fanfic_name = En la Tormenta

chapter = 14

author = Seferino Rengel

Rating = AP15

Type = Adventure

fanfic = Super Dimensional Fortress Macross: En la Tormenta

 

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PARTE 14: CANTOS DE UNA TIERRA DISTANTE

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El cielo esta cubierto por una intermitente capa de nubes negras. A veces cubren todo el cielo hasta casi alcanzar él limite del cielo, otras veces se despeja hasta dejar ver claramente la tonalidad rojiza del cielo. Ese cielo rojo a cualquier hora del día. Le habían explicado que se debía a las millones de toneladas de polvo y ceniza presentes en la atmósfera. Se les había olvidado incluir las millones de vidas que ahora forman parte del aire...

En su época en Arzamas, había estudiado la teoría del invierno nuclear de Sagan, Pollack y Turco (teoría oficialmente no aceptada por los científicos soviéticos, pero estudiada por ellos), los tipos de invierno, en numero de armas que se necesitaban... todo eso necesario para conocer la verdadera naturaleza de las nuevas armas creadas. A diferencia de las armas nucleares, las armas de reacción se caracterizan por su nula radiactividad residual. Casi toda la energía se convierte en onda de choque, luz y calor.

Ahora están viviendo en un invierno del tipo 4, subtipo C, donde se utilizaron el equivalente a 8000 megatones de TNT repartidos uniformemente por toda la superficie de la tierra. Que acertado estuvieron las teorías de Carl Sagan, en la única que se equivoco fue en la naturaleza de los posibles visitantes del espacio. Según él, serian una civilización altamente cultural, con grandes conocimientos del universo, la vida y es destino de todas las cosas.

En cambio, se tuvieron que topar con lo peor de la galaxia...

Se cruza de brazos mientras observa el horizonte salpicado de cráteres. Alaska había sido territorio de Rusia hasta finales del siglo 19, y fue vendido a Estados unidos, ya que era un territorio alejado, de difícil acceso desde el lado asiático del país. Claro que fue un tremendo golpe, cuando se descubrió que allí estaban las reservas de petróleo más grandes del mundo. Pero ahora es una tierra yerma, todo el hielo de su superficie fue vaporizado, dejando al descubierto las rocas ancestrales.

Pero a pesar de no haber nieve, hace frío, que se acentúa por la sensación de escalofrío que le produce ver como la disminuida luz solar deja a oscuras el suelo desértico. Un sol impasible, que continua su ritmo en el cielo.

Cuando piensa que ya es suficiente, se da la vuelta y continua su marcha por las calles.

Hace ya un año del final de la guerra. Aunque muchos dudan que la paz sea duradera. Esos, ahora, le habían asignado un nuevo cargo, en un nuevo proyecto. Le han enviado al grupo de diseño de un nuevo caza. Uno que reemplazara al VF-1, adoptando muchas de sus funciones, sobre todo en el espacio.

Hace solo unos meses se inauguro un nuevo gobierno unido y se a elegido un nuevo primer ministro. Es extraño, que durante sesenta años, la infraestructura de mando de las naciones mas poderosas hubieran invertido grandes sumas para procurar refugio a sus lideres en caso de las peores catástrofes imaginables, y solo su hubieran salvado de esta unos pocos representantes y el consejero de seguridad de las Naciones Unidas, un tipo sin experiencia en el cargo, pero que ahora es primer ministro, automáticamente al morir el primer ministro, el secretario general, los miembros del concilio de seguridad, permanente, los temporales...

Pero ahora ocurren cosas mas allá de su entendimiento, mas allá de lo que puede conoce. Mientras camina por las calles, es conciente del silencio fantasmal. Hemos regresado a casi ¿y ahora?. Como sea, se acomoda su la falda de su uniforme, mientras se encamina hacia su casa.

A Marina le gusta su casa, mas que todo esta ubicada en un bonito sector de la ciudad, mas que todo es una especie de barrio residencial, aunque todas las casas tienen el mismo diseño: un solo piso simple, un pequeño jardín, separada de la siguiente casa por una pequeña cerca. Le agrada la vecindad, sobre todo cuando no llueve.

