hacerlo Señor. 
El Capitán le entregó un trozo de papel y las llaves – en esa dirección puede encontrarlo. 
Rick le preguntó – cuando quiere que vaya?. 
- Va a tener que hacerlo cuando termine su turno. Si el General Jackson se llega a enterar de que dejó esta zona mientras estaba de servicio, lo da de baja. No sé que le hizo a ese hombre, pero está obsesionado con usted Comandante – dijo sonriendo. 
Rick incomodo le preguntó – por qué piensa eso, Señor?. 
- Tal vez sea porque apenas pongo un pie en la base me pide un reporte de su desempeño… o porque tiene a dos soldados observándolo todo el día. 
- Qué?. 
- No se había dado cuenta?, son esos dos tipos que estas dos semanas han estado reparando ese coche que está frente a la casa. No cree que trabajan demasiado en un coche que no tiene absolutamente nada?. 
Rick lo miró sorprendido – y usted como se dio cuenta?. 
- Porque apenas usted se marcha en el camión, ellos guardan las herramientas, se suben al coche y se marchan. Y mire… – le dijo mientras le indicaba una de las ventanas – no le parece curioso que tengan la insignia oficial de la RDF?. 
Rick no sabía si reírse o enfadarse. 
- El General se está esforzando por destruir su carrera Hunter. Solo ignórelo y siga haciendo su trabajo como lo ha hecho estos días y podrá volver a liderar su escuadrón. Bien, hora de volver al trabajo. 
- Sí Señor. 
 
… 
 
Lisa se acaba de retirar de la breve e infructuosa reunión que tuvo en el despacho del Almirante Gloval. Iba caminando por uno de los pasillos de la nave cuando escuchó que la llamaba el Coronel Kovac y se detuvo a esperarlo. 
- Vaya, camina rápido Lisa – le dijo sonriendo – el Almirante me pidió que le informara que todos los viernes nos vamos a reunir en su despacho. 
- Ojalá que la próxima semana tengamos algo en lo que trabajar. 
- Sí. Pero como le dije, durante la semana el Alto Mando tiene que aprobar a nuestro nuevo espía. 
- Y cuanto tiempo vamos a tener que esperar para establecernos en la selva amazónica?. 
- Si todo sale bien, deberíamos estar operando allá antes de que termine el verano. 
- Aun falta mucho – dijo cansada. 
- Lisa, tiene algo que hacer mañana?. 
- Lo lamento Marko pero mañana es mi día libre y no quiero pasarlo trabajando. 
- La comprendo. Es por eso que me preguntaba si mañana le gustaría cenar conmigo. Le prometo que no tocaré el trabajo. 
Lisa sorprendida le respondió – lo siento, pero para mañana ya tengo planes. 
- Oh, bueno, para otra vez será – dijo algo decepcionado. 
Se quedaron un momento en un incómodo silencio. 
- Bien, no le quito más tiempo Lisa, nos vemos el próximo viernes. 
- Hasta el viernes Marko. 
Antes de retirarse Marko le preguntó – no le molestaría si de vez en cuando nos juntamos a tomar una taza de café?. 
Lisa tratando de ocultar su incomodidad le respondió – para nada. 
- Y no se preocupe, no creo que el trío terrible se interese mucho si usted les dice que nuestras reuniones son netamente laborales. 
Lisa lo miró sorprendida. 
- Recuerde que soy de inteligencia – le dijo sonriendo. 
- No bastará con las reuniones de los viernes?. 
- Las de los viernes son de trabajo. Las tazas de café, no. 
- Realmente le gusta conocer a la gente con quien trabaja. 
- Sí, pero usted me agrada, así que tengo motivos para querer conocerla mejor – le dijo sonriendo. 
Lisa no supo que responderle. 
Se despidieron y Lisa confundida se preguntó – que fue lo que acaba de pasar. 
 
… 
 
Rick iba caminando por una calle buscando la dirección que tenía anotada en el papel que le entregó el Capitán. Llegó hasta una casa de dos pisos y volvió a leer el papel – parece que aquí es – pensó. 
Llamó a la puerta y un hombre joven lo atendió. 
- Si?. 
- Buenas noches, aquí puedo encontrar al señor Grandier? – preguntó mientras leía el papel. 
- Al profesor Grandier?, quien lo busca? – le preguntó mientras lo hacía pasar. 
