fanfic_name = En la Tormenta

chapter = 9

author = Seferino Rengel

Rating = AP15

Type = Adventure

fanfic = Super Dimensional Fortress Macross: En la Tormenta

 

-----------------------------------------------------------------------

 

PARTE 9: EL PROCESO PANDORA

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

El Mayor Engel llega como siempre a su despacho, recogiendo la

encomienda que le llego desde el alto mando de la nave. Algo sobre las

inspecciones de rutina para dentro de unos días, una carta rechazando

su petición, otra carta con lo mismo. El informe sobre la bomba

averiada, el informe de la Capitán Takeda. La Teniente Bohn Meyer

parece haber pasado gran parte de la noche trabajando, porque bosteza

disimuladamente, aunque también pudo haber estado haciendo otra cosa.

 

"Mayor, el laboratorio terminó el montaje de las armas en la tarde

de ayer. Las enviaran al almacén del Prometheus."

 

"Que me avisen cuando lo hagan."

 

Cuando la Teniente se vuelve para salir, casi choca con la Teniente

Bisyarina, que frena por poco. Se saludan marcialmente, para continuar

sus caminos. Bisyarina espera que la Teniente se aleje para cerrar la

puerta.

 

"¿Qué deseas?". – pregunta Engel mientras continua revisando el

informe.

 

"Quería saber si te gustaría ir a ver la película de Minmay. Logre

conseguir asientos. Muy difícil, pero ya me conoces."

 

"Humm, sabes que no me gustan ese tipo de películas, me hubieras

preguntado antes y no hubieras gastado tu tiempo en eso."

 

"¿Es una perdida de tiempo intentar estar juntos?"

 

"Podemos estar juntos sin estar acompañados de miles de personas."

 

"¿Entonces voy sola?"

 

"Si quieres podemos hacer otra cosa, pero no hoy..."

 

"La película es para mañana."

 

"Para otro día."

 

"Solo di que no quieres ir."

 

Engel levanta a vista de una vez, la mira unos segundos directamente

a los ojos pero no le contesta.

 

"Antipático". - Marina gruñe mientras se levanta y se gira para

salir.

 

"¿Por qué te molestas por pequeñeces como esas?"

 

"Para mi no son pequeñeces... si acaso me buscas, estaré en el

Prometheus". – dice antes de salir azotando la puerta.

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

A esa misma hora, unos pisos mas abajo, Zariá esta parada tanteando

el filo de una pequeña segueta. Luego de examinarla detenidamente la

vuelve a colgar en la pared y toma la que esta a su lado quedando

satisfecha luego de examinarla de la misma forma.

 

Casi casualmente toma un cautín y finalmente se dirige a cargar

esas herramientas que ha comprado. Al salir a la calle debe esquivar a

la muchedumbre el la calle. Tomándole solo unos minutos el llegar hasta

el apartamento.

 

Allí, su ‘superior’ se encuentra examinando los dibujos que ella ha

estado haciendo de la bomba y de lo que ella pretende hacer con el.

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Engel camina por el estrecho pasillo cuando de repente se tropieza

con una carretilla. A su derecha están los estantes donde se almacenan

las armas de reacción, mientras que a la izquierda están los anaqueles

vacíos de las armas utilizadas.

 

Para llevar un control de las armas, cada vez que se retira una, se

cierra el estante y se pone un precinto, que se cambia cuando se coloca

una nueva bomba, juntos están los estantes de las bombas utilizadas

ayer, y de las ocho que tuvieron que devolverse luego del incidente.

Bohn Meyer lleva en sus manos un pequeño computador portátil, donde

anota que tal bomba es utilizada y luego es reemplazada por otra tal.

 

El mismo se encarga de cerrar cada anaquel, pasado una tarjeta por

la ranura de la cerradura electrónica, así se hace imposible que nadie

no autorizado recoja una bomba, ni siquiera por equivocación.

 

"¿Podrías repetirme eso? Mas lentamente por favor". - pregunto Engel

fastidiado mientras cerraba el penúltimo anaquel.

 

"La NK-3 barra 2659... No fue utilizada ayer, señor."

 

"Por eso esta aquí."

 

"Eso, es lo que quiero decirle."

 

"¿Qué?"

 

"No fue utilizada ni esta aquí."

 

"Claro que si". - dice Engel asomándose en él ultimo anaquel y

metiendo la mano para darse cuenta que no hay nada. "En alguna parte

esta. Esa seguro esta debajo de alguna mesa. Eso."

 

Una hora después y luego de tres búsquedas en toda la sección...

 

"Revise sus números de nuevo Teniente. A lo mejor se equivoco."

 

"Los he chequeado tantas veces que ya perdí la cuenta."

 

"Tiene que estar aquí, no sé, ¿revisaron en el laboratorio?"

 

"Tres veces". - dice uno de los técnicos.

 

Engel se quita la gorra y se frota el cabello, tratando de recordar

donde podría haber quedado la bomba.

 

"¿Seguro que no es la defectuosa?"

 

"No... por enésima vez". – contesta fastidiada por todos los rodeos

de Engel.

 

Engel camina por la cubierta y camina hacia el hangar, seguido de

Bohn Meyer y de los técnicos, deteniéndose en el sitio donde se armaron

los VF con las armas. Inclusive, allí se encuentra el Valkyrie de la

Capitán Takeda. En silencio da una vuelta alrededor de él.

 

"¿No será que todavía hay un avión con un misil nuclear puesto?". -

pregunto al grupo, sintiéndose tan frustrado como un personaje de los

libros de Tom Clancy.