Por alguna razón en todo este sector solo vive personal militar. La Comandante Hayase vive a dos manzanas de distancia, Claudia esta a dos casa al lado, mientras que en la casa de al lado esta viviendo la familia Jenius. Sobra decir que es para el desagrado de Engel. Aunque este casi nunca se encuentra para molestarse por la terrible –para el– casualidad.

"Buenas noches, Capitána". – le saluda una voz justo cuando llega delante de su hogar.

"Buenos días...". – saluda a su vez mientras Marina dándose la vuelta para mirarla.

La Capitán Bisyarina saluda con una mano a la Teniente Segunda Miria Farina que esta del otro lado de la pequeña verja que separa las casas. Marina nunca ha sentido el odio, casi racista, que tiene Gennadi contra los Zentraedi, mas que todo, es un sentimiento de incomodidad, pero al igual que los rusos hacia los alemanes después de la Segunda Guerra mundial.

Luego de despedirse de Miria abre la puerta de su ‘casa’, que en este instante se encuentra silenciosa, oscura y vacía en mas de una manera. Apenas enciende la luz, observa que todo esta como lo dejo en la mañana, al salir.

Ya es una costumbre. Llega y encuentra todo de la misma manera...

Desde que viven juntos, él parece haber desarrollado una rutina que finalmente los separa. Se aísla demasiado. Marina pensaba que luego de finalizar la guerra, de regresar a la tierra, cambiaria para mejor. Pero pareciera que lo hace para empeorar...

Casi furtivamente Gennadi recogió cada fotografía de Yelena, el cree que ella no lo sabe, pero aun piensa en ella.

Quizás demasiado...

Había pasado tiempo hablando con cada persona en la nave que le conoce. Haciendo preguntas, queriendo saber mas. Pero fue la propia Teniente Claudia LaSalle quien había solucionado sus cuestiones.

"Se llamaba Yelena Nikolayev". – le dijo, mientras las dos estaban en el mirador, el sitio favorito de Marina. "El ya se encontraba en la isla Macross cuando llego. No se porque pero me parecía que eran muy unidos, a pesar de todo lo que ellos decían. Engel no se caracteriza mucho por decir lo que siente, creo que ya sabrás eso. Pero una cosa es lo que ella sentía hacia el, mas que todo se respetaban, antes de quererse abiertamente. Creo que fue así hasta que ella murió. Fue un día donde pensábamos que era el fin, ella lucho valientemente, antes de... ser derribada. Engel nunca termino de asimilar lo que sucedió."

"Así es, pero casi nunca me habla de eso, siempre esquiva el tema como si no quisiera que me entrometiera en esa parte de su vida."

"Puede que así sea, pero no lo conozco como lo debes de conocer. Por algo que se, es que parece canalizar toda su ira contra los Zentraedi. Me preocupa un poco lo que hace, trabajo mucho con las armas. El Capitán recibía sus informes, los leía detenidamente, y luego nos comentaba que a veces se sentía culpable por utilizarlo, por hacerle canalizar su rabia hacia una dirección. Pero siempre trataba de justificar, diciendo que en ese estado mental las personas hacen dos cosas: o trabajan o se suicidan."

"Ya aun así le a asignado otro nuevo trabajo". – dijo Marina un poco cabizbaja, mirando hacia los cráteres a la distancia.

"Temo que si."

"El parece sentir un odio irracional hacia Miria Farina. Se molesta muchísimo cuando la ve en alguna parte, la escucha nombrar o simplemente cuando la recuerda..."

"Si, parece que a Yelena la había derribado una de las pilotos del escuadrón de Miria."

Volviendo al presente, Marina descansa las manos sobre el pequeño escritorio de metal, preguntándose donde estará su esposo...

 

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Engel se encuentra, de hecho, recorriendo lo que es para el su segundo hogar (o el primero dependiendo del cristal con el que se mire) el Departamento de Proyectos Avanzados de Defensa de las Naciones Unidas (UNSAPD por sus siglas) ubicado en el desierto, a un par de kilómetros de Ciudad Macross.

