Dont Look Back
Capítulo 12
San
Dedicated to all the ones who still read this story
AP

 CAPITULO XII

Ya había memorizado cada una de las líneas, y texturas del techo de su nueva barraca;  por costumbre despertaba temprano entre semana, ya que usualmente su turno iniciaba antes de las siete am, pero esa mañana era tan diferente, no se encontraba en la nave, ni tenía turno programado y lo más importante no estaba el, por más que cerraba los ojos para intentar visualizarlo a lado de ella sus esfuerzos eran inutiles.

 

Con la pereza sobre sus espaldas se levantó para ir hacia su cocina y tomar un vaso de agua, sobre la mesa veía su carpeta impecable lista para la junta con el consejo; con el vaso en mano se sentó en una de las sillas mientas ojeaba distraidamente los documentos frente a ella; un salto de espantó hizo que derramara unas cuantas gotas en la mesa acompañada de una maldición dicha a todo pulmon en el momento que el teléfono interrumpió la tranquilidad matinal con la que despertó. De mala gana y enojada por el incidente contestó seca y fría

 

- Hayes

- Capitana, habla el capitan Milles

- Ah…que se le ofrece
- ¿La tomé en un mal momento? O usted es una de esas personas agrias durante la mañana

Lisa sintió que el agua que había tomado se le revolvía en el estómago; apretó con fuerza el auricular mientras intentaba controlar la respiración caliente que le salía por la nariz, apretando los labios tratanto de no decir algo “agrio” por el inminente enojo que se apoderó de ella, alcanzó a decir

 

- Le repito..Capitan….¿que se le ofrece?
- Estaba bromeando capitana, espero no haberla molestado; el Almirante Hayes me pidió que la llamara durante la mañana para ponernos de acuerdo y darle un recorrido más minusioso por la base
- Agradezo su atención pero tengo que prepararme para mi reporte
- Capitana estoy seguro que usted esta ya perfectamente capacitada, además no fue una invitación, fue una orden del Almirante

Tragándose todo el orgullo y la rabia que tenía en ese momento no tuvo más que apretar con mas fuerza el telefono para ocultar su malhumor

- ¿Donde nos vemos Capitan Milles?
- Pasaré por usted a su barraca a las nueve de la mañana
- Entendido

Lisa colgó con una fuerza tal que logró romper la base del telefono, luego de eso hablando entre dientes y maldiciendo al capitancillo ese, se metió a la regadera esperando que el enojo se le bajara con el agua fria.

 

El timbre resonó en toda la habitación mientras una molesta Lisa se ponía de pié para salir y encontrarse con su acompañante.

 

- Buenos días Capitan Milles
- Buenos dias Capitana Hayes, ¿como durmió?
- Bien gracias
- Me alegra, la llevaré a dar un recorrido por los departamentos de la base, será una de las pocas personas que conoceran los nuevos prototipos VT y armas de defensa
- No veo el sentido de una visita asi, dentro de 24 horas o menos estaré de regreso al Sdf-1, ¿esta seguro que el almirante ordenó que visitara las instalaciones?
- No tengo por que mentirle capitana

Cansada y resignada a tener que soportar al capitan Milles, subió al auto esperando que el tiempo se fuera suficientemente rápido como para terminar con el compromiso que ordenó su padre.

 

- Bien, hemos llegado
- No estamos en la base
- No se usted Capitana, pero yo no puedo iniciar un día sin una buena taza de café, y este es el mejor lugar donde lo preparan

Lisa ni siquiera se dignó a contestar, simplemente bajó del auto y se introdujo dentro de la pequella cafetería llamada Luke´s, la recibió una mesero que le ofreció una de las mesas cercanas a los grandes ventanales que el lugar poseía.

– ¿Le puedo ofrecer algo señorita?
- Café Americano doble por favor
– Que sean dos
- Enseguida
-Y bien Capitana, cuénteme ¿como estan las cosas en el Sdf-1? Hemos recibido reportes de que la situación no les ha sido nada fácil
- Capitan Milles, ¿exactamente para que lo envió mi padre?, es claro que el  “tour” por la base es solo una excusa, he visto los departamentos apropiados y no creo necesario visitar oficinas de logística o de administración, mucho menos venir a un lugar a tomar café cuando podría haberlo hecho en mi barraca
- Vaya, tiene exactamente el caracter de su padre, veo que le heredó mas que su apellido, al igual que el se le puede ver una carrera militar muy prometedora, demasiado como para que la desperdicié en una nave que tiene un futuro incierto en la tierra
- Dejemé ser muy clara, Milles….si la nave tiene futuro o no, no es su problema, si mi carrera esta en peligro tampoco es su problema, si yo fuera usted me dedicaría únicamente atender los asuntos que me corresponden, su opinión me tiene sin cuidado
- Yo tambien quiero ser muy claro Hayes…si vengo aqui por orden de su padre no es precisamente para socializar, las reglas militares y el orden jerarquico no es el mismo que en su nave, quizá usted alla sea el segundo oficial al mando luego del Almirante Gloval, pero aqui hay muchas personas arriba de usted a las que debe obedecer y tener respeto. Quiero pensar que su actitud actual se debe al cambio repentino de entorno; por lo tanto espero podamos entablar una plática civilizada y formal ya que lo que trataremos es oficial y tiene que ver con las nuevas órdenes que usted recibirá. 

Lisa apretó los puños tratando de controlar el caracter tan suyo que la caracterizaba; miró directamente a los ojos al capitan, respirando tranquilo, lento, como queriendo calcular el movimiento justo que haría que el capitan Milles se tragara cada una de las palabras que hasta ese momento había pronunciado

- ¿Es usted el…jefe de las fuerzas aereas?
- El mismo
- Que lástima, debo recordarle…..Milles… que al ser una oficial ejecutiva de una nave temporalmente “fuera de servicio”  usted no tiene jurisdiccion sobre cualquier militar proveniente de ella, por lo tanto las únicas personas autorizadas para darme órdenes son los miembros del consejo, y si mal no recuerdo usted no figura dentro de ellos, asi que si me disculpa tengo cosas más importantes que hacer, con permiso.

Acto seguido Lisa saco unas monedas de su bolsillo que brúscamente depósito sobre la mesa, mas por costumbre que por respeto hizo un saludo forzado y mal dirigido.