 

"Lo sabríamos, de todas formas los de mantenimiento se lo habrían

quitado y estaría en el arsenal". - recuerda la Teniente.

 

"Quiero que pregunten a todos los que estuvieron de turno anoche...

discretamente."

 

"Sí Mayor."

 

Por enésima vez Engel recorre toda la cubierta buscando el arma

perdida, incluso se puso toda la mañana y parte de la tarde contando

cada bomba que había en el Prometheus y en el laboratorio en Macross.

 

"Señor. Conversamos con todos pero nadie sabe que paso con la NK". -

informa la Teniente.

 

Antes que Engel pudiera decir algo, uno de los técnicos llega

corriendo.

 

"Señor, debería ver esto."

 

En una de las cubiertas de almacenamiento, cerca de lo que antes

eran los sistemas de desalinización y purificación de agua de mar, el

Mayor, la Teniente y tres técnicos entran por un corredor en penumbras.

Al llegar al final del pasillo hay dos soldados montando guardián en

una puerta. Engel no responde a sus saludos pasando presurosamente

entre ellos.

 

"No..."

 

Engel se arrodilla al lado del cuerpo del misil. Luego se pone

tranquilamente de pie contemplando de nuevo el aparato en el suelo.

 

"¡¡¡SOLKIN SINII!!!". - exclama mientras patea iracundo el misil

varias veces.

 

La Teniente solo se queda mirando, hasta que el Mayor termina.

 

"Llama al Teniente Young y que encabece el equipo de búsqueda, y

traigan unos cuantos detectores de neutrones". - ordena Engel.

 

"¿La policía militar?"

 

"¡¿A quien más?!"

 

"Debemos informar al Capitán Gloval"

 

"NO Teniente, no. Nos encargaremos nosotros mismos de esto."

 

A ninguno de los oficiales de la policía militar se le informa sobre

lo que deben buscar, solo una descripción escueta. El registro de la

nave se toma hasta final de la tarde. Engel y Bohn Meyer pasan ese

tiempo examinando el control de entrada la base y tomando nota de todos

los que entraron y salieron anoche. Tratan de apoyarse en los videos de

vigilancia, los cuales no muestran mucho, sobre todo por la chapucera

calidad de luz que tiene, y no ayuda tampoco mucho el tener solo 8

cámaras cubriendo toda la cubierta.

 

"Pueden enfocar aquí". - dice Engel mientras señala al grupo de

técnicos en la grabación que mira.

 

"Fue a las 22:23 de la noche, señor". - agrega la Teniente mientras

el técnico teclea algo en su terminal.

 

"Hay esta el accidente."

 

Desde la cámara se ve el lado derecho del Valkyrie de la Capitán

Takeda, del lado de donde se soltó el misil. También se ve a Engel

correr y arrodillarse al lado del misil, y junto a él pasar a una mujer

vestida de técnico que se une con el que manipuló la grúa. Entre los

dos toman un misil y lo colocan en al parte trasera de un vehículo

pequeño. Engel esta horrorizado. Les robaron el misil delante de sus

narices. Y lo que más le aterra es que nadie se digno en preguntar o

darse cuenta que dos técnicos se llevaban un misil. Aunque luego reparo

que ese era un procedimiento normal en le hangar.

 

"¿No irán a decirme que...? ¿QUÉ CLASE DE VIGILANCIA ES ESTA?". -

pregunta Engel.

 

"Vera señor es que...". - empieza a decir el técnico de cámaras.

 

"¡Demonios! Se supone que esas cámaras son para que alguien las

mire". - declara el Mayor, ensañándose con el técnico, pero luego se da

cuenta que eso es inútil y tendría los mismos problemas que antes.

"Averigüen quienes son esos dos y rápido."

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Zariá había pasado parte de la tarde recorriendo la ciudad, mientras

Gadras pasa el día en el apartamento vigilando la bomba. Ella camina

despacio, deteniéndose en una plaza, mientras mira una inmensa pantalla

del otro lado de la fuente donde aparece Lynn Minmay cantado.

 

Esta ensimismada escuchando con los ojos cerrados cuando de repente

algo la golpea. Sintiéndose agredida piensa en devolver el ataque

saltando como un resorte. Pero antes de poder hacer algo, el balón rojo

con amarillo que la golpeo se detiene a sus pies, mientras un pequeño

niño corre a recogerlo. Un poco mas calmada vuelve a sentarse, pero el

pequeño niño parece tenderle en balón.

 

"¡¿Shin?!". - llama una mujer cerca de allí, y el niño camina hacia

ella.

 

Zariá continua mirando al niño.

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

"Caballeros esta es la situación". - dice el Teniente Young delante

de un grupo de soldados. "Hemos perdido una NK-3, es un arma de poco

mas de cincuenta kilos y es del tamaño de un maletín. Los ladrones que

se la llevaron no pueden detonarla al no tener el mecanismo de control.

Según los testigo estos son los dos sujetos, un hombre y una mujer no

identificados. El Mayor Engel nos a encomendado la tarea de buscarla

con la discreción necesaria al caso."

 

Engel se para donde estaba Young mientras este se hace a un lado.

 

"El arma es una bomba de reacción termonuclear con un núcleo de

fusión con la capacidad de destruir una buena parte de nuestra nave,

por lo que hay que mantener con el mayor sigilo, no olviden que existen

cincuenta mil personas abordo. Si se descubre existirá un casos que

seguramente será mas beneficio para el enemigo que para nosotros mismo,

incluso si solo amenazan con usarla."

