fanfic_name = A las Estrellas y más Alla
chapter = Capitulo VII
author = Clo
Rating = AP15
Type = Angst
fanfic = Capitulo VII – El Ultimo Baile
Roy
Ya hacía tres semanas que Cloe y Christian se habían comprometido, y mis padres ya habían dado luz verde a la expedición de Bernard, saldrían una semana después de la boda de Cloe, es decir en una semana después del día de hoy y yo no había podido hablar con Maya. Salíamos de patrullaje juntos, pero al ser ella ahora un Teniente su pareja era Yao y el mío un cabo recién egresado de la academia de nombre Smith. Cada vez que regresábamos a la base de patrullaje, ella salía huyendo a los vestidores y de ahí con mi hermana para ayudarla con los preparativos de la boda, pero bien sabía que lo que realmente estaba haciendo era evitarme.
Estaba recostado en mi cama, mi relación con Christma iba bien, aunque siempre estaba esa pequeña sombra con nombre étnico, Maya, y Christma ya estaba empezando a darse cuenta de las cosas, no dejaba de preguntarme que era lo que pasaba, y yo no tenía el valor de decirle que podría ser probable que mis sentimientos por Maya fueran más que filiales. Algo me había puesto a pensar bastante en la situación había sido una platica durante un patrullaje cuando un grupo de Invids nos había atacado, no había sido una gran batalla, pero cuando logramos derribarlos a todos, como siempre estaba dando mi discurso de “bien hecho tropa”, al finalizarlo escuche en canal abierto, supongo que olvidaron cerrarlo una conversación entre Maya y Márquez.
- Iñigo tienes tiempo hoy para acompañarme a mi prueba de vestido – Iñigo… que había pasado con el Márquez que acostumbraba utilizar Maya
- Claro, por cierto a que hora tengo que pasar a recogerte, por que supongo que tienes que llegar un poco más temprano
- Así es, esto de ser dama de honor es una monserga absoluta
- Dama de honor???? – era la voz de Yao – Chiara se tiraría al suelo si escuchará eso – en verdad lo haría pensé para mis adentros
- Ups canal abierto – respondió Maya – vamos Yao, no te burles mucho de mi cuando me veas en mi vestido rosa, solamente recuerda que Chiara hubiera usado lo mismo
- Y hubiera lucido hermosa, como siempre
- Iras a la boda verdad Yao
- No lo se
- Vamos Roy – era la primera vez que me dirigía la palabra de una manera no militar – dile que sin el las cosas no serán igual, que tiene que ir en representación de ella
- Creo que Maya tiene razón Yao, tienes que ir por Chiara, al final de cuentas hubieran ido juntos
- Si lo hubiéramos hecho
Y esa platica no me dejaba de dar vueltas en la cabeza, la última vez que realmente había tenido una platica con Maya, ella había dicho “Te amo”, y ahora andaba para todos lados con Márquez, es más iba a ser su cita en la boda de Cloe, y eso me sacaba de quicio. Lo peor de todo es que en ningún momento de mi pequeño ataque de celos pensé en pedirle a Maya que fuera a la boda conmigo, no me veía con ella a mi lado, sino a Christma. Vaya con el Teniente Hunter que estaba perdiendo sus tornillos.
- Hoy me caso – entro gritando a mi habitación Cloe y tal cual salió de ella
De cierta manera me daba un poco de envidia mi hermana, ella sabía perfectamente lo que quería, mejor aún a quien quería y no se andaba con confusiones estúpidas, creo que el gen defectuoso de los Hunter solamente ataca a los varones. Me levante de la cama y choque de frente con mi madre
- buenos días Almirante Hayes, hermosa mañana
- hermosa?, más bien apresurada… tu padre y yo tenemos que ir corriendo a la base a dejar las últimas instrucciones para poder estar en la boda de tu hermana sin ninguna interrupción.
- A menos de que los invid deseen atacar querida.
- Rick – dijo mama preocupada, jamás la había visto así de presionada, ni siquiera en batalla, al final de cuentas su única hija se casaba y quería que todo fuera perfecto – procuraremos no tardar mucho.