- Rick Hunter. 
Mientras esperaba al anciano, Rick se dedicó a observar la sala – parece ser una escuela de música. 
- Joven, que alegría verlo. Viene a tomar alguna clase?. 
- No señor, vine a entregarle las llaves de su casa. 
- Ya la terminaron? – preguntó sorprendido. 
- Sí señor – respondió Rick sonriendo mientras le entregaba las llaves. 
- Gracias joven. No esperaba que la terminaran tan rápido. Como puedo agradecerle por su dedicación?. 
- No se preocupe señor Grandier, fuimos varios los que trabajamos en su casa y nos basta con que usted pueda volver a habitarla junto a su familia. 
- Pero usted fue el único que se molestó en acompañarme. 
- En serio, no es necesario. Solo estoy cumpliendo con mi deber. 
- Debo insistir. Que le parece si le doy clases de piano como agradecimiento?. 
- Es profesor de piano?. 
- Desde hace más de cuarenta años – respondió orgulloso. 
Rick dudando le dijo – tengo una amiga que cuando era pequeña tocaba el piano… pero desde hace años que no lo hace y me gustaría escucharla. 
- Eso no es problema, su amiga solo necesita un poco de practica. 
- Ella podría tomar clases con usted?. 
- Claro – el anciano lo miró con curiosidad – por casualidad conozco a esa amiga suya?. 
Rick sonriendo le respondió – Sí, de hecho usted ha bailado con ella. 
- Entonces tengo una idea mejor. Sígame por favor. 
Entraron a una habitación pequeña y el anciano se acercó a un viejo piano. 
- Creo que este le va a gustar a su amiga. 
- Es muy bonito. 
- Está en muy buen estado… y además ocupa muy poco espacio. 
- Entonces, cuando puede venir Lisa?. 
El anciano sonrió – joven, este piano es para ella. 
- Pero señor… 
- Su amiga, Lisa, tuvo la amabilidad de permitirme recordar tiempos pasados, y usted ayudó a devolverme mi hogar – y sonriendo agregó – y creo que si usted se lo regala, puede ayudar para que ella lo perdone. 
- Señor Grandier… 
- Por favor acepte el agradecimiento de este viejo romántico – le dijo sonriendo. 
Rick sonrojado le respondió – está bien… muchas gracias señor Grandier. 
- Le voy a pedir a mis ayudantes que carguen el piano y lo lleven donde usted les indique. 
- Ahora?. 
- Mientras antes lo perdone, mejor… verdad?. 
- Sí – admitió avergonzado. Se acercó al piano para verlo mejor – le va a encantar – dijo sonriendo. 
 
… 
 
Lisa se estaba preparando para meterse a la cama cuando llamaron a la puerta. 
- Quien será a estas horas? – se preguntó. 
Abrió la puerta y se encontró con Rick sonriendo, apoyado sobre algo que estaba cubierto. 
- Hola Rick… que sucede?. 
- Sorpresa!!! – dijo Rick mientras revelaba el piano. 
Lisa sorprendida se acercó al piano y lo miraba sin dar crédito a sus ojos. 
- Te gusta? – preguntó Rick sonriendo. 
- Me encanta – respondió Lisa sin salir de su asombro. 
- Muy bien chicos… éntrenlo. 
Los ayudantes del profesor rápidamente lo entraron y se retiraron. 
Al ver que Lisa no reaccionaba, le preguntó – estás bien? 
- Sí, es solo que… – Lisa se quedó sin palabras. 
Rick sonriendo le preguntó – te acuerdas como tocarlo?. 
- No sé, hace años que no lo hago. 
Rick le acercó una silla – vamos, toca algo. 
Lisa dudando miró a Rick, se sentó y empezó a jugar con las teclas. Rick acercó otra silla y se sentó junto a ella. 
- No sé si te guste lo que me enseñaron. 
- No lo sabré hasta escucharte. 
Lisa cerró un momento los ojos y empezó a tocar de memoria una sonata. 
Rick observaba maravillado con la delicadeza con que Lisa pulsaba las teclas creando una hermosa melodía.  
Lisa terminó y miró a Rick esperando su opinión. 
- Eso fue hermoso Lisa. 
- No creía que me pudiera acordar, pero fue como si no hubiese tocado desde ayer – dijo sonriendo – solo estoy un poco oxidada. 
