fanfic_name = Aduzi

chapter = 4

author = Berenice Wright

Rating = AP15

Type = Alternative Universe

fanfic =

-La hinchazón de tu ojo está mejor, mi pequeño mapache.

-Por suerte, aunque todavía tengo que usar gafas oscuras para que nadie piense que me pegaste.

-¿Pegarte yo? Si yo soy el hombre golpeado.

-Sí, claro. Pobre hombre del que todos abusan – Lisa tiró de sus mejillas. - ¿Estás seguro de estar bien? – preguntó por décima vez, mientras le alisaba el uniforme.

-Sí.- replicó Rick.

-Hace apenas dos días que saliste del hospital…

La tomó de los brazos con suavidad.

-Cielo, estoy bien. No va a pasarme nada. – por el rabillo del ojo vio pasar a Riber y Archer, dirigiéndose hacia sus aviones. – Tampoco te preocupes por ellos.

Lisa asintió con la cabeza.

-En serio estoy bien – aseguró él. -¿Y nuestros bebés con quién se van a quedar?

Lisa sonrió.

-Tengo dos años de permiso de maternidad, pagados.

Los ojos de Rick se abrieron tanto que parecieron a punto de salir de sus cuencas.

-¿Cómo? ¿Permiso de maternidad? ¿Lisa Hayes?

-Bueno, ahora soy madre…

-¿Vas a dejar el trabajo por dos años para estar en casa…?

-…cuidando de mi familia. – le dio un suave empellón.

-¡AAAAAAAAAWWWWWWW! – se arrodilló en el suelo, con los brazos extendidos hacia el cielo - ¡Esto es un milagro! ¡Jamás imaginé que este día llegaría!

-¿Qué no te tenías que ir ya? ¿No estabas apurado?

Rick se puso de pie y le plantó un beso en los labios.

-El resto a la vuelta – susurró. Lisa agitó una de sus manos, ventilándose.

-Difícilmente pueda esperar. No deberías hacerme estás cosas, Hunter.

Él sonrió.

-Querida, me encanta tenerte en ascuas.

Roy pasó a su lado, dando una palmada a Rick en el hombro.

-Vamos pollo, será mejor que guardes tus energías para la vuelta. – trató de disminuir el paso y de calmarse. Desde hacía un par de días que apenas dormía. Cada vez que cerraba los ojos, la veía. En sus sueños era tan real, que casi podía tocarla.

Subió al varitech. Su corazón latía apresuradamente.

-Aduzi – musitó, colocando su foto en su tablero de instrumentos. Si la hallaba, hablaría con Claudia. Si no, retornaría a su vida normal.

No sabía muy bien qué prefería. No quería lastimar a Claudia… pero tampoco quería resignarse a la idea de haber perdido a Carol. Había tanto que hubiera querido decirle… habían quedado tantas cosas pendientes.

-¿Qué vamos a ver en Marte, señor? – el rostro pecoso de Santiago apareció en el monitor.

-Sí, jefe ¿Qué? – Ben Dixon apareció en el otro lado de la pantalla.

Roy sonrió.

-Vamos a buscar a una chica.

Ambos estaban perplejos. El rostro de Santiago, desapareció, siendo reemplazando por el de Max.

-¿En serio? ¿Estamos hablando de la misma que conoció mi hermano?

-Espero que sí, Max, espero que sí.

Al escuchar la orden, despegaron rumbo al espacio.

 

 

 

Roy observaba el planeta rojo con el corazón en un puño. Una parte de su vida se había quedado allí y esperaba que continuara en ese lugar, para así recuperarla.

 

“- Es extraterrestre – Lucas no salía de su asombro. Roy la miró con aprensión. La caída de aquella nave acabó con la vida de su escuadró y con la vida de las personas de esa isla.. Y quién sabía a quiénes más matarían los seres que venían en su interior. – No creo que nadie haya sobrevivido.

Apretó el mango de su ametralladora. Ocultar aquello sería imposible. Esa nave había arrasado con una isla completa y era gigantesca y estaba entera.

Ese no era como el caso Roswell o como cualquier otro en los que las naves y los cuerpos (en caso de haberlos) fueron fácilmente escondidos o disfrazados… así como la verdad.

Se acercaron con el corazón en un puño, no teniendo idea de lo que iban a encontrar allí dentro.

-¿Nos habrán querido atacar? – Lucas se subió los lentes.

-¿Una sola nave?

-Puede tratarse de alguna especie de nave madre. Tiene el tamaño para contener miles y miles de vehículos y pilotos. Quizás fue una falla la que la hizo caer a la Tierra, frustrando los planes de los ET.

Se encogió de hombros. Tal vez tuviera razón.

-¿Ese agujero podría deberse a algún impacto? – señaló el orificio que se hallaba cerca de la cola de la nave y hacia el cual se dirigían.