- Roy – mi padre tenía una mirada de cómplice que habíamos comenzado a compartir a partir de aquella platica – yo que tu huía de la casa, Claudia Grant y Maya no tardan en llegar para ayudar a tu hermana a arreglarse.
- Gracias
- Rick en cuanto más tardemos en salir más tardaremos en regresar…
- Voy mujer
Me puse uno traje para hacer ejercicio y decidí ir a la base para entrenar un poco, cuando iba saliendo de la casa choque contra de quien estaba huyendo.
Maya
Se me había hecho realmente tarde para ir a casa de Cloe como habíamos quedado, cuando Claudia Grant fue a recogerme, lo que hizo fue despertarme, así que decidió adelantarse y yo quede de alcanzarla.
Iba corriendo por las calles del sector militar, cargando en un porta trajes mi vestido de dama, llegue a la casa de los Hunter y cuando iba a tocar la puerta alguien salía también con premura, así que chocamos.
- lo siento – dije mientras me agachaba a recoger mi vestido
- la culpa fue de ambos – levante mi vista y frente a mi ayudándome a recoger el porta trajes estaba él, viéndome con sus hermosos ojos verdes como los de su madre, enmarcados por su rebelde cabello casi negro como el de su padre, el es la combinación perfecta de lo mejor de ambos.
- Gracias, escapas de ahogarte entre tanta progesterona
- Así es… mama salió a la base con mi padre pero no creo que en especial ella vaya a entretenerse mucho
- No, según Cloe ella ha planeado este día desde que le dijo a tu padre que estaba esperando un bebe – procuraba no verlo a los ojos…
- Bueno creo que tengo que irme, nos vemos más tarde
- Vale
Salio corriendo, el también evitaba todo contacto conmigo, creo que no fue tan buena idea decirle de mis sentimientos tan pronto, debí haberlo hecho al estar abordando el “Prometeus II”, “oye aviador, por último te amo, nos vemos cuando vayas a la tierra de visita”, creo que eso hubiera sido mucho mejor.
- Maya vas a quedar ahí parada
- Perdón?
- SDF-3 a Maya, conteste Teniente Veytia
- Lo siento Claudia
- Malos momentos, no es así
- Si creo que debí mantener mi bocota cerrada, ahora me trata con algodones…
- Bueno ahora no es el momento de estar triste.
- No, no lo es
Lisa
Mi boda fue hermosa, pero no tuvo comparación con la de mi hija, fue mucho más pequeña, pero creo que por lo mismo fue más intima. Cuando Cloe entro a la pequeña capilla realmente brillaba de la felicidad, tomada del brazo de su padre, quien creo no había visto tan guapo y orgulloso en su vida. Era algo extraño como podíamos tener un momento de tanta normalidad y felicidad, cuando estábamos en el punto más lejano del universo, rodeados de enemigos, pero aún así ahí estaba el amor de mi vida, entregando a uno de mis grandes logros… Claudia, a su futuro.
Al lado de Christian Grant se encontraba Roy, habían sido muy buenos amigos durante su infancia y ahí estaba como su padrino… al lado de Cloe se encontraba Maya como jamás pensé verla en su vida, utilizando un vestido color palo de rosa, lo más femenino y sexy que le había visto en mi vida, con zapatillas y su corto cabello luciendo un peinado de salón, hicieron milagros, con algunas pequeñas flores.
Con Rick sentado a mi lado escuchamos la ceremonia, la cual fue corta pero no por ello menos emotiva…
- ahora ambos pueden decir sus votos
- Cloe… desde la primera vez que te vi y no tenias ni un solo cabello en tu cabeza supe que estamos destinados a estar juntos el resto de nuestras vidas, siempre he sabido que sin ti mi vida no tendría ningún sentido, contigo me complemento. Te amo y deseo que estemos juntos el resto de nuestras vidas, no importa que sea un minuto o 100 años, los quiero pasar contigo.