El capitan Milles sonrió al ver como la jóven capitana se retiraba, llamó al mesero para liquidar la cuenta y se puso de pie con una tranquilidad extraña que el mismo no explicaba luego se semejante planton,  en su cabeza se repetía la escena anterior mientras pensaba en el raro atractivo que aquella mujer poseía.

--------------

 

- ¿Que crees que este haciendo ella?
- No lo se, quizá este preparándose para su junta con el consejo
- No entiendo por que tenía que ser ella la que tenía que irse, cualquier oficial podía llevar el reporte a la tierra
- Olvidas jefe que ella es hija de uno de los miembros del consejo de la tierra unida
- Supongo que eso influye…
- ¡Ahh! ¡Ya me cansaste con tu cara de borrego a medio morir! Tarde o temprano estarán juntos de nuevo, anda parate iremos a levantarnos el ánimo
- ¡De que hablas! ¡Yo no tengo cara de nada! Y si la tuviera a ti no te importa
– Póngase de pie comandante Hunter o lo paro a patadas
– ¡Cuida tus palabras! Ya te dije que no tengo ganas de salir

Rick miró la cara de fastidio de Max y supo que no bromeaba cuando decía que lo pondría de pie como fuera, pero no era que el no quisiera distraerse, pero algo en su cuerpo no lo dejaba, todo le recordaba a ella, la extrañaba demasiado, pero tambien sabía que Max tenía razón, no podía andar con ese ánimo por toda la nave

- Esta bien…esta bien…¿a donde iremos?
- ¡Al lugar perfecto!

De mala gana pero con bastente curiosidad Rick Hunter seguía a su compañero de vuelo por los pasillos de la nave; llegaron a la ciudad y se pasearon por varias cuadras y avenidas, hasta llegar a un centro comercial que en su fachada tenía un enorme letrero luminoso con la leyenda de “playtime”, con una grande incógnita dentro de su cabeza entró al establecimiento para quedar parado a la entrada confundido de saber si estaban en el lugar correcto.

- Max que lugar es este
- ¡El mejor lugar de la nave! Anda te mostraré los mejores juegos
- No lo se…yo…no soy bueno en los juegos de este tipo
- Si supongo que prefieres jugar con la Capitana Hayes, pero como ella no esta tendrás que conformarte con esto
- ¡¡¡Oyeme!!!

Max tomó asiento en una de las consolas de juego ingresó unas fichas y el programa inicio, ajsutó sus controles como si se tratará de un varitech de verdad y empezó su recorrido por el programa virtual, en menos de lo que esperaba terminó el juego con un puntaje exelente y seguido de eso varias monedas cayeron en la que pequeña cesta que sostenía

- Bahh…este es demasiado facil
- ¿todas las maquinas te dan dinero?
- Si, siempre y cuando ganes

Rick más animado por la ávida recompensa, eligió uno de carreras; el juego inició y en menos de 2 minutos en la pantalla grande y resplandeciente la máquina anunciaba un “game over”

- ¡¡¡Que!!! Max esta máquina no sirve!

- Intenta con otra

Bastante indignado Rick se dirigió a otra máquina y a otra y a otra y el resultado era el mismo “Game over”

- ¡Que máquinas de porquería!¡esto esta arreglado!¡Max no sirven!

Su sorpresa fue más grande que su berrinche, ya que cuando localizó a Max, el tenía ya tres cestas llenas de monedas lo que indicaba que todos los juegos los había ganado, era tan notable su habilidad que ya había conseguido la atención de varias de las personas que se encontraban en el lugar; un poco fastidiado por la “facilidad” de las consolas, tomó sus cestas con la intención de retirarse.

– ¡Eres un bárbaro! ¡Ganaste muchisimo!
- ¿Y a ti que tal te fue?
- Pues digamos que no es lo mio….
- Ja ja..pobre de ti, sin Lisa eras un desastre….

Rick estaba por iniciar una de las clásicas discuciones que el y su mejor amigo protagonizaba hasta que vió al menos 20 personas alrededor de una consola de juego, supo que Max lo notó ya que de inmediato se dirigió a la rueda de gente para lograr ver de quien se trataba.

Haciendo espacio entre la gente Max Sterling intentaba apagar la curiosidad que le creció en cuanto vió tanto tumulto, con sus cestas en mano se acercó lo suficiente para ver que quien tenía a toda esa gente como monos himnotizados era nada mas y nada menos que una mujer; una mujer que le quitó la respiración en cuanto sus ojos lograron verla con claridad, su piel blanca como el hielo contrastaba con el cabello largo y verde que caía sobre su espalda, sus labios remarcados con un labial rojo terminaba por enmarcar el rostro mas hermoso que el jamás vió en su vida.

El programa terminó y las monedas cayeron como lluvia sobre la cesta que la chica sostenía, tomó con mucha facilidad sus 4 cestas llenas de monedas como si no pesaran, y en cuanto se disponía a retirarse una mano la sostuvo por la muñeca deteniendola y impidiendo su avance. Al ver al que ella consideraba su agresor observó a un hombre de cabello azul con el rostro decidido y con la mirada fija en ella.

- Un juego…acepta un juego conmigo y el ganador se llevará las cestas del otro

Intentó zafarse con la fuerza de una mujer no terrestre, pero aquel hombre no la dejó, seguía mirandola con la voz firme

- No te dejaré ir hasta que aceptes

Molesta por la falta de costumbre para socializar con humanos solo dijo

- Elige el que quieras…

Max la soltó y corrió hacia el mostrador para preguntarle al encargado del lugar por el juego más dificil del centro, el joven emocionado por la batalla que observaría encendió una de las consolas más grandes en donde dos varitech virtuales uno rojo y uno azul se disputarían el primer lugar de la contienda.

Ambos jugadores se sentaron en sus respectivos asientos con los controles listos y esperando el inicio del juego, los dos sentían algo extraño en la presencia del otro, él seguro de que ella era la única mujer que había logrado detenerle el corazon a causa de la atracción fatal que con solo mirarla le surgió y ella desesperada y frustrada por no saber que era lo que aquel hombre frente a ella le despertaba.

Los dos contrincantes empezaron el juego con una ferocidad tan real que los hacía transpirar por la adrenalina que sus cuerpos liberaban, su único foco era aquel varitech virtual que aparentemente era su enemigo, probaron todos los misiles, todas las modalidades, se persiguieron por los escenarios, se golpearon de frente y a puño duro. Sus manos tensas y sudorosas comenzaron a cansarse, aquello no era solo una juego, era una batalla real que ninguno de los dos quería perder, ella ya más enojada por la inusual situacion se juró derrotarlo mas por su orgullo que por el premio acordado.