A comienzos del presente año 2011, el Mayor Engel al fin encontró apoyo para llevar a cabo el proyecto. La planta de producción de armas de reacción, hasta hace unos meses localizada aun en el Macross, fue movida aquí donde ha sido ampliada y dotada de mayor personal. Pero el conjunto solo ocupa un edificio, mientras que toda la base reúne el conjunto de otras edificaciones, incluyendo un conjunto de hangares, una fabrica de producción de Valkyrie y partes de aviación, e incluso un laboratorio donde se trabajaban en mil proyectos militares.

Lo bueno era la poca concurrencia de civiles en la zona, un regalo del cielo para Engel, y que muchas de las cosas que se hacen allí son muy delicadas, y en la tumultuosa mente del Mayor, los civiles no entienden el significado de lo que es la seguridad.

De todas formas, por si las dudas, hay una división de Destroid Tomahawk y Spartan patrullando la zona día y noche.

Estas instalaciones no tienen un nombre oficial, simplemente son las instalaciones del UNSAPD. A pesar de ser su impulsor, Engel no es el oficial a cargo de las instalaciones, solamente se encarga de las armas de reacción y todo lo relacionado con ellas, incluyendo el recientemente formada 26ava flota de ataque, conformada de una veintena de escuadrones Valkyrie en base en tierra, mar y espacio, cargando como armamento primordial, los aparentemente perfectos RMS-1. Aunque también esta a cargo de los sistemas de mísiles de largo alcance.

Aunque tuviera los ojos cerrados sabría exactamente la posición de cada perilla, cada interruptor y cada panel. Incluso, luego de haber volado en las tres versiones del Valkyrie, en un par de cazas convencionales, aun puede reconocer que presión necesita para presionar cada botón. Incluso el olor sigue siendo el mismo, lo único que no es lo mismo es el sonido de las turbinas, ahora nucleares detrás de la cabina... aunque también debía contar el asiento de eyección Zvezda K-46, que ahora es un Marty & Beck Mk-7 zero/zero, el mismo del Valkyrie.

El sitio donde se encuentra es mas reducido. Aunque lo suficiente para mantenerlo en modalidad Gerwalk y poder dar unos pasos y caminar. Los técnicos hicieron un buen trabajo. Inclusive hicieron cosas que el no pidió, como por ejemplo desencasquillar el fusil GSH-371. Lo único que no pudieron reparar fueron las antenas y el equipo del RP-51. Una lastima, le hubiera gustado utilizarlo porque era el único que existía. Siente al avión mas pesado mientras lo camina por el hangar. Eso debido a las placas de titanio con la que se reforzó parte de la estructura.

Siempre a tenido la predilección de utilizar los Valkyrie siempre en modo caza y Gerwalk que en la modalidad Battroid, mas que todo porque en esta ultima debe utilizar una palanca con diez botones mas que las demás, y eso, en su condición, es muy difícil. Ya de por sí, manejar diez botones con cinco dedos es mucho, y con tres, bueno, literalmente tiene que hacer milagros.

Marina le a contado mucho sobre el ‘milagroso’ caza VF-4, aunque también le ha oído hablar del VF-5. Al parecer se hace mucho esfuerzo para reemplazar el venerable VF-1. Hecho comprensible, ya que este fue diseñado en una época cuando el combate espacial estaba en pañales.

Pero ahora, el Valkyrie alcanza él limite de lo que podía dar, y con las lecciones aprendidas durante la guerra, es tiempo de dar paso a la siguiente generación de cazas variables. A pesar de los avances, prefiere quedarse con su SV-51, y no es un caso aislado. Muchos pilotos literalmente se adueñaron de muchos Valkyrie, sobre todo aquellos que pasaron a retiro luego de la guerra.

En su caso, ser el propietario del único SV-51 existente, le hace sentirse diferente a los demás. Recuerda que los Phoenix, los VF-0, se encuentran aun descansando en él deposito donde los dejo, dentro del Macross. Quizás algún día se coloquen en algún museo.