- Christian… El amor no es fácil de encontrar y aún cuando lo haces es difícil conservarlo, puedes encontrarlo y que no sea correspondido, o no tener el valor de decir las palabras y darte cuenta de todo lo que perdiste por no hacerlo, pero si lo encuentras y a la larga lo pierdes, tendrás al menos el recuerdo del tiempo que duro. Mis dos mejores amigas y mis padres principalmente me enseñaron una gran lección “amor que no es dado se pierde” así que aquí estoy frente a ti y frente a las personas más importantes de mi vida para decirte Te Amo y quiero que dejemos de ser dos para convertirnos en uno solo.
Mi hija tenía toda la razón del mundo, pude ver como los ojos de Maya se llenaban de lágrimas, al igual que los míos. Creo que jamás me había dado cuenta cuantas y que tan diferentes historias de amor habían ahí… Claudia y Roy quienes fueron felices lo más que pudieron y cuya felicidad fue arrancada por una guerra, Yuen y Chiara quienes por miedo habían perdido la oportunidad, Maya y Roy quienes no coincidían con sus sentimientos, y por último Rick y Yo.
Rick
Siempre me ha fascinado la dualidad que maneja Lisa y como trata de esconder su lado sentimental, pero creo que la boda de nuestra única hija había logrado derretir ese pequeñito hielo que aún cubría su corazón, estaba llorando en silencio frente a todo el mundo, no solamente frente a mi o Claudia Grant, sino el resto de la humanidad. Lisa estaba mostrando aquello solamente algunos privilegiados habías logrado ver, a la verdadera Lisa. Las palabras de Cloe le habían llegado, creo que lo habían hecho con todos. Roy estaba muy pensativo, y Maya dejaba escapar algunas lagrimas, Claudia Grant mostraba esa sonrisa triste que se había vuelto tan distintiva siempre que recordaba a Roy, y yo… simplemente pensé en Minmei y Lisa, en como hubiera sido mi vida si mi elección hubiera sido otra, quien estuviera a mi lado en este momento sería ella, Minmei y dentro de mi supe que no hubiera sido lo que era ahora, no sentiría la felicidad que siento, siempre he sabido que si me hubiera quedado con ella, extrañaría a Lisa de una manera casi enfermiza.
Desde antes de que Lisa hace más de 20 años Lisa dijera esas palabras frente a la puerta de mi casa “te amo, siempre lo he hecho y siempre lo haré”, la amaba pero me aferraba a mi inmadurez, me aferraba a mis fantasías de hombre, aún recuerdo a la perfección la tristeza de sus ojos verdes y como luchaba con sus manos, aún me duele la angustia que sentí cuando la vi correr, alejándose de mi vida. Ahora a más de 20 años y millones de años luz de distancia, me duele estar lejos de mi esposa por más de unas cuantas horas.
Creo que ambos estábamos recorriendo el mismo camino, por que nos volteamos a ver y sonreímos. Si mi elección fue la correcta, la mujer de mi vida ha sido desde la primera vez que peleamos por el intercomunicador Lisa Hayes, desde la primera vez que la llame comadreja, nombre que aún utilizo pero ahora de cariño, aquella mujer que jamás a dejado de ser un reto en todos los sentidos. Es la mujer de mi vida.
Roy
Mi hermana se estaba casando, aún cuando era tres años menor que yo, siempre fue más madura, la perfecta combinación Hayes-Hunter-Grant circulaba en ella. Se veía en verdad feliz y cuando pronuncio sus votos fue una manera de recordarnos a todos los que formábamos parte de su vida que en nuestras manos también se encontraba la posibilidad de ser felices, aunque tristemente eso no aplicaba a todos.
Maya en verdad me había sorprendido al estar parada frente a mi al lado de Cloe, su vestido palo de rosa era en verdad hermoso, y ella no lucía para nada como ella. Era una versión diferente de aquella mujer que solía hacer un gesto nada femenino con su dedo cuando deseaba terminar una discusión. Lo único que desentonaba un poco en ella era su expresión, agridulce. Se notaba feliz, de hecho sonreía, pero había una tristeza en sus ojos muy grande y lagrimas resbalaban por sus mejillas. En esos momentos el gen Hunter grito más que nunca… Christma se veía más hermosa que nunca, y eso era difícil, pero no podía dejar de compararla con Maya.