Esa sería su única oportunidad, el no peleaba por unas monedas sino por no dejar ir a la mujer que el ya consideraba la dueña de su corazón; el amor fue más fuerte que el orgullo ya que el VT rojo fue destruido en pedacitos anunciando la derrota de la mujer. Paralizada con los ojos abiertos cayó en un shock al entender que había sido derrotada y humillada públicamente, su enojó creció mas al ver la sonrisa que se asomó al rostro del hombre frente a ella, de un movimiento se puso de pié dispuesta a salir corriendo de aquel lugar.
De nueva cuenta una mano la detuvo, con la misma fuerza que la vez anterior

- ¡Déjame! ¡Ahi esta tu premio!
- No me interesa el premio, por favor acepta salir conmigo
- ¡Suéltame!
- Al menos dame tu teléfono
- ¡No tengo!
- Entonces déjame verte en el parque dentro de dos horas
– ¡No!

- No te soltare hasta que aceptes

Desesperada por tanta atención de parte de la gente, accedió de mala gana

- Esta bien, pero ¡sueltame!
- Nos vemos en dos horas

Max la miró alejarse, con la sonrisa en su rostro y nadando entre las nubes, despertó de sus sueños cuando Rick posó una mano sobre su hombro para decirle

- ¿que fue todo eso?
- Acabo de conocer al amor de mi vida jefe….
- ¡Que! Estas loco! La acabas de conocer
- Y solo me faltó mirarla para saberlo….
- Creo que estas drogado, anda vamos a comer muero de hambre

------------

 

5.50 pm, diez minutos más y los miembros del consejo al fin escucharían su reporte y las pruebas que ampliaban las posibilidades de establecer la paz entre ambas razas, sentada en la sala de espera previa de la sala de conferencia esperaba pacientemente el inició de lo que ella considerba su misión más importante.

De pronto su mente voló a miles de kilometros de distancia a un hombre tan importante como aquella misión, penso en lo que el estaría haciendo, en si la extrañaria tanto como ella a el, en que quizá para esa hora del día de mañana estaría de nuevo con el.

– Capitana Hayes, puede pasar

 

Aquel hombre la tomó por sorpresa ya que saltó un poco sobre su lugar

- Ah…Gracias
Como siempre dentro de la enorme sala solo había una mesa el centro con una silla, respiró profundo para sobrevivir a la tensión que le causaba ser el centro de atención de todos, colocó su caperta sobre la mesa mientras abría la botella de agua que tenia frente a ella. Tomó asiento y miró su reloj de muñeca; 6:00 pm.

Las pantallas se encendieron y uno a uno los miembros del consejo fueron apareciendo frente a ella, quizá la primera vez que los vio en la misma circunstancia la intimidaron, pero esta vez era diferente, se sentía al mismo nivel que ellos ya que la causa que defendian era la misma solo que los miembros del consejo parecían no verla.

 

- Capitana Hayes nos es grato volver a verla, tiene la palabra
- ¡Gracias Señor! Miembros del consejo, hoy me encuentro frente a ustedes representando no solo a una flota exiliada temporalmente de la tierra, hoy represento a cada una de las personas que estan a bordo del Sdf-1, hoy estoy hablando por todos los seres humanos que habitan nuestro planeta, por todos los seres vivientes que como nosotros se encuentran envueltos en una guerra nunca antes concebida.

Como oficial puedo presentarles pruebas, reportes de inteligencia y bitacoras de vuelo, puedo darles testimonio de mi experiencia mientras fui prisionera del que actualmente consideramos nuestro enemigo; pero lejos de eso me presento ante ustedes como una mujer preocupada y consternada por nuestra situación actual. En base a mis experiencias puedo afirmar que estar frente a un zentraedi pueder ser la situación mas terrorifica que un humano puede vivir, hombres gigantes con solo un objetivo. La guerra.
Igual que ustedes luego de un enfrentamiento constante con el enemigo llegué a pensar que el exterminió de la raza era la mejor solución para el bien del planeta. Hoy les digo que estaba equivocada, hace apenas dos días los “enemigos” han empezado a procesar algo mas que la guerra, están siendo convencidos por ellos mismos de que puede haber una vida lejos de la lucha y la muerte, hace dos días los primeros desertores zentraedi llegaron a nuestra nave pidiendo asilo con el único afan de poder llegar a ser humanos, de poder convivir en un entorno social, de poder coexistir con mujeres, niños y hombres; el dia de ayer haber estado frente a un zentraedi no fue nada intimidante al contrario fue un encuentro en donde el respeto mutuo diluyó nuestras diferencias, por lo tanto señores les aseguró que la paz es algo negociable, necesaria y alcanzable; escuchenme cuando les digo que ya se han perdido suficientes vidas, si nosotros que somos lo que podemos ser mas razonables no ponemos un alto estaremos cabando nuestra propia tumba, con mucha pena y temor les confieso que jamás lograremos derrotar a las flotas zentraedi, son demasiadas, tantas que ni siquiera puedo hacer un calculo numérico de las fuerzas debastantes del enemigo.
Como militar se que las opiniones personales no son fuente confiable por ello traigo conmigo, pruebas cientificas de la similitud de nuestras razas, reportes justificados de pilotos de combate, todo señores con el único fin de convencerlos de que la guerra no es nuestra opción para sobrevivir.

Durante un lapso de 40 minutos los miembros del consejo escucharon atentamente el reporte de Lisa, entendieron y procesaron la información, en ningun momento la interrumpieron, solo se dedicaron a escuchar.

 

– Capitana Hayes, analizaremos su reporte y le haremos saber nuestra decisión, puede retirarse
- Gracias Señor, con su permiso

La puerta se cerró tras de si al paso que salía de la sala, en el living previo Karl Riber la esperaba mientras hojeaba distraidamente las revistas que estaban sobre la mesa de centro, su atención cambió de lugar cuando escuchó el sonido de la puerta y vió salir a Lisa con su carpeta bajo el brazo.