Lisa se quedó mirando fijamente el piano y perdida en sus pensamientos empezó a tocar de nuevo, pero se detuvo cuando un par de lágrimas se le escaparon. 
- Estás bien? – le preguntó Rick preocupado. 
- No es nada. 
Rick la miró sin creerle. 
- Es que esto me trae muchos recuerdos – dijo sonriendo tristemente. 
- Lo siento, yo no quería… 
- No te disculpes… no sabes cuanto significa para mi que lo hayas hecho – dijo sonriendo. 
Rick temeroso le preguntó – y por qué llorabas? 
- La melodía que estaba tocando me la enseñó mi madre, y mientras la tocaba no pude evitar recordar cuando por las tardes nos sentábamos juntas al piano… pero eso fue hace mucho tiempo. 
- Por qué dejaste de tocar?. 
A Lisa la incomodidad se le dibujó en el rostro. 
- Lo siento, no quise ser entrometido – se disculpó. 
- No, está bien. Después de que murieron mamá y Karl ya no tenía para quien tocar, así que dejé la música de lado y me dediqué a mi carrera – y tratando de bromear agregó – y no creo que una pianista pudiese haber hecho mucho desde el puente de la SDF-1 durante la guerra. 
Rick dudó un momento antes de preguntarle – y tocarías para mí?. 
Lisa lo miró sorprendida y le dijo – estás seguro?. No toco muy bien. 
- Me gustó lo que escuché – dijo Rick sonriendo. 
Sus miradas se cruzaron, y ninguno de los dos supo que decir o hacer. 
Detrás comenzó a sonar el teléfono y Lisa, sonrojada, se levantó a contestarlo. 
- Diga?... hola George… sí, está conmigo… el altavoz?... está bien. 
Rick miró a Lisa con curiosidad y se sentó en el sillón. Lisa encendió el altavoz del teléfono y se sentó junto a Rick. 
- Bien George, te escuchamos – dijo Lisa. 
- Rick, me escuchas? – preguntó George. 
- Fuerte y claro. 
- Muy bien… Rick, se puede saber que rayos hace Minmei en el hospital preguntando por mí?. 
- Creo que quería ir a darles sus buenos deseos a las victimas del ataque… y de paso saludarte. 
- Y quien le dio esa brillante idea?. 
- Yo le sugerí que visitara a las victimas, no que te fuera a ver – respondió Rick. 
- Donde estás George? – preguntó Lisa. 
- En este momento estoy escondido en mi despacho. Minmei llegó hace un par de horas, y empezó a preguntarle al personal en donde me podía encontrar y como he estado ocupado todo el día, no pude atenderla. Pero hace más de una hora que terminó mi turno y ella sigue sentada en admisión esperándome. 
- No tienes por donde salir del hospital? – preguntó Lisa. 
- Aparte de la entrada principal está mi ventana, pero recordé que estoy en el quinto piso. 
Lisa miró a Rick y se asombró al ver que no estaba enojado, sino que la situación parecía divertirle. 
- Amigos, necesito ayuda – dijo George. 
- Que podemos hacer? – preguntó Lisa. 
- No sé… quítenmela de encima. 
Rick sonriendo le preguntó – y por qué mejor no la atiendes?. 
Lisa miró a Rick como si se hubiese vuelto loco. 
- Ni en broma Hunter, prefiero enfrentarme a Khyron que a ella. 
Lisa riéndose le preguntó – y que pasó con el valiente Mayor de Infantería?... acaso no te puedes enfrentar a una dulce e inofensiva mujer?. 
- No es una dulce e inofensiva mujer, Lisa… es Minmei – dijo Rick haciendo que George estallara en una carcajada. 
Lisa le preguntó a Rick incrédula – te sientes bien?. 
- De maravillas – respondió Rick sonriendo. 
- Hey, cuando terminen de platicar me podrían venir a buscar?... por favor?. 
- No sé George, Lisa me esta deleitando con un concierto privado de piano. 
- Desde cuando que tienes un piano Lisa?... mejor después me cuentas. Van a venir?... no me hagan suplicar. 
Lisa y Rick se largaron a reír. 
- No es chistoso – se escuchó que alguien llamaba a la puerta de George – esperen un momento, no cuelguen… adelante. 
- Espero que no esté muy ocupado doctor – se escuchó la voz de Minmei. 
Rick y Lisa guardaron silencio y pusieron toda su atención en el teléfono. 