Ingresaron con cautela. Encendieron sus linternas y avanzaron con cuidado, observando trozos de vidrio desperdigados por el suelo. Lucas levantó la linterna, distinguiendo unas estructuras de metal, altas y alargadas. Al fondo, podía verse un contenedor cilíndrico de vidrio, roto, rodeado de cables. Una suave luz de color lila iluminaba el interior.

-¿Qué es esto?

-Lucas…

Se volvió a mirarlo. Roy se encaminó hacia un rincón. Lucas lo siguió, con curiosidad. Su amigo se detuvo bruscamente, por lo que tropezó con éste. Se frotó la nariz, asomándose detrás de Roy y quedándose de una pieza.

Una joven estaba sentada en el suelo, vestida con lo que parecía ser una larga túnica blanca, sin mangas. Lo que más llamaba la atención de ella eran sus largos rizos de un color rojo intenso, que contrastaban con su piel blanquísima y sus ojos claros.

Ambos estaban pasmados, preguntándose qué hacía esa muchacha allí.

-¿Estamos en la Tierra? – preguntó ella en un español perfecto, con una media sonrisa.

-Sí, estamos en la Tierra – respondió Roy, arrodillándose frente a ella -¿Acaso estabas acá adentro, en la nave?

Asintió. Intercambiaron miradas.

-¿Por qué?

-No sé. Supongo que por sus experimentos.

-¿Experimentos?

La muchacha se puso de pie, sacudiéndose el polvo de la ropa. Lucas paseó la vista por lo poco que alcanzaba ver del sitio.

-¿Acaso esto es un laboratorio? – inquirió con un hilo de voz. La miró con más atención. Había escuchado muchas historias de personas que decían haber sido “abducidas” por alienígenas y que éstos habían hecho experimentos con ellas. ¿Sería posible que se hubieran topado con uno de esos casos? ¿Sería es joven una especia de “conejillo de indias”?

-¿Fuiste la única que sobrevivió? – le preguntó Roy. Ella se dirigió hacia el exterior.

-Escaparon antes del choque.- respondió con asombrosa tranquilidad. Para haber sido alguien que sobrevivió a un choque y que estuvo en poder de seres de otro planeta, estaba muy calmada.

-¿Y te dejaron acá?

-Eso parece.

-¿Y cómo es que estás viva? – Lucas frunció el ceño.- Nadie podría sobrevivir a un impacto como este.

-No me acuerdo.

Lucas iba a decir algo, mas Roy lo cortó.

-Considerémoslo un milagro ¿Te parece? - corrió hacia ella, sacándose la camisa verde del uniforme y quedándose con la camiseta de abajo, también de color verde oliva. Se la puso sobre los hombros.

-Hace frío afuera. Y estás descalza. Hay muchas piedras en el suelo y podrías lastimarte los pies.

Ella esbozó una media sonrisa.

-Es la primera muestra de afecto que recibo en todo este tiempo. Muchas gracias.

Él le tendió la mano.

-Soy Roy Fokker, teniente primero del vigésimo escuadrón de F – 16 de la fuerza aérea de los Estados Unidos de Norteamérica.

Se la estrechó.

-Me dicen Aduzi. “

 

 

Habían pasado diez años…

Roy hizo a un lado su recuerdo y se preparó para entrar en la atmósfera marciana.

-Viejo – era la voz de Rick -¿Y si no está viva?

-Ya veremos.

-Esa grabación debe tener años…

-No murió, Rick. Ella sigue con vida. De ahí a que siga en el planeta, es otra cosa.

El joven pareció dudar antes de hacer la pregunta que tenía en mente.

- En el caso de que esté con vida ¿Si está con Zor? ¿Si lo fue a buscar? – inquirió, despacio. Roy apretó los dientes. Aquella era una alternativa en la que no había pensado.

Ella le dijo que lo amaba… pero el fantasma de Zor siempre estuvo entre ambos. Y Aduzi pensaba que Zor no había muerto. Ni siquiera estaba segura de haberle disparado aquella vez en Marte, cuando él le puso el arma en las manos y apretó el gatillo. Ella creía que se había tratado de uno de sus clones.

Zor era astuto, había logrado escapar de dos de las razas alienígenas más fuertes del universo, sin morir en el intento.

Aduzi lo conocía. Había vivido con él durante años.

-No falta mucho para averiguarlo – comentó, reparando en el rostro que durante años intrigó a expertos y a la opinión pública. Algunos habían dicho que se trataba de un efecto de la luz, otros decían simplemente que la formación de aquella supuesta cara más bien se debía a la erosión eólica.

Pero él la había visto, al igual que las tres pirámides que se hallaban junto a esta. Y las estaba viendo en ese momento… y a un par de kilómetros, Nueva Gizah.

 

 

 

State = Continuará/To Be Continue

feedback = Sí/Yes

email = berenicewrightARROBAyahoo.com