- ¡Hey! ¿cómo te fue?
- ¡hey tu! ¿que haces aqui? Pensé que estabas en turno
- No terminé temprano y decidí venir a ver si necesitabas refuerzos a la hora de los golpes, claro no es que tu los necesites, pero solo por las dudas vien
- Haste el chistoso y el herido vas a ser tu
- ok ok, ya dime ¿como te fue?
- Bien… creo, al menos escucharon todo el reporte, les envíe copia de los reportes y pruebas científicas, me dijeron que cuando tuvieran una respuesta me la comunicarían.
- Bueno por algo se empieza
- Si, solo falta esperar
- ¿Que planes tienes?

Justo cuando pensaba en que responderle un teniente se acercó a ella para comunicarle un mensaje de su padre

- Capitana Hayes, el Almirante ordenó que usted que se reporte en su oficina de inmediato
- Vaya…al parecer ya tenglo plan…gracias teniente, iré de inmediato
- Te acompaño, podemos platicar un poco en el camino
- Con que no me encuentre con el Capitan Milles todo esta perfecto
- ¿Por que lo dices?
- Agh…tuve un pequeño desacuerdo con el en la mañana
- Conociendo tus pequeños desacuerdos supongo que estuviste a punto de mandarlo fusilar
- No me pruebes Riber….
- Ja ja ja….¿que paso con el?
- Se supone que mi padre había ordenado que el me diera un recorrido por las instalaciones de la base, pero de la nada empezó a decirme de mis nuevas órdenes y obligaciones, pero hasta que yo no reciba una orden por escrito de parte de algun miembro del consejo no pienso acatar órdenes de nadie, menos de una persona tan pedante como el
- Vaya, no te cayó nada bien verdad?
- Si por mi fuera lo mandaba al diablo
- Directa como siempre…pero dime…en serio ¿quieres regresar?

Mientras caminaban por los pasillos de la base Lisa se detuvo como recordando la distancia tan grande que había entre el y ella y su convicción se hizo aun mas fuerte

- Es lo único en lo que puedo pensar…regresar…
- Y supongo que es por el…

- El y otras cosas, mi familia esta alla, la gente que ha estado conmigo en los momentos más dificiles estan alla arriba, esperándome….ni siquiera considero la posibilidad de no regresar….tengo que regresar…
- Pero Lizzie aqui esta tu padre y….y…también yo…

El observó como las facciones de Lisa cambiaron en el momento que el menciono ligeramente sus sentimientos hacia ella, sabía perfectamente la incomodidad que se originaba cuando tocaban el tema, aunque fuera de manera sutil; decidió olvidar lo dicho para no arruinar su intento de ser únicamente su amigo, su compañero incondicional, lamentablemente su corazón lo traicionaba día y noche cuando entre sueños la soñaba junto a el compartiendo el mismo lecho. 

– Olvidalo….ojalá te concedan el regreso a la nave pronto
- Karl, no me malentiendas, claro que me importa saber que tu y mi padre estan aqui a salvo, pero no puedo olvidarme de la gente que confió en mi y que espera mi regreso
- Mejor cambiemos de tema, no quiero hacerte enojar, me das miedo
- Y te voy a dar más si sigues molestando
- Bien Señorita la dejo para que platique con su padre, cualquier cosa hablame
- Gracias Karl…nos estamos viendo

Se despidió de el con un fuerte abrazo que dejaba ver el cariño inmenso que le tenía aquel hombre, que de alguna manera se había convertido en una de las personas más significativas de su vida, de corazón no podía desearle mas que felicidad.
Ingresó al edifició con dirección a la oficina de su padre, intercambió algunas palabras con la recepcionista antes de que pudiera encontrarse con el Almirante.

– Adelante
- Capitana Hayes reportándose a sus órdenes señor
- Pase Capitana, tome asiento.
- Y bien…¿cual es el panorama?
- Creo que están interesados, no mencionaron alguna desición pero al menos leyeron tu reporte y empezaron a considerar propuestas de paz entre ambas partes
- Eso es bueno ¿no?
- Como te dije, es una avanze, una buena señal
– Me alegra mucho escucharlo padre, no tienes idea de lo bien que me hace sentir escuchar eso, te dijeron ¿cuando tomaran una desición?
- No lo se, es dificil de predecir, tiene que analizar mucha información, podrían ser días, semanas o hasta meses
- ¿Tanto?, yo pensé que sería mas rápido
- Lisa sabes perfectamente que detrás del consejo hay protocolos que seguir, no es tan facil tomar una desición de esa magnitud
- Pero, ¿que pasará conmigo?
- Lisa, deja que pase un poco más de tiempo, tengo muchas cosas de que platicar contigo, tu reporte acaba de ser escuchado hace menos de cuarenta minutos, te pido que tengas calma
- Tienes razón, es solo que estoy muy ansiosa
- Te prometo que en cuanto tenga alguna información, serás la primera en saberlo. Por lo pronto quisiera que me acompañaras a uno de los sectores más clasificados de la base, quiero que veas algo.
- ¿De que se trata?
- Ya lo verás

Salieron del edificio para entrar en uno de los sectores de defensa de la base, un jeep militar los trasladaba para poder atravezar con más rapidez las pistas de aterrizaje de todos los VT que ahi operaban, Lisa no podía dejar de pensar en la magnitud de aquel lugar, era gigantesco, los aviones subían y bajaban interminablemente, centenas de soldados recorrían las pistas en paso veloz lo que hizo que ella recordara sus tiempos en la academía. Descendieron del Jeep, para abrirse paso en un pasillo largo que al fondo tenía una compuerta de metal casi imperceptible, su padre tecleo una clave de acceso y al instante las puertas se abrieron de par para dejar una puerta mas que resultó ser una especie de elevador con asientos en el centro.

– Hija, toma asiento, tardaremos en bajar unos quince minutos

- ¿Tanto? 
- Si, pero se me ocurre que podemos aprovechar el tiempo y hablar de…tu novio?

Con la sola mención de la palabra “novio” las mejillas de Lisa tomaron un color rojo intenso que ocacióno que su temperatura subiera desorbitadamente a causa de la pena que la embargó en el momento que su padre mencionó el tema.

- …y…de que quieres hablar
- Bueno podrías empezar por decirme su nombre que hace y como lo conociste ¿no crees?
- bueno…el….el…es piloto, Lider….escuadron Skull….comandante….alto…al menos mas que yo….pero pues yo no soy alta precisamente….moreno….y asi…

Su padre tenía una expresión de diversión mezclada con interrogación de no poder entender de manera clara lo que su hija le intentaba decir, pero nada de lo que decía tenía coherencia.

