Fanfic Name / Nombre del Fanfic: Reflexiones en el inicio del fin. Navidad.

Chapter / Capitulo: 1

Author / Autor: Eruard

Dedicated to / Dedicado a: A los que batallan dia tras dia en esta vida. A todos mis amigos.

Warnings / Advertencias: Preludio hacia "viaje a las estrellas". Cuando Rick y Lisa se aprestan para abordar el SDF-2 para defenderse del ultimo ataque zentraedi.

Rating / Clasificacion: AP15 (For Teenagers = Para Adolescentes)

Romance

Fanfic: Había celebrado una hermosa navidad en su pequeño hogar junto con su novia, la idol de todo Macross, pero se sentía melancólico. Aquellas gentes que, junto a Max y Mirilla habían ayudado a apaciguar los fuegos y desastres causados por el enemigo dejaron en él una marca, la huella del deber, de protegerlos a todos, como un soldado. 
 
Aquél “Noche de Paz”, cantado por gente que lo había perdido todo, fue mucho mas hondo que sus pensamientos. Recordó a su hermano, a Ben y a muchos que fallecieron en combate, y se sintió agradecido, como si la canción fuese en gratitud a los esfuerzos de los soldados caídos, como si el mismo Jesús estuviera brindando una paz, una alegría mas allá de los buenos deseos y esperanzas. 
 
En medio de la noche, no podía dormir en su sofá y, recordando aquel Valkiria en miniatura que tenia en su velador, se preguntaba cual seria la continuación de su deber. ¿Por qué seguir luchando, entonces? Se supone que estoy con mi novia, al fin y al cabo y debería ver la forma de comenzar una nueva época en mi vida, quizás replantearme y alcanzar una felicidad….. 
 
Entonces vio la luna crecer allá arriba, más lejana que la ventana de la salita de estar, más alta que la cabina del SDF-1, la vieja fortaleza que los había protegido. Llena de luces multicolores, en sus cabinas de entrada y en sus armamentos, podiase ver la huella del sacrificio, del dolor de la guerra. Rápidamente recorrió las plataformas de aterrizaje, como si mentalmente regresara a la fortaleza luego de la batalla. 
 
Sin embargo, ese sentimiento que a todo soldado y guerrero le aprisiona lo volvió a vivenciar con la desesperada incertidumbre de siempre, como si estuviera en el espacio, pero esta vez sintió calar más hondo en su vida: ¿Cuál es la razón de mi esfuerzo?, mientras realizaba la entrega de informes de combate y tornara sus pasos a su habitación….de soldado….de quien solo cumple un deber. 
 
En el silencio de su habitación se sintió solo. Pero, como siempre, apartó sus pensamientos personales por las de su vocación, tratando de dormir, atento al deber, como si la batalla no hubiera terminado, como si tuviera alguien a quien seguir protegiendo, pero que se le escapaba de entre las manos…Linn Minmey… 
 
Ella dormía apaciblemente – pensó mientras deambulaba por su casa y observaba por la puerta entreabierta de su dormitorio – Yo quisiera descansar tan libre de preocupaciones como ella, como si nada le afectara, como si todo lo que le preocupase es volver a su vida normal y olvidarse de ser una idol, como si nada hubiera pasado en nuestro mundo, no puedo ser tan infantil – pensó – y, para sorpresa suya, se vio proyectado en un futuro, tomando decisiones que afectarían a la vida de las nuevas generaciones, de la humanidad completa. 
 
Se sintió oprimido por la presencia de la persona que había sido su primer amor, como si una barrera invisible hubiese sido puesta entre ellos, más que sus distintas vocaciones, eran en cómo veían y se proyectaban. – Yo no puedo dejar de ser piloto de guerra, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras los demás sufren y se esfuerzan por un mejor porvenir – se decía, retractándose por completo de aquel sentimiento de compasión que tuvo por la niña-cantante – Pero, quizás son solo buenos deseos, pues no soy mas que un piloto, que puede morir en el próximo intento… 
 
Con esos pensamientos nostálgicos, durmió incómodamente en el sofá, y cuando abrió los ojos le saludó una sonriente Minmey, invitándole a desayunar.  
 