- Señorita Minmei, que hace usted a estas horas por acá? – preguntó George incómodo. 
- Andaba por el vecindario y pensé en pasar a saludarlo - le respondió sonriendo. 
- Y que puedo hacer por usted?. 
- Quiero invitarlo a cenar para aclarar el malentendido del otro día. Iremos donde usted quiera. 
- Aunque la oferta es tentadora señorita Minmei, debo rechazarla. Es muy tarde y tengo que ir a buscar a mi hijo donde sus abuelos. Pero cuénteme, cual de los malos entendidos del otro día quiere aclarar?. 
- El único malentendido fue con su hijo Matt. No fue mi intención hacerlo llorar. 
- Disculpe mi franqueza, pero creo que usted esa misma noche debió aclarar las cosas con mi hijo… que se llama Mark. Habla muy mal de usted como procedió con él. 
- No se lo tome tan mal George… porque le puedo decir George, verdad?. 
- No - respondió seriamente. 
Lisa y Rick tuvieron que evitar reírse. 
- Y por qué no?. 
- Porque soy George solamente para mis amigos. 
- A mi me gustaría ser su amiga… y amiga de su hijo. 
- Lo siento mucho, pero si Mark no la aprueba, yo no la apruebo. 
- No me va a decir que su hijo de verdad aprueba a la Capitana Hayes. 
- No solo la aprueba, la adora. 
- Pero si es todo lo contrario a mí – dijo molesta. 
- Exacto - dijo George sonriendo. 
- Bueno, tal vez si me conociera… 
- No lo creo… ahora si me disculpa, tengo que terminar unos asuntos personales y necesito que se retire. 
- Está bien, pero si cambia de parecer lo voy a estar esperando en el hotel Macross. Solo pregunte por mí en recepción. 
- Rick no se molestará?. 
- Por qué habría de molestarse?. 
- Le puedo hacer una pregunta?. 
- Todas las que quiera doctor. 
- Cual es su relación con Rick?. 
- Somos amigos. 
- Y… existe la posibilidad de que alguna vez ustedes sean algo más que amigos?. 
- Con Rick?, no lo creo. Por qué lo pregunta?. 
- Porque Rick es mi amigo y no quiero traicionar su confianza – dijo seriamente. 
- Pero en que lo va a traicionar si con él nunca he tenido nada?. 
Rick sonrió irónicamente y negó con la cabeza. Lisa puso su mano sobre la de él y le dio un leve apretón, apoyándolo. 
- Entonces usted siempre ha visto a Rick solamente como un amigo. Es bueno saber eso – dijo George. 
- Le confieso que a veces he llegado a pensar que Rick puede estar enamorado de mí, pero después deshecho la idea por ridícula – dijo sonriendo - entonces… acepta mi invitación?. 
- Lo siento, pero no. 
- Si le preocupa Rick… bueno… no tiene por que saberlo. Lo voy a estar esperando. Nos vemos – dijo coquetamente y salió del despacho. 
George esperó un momento para asegurarse de que Minmei se había ido y cogió el auricular. 
- Están ahí?. 
- Sí – respondieron los dos. 
- Y se puede saber por qué estaban escuchando una conversación privada? – les preguntó bromeando. 
Rick algo incomodo le preguntó – vas a ir al hotel?. 
- Si mi memoria no me falla, no acepté ninguna invitación. 
- La vas a dejar plantada? – preguntó Lisa. 
- Insisto en que no acepté nada, así no estoy dejando plantada a nadie. Los dejo, tengo que ir a buscar al enano. Nos vemos mañana. 
Después de que se despidieron Lisa colgó el teléfono y de quedó mirando a Rick. 
- Como estás? – le preguntó preocupada. 
- Mejor de lo que esperaba – admitió. 
- Estás seguro?. 
Rick asintió. 
- Me sorprendes… pensé que iba a arder Troya – confesó Lisa. 
- No… pero obtuve la confirmación que estaba esperando. 
Lisa lo miró extrañada – de que estas hablando?. 
- Es solo que acabo de confirmar que estos últimos años he sido un estúpido. Tanto preocuparme por ella y para ella soy alguien que solo existe cuando necesita ayuda – dijo decepcionado. 
- No has sido un estúpido Rick, solo estás enamorado – dijo muy a su pesar Lisa. 