- Y ¿puedo saber como se llama?
-…..Ay si….el…ah…se llama Hunter, Rick Hunter
- Asi que Rick Hunter, desde hace cuando el es militar?
- pues….no mucho en realidad….el ingresó al ejercito cuando quedó atrapado en el Sdf-1
- y antes de eso a que se dedicaba
- ….a pues…el era piloto de un circo aereo
- ¡Que!
- Yo se que no es el hombre que siempre quisiste para mi, que no tiene carrera militar, no viene de una buena familia ni de buena profesión, pero yo lo quiero tal y como es
- Que te puede ofrecer un piloto de combate
- No es lo que pueda ofrecerme, sino lo que me da
- Hace cuanto que estas con el
- hace poco….pero lo conozco desde hace mas tiempo
- Y en tan poco tiempo estas convencida de que el es el indicado?
- Padre….
- Ya llegamos…terminaremos de hablar en otra ocación

Las puertas del elevador se abrieron para dejar ver un pasillo largo con iluminación sensorial que se activaba a la vez que se avanzaba, no parecía haber oficinas u otros departamentos, simplemente un trayecto largo para al fondo encontrarse con un salón enorme

- ¿Que es este lugar?
- Este Lisa es uno de los proyectos más clasificados, tienes frente a ti el gran cañon, el arma más poderosa que el hombre ha inventado. 


- ¿arma? ¿ de que hablas?
- Durante muchos años el proyecto Gran cañon ha sido uno de los más clasificados dentro de la milicia, y ahora justo cuando nuestro planeta se encuentra en una de las situaciones más difíciles al fin esta terminado y listo para ser usado
- ¿Prentenden usarlo contra la flota zentraedi?
- Estamos seguros que ante un arma como esta, pensarán mejor las cosas y desistirán de su idea de invadir nuestro planeta
- Padre, ¿acaso no escuchaste nada de lo que dije durante la reunión?
- Lo escuché perfectamente, pero antes de establecer pláticas de paz tenemos que demostrarles que nuestra tecnología es tan poderosa como la suya, queremos establecer paz pero antes dejaremos claro que nosotros no somos el lado débil de la batalla
- ¡No lograrán destruir ni la miníma parte de la flota!¡¡¡ Ellos tienen millones de  flotas listas para la batalla, es una locura que pretendas pensar que podemos salir victoriosos en una batalla contra ellos!!!!
- ¡tu que sabes! Solo estas espantada por todo lo que has tenido que pasar en esa espantosa nave
- ¡¡¿Cómo puedes decir eso?!! Las personas que estamos en esa nave somos los más concientes del poder destructor de los zentraedi
- ¡Te equivocas! ¿Acaso crees que las desiciones del consejo se basan solo en presentimientos? Existen cientos de equipos de inteligencia analizando cada uno de los pasos del enemigo, analizando sus estrategias de combate, armas y flotas
- y te aseguro que toda la información que esos sujetos te pueden proporcionar es errónea
- No pienso discutir más contigo, usaremos el gran cañon y luego de eso analizaremos tu propuesta de establecer paz

Todas sus esperanzas se hundieron como un barco en medio de la tormenta, todas sus esperanzas de haber podido convencer al consejo se desvanecieron en un abrir y cerrar de ojos, todo, todo murió en el momento en que ella escuchó de su padre los planes de contraataque de la tierra. Era claro que no los haría cambiar de opinión, su misión había fracasado, murió en manos del verdugo menos pensado: su padre. De pronto el corazón le dio la alerta de que ya no tenía nada que hacer ahí, de que cada segundo que pasaba en la tierra estaba condenado, le dolió, le dolió de golpe el ver de frente la realidad que la tierra tendría que enfrentar, solo una solitaria lágrima resbaló por su mejilla, pero con un ardor traido del corazón a causa de la frustración, la limpió para borrar cualquier indició de dolor causado por las aguas negras que veía aproximarse.

- Ya no tengo nada que hacer aquí….todo fue inútil….
- ¿De que hablas? No puedes ser tan drástica solo por que las cosas no se dan como quieres
- Ya no importa, partiré mañana temprano, de corazón espero que estes en lo cierto
- No irás a ningún lado
- ¿Qué?
- No tienes autorización para regresar al Sdf-1, tu nuevo puesto esta aquí en la tierra
- ¡No puedes hacer eso! Dijiste que me podría ir cuando todo esto terminara! Bien, ya termino, ahora tienes que dejarme ir!!
- Tu no tienes ninguna autoridad para darme órdenes, ¡aquí el que manda soy yo, te guste o no! ¡¡Y yo te digo que no irás a ningún lado!!
- No puedes hacerme esto….
- Puedo y lo estoy haciendo, no permitiré que mi única hija muera en medio del espacio por un acto de valentía estúpido, el Sdf-1 esta condenado a ser destruido
- ¡Como puedes ser tan cruel! Hay miles de vidas humanas alla arriba, no puedes sentenciarlas a muerte!
- En la guerra se necesitan hacer sacrificios, y si esa nave tiene que ser destruida para poder proteger a la tierra asi será
- ¡Me iré! No me importa si eres Almirante o no, pero en mi vida persona la única que decide soy yo!
- Ponme a prueba Lisa, ¡¡escúchame bien, si intentas abandonar la base, no me tentaré el corazón para mandarte arrestar y encerrarte en una celda!! Puedes tomarlo como una amenaza pero te juro en memoria de tu madre que lo haré si tu no acatas las órdenes

Se sintió como un animal acorralado, el miedo la invadió, la desesperación empezó a nublarle los ojos, y dentro de todo el mar de sensaciones que tenía, solo podía visualizar a alguien, Rick…prometió regresar a el, lo juró…su respiración empezó a ser descontrolada, el llanto recorría su cara y sus palabras eran cortas a causa del inmenso dolor que le llenaba el alma

-Pense….pense..que habías cambiado….pero me equivoqué…..sigues siendo el mismo…¡te odió! Dices que quieres protegerme y hacerme feliz y lo único que haces es matarme en vida….no vuelvas a buscarme….no quiero saber nada de ti

Con aquellas palabras la capitana Lisa Hayes de despidió de quien ella consideraba su padre, ese episodio logró envenenarle el alma a tal grado de sentir la necesidad de alejarse para siempre de el, durante el trayecto de regreso a la superficie, lloró, lloró con el corazón por fuera, dejó salir todas las lágrimas que su alma arrojaba, y entre sollozos y palabras a medias, solo alcanzaba a decir el nombre de el hombre al que había entregado su corazón.