Era un hermoso día, lleno de luz y de claridad, que inundaron la habitación mientras desayunaban. Sin embargo esa alegría matutina sólo acompañaba a ambos seres en sus semblantes físicos, pues en su interior él había tenido que decidir su futuro, y no era, precisamente, junto con la mujer que estaba a su lado, lo que lo tenía melancólico y, de alguna forma, con una tristeza en sus ojos. Al terminar, él fue hacia su habitación y se sentó en su cama, mirando a su valkiria de miniatura. 
 
Y miró el sol, repentinamente, casi de forma inconsciente. Y supo que extrañaba el estar afuera, el vivir en su hogar adoptivo, aquella fortaleza, que lo había protegido a él como piloto, pero que había permitido fortalecer en él sus pensamientos y su propósito, y sabia que aquella mujer sonriente y graciosa no podía acompañarle. – De todas maneras, qué más da, la fortaleza nunca podrá despegar – se decía, como exigiéndose a si mismo una explicación por aquellas ideas absurdas, cuando se comentaba que la tregua con el enemigo era inminente y no había razón para un nuevo despegue. 
 
- Simples pensamientos de piloto que no quiere ver su vida deshecha por la realidad latente – se dijo, ensimismado en sus mismas tinieblas- Pues claro, ahora se necesitaba muchas manos para construir, para edificar, para ayudar, al contrario de lo que sabemos hacer, que es solo pelear, destruir, defender. 
 
Volvió a su valkiria, y al tomarlo por las alas sitió una profunda presión en el pecho, como si la vida recobrara sentido cada vez que se imaginaba volando. Y no veía ninguna posibilidad de cambiar el rumbo. – Ya no soy un jovencito – se dijo, castigándose – debería ser más agradecido con la vida, tengo a la persona que siempre quise tener y no puedo volver hacia atrás – se dijo lastimeramente. 
 
De pronto sintió unos pasos frente a su casa, lo que, de alguna manera lo sorprendió y le volvió a la realidad. Tocaron el timbre, se dijo, y se preguntaba quien sería, al fin y al cabo no tenia amigos, podrían ser los el grupo de “fans” de la idol, podría ser la prensa, y en verdad la detestaba, o, en cambio, podrían ser algunos de sus conocidos, Max con Mirilla, o quizás…. 
 
- Lisa, que sorpresa, por favor, pasa, adelante – dijo la voz de Minmey allá en la entrada. 
 
¿La capitana Hayes, que estará haciendo aquí?...y de pronto, sólo esa pregunta le volvió a la realidad de su vida, a lo que había descubierto en la plataforma macross, a darle sentido a todo lo que había hecho desde su ascensión de rango…a lo que había…..dado sentido a la dura vida de la milicia y respuestas en el hondo de su ser…. 
 
- Capitana Hayes- saludó mientras se acercaba a la entrada.  
 
- Buenos días a ambos, no les quito mayor tiempo, solo venia a…..despedirme de uds.- dijo la Oficial, mientras miraba y sopesaba los rostros atónitos de los dos jóvenes… 
 
- Pero Lisa, quiero decir, es decir, Capitana…. ¿hacia donde va? – preguntaron ambos, mientras que él veía como el sol iluminaba con mucha intensidad el SDF-1, y sus rincones, sus plataformas…. 
 
- Debo decirles que me han asignado una nueva misión – respondió Lisa – la que es el ir en una fortaleza espacial, el nuevo SDF-2, y despegar hacia las tierras de los Maestros Robotech, es decir, por fin tendré mi nave. ¿No te alegra esa noticia, Rick? 
 
Él quedó absorto en sus pensamientos. Por una parte no entendía el por qué se le ocultó esa misión, él siendo capitán, no formaba parte de los integrantes de la nueva misión, así que se veía retirado, en el planeta. Quizás para siempre. 
 
Un brillo especial asombró brevemente a los jóvenes, era el casco de la reluciente estructura espacial, en donde se generaban las órdenes del grupo de oficiales a cargo, donde estaría Lisa, al mando. De pronto, en su imaginación, la vio partir hacia el espacio y , junto con ella, toda la razón de ser del SDF-1, también sus preguntas, y sus respuestas. Se vio solo, sin razón de seguir viviendo como cautivo en su propio planeta… 
 
- De seguro tendrás mucho éxito y logros – se pronunció Minmey, quizás dando el pie para la despedida. 
 