- Estaba – pensó y prefirió cambiar de tema – que te pareció mi regalo?. 
Lisa sonriendo le respondió – maravilloso. Significa mucho para mí que me lo hayas regalado – se quedó pensando un momento – por qué lo hiciste?. 
- Tómalo como una muestra de agradecimiento. 
- Agradecimiento?... agradecimiento de qué? – le preguntó extrañada. 
- Por ser tú, Lisa… desde que nos conocemos no recuerdo ni una sola vez en que yo te haya agradecido algo o haberte hecho una atención… y creo que ya es tiempo de que eso cambie. 
- No debiste haberte molestado – dijo sonrojada. Miró hacía el piano y le dijo – fue fabricado antes de la guerra. 
- Como lo sabes?. 
- Por la inscripción que tiene en la tapa. Además ya no se hacen pianos con estos materiales… debe valer una fortuna. 
- Tu lo vales – le dijo Rick sin atreverse a mirarla. 
Lisa avergonzada le dijo – Rick... yo… 
- No digas nada, Lisa. Solo quiero que... me gustaría poder demostrarte que te aprecio y que me he dado cuenta de que contigo he sido un malagradecido… 
- Rick, no es necesario… 
- Por favor, déjame terminar – le pidió. 
Lisa asintió. 
- Después del ataque de Khyron he tenido mucho en que pensar, sobre todo en mi proceder y no me gustó lo que ví. He actuado como un idiota cegado por mis fantasías y me desquitaba contigo porque tú me devolvías a la realidad. Muchos son los que me han apoyado, pero eres tú quien trata de mantener mis pies sobre la tierra, y en vez de darte las gracias te he perjudicado. Quiero cambiar y se que si tu me ayudas podré lograrlo – confesó Rick. 
Lisa emocionada solo atinó a abrazarlo – sabes que puedes contar conmigo, Rick. 
- Lo sé. Y si vuelvo a comportarme como un idiota, serías tan amable de darme una patada en el trasero para reaccionar? - preguntó sonriendo. 
- Por supuesto, será un placer hacerlo – le respondió sonriendo. 
Se separaron y Rick le preguntó – antes de que me vaya, tocarías algo para mí?. 
- Que te gustaría?. 
- No sé, sé tanto de música como George de cocina – dijo bromeando mientras se sentaba junto al piano. 
Lisa sonriendo se sentó al piano y se quedó pensativa. De pronto una sonrisa se le dibujó en el rostro y comenzó a tocar. 
Cuando terminó Rick le preguntó – esa fue muy bonita, de quien es?. 
- Yo la compuse – respondió sonriendo avergonzada. 
- En serio?, me encantó - le dijo sorprendido. 
Lisa sonrojada le dijo – no es para tanto. 
- Tienes talento Lisa – se levantó y dijo – bien, me voy a casa, estoy agotado. 
Lisa lo acompañó hasta la puerta – gracias Rick, me gustó mucho el piano. 
- No hay de que – dijo sonriendo. 
Lisa no aguantó la curiosidad – que vas a hacer con Minmei?. 
- Algo que debí hacer hace mucho tiempo… buenas noches Lisa. 
- Que descanses Rick. 
 
… 
 
Rick llegó a su casa y la encontró vacía. Notó que la luz de la contestadora estaba parpadeando y decidió escuchar el mensaje. 
- Hola Rick, soy George. Por si te queda alguna duda estoy en mi casa con Mark… enano, saluda a Rick. 
- Hola Rick – escuchó decir a Mark. 
- Ves?, y además puedes verificar el número de teléfono. Trata de descansar, nos vemos mañana, adiós. 
Rick sonriendo se dirigió a su habitación para alistarse para dormir. Después de ponerse su pijama y coger unas mantas, volvió a la sala y se quedó mirando el sillón – esta va a ser la última noche que duerma aquí – pensó. 
Dormía profundamente cuando lo despertó el llamado insistente a la puerta. Miró su reloj – 0100 – y se levantó desganado a abrir. 
- No has visto la hora? – preguntó adormilado. 
- Lo siento, tenía que hacer – respondió Minmei algo malhumorada. 
- A estas horas?. 
- Tenía una reunión.  
- Y por tu humor parece que no te fue muy bien.  
Minmei lo miró molesta y le dijo – no fue nada importante. 
- Segura? – le preguntó tranquilamente. 
- No creo que te interese lo que ocurre en una reunión de negocios. 
