fanfic_name = Lisa

chapter = Capitulo 6

author = Clo

Rating = AP15

Type = Angst

fanfic = Capitulo Seis – Macross

 

Claudia me apoyo mucho al llegar a la Isla Macross, mi primera sorpresa y la de todos los que iban por primera vez, era la inmensa nave que podía verse desde el avión que estaba a la mitad de la isla, el famoso meteorito que había caído en 1999, y si no hubiera sido por Claudia yo me lo habría perdido…

 

- Creo que deberías observar por la ventana

 

- Dios salve a la Reina… es eso lo que creo

 

- Así es… Lisa te presento al principal protagonista del proyecto Macross, el SDF-1

 

- SDF-1?

 

- Si… Super Defense Fortress, es impresionante no es así

 

- Bastante, así que esa es toda la fuente de Robotechnia en el planeta

 

- Al parec….

 

- Este es el capitán estamos a punto de iniciar el aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Ciudad Macross, favor de abrocharse los cinturones y apagar cualquier aparato eléctrico que pudieran estar ocupando.

 

- Aeropuerto internacional? – pregunté

 

- Aeropuerto internacional – respondió Claudia

 

Dicho aeropuerto estaba a las afueras de la Ciudad, si había una ciudad con civiles y todos los servicios, reí para mis adentros sin poder evitar pensar lo tonta e ingenua que había sido.

 

- Por tu cara me imagino que no esperabas en lo absoluto esto – dijo mientras yo observaba por la ventana las calles de Ciudad Macross

 

- Tienes toda la razón… no es una Ciudad de Militares, sino una Ciudad y punto

 

- Tenemos todos los servicios, aún hacen falta algunas cosas, como un teatro y museos

 

- Alguien extraña NY – de repente el Oficial Hayes dejo escapar por unos segundos a Lisa cuando exclame feliz – gracias a la diosa… hay comida China

 

- La diosa?

 

- Mi mejor amiga – y la única pensé – suele decir que Dios es mujer, la mujer da vida, dios da vida, ergo dios es mujer

 

- Interesante punto de vista

 

- Si lo es…

 

- Creo que nuestra primera salida será a comer comida china

 

- Eso sería bastante agrada… por Dios

 

- Que paso con la Diosa? – bromeó Claudia, pero perfectamente sabía de que estaba hablando

 

- Se ve mucho más impresionante en tierra, toda la base es la fortaleza?

 

- Básicamente, existen algunas construcciones alrededor, así como los cuarteles de los militares que no tienen necesidad de vivir en la Ciudad.

 

- Es una maravilla

 

- Espera verla por dentro

 

Durante la primera semana estuve hospedándome en un “hotel” por decirlo de alguna manera para las personas recién llegadas a Macross en lo que se nos asignaba un lugar más permanente, creo que Claudia movió algunas influencias o hizo algún comentario pues a la segunda semana de mi llegada ya estábamos compartiendo un pequeño departamento. Claudia había tenido toda la razón del mundo, si la fortaleza te había sorprendido por el exterior, en su interior era un milagro tecnológico.

 

Pensé en Vanesa y en Riber y lo mucho que ambos hubieran disfrutado estar ahí, habían logrado una amistad, que no estaba basada en el hecho de que ella era mi mejor amiga y él mi pareja sentimental, sino que ambos eran amantes de la tecnología. De hecho había habido ocasiones en las que yo era la que se sentía algo excluida de sus platicas, sin lugar a dudas eran las dos personas más brillantes, en el campo de la ciencia que había conocido.

 

La primera semana fue de inducción a las actividades del puente y a los lineamientos a seguir dentro de la base, a mi segunda semana ya estaba en servicio activo. Claudia no dejaba de admirar mis dones de mando y la seguridad con la que me comportaba en el trabajo, “luces más natural frente a tu consola, que en tu vida personal fuera del trabajo” había bromeado llevando una gran carga de verdad en ese comentario. Nos habíamos vuelto grandes amigas, si he de ser sincera mucho más de lo que jamás había llegado a ser con Vanesa.

 

En verdad las cosas iban avanzando bien, al poco tiempo de mi llegada, el famoso Roy Fockker, un tipo muy bien parecido pero algo despreocupado, era algo más que un amigo de Claudia. Eran una pareja casi perfecta, se complementaban de una manera que pocas veces había visto. De hecho Roy se volvió un buen amigo, y no creo que haya sido solamente por ser la mejor amiga, me daba tanto gusto escuchar a Claudia presentarme de esa manera, “les presento al oficial Lisa Hayes, mi mejor amiga”, de su pareja, si no que sinceramente nos agradábamos mutuamente.

 

Su relación comenzó por combustión espontánea, un día ella lo evitaba a más no poder, y al siguiente el fue a recogernos a nuestro pequeño departamento para escoltarnos a la base, tomado de la mano con Claudia y despidiéndose en la puerta del puente con un dulce beso.

 

Al Capitán Henry Global lo había visto en el Puente y era una persona que realmente impresionaba, su manera de dar ordenes y de dirigir a las personas a su mando era excelsa, un líder nato. Claudia era una de sus personas de confianza y una noche que habíamos salido a celebrar mi cumpleaños al restaurante de comida China, que al parecer era de los más concurridos de la ciudad, fue cuando pude conocer un poco al hombre detrás del soldado. Estábamos esperando mesa en el bar cuando escuche detrás de mí una voz que me recordó a la de mi padre, pero con un fuerte acento.

 

- Claudia, Roy que coincidencia – instintivamente voltee a ver al dueño de la voz y frente a mi estaba ni más ni menos Henry Global – perdón Lisa no te vi

 

- Capitán Global que hace usted aquí – preguntó Claudia

 

- Lo mismo que ustedes supongo, les molestaría cenar con un viejo capitán que no desea hacerlo solo

 

- En lo absoluto señor – ahora fue Roy quien respondió

 

- Su mesa esta lista capitán

 

- Seremos cuatro para cenar Lee

 

- Claro señor

 

Creo que nada pudo haberme preparado para Henry Global, si bien era de un rango menor al de mi padre y ya lo había visto antes, en su boda, no era en lo absoluto lo que uno espera de un Capitán y mucho menos de un ruso, bueno al menos no era lo que yo esperaba, era una persona con la autoridad destilando por su poros, pero que no era autoritario, no era frío como mi padre. En los siguientes años se convirtió en un pilar absoluto de mi vida, tanto profesional como personal.

 

A los seis meses de estar en la base recibimos una llamada de auxilio del CVN-99 Asuka II, Roy fue asignado a brindarles escolta militar, le entregue aquella pequeña cartera de Viutton para que pudiera dársela a Vanesa, tristemente la cartera regreso a mi.

 

State = Continuará/To Be Continue

feedback = Sí/Yes

email = del_valle03ARROBAyahoo.com