- Muchas gracias- Lisa respondió amablemente, mientras que observaba al piloto con cierta tristeza en su agradecimiento. 
 
- Pero…y ¿cuando se inicia la misión? – Él preguntó, quizás menos tranquilo de lo que hubiese deseado. De alguna forma, podría verse reconsiderado. Quizás podría ayudar en la formación de los pilotos de combate, quizás con su experiencia en la fortaleza antigua, quizás….entregando lo mejor de si en esta nueva experiencia…. 
 
- Mañana, a esta hora, ya no estaré aquí – Respondió melancólicamente la Capitana – Bueno, amigos, lamento no poder quedarme mayor rato junto a uds., mi tripulación me espera para afinar los últimos detalles de partida.  
 
Rick se hundió, ensimismado, en sus pensamientos, en la realidad que le deparaba. Solo calló, mientras veía su futuro, su vida y lo que quería hacer irse de sus manos, y él no podía hacer nada para detenerlo. ¿Por qué? 
 
- Bueno, solo una cosa me queda por decirles, es decir, a ti, Rick….. – Lisa calló mientras él la miraba, quizás por última vez. Fue entonces cuando expresó sus sentimientos hacia él, olvidando a Minmey, olvidando las brechas oficiales que los separaban, olvidando por completo a su antiguo novio, en fin, ya nada le importó. 
 
- No se si te vuelva a ver, es por eso que te pido disculpas por esta incomodidad, y, ahora, debo irme, me estoy atrasando. Adiós – Lisa se retiró de aquel lugar, buscando su vehiculo, que estaba a dos cuadras, con un oficial esperando su regreso y partir hacia su nuevo hogar, el SDF – 2. 
 
Fue entonces cuando el piloto reaccionó. 
 
- Lisa, ¡Espérame! – Exclamó mientras corría atrás de la Comandante. Corrió como quien busca la libertad a través de la oscuridad, y ve su última oportunidad en aquella minúscula brecha de luz. Pero no alcanzó a andar mucho, cuando sintió una fuerte explosión que retumbó la zona, junto con una enorme presencia de humo y polvo, que cubrió el lugar. 
 
Lisa, mientras tanto, consiguió protegerse de aquel impacto, pero un paso mal dado la hizo caer de bruces en el suelo, en donde todo fue negro. Se sintió caer en un charco de agua, y mientras se hundía, estiraba su brazo pidiendo socorro, pero todo era oscuridad. Pero, al último momento, oyó unos pasos y sintió una mano que la socorría.  
 
Cuando abrió los ojos se dio cuenta que estaba en el interior de aquella nave zentraedi y que era protegida por un soldado de guerra, justamente aquel piloto que la había insultado por la vía publica de operaciones de combate, cuando ella estaba dirigiendo las formaciones en la torre de control. Pero también se halló en una estancia perdida de la fortaleza SDF-1, protegida por el mismo soldado, y hasta compartiendo una charla que los unía como amigos. 
 
Cuando despertó del todo, se halló semi inconsciente, pero nuevamente protegida. Esta vez era el mismo piloto de guerra, pero ya no era el soldado inexperto, ni tampoco aquel amigo. Era alguien especial, a quien el destino le rehusó su compañía y su afecto, por lo que creyó que estaba soñando. 
 
- Ahora, ¿Dónde estoy? – Se preguntó mientras reaccionaba y vio a Rick protegiéndola del polvo y las nubes de humo – Seguramente estoy teniendo visiones. 
 
- No Lisa, no, mi Lisa – Rick la abrazó, conmovido por las palabras de la comandante, y por la claridad que él ahora tenia en su interior. Sabía que su futuro estaba ahí, frente a él, junto con él, sirviendo en la misma vocación, y con el mismo anhelo y propósito.  
 
Ahora tenía las respuestas, y no iba a dejar que ella se marchara sola hacia el espacio exterior. Siempre tendría a alguien que le acompañara y que le quisiera, ahora, en el nuevo hogar que les esperaba. 
 
 

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