Pero ahora disfruta del momento. Solo, en la penumbra, escudado en la cabina de su caza, tarareando ‘Katjuschka’ la única canción que a aprendido a cantar con algo de decencia. Cierra los ojos y se recuesta del asiento. Tratando de escuchar el ronroneo de las turbinas apagándose y de los chasquidos del sistema hidráulico funcionando con poder auxiliar.

En medio de sus catarsis, escucha como se abre la puerta de personal del hangar, los pasos pausados y rítmico, casi como una marcha. Sin abrir los ojos, intuye que son pasos de mujer, por el golpeteo de los tacones altos a cada paso.

«Debe ser Marina», se dice así mismo sonriendo mientras continua agarrando las palancas de control.

"Me dijeron que estaría aquí, Mayor."

Se estremece al escuchar la voz. Sin soltar las palancas, su brinco se comunica a todo el caza que se agita como si lo hubiera pellizcado. Mueve las palancas y baja la nariz, que ocultaba a la persona que había llegado.

"Veo que a aprendido ‘algo’ de la humanidad". – dice él, mientras su interlocutora se detiene, a un par de metros de distancia.

Viste de civil, llevando su larga cabellera amarrada en una larga trenza que le cae en el hombro derecho. A ojo le calcula mas menos unos 16 ó 17 año, pero es una extraterrestre, a lo mejor tiene menos o mas.

"¿Qué hace aquí? Una mujer en su estado no debería estar por allí, no importa de donde venga". – dice Engel.

Las palabras de por sí parecen vacías, pero el tono en que las dice llegan los espacios, dándole un único sentido...

... desprecio.

"Solo, pasaba a visitarle". – dice Miria, mirando alrededor del casi vació hangar.

"Espero que no desee una buena hospitalidad de mi parte. Pero dejémonos de palabras bonitas y diga de una vez que demonios quiere."

"A decir verdad vengo como emisaria de alguien en especial. Alguien que de alguna forma nos es conocida."

"No creo que usted y yo tengamos algo en común... pero de todas maneras dígame, quizás así logre enmendar mi error y evitar las coincidencias."

"Mas que todo quiero hablar en nombre de esa persona, que sabe que usted esta haciendo sufrir a muchos por su odio personal."

"Realmente me conmueve. Pero creo que ha perdido el viaje". – dice Engel, moviendo un poco mas la nariz del avión y tener una mejor visión de Miria.

"Para mi no son secretas sus razones."

"La arrogante piloto as de las fuerzas Zentraedi, la piloto que se vanagloriaba de nunca perder una batalla y jamás dejar a ningún contrincante con vida, se presenta ante mí, pidiéndome en el tono mas manso de todo su repertorio que no me deje arrastrar por mi odio personal. ¿Eso es correcto?"

"No tengo mas nada que decir, porque ya entendió mi punto."

"Maravilloso. Pero creo que no entiende mi punto Farina... ¿puedo decirle Miria?... si me disculpa Miria, estoy muy ocupado."

Luego de decir esto, se recarga de nuevo y empieza a tararear cerrando los ojos, con ocasionales cantos aislados en ruso... visiblemente ocupado.

"Mayor". – llama Miria, mientras ese continua sumido en su ensueño.

Engel cierra con mas fuerza los ojos, cantando con mas fuerza mientras Miria continua llamándole. De repente, Miria le da un fuerte golpea la nariz del avión con una de las herramientas. Engel abre los ojos de golpe, mientras el brazo del Samaliot Variable se mueve portando su fusil, deteniéndose a menos de un metro de Miria, que no se inmuta al ver el barril del arma apuntándole directamente.

"Atraje su atención". – dice ella, sin moverse.

"Dígame el nombre". – pide Engel, aun sin dejar de apuntarle.

"Podrá ser un oficial, pero no contestare a sus preguntas."

"Contésteme". – pide levantando la voz, acercando las el arma a la mujer.

"¿Le disparara a una mujer embarazada?"

"NO le voy a disparar a una mujer embarazada, le voy a disparar a usted."

"Adelante, dispáreme."

"No me rete. Si quiere estar fuera del problema respóndame

"¿Para que? ¿Para matarla? No dejare que usted asesine a esa persona. Dispare. No me va a disparar, no puede."

"Si puedo Miria."