 

 

- ¡¡¡Que vas a que!!!
- Bueno que estas sordo! Como escuchaste, dije que me voy a casar
- pero….pero….si apenas la conociste hoy en la mañana, no puedes estar hablando en serio! No puedes decidir casarte asi…de la noche a la mañana…ni siquiera la conoces!
- Ya la conocí lo suficiente como para saber que quiero pasar el resto de mi vida con ella, ella es lo que siempre había buscado, solo la necesito a ella para ser feliz
- ¡Max! ¡Reacciona! Estas hablando puras tonterías…
- Rick, acaso cuando estas con Lisa no deseas con todo el corazón estar a su lado para siempre

Rick se quedó mudo ante lo dicho por Max, en efecto cuando estaba con Lisa solo quería detener el tiempo para estar a su lado para siempre, incluso cuando pasaron la primera noche juntos sintió la enorme necesidad de decirle que no fuera, que podía quedarse los días que quisiera, pero la idea le pareció demasiado precipitada para el tiempo que llevaban juntos, además todo el asunto con Riber hacia las cosas más difíciles

-  Lo mió con Lisa es diferente, la conozco desde hace tiempo, pero tu acabas de conocer a la que quieres hacer tu esposa!
- Rick, ¿tu no te casarías con la mujer de tu vida?

Aquella pregunta, tenía respuesta desde hacía mucho tiempo, solo que haste ese momento se permitió pensarlo con calma e imaginar la felicidad eterna que vendría si el y ella unieran sus vidas para siempre

- buen punto Max…..buen punto
- Hay algo más que tienes que saber, y eventualmente todos tendrán que saberlo, pero quiero que seas el primero…
- tengo miedo…..por que si me sales con que ya la embarazaste en menos de un día….hermano….te convertirás en mi héroe
- No digas tonterías….es algo un poco más delicado…
- Ya no le des tantas vueltas al asunto y dime…
- Ella….ella….es….
- Ya dilo max!
- Es una zentredi……

El asombró fue mas que evidente, Rick se quedó mudo, por más que quería no podía articular palabra, y entonces luego del shock vino la tormenta

- ¡Perdiste la razón! Como…..que…..no puedes estar hablando en serio!
- Hablo muy en serio Rick, se que no es lo más comun, pero es una realidad cuando te digo que amo a esa mujer y que no me importa de donde sea o si viene del ejercito que es nuestro enemigo, yo no pienso separarme de ella jamàs
- Y Acaso ya te pusiste a pensar en las consecuencias….
- No me importan, hablare con el Almirante Gloval y le diré que me casarè con Miriya, si el esta de acuerdo nos casará y sino tendré que buscar otra alternativa
- Max…tienes que pensar las cosas mejor….estas exponiendo todo
- Rick necesito que me apoyes…eres mi mejor amigo…
- Ahhh!! No me chantajees con eso…claro que soy tu mejor amigo! Pero hay cosas que no….que no…
- Estoy seguro que Lisa me entendería y me apoyaría
– ¡Eres un tramposo! ¡Sabes cual es mi punto debil!…..esta bien…esta bien….¿cómo dices que se llama?
- Miriya….espera..le diré que venga…quiero que la conozcas
- ¡Que! ¡no espera!

Ya era demasiado tarde, Max ya se había alejado, y por mas que miraba para todos lados no podía verlo por ningun lado, con un poco de nervios se sentó en una de las bancas del mirados esperando para encontrarse con la susodicha que dejo loco a su mejor amigo, mientras esperaba en una de las macetas cercanas empezó a dibujar con el dedo el nombre de Lisa, y a cada línea que trazaba un suspiro se escapaba de su pecho; “¿que estarás haciendo? No tienes ni idea de cuanto te extraño…” los paso de alguien detuvieron de golpe su “obra de arte” enseguida miró hacia el frente y se quedó paralizado sin saber que hacer.


Frente a el estaba una mujer, de estatura baja, piel blanca y largo cabello verde, en realidad era muy bonita, claro para el solo había una mujer hermosa y esa era su novia, pero por mas tenía que reconocer que aquella zentraedi poseía una belleza deslumbrante, no supo que decir ni como hablarle por mas que quería las palabras no le salían.

- Jefe, quiero presentarte a Miriya…mi prometida
- Ah….he….haaa…..
- ¿Es tu jefe Max?
- En teoría si….
- Entonces es mi jefe también….¡¡Señor Miriya a sus órdenes!!
- No…no…las cosas son un poco diferentes aquí, el en el escuadron es mi jefe, pero fuera de turno el es como un hermano para mi…no tienes que ser tan formal…
- Pero….el deber siempre esta primero….
- Creo que tardarás un poco en entender como funcionan las cosas
– Me siento confundida…¿los jefes aquí no hablan? ¿por qué no ha dicho nada?
- Es que…el…esta un poco sorprendido….no es asi Rick?
- ah…¡Si!…sorprendido….mucho gusto… soy…Richard Hunter

Rick extendió para poder saludarla como era comun, pero ella solo se quedó viendo fijamente su mano mientras que observaba al hombre que tenía frente a ella

- ¿Eso es un ataque? ¿Tengo que pelear con el?

Ambos dijeron al mismo tiempo un sonoro

- ¡NO!
- Miriya hay muchas cosas que te explicaré con el tiempo, lo único que debes de saber ahora es que el es mi mejor amigo y que será nuestro padrino de bodas
- ¡Que!¡Espera tu no me dijiste eso!
- ¿Ser Padrino es malo? ¿por qué parece que no quiere serlo?