 

"Eiler será el oficial de inteligencia para esta operación ¿

Preguntas?... andando."

 

Los militares salen de la habitación, dejando solos a Engel, Young y

Bohn Meyer.

 

"Debemos informar al Capitán Gloval". - sugiere Young.

 

"Negativo Mayor. Actuaremos por nuestra cuenta."

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

"¿Dónde estaba?". - pregunta Gadras al ver llegar a Zariá.

 

"Recogiendo información."

 

"La información ya esta acumulada aquí, lo único que queda es

remodelar ese aparato y utilizarlo. Ya he solucionado parte microniana

del plan."

 

"¿Si? ¿Dónde colocara el arma?"

 

El se lo explica.

 

"¿No la encontraran allí?"

 

"¿Cuánto tiempo tardara?". - pregunta Gadras.

 

"No estoy segura quizás un par de horas más."

 

"Laplamiz me había asegurado que era la mejor y Quamzin lo aprobó.

Aunque dudo que hicieran lo correcto."

 

"Lo mismo digo de ti. Si hubiera venido sola o con alguna de mis

compañeras..."

 

"Lo mismo dije, debería haber venido solo o con uno de mis

compañeros."

 

"¿Crees que puedes hacer esto solo?"

 

"Podría, solo que me tomaría el doble de tiempo."

 

"Soy indispensable en ese caso, así que por favor déjeme trabajar."

 

«Seguramente esta sufriendo algún tipo de contaminación» piensa

Gadras mientras mira a Zariá sentarse de nuevo ante la bomba y recuerda

las instrucciones de Quamzin en dado caso.

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Son casi las seis cuando suena el teléfono en la improvisada sala de

reuniones. Allí el Sargento Eiler responde y escucha por unos segundos.

 

"Mayor, un operativo informa que se vio a la mujer de la descripción

entrando en un edificio en el centro de la ciudad."

 

"Andando."

 

A la orden de Young los militares presentes salen.

 

"Denme un arma". - pide Engel a Young.

 

"¿Para que la quiere?"

 

"Para dispararles."

 

Con desgana Young saca su arma corta, una pequeña Heckler & Koch USP

mismo modelo de la suya y que había dejado en su habitación.

 

"Es bueno encontrarse alguien con buen gusto". – comenta el Mayor,

soltando el cargador, revisándola y cargándola para guardarla en el

bolsillo de su uniforme de campo. "Nada como las armas alemanas."

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Ya son las seis y media cuando el grupo de asalto llega hasta el

lugar. Haciendo preguntas Engel descubre que los dos inquilinos del

apartamento son muy poco conversadores, no hacen escándalo, nunca salen

los dos juntos y lo que más le pareció extraño a Engel sobre todo,

nunca se retrazan en el pago del alquiler. Los militares corren

sigilosamente por las escaleras haciéndose todo tipo de señas. Engel,

Young y la Bohn Meyer están en el recodo de la escalera esperando a lo

que suceda.

 

"Unos diez segundos". - dice Young.

 

"Estoy seguro que les encanta hacer esto."

 

Un soldado vuela la puerta con una apequeña carga explosiva,

mientras que otro justo detrás de él suelta una pequeña granada de

destello dentro del apartamento. Todos se cubren y se produce un

fogonazo, para luego entrar de a dos en el apartamento. Afuera Young

tiene el auricular de su radio pegado a la oreja escuchando.

 

"¿Y?". - inquiere impaciente el Mayor.

 

"Podemos subir."

 

Cuando entran todo esta oscuro. Young se acerca al interruptor de la

luz y lo enciende. El sitio esta despejado. Engel se acerca a una mesa

y levanta una pequeña pieza de plástico cortado de color azul casi

transparente.

 

"¿Qué es?". - pregunta Young.

 

"La resina del recubrimiento..."

 

Engel se sienta en la silla y examina la mesa, mientras los soldados

terminan de revisar el lugar. Engel se levanta furioso y le da un

puntapié a una papelera al lado de la mesa, la Teniente se estremece,

pero luego mira lo que contenía la papelera, inclinándose para

recogerlo.

 

"Déjeme ver". - dice Engel arrancándoselo de las manos. Es un dibujo

del interior de la bomba, con varios garabatos escritos en Zentraedi.

 

"Hay que informar al Capitán, señor. Se nos escapa de las manos". -

dice la Teniente, mas asustada que nadie.

 

"¡Que no, podemos ir tras ellos!"

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Hace y varias horas que se instalaron en un lugar abandonado de la

nave. Zariá ya estaba trabajando de nuevo, haciendo grandes progresos,

ha quitado ya la mitad del plástico y se encuentra tratando de hacer

espacio para la esfera del primario del arma.

 

"¿Qué haces exactamente?". - pregunta Gadras interesado.

 

"Estoy separando el primario del cuerpo de la bomba. Si lo separo,

puedo conectar los detonadores directamente a un temporizador y

utilizarlo independientemente. Pero hay que hacerlo con cuidado. Si

solo uno de los segmentos explosivos no funciona, la bomba no cumplirá

su función."

 

"Excelente... Continué con su trabajo". – dice él, sin entender lo

que le acaba de decir.

 

"Estaba pensando... averigüe algunas cosas sobre los micrones. ¿Sabe

que hay cincuenta mil solo en esta nave?"

 

"No, pero sospechaba que había muchos."