La ceremonia termino y fuera de la pequeña capilla de la nave, comenzaron las felicitaciones, todos estábamos afuera, todos excepto una persona… Maya.
- Hermana…. Toda la felicidad – dije mientras abrazaba efusivamente a Cloe – Christian la tienes que cuidar.
- Lo se Teniente y creeme que lo haré
- Cloe, espero que mi boda sea tan bonita como la tuya – escuche decir a Christma y por alguna razón me molesto un poco – Christian, les deseo lo mejor
Yo buscaba entre la gente a Maya, y de repente choque con Yao
- Yuen, disculpa… has visto a Maya
- Creo que aún esta en la capilla
- Gracias hermano
- Amor, creo que deje mi discurso en la capilla – aún hasta la fecha no entiendo por que mentí – voy a buscarlo, me esperas en el auto
- Claro
Entre y en verdad era una visión hermosa, la espalda descubierta de Maya, el escote del vestido llegaba hasta el punto interesante, no recordaba que tuviera la espalda llena de pecas, pero así era, su cabello pelirrojo lucía hermoso con unas pequeñas flores. Estaba tan absorta en sus pensamientos que no me escucho entrar.
Maya
No deseaba aún salir y enfrentar a todo mundo, sabía que era una egoísta de mierda, pero no deseaba salir y presenciar la felicidad que yo jamás iba a tener… la felicidad completa y total de saber que el amor de tu vida estaría a tu lado por siempre. El amor de mi vida estaría ahí afuera tomado del brazo de Christma tal vez discutiendo si desearían algo parecido para su propia boda… “lo se Chiara” pensé “no he dejado de ser la nenita cobarde, solamente que ahora en vez de un baño, me escondo en una capilla”.
- expiando tus pecados – dijo esa voz tan amada a mis espaldas
- algo por el estilo – dije mientras volteaba, diosa se veía tan guapo
- fue una ceremonia hermosa
- si lo fue - su presencia comenzaba a ponerme muy nerviosa
- aquí estas Maya – Márquez llego a rescatarme – Cloe esta preguntando por ti, bueno más bien por su ramo – que yo sostenía fuertemente en mis manos como si todo mi balance dependiera de él
- ya voy para allá, lo siento – dije a Roy – tengo que irme, el trabajo de una dama de honor es mucho más pesado que luchar contra invids, creeme.
- Nos vemos en la recepción
- Si nos vemos allá
- Espero que reserves un baile – escuche mientras corría a la salida
- Claro – grite, me tome del brazo de Iñigo y en voz baja le dije – gracias amigo
- No hay de que, recuerda que siempre seré tu caballero en brillante armadura
- Espero algún día poder ser tu cenicienta – dije en voz baja tristemente…
Pase el resto de la noche escapando de Roy, jamás pensé hacerlo, pero no podía enfrentarlo, salía rumbo al resto de mi vida al día siguiente y sabía perfectamente que tendría que evitarlo las próximas horas, si ya lo había hecho por semanas, que serían unas horas más.
Ya era bastante tarde, bueno más bien temprano y tanto Iñigo como yo decidimos retirarnos, nos esperaba un día muy pesado. Me acerque a despedirme de Cloe y no me importo que Roy y Christma estuvieran a su lado.
- nos permiten unos minutos con la feliz pareja – dijo jovialmente Iñigo
- claro
a la lejanía podía escuchar como Iñigo les deseaba lo mejor y les prometía una playa libre de contaminación e invids cuando llegarán a la tierra, yo por mi parte abrace fuertemente a Cloe
- amiga – dijo en voz baja
- sabes que te deseo lo mejor verdad, Chiara estaría tan orgullosa de ti
- si lo estaría, Yao me dio un abrazo de parte de ella
- bueno al final de cuentas es su viudo
- mi hermano es un imbécil – dijo de repente
- no, no lo es, simplemente su corazón escogió a alguien más
- me vas a dejar sola
- no estarás sola, estará Christian a tu lado y tus padres, tía Claudia tanta gente que te quiere.
