fanfic_name = Lisa

chapter = Capitulo 3

author = Clo

Rating = AP15

Type = Angst

fanfic = Capitulo Tres – El Nacimiento de la Reina de Hielo

 

Recuerdo como si hubiera sido ayer cuando me entere de la muerte de Riber, fue mi padre quien me lo informo. Estaba en entrenamiento físico, esperando mi turno para empezar el recorrido, cuando un cabo se acerco al líder de escuadrón

 

- Hayes – grito

 

- Si señor – me acerque haciendo el saludo militar correspondiente

 

- La buscan en las oficinas

 

- Gracias señor

 

Camine rumbo a las oficinas y algo dentro de mi me decía que algo estaba mal, no sabía por que pero una visita que me sacará de entrenamiento no era por buenas noticias. Al entrar pude ver a mi padre frente a la ventana, su espalda y su uniforme de almirante eran inconfundibles

 

- Señor, cabo Hayes reportándose – dije el volteo e hice el saludo correspondiente, podría ser mi padre pero no dejaba ser un Almirante, su rostro mostraba una tristeza que solamente había visto en mi vida muchos años atrás, cuando mi madre murió.

 

- Hola Lisa, por favor toma asiento

 

- Pasa algo señor? – pregunte mientras me sentaba frente a él

 

- Lisa paso algo y no quería que te enteraras por alguien más, quería estar contigo, ser tu padre

 

- Me estas asustando

 

- Hubo un ataque a la base de Marte por fracciones anti-GTU y …

 

- Karl?!!!!! – lo interrumpí

 

- Nadie sobrevivió cariño

 

Yo sabía que mi padre continuaba con los detalles sobre el ataque, pero yo no escuchaba nada, solamente intentaba en vano despertar… si tenía que ser una pesadilla, Karl Riber no podía estar muerto. Iba a enviar por mi, me iba a alejar de la guerra, íbamos a casarnos y a tener hijos, una pequeña llamada Maya como aquella isla de los cuentos de mi padre.

 

- Lisa… Lisa estas bien?

 

- Si señor, ha habido confirmación que no hubo sobrevivientes

 

- Cariño la base fue atacada y perdimos todo contacto con ellos

 

- Es posible que haya sobrevivientes

 

- El ataque fue hace tres semanas, de haber habido sobrevivientes ya nos habrían contactado

 

- Lo sabías desde hace tres semanas y no me habías dicho nada

 

- Quería estar seguro de lo que iba a decirte, no quería angustiarte en vano

 

- Gracias por pensar en mi señor, pero habría agradecido más su sinceridad desde un principio, ahora si me disculpa necesito regresar a mi entrenamiento

 

- Si deseas tomar licencia para…

 

- Señor soy un recluta más y en estos tiempos todos somos necesarios, así que no deseo que se me den consideraciones especiales por mi “PADRE” – dije al levantarme

 

- Entiendo – ahora fue el quien me saludo – puede retirarse

 

- Gracias señor

 

Regrese a mi entrenamiento como si nada hubiera pasado, ahí fue cuando la Reina de Hielo Hayes nació. No se realmente como sucedió, estando frente a mi padre parte de mi deseaba romper en llanto y abrazarse a él, como lo había hecho al morir mama, y otra parte que hasta ese momento desconocía grito dentro mi… me ordeno a permanecer ahí, me recordó que ahora era un soldado y como tal conocía los riesgos del empleo, al igual que Riber.

 

No voy a negar que lloré y mucho, pero cuando nadie podía verme, ni siquiera Vanesa, lo hacía cuando ella no estaba en la habitación y en la ducha cuando no había nadie en los vestidores. Ahí era cuando daba rienda suelta a mi dolor, podía sentir como mi corazón se rompía y que lo única que evitaba que desaparecieran los pedazos era el hielo que yo misma había formado alrededor suyo.

 

Me enfrasque en mi entrenamiento militar, para mi era primordial ser la mejor. Durante ese año no existió nada más que mi entrenamiento. Deje de ir a fiestas, por más que Vanesa me insistía hasta que un día simplemente dejo de hacerlo. Conocía los procedimientos al derecho y al revés, no había nadie mejor que yo.