"No puede Mayor."

"Sí Puedo."

"No."

"Sí."

"¡No!". – grita Miria.

"¡Sí!". – grita Engel, con los ojos blancos, mientras tira del gatillo de la palanca...

Miria se sobresalta al escuchar el gatillo del arma, pero no sucede nada más...

Sobresaltado Engel levanta el fusil y lo gira hacia un lado.

El temblor de su mano se trasmite hacia todo el aparato, que luego se recarga como si se relajara, terminando por apagarse.

Por una vez en la vida esta agradecido de la ineficacia de los técnicos. El arma de volvió a encasquillar.

"Prueba lo que le dije. Si es capaz de hacerme eso a mí, lo hará con ella."

"Por favor Miria, váyase". – dice con las manos aun sobre las palancas.

"No es el momento. Pero sepa que... ella esta arrepentida de lo que sucedió. Pero que aun no es el momento."

Luego de decir esto, Miria le da una ultima mirada a la cabina del aparato, donde Engel aun esta con las manos en el rostro, para luego marcharse.

 

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En la sala de reuniones, el Comodoro Gloval no parece contento. Pero el momento se encentra enclaustrado allí, abrumado por los numerosos comunicados de tantos mas oficiales descontentos. Puede que la guerra haya terminado hace casi dos año del fin de la guerra, pero pareciera que aun no ha sucedido tal cosa.

Muchos piden que se les aislé de la población, que se les ponga en, como dice él que esta delante de él, ‘Campos de Reubicación’ (una sutileza para no decir ‘Campos de Concentración’) pero el no puede hacer eso. Miles de Zentraedi y hacer eso, solo traería descontento y solo atraería a los Zentraedi hacia la rebelión. Tenia que darles una opción y una razón para justificar su forma de vida.

Mas que todo las quejas viene de los oficiales de la Fuerzas de Pacificación de la UNSpacy, debido a su orden de utilizar fuerza no letal contra los rebeldes.

"¿Cree que sea conveniente? Me refiero a..."

"Entiendo su preocupación, pero no es el tipo de cuestiones que estén a discusión inmediata. Posiblemente mas adelante, pero ahora no."

Ante la respuesta del Comodoro Gloval, el Mayor Engel, se queda cabizbajo.

"Todos deben dar lo mejor de sí en estos terribles tiempos, cada cual debe hacer las cosas que mejor saben hacer."

"Pero señor, esta conciente del peligro que corre la población civil."

"Entiendo su preocupación Gennadi, pero aun así, si no se hace de esta manera, nos exponemos a darle rienda suelta nuevamente a su hostilidad". – dice Gloval, mientras exhala una gran nube de humo de su pipa.

El Mayor se queda silencioso por un momento, mientras considera las palabras del Comodoro.

"Entiendo como se siente. Muchos me han cuestionado por lo mismo. Pero si aislamos a los Zentraedi de la sociedad humana..."

Gloval hace una pausa, para que sus palabras tengan mayor efecto. Luego de dar un corto suspiro, es Engel quien continua.

"Humm. Solo que quería asegurarme de cual era su posición..."

"Ya la sabe Mayor."

"... Pero con el debido respeto señor, esos perros morados están rabiosos: esta justificado dispararles."

El Comodoro de las Fuerzas Espaciales (Brigadier General en el rango de la Fuerza Aérea) Bruno J. Gloval sabia que la lógica del Mayor de la Fuerza Aérea de las Naciones Unidas Gennadi A. Engel, era un tipo especialmente perverso de lógica: una lógica muy difusa, donde hay mucho blanco y negro, pero con una sutileza de gris en la frontera de ambos, y esa, es la parte que más le incomoda del Mayor. Reposa sus brazos sobre el escritorio, entrelazando sus dedos, mirando fijamente a Engel.

"Te diré una cosa, Gennadi: Los oficiales del Alto Estado Mayor como tu juegan con una gran ventaja. Porque si hacemos lo que quieren que hagamos, ninguno de seguirá vivo para decirles que se equivocaron."