 

"No seria mas conveniente poner el arma en un sitio menos critico,

como en los motores. Todos morirían si destruye la nave."

 

"Tenemos nuestras ordenes. Instalaremos el arma y será todo."

 

"No nos salvaremos."

 

"Moriremos cumpliendo la tarea donde otros han muerto sin lograr

nada. Haremos lo que mil naves nunca hicieron. Eso es lo importante."

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Engel esta inclinado en la mesa de la sala de reuniones, con los

trozos de papel de la papelera. Sabe lo que están haciendo los

Zentraedi. Mordisquea un lápiz, imaginando que es un cigarrillo, aunque

tiene el cuello un parche de nicotina. Estando solo allí se imagina que

en cualquier momento la nave será destruida. Primero será una explosión

en alguna sección de la nave. Seguramente no llegara al rendimiento

total del arma.

 

Quizás solo destruya un quinto de los veintidós millones de

toneladas de la nave. Aunque lo mas seguro será que los tripulantes del

Prometheus y el Daedalus sobreviva, ya que solo se comunican al Macross

por una estrecha cámara de aire que puede ser cerrada con rapidez.

Seguro abra una despresurización explosiva y todos dentro de la nave

morirá, sino afectados por el pulso de radiación inicial, o quizás por

la súbita caída de presión en la nave...

 

El teléfono suena y lo toma.

 

"¿Sí?". - dice mientras escucha que le hablan.

 

En ese momento tocan la puerta. No le da importancia es más

importante lo que le están diciendo.

 

"No Marina, estoy ocupado, quisiera que te quedaras en el Prometheus

al menos hasta que te diga. No me discutas, después te lo diré...". -

en eso, alguien abre la puerta.

 

"¿Cuándo pretendía darme a conocer lo sucedido?". - dice Gloval

entrando en la habitación.

 

"Vera señor es que..."

 

"Contésteme Gennadi. ¿Sabe realmente de lo que estamos hablando?"

 

"Señor, la situación esta siendo solventada..."

 

"No según lo que me informo la Teniente Bohn Meyer."

 

«Maldita pequeña espía»

 

Gloval no parecía molesto, de hecho se encuentra mordisqueando su

pipa, para tranquilizarse tal vez. En cambio Engel esta aun inclinado

sobre la mesa, con las manos agarrotadas y sudorosas.

 

"La bomba extraviada es una NK-3 de 50 kilotones. La perdimos hace

veintiuna horas, las veintidós de anoche. En la tarde de hoy

encontramos pruebas de que el arma fue robada por espías Zentraedi."

 

"¿Cómo es que no pueden detonarlas?"

 

"Hay un dispositivo de seguridad en todas las bombas. Todas son

armadas en el momento en que son ensambladas en los aviones. El

dispositivo sincroniza el funcionamiento de los dispositivos

superdimensiónales... si no se hace así, la bomba simplemente no

funciona y no se alcanza una reacción amplificadora. La única forma que

veo en que pueden detonarla, es separar al núcleo activo para hacer una

pequeña bomba atómica convencional con un detonador externo."

 

"Veintiuna horas... espías Zentraedi". - dice Gloval suspirando.

 

"Así es señor."

 

"Bien Gennadi. Tenderemos que tomar acciones más enérgicas en ese

sentidos. Movilizare una fuerza mayor del contingente de la guardia

civil para las tares de búsqueda."

 

"Con el debido respeto señor. Eso causara pánico a la población. En

este momento hay miles en las calles, y el estreno de la película de

Minmay no va a ser beneficioso."

 

"No se preocupe. Pensaremos en la forma de solucionar este

problema". - dice Gloval levantando su pipa.

 

"Claro, ¿Para qué me voy a preocupar si no tiene solución?. Y si la

tiene, ¿para qué voy a preocuparme? Ya se solucionará."

 

"¿Siempre es así de sarcástico y pesimista?"

 

"Es que he pasado mucho tiempo en el mundo real con gente de

verdad."

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Zariá a completado su trabajo. Separo el primario del arma y lo

coloco rápida y cuidadosamente en un montón de tela que puso para se

fin. El núcleo tiene como 25 cm de diámetro, del que sobresale un gran

manojo de pequeños alambres, los cuales ahora debe alargar agregándole

unos trozos mas para que todos tengan la misma longitud, y después,

conectarlos al mecanismo de disparo y colocarlo definitivamente en su

nuevo receptáculo.

 

Mientras recorta los alambre ella se pregunta sobre el destino de

las miles de personas abordo. No son soldados, incluso ningún sabe como

utilizar el arma más básica.

 

Hay niños...

 

Niños...

 

Le sorprendió muchísimo que los humanos se reprodujeran de esa

manera. Un medio poco económico, pero que quizás sea la esencia de lo

que son y le separa de los Zentraedi. Mientras ella continua con su

tarea, Gadras se da cuanta que Zariá, quien por lo normal hace sus

comentarios arrogantes con la intención de demostrar lo inteligente y

hábil que es, se queda silenciosa. Le sorprende cuando ella suspira

casi imperceptiblemente.

 

Quizás Quamzin tuvo razón. No seria la primera vez. Él intentó

contactar con Miria, quien debe estar en alguna parte de la ciudad

buscando al objeto de su venganza. La idea hubiera sido estar todos

juntos, pero quizás ya no importe. Lo único que le molesta es que su

nombre esta al lado del de esa inútil que no colaboro en lo mas mínimo.