- No amor, no es malo…es que aun no le había dicho….pero ahora que lo sabe…estara encantado de hacerlo…¿no es asi Rick?…
- Si…aja…claro
- Bien, tenémos muchas cosas que arreglar, iré hablar con el Almirante Gloval, estarás en mi barraca mientras yo este fuera ¿esta bien?
- ¿y En tu barraca podremos besarnos como en el parque?
- Ehh…picaron…no desaprovechaste el tiempo….
- Callateeee….deja que regrese Lisa y me las pagas todas!
- ¿Quién es Lisa?
- Lisa es mi novia…pero ella esta fuera…regresará pronto
- ¡¡Tu tambien te casaras como nosotros!!
- No no….aun no….si quiero…claro…pero…
- Ay ya vamónos, sino nunca dejarás de hablar como menso, en cuanto haya hablado con el Almirante te hablo para decirte que paso…
- Si esta bien…cualquiero cosa me hablas…
- Rick…muchas gracias…
- De nada…y por cierto muchas felicidades….
- Gracias jefe…

-----

Mas tarde ya en su barraca Rick Hunter pensaba en la precipitada boda de Max,  de alguna manera lo entendía, sabia en carne propia que se sentía amar con tanta locura y pasión al grado de perder el control cuando se esta con la persona amada, cuando el se dio cuenta de que Lisa era la mujer indicada no dudo un minuto más en decírselo, en luchar por estar a su lado frente a cualquier circunstancia, pese a cualquier persona, estar con Lisa era como estar en un paraiso construido por ambos, era como vivir la felicidad a plenitud; se convertía en una necesidad, casi como una droga, y el simple pensamiento de perderla hacía que su corazón se detuviera.

 Aquella noche perdió la conciencia entre sueños en donde ella estaba a su lado, dándole el calor que solo ella podía darle, apenás habían pasado dos días desde que ellase fue, pero para el parecía ya una eternidad. Rick mantenía la esperanza de volver a verla como ella se lo había prometido, pero para Lisa esa esperanza había deaparecido y entre la soleda de su ser se encontró hundida en un dolor inmenso causado por la realidad que la enfrentaba diciendole que muy probablemente no volvería a verlo jamás.

 

 

Lo que estaba a punto de hacer era totalmente incorrecto, si la descubrían podría ser arrestada con argumentos viables, pero ya no le importaba, necesitaba hacerlo y le rogaba a Dios que aquella comandante le ayudara. Llegó al departamento de comunicaciones vestida en su uniforme blanco impecable como siempre, los que la conocían la verían como siempre de no ser por que esta vez su cabello no estaba suelto como de costumbre, traía su cabello recogido en una cola completa que dejaba ver mejor su cara; incluso se veía más joven de lo que era, esa mañana mientras se arreglaba no sintió los mínimos deseos de verse bien o de impresionar a alguien, asi que optó por la solución más práctica, el único problema era que el resultado había sido el contrario, muchos oficiales no podían dejar de mirarla mientras se caminaba hacia la central.

– Disculpe  ¿ha llegado ya la Comandante Stewart?
- Aun no, su turno empieza hasta las 20:00 hrs, ¿puedo ayudarla en algo?
- Necesito hablar con ella, ¿puedo esperarla en su oficina?
- ¿Usted es?
- Capitana Lisa Hayes
- ¡¿Usted es la hija del Almirante Donald Hayes?!
- Asi es, hay algo malo en eso?
- No, es solo que pensaba que sería un poco mayor….pero pase…en cuanto llegue la Comandante le diré que la esta esperando
- Muchas Gracias

Mientras esperaba en la oficina, pensaba en como decirle o que decirle para que ella accediera ayudarla, Lisa Hayes era muy buena en muchas cosas, como oficial su trabajo era impecable, pero en el terreno social personal se consideraba inutil, solo tenía una amiga a la que le confiaba todo y ella era Claudia Grant, respiró profundo y la puerta de la oficina se abrio para dar paso a la comandante Stewart.

 

- Capitana que gusto, no sabía que vendría

- Comandante Stewart, buenos días

Aquella Comandante tendría unos 26 años, era blanca con un cabello negro a la altura de los hombros, le recordaba mucho a Claudia, con mucha tranquilidad tomó asiento en su escritorio y miró a Lisa esperando alguna palabra de ella

- Supongo que viene por algo en especial
- si….en realidad si…no es oficial…..
- Comandante, no soy muy buena para este tipo de cosas, pero trataré de ser franca. Necesito que me comunique con el Sdf-1
- Claro que si, ¿tiene su orden de autorización?
- Es que ese es el problema, no cuento con una…se que el protocolo manda que debe contarse con una autorización para poder establecer comunicación con el Sdf-1, y lamentablemente no la tengo, pero en verdad necesito hablar con algun oficial de la nave
- Capitana me pone en una situación muy dificil, yo no puedo hacer una operación asi
- Entiendo y se que su deber es seguir las órdenes, pero….¿Sabe? me es muy dificil hablar asi….mi padre no me ha dado permiso para regresar al Sdf-1, y eso me tomó muy fuera de guardia puesto que el plan era regresar en cuanto diera mi reporte, pero ciertas circunstancias se cruzaron y no podré regresar…se que a usted no debería escuchar esto….pero….hay alguien…alguien con quien tengo que hablar…al menos para despedirme…el…el me esta esperando…
- Entiendo…
- No tardaré mucho….y si nos descubren diré que yo la obligue hacer el procedimiento….por favor…
- Supongo que tener como padre al Almirante Hayes no deber ser fácil….solo…trate de ser breve…regularmente no monitorean tan posesivamente este departamento, pero aun asi el departamento de inteligencia siempre esta atento….
- Gracias, en verdad muchas gracias
- De nada, solo espero que el entienda su situación.
- Se que lo hara
- Bien, sígame

El primer paso ya lo había dado y fue todo un éxito, solo faltaba lograr la comunicación de manera inflitrada para que en el departamento no se dieran cuenta de la conexión, observó como la Comandante Stewart habló con dos oficiales que a su ves volteraon a verla, minutos después una de las consolas esta lista y Lisa fue llamada

- Trate de ser discreta, esta consola no es para comunicación sino para coordinar vuelos especiales, pero hemos hechos unos arreglitos para que logré la conexión y no sea tan evidente la treta que estamos haciendo, simule que esta cordinando algun vuelo…y por favor no se demoré mucho
- Asi lo haré…gracias…

Tomó asiento y observo que todas las oficiales de aquel departamento actuaban regularmente, se podría decir que hasta la ignoraban todo con el propósito de disimular la presencia de Lisa Hayes en aquel lugar, de corazon les agradeció aquel acto.


La inteferencia empezó a resonar el los oidos de Lisa a través de la diadema que colocó sobre su cabeza, su pulso se aceleró cuando poco a poco la linea se hizo mas clara y la estática se borró por completo. La voz de Sammie Porter le produjo lágrimas al haber logrado la comunicación con el puente del Sdf-1.


