fanfic_name = En la Tormenta
chapter = 3
author = Seferino Rengel
Type = Adventure
fanfic = Super Dimensional Fortress Macross: En la Tormenta
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PARTE 3: MAS ALLÁ, EN LA OSCURIDAD
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Macross se aleja lentamente del planeta Marte. Por suerte, para
Yelena, los ataques por partes del enemigo han disminuido en los
últimos días por alguna razón. De todas formas, vestida con su uniforme
de calle, camina por el pasillo del hospital. El olor a hospital es
inconfundible no importa si esta ubicado en las orillas del mar
amarillo o en una nave volando en el espacio interplanetario.
Desinfectante, le dijo una enfermera cuando ella le pregunto él porque
de ese olor, que tanto le desagrada.
Dobla una esquina cuando se encuentra con la doctora saliendo de una
habitación. Pasando a su lado sin devolverle la mirada, entra sonriendo
en la habitación, encontrándose a Engel tumbado en una cama no parece
tener muy buen aspecto, sobre todo por al esta conectado a varias
botellas de suero.
"Hola". – saluda acercándose a la cama.
"Hola."
"¿Cómo estas?"
"Bien..."
Engel hace una pausa para mirarla detenidamente, pareciéndole
extraño verla vestida con su uniforme de servicio y no el de faena.
"¿Te has cortado el cabello?". – pregunta extrañado.
"Sí ¿Por qué?"
"Por nada. Te quedaban bien las coletas, Lolita."
"¿No que no habías leído el libro?"
"Vi la película."
"¿Puedo ver la cicatriz?"
Engel se queda pensativo unos momentos, golpeándose la barbilla con
la punta del dedo.
"No."
"Ah... me dijeron que tendrás que estar aquí por lo menos... una
semana."
"Es gracioso que después de todo lo que he pasado en los últimos
años haya tenido que ser mi apéndice... lo que me haya mandado al
hospital. Pero no será una semana porque prácticamente me siento bien".
– dice mientras le baja el volumen al pequeño radio.
"Te traje esto". – dice ella poniendo las flores que a traído en la
mesita al lado de la cama.
"Gracias, pero aun no me he muerto."
"Aun es pronto."
"Pero que graciosa. Y eso que andas de uniforme de servicio."
"Estoy de permiso, me dieron tres días de descanso. Creo que iré a
pasear por la ciudad". – explica mientras se sienta en el borde de la
cama.
"No te gustan los descansos Lena... ¿Escuchaste sobre Miss Macross?"
"Es de lo único que se habla en la calle. Estamos en guerra contra
una raza alienígena y lo primero que se les ocurre es organizar un
concurso de belleza."
"Deberías ser más abierta. Por ridículo que parezca, tiene sentido
cuando hay tantos civiles abordo. Ellos necesitan algo que les recuerde
el hogar y mantener sus mentes alejadas de la guerra". – explica Engel,
sentándose.
"¿Ahora eres sociólogo? Los concursos de belleza siempre me han
parecido algo... algo sin sentido, incluso machista. Ver quien es la
mejor solo por lo bonita que se es. Es la peor de las marginaciones."
"¿Nunca has entrado a uno?"
"Jamás. Pero ¿te gustaría que entrara en este?"
"Bueno... no creo que deberías. No puedo imaginarte desfilando en
traje de baño delante de tantas personas... Aun que pensándolo bien, si
puedo imaginarte, tiene buenas posibilidades para ganar, pero mejor no
lo hagas". – dice riendo.
"Me moriría de la vergüenza". – dice ruborizándose solo en pensar en
estar en traje de baño delante del publico. Luego se levanta para
salir. "Me tengo que ir, veré que puedo hacer por allí. Te veo luego".
– dice Nikolayev saliendo de la habitación.
"Me traes algo". – logra decirle Engel antes de que la puerta se
cierre.
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Como toda buena trabajadora devota a su profesión, el estar alejada
de lo que siempre hace le desconcierta y en cierta medida le aburre.
Pasa toda la tarde caminando por las calles de la ciudad. En pocas
oportunidades la a recorrido, mucho menos visitar todos los lugares.