 

Cuando dieron las once de la mañana, Zariá había ya terminado de

colocar todos los alambres. Había utilizado casi todos los componentes

originales de la bomba, incluido el temporizador y el reloj, lo único

que tuvo que reemplazar fueron las baterías del detonador. Con la ayuda

de Gadras coloca la bomba delicadamente en él maletín de herramientas

que habían encontrado con el tamaño justo para colocarla.

 

Activa el contador para que estalle a las 6.25 de la tarde, casi al

final de la película de Minmay, cuando gran parte de la población este

en las calles y el efecto será más destructivo.

 

"Felicitaciones, tercera oficial Zariá Dalkaan."

 

Zariá se queda arrodillan ante la bomba que se encuentra sobre el

suelo, sin contestar, no tan emocionada como él.

 

"¿Esta completamente segura del ensamblaje y de que funcionara?"

 

"Completamente. Funcionara como le dije. Solo falta llevarla al

lugar."

 

"Si... eso lo haré yo mismo."

 

Zariá va levantarse sin prestar atención de que Gadras se acerca.

Este no hace ningún ruido mientras saca un arma de su bolsillo y apunta

a la cabeza de Zariá. Esta ve la sombra proyectada en la pared y toma

el martillo, se agacha en el momento en que él dispara. Ella le golpea

en la mano con el martillo y empieza a correr.

 

Gadras, adolorido, recoge el arma con la otra mano y empieza a

disparar mientras corre detrás de ella. Zariá corre por el pasillo

hacia el elevador. Cuando llega, presiona el botón para cerrar las

puertas, pero Gadras meta la mano con el arma y empieza a disparar.

 

Ella se agacha justo cuando varia balas dan en el sito donde estaba,

pero la mira hacerlo y baja la mano, dando le un balazo en él estomago.

Saca la mano para poder meter las dos y abrir la puerta, pero esta se

cierra y el elevado empieza a subir. Frustrado se vuelve y regresa

para recoger la bomba. Finalmente sale de allí.

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Engel entra corriendo por el pasillo del hospital, hasta que llega a

una doble puerta donde están varios soldados custodiándola.

 

"No puede pasar, señor". - le dice un de los guardias extendiendo la

mano para detenerlo.

 

"Mayor Gennadi Engel. Tengo prioridad."

 

"Lo lamento señor, el Capitán Gloval..."

 

"Me importa poco lo que diga el Capitán". - el Mayor empuja la

puerta y empieza a caminar por el pasillo.

 

"Deténgase, señor". - dice uno de los soldados del corredor,

apuntándole con su fusil.

 

"¡Dispáreme!". - exclama el Mayor irritado pasando al lado del

soldado.

 

"¡Maldita sea!". - exclama mientras deja de apuntarle.

 

El Mayor continua hasta que se encuentra el Capitán Gloval entrando

en la habitación. Acelera el paso para hace lo mismo, pero un soldado,

mas decidido que los anteriores, logra detenerle. Dentro de la

habitación, Gloval esta con uno de los médicos.

 

"Recobro el conocimiento hace unos minutos. Perdió mucha sangre. Si

la hubieran traído diez minutos después...". - explica él medico.

 

"¿Puede hablar?". - pregunta Gloval.

 

"De hecho, pidió hablar con alguien con autoridad."

 

"Gracias doctor. ¿Puede dejarnos un momento?"

 

Él medico se marcha, cerrando la puerta. Gloval arrima una silla

junto a la cama y se sienta en ella, la mujer lo mira, mientras respira

pesadamente a través de una mascara de oxigeno que le cubre toda la

cara. Lo único que se le ve es una revuelta masa de cabello café

rojizo.

 

"Soy el Capitán Bruno Gloval, Comandante del SDF-1 Macross."

 

"Tercera oficial de las Fuerzas Zentraedi, Zariá Dalkaan."

 

"Ahora. Quisiera saber lo que usted y su acompañante hicieron."

 

"Se nos ordeno sustraer un arma y utilizarla para inutilizar su

nave."

 

"¿Que sucedió?"

 

"Mi oficial adjunto intento eliminarme. Le explique que no era

necesario matar a todos los tripulantes, solo inutilizarla para iniciar

un ataque y tomarla. Pero él quiere seguir las ordenes originales del

Comandante Quamzin de destruirla."

 

"Modifico el arma."

 

"Así es. No podía modificarla para utilizarla con su potencia

máxima. Solo es una fracción del total y él decidió colocarla en el

lugar más vulnerable de la nave."

 

"¿Dónde es ese lugar?".

 

"El bloque central de la nave. Allí hay acceso a todas las partes de

la nave y esta se despresurizara al abrirse un boquete cerca de los

motores secundarios. La bomba esta programada para estallar a las 6.25

de la tarde."

 

Gloval voltea hacia la ventana de la habitación, lo mismo hace la

mujer para observar a Engel golpeando el cristal con los nudillos para

llamar su atención, flanqueado por dos guardias que le impiden

insistentemente en sus intentos de entrar.

 

"No quiero que mueran". - exclama Zariá mirando directamente a Engel

en la ventana.

 

"¿Por qué?". - pregunta Gloval. "¿Por qué me lo dice?"

 

"No lo merecen. Ni siquiera por esta nave... aunque sea del Ejercito

de Vigilancia. Me gustaría quédame con ustedes"

 

"Ejercito de Vigilancia...". – murmura Gloval, se levanta y arregla

su gorra para disponerse a salir.

 

"¿Señor?". - pregunta Engel cuando Gloval a salido.