El Comodoro trataba de gestionar una crisis para evitar una masacre, por la incomodidad de que alguien supusiera que era consecuencia de una causa advertida: la renuncia a la diplomacia y la invocación de las armas. Engel se inclina hacia delante de su propia silla y coloca la mano sobre la mesa, con la palma hacia abajo, subiéndola y bajándola varias veces mientras encuentra las palabras.

"Todas las interrogantes morales y políticos tienen una sola respuesta verdadera, que todas esas respuestas son accesibles a través de una razón, y que todas esas verdaderas razones son necesariamente compatibles unas con otras. Sobre estas razones se edificaron y defendieron los gulag y los campos de exterminio". – expone Gloval, sacándole mas de quicio.

La rendición de Engel es tan total como inesperada.

"Esta bien, señor. Usted es ciertamente el patrón. Solo estaba intentando darle mi opinión que pensé era la mejor, naturalmente seguiré todas sus ordenes. De todas formas la orden máxima la da usted..."

"¿A quedado claro entonces, Mayor?"

Había una sola respuesta a esa exhortación, y Gloval lo sabe. El Mayor tarda cinco segundos (menos de lo que esperaba) en responder.

"Como el agua señor."

"Bien Mayor. Puede retirarse."

Engel se levanta lentamente, quitando la mano del escritorio y levantando el sobre que el Comodoro le había dado al comienzo de la reunión. Hace un perfecto saludo militar para volverse y dirigirse hacia la puerta. Mientras sale, fija su mirada en el inmenso estandarte en el suelo.

"Si desea discutirlo Mayor, sabe que puede acudir a mi oficina."

"Seguro señor. Con su permiso". – dice Engel sin volverse ni despedirse para salir.

"Que le vaya bien, Mayor."

Finalmente afuera, camina al ascensor y cuando la puerta se cierra delante de él, le da varios puñetazos, hasta que sus nudillos empiezan a sangrar.

"Gloval y estos malditos Zentraedi van a destruir este mundo si no hacemos algo al respecto". – dice para sí mismo.

 

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El Mayor llega a su casa, saliendo mas temprano que de costumbre.

"Engel". – dice una voz a sus espaldas.

"Hola, tiempo sin verte."– pregunta Engel, volviéndose para ver a la Capitán Takeda, que viene caminando desde la calle.

Takeda es una chica de unos 26 años, sus ojos verdes irradian una alegría que le parece algo rara, su cabello algo mas largo. Generalmente uniformada, ahora viste de un modo que se podría decir casual, con falda y chaqueta de blue jean de un color verde claro, una franela blanca rematando con una gorra blanca y zapatos negros. Todo eso lo detallo antes de que ella volviera a hablar.

"Recibí tu mensaje. Es todo un honor, Engel-kun, es demasiado difícil encontrarte."

"Te ves bien" . – dice Engel, abriendo la puerta. "Por favor pasa."

"Gracias. Aunque no puedo decirte lo mismo."

"Es verdad, realmente me siento un poco decepcionado."

"¿Por qué estas decepcionado?"

"La Fuerza de Pacificación tiene las cosas difíciles". – dice Engel, dejando el maletín sobre la mesa en la sala y sacar una silla para que ella se siente.

"Sí, lo sé. Demasiado para los pobres muchachos, también escuche que pretenden tratarlos con mas serenidad de la que quisiera."

"Hmmm. El Comodoro Gloval es quien lo ha decidido así. Estuve hablando hoy con él. Fue todo un drama". – comenta Engel sentándose.

"Drama es lo que estoy viviendo yo."

"¿De que estas sufriendo ahora Capitán?"

"Lo mismo de siempre. Desde que me asignaron a las Fuerzas de Paz no tengo mas que esperar. Solo tengo que esperar. Y por eso he perdido a varios equipos de vigilancia". – dice Takeda cruzando las piernas y inclinándose un poco hacia delante.

"Entiendo como te sientes. Pero estoy seguro que cuando se den cuenta de sus errores cambiaran de parecer."

"No se te ve muy bien, Engel ¿qué té pasa?"

"Preferiría no hablar de eso Hikari. Pero me siento como perro en autopista". – dice reclinándose en la silla.