Hubiera preferido quedarse en el cuartel del escuadrón, o quizás
pasando unas cuantas horas en los simuladores. Pero el Mayor Focker
literalmente la hecho del cuartel, diciéndole que en alguna parte del
manual dice que se puede tener una vida.
¿Vida?. Desde hace años no sabe lo que es la vida. Le párese que a
cargado con esto mas que nadie. Generalmente las mujeres de su edad ya
estarían casadas, en familia y con hijos. Piensa en eso mientras se
sienta en una banca en la plaza central de la ciudad, a contemplar la
fuente que esta allí. Mira casualmente hacia arriba y ve las nubes que
se forman en la parte alta de la ciudad. Bastante extraño dentro de una
nave espacial.
Esto es lo más cercano a su vida, la Fuerza Aérea. Desde que se unió
a ella hace ya, ¿cuántos años? Es lo que más conoce y en lo que más
cree. Una pequeña muchacha rusa, sin familia, sin mucho en la vida, que
solo buscaba una forma de salir de la oscura vida a la que estaba
enclaustrada desde la muerte de sus padres en la guerra civil.
Cuando se recupero, entro en él ejercito, con solo 17 años. Era el
tiempo cuando la edad de reclutamiento re reducía cada vez mas por las
perdidas de vida de tantos soldados. Cuando empezó nunca había visto un
avión en su vida, pero luego de un año se convirtió en la mejor de su
escuadrón. De eso han pasado ya dieciocho años. Ahora es Mayor de la
UNSpacy, una oficial de rango dentro de una nave espacial en una guerra
contra extraterrestres. Es respetada por sus colegas, en una profesión
donde las mujeres son subestimadas.
Sé a dedicado tanto a su trabajo que nunca a tenido tiempo de
comportarse como un verdadero ser humano. Nunca se a sentado a ver una
película ni mucho menos mirar un programa de televisión. No tiene mucha
ropa civil, nunca se ha sentido cómoda con otra cosa que no sea su
uniforme. A decir verdad nunca se había sentado aquí a mirar a las
personas pasar, aunque tiene la sensación de estar fuera de lugar.
Ojala pudiera ser como Gennadi, que puede pasar sus días sin
preocuparse de cosas así, aunque a veces parece sumirse en meditaciones
filosóficas...
Pero ella no es así. De todas forma se le hace tarde y recoge su
pequeño bolso para encaminarse al cuartel. Mientras dobla una esquina,
se encuentra con la Teniente La Salle, que viste de civil. Apresurando
el paso logra alcanzarla en pocos segundos.
"Hola". – saluda Claudia al verla acercarse.
"Hola, ¿cómo te va?"
"Bien, ¿te has cortado el cabello?"
"Si, parece que todo el mundo se a dado cuenta de eso. Tenia que
hacerlo, hace unos días se me coló en el casco y no me dejaba ver, así
que..."
"Si, te entiendo". – dice Claudia riendo. "Cuéntame, ¿que haces por
estos lados?"
"Lo mismo que tu supongo, ‘disfrutando’ un permiso"
"Se ve que realmente no lo disfrutas. Vamos a tomarnos un café". –
invita Claudia, señalándole la cafetería, que esta cerca de allí.
"Vamos. Realmente no lo hago, me pone de nervios no estar haciendo
algo que sea realmente útil."
"Nunca te das tiempo para ti misma."
"Es verdad, pero es lo único que se hacer. Aunque si me lo
preguntas, a veces me pone, como te diría, me preocupo mucho sobre todo
lo que hay allí afuera". – replica Yelena.
"Si lo se, puedo asegurarte lo mismo. Pero en menos de un mes
llegaremos a la Tierra, a ver si podremos liberar un poco la tensión de
los últimos meses."
"Podría ser... o quizás no."
Las dos se sientan en una pequeña mesa, en la terraza del café,
Yelena mira el techo de cristal que las cubre y mas allá, las mesas
ocupadas por algunos civiles. Esa sutil diferencia, como si ellos
fueran otro tipo de personas, los civiles.
"A parte de preocuparte por todo has hecho otra cosa en tu
descanso". – comenta Claudia, mientras toma su taza de te.