 

La gente hablaba sobre mi, era la hermana perra de Cruela DeVille, pero sus burlas no me importaban, lejos de herirme me hacían más fuerte, bueno la hacían más fuerte a ella, a la reina de hielo, detrás de ese disfraz siempre ha estado Lisa. Se que varios reclutas y hasta oficiales estaban interesados en mi, pero sentían pánico de acercarse y ser literalmente bateados como pelota de cricket. En una ocasión Vanesa decidió hablar conmigo sobre esta actitud, fue la única persona con quien lo hable hasta que conocí a la mujer más importante de mi vida, después de mi madre… Claudia Grant.

 

Era un sábado y descansábamos, yo estaba en mi habitación sentada en mi escritorio, leyendo algunos procedimientos, si he de ser sincera demasiados avanzados para ni nivel de entrenamiento, cuando ella entro sonriendo…

 

- No tienes planes para el día de hoy

 

- Creo que quedarme a estudiar es un plan magnifico Vanesa

 

- Vamos Lisa – dijo mientras recorría la cortina y dejaba entrar el sol a la habitación – es un día hermoso, por que no salimos

 

- Salir a donde

 

- Podemos tomar el autobús e ir a Londres, tengo muchísimas ganas de ir a Harrold’s, hace mucho tiempo que no me siento una más de las chicas

 

- Ambas sabemos que nuestros sueldos no alcanzan para hacer compras en Harrold’s

 

- Si lo se, pero no cobran por ver, no es así y para cuando ambas seamos oficiales de alto rango podremos comprar ahí, en Tiffany’s o donde lo deseemos

 

- Si la situación sigue como hasta ahora no habrá una sola tienda en el planeta.

 

- No puedes seguir así – dijo de repente

 

- De que hablas Vanesa, estoy bien

 

- No lo estas… tienes que sacar el dolor o este tarde o temprano acabará contigo

 

- No todos manejamos las penas igual

 

- Tienes más de un año con esa actitud de zombi, no es normal

 

- Como te dije cada uno maneja….

 

- Patrañas… tú lo amabas, díselo a quien no te conozca y no te haya visto con él, su felicidad daba envidia.

 

- El que llore no lo va a revivir

 

- No, pero tampoco el que te estés muriendo por dentro, esta no eres tu… ok no eres la mujer más alegre de este mundo pero este bloque de hielo no eres tu.

 

- Como lo sabes… el haber compartido cuarto durante unos años y de vez en cuando ir a una fiesta juntas no te hace experta en Lisa Hayes.

 

- Tal vez no, pero a diferencia tuya yo no tengo el alma y el corazón de vacaciones, te considero una amiga y me duele verte así.

 

- Que quieres que te diga

 

- Lo que sientes, solamente una vez dilo en voz alta para que no te envenene más

 

Hubo un silencio que yo sentí eterno, y sin saber por que por unos breves instantes Lisa le gano al cabo Hayes, fue una de las pocas ocasiones en que me sucedió, y comencé a llorar en silencio con la cabeza gacha, y dije en voz baja algo que hasta mi me sorprendió.

 

- Lo odio – Vanesa parada a mi lado me abrazo – no tienes ni idea de cómo lo odio, si no hubiera sido un cobarde y hubiera huido, al menos habríamos tenido más tiempo.

 

- El pensó que iba a estar seguro allá, sabía perfectamente que tú estabas protegida mientras permanecerías en la academia. Pensó que el espacio no podría alcanzarlos toda esta locura, el si iba a enviar por ti.

 

- Como puedes estar tan segura de ello

 

- Por que el te amaba Lisa Hayes, por eso… se que no podrás ser quien solías ser, pero tampoco te cierres tanto. Vendrán cosas mejores, ya veras

 

- No estoy tan segura, solamente tengo 18 años y el amor de mi vida murió.

 

- Como puedes saber que él era el amor de tu vida, Lisa como tú dijiste tienes 18 años, todavía no has vivido. Tal vez el papel de Riber en tu vida era prepararte para algo más grande.

 

- A veces pienso en lo que él decía de la guerra, en como la violencia genera más violencia, tenemos más de 4 años enfrascados en una guerra a la cual no se le ve fin.

 

- Mi madre solía decir que no puedes hacer un omelet sin romper un huevo, la paz no puede ser lograda sin derramar sangre y tú como miembro de una familia de soldados lo sabes mejor que nadie. No todos podemos ser Gandhi.

 

- Creo que no, gracias por todo

 

- Cuando quieras. Ahora a donde vamos a ir, podemos ir a un pub, quedarnos en tu palacio y regresar mañana

 

- Esta bien, si eso evita que vuelvas a jugar al Freud conmigo

 

- Palabra de honor….