"Esta bien. Estuve hasta tarde hoy con lo de las consultas. No sabe lo pesado que es pasar horas respondiendo preguntas sin mucho animo por parte de los que te interrogan."

"Pues bienvenida Hikki, estaba en lo mismo hoy."

"¿Cómo sigue tu pierna?"

"Igual que siempre, me sigue doliendo". – afirma Engel, forzando una sonrisa.

"Me alegro por ti". – dice Takeda levantándose y acercándose al escritorio. "¿Qué hay de tu esposa?"

"Debe de estar aun en la base de pruebas, a ser quien sabe que allí arriba."

"¿Y a que hora regresa?". – pregunta sentándose en una esquina de la mesa.

"No lo sé, en cualquier minuto o quizás en la noche... Me han dado una nueva asignación". – dice Engel, mirando la mano de Takeda en el escritorio.

"¿Es para lo que querías verme?"

"Si, me voy de viaje y me gustaría que fueras conmigo."

"¿Qué diría tu esposa?"

"Por favor Hikki... es algo muy delicado y me gustaría saber si irías. Es una misión oficial."

"¿Adonde?. – pregunta ella, haciendo círculos con la punta de un dedo.

"Vamos a visitar tu tierra y después la mía."

"Así...". – dice ella, estirando la mano para alcanzar algo en el uniforme de Engel. "¿Son tuyos?"

"Por supuesto, me atraparon en el ultimo reconocimiento medico". – explica él mientras saca los anteojos que tiene colgados del uniforme.

"Así que trampeando los exámenes de al vista."

Takeda toma los anteojos para verlos mejor, les despliega las aletas y un poco vacilante se los pone lentamente en el rostro a Engel.

"¿Cuándo nos vamos?". – pregunta ella, aun inclinada mirándole mas de cerca.

"Mañana en al tarde."

Takeda se inclina un poco mas, extendiendo un dedo para ajustarle los anteojo en el rostro. No ha terminado de hacerlo cuando la puerta se abre. Los dos levantan la vista para ver a Marina, quien a su vez se les queda mirando, y frunce el ceño cuando ve que Takeda esta casi sobre Gennadi.

"Hola Marina, ¿cómo te fue?". – dice Engel, dándole una sonrisa, mientras Takeda lentamente se endereza disimuladamente.

"Gennadi..."

"Me tengo que ir, Engel. Voy a poner todas las cosas en orden para mañana en la tarde". – dice Takeda levantándose y dirigiéndose a la puerta.

"Bueno, Takeda, nos veremos mañana."

"Marina". – dice Takeda a modo de despedida para con Marina.

"¿Qué hay mañana en la tarde?". – pregunta ella luego de que se fuera la Capitána.

"¿Qué?". – pregunta sorprendido.

"¡Gennadi, tenemos que ir al medico mañana!"

"¿Qué?... ¡ah si! Conejita... Lo lamento... se me presento algo urgente, voy a estar saliendo mañana por un par de días."

"¿Por qué?"

"Discúlpame conejita, pero es algo oficial, tengo que ir."

"No tienes que ir... ¡Y no me digas conejita!"

"Esta bien conejita... Ve tú y me dices como te va."

"Que desconsiderado eres."

"No es desconsideración... me dieron ordenes". – dice levantándose.

"¡Claro, no es tu culpa! Esta bien Gennadi Antonovich, ve a donde tengas que ir, a lo mejor no me encuentras aquí..."

"Gracias". – dice agarrando su maletín y empezar a caminar hacia la habitación.

 

[Fin Capitulo 14]

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Notas / divagaciones del autor:

Este es uno de esos capítulos lentos, pero aclara algunas cosas. En el anime de Macross se saltan desde la destrucción de la flota de Bodolza en Feb 11 de 2010 hasta después de la reconstrucción en Oct 2011 (Abr 19 de 2011 a Jul 2013 en la cronología Robotech) o para ser mas claro el capitulo 28 de la serie. Luego de dejarlos confundidos les digo que este capitulo y los siguientes están entre este periodo.

State = Continuará/To Be Continue

feedback = Sí/Yes

email = rseferinoARROBAgmail.com