"Fui a visitar a Engel, lo operaron de emergencia anoche del
apéndice. Fue todo un drama". – comenta Nikolayev distraídamente
mientras gira la mirada hacia la calle.
"Es un buen oficial, me dijeron que le ofrecieron trabajo en el
departamento aéreo con ascenso a Mayor pero lo rechazo para seguir
volando."
"Si, y si lo conocieras supieses como es. Pero a veces se pone muy
necio con sus maneras."
"Veo que le conoces muy bien.
"Si."
"¿Verdad?". – pregunta Claudia, queriendo saber más.
"Sí, buen piloto, pero muy necio."
"Igual que tu."
"Si, hace poco me echaste la nave encima, me diste un susto de
muerte". – dice Nikolayev riendo mientras recuerda lo sucedido.
"¿Desde cuando no nos sentamos a conversar así?"
"Unos dos meses. Cuando me dieron licencia medica."
"Si, Engel te rescató."
"Podrías no hablar tanto de él". – dice Yelena, soplando la taza de
te.
"Veo que le conoces mejor de lo que creía."
"¿Qué insinúas?".
"No insinuó nada, solo que he escuchado por allí comentarios."
"Déjame adivinar ¿No tendrá Focker nada que ver con eso?"
"Quizás, pero de todas maneras a mi no me consta". – asegura Claudia
riendo.
"Si, anda, ríete."
"Sabes que habrá un concurso de belleza dentro de unos días."
"Si, me entere, no estoy aislada del mundo, al contrario de lo que
piensas."
"¿Por qué no te inscribes? A lo mejor hasta ganas."
"¿Quién votaría por una flaca estirada como yo?. Además, se vería
muy feo que una militar ganara ese concurso."
"¿Así que estas convencida que podrías ganar? Tienes todo para
hacerlo, si quieres le puedes preguntar a Engel."
"El me dijo que no..."
"Así que ya me le preguntaste."
"Si vuelves a reírte me voy". – dice Yelena un poco molesta.
"Perfecto. En serio, y siendo directa. Tu y el..."
"Yo y el... ¿qué?"
"Tu sabes..."
"No, no se". – replica Yelena en tono serio.
"No te hagas la inocente."
"No se que chisme te dijo Roy pero creo que esta muy alejado de la
verdad."
"¿Cuál es la verdad verdadera?"
"Geni solo es el oficial ejecutivo de mi escuadrón, un camarada
trabajador e interesado. Solo eso."
"¿Eso solo? ¿Geni? ¿Interesado o interesante?". – pregunta claudia
riendo.
Yelena se levanta y se gira para irse.
"Bien, eso es. Ríete. Me voy de aquí". – dice Yelena alejándose
mientras escucha a Claudia carcajear a sus espaldas.
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Tan pronto traspasa el portón militar, se encuentra mas relajada,
como si fuera un pez que regresa al mar. El conjunto de barracas del
escuadrón esta en la parte mas alejada del portón, y cerca del cierre
de aire que une a Macross con Prometheus. A veces se pregunta por que
tiene que haber Battroid montando guardia por allí si estamos dentro de
una nave espacial, herméticamente cerrada con el enemigo a vacíos miles
de kilómetros detrás del vacío del espacio. A lo mejor es la costumbre
militar de custodiar las instalaciones lo que los motiva a hacerlo.
"Llegas temprano, ¿no?". – pregunta la voz de Engel cuando ella
empieza a subir las escaleras.
"Así es."
"¿No disfrutas del permiso?"
"Para nada."
"Una verdadera lastima."
"¿Que haces por allí?, Se supone que todavía te queda una semana."
"Es verdad, pero soborne a los médicos de que me dieran de alta.
Además, solo se pone peor cuando llueve". – dice subiendo las escaleras
con ella.
"Que maravilla... ¿te duele?"
"Ya no."
"¿Me dejas ver tu cicatriz?"
"Si me dejas ver la que tienes en el pecho". – dice casi causalmente
Engel subiendo a unos pasos detrás de ella.
Yelena se detiene y le mira sorprendida.
"¿¡Cómo sabes que tengo una cicatriz en el pecho!?"