- Teniente Samantha Porter, a bordo del Sdf-1 ¿Quien habla?
- Sa…..Sammie…soy yo…Lisa…

A punto estuvo de estallar en alegría al escuchar la voz de su oficial superior, pero Lisa logró controlarla antes

- Sammie, por favor no digas que soy yo….no tengo autorización para extablecer conexión con ustedes…¿puedes localizar a Rick rápido?
- ehh…este…si…comandante…todo en órden….cumpliré de inmediato su órden.
- Gracias, el Almirante Gloval esta en el puente?
- Si se lo comunico. Almirante, tiene una llamada prioridad uno
– ¿De quien se trata?
- es extra oficial….Señor….
- Gloval…
- Almirante soy la Capitana Hayes
- ¡CAPITANA QUE GUSTO SABER DE USTED!
- ¡SHHHHHT!!! Que no entendió el “extra oficial”

Sammie por poco le da de golpes al Almirante ante semejante indiscreción

- Lo siento….lo siento…que pasa Capitana
- Señor…no tengo autorización para regresar a la nave, y la propuesta para establecer paz ha sido negada, Señor piensan atacar a la flota zentraedi

- Entiendo….asi que las cosas se pondrán duras
- Si señor….yo…lamento no haber podido hacer algo…
- Capitana tiene autorización para establecer esta comunicación?
- No señor…
- Gracias por el intento Capitana, haremos lo posible por proteger esta nave y a todos sus tripulantes…cuidese mucho…y espero verla de nuevo…es un orgullo trabajar con usted

Lisa sentía como los ojos se le nublaban, odiaba estar en esa posición, tener que despedirse de ellos, de su familia, y por mas que intentó decirle algo al Almirante las palabras no salieron, del otro lado Gloval escuchaba el llanto reprimido de la que consideraba su hija, y aunque no se notó un dolor agudo le oprimió el pecho.

– Anda apresúrate
– Ya voy….voy lo más rápido que puedo
- Apenás un minuto despues de que Gloval dejó la diadema en la consola de Sammie, Rick Hunter apareción aun en pijama en el puente, sudado y con falta de aire pero con una emoción descontrolada por saber que ella estaba en la línea

- ¡Hey! Que alegría escucharte
- Hola Rick…perdón por haberte levantado, se que es tu día libre…
- No tienes que pedir perdón, al contrario gracias por llamarme

En la central de comunicaciones de la base Alaska, la comandante Stewart tuvo que acercarse a la Capitana Hayes en señal de que la comunicación debía terminar, Lisa no pudo controlar el llanto, las lágrimas fluyeron libres mientras escuchaba la voz de Rick

- Per…perdoname….
- Lisa ¿estas bien? ¿por que lloras?
- yo…no podré regresar…perdóname…se que lo prometí…pero…no podre hacerlo

El alma pareció salirse de su cuerpo, la escucho perfectamente pero su corazón no quería aceptar lo que su boca dijo

- Por que…
- Me fue negado el regreso…
- Lisa…pero…por que…
- No puedo tardarme mucho…yo solo quiero que sepas que te amo con todo el corazón, que desde aqui estaré rezando por ti, y que le pediré a Dios que…que…me permita volver a verte

El corazón de Lisa se desmoronó cuando del otro lado de la línea escuchó los sollozos de Rick

- No es justo…Lisa…iré por ti…
- No puedes, hay órdenes horribles, por favor promete que te quedarás alla
- Lisa….

- Te amo piloto, por favor cuidate mucho me tengo que ir…
- Lisa…yo…te amo…yo…necesito volver a verte….por que……yo…yo quiero casarme contigo….casate conmigo Lisa Hayes…

Lisa tuvó que tapar su boca con su mano para no dejar escuchar el sollozo enorme que se formó en su pecho en el momento que lo escucho decirl aquello…algo que jamás penso escuchar….algo que solo habia escuchado de Karl…y que ahora salía de boca del hombre que mas amaba en el uiverso.

– Claro que si amor…solo cuidate que yo haré lo mismo….me tengo que ir…
- No Lisa….no…por favor….yo te necesito….
- Tenemos que ser fuertes Rick….por nosotros….

Las lágrimas ya resbalaban por la morena piel del Lider Skull, con su mano apretaba la diadema tratando de conservar a Lisa…de no dejarla ir, lo que hizo a continuación fue el acto más dificil que hizo en toda su vida que lo dejaría marcado de por vida

- Te amo…por favor esperame
- Aqui estaré

Fue lo último que escuchó, la línea se convirtió de nuevo en estática, y Lisa rendida y vencida quitó la diadema de su cabeza para despues ponerse de pie con el rostro rojo a causa del llanto.

-Muchas gracias comandante Stewart, lo que usted acaba de hacer por mi se lo agradeceré toda la vida
- De nada Capitana

Los que estaban en el puente del Sdf-1 sintieron un dolor indescripible al ver aquel joven piloto hundido, herido y con el dolor a flor de piel, la teniente Samantha Porter solo atino a posar una de sus manos sobre su hombro en señal de apoyo, luego de eso Rick Hunter salió del puente.

Rick Hunter y Lisa Hayes sentían el mismo vació incontrolable, los dos sufrian por aquella circunstancia que los mantendría alejados quizás de por vida, sentían miedo, desesperación, incertidumbre y sobre todo soledad, con el presente frente a sus ojos, se juraron amor eterno, cada uno a su manera, viviendo en carne propia el dolor que causa el amor. Y una pregunta un tanto sarcastica y un tanto melancolica se repetia en su cabeza…¿Donde dice que el amor no duele?


Notas del autor: ¡Que dolor! Sufri horrores para terminar este capitulo, y me dolió mucho hacer sufrir a mis personajes, pero es para bien!! Por otro lado estoy tratando de resolver y de escribir todo lo que Lisa y Rick vivieron cuando estuvieron separados, Lisa en la tierra en un nuevo puesto, con nueva gente y Rick sobreviviendo a la tormenta Miriya! Espero les agrade la inserción de este personaje que a mi en lo personal me divierte muchisimo. Como siempre espero que les guste esta nueva entrega y tambien espero comentarios, sugerencias!! Lo que sea!!! Mil y un millon de gracias! Besos y abrazos a todos!!!