- Minmei, si no me quieres decir, está bien. Pero al menos tenme el respeto suficiente para no mentirme. 
- No sé de que estas hablando – dijo un poco nerviosa. 
Rick decepcionado le dijo – pensé que después de todos estos años podrías confiar en mí. 
- Pero si confío en ti. 
- En serio?, y por qué no me dices que pretendías cenar con George?. 
Minmei enojada le respondió – él te contó?, y me imagino como se debe de haber reído cuando me dejó plantada. Se las da de caballero y es un miserable… y el muy cobarde se escuda en su hijo – dijo furiosa. 
Rick sorprendido ante la reacción de Minmei le dijo – vaya, sacaste las garras – y seriamente continuó – y no me agrada que hables así de George, si no fue, es porque no aceptó la invitación. No todos tienen que acatar lo que tú les digas Minmei. 
- Y tu como sabes eso?. 
- Porque George estaba hablando por teléfono conmigo cuando entraste a su despacho. 
- Escuchaste todo? – preguntó preocupada. 
- Sí. 
Minmei palideció y no supo que decirle. 
- Mira Minmei, si quieres tener una relación con George, créeme que no me importa. Lo que me molesta es que pienses que yo soy alguien a quien puedes manejar a tu antojo. 
Minmei seguía en silencio. 
- Tu sabes lo que he estado haciendo estas las ultimas semanas?. 
Minmei negó con la cabeza. 
- He estado castigado trabajando en la ciudad, me quitaron a mi escuadrón y casi me dan de baja. Rayos, si me pudieron haber fusilado, y sabes por qué?...porque desobedecí una orden directa para ir a protegerte y eso le costó la vida a tres jóvenes pilotos – y enojado continuó – las últimas semanas he pasado por un infierno y a ti ni te ha importado – y aún más enojado le dijo – y el otro día diste a entender de que no te importa si alguien da su vida por ti porque tu no se lo pediste. No aprecias nada. 
- Pero Rick, no es mi culpa que ellos hayan muerto y yo no te pedí que fueras al anfiteatro – dijo entre asustada y molesta. 
- Fui porque me preocupaba que te pasara algo, eso es lo que hacen los amigos, apoyarse y cuidarse. Si veo que alguien que aprecio está en peligro, sin duda que lo ayudaré aunque me cueste la vida. 
- Rick, tu no eres mi guardaespaldas, hay más gente que cuida de mí.  
- Ah sí?, como quien?, como Kyle?, si no me equivoco el te dejó abandonada apenas comenzó el ataque. Y donde estaba el resto?, cuando te encontré estabas sola. 
Minmei con lagrimas en los ojos le dijo – no creas que eres el único en quién puedo confiar. 
- Y por qué acudes a mi solo cuando tienes problemas o cuando necesitas refugiarte?. Estoy cansado de que abuses de mí. 
- No he abusado de ti – dijo a la defensiva. 
- Como que no?, antes de Navidad apareces, me haces cambiar todos mis planes y para año nuevo me dejas abandonado. Desde hacía meses que no sabía de ti y ahora llegas y te apoderas de mi casa, incomodas a mis amigos y das por sentado que todos tenemos que hacer lo que tu quieras para agradarte. Pero eso se acabó Minmei. Por si no te has dado cuenta estamos viviendo en medio de una guerra y muchos nos estamos sacrificando por un mañana mejor, mientras que tu sigues en tu pequeño mundo de fantasía y rodeada de aduladores que no aportan nada positivo para la paz, sino que andan dando discursos contra los militares haciendo que la población se divida, en vez de lograr que todos nos unamos y luchemos de una manera u otra, no solamente para salvar nuestro planeta, sino que también nuestra especie. 
- Pero si siguen peleando, la guerra no va a acabar nunca. Ya estaría bueno que dejaran sus jueguitos de soldados y abrieran la mente para una negociación pacifica. Es hora de que dejemos las armas de lado. 
- Si en este momento dejáramos las armas de lado sería como rendirnos. 
- Y eso sería tan malo?, al menos estaríamos en paz. 
- Tu crees que Khyron y sus malcontentos saben o desean vivir en paz?. 
- Nosotros podemos enseñarles. 
Rick negando con la cabeza le dijo – Minmei, ya va siendo hora de que madures. 
- Kyle tiene razón, ustedes han matado y destruido tanto que necesitan derramar sangre para ser felices. 