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"Señor, estoy recibiendo una señal de prioridad de los cuarteles de
la Tierra". – informa Shammy en el puente de Macross.
"Por fin logramos ponernos en contacto, ¿eh?. Muy bien, Misa,
comunícalos". – dice el Capitán Gloval.
«Cuartel General de la Tierra a Macross. Capitán Gloval, en vistas
de la posibilidad de que nuestras transmisiones sean decodificadas por
el enemigo, poniendo en peligro la seguridad, no podemos facilitarle
los datos referente a los sistemas auxiliares. Por el momento, las
fuerzas enemigas han estado mas interesadas en seguir a Macross que en
atacar a la Tierra. Por ello se les solicitamos que continúen
llevándolos a la deriva, y no, repito, y no regresen a la Tierra para
darnos tiempo de prepararnos y atacarlos. Eso es todo.»
Al cortarse la comunicación, el puente queda mortalmente silencioso,
mientras Gloval y su tripulación de puente piensan sobre lo que acaban
de escuchar.
"Así que quieren que actuemos como carnada, ¿no?". – dice Claudia,
mas como un pensamiento en voz alta que cualquier otra cosa, pero se da
cuanta de su error. "Oh perdón señor, lo siento mucho."
"No hace falta, comprendo tus sentimientos. Pero si necesitamos
ayudarles a ganar tiempo."
Gloval se queda en silencio mientras piensa en esto. Como militar
entiende perfectamente las razones y objetivos, pero en el fondo, como
ser humano, siente el desosiego por la responsabilidad de todas esas
vidas que están en sus manos. Distraídamente se quita la gorra y se
frota la coronilla, mientras busca la manera de sacar a adelante a al
tripulación. Finalmente, luego de media hora de silencio, Gloval decide
retirarse a descansar.
Antes de salir, se acerca al espacio entre las consolas de Claudia y
Misa y mira hacia los niveles inferiores de la torre. Ve llegar a los
controladores del turno nocturno llegar a sus puestos en la parte baja
de la torre. Luego da una mirada hacia la burbuja de cristal a través
del cual logra ver un pequeño punto azul pálido a la distancia.
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Al día siguiente, Gloval apenas había llegado de desayunar y
sentarse en su silla cuando de repente saltan las alarmas de alerta.
"Señor, un asteroide cercano a sido destruido. Parece que el enemigo
esta llevando a cabo pruebas de sus armas". – informa Misa.
"Alerta máxima a todos los sistemas."
Apenas se esta terminando los protocolos de alerta, y cerrado y
asegurado los cierres de los cristales de las ventanas en los
miradores, cuando una andanada de láser empieza a tacarlos. El primer
bombardeo es breve, aunque no llega a tocar seriamente a la nave, pero
si lo suficientemente cerca como para estremecer cada remache de la
nave. Pero antes de que pasara la impresión, un nuevo bombardeo, mas
prolongado, llega a tener tal efecto sobre la estructura que algunas
calles se agrietan y varios sistemas de gravedad fallan.
"Lanzan disparos de advertencia para aterrorizarnos". – comenta
Gloval, muy tranquilo a pesar de la situación.
Pero no llega a relajarse completamente, cuando un solitario disparo
de alta energía golpea el lado de estribor de la torre. Todo en la
fortaleza que no esta asegurado rueda por el suelo, sean personas u
objetos.
"Reporte de daños". – pide saber Gloval cuando cesa el bombardeo.
"Mi pantalla muestra fragmentos del asteroides en nuestra dirección,
tres en punto."
Casi como para corroborar la afirmación de Misa, varios fragmentos
golpean la estructura de la nave, haciendo reverberar con un eco
horrible cada rincón de ella. Varios de los Destroid de defensa
aeroespacial son aplastados por las rocas. Ante la tensión del momento,
Gloval se dirige a su sitio favorito de observación, allí ve como pasan
escombros de hielo de roca y varios fragmentos desprendidos de la
estructura de la nave.
"El radar informa que tardaremos cuando menos cinco horas en salir
de la zona de fragmentos". – dice Misa.