 

Solamente frente a Vanesa me atrevía a mostrar un poco de Lisa, frente al resto de la base era el cabo Hayes. Vanesa cumplió lo prometido y jamás volvió a tocar el tema de Riber, solamente lo hizo una última vez antes de finalizar nuestro entrenamiento. Se había convertido en nuestra liberación de estrés el ir a Londres durante nuestros fines de semana libres y quedarnos en mi “palacio” como solía llamarlo Vanesa en una de las partes más elegantes de la ciudad.

 

Un sábado un mes antes de terminar el entrenamiento fuimos a una galería cerca de Picadilly, al salir caminamos buscando un café para comer algo, cuando por alguna extraña razón terminamos frente a una exclusiva tienda de diseñador. Vanesa era un gran fan de la moda, algo raro para una chica que era todo un gusano de biblioteca y paro a ver el aparador en el lucía un hermoso vestido de noche color verde.

 

- Que hermoso vestido, no lo crees Lisa

 

- Si lo es – dije en voz muy baja

 

- Estas bien – pregunto mientras volvió la vista hacia mi, creo que mi cara fue toda la respuesta que necesito – Dios Lisa que tienes

 

- Alguna vez utilice un vestido muy similar

 

- Con Riber no es así, lo siento yo no sabía

 

- No te preocupes, como podrías hacerlo, de hecho compre el vestido en esta tienda, fue para la boda de un viejo amigo de mi padre, Henry Global.

 

- Fuiste a la boda del Capitán Global, en verdad te mueves en altos círculos

 

- Si… eso creo, fui con Riber unas semanas antes de que fuera asignado a la base Sara.

 

- Debieron haber lucido espectaculares – comento Vanesa sin pensarlo – tus ojos debieron haber resaltado con ese tono y él supongo que utilizo el traje de gala militar

 

- No… tú sabes lo mucho que odiaba la milicia, utilizo un smoking.

 

- omo es Henry Global – mi amiga se dio cuenta de mi tristeza, pues de inmediato cambio el tema y le doy gracias por ello, también sin darme cuenta habíamos caminado mientras platicábamos alejándonos de la tienda – he escuchado mucho de él en la academia… un ruso que a pesar la situación de su país, decidió continuar con las naciones unidas.

 

- s un hombre imponente, se le nota la inteligencia en su mirar, en su manera de comportarse.

 

- Disculpen señoritas que puedo traerles de tomar – preguntó un camarero mientras dejaba las cartas

 

- Una petite soda para mi y tu Lisa

 

- Te helado por favor

 

- En un momento les traigo sus bebidas y les tomo la orden

 

- Gracias – dijimos al unísono

 

- Como es ella, debe ser una gran mujer para lograr que el solteron Global decidiera emparejarse.

 

- Es una mujer muy atractiva de hecho es japonesa su nombre es Miho

 

- Espero alguna vez poder servir para alguien como el Capitán Global

 

- A mi también me gustaría, no quiero estar encerrada en algún cuarto de comunicaciones lejos de la línea de fuego, quiero estar donde realmente pueda hacer una diferencia.

 

- Amen por eso…

 

Terminamos nuestro entrenamiento en diciembre del 2005, yo cumplía 19 años y fue una triste despedida, no tanto de mis compañeros y superiores, pues en realidad no conocía a ninguno de ellos, sino de mi única amiga… Vanesa. Cada una de nosotras siguió su camino, afortunadamente la guerra había caído en una temporada relativamente tranquila, pues ambas partes estaban demasiado enfrascadas en el desarrollo de armamento con la nueva tecnología.

 

Las habilidades científicas de Vanesa no pasaron desapercibidas y fue reclutada por la división científica, y comenzó a hacer investigaciones de lo que nosotros llamamos Robotechnia. Yo por mi parte opte por la escuela de Oficiales, no tanto por elección, pues yo deseaba ser piloto, pero el Almirante decidió que esa era la mejor jugada para mi carrera militar.

 

Durante nuestros años de preparación, tanto Vanesa como yo continuamos en contacto hasta que ella fue transferida al CVN-99 Asuka II un proyecto confidencial bajo las ordenes del científico de primer orden Aries Turner, la última vez que me escribió fue desde un lugar del pacífico, comentando que no podría dar detalles de su ubicación, pero que al parecer mi “nunca jamás” como solía llamar a mi Isla, realmente existía. Yo por mi parte fui asignada al proyecto Macross y no podía dejar de pensar lo cerca que estábamos.

 

State = Continuará/To Be Continue

feedback = Sí/Yes

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