 

"Su compañero esta en el bloque central con la bomba. Ella la ajustó

para estallar a las 6.25 de hoy."

 

"Con el debido respeto señor, esa es la ciudad y hay miles de

personas allí. Será imposible encontrarlo en medio de tanta gente."

 

Engel se queda callado, mientras el Capitán hace lo mismo.

 

"Bien, ¿cuál es el plan señor?". - pregunta Engel luego de un

momento.

 

"Encontrar la bomba". - exclama Gloval como sí tal.

 

"Encontrar la bomba... aja... ¿¡ese es su plan!?"

 

"Elegante por su simplicidad, ¿no le parece? Ordenare el despliegue

de todo el personal disponible para hallarla."

 

"Habrá pánico, histeria, caos, quizás hasta suicidios porque los

civiles deducirán lo que pasa por la movilización de cientos de

efectivos..."

 

Gloval le explica lo que pretende hacer.

 

"Suena excesivamente dramático". - dice Engel luego de escuchar el

plan.

 

"Suena a que es necesario. Hay que intentarlo."

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Cuando dieron las cuatro y media de la tarde Engel se encuentra

sentado en el asiento del pasajero de un jeep que se detiene delante

del teatro donde se esta preparando la premier de la película "Zhao Pai

Long". Se horroriza al pensar en las cientos de personas que se

encuentran allí dentro, aunque se horroriza aun mas al pensar si Marina

estará allí dentro. En eso empieza a sentirse mal por no hacerle mas

caso...

 

Mira por la ventana del auto y ve como del teatro sale la Comandante

Hayase vestida de civil. Lo que más le sorprende es que sale halando

del brazo al Teniente Ichijo. Vaya sorpresa. Nunca se imaginó que se

ligara a la Comandante. Parecen discutir. Peleas de novios seguramente.

En ese instante suenan las alarmas.

 

"Atención, iniciamos transformación modular. Diríjanse al refugio

más cercano ". - se escucha la voz de Kim Kabirov por los altavoces con

su distintivo acento.

 

En pocos momentos, cientos de personas salen de los edificios,

dirigiéndose rápidamente hacia las entradas de los refugios. En menos

de dos minutos, todo esta desierto. En ese instante el bloque donde

están se eleva, mientras todo alrededor vibra y cambia de posición.

Engel se queda en el vehículo hasta que la manada de personas ha

desaparecido de las calles. Luego sale tranquilamente del vehículo. Las

calles ahora tiene una geometría diferente, incluso una de ellas, a la

distancia ha quedado completamente vertical.

 

"Aquí Engel ¡Jefe! ¿Me escucha?". - pregunta Engel por la radio.

 

"Estoy detrás de usted". - responde Gloval. Gloval esta usando el

mismo uniforme de campo de Engel, de un color azul oscuro, aunque la

pipa que lleva entre los labios desentona con su atuendo.

 

"¿Qué hace aquí, señor? Debería estar en el puente."

 

"Quiero colaborar."

 

"Excelente idea. Con los civiles en los refugios, podremos desplegar

a todos los militares disponibles."

 

"Si, y muchos accesos se verán cerrados durante el proceso de

transformación. Adelante."

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

Al vaciarse las calles, queda solo, caminando por una avenida. Por

suerte ya se deshizo de la bomba. Hubiera ido a un refugio, pero la

aversión que le producen lo micrones le impulso a quedarse afuera.

Camina hacia una plaza y se sienta, mientras disfruta el silencio. Se

parece mucho al preludio de una batalla. No importa que estén en los

refugios, nadie se salvara.

 

En el extremo opuesto de la ciudad, cientos de militares corren por

las calles desiertas, revisando casa por casa en grupos de a tres, dos

soldados, mas uno que lleva en su espalda un detector de neutrones. La

tarea es fácil, sobre todo por la soledad de las calles.

 

"Los detectores serán más eficientes ahora, no tiene la cubierta de

berilio así que debe de emitir mas neutrones de lo normal". - explica

Engel mientras camina al lado de Gloval.

 

"Así... ¿La estructura de la nave no atenúa los neutrones?"

 

"El hipercarbono es reflector de neutrones. Incluso nos ahorrara el

trabajo."

 

"¿Cuánto tiempo tenemos?". - pregunta Gloval.

 

"Menos de una hora, señor". - afirma la Teniente Bohn Meyer, quien

camina un poco mas rezagada.

 

"¡No lo lograremos!". - exclama Gloval para sorpresa de Engel.

 

El Mayor Engel, quien va a la cabeza, se detiene y mira la Capitán.

En la distancia se escuchan sonidos confusos, quizás sean de la

repentina batalla, o quizás sean los sonidos de los accesos cerrándose

herméticamente.

 

"¿Cómo es posible que siempre piense que es el fin?". - pregunta

Engel.

 

"Experiencia."

 

Salen por una calle y llegan al centro de la ciudad, mientras

reciben la confirmación de los grupos, muchos de ellos inspeccionando

no solo el bloque central, sino tamben los demás lugares de la nave.

Necesariamente no tiene porque estar allí.

 

"¿Señores?". - señala Bohn Meyer para que los oficiales vean lo

mismo.

 

Un hombre sentado cerca de la fuente y que parece no haberlo visito

aun. Engel camina hacia esa dirección, dejando al Capitán junto a la

Teniente. El sujeto al verlo se levanta como un resorte y hecha a

correr por una calle. El Mayor suelta su bastón y también hecha a corre

detrás de él.