"Señor, no tenemos contacto con el radar de largo alcance. No debe
estar funcionando". – dice Vanessa luego de tratar en vano de obtener
alguna lectura en su pantalla.
Mientas tanto, Gloval se patea mentalmente ante su momento de
debilidad ante el ataque, debió imaginar que algo así sucedería, y no
lo vio venir...
"No entiendo nada de esa extraña clave... Kim, estoy recibiendo una
transmisión de lo mas rara". – dice en su voz de niña Shammy.
"Quizás sea una transmisión codificada de los cuarteles de la tierra
para el Capitán Gloval". – dice casi casualmente Kim.
"Pero la fuente de la señal no es la Tierra."
"¿Cuál es el problema?". – pregunta Gloval saliendo de su trance.
"Recibo una señal, pero no estoy segura que provenga de la Tierra."
"Entonces sugiero que la escuchemos Shammy."
«En nombre de las fuerzas Zentraedi les ordeno rendirse. El ultimo
ataque a su nave es solo un anticipo de lo que haremos. No pueden
escapar. Si desean vivir, ríndanse de inmediato.»
Las cinco mujeres saltaron de su asiento al escuchar la voz por el
megáfono. Pero Gloval queda petrificado. Lo que mas le sorprende no es
el contenido en si, sino la cavernosa y casi metálica voz que las
pronuncia.
"¡Es una transmisión del enemigo!". – exclama Claudia sorprendida y
horrorizada.
«En nombre de las fuerzas Zentraedi les ordeno rendirse. El ultimo
ataque a su nave...»
"Esta bien, apágalo". – dice Gloval para regresar a su actitud
meditabunda. "Zentraedi..."
"¿Qué respuestas les vamos a dar señor?". – pregunta Claudia.
"No les daremos ninguna, sus amenazas son insultantes."
"¿Qué cree que harán?"
"Obviamente comenzaran un ataque."
"Señor, reportan que tomaran diez horas como mínimo poner en
operación el radar de largo alcance."
"Y el radar de corto alcance solo capta despojos cerca de nosotros
limitando más su alcance."
"Señor, si me lo permite, quisiera ir en una misión de
reconocimiento". – expone Misa.
"Bien Misa, iras a una misión de reconocimiento. Te asignare un
escuadrón para que te escolte."
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Antes de media hora, dos ES-11D Cat's Eye son catapultados desde la
cubierta del Prometheus. Minutos después, el grupo Vermellion del
escuadrón Skull, junto al grupo Asynja del escuadrón Ángel hacen lo
mismo para reunirse con los Cat’s Eye.
"Gunsight Uno a Kami-1 diríjase a las coordenadas Xp-12 sobre Yp-17.
Kami-2 diríjase a Xp-15 sobre Yp-12". – son las instrucciones
provenientes de Macross.
"Entendido, aquí defensa Kami-1". – dice por la radio la voz del
Teniente Hikaru Ichijo.
"Enterado, defensa Kami-2". – responde a la orden la Mayor
Nikolayev. "Bueno gente, esta vez solo será una misión de
reconocimiento. Manténganse juntos en formación general hacia 176
relativo a Macross."
"Kami-1 rompiendo a 204. Cambio". – informa ahora la voz de la
Comandante Hayase desde Kami-1.
"Entendido. Inicien ronda de seguimiento al llegar al área
designada. Relativo 204". – dice el controlador de torre.
"Kami-2. tenemos fragmentos planetarios en nuestra área de búsqueda.
Nuestro radar se satura". – informa algo molesta y nerviosa la Primer
Teniente Emma Granger.
"Entendido Kami-2, cambie curso a Xp-15 sobre Yp-13."
"Kami-2, enterado."
Yelena siente un sentimiento de intranquilidad cuando los cazas
vuelan entre los fragmentos. Es casi como si supiera de súbito que los
enemigos saben que están allí, pero que ellos no saben que ella sabe.
Una incomoda sensación en el fondo del estomago, pero trata de
ignorarla cuando finalmente el Cat's Eye empieza un patrón circular de
búsqueda.