Rick enojado le respondió – pero a diferencia de Kyle yo le doy la cara a lo que está sucediendo, no me escondo tras discursos baratos. Y dime Minmei, que ha hecho el por la paz?, lo único que ha logrado es que los sobrevivientes se enfrenten entre ellos. 
- Tú no eras así Rick, los militares te lavaron el cerebro. 
- No Minmei, he visto lo que ocurre con mis propios ojos, por eso sigo peleando. 
Después de estar un momento en silencio Rick le dijo – quiero que te marches Minmei. 
Minmei sorprendida le preguntó – pero en donde me voy a quedar?. 
Rick sarcásticamente le respondió – creo que cualquier lugar es mejor que quedarse con un asesino como yo, verdad?. 
Minmei al no saber que responderle se dio media vuelta y se encerró en la habitación de Rick. 
Rick se volvió a acomodar para dormir y se preguntó – como pude haber estado enamorado de ella?. 
 
… 
 
Rick esa mañana despertó con el olor del desayuno. Entró a la cocina y vió que Minmei tenía todo servido y lo estaba esperando sentada a la mesa. 
- Después de lo de anoche pensé que podríamos arreglar las cosas – dijo Minmei sonriendo temerosa – los dos estábamos enojados y dijimos cosas que no quisimos. 
Rick tranquilamente le preguntó – desde anoche hasta ahora, ha cambiado tu modo de pensar?. 
- No, Rick. 
- El mío tampoco. Y no creas que con un desayuno voy a cambiar mi decisión. 
- Aun quieres que me vaya?. 
- Es lo mejor Minmei. Te apreció como amiga y no quiero que deje de ser así. Si sigues conmigo, y continuas comportándote como lo has hecho hasta ahora, lo más probable es que te transformes en mi enemiga. 
- Tu me quieres, Rick?. 
- Solamente como amiga. Y si en el futuro necesitas ayuda, puedes contar conmigo, pero no esperes que deje todo de lado para ir por ti. 
- Yo a ti te quiero Rick… quiero que nos demos una oportunidad. 
Rick sorprendido le preguntó – no que tú me ves solamente como un hermano?. 
- Pero con el tiempo eso puede cambiar. 
- No Minmei, ya es demasiado tarde. Yo no quiero vivir una mentira, quiero algo real. 
- Y tienes a alguien en mente?. 
- Eso creo. 
- Y que tiene ella que no tenga yo?. 
Rick sonriendo le respondió – más de lo que te imaginas. Además es alguien a quien le confió mi vida con los ojos cerrados. 
- Yo podría cambiar. 
- Es que no lo entiendes Minmei?, no eres tu lo que estoy buscando y no creas que voy a caer en tu juego, solo para que sigas quedándote aquí. Ya no puedes jugar con mis sentimientos - le dijo molesto. 
Minmei molesta le dijo – muchos harían cualquier cosa para que me quedara con ellos. 
- Pero yo no soy uno de ellos, así que tienen el camino libre – respondió con ironía. 
- Rick, por qué me haces esto?. 
- Hacerte que?. 
- Apartarme de ti?. 
Rick sonriendo le respondió – eso lo hiciste tu sola. 
- Pero Rick, yo… 
Rick enojado le dijo – Minmei, basta!. Si tienes problemas con Kyle o con quien sea, enfréntalos. Como tú dijiste, yo no soy tu guardaespaldas, de hecho no soy nada tuyo. Vivimos en dos mundos diferentes, y yo ya no soy el mismo de hace unos meses atrás. Y a pesar de que nos conocemos desde hace años somos dos perfectos desconocidos. Ahora quiero la verdad, que quieres de mi Minmei?. 
Minmei se quedó llorando en silencio. 
Rick más tranquilo le dijo – empaca tus cosas mientras salgo a buscar un taxi – y salió de la casa. 
Cuando volvió Minmei lo estaba esperando en la puerta con dos maletas. 
- Te vas a arrepentir por haberme rechazado – le dijo furiosa. 
- No lo creo – le dijo sonriendo. 
Le ayudó a cargar las maletas y a subirse al taxi. 
- Adiós Minmei. 
Minmei lo ignoró y le ordenó al chofer que partiera. 
Rick entró a su casa, miró alrededor y pensó – bien Hunter, ahora todo depende de ti. 
 

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