 

"Necesito un equipo en la avenida militar hacia... la calle diez". -

dice Gloval por la radio, caminado en esa dirección y recoger el bastón

de Engel.

 

En cambio Engel trata de encontrar al sujeto, que ha perdido en la

salida de esa calle. Se detiene en una esquina para mirar el sitio y

tratar de ignorar la punzada que sube desde su rodilla por toda la

pierna. Dobla a la derecha y escucha un ruido. Se sobresalta cuando lo

encañona un grupo de soldados a unos cuantos metros. Les hace señas

para que rodeen la calle.

 

"Aquí Engel, quiero que todo el mundo se venga a la avenida militar

de las calles ocho a diez. Cubran la salida al bloque de viviendas..."

 

Engel deja de hablar por la radio cuando escucha un nuevo ruido,

esta vez desde un callejón. Apaga la radio y saca su arma tomándola con

las dos manos. Respira hondo mientras camina por el callejón. Cuando

llega al lado de un bote de basura, un gato cae sobre este, casi a su

lado. Engel aprieta los dientes y continua caminando, mientras el gato

maúlla.

 

"Cállate o te meto un tiro". - susurra Engel apuntándole.

 

El gato maúlla como respuesta mientras Engel decide seguir por allí,

esta vez bajando el arma. Justo al hacerlo escucha que el gato maúlla

de nuevo. Irritado se voltea, justo para ver a un hombre justo detrás

de él, sosteniendo un pedazo de tubería.

 

Se hecha un lado justo cuando el tipo le lanza un golpe. Pero al

hacerlo, se le cae la pistola y el tipo lanza un nuevo golpe. Esta vez

golpea el bote de basura alejando a Engel del arma, que rueda hacia un

lado. El tipo la ve y corre por ella, lo mismo que hace Engel. Gadras

esta a punto de alcanzarla cuando Engel le hala por el cuello de la

camisa.

 

Pero el Zentraedi se voltea y le golpea en la nariz. El Gadras al

fin toma el arma, pero al girarse para apuntarle a Engel, este le

golpea la mano y de nuevo se cae el arma. El Zentraedi agarra a Engel

por el cuello y lo golpea haciéndole caer recostado de la pared. Tantea

en el suelo, hasta que agarra de nuevo el arma. Se da cuenta y trata de

agarrara, pero Engel la levanta y le dispara en una pierna, haciendo

que caiga al suelo.

 

"¡¡¡TE VOY A MATAR!!!". - grita Engel mientras se pone de pie y

agarra al Zentraedi empujándolo contra el bote de basura. "¡¿DÓNDE ESTA

MI BOMBA?!"

 

No contesta, solo le sonríe.

 

"¡Así que no me lo dirás!". - dice Engel y sin vacilar le dispara en

la rodilla de la otra pierna.

 

"¡Mayor, deténgase!". - ordena Gloval entrando en el callejón,

seguido de un grupo de soldados. Engel no le hace caso y se aleja un

poco para apuntarle al Zentraedi sentado en el suelo.

 

"No la encontraran". - dice con una mueca de dolor, pero sonriendo.

 

"Te lo preguntare una ultima vez, ¿dónde esta?"

 

El se queda callado mientras Engel le vuelve a disparar en la

pierna.

 

"Mayor, deténgase o asumirá las consecuencias."

 

A las palabras del Capitán Gloval, el grupo de soldados le rodean y

le apuntan. Vacilante baja el arma y la guarda en su funda, haciéndole

gestos a Gloval. Mira que los soldados aun le apuntan.

 

"Aléjese de él". - ordena Gloval adelantándose.

 

El Mayor suspira hondamente y empieza a alejarse lentamente. Se

acerca a Gloval, quien le da su bastón, que ahora necesita más que

nunca.

 

"Señor, hemos encontrado la bomba". - anuncia la Teniente al

escuchar por la radio la noticia.

 

En pocos minutos llegan al lugar donde esta la bomba escondida...

 

... El teatro.

 

"¿Cómo demonios es que a nadie se le ocurrió revisar aquí primero?".

- pregunta el Mayor mientras se arrodilla al lado de ella.

 

"Ya no importa. Hay que hacer algo". - dice el Capitán mirando al

Mayor abrir la maleta.

 

Allí dentro esta el primario, dentro de una caja metálica, de la que

sobresale el contador, que ahora marca 28 minutos.

 

"Perdone señor, recuerdo que alguien dijo ‘no lo lograremos’. Y lo

hemos hecho". - dice Engel.

 

"Lo siento. No pude evitarlo. En aquel momento tuve la impresión de

que no lo lograríamos."

 

"Debería esperar a ver que ocurre."

 

"¡¿Y perder la oportunidad de tener razón?!"

 

"Muy astutos, usaron el contador original como detonador. Solo tengo

que abrirlo cortar el cable azul del clock y tener cuidado con los

verdes y amarillos de la batería..."

 

"Tengo confianza en usted Gennadi". - exclama el Capitán Gloval

sonriendo.

 

"Y yo". - dice Bohn Meyer haciéndole una seña con el pulgar.

 

"Yo también". - agrega el Teniente Young mirando sobre el hombro de

Gloval, sonriente.

 

Engel empieza a destornillar la cajita del contador y mira

horrorizado dentro de ella.

 

"Tenemos un problema". - dice levantándose.

 

"Tenemos muchos Engel, ¿podría ser mas especifico?". - pregunta

Gloval. Engel señala el interior de la cajita. Allí todos los alambres

son todos del mismo color, rojos.