Durante media hora, en la radio solo se escuchan las aburridas
conversaciones de rutina, instrucciones sobre dirección, confirmación
de esas direcciones. En un radio de 3600km solo se detectan restos del
asteroide, mientras se puede ver claramente la línea donde finalizan.
Algo que el Macross tardara en alcanzar dentro de un par de horas.
Nikolayev abre y cierra la mano sobre la palanca mientras gira su caza
para mantenerse en formación con el Cat's Eye que va detrás de ella.
Finalmente una llamada de radio la devuelve a la realidad.
Un grupo enemigo esta atacando al Kami-1.
"Mayor, están atacando al primer grupo". – dice uno de sus pilotos
escolta.
"Lo sé, mantengan la formación. Seguramente seremos su blanco."
"¿No deberíamos apoyarlos?"
"Negativo, tenemos nuestros propios problema."
Podía ver desde el cristal de su cabina como se producían varias
explosiones a la distancia.
"¡¡¡Mayor!!!"
La exclamación de uno de los pilotos la hace levantar la vista hacia
delante. Desde atrás de una roca surge la figura de un Pod, mirándola
fijamente a solo una decena de metros. Se había entretenido mirando a
la distancia y no se detuvo a mirar fijamente su alrededor.
"Dispérsense."
Pudo reaccionar rápidamente y cambiar a modo Gerwalk para cambiar de
dirección, incluso antes de que el Regult disparara sobre ella. En
medio de la batalla se da cuenta que esta rodeada por varios Pod
acompañados por una nave que nunca había visto, con forma humanoide y
color verde oscuro (Flemenmik Nousjadel-Ger), muchos de ellos parecen
intentar no dañarlos. Por su mente pasa la súbita idea de que quizás
quieran capturarlos. Pero no les dejara, si ellos no desean dañarle,
peor para ellos, porque ella no les devolverá la condescendencia.
"Hikari, defiende a Kami. Los alejare de su rango."
Yelena gira su avión y dispara contra los Regult, con su rifle,
porque con todos los restos de roca, seguramente sus mísiles fallarían
en golpea al enemigo. Su plan esta funcionando y una gran parte de los
Pod la persiguen queriendo atraparla. Su otro piloto esta disparando
desde la dirección contraria, tratando de dividirlos.
La Mayor pasa a modo Battroid y se esconde detrás de una gran roca,
de espaldas, esperando a que los Regult pasen de largo. Y es
precisamente lo que hacen, dándole tiempo de despachar con rapidez a
unos cuatro antes de que el resto sepa lo que esta pasando. Continua
disparando pero una alarma suena en su panel, sé esta quedando sin
munición. Según los contó solo quedan tres detrás de ella. Poniendo el
fusil en modalidad de disparo corto, comienza a disparar contra los
Pod que se aproximan, quedándose sin munición cuando a destruido a los
dos.
Pero falta uno...
... Y no venia con estos.
En la pantalla delantera del Flemenmik el Valkyrie de la Mayor se ve
como un blanco fácil, pero tiene ordenes de captura...
Mira por las pantallas pero no lo ve, pero de repente su nave se
estremece por un golpe desde atrás. Es la armadura de combate que le a
dado un puñetazo por la espalda. Cuando se voltea para responderle, se
encuentra que esta tan cerca que puede ver su ojo rojizo delante de la
cámara de su Battroid. Con una mano le da la vuelta el fusil para
asirlo como un bate y le da un golpe con él por la cabeza.
Se quita del frente cuando el cañón de su pecho dispara contra ella.
Trata de escapársele, pero este se le agarra por un ala. Furiosa,
Yelena retrocede el brazo y le da un fuerte puñetazo en la cabeza,
destrozándole el vidrio rojo de su cabeza. Y cuando esta a punto de
darle otro, el cañón de su pecho dispara dándole en el fuselaje justo
al lado de la cabina. Recupera el control y se quita del camino del
siguiente disparo, estirando la mano y arrancándole la cabeza al
enemigo. Se asombra al ver directamente al piloto que intento matarla,
sobre todo la cara de terror que este le muestra.
Ella vacila en eliminarlo, pero él en cambio, no teniendo otra
salida a la muerte, mueve uno de sus dedos y la armadura estalla,
destruyéndose y dañando el Valkyrie de Nikolayev.