- Pero no estarás tu
- Nos veremos pronto, y veras que las cosas serán como siempre soñamos de niñas, ahora dame un abrazo. Vendrás a desearme buen viaje mañana, no es así
- Por nada del mundo te fallaría
- Cloe, me permites unos minutos con Maya – mierda era Roy
- Claro
- Quedaste que bailarías conmigo
- Deseaba irme, mañana me espera un día de muerte y…
- y después de mañana no volveré a verte tal vez nunca, una canción no te hará daño
- bueno, no pero…
Maldita sea comenzó a sonar “coincidir” que el destino estaba en mi contra o que… supongo que mi complejo de persecución debía descansar un poco, por que los almirante Hayes y Hunter comenzaron a bailar y recordé que Cloe alguna vez me comento que era su canción.
Roy
Fue todo un logro hacer que Maya bailara conmigo, por alguna extraña razón, era la canción de mis padres, aquella de las coincidencias… nunca le había prestado mucha atención pero mientras la tomaba en mis brazos, y nos hacíamos nudo por saber donde poner cada uno sus respectivas manos, pensaba un poco en la letra de la canción… tantos mundos, tanto espacio y coincidir. Maya estaba totalmente en silencio y procuraba no hacer contacto visual, así que decidí arriesgarme a un ataque de furia de su parte y que me rompiera la cara y la fui llevando a la terraza.
- sabía que harías esto tarde o temprano – dijo en voz baja mientras me soltaba
- tenemos que hablar, no podemos dejar que tanto tiempo de amistad se vaya a la mierda
- mira Roy, se que todo esto es culpa mía, yo…
- Maya por una vez en tu vida hazle caso a tu oficial superior y cierra el pico – me miro con una mirada tan extraña, una combinación de amor, odio y sorpresa – se que habíamos hablado de esto, pero creo que no estoy listo para dejarte ir.
- Muy tarde para eso – y se dio la vuelta para alejarse
- Realmente necesito hablar contigo – dije mientras la tomaba fuertemente del brazo
- Si no me sueltas en este instante Roy, prometo por Chiara que voy a romperte la cara
- Lo siento – la solté
- Roy por favor no me hagas esto, si en verdad me quieres como amiga, por favor no lo hagas – Maya siempre me conoció mucho más de lo que yo jamás he llegado a conocerme
- No sabes ni siquiera lo que quiero decir
- Claro que lo se, estas confundido…
- Yo…
- Te conozco, se que estas hecho un nudo, que me vas a extrañar, pero no vas a extrañar a Maya la mujer, sino al piloto Veytia y tu mejor amiga
- No estoy tan seguro de eso, creeme que he pensado las cosas, me he roto la cabeza de pensarlas
- En los asuntos del corazón no se debe pensar, se debe sentir
- Yo no se lo que siento – y en ese instante hizo algo que jamás hubiera esperado que Maya Veytia uno de los pilotos más locos de la fuerza del SDF-3, me beso y fue tan raro
- Sentiste algo? – pregunto al separarnos y no pude responder – Roy yo me sentí en el cielo con ese beso, mejor que volar en el caza más moderno, pero tu… no estoy tan segura, no sentí nada por tu parte
- Perdón – y la abrace tan fuerte como pude – pero en verdad eres mi mejor amiga y te voy a extrañar – escuche como comenzó a sollozar y me sentí tan mal por hacerla llorar – no puedo dejarte ir sin decirte eso, tal vez si las cosas se hubieran dado diferente, hubiéramos terminado juntos, pero no fue así. Pero puedes estar segura de algo – dije mientras le levantaba el rostro y me rompía el corazón al verla así – jamás querré a ninguna mujer como a ti, ni todas las Christmas del universo podrán reemplazar a la única e incomparable Maya Veytia.
- Tengo que irme – respondió mientras se soltaba – yo tampoco te voy a olvidar nunca Roy y quien sabe tal vez cuando pase el tiempo podremos volver a ser quien éramos.
Lo único que pude hacer fue verla alejarse, coincidimos pero no como ambos hubieramos deseado.
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