 

"¡Demonios!". - exclama Engel dándole una patada a la bomba. "Uy."

 

En ese momento deja de marcar 25:38 a pasar a 08:38.

 

"¡Adelante! Dale otra para que llegue a cero". - sugiere

sarcásticamente Gloval al ver lo que hizo.

 

"Eso no fue muy inteligente, Gennadi". - dice molesta Bohn Meyer.

 

"¡Dios, vamos a morir!". - exclama desesperado Young.

 

"¡Cálmense señores!. ¿Alguna idea? - pregunta Engel más calmado que

los demás.

 

"¿Dispararte?". - dice Bohn Meyer.

 

"Dejen que yo lo haga". - dice Young.

 

"No, no, no, no, no... estaba convencido de que al final todo se

torcería siempre es así, sabia que terminaría de una u otra forma."

 

"¿Alguna buena idea?"

 

Engel no esperar respuesta y recoge a bomba para empezar a salir con

ella.

 

"Alguien seria tan amable de cerrar la boca y despejar la ruta al

hangar más cercano". - dice Engel mientras coloca la bomba en la parte

de atrás de un jeep donde se suben también sus acompañantes. Young

conduce.

 

"¿Es que no sabe conducir Mayor?". – pregunta Gloval.

 

Cuando llegan al hangar esta desierto. Young y Engel levantan la

bomba y la colocan sobre la cubierta.

 

"Quiero aprovechar la oportunidad para decirle que esa bomba estaba

mal diseñada y cuando regresemos voy matar a unas cuantas personas". -

dice Engel mientras corre y se sube al Valkyrie más cercano para

encenderlo.

 

"Usted no esta apto para pilotar. Puede morir". - dice Gloval

haciendo bocina con sus manos para ser oído sobre el ruido de los

motores.

 

"¿Y que importa? Hace un momento quería fusilarme". - grita Engel

mientras cierra la cabina del avión.

 

"Dos minutos". - anuncia la Teniente mientras el Valkyrie se levanta

por sus motores auxiliares unos metros para pasar a modo Gerwalk y

volver a caer sobre cubierta.

 

Engel toma delicadamente la bomba con las manos del Valkyrie y se

gira para ir a la esclusa de aire. Justo cuando se cierra la puerta

interna abren la externa sin despresurizarla, jalando al avión hacia

afuera, haciendo que casi se le caiga la bomba. Pisa con fuerza los

pedales mientras da potencia al avión alejándose de la nave.

 

"Cuarenta segundos". - dice la Teniente tapándose los ojos mientras

miran por una ventana.

 

"¿Lo lograra?". - pregunta Young.

 

"Prefiero no decirlo". - dice Gloval.

 

A la distancia pude ver la batalla, quizás esta a punto de terminar,

ya que muchos de los Valkyrie están en trayectoria de regreso, lo que

le obliga a ganar mas velocidad para alejarse lo más posible de ellos,

aunque se ve tentado a arrojarles la bomba a los Pod Enemigos que se

alejan.

 

Cuando considera que esta lo suficientemente alejado, pulsa dos

veces el botón de palma de la palanca para soltar la bomba, pero de

repente una luz roja se enciende en el panel, y ve un poco intranquilo

que le indica que el sistema hidráulico del brazo esta fallando. Sacude

le brazo, pero ahora, un poco mas intranquilo ve que la bomba no se

suelta.

 

Con la otra mano abre la otra, logrando solarle y lanzarla al

espacio.

 

Ve su reloj y solo faltan 3 segundos y la bomba no esta ni diez

metros de distancia. Cierra los ojos mientras se pregunta si sentirá

algo.

 

Pero pasan los segundo y no sucede nada. Abre cauteloso un ojo y se

da cuenta que el puntito de luz que es la bomba iluminada por el sol,

se aleja cada vez mas...

 

 

-----------------------------------------------------------------------

 

 

"¿O sea, que nos matamos para que no explotara? ¡Dios! Hasta parece

una película de Hitchcock". – pregunta Gloval incrédulo, subido a la

escalera del Valkyrie.

 

"¿No me vaya a decir que quería que explotara?". – pregunta Engel,

aun senado en la cabina del Valkyrie. Alrededor de ellos los otros

pilotos regresan de la misión de combate, muchos de ellos ignorando la

presencia del comandante en jefe de la nave.

 

"No es eso, Mayor, pero menos mal que no funciono. Es un alivio."

 

"Para mi también, créalo."

 

"Mayor, No apruebo lo que le hizo a ese sujeto. Para nada. Pero

quiero que sepa que es un buen oficial, y esto, naturalmente no formara

parte de su hoja de servicio."

 

Gloval le da una ligera palmada en el hombro, antes de saltar sobre

la cubierta.

 

 

 

[Fin Capitulo 9]

-----------------------------------------------------------------------

Notas / divagaciones del autor:

 

Ejercito de Vigilancia: Ellos son el ejercito contra el cual combaten

los Zentraedi desde hace 500.000 años. El SDF-1 Macross era un crucero

de este ejercito, y cuando los Zentraedi llegaron a la Tierra pensaban

estar en una base avanzada de su enemigo, y por eso atacaron.

 

"Solkini Sinii" es una expresión sin traducción fuera del ruso, pero es

equivalente a una expresión bastante conocida y vulgar para recordar

a la madre de alguien.

 

State = Continuará/To Be Continue

feedback = Sí/Yes

email = rseferinoARROBAgmail.com