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Ignorante a todo lo que sucede y encargándose de sus propios
problemas, el escuadrón Vermellón se encuentra siendo capturado por
Zentraedi. Al realizar su misión, el Comandante de la Fuerza Zentraedi
de tareas, Britai, ordena que él esto de las naves regresar y luego se
dispone a ir a revisar a los prisioneros ya que su misión es
capturarlos, no eliminarlos, por el momento.
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Eso salva de alguna forma la vida del segundo grupo de
reconocimiento, el cual esta siendo superado por el enemigo. Los Regult
reciben su señal y dejan lo que están haciendo par regresar lo más
rápido posible, dejando confundidos a los pilotos, que dan gracias a
Dios de estar con vida.
"Kami-2 a Gunsight Uno, adelante". – llama la Teniente Granger.
"Aquí Gunsight Uno. Cambio."
"Fuimos atacados por una fuerza enemiga, perdimos comunicación con
Kami-1."
"Enterado, regresen a la base."
"No tenemos contacto con la Mayor Nikolayev". – informa uno de los
pilotos.
"Hay una señal de banda estrecha... es la baliza de emergencia". –
informa la Teniente Granger.
"¿Podría señalarnos la dirección?". – pide impaciente el piloto.
"A 2-1-5 relativo a 145 kilómetros."
Cuando el piloto llega al área se encuentra con un pequeño cúmulo de
escombros flotando alrededor. Enciende su radar, pero le es inútil ver
algo porque la cantidad de fragmentos sobrepasa la cantidad de blancos
que puede rastrear. Reduciendo la velocidad reconoce el brazo del
Battroid.
Unos minutos mas tarde, siguiendo las indicaciones del Cat’s Eye, da
con la cabina del Valkyrie. Esta se encuentra recostada contra una gran
roca, del lado no iluminado por el sol. Se aproxima encendiendo las
luces y apunta a la cabina, ahí se encuentra la Mayor, sin su casco,
que voltea a mirarle y le hace una seña con el pulgar.
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Varias horas después, se encuentra en la enfermería de la nave,
donde una enfermera termina de suturarle una herida en el hombro. La
Doctora Natalia (parece no tener apellido, porque es el nombre que luce
en el gafete de su solapa) la examina detenidamente.
"Bien Mayor. ¿Le duele la cabeza?". – pregunta la doctora.
"No."
"Mire al frente por favor."
Ella obedece. Le examina los ojos con una luz.
"¡Ahhh! ¿Qué es eso? Casi me deja ciega."
"Mi linterna. Lo siento, debe de ser fotosensible."
"Seguro."
La doctora no le hace caso y continua examinándole el ojo con la
linterna.
"Insisto... ¿qué podría haber en mi ojo que consiguiera convencerla
que estoy bien."
"Creo que debo examinarle mejor."
"Estoy bien". – insiste Yelena, apartando con una mano la linterna.
"Deme un par de aspirinas para este dolor de cabeza y para cuando tengo
que volver para que me quite los puntos."
"No que no le dolía la cabeza Mayor..."
"Doctora, soy una persona muy ocupada, solo me corte en la frente.
¿Sí?. Hoy perdimos a muchos buenos pilotos, y sí me esta retrazando". –
insiste Yelena, molesta y saltando de la camilla.
Yelena sale sin hacerle caso, aunque mientras camina hacia su
habitación tantea distraídamente la gasa que le tapa la herida en la
frente, aunque también siente un leve dolor en la espalda. Quizás sea
el cansancio...
Apenas sale al pasillo, se encuentra con la Oficial de Operaciones
de su escuadrón, la Capitán Hikari Takeda. Quien le da una breve
sonrisa, mientras le da una ligera palmada en el hombro.
[Fin Capitulo 3]
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Notas / divagaciones del autor:
Shammy (Milliome) = Sammie Porter
Kim (Kabirov) = Kim Young
Estamos a la altura del capitulo 11 de la serie de TV. Se darán cuenta
que me cuesta un poco estar cerca de la trama original pero al mismo
tiempo manteniéndome al margen.
feedback = Sí/Yes